martes, 2 de enero de 2018

EL PAÍS 02 de enero de 2018 Opinión Argentina 2018

En este país hay, nuevamente, presos políticos. Destruido el Estado de Derecho, sin garantías ni respeto a la Constitución Nacional, ni custodia de ella por parte de la Corte Suprema, hoy en la Argentina hay por lo menos 20 presos políticos, encarcelados sin juicios ni condenas. Empezando por Milagro Sala, sometida por indígena, morena y luchadora social.
En este país el gobierno tiene en su cuenta negra casi un centenar de muertos en dos años de uso autoritario del poder. Encabezan la lista Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, asesinados ambos en circunstancias represivas y en esencia por racismo y protección a extranjeros amigos del presidente. Y la cierran los 44 compatriotas sacrificados en el submarino San Juan.

En este país la militarización es un hecho: el decreto 721 de mayo de 2016, mantenido prácticamente en secreto, devolvió a las Fuerzas Armadas la autonomía decisoria que en 1984 el presidente Raúl Alfonsín había traspasado a la órbita civil. Con este decreto Macri restituyó a los militares facultades políticas y un poder que en toda nuestra historia fue peligrosísimo. 
Por eso no es casual que en este país haya miedo, nuevamente hay miedo. Gran parte de la ciudadanía lo siente, y no sólo por inseguridad callejera sino por la desproporcionada remilitarización sin enemigo externo –o sea con el pueblo trabajador como enemigo interno– y por la impunidad de las fuerzas represivas que dirige una ministra a la que ni sus ex camaradas de Montoneros hubieran imaginado tan implacable ni tan feroz.
En lo económico, la cotización oficial del dólar empieza este nuevo año, tercero de la coalición marista-radical, a 19 pesos y subiendo. O sea casi el doble de hace sólo dos años, cuando estaba a 10 pesos.
La inflación anual verdadera es, por lo menos, del 25 por ciento. Todo lo demás son mentiras. Y mientras, los nuevos aumentos de tarifas de luz, agua, gas y combustibles han sido brutales, del orden del 100 por ciento o más.
Las inversiones nunca llegaron, ni a este paso llegarán, pero la deuda nacional aumentó a niveles gigantescos. Y los funcionarios que tomaron esas deudas son los únicos que ganaron, por especular y por las presumibles dimisiones que reciben.
El Presidente miente en casi todo lo que dice porque en general no sabe lo que dice. La vicepresidenta ídem, pero sin casi. Ambos hacen gala de un nivel de ignorancia cultural macizo, una insensibilidad y un desparpajo oral que dejan chiquito a Menem. Lo que parecía imposible.
En este país el gobierno practica la persecución a periodistas, y ha silenciado a casi toda la prensa opositora. Para ello se apoya en la complicidad del blindaje mediático. Para ello se apoya en la complicidad del blindaje mediático que le asegura el superpoder del complejo comunicacional que, además del monopolio del papel prensa y el casi absoluto de la televisión y los sistemas de cable, encima ahora le arrancó la telefonía móvil.
Y por si todo lo anterior fuera poco, este gobierno ahora le recorta ingresos a millones de jubilados, y el ajuste se lo hace pagar a los trabajadores mientras libera de impuestos a los ricos, a los bancos, al poder agrario y a las mineras e importadoras. El presidente se perdona a sí mismo la enorme deuda familiar por el escándalo del Correo Argentino. A la par del achicamiento del Conicet y la quita de pensiones por discapacidad.
En este país el gobierno central chantajea a todos los gobernadores y compra o amenaza a senadores y diputados para conseguir quórum o votos. Y ante las pocas voces dignas que se alzaron, ahora llegó al colmo anticonstitucional de acusar a diputados nacionales de la oposición ante tribunales ordinarios. 
En este país hay cada vez más “gatillo fácil”, los índices de criminalidad han subido, el femicidio y todos los delitos de género también, y las cárceles están cada día más llenas de procesados que de condenados. Pero el Ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, firma un convenio de colaboración con la Fundación Conin (Cooperadora para la Nutrición Infantil) que preside el médico Abel Albino, militante de Opus Dei y famoso por sus ideas cavernarias como que “la homosexualidad es un problema” y “la masturbación una adicción que genera angustia”, para “mejorar las condiciones de durabilidad de los niños de entre 3 y 5 años”, para lo que su ONG recibe 100 millones de pesos.
En este país la así llamada “justicia” es arbitraria pero además ahora bordea la ciencia-ficción: se inventa un plan criminal para dizque probar el asesinato de Alberto Nisman, de quien todos los peritajes probaron su suicidio, y se acusa de encubrimiento incluso a quien fuera secretario nada menos que de Interpol. Y todo en un contexto de abuso de “prisiones preventivas” y conductas judiciales ominosas como el trato vengativo y miserable que se aplica al ex canciller Héctor Timerman, gravemente enfermo pero a quien se impide la libre consulta médica.
Cuando se narran estas bestialidades fuera de este país, el asombro y la indignación son la respuesta, junto con el repudio a tanta mentira mediática.
Hicieron esto. Lo hacen. Seguirán haciéndolo este año. Todos los días. Es su modo, su estilo de gobierno. Nosotros lo sabemos. Como sabemos que todavía muchos que los votaron no se quieren dar cuenta. Ya lo harán.
John  William Cooke decía hace muchos años que “los pobres que votan a los ricos son como los perros: cuidan la mansión pero duermen afuera”. Ahora que en este país hay cada vez más argentinos a la intemperie, pero muchos todavía no quieren reconocer que su situación empeora a causa de lo que votaron, ese misterio sociológico tiene una única explicación: la desinformación y la ignorancia planificados. 
Para desinformar el gobierno tiene a los mentimedios, sus tinterillos, sus trolls, sus divas y divos, artífices todos del descerebramiento diario, nocturno y de cada domingo. Para asegurar la ignorancia, una de sus primeras “obras” fue eliminar el Plan Nacional de Lectura y el Conectar Igualdad. Ahora liquidan Canal Encuentro, Paka-Paka y la tele digital abierta. Y llevan dos años buscando destruir la educación pública, gratuita, laica y obligatoria. 

EL MUNDO 02 de enero de 2018 El líder norcoreano lanzó una nueva amenaza a Estados Unidos

“Siempre hay un botón nuclear”
En su tradicional discurso de Año Nuevo Kim Jong-un proclamó que Corea del Norte se convirtió en potencia nuclear en 2017 y le advirtió al gobierno de Trump “que no se atreva a iniciar una guerra ahora” porque “siempre hay un botón nuclear”.
Kim, ataviado con traje y corbata gris, transmitió un mensaje televisado a su país.
Kim, ataviado con traje y corbata gris, transmitió un mensaje televisado a su país. 
El líder norcoreano, Kim Jong-un, proclamó ayer en su tradicional discurso de Año Nuevo que Corea del Norte se convirtió en potencia nuclear en 2017 y se dirigió en tono amenazante a los Estados Unidos al advertirle “que no se atreva a iniciar una guerra ahora” porque “siempre hay un botón nuclear” en su escritorio.
A su vez, abogó por incrementar la producción de armas nucleares y de misiles balísticos: “Este año debemos centrarnos en la producción masiva de ojivas nucleares y misiles balísticos y acelerar su despliegue”.

Kim, ataviado con traje y corbata gris, celebró en su mensaje televisado que su país “logró la meta de completar su fuerza nuclear estatal” y, por eso, advirtió a Estados Unidos que “no se atreva a iniciar una guerra ahora porque siempre hay un botón nuclear en mi escritorio”. “Esto es una realidad, no una amenaza”, dijo el máximo líder de este país asiático, quien repitió una y otra vez que su arsenal sólo será utilizado cuando exista una amenaza de invasión o un ataque.
Desde que comenzó la escalada con el presidente norteamericano, Donald Trump, este año, Pyongyang ha dejado bien en claro que sus programas de armas buscan crear un equilibrio de poder con Washington y evitar un ataque del gobierno de Estados Unidos.
Tras un período de dura crisis económica que sentenció a la muerte a cientos de miles de personas por hambruna, Corea del Norte decidió en los años 90 negociar con el entonces gobierno estadounidense de Bill Clinton y ambos acordaron detener el programa nuclear militar de Pyongyang a cambio de ayuda económica y energética por parte de Washington. Este acuerdo, sin embargo, fue roto por el sucesor de Clinton, el ex presidente George Bush hijo, quien reinició la escalada verbal y diplomática, principalmente a través de sanciones unilaterales y multilaterales de la ONU, con Corea del Norte. 
Más tarde, Barack Obama, en sus ocho años de gobierno, no pudo o no quiso avanzar ni en un acercamiento ni en un endurecimiento de la posición estadounidense con Corea del Norte. La situación había quedado en suspenso hasta que Trump llegó a la Casa Blanca y eligió a Kim como uno de sus rivales internacionales predilectos. A lo largo de su primer año de mandato, el presidente estadounidense respondió a los sucesivos lanzamientos de misiles y pruebas nucleares del gobierno norcoreano con ejercicios militares en esa región asiática y con amenazas cada vez más explícitas. Trump llegó a advertirle a Kim que destruiría “completamente” su país en caso de un ataque a Estados Unidos. 
La tensión en la región y en gran parte del mundo llegó a límites inéditos desde el final de la Guerra de Corea en 1953, que culminó con un armisticio que impuso un límite territorial de facto entre las dos Coreas, pero nunca creó una verdadera frontera internacionalmente reconocida. 
En su mensaje de Año Nuevo, Kim eligió utilizar toda su artillería verbal contra Trump y mostrarse conciliador con uno de los principales aliados de Estados Unidos en la región, su vecino Corea del Sur. Una vez más, aseguró que el camino del diálogo está abierto.
“Cuando se trata de las relaciones Norte-Sur, debemos reducir las tensiones militares en la península coreana para crear un entorno pacífico”, sostuvo el líder norcoreano y le pidió a Seúl que elija ese camino en vez de “ser parte” de las medidas estadounidenses que “amenazan la paz y la seguridad”.
Instó a Seúl a poner fin a las maniobras militares conjuntas que realiza con Washington anualmente en la península coreana y que desde el inicio considera un ensayo de invasión a su país. 
Pese al hermetismo inigualable de su país, Kim también intentó mostrarse moderado y abierto al mundo. Anunció que su país está dispuesto a enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang 2018 que se celebrarán en febrero, lo que representa un paso histórico para el deporte de ese nación.
Las repetidas pruebas armamentísticas de Pyongyang –una veintena de misiles lanzados, incluidos tres intercontinentales, y su sexta y más potente prueba nuclear hasta la fecha– le valieron a lo largo de este año que culminó un número record de resoluciones de la ONU con sanciones directas contra su sistema financiero, su comercio exterior, su sector energético y su clase política.
Gracias a su hermetismo y la censura total a la prensa internacional, es difícil estimar cómo han afectado estas sanciones y cuál es el estado real de la economía del país y el clima social y político. 
Sin embargo, los pocos desertores que logran escapar del territorio hablan de campos de detención, de pobreza estructural, de corrupción y de una represión estatal que alcanza a todos a los sectores de la sociedad y los aspectos de su vida cotidiana.

Humor

EL PAÍS 02 de enero de 2018 Opinión El mejor equipo está en problemas

Imagen: EFE
La simbiosis entre comedia y sensación de futuro dramático signó el fin de año argentino, al menos para quienes viven con interés la cosa pública en sus términos políticos.
 Circuló muy fuerte la pregunta de qué hubiera pasado en cualquier país, de los denominados serios, si a pocas horas de aprobarse el presupuesto nacional aparece el mismísimo jefe de Gabinete, al frente de las máximas autoridades económicas, para el anuncio conjunto de que lo sancionado por el Congreso es un chiste de cierre de temporada porque el cálculo inflacionario debe “recalibrarse”. 

En las redes, el interrogante fue formulado con tono sarcástico por parte de quienes aborrecen al modelo vigente. Pero también pudo registrárselo en espacios mediáticos de ostentosa adhesión al macrismo y en las intervenciones de los economistas situados más a su derecha todavía, que exigen terminar con estas ambigüedades y ajustar el déficit fiscal en un solo saque. 
 Como sea, la pregunta adolece de cierto error conceptual y no porque el recalibrado ya estuviese previsto en el presupuesto 2018 (15,7 por ciento de inflación), aunque el tema no es ese sino la confesión de que lo importante no estaba en lo votado por el Congreso. 
 En esos países de instituciones y seriedad jurídica tan preciadas nunca podría ocurrir lo que acaba de protagonizar el mejor equipo de los últimos 50 años. Estados Unidos, la semana pasada, quedó nuevamente al borde de moverse sin presupuesto y “cerrar” su gobierno, hasta que demócratas y republicanos resolvieron extender por un mes el margen de negociación para convenir las cuentas de 2018. Entre 2010 y 2011, por tomar otro ejemplo de afectación institucional, los belgas pasaron 541 días sin Ejecutivo por falta de acuerdo parlamentario. Pero que en la jornada posterior a aprobarse la Ley de Leyes un gobierno anuncie la revisión de los números, porque fracasó en sus estimaciones inflacionarias, no tiene antecedentes en el mundo. Ni en el serio, ni en ninguno, ni nunca. Tampoco los tiene que el jefe del Banco Central, en vez de irse a su casa, acepte poner la cara como si nada hubiera sucedido respecto de la dichosa independencia del organismo. Federico Sturzenegger no sólo hizo eso, sino que divagó durante largos minutos acerca del maravilloso andar de la “inflación núcleo”. Es decir, aquella eximida de factores estacionales y de precios regulados. Mostró curvas coloreadas de lo bien que anda todo, salvo que se cuenten los aumentos de luz, gas, nafta, transporte, medicina prepaga, peajes, vigentes y por venir. Y cuando se le preguntó por el festival de endeudamiento, con sus Lebac a tasas estratosféricas, dijo que debe verse la parte llena del vaso:  Argentina volvió a financiarse y recomponer sus fondos en dólares,  como si esas reservas no corrieran el riesgo de volar abruptamente ante cualquier cambio de humor en el flujo internacional de divisas o, más simple, cuando entre en duda la capacidad de pagar la fiesta. 
El aspecto más técnico de lo anunciado queda en manos de especialistas. Pero tampoco debe cederse ante la habitual apretada de que, para interpretar en profundidad anuncios económicos, es necesario disponer de saberes específicos. El fondo de la cuestión es que para los próximos tres años se requieren unos 60 mil millones de dólares de financiamiento y que por favor “los mercados” sigan prestando, bicicleta mediante, so pena de que al macrismo se le complique la reelección. Cumplido eso, ya vendrán los tiempos de recurrir directamente al Fondo Monetario para producir el ajuste final tan ansiado. El FMI lo exige ahora mismo, en verdad, como se conoció en estas horas con la recomendación de sus directores (informe tras la consulta al artículo IV) para frenar el aumento en áreas que crecieron “muy rápidamente en los últimos años; en particular los salarios, las pensiones y las transferencias sociales”.
 Pero hoy no se puede. Hay un Congreso requirente de negociaciones con una sección amigabilísima del peronismo y con la que, sin embargo, debe transarse arriba y debajo de la mesa. Más un clima callejero que no termina de cerrar favorablemente y, mucho menos, tras la ruptura de una parte del contrato simbólico con sectores medios, gracias al saqueo de los fondos jubilatorios que disfrazaron de “reforma”. 
 Con la reelección en el bolsillo si a Mariu le llega lo que está previsto en el pacto fiscal para inundar el conurbano de obra pública, mantención del asistencialismo básico, (muy) buena muñeca con los movimientos sociales, toda la represión hormiga que haga falta y continuar la persecución judicial a símbolos kerneristas, ya estaríamos. Y llegado el caso hay una imagen de recambio importante, además, de la que un eventual realineamiento opositor carece, por ahora, por completo. Marcos Peña se desempeñó en la conferencia de prensa del jueves como una suerte de verdadero presidente, Mariu es la bala de plata que lucha en soledad contra las mafias y, si fuere necesario, está el indemne Horacio Rodríguez Larreta con su imagen positiva gigantesca entre un electorado porteño de proyección nacional, como corresponde a que Dios atiende en Buenos Aires. Las interferencias a ese panorama idílico sólo pasarían por los exabruptos de Carrió pero, aun evaluando que su poder de erosión es alto, está claro que su capacidad constructiva no existe. Nadie la toma seriamente en ese sentido y, en Cambiemos, lo que asusta de su egocentrismo no llega al límite de imaginar graves perjuicios, excepto que el panorama oficial se ennegrezca seriamente. Saben que siempre será Lilita. Nunca Elisa.
El problema de este laboratorio, como factor emblemático, es que el jueves pasó lo que pasó. 
¿Acaso el país estuvo en vilo durante esa puesta en escena, atento a lo que pudieran informar Peña y sus secretarios? ¿Hubo conmoción popular debido a que anunciaron la virtual insignificancia del presupuesto votado un día antes? ¿Hubo algún diputado o senador entre los que aprobaron ese presupuesto, siquiera por acting, que tuviese mínimamente la actitud de indignarse en público? No. Pero en el ecosistema del poder real se tomó natural nota de que cuando se sale a publicitar una coordinación perfecta significa que no hay coordinación, o que está deteriorada. Los dichosos cuadros del macrismo, el mejor equipo, el duranbarbismo invicto, quedaron en dificultades para mostrar liderazgo unificado. No son internas estratégicas porque no hay conflicto severo de intereses hacia dentro del bloque dominante, y la breve escalada del dólar es -supongamos- un reacomodamiento coyuntural. Pero sí ocurrió el renovado aviso de que el Gobierno entró en una zona de luces anaranjadas. La presentación mediática es que Sturzenegger tuvo que rendirse, pero la percepción es que hay heridas complicadas porque no se ofreció seguridad. Nicolás Dujovne, quien habitualmente es hombre de retórica inequívoca, se exhibió dubitativo. De por sí, cuando un funcionario de su nivel tiene que decir “recalibrar”, al borde de Año Nuevo, mientras a su lado el presidente del Banco Central no sabe dónde meterse, se está 1 a 0 abajo desde el vestuario. 
En febrero de 2012, cuando Cristina pidió “sintonía fina” en el timoneo de las paritarias para que la inflación no se desbocara, la oposición se le fue encima y la prensa se encargó de dibujarla débil, acosada, en medio de una tormenta fiera. Hoy, esos mismos medios protegen algo mucho más peligroso que aquella solicitud de moderación sindical. Pero el tema no es de qué la van esos voceros mediáticos, porque a esta altura ya lo sabe cualquiera que no habite en un frasco, sino el modo en que eso muestra un flanco oficial estropeado.
Por las dudas: ni aroma inminente a corralito, ni graves amenazas al firme andar de la coalición de derechas gobernante, ni nada que se le parezca. 
Pero sí es certero que Cambiemos recibe 2018 con un horizonte que imaginaba enormemente más plácido tras la victoria electoral de hace dos meses y monedas. 
Este país siempre le da sorpresas a quienes se sobrevalúan.

EL PAÍS 02 de enero de 2018 · Actualizado hace 2 hs El intendente de Mar del Plata quiere atraer inversiones con "chicas bonitas"

Entre la ignorancia y el machismo
El intendente Arroyo volvió a dar la nota con otra de sus desafortunadas declaraciones. A su fórmula para seducir inversores sumó una explicación de los femicidios con una errada definición del machismo.
Como no podía ser de otra manera, el intendente de Mar del Plata, Carlos Fernando Arroyo, empezó el año con una de sus declaraciones cargadas de ignorancia y machismo. Ayer, cuando La Feliz recibía a los primeros turistas del año, Arroyo pidió “chicas bonitas” para atraer inversiones y justificó los femicidios y la violencia contra las mujeres con una desafortunada definición del machismo.
El mismo intendente que a un mes del asesinato de Lucía Pérez, la adolescente brutalmente abusada en esa ciudad, dijo que las campañas contra la violencia de género eran una manera de “malgastar” el dinero por ser una “moda” y comparó a los indigentes con perros callejeros, el hombre de Cambiemos volvió a dar la nota al referirse a las futuras inversiones que espera el municipio.

Vamos a mandar a alguna chica bonita a convencer empresarios que vengan a invertir a Mar del Plata", fueron las palabras de Arroyo, cuando fue consultado por el proyecto del parque industrial de la Ciudad y las obras pendientes. Pero la definición del intendente de mujer-objeto no se quedó ahí, fue más lejos. Consultado por los femicidios en esa ciudad, Arroyo culpó al “machismo tradicional”, al que consideró “una enfermedad no sé por qué motivo” y remató: "Ahí está la gran llave, en el día que logremos igualar en la mente de cada argentino que comprenda que una mujer es igual a un hombre y un poco mejor, porque además nació para ser madre y nosotros no", se encargó el intendente de reforzar el estereotipo.
Además de turistas, a Mar del Plata llegaron las críticas por las palabras vertidas por el intendente, que refuerzan la violencia simbólica contra las mujeres, algo penado incluso desde la sanción de la ley para prevenir y erradicar la violencia contra de género.

EL PAÍS 02 de enero de 2018 · Actualizado hace 45 min El Gobierno prepara un proyecto para “optimizar” los recursos militares El recorte llega a las fuerzas armadas

El ministro Oscar Aguad convocó a la conformación de un grupo de trabajo para diseñar una reforma en el área de Defensa. Se propone redistribuir bases, unificar organismos y pasar obligatoriamente a retiro a todos los que superen 35 años de servicio.
Imagen: Armada Argentina, en Twitter
El plan de ajuste del gobierno de Cambiemos también alcanzará a las Fuerzas Armadas. Una resolución del Ministerio de Defensa de fines del año pasado convoca a la conformación de un “Grupo de Trabajo Ley de Personal Militar” para elaborar un proyecto que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso para modificar la Ley 19.101 del personal militar. Entre los objetivos centrales de la iniciativa figuran “redistribuir bases, unificar organismos y prever el retiro obligatorio de personal civil o militar con 35 años de servicios efectivos”, además de “crear un solo decreto reglamentario común para las tres fuerzas” que elimina las particularidades que hasta ahora ostentan cada una de ellas.
La desaparición del submarino ARA San Juan, con 44 tripulantes a bordo y aún sin dilucidar tras más de un mes y medio de su último contacto, retrasó el objetivo central del Gobierno en el área de Defensa: el ajuste en las Fuerzas Armadas. “Si no se optimizan los recursos, no habrá capacidad operativa, ya que más del 80 por ciento del presupuesto militar se destina actualmente a pagar sueldos y gastos operacionales”, afirmó el diputado macrista Gastón Roma, que deja en claro por dónde pasará la “optimización” militar del Gobierno.
Para el legislador fueguino que integra la comisión de Defensa de la Cámara baja la reforma es “indispensable” y “el objetivo es equilibrar y optimizar los fondos para generar capacidad operativa genuina en el corto y mediano plazo”.
Roma sostiene que para “generar cambios de fondo en la estructura militar”, “hay que redistribuir bases, unificar organismos y prever el retiro obligatorio de personal civil o militar con 35 años de servicios efectivos”.
De acuerdo a la resolución que lleva la firma del ministro radical Oscar Aguad, el grupo de trabajo estará integrado por “personal militar de las tres FF. AA. y personal civil especialmente convocado por el Secretario de Estrategia y Asuntos Militares del Ministerio de Defensa”, que tendrá un plazo de 30 días corridos para elaborar “un listado tentativo de capítulos y títulos constitutivos de la norma a elaborar”. Aunque abrá un plazo de 9 meses para redactar el proyecto final que el Gobierno enviará al Congreso.
Los incisos del artículo segundo de la resolución marcan los lineamientos generales que desea el Gobierno. Entre ellos, que “deberá contemplar el ciclo de vida completo del personal”; que “el plan de carrera se sustentará en la premisa de que la razón de ser de las Fuerzas Armadas, y por lo tanto de su personal, radica en la misión y las funciones enunciadas en la Reglamentación de la Ley de Defensa Nacional” y “considerar que las actividades no operativas no relacionadas clara y directamente con la misión y funciones antes señaladas serán cubiertas prioritariamente con personal civil”. 
Pero que fundamentalmente “deberá conducir a la optimización de los recursos sin condicionantes de ninguna índole, clarificando los derechos y deberes del personal” y dar lugar “a un solo decreto reglamentario, común para las tres FF. AA.”
Entre sus fundamentos, la resolución rubricada por el ministro Aguad argumenta que “la existencia de reglamentación para cada FFAA y la introducción a lo largo del tiempo de múltiples modificaciones al régimen legal vigente dificulta la interpretación precisa de la ley” y que “el alto grado de litigiosidad que enfrenta el Estado Nacional se debe entre otras causas a la falta de actualización de la ley 19.101”, por lo tanto “constituye un objetivo prioritario del Gobierno Nacional la reconversión del sistema de Defensa Nacional”.

EL PAÍS 02 de enero de 2018 · Actualizado hace Ahora El pasaje pasaría de 7,50 pesos a 9,50

Confirman que aumentará el subte
La medida será anunciada formalmente en la semana. "Cambiemos hace que el transporte público se convierta en un artículo de lujo”, dijeron desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro. La suba para las cinco líneas será del 26,6 por ciento.
Imagen: Télam
Al anuncio de aumentos en los boletos de colectivos y trenes confirmado la semana pasada se le sumará una suba en el pasaje de subtes, que pasaría de 7,50 pesos a 9,50. Así lo dispuso el Ministerio de Transporte, que anunciará formalmente la medida en los próximos días. La decisión “no me sorprende”, sostuvo el titular de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro, Roberto Pianelli, para quien la administración de Cambiemos “hace que el transporte público se convierta en un artículo de lujo”.
La suba en los subtes no sorprendió y el sustento básico de quienes lo decidieron está en los próximos aumentos de combustibles y de las tarifas de los demás transportes. Según trascendió, el valor del viaje en cualquiera de las cinco líneas tendría un incremento de 26,6 por ciento, con lo cual el pasaje valdrá al menos 9,50.
Para concretarlo, el Gobierno debería convocar primero a una audiencia pública en la que se discuta la pertinencia del incremento en el precio del viaje. No obstante, la fecha aún no fue confirmada. De todos modos, añadió Pianelli, esas convocatoria son una mera “formalidad”.
“Las hacen en horarios inaccesibles, solo las publican en Internet y, cuando se hace, hay 200 personas que dicen que el aumento es una barbaridad, pero el Gobierno después lo aumenta igual”, criticó el dirigente gremial.
La administración de Horacio Rodríguez Larreta “hace que el transporte público se convierta en un artículo de lujo que deja de ser accesible para los sectores vulnerables”, agregó y aclaró que quien dispone las subas en las tarifas no es la concesionaria Sbase sino el Poder Ejecutivo de la ciudad. “Y lo hace de forma indiscriminada”, añadió durante una entrevista por Radio Rivadavia.
Según  Pianelli, lo que no hay que perder de vista es que “para este gobierno, el transporte es una mercancía, no un derecho de los que viven en una gran ciudad".