miércoles, 20 de noviembre de 2019

"Fusil, metralla, el pueblo no se calla", corean las provincias cercanas

Masiva manifestación contra la masacre de Senkata


Imagen: AFP
Miles de personas llegan desde distintas provincias bolivianas hasta Senkata para repudiar la masacre de ayer en la bloqueada planta de abastecimiento de combustible . Al grito de “el Alto no está solo carajo” los manifestantes se proponen llegar a La Paz para repudiar la represión de las fuerzas de seguridad, que provocó al menos nueve muertos y 50 heridos.
Efectivos de la Policía y de las Fuerzas Armadas dispararon a mansalva ayer a la altura de la cabeza de los manifestantes para intentar levantar el bloqueo en Senkata, a 40 kilómetros del centro de La Paz. A 24 horas de lo sucedido la zona está completamente militarizada.

lunes, 18 de noviembre de 2019

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El hambre y la pobreza que nutren la tuberculosis en Argentina La enfermedad infecciosa más letal ha regresado al país latinoamericano. La llaman la muerte blanca

Cristian Molina, de 26 años, toma la medicación contra la tuberculosis en su casa del poblado chabolista de Luján, en Buenos Aires, Argentina, el 26 de septiembre de 2019.Ver fotogalería
Cristian Molina, de 26 años, toma la medicación contra la tuberculosis en su casa del poblado chabolista de Luján, en Buenos Aires, Argentina, el 26 de septiembre de 2019. MAGALÍ DRUSCOVICH
En un suburbio pobre de la capital argentina, los pantalones y la chaqueta vaquera de Cristian Molina esconden su delgadez enfermiza. Es la herencia de años de malnutrición que acabaron exponiéndolo a la tuberculosis que contrajo a principios de año. La enfermedad, compañera de la pobreza, ha vuelto al país.
Molina tiene 26 años y vive con sus padres, seis hermanos y cuatro sobrinos en el poblado chabolista de Luján, cerca de la próspera Buenos Aires. Los médicos creen que uno de los hermanos se contagió de la enfermedad en la cárcel y se la transmitió a la familia al volver a casa. Los casos de la llamada "muerte blanca", estrechamente conectada con la malnutrición y la infravivienda, han ido en aumento desde el cambio de década, en paralelo con las sucesivas recesiones y la inflación que han castigado a la tercera economía de Latinoamérica. Actualmente, el rápido aumento de los precios y la desaceleración económica están empujando cada vez a más personas por debajo del umbral de la pobreza y recrudeciendo la carencia de vivienda y el hambre. En la primera mitad de este año, la tasa de pobreza superó el 35,4% en perjuicio del presidente Mauricio Macri, que perdió las elecciones generales del pasado 27 de octubre ante Alberto Fernández.

"La tuberculosis es el efecto secundario de la pobreza", denuncia Laura Lagrutta, neumóloga argentina especializada en el tratamiento de niños infectados por la enfermedad. Según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud, el último año se registraron en Argentina 10.320 casos de la enfermedad por contagio o recaída. Alrededor de 2010, el número de enfermos, que no había dejado de descender desde la década de 1980, volvió a aumentar.
El último año se registraron en Argentina 10.320 casos de la enfermedad por contagio o recaída
La tuberculosis, que mata cada día a 5.000 personas en todo el mundo, es una de las dolencias más mortíferas. La situación de Argentina, un país con una importante producción agrícola, es mejor que la de algunos de sus vecinos sudamericanos, entre ellos Brasil y Perú, donde la incidencia de la infección es mayor. Sin embargo, la prevalencia está creciendo a un ritmo preocupante.
Marcela Natiello, coordinadora del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis y la Lepra, informa de que la tendencia regresiva que había comenzado en la década de 1980 se invirtió en 2013 debido a "causas múltiples y complejas. La tuberculosis afecta sobre todo a las poblaciones más vulnerables, con bajos recursos económicos, que viven en entornos pobres, mal ventilados y superpoblados", explica, y añade que más de la mitad de los casos se dan en la zona de alta densidad demográfica alrededor de Buenos Aires.

Hospitales al límite

Según los médicos, el aumento del número de casos ha llevado al límite de su capacidad a las plantas de los hospitales donde se trata a los enfermos. Patricia Figueroa, una trabajadora social del centro sanitario público Muñiz, explica que el centro se enfrenta a un problema de saturación debido al ingreso de un número cada vez mayor de enfermos de tuberculosis, que califica de "récord en la historia reciente".
"Por esta razón, el hospital da de alta a los pacientes con bajo riesgo de contagio a fin de dar cabida a los de alto riesgo, lo cual es una práctica muy peligrosa", advierte, y señala que la clínica está intentado añadir más camas a otras plantas para poder aceptar a más pacientes.
El hospital da de alta a los pacientes con bajo riesgo de contagio a fin de dar cabida a los de alto riesgo, una práctica muy peligrosa
Distintos enfermos de tuberculosis de suburbios de toda Argentina cuentan que vivían hacinados en casas sin condiciones de seguridad, y que no tenían acceso a una alimentación variada y nutritiva. En Villa 31, un asentamiento chabolista de la capital densamente poblado, Luli, de 19 años, lleva un año de tratamiento desde que se contagió estando embarazada. Cuenta que, por fortuna, la enfermedad no afectó al bebé, que ahora tiene nueve meses. La joven vive con su hijo y su pareja en un piso con un dormitorio y una cocina. La casa no tiene baño, y sus tres ocupantes duermen en la misma habitación. "Nos estamos mudando continuamente porque los alquileres son muy caros", se lamenta.
Daniel tiene 40 años, reside en el mismo barrio y también está en tratamiento contra el sida, lo cual lo hace más vulnerable a la tuberculosis. Ha perdido gran parte de la movilidad debido a una herida en la cadera y a las cicatrices de los pulmones.
Brígida Simaniz acabó el tratamiento contra la tuberculosis en mayo. Vive con sus dos hijos en el barrio de chabolas de Bajo Flores, en Buenos Aires, donde los tres comparten la misma cama. Le preocupaba contagiar la enfermedad a los niños.
"Cuando me dieron el diagnóstico me asusté mucho porque no sabía que existía la enfermedad. Siempre seguí el tratamiento tal como me dijeron los médicos porque tenía miedo de contagiar a mis hijos", asegura esta trabajadora textil que gana 70 pesos (un euro) a la hora. "Aunque hiciese frío, por la noche abría las ventanas de la habitación para que circulase el aire", recuerda.
Información de Magalí Druscovich y Adam Jourdan, edición de Leslie Adler. Este artículo se elaboró gracias a la Fundación Thomson Reuters, que informa sobre temas humanitarios, derechos de las mujeres y LGBT+, tráfico de seres humanos, derechos de la propiedad de la tierra y de cambio climático.
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CRISIS EN CHILE “La gente que vive fuera tenía que saber que en Chile se violan los derechos humanos"

"Nos matan, torturan..." fue el mensaje escrito en la bandera que se hizo viral este jueves. La imagen fue el resultado de la rabia de tres jóvenes.

“La gente que vive fuera tenía que saber que en Chile se violan los derechos humanos"
AS publicó este jueves ‘Nos están matando: la historia detrás del chileno que subió al podio con una bandera’ (pincha aquí para ver el artículo). La imagen se viralizó rápidamente a través de redes sociales, y provocó reacciones en distintas partes del mundo. Dos amigos de Rogers Rogerio explican qué inspiró al grupo.
Lyuben Atanassov, de 25 años, es hijo de una mujer exiliada en dictadura: "Nací en Bulgaria por ese mismo motivo", cuenta a AS Chile. "Las violaciones a derechos humanos han sido muchas: Carabineros dejó gente ciega, hay decenas de denuncias de violaciones y hubo violencia física y psicológica contra los detenidos", relata.
"Creo estas semanas ha habido mucho cerco mediático con las violaciones a los derechos humanos y la gente que vive fuera de Chile tenía que saber lo que estamos pasando. Unos amigos, Pedro del Carril y su compañera Sofía, que nos recibieron en Buenos Aires, nos ayudaron a pintar la bandera", agrega Atanassov horas después de aterrizar en Chile.
La tercera competidora del grupo es Camila Navarrete (30), quien practica jiu jitsu desde hace cuatro años: “Hemos participado de movilizaciones y hemos visto cómo es la represión en las marchas. Nos tocó ver gente en el suelo herida por Carabineros, y también cómo disparan al cuerpo o tiran lacrimógenas sin que les importante dónde caigan”.
“Queríamos denunciar esta situación. Además del Open Argentina, fuimos con la bandera a lugares iconos de Argentina. En Plaza de Mayo se nos acercó la policía a prohibirnos mostrar la bandera, pero al menos nos dejaron tomarnos una foto”, cuenta Navarrete a As.
Los deportistas explicaron su sorpresa ante el revuelo que provocó la bandera en múltiples cuentas y medios nacionales e internacionales. "Hasta Mon Laferte nos compartió en su Instagram", relatan. La cantante llamaría la atención horas después con una frase muy similar en su cuerpo, durante los Latin Grammy 2019.