jueves, 23 de octubre de 2014

UN HOMBRE MATO A UN SOLDADO Y ASALTO EL CONGRESO Pánico en el corazón de Ottawa

Por Tim Walker *
El terror llegó a las puertas del gobierno canadiense ayer, cuando al menos dos hombres armados lanzaron lo que parecía ser un ataque coordinado en el corazón de Ottawa, la capital. Uno mató a disparos a un soldado que hacía guardia en el National War Memorial, antes de correr hacia el edificio del Parlamento, donde fue asesinado a tiros por la policía.
El incidente se produce un día después de que Canadá elevara su nivel de alerta antiterrorista tras la muerte de otro soldado en un ataque sorpresa en Quebec por un hombre sospechado de tener simpatías jihadistas. Otros países, entre ellos el Reino Unido, también están en alerta máxima, en respuesta al crecimiento del Estado Islámico (EI) en regiones de Irak y Siria. Canadá se encuentra entre los países que se unieron a la coalición liderada por Estados Unidos para combatir al EI, con aviones para participar en la campaña de bombardeos.
Los primeros disparos se escucharon poco antes de las 10, hora local, de ayer, en el monumento a los caídos, en la Plaza de la Confederación, a metros del Parlamento. Después de disparar al soldado, un hombre con un rifle fue perseguido por la policía hacia los edificios del gobierno. Un testigo, Scott Walsh, dijo a la Canadian Broadcasting Corporation (CBC) que vio a un hombre vestido con jeans y una bufanda sobre el rostro y sosteniendo una escopeta de doble caño. Walsh dijo que el hombre obligó a punta de pistola a un conductor a dejar su coche y luego condujo hasta las puertas del Parlamento. En el interior, los informes sugieren que más de treinta disparos fueron hechos antes de que el hombre armado cayera muerto, baleado por la policía.
La policía dijo anoche que aún estaba recorriendo el centro de Ottawa buscando al menos otro sospechoso. El Parlamento y sus alrededores fueron cerrados mientras agentes armados patrullaban el lugar. La policía les ordenó a los periodistas que estaban en el vestíbulo de la Cámara de los Comunes que se tiraran al suelo. Otros huyeron del edificio, algunos reptando hacia abajo desde los pisos más altos en los andamios erigidos para obras de renovación, dijeron los testigos.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, y los líderes de los dos principales partidos de la oposición abandonaron el edificio. Un diputado, Tony Clement, tuiteó que cuando se efectuaron los disparos estaban en una reunión de gabinete en el Parlamento. El Globe and Mail dijo que el soldado se llamaba Nathan Cirilo, mientras que la CBS identificó al presunto agresor como Michael Zeha Bibeau, de nacionalidad canadiense.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

"Guardar la cosecha para especular con movimientos cambiarios es un error”

Kicillof precisó en declaraciones a radio Nacional que la cosecha de soja rondó los 54 millones de toneladas, 15 por ciento más que el año anterior, y recordó que al observarse retrasos en las ventas en enero comenzaron las discusiones con las cerealeras “tratando de entender las causas”. “Todo el mundo mira las reservas del Banco Central, pero todo el mundo sabe que en los campos, en los silos hay entre 24 y 27 millones de toneladas que equivalen a unos 10 mil millones de dólares”, señaló.
“Eso -evaluó el ministro- es riqueza de los argentinos exportables al exterior. Prácticamente son reservas para el país. Porque la soja se puede o no vender, pero no se destruye el cultivo; en algún momento eso va a engrosar las reservas”. Explicó que "si los propietarios y el complejo entero deciden no vender, retener, artificialmente provocan un agujero en el comercio".
"Los 10 mil millones de dólares, en lugar de estar donde debe estar, en la cuenta de los que lo vendieron, no están. Entonces parece que hay un problema cuando lo que hay es una distorsión”, analizó. En las últimas reuniones con las cerealeras, afirmó Kicillof, “aclaramos que a lo largo del año va a haber estabilidad cambiaria, con lo cual guardar la cosecha para especular con movimientos cambiarios es un error”.
El ministro juzgó que como efecto de la no liquiedación de los granos “perdieron los productores, perdimos todos los argentinos porque sobre esto se pagan retenciones". Además, "porque es el producto de la Argentina aunque está en manos privadas, es uno de los elementos que produce el país, como cuando uno dice que la Argentina produce autos”.
Kicillof negó por otra parte que se hayan aplicado multas a automotrices por la ley de Abastecimiento, y aclaró que las sanciones correspondieron a la ley de Defensa de la Competencia, ante violaciones a lo comprometido con el plan Procreauto. “Hay montones de multas todo el tiempo por incumplimientos; no es una persecución, es cuidar a la gente, ¿sino para que están los órganos del Estado?. Que se dejen de joder, que no jodan más a la gente, que no agiten fantasmas”, pidió el ministro.
“¿Qué quieren, que el Estado no regule? ¿Van a agitar la bandera de la ley de Abastecimiento cada vez que el Estado cumpla su función de defender a la gente?”, cuestionó.

Acceso al suelo: urbanizaciones informales en los 80 y los 90

Entrevista al investigador Jorge Ossona, autor del libro “Punteros, malandras y porongas”, que estudia las tomas de tierras ocurridas en Lanús y Lomas de Zamora después de la Dictadura.
http://www.pcr.org.ar/sites/default/files/imagenes_notas/pag.6.asentameinto-soldati.jpg
Por Enrique de la Calle
APU: ¿Cuál fue el objetivo del libro?
Jorge Ossona: El libro es una colección de historias concatenadas. Historias que recorren las décadas de los 80 y los 90 y que giran en torno a ocupaciones territoriales. Una ocupación es interesante porque transparenta los cambios sociales que tienen que ver con la pobreza estructural. Uno puede ver diferentes fenómenos sociales, distintas modalidades de hacer política (en un sentido amplio) y diferentes modos de relacionarse con la política partidaria y con el Estado. Es un tema apasionante.
APU: ¿El libro abarca una zona ubicada entre Lanús y Lomas de Zamora en el Gran Buenos Aires?
JO: Es una zona limítrofe. Lo que tiene de interesante el libro es que el lector arranca en el primer capítulo y cuando finaliza puede ver el recorrido de diferentes personajes, el auge y el declive de muchos de ellos. Tiene algo de novela.
APU: Esas primeras tomas de los años 80 que trabaja el libro tienen que ver con la expulsión de habitantes de las villas de Capital Federal. Ese proceso que se dio durante la Dictadura. Esa expulsión impactó sobre muchos distritos del Gran Buenos Aires, profundizando problemas vinculados con la vivienda y el acceso al suelo.
JO: Las primeras ocupaciones, que se dan un poco espontáneamente, desde el final de la Dictadura hasta mediados de los 90, sueñan con volver al sistema de loteos, a los viejos criterios de urbanización de las décadas anteriores. Se buscaba lograr que las nuevas urbanizaciones dieran lugar a barrios distintos a las villas. De ahí la idea de asentamiento. Tenemos en ese momento una primera etapa. Una de las cosas que uno ve en esas primeras ocupaciones son liderazgos bastante espontáneos, se trata de figuras con experiencia previa en los 70, en el trabajo sindical. Hay que saber organizar gente para llevar adelante una ocupación que puede incluir cientos, hasta miles de personas. Eran ocupaciones que tenían una lógica de negociación.
APU: Señalaba el proceso que tuvo lugar en Capital, porque muchas veces se soslaya el peso que tuvo la expulsión de habitantes de las villas sobre los conflictos que después se extendieron en el Gran Buenos Aires.
JO: Sobre todo eso se dio en los municipios del sur del Gran Buenos Aires. Generó una olla de presión. La gente fue echada de las villas por la Dictadura y se refugió en las casas de sus familiares o amigos en el Conurbano. Eso generó situaciones de hacinamiento muy graves que devinieron en posteriores ocupaciones de tierras todavía vacías. Eso explica la ola de tomas en la zona que yo trabajé en el libro. Como decía, ahí tenés una primera etapa. La toma se realizaba el viernes, se negociaba el fin de semana con las autoridades y el lunes se podía avanzar con lo acordado previamente. Era una lógica típica, si se quiere, de ese tipo de ocupación. Los liderazgos que aparecen son figuras que tienen que ver con las militancias de los 70, con el peronismo, gente de formación religiosa e incluso personas que podían venir del delito. En el capítulo 1 cuento una toma en Lanús donde intervienen dirigentes de clubes de fútbol locales y delincuentes, y se termina configurando un barrio con lógicas que provienen de ambos universos.
APU: Al respecto de la presencia de delincuentes en las ocupaciones. Describe en uno de los capítulos cuando uno de los líderes barriales roba colectivos y arma una empresa de transporte informal que va a funcionar en un asentamiento, donde antes no había ninguna línea de transporte. Pensaba en la función social del delito. ¿Cómo analiza esa situación?
JO: Eso es uno de los productos de la pobreza estructural propia de los años 80. En la zona, en esa época, había una figura legendaria, el “Pampa”. Era un viejo militante peronista de Lomas de Zamora. Una vida apasionante que da para una biografía. En algún momento su negocio fue ese: armó una empresa con bondis robados que abarcaba varios asentamientos donde no había líneas de colectivos. Después se monta sobre eso la política municipal, que después habilita esa empresa. Incluso algunos dirigentes político terminan comprando las empresas de transporte desmanteladas por los robos. El “Pampa” termina después acribillado supuestamente cuando pretende robar una estación de ómnibus. Después tenés delitos más duros, como la piratería del asfalto, que tenían algún grado de legitimidad social, a partir de que las bandas distribuían parte del botín robado. Hoy pasa una cosa muy distinta con el narcotráfico, que no tiene ningún tipo de apoyo en el barrio. Tiene muy bajo prestigio. Es impensado que un narco sea puntero político.
APU: ¿Cuáles son las relaciones entre aquellas ocupaciones y las actuales?
JO: Hay muchas diferencias. En aquella época participaban dirigentes sociales, que tenían una trayectoria vinculada, en general, al peronismo; eran militantes políticos antes que otra cosa. Hoy cambió todo. Las ocupaciones actuales son un negocio. Hay operadores que movilizan gente para tomar un predio. Después, si la ocupación tiene éxito, esa gente se va y los operadores venden los lotes a precios usurarios. Esas situaciones ya se daban en el año 1998. Se da una bisagra en 1995, con la crisis del “tequila”, donde el sueño de erradicar la pobreza de desvanece y el fenómeno de la pobreza estructural se convierte en un problema permanente. Entonces, se procura administrar la pobreza, ya no revertirla.
APU: Una cosa que me llamó la atención tiene que ver con el título del libro, “Punteros, malandras y porongas”, que da cuenta de habituales estigmatizaciones para pensar este tipo de temas. ¿Por qué ese título?

JO: El título no corre por cuenta del autor, sino de la editorial. Mi título es “Tierras, asentamientos y política”, que finalmente quedó como subtítulo. La foto que se eligió para la tapa es mejor que otras que se propusieron. No fue una decisión mía.

"Es un crimen contra la familia Arruga, contra los sectores más humildes"

La Cámpora emitió un comunicado en el que exige "condenar a ciencia cierta a los responsables de la desaparición y la muerte de Luciano".
Por La Cámpora
Bronca. Los puños se cierran apretados contra la mesa al escuchar el relato. No existen palabras que alcancen para describir el sentimiento que genera lo que le hicieron a Luciano Arruga. No importa la filiación partidaria, siquiera el signo político, a la hora de repudiar con cada fibra del cuerpo este hecho nefasto.
Luciano era un pibe de 16 años, en enero de 2009, cuando desapareció. La Policía Bonaerense, corrompida desde hace décadas, se había ensañado con él hacía varios meses porque no había querido robar para ellos. Hoy, sabemos que lo atropelló un auto a pocos metros de un destacamento policial, el mismo día de su desaparición.
Fueron cinco años de una investigación negligente. Cinco años de una lucha incansable por parte de su familia y de los organismos de Derechos Humanos contra la complicidad de funcionarios policiales y judiciales.
Hechos como estos van claramente en sentido contrario a la política de Derechos Humanos que el Gobierno Nacional lleva adelante desde el año 2003 y merecen todo nuestro repudio. Es un crimen contra la familia Arruga, contra los sectores más humildes, y contra toda la sociedad. Pero también es un crimen contra la juventud, juventud desaparecida en los años más oscuros de nuestra historia y que hoy volvió a ser parte de la historia.
Desde La Cámpora, nos solidarizamos con los familiares y amigos de Luciano. Repudiamos enérgicamente estos hechos y exigimos que continúe la investigación, para condenar a ciencia cierta a los responsables de la desaparición y la muerte de Luciano. Sabemos que hay sectores enquistados en las fuerzas de seguridad, legitimados por una Justicia que habilita una y otra vez la persecución a los sectores humildes y a los jóvenes. Así lo evidencian también los asesinatos de Alan Tapia y Lautaro Bugatto, o la desaparición de Jorge Julio López, hechos impunes que nos duelen a toda la militancia del campo nacional y popular.

Llevamos más de diez años de conquistas sociales, en la caminata eterna que es perseguir los sueños, con la conciencia clara de que son muchísimos los flagelos que debemos combatir para defender la democracia, para que no haya más Lucianos ni impunidad

miércoles, 22 de octubre de 2014

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El gremio de Industria Cinematográfica intimó al candidato del Frente Renovador por incumplimientos en la contratación de trabajadores para un spot publicitario.
http://tiempo.infonews.com/f/IiU0MDYyIT9kc3pnTX1veE9lfG1Zf3J0a2NlaVp8eXJjdFo2KTMsTyMtf2N1ZXosJjdlfTUjKm1kdGVpdQ/spot_dia_del_maestro_massa_2014_4.jpg?v1.0001-1600
Por el Sindicato de Industria Cinematográfica 
El líder del Frente Renovador protagonizó un corto con motivo del Día del Maestro. En dicho spot, se lo ve frente a un busto de Domingo Faustino Sarmiento. SICA APMA advierte sobre el incumplimiento del Convenio Colectivo en la contratación de los Trabajadores que participaron en su realización.

Intimamos a Massa por incumplimientos al Convenio Colectivo de Trabajo en su spot publicitario. Al no recibir el aviso de filmación, se envío una carta documento intimando a Massa sobre el registro de las relaciones laborales de los técnicos que trabajaron en el comercial. Ante la falta de respuesta, se realizó la denuncia correspondiente en el Ministerio de Trabajo.

Desde el Sindicato, advertimos sobre formas de contratación asociadas con el trabajo en negro, y señalamos a estos candidatos y a sus equipos de difusión sobre una modalidad en la que, para abaratar costos, se vulneran los derechos de los trabajadores, privándolos  de sus aportes jubilatorios, además de exponerlos a numerosos riesgos al trabajar sin la cobertura de una ART.

“El sistema penal es lo último a lo que se debería apelar para castigar personas”

Entrevista al periodista Emilio Ruchansky. “El problema no es sólo la Justicia, sino los auxiliares que son agentes de la policía”.
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Por Juan Ciucci
APU: El Gobierno anunció que enviará al Congreso un proyecto para modificar el actual Código Procesal Penal. Además, existe un anteproyecto para reformar el Código Penal. Sobre este último punto: ¿Cuáles son las mejoras que propone ese anteproyecto?
Emilio Ruchansky: Me parece que lo que hace es armonizar el Código, que tuvo muchas modificaciones, incluyendo una muy grande cuando fue todo el fenómeno de Blumberg. El anteproyecto parte de una comisión presidida por Eugenio Zaffaroni, con diputados de varios partidos aunque en ese momento no estaba el Frente Renovador. También se habla en estos días de un nuevo Código Procesal Penal (la entrevista se realizó antes de su envío al Congreso), que tiene que ver más que nada con que haya juicios rápidos, por jurados, con sistema acusatorio: que los fiscales investiguen y los jueces sean garantes de esa investigación. El Procesal Penal es más sobre el método, el Código Penal es la pena que le cabe al delito. En el anteproyecto es interesante que se saca la perpetua, ya como concepto. En ese punto nos estamos acercando bastante a Uruguay. Sí se prevé para los delitos de Lesa Humanidad 30 años, como una pena máxima, cuando hablamos de genocidio, desaparición forzada de personas, etc.
Otro punto muy importante es en el tema de las violaciones, porque se describe mejor el delito, lo que permite tipificarlo. Además se prevé la violación dentro del matrimonio, algo que antes no estaba claro. Luego hay algo que le hizo ruido a la gente, que es el tema de la reincidencia. Lo que plantea el anteproyecto es que la reincidencia no puede pesar en el momento de una pena en suspenso, que es de 3 años para abajo. Si uno roba un alimento, y tiene un delito anterior, incluso que caducó, al momento de ser juzgado por otro delito por una pena menor, cuenta la reincidencia para que la pena sea efectiva y no en suspenso. Esto es bastante grave, porque entonces lo que estamos juzgando son personas y no actos, lo que se llama derecho penal de autor, algo a lo que la Argentina no adhiere. En este caso es interesante sacar la reincidencia y es interesante discutir quiénes son los reincidentes, es lo generalmente se llama delito social.
Otra cosa que me parece interesantísimo es el principio de insignificancia, que lo tenemos claro en el juicio que se lleva adelante contra Diosnel Pérez y Luciano Nardulli por la toma del Indoamericano. Es insignificante en todo sentido: son dirigentes sociales que fueron a negociar, ese juicio debería haberse caído. Otro caso es si alguien roba comida porque no puede pagarla, eso también es insignificante. Se puede discutir cómo se escarmienta a quien comete el delito, pero el sistema penal es lo último a lo que se debería apelar para castigar personas.
APU: Otra de las discusiones tiene que ver con cómo inciden esas modificaciones sobre una aparato judicial que después no las aplica.
ER: El Código es muy claro, tiene una explicación para cada artículo, que además incluye los delitos ambientales o despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal, cosas muy importantes. Después las leyes son siempre interpretables, pero es mejor tener un Código más sólido que uno emparchado. Y el problema no es sólo la Justicia, sino los auxiliares de la Justicia que son agentes de la policía. Ahí el problema son muchas prácticas que se siguen realizando. Como la tortura: en el anteproyecto del Cogido Penal se prevé castigar la tortura por omisión: es decir si uno sabe que están torturando a una persona y tiene algún tipo de poder para frenarlo y no lo hace. Son cosas que van directamente contra las estructura policiales y es importante que estén. Después los jueces pueden hacer muchas cosas, declararlo inconstitucional, etc; pero a los jueces también se les puede hacer un juicio cuando interpreten las leyes como se les canta.  Una cosa es interpretarla y otra desobedecerla, lo vemos todo el tiempo con los abortos no punibles, por ejemplo.
APU: Comentaba que la comisión está presidida por Raúl Zaffaroni, ¿Cómo analiza los ataques que se vienen realizando contra su persona?
ER: Él aboga por un derecho penal mínimo: creo que ya es muy conocida la frase “la justicia civil es para los ricos, y la penal para los pobres”. Lo que está diciendo Zaffaroni es eso, hay que tratar de aplicar un derecho penal mínimo, en las cosas que son necesarias y no a todo. Después, hay que tener cierta altura para atacar a Zaffaroni, es uno de los juristas más importantes del mundo, no solo de la Argentina o Latinoamérica. Creo que es bueno tener una persona así, y mejor aún que la podamos aprovechar y deje un Código Penal antes de irse de la Corte Suprema. Es una persona demasiado formada para que alguien de la nada lo pueda atacar. Sergio Massa, por ejemplo, no puede atacar a Zaffaroni.

EL MUNDO › OPINION Acciones en alza

Por Robert Fisk *
¿Quién está ganando la guerra? ¿El Estado Islámico (EI)? ¿Los kurdos (se acuerdan de ellos)? ¿Los sirios? ¿Los iraquíes? ¿Nos acordamos de la guerra? No, para nada. Debemos decir la verdad. Así que ahora elogiemos a las famosas armas y a los fabricantes que las engendraron. Los precios de las acciones en Estados Unidos se han disparado para los que producen las bombas de la coalición y los misiles y aviones no tripulados y los aviones que participan en esta última guerra que –para todos los que están involucrados (a excepción de los destinatarios de las bombas y misiles y aquellos que están luchando)– es Hollywood del principio a fin.
Las acciones de Lockheed Martin –el fabricante de los misiles Hellfire “Todos para uno y uno para todos”– subieron un 9,3 por ciento en los últimos tres meses. Raytheon –que tiene una gran sucursal israelí– subió un 3,8 por ciento. Las acciones de Northrop Grumman subieron el mismo 3,8 por ciento. Y las acciones de General Dynamics aumentaron un 4,3 por ciento. Lockheed Martin –que realmente no roba la cita para su material de publicidad de Los Tres Mosqueteros, de Alejandro Dumas– hace que los cohetes de los drones Reaper sean famosos por destruir fiestas de casamientos en Afganistán y Pakistán.
Y no se desanimen. Las ganancias están en alza. Cuando los estadounidenses decidieron extender sus bombardeos en Siria en septiembre –para atacar a los enemigos del presidente Assad apenas un año después de que propusieran por primera vez bombardear el propio presidente Assad–, Raytheon fue premiado con un contrato por 251 millones de dólares para suministrar a la Armada de Estados Unidos más misiles cruceros Tomahawk. La agencia France-Presse, que hace el trabajo que Reuters solía hacer cuando era una verdadera agencia de noticias, nos informó que el 23 de septiembre, los buques de guerra estadounidenses dispararon 47 misiles Tomahawk. Cada uno cuesta alrededor de 1,4 millón de dólares. Y si gastásemos tan promiscuamente en curas para el ébola, créanme, no habría más ébola.
Dejemos aquí el costo político de este conflicto. Después de todo, la guerra contra el EI está alimentando al EI. Por cada miembro del EI muerto, estamos creando tres o cuatro más. Y si EI realmente es la institución “apocalíptica”, “mala”, “fin del mundo” que nos han dicho que es –mis palabras vienen del Pentágono y nuestros políticos, por supuesto –, entonces cada aumento de los beneficios para Lockheed Martin, Raytheon, Northrop Grumman y General Dynamics está creando aún más combatientes del EI. Así que cada avión no tripulado o F/A-18 cazabombardero que enviamos es el portador de un virus, cada misil un germen ébola para el futuro del mundo. Piensen en eso.
Déjenme darle una cita en tiempo real a partir del envío del reportero Dan De Luce sobre la venta de armas para la agencia de noticias francesa. “La guerra promete generar más negocio no sólo de los contratos del gobierno de Estados Unidos, sino también a otros países en una creciente coalición, incluidos los Estados europeos y árabes ... Aparte de los aviones de combate, se espera que la campaña aérea aumente el apetito por los buques cisterna de reabastecimiento en vuelo, aviones de vigilancia, como los aviones U-2 y P-8 de espionaje y robótica, drones. Contratistas de seguridad privada, que se beneficiaron en gran medida con la presencia de Estados Unidos en Irak y Afganistán, también son optimistas que este conflicto producirá nuevos contratos para asesorar a las tropas iraquíes.”
Esto es obviamente indignante. El mismo grupo de asesinos armados que enviamos a Irak va a quedar en libertad para enseñar a nuestros “aliados” en Siria –milicias seculares “moderadas”, por supuesto– las mismas tácticas viciosas que utilizaron contra la población civil en Irak. Y los mismos misiles van a ser utilizados –con enormes beneficios, naturalmente – en los pueblos del Oriente Medio, del EI o no. Es por eso que el informe de De Luce es tal vez el más importante de toda la guerra en la región.
Siempre sostuve que las víctimas civiles de estos fabricantes de armas deben demandar a estos gigantes conglomerados cada vez que su sobrina o abuelo es asesinado. En Gaza y Cisjordania, los palestinos solían mantener los trozos y fragmentos de misiles de fabricación estadounidense que mataron a sus familiares inocentes, con la idea de que algún día podrían llevar a las empresas a los tribunales. Los civiles libaneses hicieron lo mismo. Pero se les dio una “compensación” –¿con la bendición de quién?, me pregunto– y los convencieron de no seguir adelante con la idea, por lo que los fabricantes de armamentos, en forma tan palpable en el Mayor Barbara de George Bernard Shaw, se salieron con la suya. Hay muchos abogados en Nueva York dispuestos a asumir estos casos –conocí a algunos de ellos en Estados Unidos– cobrando honorarios si ganan el caso. Pero hasta ahora, ningún comprador. Es hora de que haya. ¿Por qué deben los mercaderes de la muerte salirse con la suya?
Mientras tanto, el Pentágono puede seguir empujando los proyectos de ley. “Es terriblemente difícil decir que no cuando estás en guerra”, dijo la semana pasada un tipo con “contactos” en la industria de las armas. Por supuesto que sí. El dice, a propósito, de que BAE Systems (el contratista militar angloestadounidense) está saliendo bastante bien de la crisis actual. Piensen en eso. Y recen, por supuesto, por los 200.000 muertos en la guerra de Siria.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.