martes, 2 de enero de 2018

EL PAÍS 02 de enero de 2018 · Actualizado hace 56 min Tres menores resultaron heridos en un barrio de la periferia de Formosa Brutal represión contra una comunidad wichi

La Policía provincial hirió anoche con balas de goma en el rostro y el cuerpo a tres menores de esa comunidad. Un chico de 13 años debió ser hospitalizado. Los efectivos hostigaron a los menores y luego intentaron detener a una decena de ellos, que se resistieron. Hace 12 días, las fuerzas de seguridad habían herido con balas de plomo a dos jóvenes de esa misma comunidad.
Imagen: Facebook Libertad Agustín Santillán
Doce días después de haber reprimido y herido con balas de plomo a dos jóvenes wichi del Barrio Cincuenta Viviendas, en Ingeniero Juárez, al noroeste de Formosa, la Policía provincial disparó munición de goma e hirió en el rostro y el cuerpo a tres menores de esa misma comunidad. El hecho ocurrió anoche cuando miembros de esa fuerza de seguridad, que desde hace meses rodea distintos accesos a ese barrio, comenzaron a "hostigar" a los jóvenes e intentaron detener a una decena de ellos, que se resistieron.
Uno de los heridos fue Facundo A., de 13 años, quien en medio de la represión recibió disparos de goma en la cara, el hombro y el pecho. Fue socorrido por su hermano, que lo trasladó al hospital de Ingeniero Juárez, mientras la avanzada policial continuaba contra hombres y mujeres. “No pudieron entrar al barrio porque los vecinos no dejamos que persigan a los chicos”, contó a Página/12 Ana María Agüero, integrantes de esa comunidad y tía de los heridos en la represión de la semana ante pasada. 
Según los testigos consultados por este diario, lo de anoche fue fruto del “hostigamiento de la policía” en ese barrio, donde existe una disputa territorial desde hace diez años, cuando la comunidad concretó una toma en un sector comunitario que antes era administrado por el Instituto de Comunidades Aborígenes de Formosa, ante la decisión del gobierno provincial de estatizar esas tierras. Luego, la administración de Gildo Insfrán cedió arbitrariamente esa superficie a la Municipalidad de Juárez, para que construya allí viviendas para policías.
Desde entonces, el Barrio Cincuenta Viviendas vive en un virtual estado de sitio, con operativos que no permiten que los vecinos se asomen a sus viviendas. Quienes lo hacen son hostigados y apresados por las fuerzas de seguridad provincial.
“Anoche había un grupo de chicos en la vereda y los policías les empezaron a gritar ‘indio sucio’, ‘mataco’. Y los provocaban diciéndoles ‘vení, hijo de puta’. Hasta que uno de los chicos les tiró una piedra y ahí empezaron a disparar”, relató Lorena, otra de las testigos que prefirió reservar su apellido por temor a represalias. Ana María Agüero coincidió con esa versión: "Nos decían ‘indios sucios’ y después empezaron a tirar, tirar y tirar”.
Lorena contó que “los vecinos salieron a defender a los chicos y llegaron más policías”. En la multitud que se acercó hasta el lugar de la represión hubo varios niños, que también fueron baleados. “Y no solo a los chicos, sino también a las mujeres. Les apuntaban y tiraban, nomás”, añadió la mujer.
Durante las últimas semanas, las presiones contra los integrantes de la comunidad wichi son continuas. De hecho, uno de los referentes en la lucha por los derechos de los suyos, Agustín Santillán, estuvo preso durante cinco meses del año pasado por denunciar la situación de distintas comunidades en Ingeniero Juárez.
El antecedente inmediato a la violencia en Cincuenta Viviendas de anoche data del 20 de diciembre pasado, cuando la policía reprimió a un grupo de integrantes de la comunidad en la plaza Juan Domingo Perón, ubicado frente al barrio. Allí, Oscar y Denis Agüero, de 19 años y 16 años, respectivamente, fueron heridos con las balas de plomo. Otros dos jóvenes quedaron heridos con balas de gomas. Tres más, en tanto, fueron detenidos y permanecieron en esa condición durante dos días. El resto de los vecinos se resiste a ser apresados y desalojados.

EL PAÍS 02 de enero de 2018 · Actualizado hace 1 hora Despidos en Radio Nacional

En sintonía con el ajuste
A los trabajadores cesanteados les impiden ingresar a la emisora. "Los compañeros llegan, fichan y se enteran que están afuera", explicaron los representantes gremiales y advirtieron que el propósito es dejar a la radio "reducida al mínimo, como están haciendo con otras áreas del Estado”.
La ola amarilla del ajuste en el Estado llegó al Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos (Sdmcp) y finalmente esta mañana el Gobierno efectivizó los despidos en Radio Nacional. Los trabajadores cesanteados se enteraron de su situación laboral en la puerta, porque no hubo una comunicación formal de parte de los funcionarios, quienes se negaron también a entregar a los delegados de la Comisión Interna la lista completa de los despedidos. "La perversidad es tal que los compañeros llegan, fichan y se enteran que están afuera porque el sistema no los toma", denunció Carlos Saglul, delegado de prensa y secretario adjunto de Sipreba en diálogo con la AM750.



Desde las diez de la mañana los empleados de Radio Nacional y el Sipreba habían iniciado una vigilia en defensa de los puestos de trabajo, ante la decisión de la emisora pública de no renovar los contratos de en las 49 filiales de la señal estatal y las amenazas del vicedirector, Pablo Ciarlero, de que podían “continuar las cesantías”. Los primeros despedidos fueron cinco trabajadores que al llegar a la emisora y poner su dedo en el aparato que registra el ingreso se enteraron que tenían la entrada vedada.

Ninguno esperaba que un día después de las fiestas, y sin mediar palabra con los directivos, las fuerzas de seguridad le prohibiera el acceso. “Todos se sorprenden cuando no los dejan entrar. Ellos, en tanto, alegan que no tienen una lista pero avisan que si el reloj no los deja fichar, entonces fueron despedidos”, relató Saglul.
El delegado dijo no tener dudas de que se trata de una “política de vaciamiento” de los medios estatales, que se alinean con los recortes que el Gobierno está llevando adelante en otras áreas del sector. El anuncio de los despidos por parte de Ciarlero llegó el jueves pasado, el mismo día que 160 camarógrafos, periodistas, guionistas y editores del área de la Televisión Digital Abierta realizaban una toma pacífica en el hall del Centro Cultural Kirchner en reclamo de sus puestos de trabajo.
Saglul ratificó que los directivos de Radio Nacional les comunicaron que “la orden viene de arriba, de modernización”. “Es la optimización del Estado, que te dicen cuánta gente tenés que tener para bajar la radio, cerrarla o dejarla reducida al mínimo exponente como están haciendo con otras áreas del Estado”, evaluó el delegado.
Los trabajadores de Radio Nacional ya alertaron en noviembre que Ciarlero había implementado un régimen de jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios, que se replicaron también en Télam y Canal 7 a pesar de que aseguran que en algunas radios ni siquiera había operadores. "Pero esto no había pasado, porque se trata de la planta de eventuales, de compañeros que están hace 10 años en la radio. De hecho estábamos negociando su pase a planta, pero en el medio llegaron los despidos”, detalló Saglul.