lunes, 8 de febrero de 2016

ENFOQUE Fallas teóricas

Por Claudio Scaletta
Se puede creer que la administración de la Alianza PRO es una plutocracia que busca favorecer a los sectores más acomodados de la población. Para quienes están ideológicamente en la vereda de enfrente las dudas son pocas. Basta con escuchar hasta el modo de hablar de los primeros funcionarios, sus descuidos excluyentes y racistas, ver las universidades de las que provienen o advertir el perpetuo sesgo de clase de quienes desconocen, por ejemplo, lo que significa para una familia quedarse sin ingresos. Sin embargo, estas cuestiones son ajenas al análisis económico. El gran problema de los economistas de la Alianza PRO no es su situación de clase o su falta de empatía con los sectores más postergados, sino que su teoría económica está mal y, en consecuencia, conducirán a una recesión segura y a una crisis posible. No es un dato nuevo ni una visión en la bola de cristal, ya lo hicieron en el pasado.
El padre de todos los errores es la creencia de que un gobierno “amistoso con los mercados”, que genere “un buen clima de negocios”, tendrá necesariamente respuestas positivas del poder económico. El segundo error, más teórico, es creer que basta con frenar la inflación, liberalizar el comercio y reducir impuestos y regulaciones para que “se liberen las fuerzas productivas” y la economía crezca de la mano de la explosión de la inversión. El tercero, igual de grave, es creer que si todos estos ajustes se hacen rápido se obtendrán resultados a velocidad similar. Quizá sea una obviedad decirlo, pero el buen hacedor de políticas económicas es el que puede predecir con claridad el comportamiento de los actores frente a las medidas implementadas. De nada vale el más sofisticado de los diseños, si luego los actores no responden según lo esperado.
En esta línea resulta de interés escuchar las pocas autocríticas que asoman sobre el mar de optimismo. Un columnista del diario La Nación, por ejemplo, se quejaba amargamente por “la irresponsabilidad” de los sectores exportadores y formadores de precios. La crítica hacia los primeros era porque no están liquidando los 400 millones de dólares diarios prometidos, sino bastante menos que la cuarta parte, especulando con nuevas devaluaciones. Hacia los segundos, porque a pesar del cambio de reglas económicas habían respondido con fuertes subas en casi todos los rubros, desde los insumos industriales a los medicamentos, pasando por todos los alimentos, incluyendo no sólo el componente de precios resultado de la quita de retenciones y los insumos importados, es decir, las subas lógicas, sino aprovechando la volada para todo lo demás. Los reproches no fueron sólo periodísticos, también estuvieron presentes en las reuniones entre el Gobierno y empresarios. Al parecer, ya no sería la “emisión descontrolada” la responsable de la inflación. Lo notable, hablando de predicciones, es que los “policymakers” PRO sigan creyendo genuinamente que exportadores y formadores de precios responderán, más allá de algún gesto coyuntural, a los pedidos de responsabilidad de los funcionarios. Al poder económico se lo gobierna con reglas.
Lo que sí parecen tener claro los nuevos funcionarios es que las subas de precios dependen del nivel de salarios (aunque crean que el mecanismo de transmisión sea la demanda y no los costos), por eso todas las energías y expectativas están puestas en las paritarias, donde se pretende negar el fuerte salto inflacionario desde el pasado noviembre y se juega con la fantasía de una inflación de entre el 20 y 25 por ciento para todo 2016. Según un relevamiento del CESO sobre los precios de los supermercados, sólo en enero, sin aumentos de tarifas, los aumentos rondaron el 4 por ciento, pero llegaron al 4,9 para la Canasta Básica Alimentaria (ver nota de tapa). Tras la magra oferta realizada en la paritaria docente de la provincia de Buenos Aires, lindante con la falta de respeto a la dirigencia gremial, difícilmente los encuentros secretos entre Mauricio Macri y líderes cegetistas, incluidas las suculentas transferencias para las obras sociales sindicales, serán suficientes para contener a las bases. No debe olvidarse el fuerte impacto del nuevo tarifazo eléctrico. La Consultora Contexto cruzó los aumentos que comenzaron a regir este mes con los ingresos por deciles de la Encuesta Permante de Hogares y calculó la poda de poder adquisitivo para el 10 por ciento más pobre en un significativo 12,9 por ciento en el caso de los residentes de AMBA y del 6,9 para el resto del país. La diferencia se debe a que en el segundo caso todavía no se ajustó el cargo por distribución (VAD). Si se toma el promedio de los tres deciles más bajos, la poda es del 10,6 para el AMBA y del 5,6 para el resto. Estos números representan lo que va a caer el poder adquisitivo del 30 por ciento más pobre de la pirámide de ingresos solamente por la suba de tarifas eléctricas. El Gobierno sostiene que estos sectores serían compensados por la tarifa social, pero lo cierto es que son quienes proporcionalmente más consumen electricidad tanto por la falta de acceso al gas como por poseer electrodomésticos más viejos y difícilmente puedan mantener su consumo por debajo de la exigencia de los 150 Kilowatts hora, el tope a partir del cual rige la tarifa plena. No debe olvidarse, además, que para las pymes del AMBA la tarifa eléctrica aumentará alrededor del 550 por ciento. Y todavía faltan los ajustes en el gas y en el transporte público.
Inflación desatada, especialmente en alimentos, y tarifas que contribuirán a la poda del poder adquisitivo no parecen el mejor combo para paritarias tranquilas, el principal objetivo de un gobierno cuya teoría le indica que la baja inflación es el objetivo principal. Por ello el tercer componente es el miedo a perder el empleo. Según el Observatorio de la Central de Trabajadores Argentinos, los despidos de los primeros 50 días de gestión de la Alianza PRO suman 25.599 en el sector público y 41.529 en el privado, es decir, 67.128 nuevos desocupados. Esta cifra significa un aumento del desempleo del 7 por ciento, con lo que la desocupación creció del pesado 5,9 por ciento heredado al 6,3, un número todavía demasiado bajo para desempoderar, pero suficiente para volverse precavidos al momento de negociar.
Aunque todo ocurre a la velocidad de la luz y el pasado reciente parece lejano, vale recordar cómo cambió radicalmente el contenido de la discusión económica: de Impuesto a las Ganancias y superar restricción externa para seguir creciendo a caída del poder adquisitivo, recesión y desempleo. A la nueva administración le bastaron apenas dos meses para alterar todos los indicadores y justificar un ajuste. Es un verdadero éxito de legitimación que los economistas que siguen hablando de austeridad, siempre con tono de reproche moral, una suerte de monjes de la profesión, continúen siendo considerados “serios”. No lo son. Utilizan teorías erróneas, refutadas por la historia, o defienden a sabiendas los intereses del poder económico en desmedro del bienestar de las mayorías.

LA INQUIETUD DE LA CIDH POR LA SITUACION ARGENTINA MARCO LA VISITA DE EDISON LANZA AL PAIS Una agenda signada por la preocupación

Por Washington Uranga
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) está preocupada por la situación que se vive en la Argentina en materias de su incumbencia. Lo anterior quedó en evidencia a partir de la serie de reuniones que durante la semana que cerró tuvo en Buenos Aires el abogado y comunicador uruguayo Edison Lanza, relator para la Libertad de Expresión del organismo internacional. En la Capital Federal Lanza se encontró con representantes del Gobierno, pero también con hombres y mujeres de entidades defensoras de los derechos humanos, asociaciones y grupos vinculados al sistema de medios de comunicación.
El primer contacto formal de Lanza con el tema argentino se produjo el 22 de enero pasado cuando se reunió en Washington con la defensora del Público, Cynthia Ottaviano, encuentro del que también participó el secretario ejecutivo de la CIDH, el mexicano Emilio Alvarez Icaza.
En términos formales el pasaje de Lanza por la Argentina no fue una “visita” programada por la CIDH, pero dada la cantidad de denuncias recibidas en Washington sobre presuntas violaciones a los derechos humanos en distintos rubros y en vista de que el relator tenía previsto estar en Buenos Aires para participar de un seminario (Quantifying Societies: An exploration of date exploitation in the Data Driven Society) desde la Comisión se le encargó la “misión” de realizar entrevistas a fin de recabar información sobre la situación actual.
Durante su estadía en Buenos Aires el relator se entrevistó con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y con Miguel de Godoy, titular del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), el organismo que por decreto del presidente Mauricio Macri sustituye a la Afsca (Autoridad Federal de Servicios Comunicación Audiovisual) y la Aftic (Autoridad Federal de las Tecnologías de Información y Comunicaciones). Es la primera vez que funcionarios del gobierno macrista acceden a un encuentro formal con representantes de la CIDH. Hasta el momento ni siquiera se habían respondido oficialmente las notas que la Comisión hizo llegar al gobierno de Cambiemos pidiendo información ante las denuncias recibidas. En cambio, sí hubo gestiones informales para tratar de explicar y justificar las acciones oficiales.
Tanto Marcos Peña como Miguel de Godoy escucharon de parte de Edison Lanza una serie de preguntas y el pedido de aclaraciones sobre los motivos que llevaron al Gobierno a emitir decretos de necesidad y urgencia (DNU) para modificar la legislación en materia de comunicación, pero también las razones para intentar designar jueces de la Corte Suprema por decreto. No faltaron tampoco muestras de preocupación de parte del uruguayo respecto de la detención de Milagro Sala, la emergencia en seguridad que habilita el derribo de aviones y los atropellos denunciados contra trabajadores y manifestantes y protagonizados por fuerzas de seguridad.
Respecto de los DNU que eliminan la Afsca y la Aftic tanto Peña como de Godoy se mostraron inflexibles, asegurando que no habrá vuelta atrás en la medida. En defensa de la decisión los funcionarios argumentan que se trata de disposiciones tendientes a “favorecer la convergencia” y a “modernizar” las comunicaciones. Trascendió también que el Gobierno pretende enviar al Congreso un proyecto de ley que contemple la nueva estrategia en la materia, pero a pesar de ello aún podrían conocerse nuevos decretos para profundizar el rumbo adoptado. No solo ante los interlocutores oficiales sino frente a todos aquellos que lo entrevistaron, Lanza puso de manifiesto su preocupación personal y la de la CIDH para que se mantengan en la Argentina los estándares internacionales de respeto al pluralismo, la libertad de expresión y la diversidad, poniendo especial atención en el peligro que para ello representa el control monopólico y la propiedad cruzada de los medios masivos de comunicación.
Lanza se reunió también con Cynthia Ottaviano, la defensora del Público con quien había dialogado semanas atrás en Washington. En varias oportunidades el relator valoró el trabajo realizado por la Defensoría, algo que también reconocen, según se supo, los funcionarios del gobierno macrista, quienes habrían asegurado a Lanza que no hay intención de modificar la situación del organismo que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) creó para la defensa de las audiencias. En la ocasión Ottaviano insistió en los mismos puntos presentados en Washington respecto de la irregularidad que implica modificar por decreto normas que fueron aprobadas por leyes con amplio consenso y que afectan a la comunicación democrática. Según la defensora, “Lanza recibió toda la documentación con mucha atención y se comprometió a trasladar todo a la Comisión”.
Martín Sabbatella, el destituido titular de la Afsca, también dialogó con Lanza para presentarle su punto de vista. Según Sabbatella, “fue en encuentro muy positivo en el que Lanza reiteró la preocupación de preservar la pluralidad y la libertad de expresión”.
No fueron estos los únicos encuentros. En una agenda muy intensa Lanza se reunió además con representantes de la Coalición por la Comunicación Democrática (CCD), la alianza que a través de los “21 puntos” impulsó la aprobación de la LSCA. Del encuentro participaron, entre otros, representantes de Farco (Foro Argentino de Radios Comunitarias), del Sindicato Argentino de Televisión (SAT) y de la Redcom (Red de Carreras de Comunicación). En este marco Lanza recibió puntos de vista similares respecto de la preocupación que instalan las medidas oficiales en materia de comunicación.
El hotel de la zona de Retiro sede del encuentro del que Lanza estaba participando fue escenario para una reunión que el relator tuvo con organismos defensores de los derechos humanos. De la entrevista participaron Estela de Carlotto (presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo), Taty Almeyda (Madres de Plaza de Mayo-Línea fundadora), Lita Boitano (Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas) y una delegación de HIJOS Capital. En otro momento Lanza se encontró con un equipo del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales). En la agenda de estas reuniones hubo directas alusiones al “clima de violencia institucional”, pero también puntualizaciones sobre el uso de los DNU, las declaraciones de Darío Lopérfido y la preocupación por la preservación de la documentación sobre la memoria de las violaciones a los derechos humanos en la Argentina. Taty Almeida agradeció a Lanza por haberlos recibido pero dijo también que “vemos con tristeza que a esta altura tengamos que recurrir otra vez a la CIDH para contar que se están violando los derechos humanos en la Argentina”. En el mismo sentido se expresó Estela de Carlotto, quien subrayó que “haber venido para el tema acuciante de la libertad de expresión y no desentenderse de otros temas es también una gentileza muy grande” de parte del relator y remarcó que “lo importante es que sabemos que alguien nos escucha en Washington”.
En otro momento de su estadía Lanza se encontró con representantes del Cemci (Comisión Empresaria de Medios de Comunicación Independientes) entidad que nuclea a editores de diarios y revistas, radios privadas y televisión abierta y por cable de todo el país, y de Fopea (Foro de periodismo argentino), institución que reúne a periodistas. También recibió una carta y documentación que le acercaron periodistas despedidos de Radio Nacional.
De regreso a Washington, en los próximos días Lanza hará una relatoría para la Comisión y se estima que es altamente probable que la situación argentina sea incluida en la agenda de la reunión plenaria que se celebrará en la primera semana de abril próximo.

EL QUIEBRE LEGISLATIVO DEL FPV ALEJA EL FANTASMA DE LA PRIMERA ALIANZA El exorcismo

Por Horacio Verbitsky
El negacionismo es un pecado político mortal. Luego de las elecciones del 14 de octubre de 2001, en las que se le escapó el control de las dos cámaras del Congreso, Fernando de la Rúa dijo que como no había sido candidato no se contaba entre los perdedores. Apenas 58 días después de esa elección ninguneada, el jefe del bloque mayoritario en el Senado, Ramón Puerta, se hizo cargo del Poder Ejecutivo. Así se abrió un periodo de inestabilidad en la que cuatro distintos legisladores rotaron en mandatos interinos. Maurizio Macrì tomó muy en cuenta aquella experiencia y operó con decisión para que no se repitiera. En algún momento se sabrá si mediaron las mismas efectividades conducentes que en 2000 permitieron sancionar la ley de precarización laboral y precipitaron la renuncia del vicepresidente Carlos Alvarez. Por ahora predominan las alabanzas a la muñeca política del ministro de Obras Públicas e Interior, Rogelio Frigerio, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, quienes no provienen del núcleo duro del PRO. Ellos fueron los artífices del desgajamiento del bloque de diputados del Frente para la Victoria. El volumen y la composición de ese magma recién podrán estimarse cuando se enfríe su incandescencia y, además, se sepa si el big bang se replica en el Senado. Gracias a esa operación, el gobierno nacional se ha asegurado la legitimación de sus decretos de necesidad y urgencia, por el método de la omisión, consagrado en una ley reglamentaria de constitucionalidad improbable.

Hecha la ley

El artículo 82 de la Constitución reformada en 1994 dice que “la voluntad de cada Cámara debe manifestarse expresamente” en la formación y sanción de las leyes y excluye “la sanción tácita o ficta”. El artículo 99, inciso 3, ubica a los decretos de necesidad y urgencia entre las atribuciones del Poder Ejecutivo en la formación de las leyes. La fórmula desplegada por los constituyentes en ese inciso es un modelo de hipocresía: luego de establecer que “el Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo” agrega que “podrá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia”, salvo en materia penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos y únicamente cuando “circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos” en la propia Constitución. Aún así, la última palabra quedó reservada al Congreso: el gobierno tiene diez días para enviar el decreto a una Comisión Bicameral Permanente, que en otros diez días elevará su dictamen a las dos Cámaras. Pero el reloj reglamentarista se detuvo al día 21. Los senadores y los diputados deberán tratar el dictamen “de inmediato”, es decir sin plazo explícito. En cambio se difirió para una ley la regulación del “trámite y los alcances de la intervención del Congreso”. Esa ley reglamentaria 26.122 recién se sancionó en 2006 y revirtió la prohibición constitucional del artículo 82, ya que sólo el rechazo del decreto por ambas Cámaras “implica su derogación”. Es decir que basta con que una de las Cámaras no se pronuncie para que el decreto inconstitucional parezca legal. Es disparatado que sea más fácil para un gobierno validar un decreto que un proyecto de ley, que requiere la aprobación de ambas Cámaras.

Incongruencias a granel

La solicitud de inconstitucionalidad de la ley que reguló los decretos de necesidad y urgencia tiene un serio inconveniente político para el kirchnerismo y es que su autora fue CFK y la promulgó Néstor Kirchner. Más aún, en 2000, durante el gobierno de la primera Alianza, la propia Cristina había presentado otro proyecto distinto, con un plazo de caducidad de 30 días para su tratamiento por el Congreso, luego del cual el decreto perdía vigencia. Como se trata de política y no de religión, estos antecedentes no podrán congelar una situación insostenible desde el punto de vista constitucional y en todo caso cada uno debería hacerse cargo de sus incongruencias. Esto también vale para el actual oficialismo que en 2010, durante el breve imperio del Grupo Ahhhh, aprobó en la Cámara de Diputados una reforma a la ley de 2006, por la cual perderían su vigencia los decretos que en 60 días no fueran aprobados en forma expresa por la mayoría absoluta de los miembros presentes de cada Cámara. Entre los firmantes del proyecto estuvieron algunas de las más filosas espadas de la segunda Alianza: los ministros Patricia Bullrich, Oscar Aguad, Julio César Martínez y Ricardo Buryaile; los viceministros Adrián Pérez, Silvia Majdalani y Gerardo Milman; la vicegobernadora Laura Montero, los funcionarios Laura Alonso, Miguel Angel Giubergia y Silvana Giudici; el diputado de PRO Christian Gribaudo, sus aliados Margarita Stolbizer, Eduardo Costa, Ricardo Alfonsín, Ricardo Gil Lavedra y Fernando Iglesias, ente otros.
El primer objetivo cumplido por el gobierno es asegurar que sus decretos-leyes no serán derogados por el Congreso, mientras no se modifique ese marco legal, ya sea por una nueva ley o por una decisión judicial. Un segundo propósito, para el cual la ruptura del bloque sentó las condiciones, es negar al Frente para la Victoria la presidencia de comisiones decisivas en la Cámara de Diputados. Aun antes, la Alianza Cambiemos le birló al FpV un asiento en el Consejo de la Magistratura, que corresponde al bloque mayoritario, por medio de una votación en la que se reprodujo el acuerdo antikirchnerista de la segunda vuelta electoral. Ahora se discutirá si los 81 diputados que aún responden al FpV son más o menos que los 90 que suma la segunda Alianza, considerando que llega a ese número sumando los distintos bloques que integran el conglomerado. Pero el hecho político ya se produjo y ahora el gobierno apunta hacia nuevas metas: alcanzar el quórum propio, sumando los 28 votos del Frente Renovador, los presuntos 17 del flamante bloque Justicialista y los que pueda arañar en las tiendas minoritarias siempre ávidas del calor oficial. Lo pondrá a prueba la semana próxima con la convocatoria a sesiones extraordinarias para tratar la derogación de las leyes que impiden ofrecer a los fondos buitre mejores condiciones de las que obtuvieron los acreedores que aceptaron en forma voluntaria las renegociaciones de 2005 y 2010. El gobierno nacional acordó con el juez de Wall Street Thomas Griesa un pago de 6500 millones de dólares a los fondos buitre. Si el FpV no se allana a borrar con el codo todo lo que sostuvo durante más de diez años, Macrì avanzará con un nuevo decreto, cuya viabilidad ya tiene garantizada por la fractura expuesta. Lejos de cerrar el capítulo del default de 2001, este acuerdo puede complicarlo. La derogación de la ley que impedía mejorar la oferta aceptada por el 93 por ciento de los acreedores podrá ser invocada como una violación de aquel contrato y dar lugar a nuevos y más sustanciosos reclamos judiciales.

La máxima

La apuesta de máxima para el gobierno es conseguir la mayoría calificada que requieren determinadas votaciones, como los dos tercios de los senadores presentes para dar acuerdo a los nuevos jueces de la Corte Suprema. Hasta ahora, ni siquiera tiene asegurado el quórum de 37 senadores necesarios para comenzar a sesionar, ya que el bloque del Frente para la Victoria tiene 40 senadores y algunos aliados. Pero no hay que forzar mucho la imaginación para saber que esa primera valla se sorteará sin mayor esfuerzo. Salvo excepciones muy circunscriptas, ni el quórum ni las mayorías se reúnen sumando acuerdos individuales. El único Borocotó que dieron vuelta Kirchner y su operador de entonces, Alberto Fernández, palidece al lado de la docena de émulos que representa Diego Bossio, otra de las hechuras de Cristina que encogieron al primer lavado. No hay razones para sorprenderse: en cuanto fue designado, en esta columna se expuso quién era, su rapidez de manos y la índole de sus relaciones con el Grupo Sophia de Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michettihttp://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/128109-41125-2009-07-12.html y http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/128473-41280-2009-07-19.html.
Tanto o más importante que la domesticación del minibloque hipersensible al fetiche de la gobernabilidad es que la reunión decisiva se haya realizado en el sindicato de taxistas con la asistencia de los secretarios generales de las uniones de trabajadores mecánicos y ferroviarios. A esto debe sumarse el acuerdo con el sindicalista camionero Hugo Moyano, que Macrì confirmó al diario oficial La Nación, por el cual los aumentos en las negociaciones paritarias oscilarán entre el 20 y el 25 por ciento, cuando hasta la amistosa consultora Standard & Poor’s proyectó la inflación de este año en torno del 35 por ciento y advirtió que “la gradual estabilización de la economía dependerá, en gran medida, de contener los incrementos salariales”, algo que ya había planteado antes de llegar al gobierno Alfonso de Prat Gay. En la misma línea, el director del Banco Provincia de Buenos Aires por el Frente Renovador, Daniel Arroyo, vaticinó “índices de pobreza más altos” y “un millón y medio de jóvenes fuera de todo, que son una bomba de tiempo”. Para desactivarla, Macrì ofreció compensar la caída salarial mediante la elevación de 15.000 a 30.000 pesos del piso salarial a partir del cual se paga el impuesto a las ganancias, el retoque de las escalas, la eliminación del IVA a los alimentos para los sectores de menores recursos y el reparto de 26.000 millones de pesos del fondo para las obras sociales sindicales.
Los grandes beneficiarios de tal acuerdo serían los trabajadores de la denominada aristocracia obrera. Según las definiciones del Centro de Estudios de la CTA (Cifra), se trata de quienes trabajan en las 15 actividades de mayores salarios, que constituyen “un estrato de la clase trabajadora que tiene un marcado diferencial de salarios respecto al resto del proletariado y pautas de consumo más parecidas a las de los sectores medios de ingresos elevados”. La heterogeneidad en la estructura de la clase trabajadora facilita la tarea divisiva del macrismo. En 2014 el ingreso promedio para las 15 primeras ramas era de 24.466 pesos, el de los trabajadores registrados de 10.895 y el de los no registrados de 3.542 pesos mensuales. Es decir que los salarios de los trabajadores de esas 15 ramas de actividad duplican los del conjunto de los trabajadores registrados, que a su vez son el doble que el promedio de los no registrados.
La rebaja del IVA en alimentos (que Kirchner ya redujo del 21 al 10,5 por ciento) tendría un mayor impacto relativo en los sectores asalariados de bajos ingresos. Pero está por verse si se traslada a los precios de esos productos, dada la estructura oligopólica de la comercialización. La experiencia indica que la mayor parte quedará en el camino, tal como ocurrió con la disminución de las retenciones, que el oligopsonio exportador incorporó sin trasladar a los productores. En cuanto al pago de la deuda de las obras sociales es un negocio e ingreso vital para el “sindicalismo empresario”, concluyen los investigadores de Cifra. Este es el soporte estructural para la recomposición del pacto que a partir de los 90 condujo a la gran crisis de fin de siglo.

› COMO PUEDE TERMINAR EL JUICIO DEL SIGLO. LAS CONSECUENCIAS ECONOMICAS Pagar caro, cash y endeudarse

Por Raúl Dellatorre
El juicio del siglo, el de los fondos buitre contra Argentina, parece encaminarse hacia sus tramos finales después del cambio de estrategia del país deudor. El gobierno nacional apuró el trámite con una generosa propuesta de pago y ya obtuvo gestos aprobatorios del establishment financiero y de dos de los fondos buitre. “Argentina hizo todo lo posible para llegar a un acuerdo con los fondos buitre pero no fue posible”, explicó ayer el ministro Alfonso Prat-Gay (ver aparte). “La estrategia era resolver el tema lo más pronto posible y de la manera más justa para el país”, agregó. Los resultados hasta acá conocidos indican que ese apuro tuvo un elevado costo, y las consecuencias ya de por sí gravosas en materia económica podrían aún ampliarse. El costo puede medirse tanto en función de las utilidades extraordinarias (más del mil por ciento) que Argentina le reconoce a los fondos litigantes, como por el sobreendeudamiento al que se obligará el país para cubrir el pago en efectivo a los buitres y holdouts. Y todavía falta conocer si el fondo liderado por Paul Singer prestará acuerdo o le arrancará al gobierno alguna concesión adicional. O cuál será la reacción de los bonistas que aceptaron formas de pago más restringidas al ingresar al canje. En una situación de mayor comodidad para negociar y en un ambiente más favorables que en años anteriores, las condiciones ofrecidas por el país resultan económicamente más onerosas que otras alternativas que tuvo anteriormente el país y rechazó.
Tras el cambio de gobierno en diciembre, y con un clima mucho más amigable en los mercados financieros internacionales, los enviados de Mauricio Macri a Nueva York llegaban ahora en una situación totalmente diferente a lo que fue la recepción que tuvo el ex ministro Axel Kicillof, en los últimos días de julio de 2014, cuando llegaba a esa ciudad para intentar evitar el bloqueo de Griesa a los pagos argentinos a los bonistas que habían aceptado el canje. Mediante esa medida, los fondos buitre presionaban al gobierno argentino buscando ponerlo contra las cuerdas. La oferta que en esas condiciones le hicieron al gobierno nacional (los fondos buitres a su deudor) fue hacerle una quita del 15 por ciento a cambio de que aceptara la sentencia de pago de Griesa y pagara el 85 por ciento con bonos de la deuda argentina a mediano plazo. El acuerdo era sólo por la demanda de los fondos que se presentaron ante Griesa, No estaban los “me too” (otros fondos que no habían presentado demanda o lo habían hecho en otros juzgados), ni tampoco había vencido la cláusula RUFO, que comprometía al gobierno a no pagar a terceros en condiciones que mejoraran las ofrecidas para el canje. La delegación encabezada por Kicillof se volvió al país tras rechazar la oferta. Una vez acá, recibió una segunda oferta a través de terceros (un banco brasileño): los fondos buitre NML Capital y Aurelius estaban dispuestos a ofrecer (otra vez, los acreedores eran quienes la ofrecían) una quita del 30 por ciento y el pago en bonos del 70 restante sobre el monto de la sentencia. La respuesta volvió a hacer la misma: Argentina no se movía de pagar en las mismas condiciones del canje.
Dieciocho meses después, Argentina, con otro gobierno, vuelve al mismo escenario. Con otro gobierno, pero frente al mismo mediador, Dan Pollack. Con otros interlocutores, ya que ahora se suman los fondos “me too”, como el que encabeza Kenneth Dart, ampliamente conocido en el mundo por maniobras extorsivas contra países caídos en desgracia. Argentina no tiene la debilidad que tenían esos países cuando debieron enfrentar las negociaciones con fondos buitre. Tampoco arrastra las consecuencias de un teórico “default técnico”, declarado por Griesa en julio de 2014 pero que sólo perjudicó a los bonistas del canje. El gobierno actual, a 45 días de haber asumido, obtuvo un préstamo contingente de 5000 millones de dólares de un grupo de grandes bancos extranjeros, sin que ningún default se lo impidiera.
Sin embargo, fue el propio gobierno el que se autoimpuso la urgencia, tal cual lo expresa el mismo ministro de Hacienda y Finanzas. Es parte de su estrategia, cerrar el conflicto para poder acceder al mercado financiero internacional a menores tasas de financiamiento. El endeudamiento es, según los analistas de un lado (heterodoxia) y de otro (ortodoxia), el instrumento al que echará mano masivamente el gobierno para cerrar las brechas abiertas en el sector externo y en el terreno fiscal este año.
El nuevo gobierno, pese al clima más favorable, llegó a la negociación con los buitres apurado, urgido por un acuerdo, y eso lo debilitó. Los buitres, por el contrario, ahora seguros de que van a cobrar, pudieron relajarse y esperar. Y ya obtuvieron el resultado esperado: una oferta del deudor que es más favorable, para ellos, de lo que era su propia oferta 18 meses atrás. Y todavía pueden ir por más,
El sistema financiero, tanto local como extranjero, daba por descontada una quita sobre el monto de la deuda consolidada en el juzgado de Griesa de no menos del 30 por ciento. Pero Argentina ofreció pagar con una quita del 25 y en efectivo. Ello supondrá desembolsar algo más de 6500 millones de dólares. En la misma semana, cerró acuerdo con el lobbista italiano Nicola Stock para la cancelación de una demanda en el Ciadi mediante el pago de 1350 millones de dólares, también en efectivo.
A valor nominal de los bonos en default de diciembre de 2001, la demanda en el Ciadi corresponde a títulos por alrededor de 1000 millones de dólares. El arreglo con el grupo de fondos buitre en el juzgado de Griesa se estima que corresponde a bonos de valor original de poco más de 2500 millones. Es decir, se está pagando casi 8000 millones de dólares en efectivo por bonos de valor nominal de 3500 millones a diciembre de 2001.
El default de 2001 involucró una deuda de 81 mil millones de dólares. 75.000 millones entraron en los canjes (93 por ciento), que recibieron nuevos bonos por valor de 40 mil millones de dólares. De los 6000 millones que quedaron afuera, unos 3500 millones son los involucrados en la negociación de esta semana (el 4,5 por ciento de la deuda de 2001), por los cuales se pagarían los 8000 millones de dólares en efectivo. Extendiendo el mismo criterio de cancelación al resto de la deuda en default de 2001 (los 2500 millones en valor nominal a esa fecha), Argentina estaría ofreciendo pagar este año unos 13 mil millones de dólares en efectivo para cancelar el 7 por ciento de la deuda impaga del 2001.
En el canje, por el 93 por ciento pagó 40 mil millones de dólares en bonos a largo plazo. Y en un proceso posterior de desendeudamiento. Ahora paga mucho más caro e inició un ciclo de sobreendeudamiento. Los números son evidentes. Las consecuencias, están por verse, aunque la historia tiene algo para decir sobre el destino de estos procesos.

PAGINA 12 DIXIT

CAMBIARON CONSENSO POR CÁRCEL

Para que Francisco intervenga por Milagro

Un grupo de 1700 dirigentes políticos, sociales y referentes académicos enviaron una carta al Papa para solicitarle su intervención ante las autoridades nacionales y provinciales con el objetivo de que la dirigente de la Tupac Amaru "obtenga sus derechos y libertades". Milagro Sala se encuentra detenida hace 21 días en Jujuy por impulso del gobernador Gerardo Morales.

"AHORA LOS BUITRES SON PALOMITAS BLANCAS"

Recalde: "Cualquier modificación entraña un peligro con el resto de los bonistas"

El titular del bloque de Diputados del Frente para la Victoria encendió "un alerta" por el acuerdo propuesta por el gobierno nacional a los fondos buitre, que significa una ganancia del 1000 por ciento para los especuladores, y advirtió que derogar las leyes de "pago soberano" y "cerrojo" puede abrir un litigio con el 93 por ciento de los bonistas que aceptaron las condiciones de los canjes 2005 y 2010.

EL PERONISMO EN LA OPOSICIÓN

Gioja, "con el overol puesto"

El diputado nacional José Luis Gioja aseguró que está dispuesto a "ocupar cualquier lugar que permita superar un momento complicado" del PJ, tras la derrota electoral y el quiebre del bloque del Frente para la Victoria. Gioja, quien suena para encabezar una lista única en la interna del peronismo, convocó a "unidad que no sea uniformidad sino una avenida ancha con muchos andariveles" y apostó por "una conducción colegiada".
Massa acompañó a Macri junto con los gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales, y Salta, Juan Manuel Urtubey.

AL CALOR DE LOS PRECIOS

Massa se permitió una diferencia por las paritarias

Después de mostrarse nuevamente junto al presidenteMauricio Macri en Jujuy, el diputado del Frente Renovador Sergio Massa se distanció del gobierno nacional y pidió que en las discusiones paritarias no se fijen "ni piso ni techo" para "defender el poder adquisitivo de la gente". Además, aseguró que "los que menos tienen están sufriendo la avalancha de precios".

domingo, 7 de febrero de 2016

¿Cuáles son las condiciones para que emerja el presidente de una república desde los medios de comunicación? Esta película muestra la actividad de la televisión en Italia, su contenido y la llegada de Berlusconi al gobierno.
AGENCIAPACOURONDO.COM.AR|DE REDACCIÓN A.P.U.

¿Estamos en guerra? Tal como me llegó después de alambicado recorrido. Se solicitan comentarios.…
PAJAROROJO.COM.AR