jueves, 15 de octubre de 2020

EL PAÍS 17 DE OCTUBRE 14 de octubre de 2020 · Actualizado hace 6 hs Opinión 17 de octubre, un pueblo virtual Por Nora Merlin

 


El pueblo es un efecto temporal contingente, de apertura y cierre, que inscribe políticamente la falta, realizando la construcción de la vacuidad como voluntad popular.

En la madrugada del 17 de octubre de 1945 se produjo un despertar causado por una falta: el líder de los humildes, Juan Domingo Perón, había sido encarcelado. Trabajadores de diferentes gremios provenientes de La Boca, Barracas, Parque Patricios, de los barrios populares del oeste de la Capital Federal y de las zonas industriales aledañas, se movilizaron dirigiéndose al centro de la ciudad. La acción estaba apenas coordinada por dirigentes gremiales, pues la principal fuerza provenía de las columnas mismas, que mientras marchaban incrementaban su número. Ante la fuerza numérica de la masa, la derecha antidemocrática no tuvo más remedio que negociar la libertad de Perón, quien desde el balcón realizó una declaración que, a la sazón, sería una impronta de lo más significativa, y que tuvo valor performativo fundando el pueblo:

"Esto es pueblo. Esto es el pueblo sufriente que representa el dolor de la tierra madre, que hemos de reivindicar. Es el pueblo de la Patria. Es el mismo pueblo que ha de ser inmortal, porque no habrá perfidia ni maldad humana que pueda estremecer a este pueblo, grandioso en sentimiento y en número".

El 17 de octubre, nominado como día de la lealtad, se recuerda el acontecimiento que marcó el surgimiento del pueblo argentino. Un nuevo agente desde aquel 1945 cobraba centralidad, causando inéditos afectos políticos como el amor, antiguas pasiones redobladas de odio y la fidelidad a la causa como efecto indeleble de aquel acontecimiento.

El golpe asesino del 76 y el triunfo de la cultura neoliberal produjeron años caracterizados por el cierre y la latencia del pueblo, hasta que Néstor y Cristina movilizaron la memoria devolviendo la confianza en la política como herramienta de emancipación.

Ni los coaches del gobierno macrista, Durán Barba (El arte de ganar)Cambridge Analytica, los big data, ni toda la parafernalia de la inteligencia artificial incluyeron en sus cálculos la recuperación de la política que dejaron los 12 años de experiencia kirchnerista. El pueblo que nunca es sin militancia y la jugada maestra de Cristina --la fórmula de la unidad--, produjeron la falla del plan de eternización neoliberal.

La derecha, con su crónico horror al pueblo y su temor a perder alguno de sus muchos privilegios, continúa liderando la oposición con la modalidad de realizar operaciones desestabilizadoras. Ni siquiera la detiene una subjetividad atravesada por la enfermedad, la muerte y la angustia en plena pandemia.

Los militantes de la vida, desde una ética antineoliberal atravesada por Eros, que afirma el cuidado como la base de lo común, quieren demostrar fuerzas y apoyar al presidente Alberto Fernández.

El 17 de octubre, manteniendo el distanciamiento social, articulando una fuerza en que la libertad no se basa en el individualismo sino en los lazos compañeros, se llevará a cabo una invención: una experiencia virtual de pueblo y democracia participativa. Se pondrá en marcha una distopía superior a las imaginadas por Netflix cuando el pueblo virtual, causado por un deseo de movilización y afectos políticos como la alegría y el entusiasmo, haga estallar las redes sociales a lo largo y a lo ancho de nuestro país.

El pueblo es una sublimación colectiva realizada por la militancia, una fuerza que articula el cuerpo, la inteligencia y un entusiasmo palpitante capaz de hacer con lo que no hay.

Los neoliberales no entienden al pueblo ni a la militancia, no entienden la sensibilidad anticapitalista que se rebela contra el circuito de la mercancía, que permite gozar de la vacuidad por amor a lo común. Una falta capaz de atraer, conmover y causar el deseo de involucrase en proyectos políticos.

Nora Merlin es psicoanalista. Magister en Ciencias Políticas.

APARECIO EL SOCIOPATA Y DIJO.

 ECONOMÍA

El discurso de Macri, que no endeudó, no destruyó el Estado ni creó pobreza

Quiso ser Deng, pero el kirchnerismo no lo dejó

"¿Cómo hizo Deng Xiao Ping para sacar mil millones de personas de la pobreza? Generando riqueza, y para eso se necesitaba a los ricos, empresarios, técnicos, científicos", dijo Mauricio Macri, en ese orden. Habrá que hurgar en los libros de historia para encontrar las referencia del máximo lider de la República Popular China a partir de 1978, a los ricos como uno de los actores centrales y necesarios del proceso de Reforma y Apertura que lideró. No fue la más grave de las falacias económicas en que incurrió el ex presidente, pero es quizás la que más identifica, casi como un fallido, el lugar desde donde él le habla a la sociedad. 

"Generar riqueza que se distribuye en forma de más empleos", describió Macri ordenando los conceptos. Riqueza que derrama, y así podrá llegar algo a la mayoría. Riqueza que no genera el trabajo, sino que primero acumulan los ricos para "distribuir en la forma de empleos". Por eso es tan malo lo que hace este gobierno "kirchnerista": "atropellar la propiedad privada queriendo expropiar Vicentin", explicó. Y fue su única alusión al último capítulo escandaloso de su gobierno, con estafa al Banco Nación incluída, Claro, los dueños de Vicentin, para Macri, son también ricos que acumulan para luego derramar.

Que lo acusen de haber destruido el Estado o que aumentó irresponsablemente la deuda son, desde la mirada de Macri, "mentiras" del kirchnerismo, del actual gobierno y de su presidente. "El Estado estaba quebrado" cuando lo recibió, "había deudas de todo tipo", "las reservas del Banco Central eran negativas, porque se habían gastado algunos depósitos de la gente", sostuvo. Afirmaciones que no se corroboran con ningún informe serio, ni siquiera de consultoras que le sean afines. Y dice: "no lo denuncié porque decidimos apostar a la esperanza, al entusiasmo de la gente para empezar a reconstruir". 

Muchos menos admite haber endeudado al país. "Esas son mentiras del actual presidente, porque 2 de cada 3 dólares que tomamos de deuda fueron para pagar deudas del gobierno anterior. El otro dólar fue para financiar el déficit . Y el déficit lo genera el presupuesto. ¿Y el presupuesto quién lo aprueba? El Congreso de la Nación. ¿Y quién tenía mayoría en el Congreso? El kirchnerismo, que siempre aprobó presupuestos que no tenían recursos suficientes. Entonces no tenía otra alternativa que tomar deuda".

No se puede negar que así contado, sencillito, resultaría contundente, si no fuera porque incurre en falsedades flagrantes. El gobierno de Macri no tuvo que sufrir ni un sólo año del rechazo de su presupuesto por el Congreso. Contó, vale recordarlo, siempre con apoyo de sectores del peronismo renovador y de partidos provinciales que le aportaban los votos necesarios para su aprobación. El kirchnerismo estuvo lejos de controlar el Congreso en ninguna de sus cámaras. Además, el Congreso no tiene facultad para modificar el presupuesto: lo aprueba o lo rechaza, exigiendo en este último caso que sea el Ejecutivo quien lo reforme. Cosa que no sucedió nunca durante el Gobierno de Cambiemos. Tampoco es cierto que dos tercios de la deuda fue para cancelar vencimientos de deuda anterior.

Lo que niega este argumento de Macri es el enorme protagonismo que tuvo la fuga de divisas y los desequilibrios en la balanza comercial por explosión de las importaciones, que no se compensó por lluvias de inversiones que ni siquiera fueron goteo. Tampoco se hace cargo de las consecuencias del devastador programa acordado con el FMI, cuando buscó salvar lo que quedaba de su gobierno. No aludir a todo ello es, también, una forma de encubrir a los "ricos" que se beneficiaron con la fuga de divisas hasta en el período entre elecciones de 2019. A quienes no hay que molestar con "impuestos confiscatorios ni atropellando su propiedad privada" y que son, según le escuchó decir Macri a Deng Xiao Ping, el sujeto fundamental para resolver la pobreza.

miércoles, 14 de octubre de 2020

FITZ ROY

 SOCI@S

El origen del primer pronóstico del clima en la prensa mundial

Robert FitzRoy: algo más que el chofer de Darwin

Robert FitzRoy, capitán de la Real Marina Inglesa, comandó muchos barcos en su vida. De todos ellos, solo se recuerda al HMS Beagle por un pasajero ilustre, Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución.

Cuando el Beagle zarpó, ni Darwin era ilustre, ni FitzRoy tenía interés en la historia natural. Darwin, muchacho de 23 años, interrumpió sus estudios dos veces, en Medicina primero y Teología después, pero se interesó por la Geología y por coleccionar escarabajos. Sus profesores en Cambridge lo recomendaron como naturalista inexperto, pero apto para observar la geología y recolectar flora y fauna en regiones todavía poco exploradas por europeos. Así Darwin encontró su vocación. 

Por eso el Beagle, Darwin y este viaje de 5 años alrededor del mundo, se hicieron famosos. Al haber sido el capitán del navío, a Fitz Roy se lo recuerda injustamente como "el chofer de Darwin". La realidad es que a eso se le podría sumar fama por sus aportes originales a la ciencia, en este caso, de la meteorología.

Robert FitzRoy nació en 1805, en una familia de la aristocracia inglesa. Como muchos de su clase y su época, su destino fue el mar. A los doce años entró al Royal Naval College y se embarcó cuando tenía catorce. Ascendió con rapidez, aprobando con distinción sus exámenes de náutica. 

Mapear Sudamérica

FitzRoy partió al Atlántico Sur, como primer oficial en una expedición de dos barcos, el Adventure y el Beagle, para hacer mapas de las costas de Sudamérica. En la soledad de los canales fueguinos, el capitán del Beagle se suicidó. Nombraron a FitzRoy como reemplazante y pasó a comandar el Beagle, su primer navío. Hizo una buena labor como cartógrafo y cuando regresó a Inglaterra en 1830, FitzRoy fue elegido para completar los mapas y ascendido a capitán oficial del Beagle (el único barco de la nueva expedición).

Las duras condiciones y la disciplina necesarias durante meses o años en el mar aislaban al capitán, incluso frente a sus oficiales. FitzRoy temía por su propia estabilidad mental. Su solución fue conseguir la compañía de alguien con quien desahogarse o simplemente conversar. Así llegó Charles Darwin a bordo. Los dos hombres se encontraron brevemente antes de zarpar, se juzgaron compatibles y sobrevivieron a cinco años de convivencia estrecha conservando la amistad.

El meteorólogo y las cartas de viento

En sus viajes FitzRoy recolectaba datos meteorológicos regularmente para suplementar científicamente su olfato de marino. Luego de retirarse del servicio activo se ocupó de la meteorología. Confeccionó cartas de los vientos predominantes en varios lugares del mundo, para la Board of Trade, equipando 50 barcos mercantes y 30 de la Royal Navy con instrumentos estandarizados, algo necesario en una época de instrumentos más artesanales que científicos.

FitzRoy empezó a usar el telégrafo para recopilar datos de lugares remotos en tiempo real. En Inglaterra estableció 18 estaciones conectadas por esta tecnología. Para 1861 funcionaba un servicio de alertas de tormenta, con informes en 50 puertos de Inglaterra. Al año siguiente aumentaron a 130, un esfuerzo organizativo importante llevado a cabo por FitzRoy. La relevancia fue tal que el Times de Londres empezó a publicar los partes en 1861, el primer pronóstico del tiempo publicado en la prensa mundial.

Los pronósticos evitaron naufragios, pero no faltaron críticas. Los pescadores no querían zarpar cuando había alerta de tormenta y los armadores perdían ganancias. FitzRoy fue criticado por equivocarse en la azarosa predicción de las tormentas. Las vidas y los barcos salvados en los casos acertados no entraban en el cálculo de beneficios de los dueños.

FitzRoy se suicidó en 1865, con 60 años de edad. Dejó como legado el primer sistema científico de pronóstico del tiempo. Las observaciones y métodos de cálculo actuales confirman que el clima es sumamente difícil de predecir. Con súper computadoras, globos y satélites, hacemos a escala mundial lo que comenzó FitzRoy en Inglaterra. Y, a pesar de todo, ¡el pronóstico puede fallar!

*Javier Luzuriaga es soci@ de Página/12 y físico jubilado del Centro Atómico Bariloche- Instituto Balseiro.

KIRCHNERISMO FRANCES?....

 EL MUNDO

El presidente francés restableció el estado de emergencia sanitaria 

Macron decretó el toque de queda en París y en otras ciudades

El Ejecutivo francés se metió en una suerte de tercera vía en la cual aprieta, pero no ahoga con un reconfinamiento total. Busca frenar el avance del coronavirus. 
Imagen: AFP

Desde París

Entre lo peor, el confinamiento, y lo mejor, la imposible libertad, la situación sanitaria llevó al presidente francés, Emmanuel Macron, a optar por un camino intermedio para frenar el avance de la pandemia que en la ultimas 24 horas sumó poco más de 9.000 hospitalizaciones. El jefe del Estado oficializó el restablecimiento del estado de emergencia sanitario y el toque de queda entre las 9 de la noche y las seis de la mañana en París y otras localidades. 

La medida se extiende por un plazo de cuatro semanas y entrará en vigor el próximo viernes a las 12 de la noche en la capital francesa y su región, Lille, Lyon, Grenoble, Marsella, Aix-en-Provence, Rouen, Saint Etienne, Montpellier y Toulouse. Unas veinte millones de personas viven en esas zonas rojas donde hoy se vuelven a concentrar las restricciones. El final de la primavera y casi todo el verano fueron medianamente libres y optimistas, el otoño y el invierno serán grises y restringidos. Bares, restaurantes, teatros, cines y demás espacios públicos están vedados. Los ciudadanos tampoco tienen autorización de circular en el horario del toque de queda, lo que incluye también la prohibición de visitar a los amigos o familiares. Las únicas salvedades son urgencias sanitarias o el trabajo.

El Ejecutivo francés se metió en una suerte de tercera vía en la cual aprieta, pero no ahoga con un reconfinamiento total. En una entrevista con periodistas transmitida por la televisión, Emmanuel Macron solicitó varias veces la responsabilidad de la sociedad. Razones no le faltan: en las últimas semanas, pese a la decisión de cerrar los bares, los restaurantes permanecieron abiertos y eran un festín de descuido. Decenas de personas amontonadas en el interior sin distancia ni protección alguna. En el Métro, para muchos pasajeros el uso del tapabocas pasó a ser una suerte de bufanda o tapa peras durante las horas de más afluencia. Y qué decir de esa incongruencia administrativa que impone la máscara a los peatones y no a los ciclistas o a la gente que circula con los monopatines por donde le da la gana. No es la única. Por ejemplo, pese a que no existe ningún texto administrativo que lo imponga, las maternidades obligan a las mujeres que van a dar a luz a ponerse la máscara mientras el rey ciclista no lleva la suya. 

El presidente francés adelantó que habrá que vivir con la amenaza del virus a cuestas “hasta al menos el verano de 2021”. Macron dijo que “hoy el virus está en todas partes, los encargados de la salud están cansados y no tenemos camas escondidas en reserva. Por ello es preciso adoptar medidas estrictas”. El mandatario también aclaró que “sería desproporcionado reconfinar al país. Nuestro objetivo consiste en reducir los contactos privados, que son los más peligrosos”. Por ello precisó: "sí, no iremos más a la casa de los amigos ni a festejar”.

Esta renovada batería de restricciones parece apuntar a la generación desobediente, esa que oscila entre los 20 y 30 años. Van al trabajo protegidos, pero a la noche, cuando salen, ni se acuerdan del virus. Es en esa franja generacional donde se sitúa hoy el mayor numero de contagios: 500 casos por cada 100 mil habitantes. La cifra representa el doble de la del conjunto de la población. En comparación, entre las personas dentro de la línea 30-40 años los casos llegan a 300 por cada 100 mil habitantes. Macron dio así un paso al frente como escudo ante otro virus, el de su primer ministro, Jean Castex. Cuando fue nombrado en julio pasado en reemplazo de Edouard Philippe Castex tocaba un cielo de 43% de aceptación. Su techo ha bajado ahora al 28%. Ambos, sin embargo, se turnaron en los anuncios. Antes de la intervención de Macron, Castex dijo en el Senado que “La situación de nuestro país es extremadamente difícil y ello conduce al gobierno a adoptar medidas complementarias". Luego, el jefe del Estado admitió que la situación era “preocupante” pero recalcó que “no hemos perdido el control de la pandemia”.

La covid-19 está ahí, aunque no con la potencia que tenía durante los meses primaverales. Actualmente hay 1.633 pacientes en las unidades de reanimación para una capacidad nacional de 5.000 camas. En el peor momento de la primavera había 7.000 personas en reanimación. No obstante, la cantidad actual es cuatro veces superior a la de principios de septiembre. Entre el martes y este miércoles 14 de octubre han fallecido 84 personas. La única “buena noticia” radica en que no habrá restricciones en los transportes, ni tampoco trabas en los viajes interregionales. Por lo demás, una parte de Francia ingresa en los próximos días en la tercera vía sanitaria. En marzo de 2020, Macron dijo “estamos en guerra” contra el virus. Su general, Jean Castex, dio muestras de no estar a la altura de esa “guerra” y, sobre todo, de haber perdido la confianza de la sociedad. El mandatario salió a airear las medidas. Ni mucho, ni demasiado, ni lo tan peor, ni lo, tal vez, un poco mejor. Por ahora, los gobiernos corren y el virus sigue gobernando el timón de quienes gobiernan.

Esta noche Paris se apuraba de malhumor a vivir sus últimas noches de libertad social. Escasa gente en la calle, pero mucha en los restaurantes. Cierta nostalgia por lo que ya no se podrá subía del griterío de los clientes en un restaurant de la Rue Saint Paul. “Estamos jodidos, viejos, otra vez a encerrarse delante de la televisión”, dijo un cliente. Otro le respondió: “quien te manda a divorciarte después del confinamiento. Si aguantabas un par de meses más, la próxima semana ya no estarías durmiendo solo”, dijo. La mujer que lo acompañaba le dio un buen codazo y dijo: “indecentes, ustedes solo piensan en su placer cuando acá el virus nos está cocinando a todos”. París corre y corre en los últimos instantes de libertad como para que nunca la alcancen aquellos meses en los cuales la capital fue un río obscuro y petrificado.

efebbro@pagina12.com.ar


DELIRIO NAZI-BRASILERO.

 EL MUNDO

Una operación militar sin precedentes en Brasil

Bolsonaro jugó a la guerra en el estado de Amazonas

Las maniobras del Ejército ocurrieron cuando estaba de visita el secretario de Estado, Mike Pompeo. Los militares crearon el siguiente cuadro: un país “Rojo”, en evidente alusión a la vecina Venezuela, trata de invadir el país “Azul”, que expulsará a los invasores.
Imagen: Télam


Desde Río de Janeiro

Entre el 8 y el 22 de septiembre ocurrió en el estado de Amazonas una guerra entre dos países, el “Rojo” y el “Azul”. Los detalles, sin embargo, recién se conocen ahora. No por coincidencia, el operativo estaba en su auge cuando el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, visitó la región amazónica, el 18 de septiembre.

Durante el operativo fueron disparados misiles con alcance de 80 kilómetrosCañones de variados calibres y alcance, ametralladoras, lanza-morteros también fueron ampliamente utilizados, y – al contrario de operaciones anteriores de entrenamiento – esta vez solo el Ejército participó, sin contar con tropas de la Marina y Aeronáutica. En una sola jornada fueron lanzados 20 cohetes para expulsar a los “Rojos” de la ciudad de Manacapuru. Y en otra ciudad, Moura, los “Azules” finalmente pudieron celebrar la victoria final.

El ministro de Defensa, general Fernando Azevedo e Silva, y el comandante-jefe del Ejército, general Eduardo Leal Pujol, visitaron la “región del conflicto” el 14 de septiembre.

El matutino conservador O Globo, al saber del operativo, pidió información al ministerio de Defensa, que se negó a contestar. Fue necesario recurrir a la Ley de Acceso a la Información para obtener datos parciales.

La noticia deja claro que hay movimientos graves entre Brasilia y Washington, teniendo como objetivo hostigar cada vez más a Venezuela. Ahora mismo el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro anunció que va a retirar las credenciales diplomáticas de los representantes del presidente Nicolás Maduro que actúan en Brasil. La secuencia de ataques y provocaciones, reforzadas casi que a diario por el mismo Bolsonaro en pronunciamientos públicos (siempre añadiendo menciones más y más críticas a Argentina, que según él se está “pareciendo cada vez más a una Venezuela”), va en aumento.

El presidente de la Cámara de Diputados, el derechista Rodrigo Maia, denunció la visita de Pompeo como una “afrenta a la altivez de nuestras políticas externas y de defensa”. El ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araujo, le contestó reafirmando la política de vasallaje frente a Washington: “Brasil y Estados Unidos están en la vanguardia de la solidaridad al pueblo venezolano”.

Desde que asumió la presidencia, en el primer día de 2019, Bolsonaro no hizo más que fortalecer sus críticas contra el gobierno de Nicolás MaduroUna de las teclas que más acciona a la hora de hostigar al país vecino es la que se refiere al ingreso, en el estado de Roraima, de levas de venezolanos que salen de su país. (A propósito: en los últimos días, el mismo Bolsonaro insinúa que los estados sureños del país empiezan a recibir argentinos que huyen “del actual gobierno”).

Ha sido a partir del pasado agosto que el tono del hostigamiento aumentó. Bolsonaro dejó clara la intención de cambiar la estrategia de su gobierno con relación a las Fuerzas Armadas frente a la inédita previsión del surgimiento de una “rivalidad entre Estados” en la región, y por eso se hizo necesario aumentar substancialmente el presupuesto destinado a la Defensa, que podrá alcanzar el 2% del PIB.

Bolsonaro dejó claro en proyectos enviados al Congreso que su gobierno prevé “tensiones y conflictos” en áreas vecinas a Brasil. Con cuál base se da tal previsión, nadie sabe.

Con la divulgación del reciente operativo crecieron en Brasil las críticas a la política de sumisión a Washington y Donald Trump, frente al riesgo de que el país sea arrastrado a una aventura militar sin precedentes en Sudamérica. Se trata, dicen analistas, de un juego peligrosísimo.

 VIOLENCIA INSTITUCIONAL //// 12.10.2020

Luciano Arruga: un caso emblemático en la lucha contra la violencia institucional

El joven tenía 16 años cuando desapareció en 2009. La desaparición forzada seguida de muerte que denunció la familia de Luciano visibilizó un mecanismo de impunidad integrado por hostigamientos policiales a los jóvenes de los barrios pobres, torturas en comisarías y encubrimientos de muchos funcionarios. Aún la familia espera Justicia. 

    Por Juan Borges

    El 31 de enero de 2009, Luciano Arruga, un joven de 16 años de Lomas del Mirador, fue visto con vida por última vez. Su cuerpo fue hallado cinco años después. Había sido enterrado sin identificar en el cementerio de la Chacharita. La desaparición forzada seguida de muerte de Luciano que denunció su familia visibilizó un mecanismo de impunidad integrado por hostigamientos policiales a los jóvenes de los barrios pobres, torturas en comisarías y encubrimientos de muchos funcionarios.

    Luciano antes de ser desaparecido era hostigado permanentemente por los efectivos de una comisaría de Lomas del Mirador, en la provincia de Buenos Aires. Era golpeado, amenazado y detenido en forma reiterada por “averiguación de identidad”, sabiendo perfectamente quien era.

    En 2015 el policía bonaerense Julio Diego Torales fue condenado a diez años de prisión por las torturas impuestas a Luciano en septiembre de 2008, cuatro meses antes de su desaparición. Transcurrieron once años de su desaparición y su familia aún exige Justicia.

    La lucha de Vanesa y muchos más

    Vanesa Orieta, hermana de Luciano, en ocasión del cumplimiento de los once años de la desaparición de Luciano conversó con Página 12 y ofreció diversas definiciones sobre estos años de lucha: “No hay que minimizar la vida del pobre con la excusa de que el aparato político no se va a poner en juego para aniquilarlo. Cada vez que se mata o desaparece a un pibe o piba está operando una lógica de gobierno que debe ser juzgada. Cuando un barrio es abandonado por el Estado y la gente deja de acceder a sus derechos fundamentales, hay personas que creen que con el poder de gobernar en forma violenta, hacen lo que quieren porque saben que los costos son mínimos”. Además, añadió: “Nosotros no hablamos de violencia institucional sino de violencia estatal, nos sentimos bien de haber profundizado nuestra mirada y eso se logra relacionándonos con otras historias y entendiendo la lógica de esta problemática. No es solo Luciano, hay una lógica política, judicial y comunicacional sobre los sectores excluidos de nuestra sociedad”.

    “No hay imputados por la desaparición de Luciano. Hay que identificar no solo a los que efectuaron el hecho sino también a los responsables, que son la justicia misma y el aparato político. Hay sentencia firme contra el policía que ejerció torturas físicas y psicológicas antes de su desaparición. La historia de Luciano empieza con la propuesta de la policía de robar para ellos, sigue con el hostigamiento por su negativa y culmina con detenciones y su desaparición”, concluyó Vanesa en su reflexión.

    En una entrevista realizada por AGENCIA PACO URONDO en 2013, la joven reflexionó: "La causa de mi hermano no fue una causa acompañada masivamente por la sociedad, tuvimos el acompañamiento por los que conocemos que trabajan en los barrios y sufren la violencia institucional, pero hay sectores de la sociedad, incluso los más concientizados, que no terminan de comprometerse con la causa de los más pobres, que terminan naturalizando algunas cuestiones que son graves. Muchos saben que la policía se maneja de determinada forma o ejercen abuso de poder pero no salen a reclamar por una causa como la de mi hermano".

    En este mismo reportaje la joven advertia: "Tenemos que pelear día a día con la sociedad, que incluso en los sectores más concientizados, que cargan con alguna discriminación. No se termina de entender que en los barrios pobres la desaparición, la tortura y la muerte es moneda corriente. El día en que la sociedad se ponga a la par de los más pobres en lo que respecta a todo (vivienda digna, trabajo digno, de poder llevarle al plato de comida a tus pibes todos los días), ahí cambiaremos las cosas".