El mundo tuvo en 2010, 205 millones de desocupados, idem al 2009 pero 27,6 millones mas que en 2007 antes de la crisis.
Las expectativas son: aumento de empleo pero de baja calidad, caída del salario real, imposibilidad de las jóvEnes generaciones de integrarse al mercado laboral.
El 51 % de la población que trabaja tiene empleos vulnerables y solo el 20% obra social.
Mas de 40 millones de trabajadores gana menos de 1,25 dólares por día, y unos 1200 millones de personas viven con menos de 2 dólares diarios.
Bajó el salario real en países tan distantesmcomo México o la República de Corea,
En EEUU, el salario subió desde el 2008 a la fecha un 0,6 %.
El desempleo juvenil en la Unión Europea subió a un 18,2 %, en Asia Oriental ronda el 8,3 %.
Mientras los commodities suben de precio, ( lo cual nos favorecería) el aumento de alimentos a nivel mundial va a la par.
Sumado a ello los profundos cambio climáticos achican la tierra disponible para producirlos.
A mas importación, mas gastos y mas se encarecen y mas pobres surgen como consecuencia de esta ecuación.
En este contexto está la Argentina, y, desde 2008 a la fecha surfeando una crisis mundial que tiene aún a Europa Central y occidental y a los EEUU, bajo la mirada atenta de sus clases dirigentes ante cualquier coletazo.
Tenemos mucho por recorrer en cuanto a trabajo y pobreza, pero el espejo en el cual debemos miraranos, mal que les pese a los descomunicadores sociales no es el capitalismo salvaje y predador de hombres, tierra y recursoso naturles en general.
En ese mundo estamso y debemos saber insertarnos, movernos, negociar.
En ese mundo no debemos tentarnos en disolver nuestras propeustas soberanas de empleo, cultura, educación, en síntesis Justicia Social.
Saber que existe, que en él vivimos, pero no obnubilarnos por el canto de sirena que pareceira nos llega sutil desde las costas de los países serios, ordenados, en paz.
La paz del silencio inerte del capital que ya nos sometió, ayer no mas, acá a la vuelta de la esquina.
Prof GB
