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Algunas familias están dando testimonio del pánico que sienten tras enterarse de que sus familiares han sido secuestrados por Hamás, durante el ataque del grupo de militantes palestinos a Israel.
Las fuerzas armadas israelíes aseguran que decenas de personas, incluidos ciudadanos extranjeros, fueron llevados a Gaza como rehenes durante el ataque sorpresa que el grupo realizó durante el fin de semana y que ha dejado más de 900 muertos en Israel.
Aunque el número de rehenes es incierto todavía, se estima que sean "decenas" de personas, incluyendo niños y ancianos.
En conversación con la BBC, el jefe de relaciones internacionales de Hamás, Basem Naim, dijo que el grupo estaba "comprometido y obligado a tratar a nuestros rehenes de una manera muy humana y digna". Sin embargo, se negó a confirmar el número de rehenes.
Mientras tanto, decenas de familias israelíes están sufriendo la desesperación de no saber qué está pasando con sus familiares.
Estas son algunas de sus historias.
El primer indicio que Yoni Asher tuvo de que su familia estaba en Gaza fue siguiendo el teléfono móvil de su esposa.
Su esposa Doron y sus dos hijas- Raz, de 5 años, y Aviv, de 3-, estaban quedándose con familiares cerca a la frontera con Gaza cuando los militantes iniciaron su ataque.
“El sábado, cerca de las 10:30 AM fue la última vez que hablé con mi esposa. Me dijo que terroristas de Hamás habían entrado a la casa”.
“Estaban en una habitación segura, a salvo, cuando la llamada se desconectó. Después, logré localizar su teléfono móvil y estaba dentro de Gaza”.
Más tarde ese día, sus peores temores parecieron confirmarse cuando reconoció a su familia cuando la mostraron por pocos segundos en un video en el que se veía a personas que eran montadas en un camión.
“En el video reconocí a mi esposa y a mis dos hijas, mis dos bebés”, dijo.
“No sé en qué términos o condiciones las tienen, pero sabes, la situación está poniéndose mucho peor”.
Por ahora, al igual que las otras familias, lo único que le queda a Yoni es mantener la esperanza. “Estoy tratando de mantener la calma. Quiero creer que hay algo de contacto entre los diplomáticos que están negociando o algo pero no sabemos nada, eso es lo más difícil.”
Para Ido Dan, el horror de los eventos del sábado se desencadenó en el grupo de WhatsApp de su familia.
“Está despidiéndose. Está enviando este corazón y diciendo: ‘Los amo a todos, no estoy seguro de que vayamos a sobrevivir esto”, dice Ido, sollozando a medida que recorre su torrente de mensajes.
Su prima, Hadas, que vive en Nir Oz, un kibutz cerca de Gaza, había estado manteniendo actualizada a su familia desde dentro de un refugio antibombardeos al que había corrido cuando se dispararon las sirenas que advierten sobre fuego de misiles. Temprano en la mañana, escribió que podía oír hombres armados gritando en árabe.
“Está pasando algo que da miedo aquí”, escribió en el grupo, describiendo los gritos de otros miembros del kibutz, según cuenta Ido. “Dijo: ‘Es como un holocausto. Están matando a todo el mundo’. Y a las 09:00 se desconectó. Se le acabó la batería.”
Hadas sobrevivió bloqueando la puerta de su escondite. Pero para cuando llegó la noche, estaba claro que faltaban cinco de sus familiares. Dos de sus hijos y su ex esposo -el padre de los niños-, así como que su sobrina y su madre de 80 años, la tía de Ido, Carmella.
La pista principal sobre lo que ocurrió fue un video angustiante que apareció en las redes sociales. Parece mostrar a Erez, el hijo de 12 años de Hadas, siendo llevado a Gaza por hombres armados.
“Hay esperanzas para creer que están vivos”, dice Ido, quien vive cerca de Tel Aviv. Pero tiene mucho miedo: “Mi tía se está quedando sin medicamentos”, me dice.
La familia está tratando de encontrar información y han recibido algo de ayuda de las autoridades de Israel. “No culpo a nadie porque es una situación realmente singular”, dice Ido. “Hay una verdadera niebla en estos momentos, y estamos deseosos de que se levante. Cada hora cuenta”.
Con reportes de negociaciones de intercambio de rehenes siendo auspiciadas por Qatar, Ido tiene un mensaje para Hamás en referencia a su familia: “Sólo sáquenlos de esta confrontación, no es para niños, no es para la gente mayor”, dice.
“No creo que haya una sola regla de ética de guerra que no se haya violado aquí. Hasta la guerra tiene reglas, ética y límites”.
Noam Sagi dijo que se le encogió el corazón cuando los medios palestinos empezaron a transmitir desde el exterior de la casa de su madre de 74 años, situada a unos 400m de la frontera con Gaza.
El sábado por la tarde, el ejército israelí entró en la propiedad de la mujer, que tienen 6 nietos, y encontró manchas de sangre, pero ninguna señal de ella, explicó.
Hablando con la BBC, Sagi -quien vive en Londres- dijo que según su interpretación de la evidencia, su madre, que es profesora de árabe, estaba entre los secuestrados.
“Estamos hablando de alguien de 74 años que entró a un cuarto blindado y que ya no está ahí”, dijo.
“No está en la lista de los muertos, ni en la lista de heridos, y es una comunidad pequeña -de máximo 350 personas- en la que todos se conocen, así que pasaron por el proceso de identificar a todo el mundo.”
La comunidad ha informado del secuestro de tanto mayores como niños, según cuenta Sagi, diciendo que aún no tiene confirmación oficial o formal del paradero de su madre. Dice que no pudo haber corrido lejos por una reciente cirugía de cadera.
“Es algo totalmente surreal, suena como una película de horror, es difícil de entender”.
“Solo imagínate una población rural y linda aquí en Reino Unido en la que las personas están viviendo sus vidas, y luego que te saquen de tu casa”.
Agregó que tenía miedo por su madre, que necesita medicamentos.
“Sin sus medicinas, no sabemos cuánto podrá aguantar”, dijo. “Estoy intentando no pensar en escenarios negativos, ya que es duro imaginarlos”.
Sagi dijo que tenía planeado ver a su madre en Londres la próxima semana, cuando cumplirá 75 años.
La describió como una mujer muy fuerte, inspiradora y fenomenal, agregando que confiaba que ella pudiera “lidiar con la situación”.