Esteban Dipaola l "El ministro Esteban Bullrich habla de la condición cultural del neoliberalismo: la incertidumbre no como problema, sino como proyecto de vida".
Cuando uno se dispone a indagar en la teoría social contemporánea encuentra diagnósticos y argumentos que permiten un mayor entendimiento de circunstancias que afectan a nuestro presente, incluso mucho de lo que pasa con el revival neoliberal en nuestro país se comprendería mejor con esas lecturas. A su vez, la aparición de Trump y de la extrema derecha en Europa resultaría menos sorprendente si los asombrados de ahora se hubieran dispuesto a leer un libro como “Daños colaterales” del recientemente fallecido Zygmunt Bauman y también otros textos que mostraban el desencanto contemporáneo con la globalización.
Pero más allá de esta apuesta por revisar nuestras lecturas enfocando en problemáticas de la actualidad, me interesa aportar algunas ideas para la comprensión del tiempo político presente. Principalmente centrarme en un evento y debate originado a partir de una declaración concreta que abrió los ojos y el disgusto de varios. Me refiero a la evidente molestia suscitada con el Ministro de Educación de la Nación Esteban Bullrich debido a su declaración acerca de fomentar individuos que puedan afrontar la incertidumbre disfrutándola. Justamente en este punto la sociología contemporánea nos ofrece herramientas de comprensión que no debemos despreciar. En verdad, el ministro expone en esa declaración un principio de formación subjetiva del neoliberalismo, tal como son los procesos de individualización de la sociedad, los cuales suponen la capacidad de cada individuo para enfrentarse a las transformaciones constantes y a la flexibilidad de sus vínculos. El sociólogo alemán (también fallecido hace no mucho tiempo) Ulrich Beck analizó hace varios años muy bien aquello que expuso Bullrich, y definió como “sociedades del riesgo” a este tipo de sociedades en las que los individuos se encuentran arrojados a la incertidumbre y deben resolver sus situaciones por fuera de las constricciones sociales. El argumento de Beck se sostiene sobre el fundamento de que el repliegue institucional conduce un pasaje de la socialización, una característica propia de las sociedades industriales que fundamentaba los principios de organización cultural, a la individualización, que es el fundamento de las denominadas sociedades postindustriales que sobrevinieron con las transformaciones del capitalismo hacia mediado de los años setenta y su consolidación en los años ochenta. La individualización que analiza Beck, significa ajustes subjetivos en los que ya no tienen preeminencia las instituciones, la clase social, etc. No es que desaparecen las clases sociales o las instituciones, pero sí tienen ahora un lugar secundario en la producción de individuos. Entonces, en las sociedades del riesgo, cada individuo está obligado a la autoproducción biográfica constante y el riesgo es enfrentarse todo el tiempo a la incertidumbre de una sociedad que ya no contiene. Es lo que otro sociólogo llamado Anthony Giddens, en su libro “Consecuencias de la modernidad”, comprendía como la inminencia del apocalipsis aunque éste nunca llegue: la incertidumbre es enfrentarse a ese riesgo permanente. De esta manera, se constituye una subjetividad neoliberal, es decir, a partir de principios de individualización que flexibilizan las relaciones identitarias; por eso cualquier individuo evalúa su ascenso económico como producto de un esfuerzo individual y no como un ascenso social, es decir, contenido en la estructura política de una comunidad.
El ministro Esteban Bullrich no es inocente en su declaración y, en realidad, está hablando de esas subjetividades, está hablando de la condición cultural del neoliberalismo: la incertidumbre no como problema, sino como proyecto de vida.
Además, como afirmaba Beck, este tipo de sociedades están fundamentadas y articuladas sobre un proyecto político policial y represivo, lo cual se comprueba observando la política exterior norteamericana y todavía más –con eje también en una política interior- con la incidencia de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos; y asimismo con las políticas represivas y el avance de la derecha nacionalista en países de Europa. Es decir, en las sociedades del riesgo el modelo de desinstitucionalización y los procesos de individualización tienen como consecuencia hacer que la vida de las personas sea responsabilidad de cada individuo, mientras que el Estado solo debe ser garante de la seguridad, y entonces el efecto axiológico es que ese Estado ya no debe comprometerse a reducir las desigualdades, sino que está llamado a eliminar la inseguridad.
RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs).