lunes, 29 de agosto de 2016

En el programa de Roberto Navarro analizaron los datos que aportó el Indec, que arrojaron que entre los más jóvenes la desocupación alcanza el 18,9%.
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EN EL PAMI, EL MACRISMO CREO 351 PUESTOS Y LES ASIGNO SALARIOS DE HASTA 160 MIL PESOS MENSUALES Para remedios no, para más cargos sí

Por Miguel Jorquera
El titular del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (más conocido como PAMI), Carlos Regazzoni, denunció en junio –ante un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados– que durante la gestión kirchnerista existieron “circuitos mafiosos” en la institución que se encarga de la salud de los jubilados. Tal vez por eso, el funcionario nombrado por el presidente Mauricio Macri armó su propio ejército de autodefensa en el PAMI: modificó el organigrama institucional y creó 351 cargos nuevos, gran parte de ellos con sueldos jerárquicos que trepan hasta los 161 mil pesos mensuales. Pese a sus quejas sobre “la grave situación administrativa” del PAMI, Regazzoni sumó 27,6 millones de pesos mensuales a la masa salarial de la institución. Una cifra que, con el Sueldo Anual Complementario (SAC) y el 31 por ciento de aumento que el gremio estatal UPCN acordó posteriormente con la entidad –personal jerárquico incluido—, alcanza a 447.595.200 de pesos anuales, que la obra social de los jubilados deberá desembolsar para pagar el masivo incremento salarial de los funcionarios macristas.
Ese monto de dinero representa casi el 90 por ciento de los 500 millones de pesos que la actual gestión del PAMI recortó de su gasto anual en medicamentos. O casi el 20 por ciento de la deuda 2600 millones de pesos que el PAMI acumuló en los últimos ocho meses con las farmacias que dejaron de atender a los jubilados por falta de pago y que recién en junio se comenzó a saldar parcialmente. Así como el equivalente a 4388 prótesis importadas de cadera (a un valor de 102 mil pesos cada una, con la cotización del dólar a 15 pesos) que la obra social dejó de comprar y abastecer a las clínicas que operan a los pacientes del PAMI.
El seguimiento que los diputados nacionales del Frente para la Victoria hace a la gestión macrista en el PAMI –y que encabeza Teresa García, como integrante de las comisiones legislativas de Personas Mayores y de la Tercera Edad– determinó que una de las primeras medidas de la gestión de Regazzoni fue modificar el organigrama del PAMI, que blanqueó a través de la resolución interna 2/16.
La modificación de la estructura administrativa le permitió a Regazzoni crear al menos 351 cargos nuevos desde el inicio de su gestión en diciembre pasado, cuyas designaciones acompañaron en escala ascendente todas las resoluciones internas que siguieron a la modificación del organigrama. A excepción de aquellos nombramientos cuyos salarios no superen los 50 mil pesos mensuales y que no están obligados a publicar en el boletín oficial de la institución.
Aunque la escala salarial del PAMI se compone de unidades retributivas (UR) determinadas para cada tarea específica, Regazzoni equiparó la mayoría de los cargos creados con los niveles salariales más altos de la obra social de jubilados y pensionados.
Así, los funcionarios macristas que ocuparán las flamantes 9 secretarias para las gerencias, las 3 para la Jefatura de Gabinete de Asesores y 1 nueva secretaría administrativa, cobrarán nada menos que 161 mil pesos mensuales brutos. Que con la deducción de los descuentos de ley y la alícuota del Impuesto a las Ganancias llegan a la cifra nada despreciable de 91 mil pesos de bolsillo, sin contabilizar el 31 por ciento de la paritaria de UPCN –que también alcanza a los funcionarios jerárquicos del PAMI– se transforman en 118 mil pesos mensuales en la cuenta sueldo de cada uno de ellos.
Los siguen, en la escala salarial que fijó la administración macrista en su organigrama, el nuevo coordinador –que en el nuevo esquema está “por encima del despacho del director ejecutivo”– y los también nuevos gerentes de Planificación Territorial, de Desarrollo Estratégico y de Asuntos Judiciales y de Gestión para la Calidad. Que junto a los Coordinadores de Gerencia de la Administración, de Prestadores y Proveedores, cobran 142 mil pesos mensuales brutos cada uno. Unos 81 mil de bolsillo sin contabilizar el aumento paritario.
Los 4 noveles coordinadores regionales designados por encima de las Unidades de Gestión Local (UGL) cobran 101 mil pesos mensuales brutos cada uno, equivalente al salario de un director nacional. La resolución 16/16 también creó la Coordinación General Ejecutiva en todas las UGL: 38 cargos con los mismos salarios de un director nacional, 101 mil pesos mensuales brutos.
La nueva estructura del Síndico General del PAMI tiene 13 empleados más con salarios de 83 mil pesos mensuales brutos.
En las escalas salariales algo inferiores, las designaciones son más numerosas. Los nuevos 80 jefes de agencia quedaron algo más relegados y cada uno percibe un salario en bruto de 52 mil pesos mensuales.
La gestión macrista del PAMI tampoco dejó de lado los “contratos basura” que criticó y con los que justificó miles de despidos de trabajadores estatales en todos los niveles de la administración pública. Una sangría que el viernes pasado continuó el ministro de Educación, Esteban Bullrich, con 200 contratados despedidos por su decisión de desactivar distintos programas educativos.
Regazzoni adecuó los salarios de los nuevos contratados por el macrismo no a valores del acuerdo paritario de UPCN, sino a valores del tarifazo en los servicios públicos esenciales, aumentándolos entre un 500 y un mil por ciento. Los nuevos 145 contratados Letra A “sin función específica” –algo que no contempla la escala salarial del PAMI, donde los sueldos están fijados de acuerdo a la tarea a desempeñar– cobran 85 mil pesos mensuales brutos cada uno. Mientras que los 50 con contratos letra B, también “sin función específica”, se llevan 52 mil pesos brutos. Estos 195 contratados no percibirían aguinaldo (SAC).
Los 351 nuevos cargos que asumieron los flamantes funcionarios macristas suman una erogación mensual a la obra social de 27.633.000 pesos mensuales. Una cifra que a lo largo de un año –incluido el Sueldo Anual Complementario (SAC) a excepción de 195 nuevos contratados– trepa a 344.304.000 pesos. A lo que hay que sumarle el 31 por ciento de aumento salarial que UPCN cerró posteriormente a los nombramientos en la paritaria que incluye al PAMI y todas las categorías de la obra social, por lo que cifra anual alcanza 447.595.200 de pesos anuales. Por ahora, parece que la gestión “austera” y “transparente” que el macrismo fijó para el PAMI solo alcanza a los jubilados y a las prestaciones de la institución.

RUBEN TORAZA DIXIT

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Chorro y vago

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EL PAIS › OPINION Palmeras, ensoñaciones

Por Eduardo Aliverti
Cualquier desprevenido que aterrice en Argentina por estos días e, inclusive, quien viviendo aquí se interese entre poco y nada por la escena política y social, tendrá problemas para entender el origen de un clima espeso. Si lee y escucha a la militancia periodística macrista, resulta que el kirchnerismo desquiciado, envuelto en la corrupción, víctima de un desbande imparable, no sólo habría resurgido de sus cenizas de la noche a la mañana sino que tiene la capacidad de arrinconar al Gobierno y desestabilizar el país.
El volumen organizativo de la banda K es efectivamente asombroso. Sin ir más lejos: las varias toneladas de fruta fresca que productores patagónicos llevaron a Plaza de Mayo, para protestar contra sus condiciones de rentabilidad, se agotaron porque apenas en un rato, a través de las redes, los kirchneristas organizaron a miles y miles de personas para que se precipitaran sobre peras y manzanas. Pero eso no es nada comparado con la aceitada máquina kirchnerista que agita la protesta popular a través de ataques a comitivas presidenciales, tomas de tierra, piquetes y convocatorias a vecinos, militantes y circunstanciales para alentar eventos antimacristas; y para lo cual se cuenta con micros, viandas y viáticos para todos. Esto último es tomado textualmente de un panfleto apócrifo circulante por las redes, atribuido a Luis D’Elía sin más ni más, bajo el título de “Comunicado Nº 150” y el encabezado de la organización Miles, que Clarín publicó el viernes como otra de las pruebas de la avanzada agitadora de los K. Y es probable que sea en este punto donde deba terminarse toda pretensión irónica. Difícil encontrar las palabras que alcancen para dimensionar una bajeza grotesca de ese tamaño. Algunas son mucho más divertidas, siempre dentro del género surrealista. El martes especificaron que “como consecuencia del estado de deterioro en que quedó la Casa Rosada tras doce años de gobierno kirchnerista” murió una de las históricas palmeras de la Casa Rosada, afectada por un persistente pérdida de agua que la actual gestión ya reparó. Quizá pueda afirmarse que la proyección geométrica de las barrabasadas del periodismo militante oficial es armónica con un gobierno que, como ya se afirmara hace un par de columnas, ve vencer el plazo fijo de echarle todas las culpas al anterior.
En la semana se conoció que el índice de desempleados está cerca del promedio de dos dígitos, con epicentros que los superaron: Gran Rosario (11,7%); Mar del Plata (11,6%); Gran Córdoba (11,5%); partidos del GBA (11,2%) y Río Cuatro (10,5%). Obviamente, la interpretación de autoridades y adeptos es, primero, que ahora las estadísticas oficiales se miden bien y, después, que el kirchnerismo había dejado de medir (siendo que además mentía) en el tercer trimestre de 2015. Es curioso –si la manipulación de cifras por parte del gobierno anterior se toma como veraz, pudiendo en cualquier caso ser verosímiles– que durante el año pasado no manifestaran su preocupación la industria, el comercio y los gremios. Y es incontrastable que las zonas donde la desocupación avanza son precisamente las industriales, como efecto de plena responsabilidad macrista por causa principal de un mercado interno desgastado, recesivo y sumido en una fiesta importadora. En Rosario, Mar del Plata y Córdoba, como lo admitieron funcionarios del área laboral en las dos primeras, el empleo registrado se desplomó por el parate de construcción, industria textil, metalmecánica, comercio, pesca, sector frutihortícola. Todo ocurrió con preeminencia en el segundo trimestre de este año. Tampoco puede decirse que sea de simpatías kirchneristas el Centro de Estudios Orlando Ferreres, que el viernes reveló haber registrado la mayor caída del PBI en lo que va del año, con un retroceso interanual del 5 por ciento respecto de 2015 y atando las perspectivas de mejoras a que despegue el blanqueo de capitales (que no arranca) y la inversión en obra pública (amenazada por un déficit fiscal creciente, en la visión de los gurkas del mercado y de una parte del equipo económico rotulada como las palomas del ajuste). Se suma el relevamiento del Centro de Economía Política Argentina conocido ayer, señalando que un cuarto de los conflictos laborales de julio pasado fueron por atraso en el pago de sueldos. A todo esto, conviene recordar que esos números no reflejan el impacto del achique en la economía informal, situado en alrededor del 35 por ciento de la población activa. Alfonso Prat Gay disertó también el viernes en Nueva York, en un foro organizado por el Consejo de las Américas, y reconoció que la inflación anual superó ya el 40 por ciento, aunque insistió en decir que “el trabajo sucio está mayormente hecho”. Notable frase con la que uno de los “moderados” del equipo económico vuelve a evocar el lenguaje de los genocidas, como para advertir de su ingenuidad o cinismo a quienes hablan de errores comunicativos gubernamentales y no del programa que llevan a cabo a perfectas sabiendas.
Mientras tanto, los parlantes mediáticos del macrismo festejan que sí arrancó el “Puerta a Puerta” de los encargos de productos desde el exterior. Es un símil de Macri celebrando el acuerdo con la empresa Mercado Libre cual avance hacia la pobreza cero. Como señaló el economista Claudio Scaletta en el suplemento Cash del pasado 14 de agosto, acerca de los supermercados de la Argentina amarilla que se manifiestan con cerdos daneses, pollos brasileños, manzanas chilenas, naranjas españolas y frutillas polacas, entre otros tantos productos planetarios, “(…) el debate económico local retrocedió décadas. Junto con las mercancías exóticas reaparecieron los defensores de la apertura económica, como herramienta de disciplinamiento de precios internos o de incentivo a la competitividad. Imposible no recordar la publicidad de las sillas importadas de Martínez de Hoz. Resulta asombroso tener que volver a dar en el presente el mismo debate que hace 40 años. No sólo por el paso del tiempo, sino porque ahí está la historia para conocer de antemano los resultados que tuvieron esas políticas, sobre el aparato productivo y el empleo”. Si lo increíble de ese retroceso pudiera explicarse por la ensoñación o ansias de castigo que una mitad apenas mayoritaria de los argentinos votó en noviembre último, el malhumor y las reacciones por ahora sectoriales que genera el ajuste no se sostienen con el ridículo argumento de la agitación K para pudrir todo. De algo de eso da cuenta, entre otros hechos, la lisiada reunificación de la CGT. Quedaron afuera alrededor de un centenar de gremios y adentro el maxiquiosco de Luis Barrionuevo. Algunos directamente ni asistieron, comandados a derecha por las huestes del capataz Gerónimo Venegas. Otros, como los bancarios que lidera Sergio Palazzo, se fueron por izquierda de la posibilidad de cargos, pero se quedaron para no beneficiar al macrismo con aliento de ruptura. Como sea, es muy probable que las vertientes que se fusionaron articulen con movimientos sociales del ecosistema panperonista en la presencia callejera. Nada de todo esto sucedería si el clima social y la presión de las bases no lo enmarcaran, del mismo modo en que el rechazo masivo al tarifazo sembró el fallo de la Corte Suprema.
Si de Justicia se trata, y esta vez sí con mayúscula, vaya en el cierre de esta columna la emoción –¿qué otra palabra?– por el fallo del Tribunal Oral Federal Nro.1 de Córdoba, que en la megacausa por el campo de concentración La Perla y otros centros clandestinos de la provincia dictó 28 condenas a prisión perpetua, 43 penas de hasta 21 años y sólo cinco absoluciones. Solamente Luciano Menéndez, alias “el Cachorro” o “la Hiena”, quien con ésta ya acumula 14 condenas, fue encontrado culpable de 52 homicidios, 260 secuestros y 656 casos de tortura, más el robo de un bebé. Enrique “Nabo” Barreiro, el jefe de los torturadores fugado en Estados Unidos hasta 2007 e impune hasta el fallo, también recibió la condena a perpetua. En el proceso se recibieron unos 600 testimonios durante más de mil horas de audiencia. Hubo 717 víctimas involucradas y están desaparecidas 279, habiéndose recuperado e identificado los restos en 71 casos. Son números que ya circularon en forma no tan cuantiosa, al menos en la inmensa mayoría de la prensa de alcance nacional, y cuyo carácter escalofriante se equipara a la persistencia de una lucha inquebrantable. Argentina ratifica que es ejemplaridad mundial en el enjuiciamiento y castigo a los genocidas. El fallo del tribunal cordobés vino a coincidir con tanta declaración repugnante y acumulada de funcionarios nacionales, que fueron capaces de bastardear la memoria poniendo en duda la cifra de desaparecidos o diciendo que no tienen idea del tema. Contra todas esas pretensiones olvidadizas, espantosas, que provocan una vergüenza universal, el dictamen por La Perla les recuerda de qué se trata y de qué continuará tratándose.
Las bestias no tendrán paz, porque los imprescindibles no descansan.