lunes, 15 de septiembre de 2014

NUEVO INFORME DE LA ONU "Abrumador" impacto del cambio climático: Más sequías e inundaciones

  MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
   El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas ha presentado este lunes un informe en la localidad japonesa de Yokohama en el que ha resaltado que el impacto del cambio climático es "abrumador" y ha indicado que los ecosistemas están soportando un gran peso a causa del mismo, al tiempo que ha alertado del futuro impacto sobre los seres humanos.
   El documento, acordado tras una semana de discusiones en la localidad, es el segundo de un grupo de informes que se presentará este año y que apuntan a las causas, efectos y soluciones para el cambio climático. El IPCC ha subrayado que la cantidad de pruebas científicas que respaldan la existencia de este fenómeno y de sus peligros es aplastante, y ha detallado que la misma se ha duplicado desde 2007, cuando presentó su último informe.
   "El incremento de las magnitudes de calor hace que ascienda la posibilidad de impactos severos, penetrantes e irreversibles", ha indicado. El texto recoge que desde los glaciares al permafrost, el impacto ha sido consistente en todos los continentes y océanos.
   "Antes de esto pensábamos que sabíamos lo que estaba ocurriendo, pero ahora tenemos pruebas aplastantes de que está pasando y de que es real", ha dicho el doctor Saleemil Huq, uno de los autores del documento.
   Por su parte, el secretario de la Organización Mundial Meteorológica, Michel Jarraud, ha sostenido que, antes de este informe, la gente podía citar "ignorancia" respecto al cambio climático. "Ahora, la ignorancia ha dejado de ser una buena excusa", ha remachado.
   El informe detalla impactos a corto plazo en los ecosistemas en los próximos 20 ó 30 años y cifra cinco motivos de preocupación, entre los que están las amenazas a sistemas únicos como el hielo del Ártico y las barreras de coral, el impacto sobre el mar y los sistemas de agua dulce.
   En este sentido, el documento afirma que los océanos aumentarán su acidez, amenazando a los corales y a las especies que viven en ellos y provocando que los animales, plantas y otras especies se muevan hacia los polos con el incremento de las temperaturas.
PRONOSTICA MÁS HAMBRUNA
   Respecto al impacto del cambio climático sobre los seres humanos, el IPCC ha alertado de que la seguridad alimentaria es un aspecto que desata especial preocupación. Las previsiones contemplan pérdidas de hasta el 25 por ciento en las cosechas de maíz, arroz y trigo en el periodo que se extiende hasta 2050.
   Además, múltiples especies de peces, fuente de alimentos para una importante parte de la población, se desplazarán a causa del calentamiento de las aguas, lo que podría provocar una disminución en la pesca en los trópicos y la Antártida de hasta el 50 por ciento en dicho periodo de tiempo.
   "Es un informe aleccionador. Si proyectamos el futuro, los riesgos sólo aumentan sobre la población, los cultivos, la disponibilidad de agua, y los sucesos extremos", ha sostenido el profesor Neil Adger, de la Universidad de Exeter, también autor de un capítulo del informe.
   El documento resalta además que la población mundial se verá además afectada por inundaciones y un incremento de la tasa de mortalidad a causa del calor, y advierte del incremento de las migraciones vinculadas a las condiciones climáticas, así como los conflictos y las amenazas a la seguridad nacional derivadas de las mismas.
ES POSIBLE LUCHAR
   Por otro lado, apunta que el mundo, en la mayor parte de los casos está "poco preparado" para afrontar los riesgos de este fenómeno, aunque aún es "posible" luchar en su contra, aunque esto requiere "tomar decisiones". El trabajo incluye las aportaciones de 309 autores principales y editores de 70 países que, a su vez, solicitaron ayuda a otros 436 autores y un total de 1.729 revisores expertos.
   El copresidente del grupo de trabajo II, Vicente Barros, ha manifestado que esta es una época en la que "el cambio climático está causado por el hombre" y que en muchos casos el mundo no está preparado para los riesgos relacionados con el clima. "Invertir en una mejor preparación puede reportar dividendos en el presente y en el futuro", ha manifestado.
   Por su parte, el también copresidente del grupo de trabajo II, Chris Field, --premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA este año-- ha manifestado que ya se está empezando a producir una adaptación para reducir los riesgos derivados del cambio climático, pero ha lamentado que se concede más importancia a reaccionar ante fenómenos ya ocurridos que a prepararse para la evolución futura.
   "La adaptación al cambio climático no es un programa exótico que no se haya intentado nunca. Los gobiernos, las empresas y las comunidades de todo el mundo están adquiriendo experiencias sobre la adaptación", ha señalado Field durante la presentación del documento en Japón.
   Además, ha manifestado que estas experiencias son precisamente el punto de partida para lograr adaptaciones "más audaces y ambiciosas, que serán importantes a medida que continúen cambiando el clima y la sociedad" y ha explicado que con niveles elevados de calentamiento por el aumento continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero "será difícil controlar los riesgos y, aunque se invierta de manera significativa y continuada en la adaptación, habrá limitaciones".
YA SE PRODUCE EN TODO EL MUNDO
   En el momento actual, se han referido a los impactos del cambio climático que "ya se han observado" en la agricultura, la salud humana, los ecosistemas de la tierra y los océanos, el abastecimiento de agua y los medios de vida de algunas personas y ha expuesto que el rasgo "más llamativo" es que estos impactos se están produciendo desde los trópicos hasta los polos, desde las islas pequeñas hasta los grandes continentes y desde los países más ricos hasta los más pobres.
   En este contexto, Field ha insistido en que personas, sociedades y ecosistemas son vulnerables en todo el mundo, pero la vulnerabilidad es diferente en cada lugar, al tiempo que el cambio climático interactúa con "otras tensiones", aumentando el riesgo.
   A este respecto, Barros ha manifestado que la adaptación puede contribuir "decisivamente" a disminuir esos riesgos" y que en parte, el motivo de que la adaptación sea "tan importante" es que el mundo se enfrenta a una multitud de riesgos derivados del cambio climático que ya están integrados en el sistema climático, debido a emisiones previas y a la infraestructura existente".
   Del mismo modo, Field ha subrayado que si se comprende que controlar los riesgos del cambio climático es una "tarea acuciante" se abre una "amplia gama de posibilidades" para integrar la adaptación en el desarrollo económico y social y en las iniciativas para limitar el calentamiento en el futuro.
   "Es indudable que nos enfrentamos a una tarea difícil, pero comprender esas dificultades y hacerles frente de manera creativa puede hacer que la adaptación al cambio climático se convierta en una vía importante para construir un mundo más dinámico a corto plazo y en un futuro más lejano", ha valorado.
   Por su parte, el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri ha subrayado que el informe del grupo de trabajo II es "otro avance importante en la comprensión sobre cómo reducir y gestionar los riesgos del cambio climático" y que junto, con los informes de los Grupos de Trabajo I y III, el documento proporciona un panorama conceptual de las características esenciales del problema, pero también de las posibles soluciones.
   Finalmente, Pachauri ha declarado que los informes del IPCC son "una de las empresas científicas más ambiciosas de la historia de la humanidad" y ha confesado que se siente "muy honrado y agradecido" por las aportaciones de cuantos los hicieron posibles".

LUNES, 15 DE SEPTIEMBRE DE 2014 La Cámpora: ¿del consumo de poder a la generación electoral? Posteado por Ricardo

Se pueden realizar múltiples lecturas del acto de La Cámpora el sábado en Argentinos Jrs. Ciertamente el camporismo celebra la convocatoria (no es exagerado decir que no existe hoy aparato que convoque así; las últimas movilizaciones de Moyano y Barrionuevo lo certifican) y que Máximo Kirchner fuera el orador final del evento. El antikirchnerismo militante, por otro lado, centró su análisis en el desafío que implica nominar a Cristina para una re-reelección y en el carácter dinástico de la portación de apellido. La tapa dominical de Clarín fue sintomática: “Volvieron a caer la imagen de Cristina y la del gobierno”, cosa que no podría achacarse, claro, al acto de anteayer.


Vamos con algunas reflexiones al respecto. La primera es que no se entiende la necesidad de seguir colocando a la Presidenta en el centro de un escenario que nunca abandonó; fue lo que hizo su hijo cuando señaló las dificultades que tendría la oposición para ganarle. (Para nosotros, que venimos analizando el proceso electoral brasileño, éste sería aún más relevante en términos comparativos). El massismo digital celebraba luego las palabras de Máximo, recordando que Massa pidió el voto para “parar la re-re” y “lo hizo”, otro exceso de relato épico sin fundamento alguno en la realidad, sólo en el business del país dividido. Entonces, relanzar la fallida esperanza de una re-reelección, además imposible, es contraproducente y de corto vuelo. Pero logra algo: abonar el campo para el republicanismo versión Sabsay. Por si lo anterior no bastara, sirve para movilizar a la chanza y para el divertimiento del universo extra-camporista. Y me entristece. Más si consideramos que el pedido no le agrega nada al oficialismo: el escenario aún se ordena según las coordenadas gobierno/oposición, kirchnerismo/anti-kirchnerismo, peronismo/republicanismo socialdemócrata a la europea y cualquier otra dicotomía similar que quieran pensar.

Pensemos en términos electorales: no les sirve a Scioli o Randazzo, que basan su fortaleza en otros aspectos: el gobernador de la PBA en su historia dentro del espacio y su capacidad para ser el oficialista menos kirchnerista, Randazzo en la gestión en documentación, transporte y en ser el oficialista más K que mide. Sí les sirve a Massa y Macri, y podremos observarlo en estos siguientes días. Esta reflexión tiene justificación: vaya si hemos escrito largo y tendido en este blog sobre la inconveniencia de engordar al adversario y disminuir las chances de los propios.

Retornemos a la convocatoria. ¿Sólo sirvió para apuntalar a Cristina? No, fue antes un acto para consolidar a la propia organización, una demostración de músculo y un modo de continuar aglutinando a la militancia. También un mensaje hacia el afuera peronista al que hizo referencia Máximo al decir que el Frente para la Victoria es más amplio que lo que allí estaba presente. Traducido: pueden contar con nosotros… o no. Y es cierto, pero también advertimos que alcanzar un equilibrio será tarea delicada. ¿Cómo contar con el camporismo sin que éste convierta la campaña en un plebiscito de los años kirchneristas? Como venimos sosteniendo: la relación continuidades/cambios podrá inclinarse hacia la primera en términos electorales si y sólo si la economía acompaña. Y la posición de La Cámpora es de continuidad pura, imposible sin Cristina en la boleta (a modo de ejemplo, es distinta la del Movimiento Evita, que planteó la necesidad de mirar más allá de la defensa de lo realizado).

El capítulo Máximo Kirchner no puede ser soslayado: es innegable que la militancia kirchnerista se entusiasmó. Hay allí un germen de ruptura: la organización juvenil se nucleó siempre en torno a la electorabilidad de Cristina (por eso reclaman un dedo de CFK que señale al candidato) y ahora pretenden trasladar ese liderazgo a la siguiente generación Kirchner. ¿Podrán hacerlo? Para quien escribe resulta muy difícil (sino imposible) pensar en Máximo encabezando alguna boleta el año próximo, condición necesaria para sentarse a dialogar en la mesa peronista (no sería así, claro, en la mesa del radicalismo). ¿Alcanza con un acto masivo? La lógica militante es distinta de la lógica electoral y tenemos en nuestro país el ejemplo de Víctor De Gennaro.Martín Rodríguez resumió recientemente los años kirchneristas bajo las coordenadas “Orden y Progresismo”; podríamos traducirlas como gestión e ideología. ¿Alcanzaría sólo con lo segundo? Otra pregunta: la militancia camporista miró siempre hacia Cristina, ¿es posible que pose en cambio su mirada en Máximo mientras CFK está aún presente? Trocar la lógica de consumo de poder por la lógica de una generación electoral implica tiempos y herramientas distintas a las de un recambio cupular en una estructura piramidal. Significa, en cambio, hacer política de cara al electorado. O como suelen advertir los politólogos en sus elaborados papers académicos, antes de olvidarlos en la mesa de algún bar: implica meter la gamba hasta la rodilla en el barro, y no precisamente el de la Historia.

* Imagen: @srodriguezrey

DEL 11-S A FRANCISCO

Por Fabián Báez :: @paterfabian

Increíblemente el ataque terrorista del 11S influyó de modo bastante directo en que casi doce años después Jorge Bergoglio fuera elegido Papa. Esta que sigue es esa simple y a la vez asombrosa historia. Simple y asombrosa, como las causas y el azar.
El 20 de septiembre de 2001 comenzaba en Roma un “Sínodo” (del griego “caminar juntos”). Un Sínodo es una reunión de centenares de obispos de todo el mundo convocados por el Vaticano para estudiar algún tema puntual, y que después de aproximadamente un mes de trabajo, le entrega al Papa un documento con sus conclusiones y propuestas.
En 2001 Juan Pablo II, el Papa de entonces, convocó un Sínodo para tratar el tema del rol del obispo en la Iglesia actual. Como de costumbre, la Santa Sede nombró los cargos de conducción para esa asamblea, recayendo esos lugares en obispos y cardenales conocidos y prestigiosos. En el último de esos cargos, como “relator suplente”, se nombró a Jorge Bergoglio, por entonces recientemente designado cardenal. Un relator suplente, es una especie de cargo “por las dudas” detrás de un relator titular, puesto clave ya que trabaja directamente con todos los participantes del sínodo. El relator titular designado era el entonces Arzobispo de Nueva York, el cardenal Edward Egan.
El 11 de septiembre de 2001, apenas una semana antes del inicio del Sínodo, cambió el mundo. El Arzobispo de Nueva York no pudo hacerse cargo del rol que le habían encomendado en Roma. Ante el descalabro social y espiritual que se vivía a nivel global pero que hacía epicentro en su propia ciudad, era claro que él debía permanecer en Nueva York. Así fue que el ignoto relator suplente inesperadamente pasó a ocupar un rol protagónico y primordial en la asamblea.
Por lo que decía la prensa de entonces, el sínodo fue bastante olvidable. Ante el tsunami mediático que representó el ataque al WTC, se entiende que la noticia de una reunión de obispos del mundo en el vaticano analizando para qué sirven los obispos resultaba de lo más intrascendente que se pueda imaginar. El sínodo pasó “sin pena ni gloria” pero sin embargo sería muy importante años después. Es que allí obispos de todo el mundo tuvieron la oportunidad de conocer y apreciar la extraordinaria inteligencia, la capacidad de trabajo, y las dotes de liderazgo del nuevo cardenal, venido de una ciudad del fin del mundo y que todavía ni siquiera había sido elegido por sus pares connacionales como presidente del episcopado de su país.
Bergoglio deslumbró. Se reunió con todos, trabajó largas horas en las noches para incluir y armonizar las propuestas e inquietudes que durante el día llegaban de los diversos sectores. Motivó al trabajo y a la reflexión de fondo. Logró consenso general. Deslumbró.
Al terminar el sínodo él mismo se encargó de presentarles a todos los obispos la conclusión general del mes de trabajo. Y la total indiferencia con fue recibido este trabajo en la prensa fue inversamente proporcional al entusiasmo general de los participantes del sínodo.
Un anciano obispo indio, Telesphore Toppo, dijo al concluir el trabajo “este sínodo ha sido profético y es el comienzo de una revolución silenciosa. Fuimos llamados a vivir la pobreza como Jesucristo. A menos que los obispos nos hagamos amigos de los pobres no conseguiremos escuchar el mensaje de este sínodo profético”
Casi doce años después más de cien cardenales eligieron Papa a aquel ignoto relator que había deslumbrado en 2001 y casualmente muchos, muchos de esos electores habían participado de aquella asamblea de trabajo. Por esas cosas de la historia (los creyentes diríamos “de la providencia”) el ataque terrorista de 2001 tuvo una impensada consecuencia colateral. Doce años después un nuevo Papa venido del fin mundo decía que quería “una Iglesia pobre y para los pobres” y se presentó como un hombre de paz. Al fin se empezaba a escuchar la “silenciosa revolución” del anciano obispo indio.
Llegaba a la historia otra impensada consecuencia de aquel fatídico día de 2001, como si la esperanza se hubiera reservado para sí la mano final de la jugada.

EL PAIS › OPINION ¿Todo es lo que parece?

Por Eduardo Aliverti
Se proponen en estas líneas más preguntas que respuestas. Preguntas capaces de repiquetear ya cansadoras. ¿Dejarse llevar así nomás por la agenda que marcan los programas y medios de comunicación dominantes, y por los que se les enfrentan pero reproduciendo esa agenda? ¿Que los medios estipulen de qué hay que hablar es necesariamente lo mismo que lo que iremos a pensar, actuar, votar? Por más reiterados que fueren, son interrogantes que vale la pena repetir, al cabo de una semana pasada en que, por un lado, circularon con mucha fuerza de golpeteo los temas centrales de esos medios y los foros de las redes; y por otro, ciertos datos duros, constatables, de política y economía.
Quizá haya que volver al filósofo Marshall McLuhan, reconocido de manera unánime como pensador y fundador clave del estudio sobre los medios de comunicación. Valerse de él aunque así sea para ponerlo en cuestión, como varios expertos y corrientes de pensamiento ya lo hicieron con una propiedad enormemente más autorizada que la que puede acreditar el periodista que firma. McLuhan produjo, hacia finales de los ’60, su teoría de la aldea global. El canadiense parte del hecho de que el individuo actual recibe un caudal de información, constante, abrumador, insoportable o de improbable deglución, de cuanto acontece en el mundo. Afirmaba que en la mayoría de los casos esa recepción es pasiva. Advertía que parecemos haber vuelto a la etapa primitiva de las aldeas, cuando lo que podía suceder en ellas era conocido e influyente entre todos sus miembros. Sin haber llegado a asomarse, siquiera, a la revolución de Internet, McLuhan –murió en 1980– ya hablaba de la penetración de los medios en tiempo real. Señalaba que si el atosigamiento informativo fuera procesado después, y no al instante en que se producen los hechos, habría una mayor selectividad para que el individuo digiriese el bombardeo noticioso. Cada uno de nosotros es el dirigente máximo de la aldea. Cada uno de nosotros polemiza o busca soluciones a episodios que acontecen a miles de kilómetros y que, como puntualiza cualquiera de las lecturas que quieran abordarse sobre él, sobre McLuhan, desconoceríamos o no nos interesarían si la televisión no los mostrase. Pero no hace falta irse a miles de kilómetros. Ya no la televisión solamente, sino la narrativa multimedial, los foros, los forristas, la excitación segundo a segundo, nos hacen o harían creer que cada cosa es real o importa colectivamente en forma decisiva acá, a la vuelta de la esquina. McLuhan fue refutado por semiólogos, semióticos, sociólogos y especialistas de todo color y pelaje, al retrucársele que no hay solamente el dispositivo emisor-receptor. Hay entre medio lo que las sociedades decodifican del mensaje o “masaje” que reciben de la prensa, y eso es en función de cómo resultan las batallas políticas que se libren. Lo contrario sería concluir en que unos medios dominantes son todopoderosos para hacer creer, al conjunto social, cuanto les convenga a sus intereses tan autónomos como sistémicos. La Ley de Medios Audiovisuales, por ejemplo, podrá ser tecnológicamente demodé. Pero su sustancia política es que fue (es) posible pelear contra Clarín, por caso aunque nada menos, y ganarle. ¿Qué vale más? ¿La tecnología a secas, por más proyección que quiera dárseles a las implicancias de que es una ley “noventosa”? ¿O haber construido una conciencia y sentido políticos, un cimiento ideológico, una resultante de que el periodismo es cuestionable? Pues bien: sigue habiendo quienes creen que lo figurante en “los medios” es el factor determinante de lo que piensa “la gente”. Y de cómo procederá. Numerosas muestras históricas, lejanas y cercanas, locales y universales, reflejan que no es así. O no así de fácil. Hay demasiado vago intelectual que se quedó en McLuhan... o que sin haberlo leído, o saber de él, coincide con que lo mediático influye tanto como le ocurra; como si no existieran tensiones políticas, contradicciones y errores ejecutivos de la clase dominante, liderazgos que ponen las cosas patas para arriba.
De dejarse arrastrar por lo que los medios sugestionaron en estos días o todos los días, asimilando fijación de agenda con penetración convincente, resulta que una elección vecinal en Marcos Juárez, localidad cordobesa con menos de 30 mil habitantes en la que votó poco más de la mitad, en la pampa gringa que viene pletórica de crecimiento sojero, es síntoma de que una alianza entre el PRO y los radicales habrá de ser victoriosa –o imprescindible– a nivel nacional (es lo que dice Macri, mientras la UCR se desgaja yendo atrás de la dieta que le impone el alcalde porteño). Resulta que el Papa invitando a Cristina a juntarse con él, antes del viaje presidencial a las Naciones Unidas, es un último recurso para que la jefa de Estado entre en razones. Resulta que en los diarios andan a los codazos para meter alguna información apenas titulada, de impacto negativo, en el espacio que les dejan páginas enteras, y más y más páginas, con ubicación privilegiada, de ofertas publicitarias, mientras hablan de una recesión galopante. Resulta que a Ivo Cutzarida, un personaje del que es incierto suponer que alguien se acordara exactamente si es actor, modelo o qué cosa, lo usan para redisparar que debe meterse bala como solución rápida al delito. Resulta que no ha lugar para describir el horrible papel de la oposición en el debate parlamentario sobre el choque contra los buitre. Resulta que ayer pudo leerse que Máximo Kirchner, en el acto de La Cámpora, propuso la reelección de su madre cuando en verdad dijo que la política no se hace con apellidos, del mismo modo en que insisten con que Capitanich habló de la erradicación de la pobreza siendo que nunca dijo algo semejante. Y por algo resulta, sin embargo, que ha sido en una de las voces más cantantes de los medios opositores donde se advirtió que un sondeo encargado por Massa revela casi 40 por ciento de los encuestados manteniendo su apoyo al gobierno de Cristina, al revés de lo que ese mismo diario contó en su edición dominical.
Al fin y al cabo, aunque circunstancialmente –o como siempre– parezca lo inverso gracias a esos efluvios mediáticos que un día machacan con la inseguridad, otro con la corrupción sólo oficial, otro con índices deprimentes de la economía, otro con los vagos de los piquetes, otro con el autoritarismo bipolar de la Presidenta, otro con la gravedad de no aplazar alumnos bonaerenses de la primaria, lo definitorio será la capacidad de conducción política y el sostén de expectativas para el período que se abrirá luego de las elecciones generales de 2015. Hasta el momento y desde hace rato, a pesar de las dificultades económicas crecientes, la propia oposición reconoce –por su inmovilidad, por sus interminables disputas y hasta por sus dichos– que la iniciativa sigue siendo del oficialismo. De ahí en adelante, las acciones gubernamentales podrán gustar mucho, poco o nada, pero está fuera de duda que la oposición corre detrás de ellas, sin adelantarse jamás. Las únicas excepciones son esas bravuconadas que se permiten hablar, alegremente, de eliminación de las retenciones al agro y del mínimo no imponible de Ganancias a los trabajadores de mayores ingresos. Algunos comunicadores de la derecha, incluso, se permiten interpelar, muy tímidamente, acerca de si esas promesas no están más revestidas de político en campaña que de seriedad administrativa. Un mundo Macrilandia y Massalandia, en esencia, que se derrumba ante la sola pregunta de cuáles intereses piensan afligir para compensar semejante agujero fiscal. Les surge entonces la única respuesta de que el problema pasa por la emisión monetaria y la inflación. Sobre lo primero, ninguna estadística ni interpretación, serias, relacionan ya el vuelco de papelitos con el aumento de precios. Y la inflación, como todos sabemos, nace de un repollo y no de las estructuras oligopólicas de las cadenas de valor. Apartadas esas recetas y tonterías de los economistas ortodoxos que asesoran a los candidatos presidenciales conservadores, y que a comienzos de siglo hicieron estallar al país, queda el bueno o malo accionar kirchnerista. Se negocia y acuerda con Repsol y el Club de París, se enfrenta a los buitre, se reforma el Indec, se lanza el programa de Precios Cuidados, se promueve el Procreauto y se pelea con las automotrices; se refuerza el Pro.Cre.Ar de créditos para la vivienda; se lanza el plan de compras en doce cuotas sin interés, con las principales tarjetas, para productos de industria nacional en materiales de construcción, calzado, turismo, línea blanca, motos, bicicletas, indumentaria y etcéteras. Para volver y reiterar: positivo o negativo, bien muñequeado o demagógico, producto de saber gobernar o de aferrarse a unas pocas herramientas, consecuencia de restricciones externas o de errores internos por no haber promovido cambios sustanciales en la matriz productiva, la impronta es del Gobierno y se ratifica que absolutamente todos los demás son comentaristas.
No debería poder creerse que, por más ejército en operaciones que conlleve el andar de los medios de comunicación dominantes o tradicionales, y por más impunidad que tengan en ellos ciertos aspirantes del pensamiento reaccionario, y por más que se estimule el horrible sentido común de que todo se arregla a los tiros y a puro ajuste contra los que menos tienen, vaya a pasar que “la gente”, la mayoría de la gente, o la parte más significativa de ella, pierda registro y memoria así como así.
Y es que, si así fuere, la derecha no estaría tan preocupada por simplificar lo complejo con el único expediente de que se vaya la yegua.

OPINION Verdad, poder y neoliberalismo

Por Damián Pierbattisti *
La maniobra de pinzas con la que los fondos buitre intentan derrumbar la reestructuración de deuda soberana pone de relieve tanto la nitidez de la confrontación que atraviesa a nuestro país, como los contornos estructurales por los cuales esta transita. La alianza estratégica del sector más especulativo y radicalizado del capital financiero con el poder judicial del imperio, exhibe impúdicamente el complejo entramado de poder, cuyo objetivo apunta a desgastar fuertemente la legitimidad social sobre la que se funda el gobierno del Estado y la identidad política que lo rige desde 2003 hasta el presente. La virulencia del ataque puede ser comprendida adecuadamente sólo si se dimensiona la importancia que le asigna el establishment a impedir que “el populismo” se haga carne en las ambivalentes mayorías sociales cuyos corazones pendulan, al igual que el de Dimitri Karamazov, entre el Dios del mercado y el diablo del estatismo.
Sin embargo, en el extravagante fallo del juez Griesa se juega algo más profundo que una maniobra de pinzas jurídica. A esta aberración legal subyace una determinada construcción de la “verdad”; inescindible del objetivo estratégico de torcer el rumbo económico, político y cultural del actual gobierno.
La inapelabilidad del fallo de Griesa constituye el correlato acabado de una verdad que, para el neoliberalismo, es susceptible de traducirse en las complejas ecuaciones matemáticas con las que la ortodoxia económica pretende expresar el orden social capitalista. Economía y derecho se dan la mano en la potestad que se les adjudica a las personificaciones más radicalizadas del pensamiento económico neoliberal como los únicos traductores habilitados a poner en palabras un saber ajeno al vulgo, y que sólo ellos detentan. Es así cómo la política se reduce a un supuesto arte de la administración de la cosa pública que se lleva a cabo al margen de toda disputa de intereses divergentes; tal como se observa en el lamentable rol al que se ven reducidos los políticos opositores que no se sonrojan ante la flagrante contradicción que presenta defender la República convocando, simultáneamente, al acatamiento de un fallo que va en contra de toda determinación soberana.
Permitir que un Estado soberano se vuelva equivalente a una de las partes que rige el vínculo comercial entre privados, llegando al paroxismo de incurrir en un “desacato” si no se obedece un fallo de imposible cumplimiento, revela con singular exactitud qué entiende por República la derecha con posibilidades de acceder al gobierno del Estado el año próximo. En tal sentido, el segundo documento elaborado por el Foro de Convergencia Empresarial constituye el programa de gobierno del bloque de poder, cuyas “propuestas de políticas de Estado (que) podrían ser implementadas por cualquiera de las fuerzas políticas que gobierne el país”, fijan el horizonte de previsibilidad sobre el que gira la competencia entre los distintos espacios que conforman el arco de la oposición política. Sin duda alguna, el hecho más lamentable del patético maridaje entre “científicos” y ejecutores fue hasta qué punto la mano invisible del mercado desvió la mirada del fallido estadista del FA-Unen.
Al mismo tiempo, la nueva Ley de Abastecimiento señala la intensidad de lo que está en juego, por cuanto lo que involucra es nada más ni nada menos que la intervención del Estado en el núcleo duro del fenómeno inflacionario. Que el Estado determine un “marco regulatorio para las relaciones de producción, construcción, procesamiento, comercio y consumo sustentado en la constitucionalidad de las acciones de intervención estatal para evitar abusos y la apropiación indebida del excedente de la cadena de valor”, tal cual se expresa en el proyecto de ley que se encuentra en discusión, constituye uno de los principales vectores por donde transita la disputa de poder que atraviesa a nuestro país. Este proyecto de ley refleja que la lucha teórica entre la ortodoxia económica, que atribuye el aumento de precios a la emisión monetaria y el exceso de gasto público, y la heterodoxia, que sostiene que el aumento de precios responde a la puja distributiva acompañada de un grado exorbitante de concentración económica, se corresponde con el campo empírico donde se vuelven observables las correlaciones de fuerza que se cristalizan en la direccionalidad política y económica que asume el gobierno del Estado.
Los diversos intentos por desgastar la legitimidad social que sustenta el apoyo al Gobierno deben leerse teniendo como perspectiva ese centro de gravedad, cuya relevancia va de la mano de su ya inocultable visibilidad. Ya se trate de la maniobra de pinzas jurídica dictaminada por el sistema judicial norteamericano o del fracasado paro nacional impulsado por la heterogénea alianza táctica que va desde los medios dominante y los cuadros sindicales del massismo hasta la gentil colaboración de una izquierda adolescente, que sólo tiene de revolucionaria su probada capacidad de blindarse contra todo principio de realidad. Lo que está en juego es la resolución de la crisis orgánica de la hegemonía neoliberal que estalló por los aires en diciembre de 2001. Esto es lo que explica la centralidad que asume la dirección política del gobierno del Estado, los crecientes grados de autonomía relativa que fue ganando de cara a los poderes fácticos sobre los cuales opera, así como los márgenes políticos de los que dispone para avanzar en la construcción de una sociedad más justa, equitativa e igualitaria. Lo que está en juego es poder. Poder para avanzar o revertir lo que se construyó sobre fondo de la crisis orgánica que dejó la aplicación de “los experimentos neoliberales sobre seres vivos”, retomando la potente metáfora utilizada por Horacio Verbitsky (“Conflictos”, Página/12, 12 de diciembre de 2004).
Michel Foucault sostenía que “el poder no es en sí mismo una violencia que en ocasiones podría ocultarse ni un consentimiento que se reconduciría implícitamente. Es un conjunto de acciones sobre acciones posibles: opera en el terreno de la posibilidad donde se inscribe el comportamiento de los sujetos que actúan: incita, induce, desvía, facilita o vuelve más difícil, amplía o limita, hace que las cosas sean más o menos probables; en última instancia, obliga o impide terminantemente, pero siempre es una manera de actuar sobre uno o sobre varios sujetos activos, y esto en tanto que actúan o son susceptibles de actuar. Una acción sobre acciones” (El sujeto y el poder). El poder no sólo debe ser visto desde su faz meramente represiva, sino también debe analizarse a la luz de su extraordinaria capacidad de producir situaciones tan originales como diversas.
El ejercicio del poder habilita la producción de un vastísimo campo de saber que le es concomitante y del cual su práctica se vuelve inescindible. La verdad resultante de esa compleja articulación no es ajena a las más diversas luchas que atraviesan todo el tejido social y que jamás podrán reducirse a una sola y única dimensión social, aun cuando difícilmente pueda soslayarse la primacía que ejerce el campo de la economía (que no equivale a decir determinación en última instancia). De allí, precisamente la importancia que asume la dirección intelectual, política y moral de las fuerzas sociales en pugna, porque es en ese núcleo subjetivo donde se elabora, y resuelve, la concepción del mundo que se traduce en los comportamientos sociales que nos deslumbran e interrogan. La verdad es un espacio más de disputa donde la engañosa sabiduría de los ilusionistas y el ejercicio pretendidamente impune del poder imperial no son más que dos de sus elementos constitutivos.
* Sociólogo. Investigador del Conicet/UBA-Germani.

LOS DESEOS DE FIN DE AÑO Capitanich calificó de "golpismo activo" las declaraciones de Barrionuevo

Capitanich agregó que "es necesario que el pueblo en su conjunto fustigue severamente a aquellos que preanuncian catástrofes sociales porque en realidad lo que están haciendo es golpismo activo". "En democracia tenemos que ser capaces de defender claramente las instituciones y se defienden respetándonos los unos a los otros", insistió.
El funcionario resaltó que "han transcurrido más de 30 años de democracia consolidada en base al debate, la discusión, las contradicciones, la dureza y franqueza de esos debates y de proyectos alternativos" y lo contrapuso con los sectores que preanuncian catástrofes. "Quiere decir que tienen participación activa y si tienen participación activa entonces como se trata de un delito de acción pública y deben ser juzgados en el ámbito de carácter judicial", exigió.
Las declaraciones del jefe de Gabinete, durante su habitual conferencia de prensa matutina, coinciden con la de la presidenta Cristina Kirchner, quien el sábado calificó a Barrionuevo de "vaticinador (experto?) en estallidos" y señaló que algunos sectores podrían estar "preparando una matiné" para los meses previos a diciembre.
A través de su cuenta de Twitter, la mandataria también se refirió a una entrevista al expresidente Eduardo Duhalde, publicada en un matutino porteño, en la que dijo que "los estallidos de diciembre han pasado siempre porque mucha gente no tiene lo mínimo para festejar" y señaló que esos hechos "no necesariamente responden a un interés político".
La jefa de Estado criticó a Duhalde por haber llamado a controlar un posible "estallido" a través de los organismos del Estado. "¿Qué querrá? ¿Otro Kosteky y Santillán?", cuestionó la mandataria.

OTRA VEZ AL ATAQUE "Con todos los medios necesarios" contra el Estado Islámico

Frente a esta respuesta internacional, el secretario de Estado norteamericano John Kerry subrayó que Estados Unidos se siente "extraordinariamente reforzado" por el compromiso de otros países.
A la capital francesa llegaron, entre otros, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, los representantes de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, así como ministros de países vecinos de Irak y Siria.
Al inicio de la conferencia, el presidente de Francia, Hollande instó a "no perder tiempo" en la lucha contra los extremistas sunitas que el pasado fin de semana volvieron a publicar un video con la ejecución de un rehén, el cooperante británico David Haines.
"La lucha de Irak contra el terrorismo es también nuestra lucha", dijo en referencia a los temores de que miles de ciudadanos europeos que se estima están empuñando armas para el Estado Islámico en Irak y Siria puedan perpetrar atentados a su vuelta a Europa.
Por su parte, Masum dijo a los ministros que la única esperanza de mantener a los extremistas a raya era combatirlos "allí donde se encuentren". "Desde el punto de vista militar no necesitamos tropas sobre el terreno sino refuerzo aéreo y la experiencia de países como Francia", dijo en declaraciones a la radio Europe 1, en una entrevista previa.
Esta mañana, la Fuerza Aérea francesa comenzó a realizar vuelos de reconocimiento sobre el territorio de Irak para apoyar la misión internacional contra el grupo yihadista.