lunes, 1 de febrero de 2016

Tras la polémica, habló la directora de Radio Nacional

En ese sentido, la periodista aseguró: "Acá no hay ninguna lista negra, ninguna persecución ideológica. Hay periodistas de la gestión anterior que van a seguir este año" y dijo: "Lo que yo le dije a Jorge Halperín, que me mencionó en Twitter, es que cuando se ponga a revisar su cuenta, se va a dar cuenta de que me agredió".

"La verdad que a mí me pareció agresivo pero cuando alguien te menciona, lo lees. Yo generalmente contesto, incluso en las redes sociales" y afirmó: "El problema es que estos periodistas quieren continuar en la Radio Pública para siempre, como si no fuera de todos".
Además, afirmó: "Me sacaron de contexto, es típico de 6,7,8 hacerlo, lamentablemente ya estoy acostumbrada".
Sin embargo, mientras la directora daba su descargo, la periodista Cynthia García respondió: "Nadie la saca de contexto. Ella contestó a la pregunta si hacía suyas las expresiones de Hernán Lombardi" y prometió subir el video a su canal de Youtube.

domingo, 31 de enero de 2016

EL CERCO JUDICIAL DE MORALES PARA ACORRALAR A SALA Huevos y bombachas

Por Irina Hauser
El cerco judicial con que Gerardo Morales y sus aliados políticos intentan asfixiar a Milagro Sala y la red de organizaciones sociales que lidera empezó por lo menos seis años atrás, o más. Con humor, los jujeños hablan de las causas penales de “los huevos y las bombachas”. La de los huevos se originó por un escrache a Morales en 2009, cuando era senador y fue a dar una charla sobre control de fondos públicos al Consejo de Ciencias Económicas de Jujuy. Un grupo de militantes sociales le tiró de todo, entre otras cosas huevos, y aunque “la Flaca” –como le dicen a Sala– estaba en la otra punta de la provincia, él la acusó de instigadora y el expediente desde entonces está abierto. El caso de las bombachas tiene un comienzo desopilante: un día la hija de María, asistente de Milagro, hacía compras en la feria y descubrió que en un puesto estaba en venta la ropa interior que su mamá había traído de Italia y que desapareció con las etiquetas puestas cuando unos ladrones desvalijaron su casa. La vendedora quedó detenida, pero la chica también, aunque sólo a la primera la liberaron enseguida. El hecho fue que la jefa de la comisaría denunció que Milagro la había amenazado por teléfono cuando llamó para cuestionar que dejaran presa a quien había descubierto el robo. “¿Por negra?”, inquirió a su estilo. A la comisaria Silvina Cabero la representa como abogado en la querella el hijo del gobernador Morales, Gastón.
Así, con estas historias y el brazo armado del Poder Judicial local, se asientan las estrategias que buscan minar el camino de Sala, o su vida. El 16 de enero fue detenida por protestar y acampar frente a la gobernación, pero era evidente no podía ser esa una razón para dejarla en prisión. El juez Gastón Mercau extendió el encierro lo más posible, casi dos semanas, lo suficiente como para que el oficialismo local armara una denuncia en la que se le endilga junto a un grupo de cooperativistas el desvío de fondos públicos para viviendas. El viernes a las 8.30 el juez finalmente le dio la excarcelación por la protesta pero a la media hora le notificó que quedaba detenida por partícipe de una asociación ilícita y fraude a la administración pública. Pareció una burla. Era la confirmación de una persecución contra alguien que es icono de la militancia territorial pero que lleva en sus orígenes la militancia sindical con los trabajadores del Estado, que hoy se vuelve significativa ante los miles de despidos del gobierno de Mauricio Macri.
El juez Mercau habilitó la feria judicial para tramitar esta causa por supuesta corrupción cocinada en unos pocos días y hasta última hora del viernes no había notificado a los abogados las razones tan acuciantes para hacerlo, ni había puesto fecha para indagar a Sala y al resto de los imputados. Nadie en tribunales, en cambio, atinó a habilitar la feria de enero para tratar las presentaciones penales de un tenor no menor que involucran a Morales. Por empezar, la denuncia por abuso de derecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público, por quitarle por decreto (403-G2016) la personería jurídica a la Tupac Amaru y la red de organizaciones y el acceso a beneficios sociales. El texto les adjudica “delitos cometidos en oportunidad de la toma y acampe en el denominado Paseo de la Bandera”, en Plaza Belgrano, que hasta entonces ningún juez había mencionado. La misma disposición los obligaba a empadronarse y aceptar el Plan de Regularización y Transparencia de cooperativas y beneficios sociales. De la mano, la organización presentó una medida cautelar, algo que requiere urgencia, para evitar la aplicación del decreto y planteó su inconstitucionalidad. Alegó la violación de los derechos de libertad de expresión, de petición, libertad de asociación, reunión pacífica, debido proceso legal y derecho al trabajo, según explicó el abogado Luis Paz. “Al quitar la personería habilitaron que una asociación civil sea calificada como asociación ilícita”, añadió. Otra de las denuncias penales ignoradas es la del allanamiento que la policía local hizo sin orden judicial en la sede del Frente Unidos y Organizados por la Soberanía Popular (Fuyo), que lidera Sala.

La más temida

Fernando “Nando” Acosta es secretario de Interior de la CTA Autónoma y uno de los fundadores de la asociación Tupac Amaru. Milagro se forjó con él como dirigente gremial y lo considera su “hermano”. Cuando la fue a ver esta semana al penal de mujeres, ella le dijo que estaba convencida de que su detención por la protesta era solo una excusa y que se venía algo peor, tal como sucedió el viernes; y también le habló de que lo que más le preocupaba es “que no funcionan las cooperativas, ni el centro de rehabilitación de discapacitados, ni los polideportivos; son miles de personas, muchos de ellos niños, a la deriva”, relató Acosta a Página/12. Milagro Sala y la Tupac Amaru representan todo eso, y más: una organización autónoma, que funciona con un criterio colectivo diferenciado de cánones políticos tradicionales, que batalló con los punteros, que se fue desplegando en los barrios, primero con la coordinación de las copas de leche, hace años, y concibió una red humana y comunitaria impresionante, que desarrolló centros de salud, escuelas, centros recreativos, centros comunitarios y hasta viviendas, a través de un sistema de cooperativas que abarata costos en las obras que tuvo apoyo económico del Estado.
Esta construcción, con capacidad resolutiva propia de los problemas sociales básicos, que afectan a miles de habitantes, y con un criterio distinto de distribución de la riqueza se convirtió en un “cuco” para las fuerzas políticas de siempre. En el caso de Morales, cuyo partido venía batallando sin suerte por conseguir el poder en la provincia desde el retorno de la democracia, siempre fue una sombra. El ahora gobernador basó buena parte de su campaña, en alianza con Cambiemos, en atacar a Sala –mujer, negra, colla y aguerrida– para captar a la clase media. También sembró, en parte en alusión al ex gobernador Eduardo Fellner, la idea del “doble gobierno que ha instalado la decadencia en Jujuy” o del “Estado paralelo”.
El acampe frente a la gobernación derivó de la falta de respuesta a tres notas que la Tupac Amaru hizo a Morales desde que resultó electo gobernador, en octubre último. Le pedían abrir una mesa de diálogo para discutir cómo sería la continuidad de las obras y el programa de construcción de viviendas, a través de las cooperativas. “Teníamos contratos para una última etapa de construcción de 500 viviendas cada 180 días. Nosotros, desde la organización, no tenemos capacidad para hacer un puente, pero sí podemos hacer casas. Y desde 2004 lo hicimos a la mitad del costo que lo hacía una empresa privada”, explica Paz. “Nunca nos contestaron, pese a que no- sotros decimos que aceptamos el plan que proponen. Morales no quiere hablar con ‘la Flaca’, no quiere que esté nuestra representante en la mesa de diálogo”, explica. El 14 de diciembre hubo una movilización, al día siguiente una asamblea popular con 900 personas y se votó acampar. A Sala la fueron a detener un mes después a su casa. La imputación decía “instigación a cometer delito”, en relación a los cortes de calle, y “tumulto” o “sedición”, por no acatar el plan del gobierno para las cooperativas. “Esos delitos no tenían entidad, mucho menos para tener a una persona detenida”, agrega Paz.

La “Justicia” leal

El juez que ordenó la detención se llama Raúl Gutiérrez. Al rato de firmar esa decisión, para lo cual habilitó la feria un día sábado, pasó parte de enfermo y se esfumó. “Acá en Jujuy le abren causas a cualquiera que participa en movilizaciones, yo debo tener como treinta. Pero ¿sabe quién me mandó a detener una vez en una protesta por condiciones laborales en la Dirección de Rentas? Gutiérrez. ¿Y sabe lo que hizo? Se pidió licencia de enfermo al instante”, recuerda Fernando “Nando” Acosta a este diario. “Con Milagro se ensañaron, por lo que representa, y le inventaron lo del tumulto y la instigación. Ahora resulta que reclamar es extorsionar, y organizarse es asociarse ilícitamente. Así deberíamos estar todos presos”, ironiza. Con Gutiérrez de licencia, no hubo ninguna autoridad judicial que resolviera el pedido de excarcelación de Sala hasta el lunes a la madrugada, o sea, casi dos días después del arresto. Ahí apareció el juez Mercau, el que dilató y repitió la detención.
Mercau es el padre de las nietas de la recientemente designada presidenta del Superior Tribunal de Jujuy, Clara Langhe de Falcone, quien fue diputada radical en la provincia hasta 2010. La Corte local tendrá un gran poder de decisión en todo este paquete de asuntos, tanto los que afectan a las organizaciones como las denuncias contra el gobierno de Morales. Pero además, como todo tribunal superior, encarna un modelo. El inicio de la estrategia del gobernador para lograr apoyo del Poder Judicial en su ataque a los movimientos sociales estuvo ahí: consiguió ampliar su alto tribunal –como informó este diario– de cinco a nueve miembros apenas asumió: de los cuatro nuevos, dos eran diputados radicales que acababan de votar esa reforma y que a los tres días ya se estaban jurando y poniéndose la toga. Se trata de Pablo Baca y Beatriz Altamirano, y otro de los nuevos jueces nombrados, Federico Otaola, también había sido legislador de la UCR. Clara Langhe, quien viene del tribunal anterior llegó por un acuerdo entre el peronismo y el radicalismo, y ahora como presidenta tendrá gran poder porque el tribunal será dividido en salas donde ella tendrá la facultad de desempatar en los fallos.
En la misma tanda de nombramientos, el gobierno nombró al frente del ministerio Público Fiscal, a Sergio Lello Sánchez, de carrera judicial y familia radical. A cargo de la Defensoría General nombró a una de las hermanas del vicegobernador Carlos Haquim, Ivonne Haquim, y su otra hermana, Susana, es la secretaria de Derechos Humanos. El desalojo del acampe no sólo fue ordenado por el juez Mercau, sino por otro, contravencional, Matías Ustarez Carrillo, quien fue nombrado en ese cargo el 5 de enero último, es decir por Morales. Carrillo ha participado en eventos de la UCR fotografiados y el expediente de la protesta es el número “001” de su juzgado. El primer fiscal que intervenía en diciembre, Daniel Osinaga, quien consideraba que los manifestantes no cometían ningún delito, fue denunciado penalmente por el fiscal de Estado Mariano Miranda por no impulsar la acción penal. La fiscal Liliana Fernández de Montiel es del fuero de Menores –conocida por haber pedido prisión perpetua para Romina Tejerina– y fue designada especialmente para actuar en el mes de enero y ocuparse de este tema. De entrada pidió la detención de la dirigente de la Tupac Amaru. A mitad de mes, le renovaron esa subrogancia.
Más allá de las fronteras de Jujuy es factible deducir que hubo un hecho a nivel nacional que despejó el camino para el vale todo en plan de armarse la “justicia propia”, que fue la designación en comisión, por un decreto de Mauricio Macri, de dos jueces para la Corte Suprema de Justicia de la Nación (Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz), algo que rechazó un gran espectro de la comunidad jurídica y del arco político. La Corte no les quiso tomar juramento de inmediato, pero todavía hay final abierto, con alguna chance de discusión en el Senado. Macri, en estos días, respaldó abiertamente a Morales.

Denuncias y más denuncias

La causa por los huevazos al ahora gobernador, que se remonta a 2009, refleja el comienzo del acoso judicial a Milagro Sala. El entonces senador la denunció en base al testimonio de un ex compañero de la dirigente, quien aseguró que ella había organizado el escrache a Morales en la sede del Consejo de Ciencias Económicas en una charla que daba junto al ex auditor general de la Nación Leandro Despouy. El primer juez federal, Wenceslao Cardozo, la imputó como instigadora y la llamó a indagatoria a pesar de que no hubo acusación fiscal. Los abogados de Sala decían que no era un delito federal, discutieron la competencia, la Cámara les dio la razón y la Sala IV de la Cámara de Casación, en cambio, sostuvo que sí era federal porque Morales actuaba en todos los planos de su vida como senador. El fiscal ante la Casación, Javier De Luca, sostuvo que una causa federal por ese hecho era algo descabellado.
La Sala IV es la misma que revocó el procesamiento del empresario Pedro Blaquier acusado de delitos de lesa humanidad desde el Ingenio Ledesma durante la última dictadura. En el ínterin, Sala fue enviada a juicio oral. Otra vez, la discusión llega a Casación, que insistió en que sea enjuiciada. En un comienzo, como el tribunal oral federal estaba vacante, fueron designados allí los mismos jueces porteños que subrogaban en causas de lesa humanidad: Fátima Ruiz López y Daniel Morín. La obsesión de Morales con el tema se vio reflejada en un escrito en que quiso recusarlos con el argumento de que eran de Justicia Legítima –ninguno de los dos es socio de asociación, pero tampoco es un partido político– iban a favorecer a la dirigente. Lo adivinaba. La campaña llegó a punto tal que el diario La Nación publicó un editorial festejando que los habían apartado, cuando en realidad se les había terminado la subrogancia en la provincia, un paso burocrático. Por último, Sala, con esta causa convertida en un lastre a lo largo del tiempo, pidió la probation (aceptaba tareas comunitarias u otra opción): los nuevos jueces orales (Mario Juárez Almaraz y María Cataldi), nombrados hace más de un año, se la denegaron. En la audiencia pública en el Senado previa a su nombramiento, Morales les había preguntado que pensaban de ese instituto, la probation.
La causa de las bombachas robadas le costó a Milagro una denuncia por amenazas de la comisaria Cabero. Había llamado a la seccional para plantear que era un desatino que la hija de su asistente siguiera detenida mientras que la que vendía la ropa robada no. La comisaria dijo que le advirtió por teléfono que “iba a poner una bomba en la seccional van a volar todos a la mierda y ahí me van a conocer”. La causa es de 2014, sigue abierta y nunca nadie la llamó a indagatoria. Hoy es presentada por algunos medios como una grave mancha en su prontuario. También se ha difundido una causa sobre su supuesta participación en hechos de narcotráfico, que los abogados dicen desconocer y nunca haber sido notificados.
El expediente por el que finalmente quedó presa, algo que se veía venir cuando allanaron su casa esta semana, y por el que también fueron detenidos dos ex funcionarios del gobierno de Fellner, presidente del PJ, se inició –mientras estaba detenida por el acampe– por una denuncia de un grupo de cooperativistas ex aliados de Sala hasta hace unos días, captados por el gobierno de Morales, quien le adjudicó el desvío de 29 millones de pesos de las arcas de la Nación enviados a las cooperativas. Los acusan de asociación ilícita, extorsión y fraude a la administración pública, de exigirles a los cooperativistas los cheques que recibían para las obras, y de distribuir el dinero como quería. Sus abogados, ya reclaman su excarcelación: “En Jujuy una persona acusada de tentativa de homicidio fue liberada en 24 horas, a Milagro se le imputan delitos mucho más leves y nadie funda sospechas de que se va a fugar o entorpecer la causa”, dijo Paz. Ariel Ruarte, diputado de Fuyo y también abogado, dijo que así se instala en Jujuy, con una justicia dócil y dispuesta, el “derecho penal del enemigo” (el que castiga a alguien no por lo que hizo sino por su supuesta peligrosidad) como forma despiadada de criminalización. Es una lógica impensable en otros ámbitos, que impresiona ante situaciones como –sólo por dar un ejemplo– la de Federico Sturzenegger, quien está procesado por el Megacanje, que elevó la deuda en 55 mil millones de dólares, y espera su juicio en libertad y con el cargo de presidente del Banco Central.

Respuesta amigable a Daniel Santoro

Si se me permite y sin ser convidado, hay en todo este debate bastante representativo de una discusión tan generalizado como muchas veces, sorda, un equívoco muy serio y especulaciones demasiado aventuradas.

En lo personal, coincido con Santoro en el riesgo que siempre ha implicado y en el daño que ha producido cualquier intento de diferenciar kirchnerismo de peronismo y/o peronismo de kirchnerismo, que tiene fogoneros de distinta naturaleza, orientación e intereses. Si fuéramos a las fuentes de una política nacional y popular, de liberación nacional y justicia social, evitaríamos los equívocos. Podríamos discutir y, más importante, analizar lo que ocurre y lo que podemos hacer, de otra manera, sin tonterías ni razonamientos en estilo barrabravas. Pero, evidentemente, hay conceptos e identidades que dificultan un debate productivo. Y hay también "formatos mentales" que lo entorpecen.

Por ejemplo y sólo como genéricos ejemplos, por debajo o por detrás o más allá de posicionamientos políticos, existen estructuras mentales. Algunas, estalinistas (tenidas por "ortodoxas"), otras organicistas o medievales a las que liviana y simplistamente suele tildarse de fascistas, y las hay populistas, nacionalistas o libertarias, insisto, independientemente de los posicionamientos políticos coyunturales de cada uno.

Pero además de las posiciones políticas y las estructuras de pensamiento, existen (y operan sobre la realidad) las identidades culturales.

De nuevo por ejemplo, al igual que Santoro y (aunque le pese y por más esfuerzos en contrario que haga) Horacio, tengo o sufro una identidad político-cultural muy definida y, a estas alturas, incurable: soy peronista.

Surge aquí una enorme e irresoluble complicación: ¿qué significa "ser peronista"? Muchas cosas, me temo, y muchas cosas muy diferentes, como suele ocurrir más con las identidades culturales que con las políticas, que podrían ser siempre más específicas y programáticas. De ahí que el peronismo suele funcionar más como una identidad cultural y un ambiguo sistema de pensamiento que como identidad política, aunque, casualmente, esos diversos sistemas de identidad suelen terminr por superponerse.

Es muy obvio, y a los hechos es fácil remitirse, que hoy por hoy el peronismo es la identidad cultural básica del pueblo argentino. ¿De qué otro modo explicarse la compulsión afiliatoria al Partido Justicialista (¡al Partido Justicialista!) de tantos miles de argentinos que jamás se han planteado si son o no son peronistas, de tantos que tal vez hasta crean no serlo? ¿Por qué el ansia afiliatoria va hacia ese lado y no hacia ningún otro de los partidos constituyentes del Frente Para la Victoria? ¿Qué es lo que hace que los jóvenes integrantes de un partido diferenciado, como Nuevo Encuentro, canten la marcha peronista, supongo que ante la perplejidad de los dirigentes del partido? ¿Por qué la marcha peronista y no la internacional o bandera rosa, es nuestro símbolo de identidad?¿Qué es lo que hace que muchos "kirchneristas" que se han quejado de que los peronistas cantamos la marcha en forma "agresiva", luego del 2008 han empezado a cantarla con la misma agresividad?

¿Por qué siempre nos terminamos remitiendo a esa identidad básica? Aclaremos, hoy básica: antes de 1943 hubo otras, que a lo largo de distintos momentos del tiempo se fueron desdibujando, lo que también podría llegar a ocurrir con la identidad "peronista".¿Es hoy el kirchnerismo una identidad cultural comparable al peronismo? ¿Podría incorporarlo y superarlo como el peronismo incorporó al yrigoyenismo, y el yrigoyenismo al roquismo? ¿Puede resolverse esto mediante la discusión o el juicio de uno o más intelectuales, pensadores o políticos? Se me hace que no, se me hace que el kirchnerismo podrá eventualmente perdurar (o no) como identidad político cultural que asimiló y superó al peronismo, no porque lo determine nadie en particular. Lo decidirán el pueblo y el paso del tiempo. Y si el kirchnerismo finalmente absorbe y reinterpreta al peronismo o desaparece como el mentado PI o el mucho más potente alfonsinismo ¿cuál sería el problema? ¿Qué importancia tendría cualquiera de las dos posibilidades? ¿Cuál es el sentido, de dónde surge esta manía por clasificar y etiquetar?

Nuestro trabajo no es ese, nuestro trabajo es (re)construir un movimiento nacional capaz de articular un frente nacional de liberación, lleve el nombre que lleve y conserve o invente la identidad que a las nuevas generaciones se le cante. Pero a mi juicio, hay algo esencial: alguna vez el peronismo, o los peronistas, terminarán de comprender el enorme servicio que le prestó Kirchner: reconciliar al peronismo con los derechos humanos.

El peronismo en particular no violó los derechos humanos, aunque los crímenes de estado empezaron antes el golpe. Y el peronismo fue su principal víctima, sólo que los peronistas interpretamos ya al principio, lo que terminó siendo al conclusión: los asesinatos, torturas y desapariciones eran sólo medios para conseguir la entrega del país y el sometimiento de los trabajadores. Pero no le dimos bola a esos asesinatos, torturas y desapariciones en sí mismos, y ni siquiera advertimos cuán profundamente había afectado (al final) la percepción de una sociedad que, en principio, los había justificado. Sólo así puede entenderse que cuando el líder de un partido que proveyó a la dictadura de la mayoría de sus intendentes denunciara de convivencia con los militares a una dirigencia sindical que se pasó en cana la mayor parte de la dictadura, la mayoría de la gente le creyeraNéstor vino a resolver esto, vino a reconciliar al peronismo con los derechos humanos. Falta ahora el o los dirigentes, la generación de dirigentes, que pueda reconciliar al peronismo (o al kirchnerismo, si se quiere, o como mongopicho venga a llamarse) con los principios de la liberación nacional y la justicia social que se destruyeron en el menemismo, en un menemismo en el cual participó, ya sea en la práctica, ya en la estructura de pensamiento, la mayor parte de nuestra actual dirigencia política, sindical y cultural.

En mi opinión, de eso se trata la discusión. Lo demás, si peronismo, si kirchnerismo, es pura tontería.El tiempo dirá qué queda de cada cosa. Se trata solamente de no ser sectarios y de construir desde el pueblo y, obviamente, parael pueblo, que viene siendo el gran convidado de piedra de nuestras elucubraciones, comunicaciones y polémicas.Y en todo caso, como alguna vez dijo Leopoldo Marechal: "La de Perón y Evita es una de las encarnaciones de la doctrina nacional. Hubo otras antes, y habrá otras después".



Las apariencias engañan (Angelici, Macri y los servis.http://www.perfil.com/…/Angelici-extiende-su-poder-a-los-se…).
Clarin, 30/1: Angelici, duro con el Cata: "Qué carajo tenés que salir haciendo ese gesto"
http://www.clarin.com/…/Daniel_Angelici-Daniel_Diaz-Boca-Ca…
El presidente de Boca impulsa a Juan José Galea, un exagente de la SIDE involucrado en la causa de sobornos de la Alianza.
DE PERFIL.COM

VARIOS

AL CALOR DE LOS PRECIOS

Cayeron las ventas minoristas por primera vez en trece meses

Un informe de la CAME indicó que la baja en las ventas de enero fue del 2,3 por ciento frente al mismo mes de 2015 y adjudicó la caída al "menor poder adquisitivo de muchas familias frente a la menor demanda de empleo y la aceleración de precios, que se viene produciendo desde fines de noviembre en muchos bienes y servicios".

SIGUE EL AJUSTE

Bancarios inician un plan de lucha por los despidos

La Asociación Bancaria confirmó las medidas de fuerza que realizará mañana para exigir la reincorporación de los 47 despidos "injustificados" en el Banco Central (BCRA) y otros 6 en el Pronvicia (BAPRO)."Se tomarán las medidas necesarias para revertir la actual situación, como ocurrió en su momento con los 36 cesanteados en la Caja Popular de Ahorro de Tucumán", aseguró el secretario general, Sergio Palazzo.

CITA EN EL VATICANO

Durán Barba: "Creo que el Papa no da votos, Macri sí"

En la previa de la buscada foto entre el presidente Mauricio Macri y el papa Francisco, el asesor político del mandatario sostuvo que "sirve simbólicamente", pero desechó que "el Papa sea un personaje político o que tenga que serlo". "A mí me parece divino, divertidísimo que el Papa sea argentino o que la reina Máxima sea argentina. De ahí a que den votos... Hubo 40 candidatos que se sacaron fotos con el Papa, ¿y? ¿qué pasó? Fracasaron".

SEGURIDAD

La CTA contra la averiguación preventiva

La organización gremial presentará ante la Defensoría General porteña un documento contra el fallo del Tribunal Superior de Justicia que avaló la potestad de las fuerzas de seguridad para demorar a transeúntes sin motivo previo. El documento denuncia “la inconstitucionalidad, lo gravoso y peligroso del fallo para los derechos y las garantías constitucionales del conjunto de los ciudadanos"


GREMIALES

Festival "contra el vaciamiento" del Grupo 23

Cientos de personas se convocaron en el Parque Centenario para respaldar a los trabajadores de Radio América, el diario Tiempo Argentino y medios del Grupo 23, que reclaman por la continuidad de sus puestos de trabajo. La madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora Taty Almeida se acercó para dar su apoyo antes de que comience el festival cultural con el Chango Spasiuk, Acorazado Potemkin, Las Manos de Filippi y La Bersuit.

CONTRATAPA › EL PENSAMIENTO POLITICO DE LOS ESTADOS UNIDOS Esclavos blancos y esclavos negros

 Por José Pablo Feinmann
No hay nada peor que una guerra civil. Los coterráneos son los seres que más se odian cuando se entremeten en un conflicto armado. Estados Unidos puede dar testimonio de la veracidad de tal afirmación. El Norte y el Sur llevaron a cabo, entre 1860 y 1865, una guerra feroz, sanguinaria. La excusa fue la esclavitud. El Norte quería abolirla. El Sur conservarla. El Norte quería obreros libres para sus industrias. El Sur, esclavos para sus plantaciones de algodón y tabaco. El Norte sabía, siguiendo el ejemplo de Inglaterra, que sólo el valor agregado que la industria añadía a los productos del suelo establecía un valor superior. El monocultivo sureño conducía al atraso. El industrialismo del Norte era el ariete que abría las puertas del progreso. Así, todo indicaba que el Sur quería esclavos para cosechar la tierra. Y el Norte obreros para sus industrias. Esto entusiasmaría a los socialistas europeos, todos partidarios del Norte. De esta forma, Marx y Engels envían cartas alentadoras a Lincoln. Si el Norte triunfa será un país autónomo, industrial. Si lo hace el Sur hundirá a la nueva nación surgente en el atraso, en la sumisión a Inglaterra, de donde continuará importando sus productos manufacturados a cambio de algodón y tabaco extraído por manos esclavas.
En Washington, los senadores del Sur atacan a los del Norte, todos abolicionistas, diciéndoles que el supuesto “obrero libre” de la industria norteña lleva una vida más desdichada que el esclavo del Sur. Con burla, con cruel ironía, les piden a los industrialistas del Norte que liberen antes a sus Esclavos Blancos y luego se ocupen de los esclavos negros del Sur. ¿Qué es un Esclavo Blanco? Ni más ni menos que el “obrero libre” que Marx describe en el primer tomo de El Capital. El que vende al capitalista lo único que tiene, su único valor de cambio: si fuerza de trabajo. Una vez en la fábrica, el valor de cambio del obrero se transforma en valor de uso en beneficio del patrón. Ahí, si el obrero produce por valor de 100, el patrón le paga 30. La diferencia entre 30 y 70 es la plusvalía y se la queda el patrón. Ese es el esclavo blanco. La expresión de su esclavitud es el salario. El salario sólo reconoce el 30% de lo que produce la fuerza de trabajo. El resto, el 70%, no. En ese 70% el obrero del Norte o el inglés de Manchester y Liverpool son iguales al esclavo del Sur. Su trabajo, lo que ese trabajo produce como valor, no es recompensado. Sin embargo, siguen argumentando los senadores sureños, el obrero del Norte, cuando es despedido, queda abandonado a su suerte, siempre amarga, solitaria. Se lo deja morir de frío o de hambre. Al no tener salario no puede comprar ni lo que antes compraba: ropas, un techo (por exiguo que fuere) y alimentos. Porque los seres humanos, con empleo o sin él, necesitan comer. Al llegar a viejos, los espera el desamparo absoluto. ¿Cómo podrían alimentarse o alimentar a su familia si no pueden trabajar, si han perdido lo único que podían ofrecer: su fuerza de trabajo? Notemos que, con gran habilidad, son aquí los sureños los que se presentan como almas buenas, sensibles ante el dolor de los otros. Nosotros, seguirán, no tratamos así a nuestros negros. Ellos, que sí, que son nuestros esclavos, viven mejor que los esclavos de ustedes. Cuando se enferman, se los atiende. Cuidamos que nunca pasen hambre o frío. Siempre se los alimenta (y bien: queremos que sean fuertes). Y cuando llegan a la ancianidad los cuidamos como si fueran semejantes a nosotros, cosa que no son. Pero no los dejamos morir en la indigencia, solos. El fruto literario de esta concepción de la esclavitud fue La Cabaña del Tío Tom (Uncle Tom’s Cabin) de Harriet Beecher Stowe, publicada antes de Guerra Civil, en 1851. Aunque el texto desborda sentimientos humanitarios hacia los esclavos, aunque hace de su protagonista, Uncle Tom, una especie de sabio patriarca, y hasta de profeta tramado por una honda fe y una religiosidad profundas, ha permanecido como sinónimo del “esclavo bueno”, del esclavo fiel al patrón. Podría establecerse un paralelo con el Martín Fierro de la Vuelta o el Don Segundo Sombra de Güiraldes. Ser un “negro Tío Tom” es ser un traidor a la lucha de los negros por su liberación definitiva. Más aún después de los Panteras Negras, de Malcolm X o de Muhammad Alí. Se cuentan dos anécdotas sobre Lincoln y la autora de La Cabaña del Tío Tom, Beecher Stowe. En una, Lincoln, al conocerla, le dice: “Así que usted es la pequeña señora que desató esta guerra”. En la otra, que beneficia, creo, algo más a Stowe, Lincoln le dice: “Así que usted es la pequeña señora que ganó esta guerra”. Colocado en su momento, dentro de sus creencias religiosas, el esfuerzo de Beecher Stowe no es desdeñable.
En este intento por indagar las complejidades del pensamiento político norteamericano nos acercamos a la pieza oratoria de la que habremos de partir: el discurso que pronunció Lincoln meses después de la batalla de Gettysburg. Pocos antes de morir, George Gersh- win, respondiendo a la pregunta sobre qué pensaba componer en el cercano futuro, dijo: “Quiero ponerle música al Discurso de Gettysburg”. Esta batalla, terriblemente sangrienta, fue el punto de no retorno de la guerra. El triunfo quedó en manos del Norte. Las tropas de la Unión estaban al mando de George A. Mead. Las del Sur, al mando del General Robert E. Lee. Duró, la batalla, tres días: Desde el primer día del mes de julio de 1863 hasta el tercero. Las tropas de Lee, entre muertos y heridos, tuvieron 30.000 bajas. Las del Norte, 23.000. El discurso de Lincoln es del 19 de noviembre de ese mismo año, y concluye así: “Más bien es a nosotros a quienes toca dedicarnos a la gran tarea que tenemos por delante (...) resolver aquí, por encima de todo, que estos muertos no murieron en vano; que esta nación, bajo la mirada de Dios, tendrá un nuevo nacimiento de la libertad y que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparecerá de la tierra”. Lincoln fue asesinado el 15 de abril de 1865. En un teatro y por un actor, John Wilkes Booth. Que le disparó un tiro a quemarropa en la cabeza. Hay un chiste macabro sobre esto. Se sabe que Lincoln era un hombre reservado, envuelto siempre en sus pensamientos. Incluso el Discurso de Gettysburg no tiene más de 300 palabras, seguramente menos. Nadie sabía, nunca, qué pensaba. El chiste dice: “El único que entró en el cerebro de Lincoln fue Booth”.
Si bien el General Lee se rinde ante el General Ulysses S. Grant en Appomattox Court House, Virginia, el día 9 del mes de abril de 1865, el racismo sigue. El 24 de diciembre de ese mismo año aparece el Ku Klux Klan. La película inaugural del cine norteamerico, El Nacimiento de una Nación, empieza con la imagen de un negro llegando a Estados Unidos y una leyenda que dice: “Cuando llegó el primer negro empezó la división”. La otra película “clásica” sobre la Guerra Civil se narra desde la óptica sureña, Lo que el viento se llevó. Walt Disney, a comienzos de los 40, quiere homenajear al “viejo Sur” y lleva a cabo un film que se llama Canción del Sur - Los Cuentos del Tío Remus. El día del estreno, al actor que personifica al Tío Remus, que era, desde luego, negro, no lo dejan entrar al cine. A comienzos de los sesenta, un boxeador negro que se ha consagrado como campeón olímpico y le han dado, coherentemente, una enorme medalla, entra orgulloso en un bar, con su medalla en medio del pecho, se sienta y llama a la camarera: “Un café y un hot dog”, pide. “Aquí no servimos negros”, le dice la camarera. El boxeador dice: “Yo no le pedí un negro. No quiero comerme a un negro. Quiero solamente un café y un hot dog”. Era, en ese entonces aún, Cassius Clay. Después fue Muhammad Alí. Negro, fue siempre. Y estaba orgulloso de serlo.

EL MUNDO › CONSTANCE COLONNA-CESARI, ENSAYISTA Y VATICANISTA FRANCESA, AUTORA DE EN LOS SECRETOS DE LA DIPLOMACIA VATICANA “Francisco usa la diplomacia de la plegaria”

Por Eduardo Febbro
Desde París
Los poderes espirituales son planetarios, pero cuando ese poder se encarna en un Estado, el Vaticano, y ese Estado hace de ese poder un arma diplomática, entonces la espiritualidad se vuelve un actor central de los destinos del mundo. Esa es la demostración rigurosa y magistral que la ensayista y vaticanista francesa Constance Colonna-Cesari plasma en un libro que acaba de salir en Francia, Dans les secrets de la diplomatie vaticane (En los secretos de la diplomacia vaticana), publicado por la prestigiosa Editorial du Seuil. El libro es, a su manera inédita y global, un aporte indispensable para la comprensión y el conocimiento de la acción internacional de uno de los Estados más pequeños y secretos del mundo y, también, uno de los más implicados en cada región del planeta. Escrito con una claridad luminosa, el ensayo de la especialista francesa es una exploración meticulosa de los meandros de una diplomacia que, con el papado de Francisco, ha atravesado por un cambio rotundo que dejó atrás los años turbios del papado de Juan Pablo II, cuando casi toda la estructura diplomática estaba al servicio de la lucha contra el comunismo, sin que importara la inmoralidad de los actos. Con Francisco, la diplomacia vaticana se ha transfigurado de una forma que no tiene precedentes en la historia. El papa argentino cambió el eje de la rotación diplomática desplazándolo del centro dominador, o sea, Occidente, hacia las periferias del mundo, que hoy están en el corazón de su voz y de sus acciones. Lejos de las aproximaciones, fantasías, delirios o especulaciones falaciosas que llenan a menudo los libros sobre el Vaticano, y, en particular, sobre su acción diplomática, este ensayo restituye con precisión y estilo la complejidad de ese poder temporal que se mueve e influencia todos los escenarios. El libro contiene además revelaciones únicas sobre la forma en que la Santa Sede actuó para lograr que Estados Unidos y Cuba restablecieran sus relaciones diplomáticas. Este capitulo del ensayo avanza como una auténtica novela policial de donde emergen situaciones dignas de un saga de acción con un papa como organizador y garantía de un pacto que parecía imposible. Desde el pacto implícito entre Barack Obama y Francisco, pasando por la posición de la Santa Sede en el enredo de Medio Oriente y el conflicto israelo-palestino, los esfuerzos para esbozar una paz, la increíble influencia que tuvo Francisco para evitar que Occidente lanzara su ofensiva militar en Siria, hasta el ejercicio de equilibrista que el sumo pontífice practica en su relación con Rusia con el conflicto de Ucrania como telón de fondo, En los secretos de la diplomacia vaticana dejará al lector con la sensación de haber visitado los arcanos de un poder espiritual que logra desplazar las piezas de la geopolítica mundial en nombre de intereses pacíficos. No vende armas ni tecnología pero es una figura que puede ser decisiva en las situaciones más intrincadas.
Sin obviar las contradicciones del papa ni las internas de la Santa Sede, el ensayo de Constance Colonna-Cesari nos muestra en toda su acción los sentidos y objetivos de la diplomacia vaticana, sus secretos, sus métodos, sus “oficinas”, sus redes de influencia y los mecanismos con los que logra que, pese a los intereses de los Estados armados, algo cambie en el mundo. El ensayo, también, expone en toda su potencia cómo, con su defensa de las periferias y su menoscabo por Europa, Francisco se volvió la voz del pueblo y cómo esa voz se traduce en acción diplomática.
–La diplomacia vaticana es siempre el objeto de fantasmas delirantes, de especulaciones sin sentido y un terreno fértil para las teorías del complot. Sin embargo, no es así. ¿Cómo la definiría usted?
–La diplomacia del Vaticano no tiene nada de un poder mágico. Se trata de un poder temporal muy particular porque forma parte de las armas de un Estado cuya naturaleza es en sí misma particular. La diplomacia del Vaticano integra la especificidad espiritual de la Iglesia Católica. Sus objetivos son tres: la paz, la justicia y el desarrollo, lo cual corresponde a la doctrina de la Iglesia Católica, a su palabra en el mundo, a sus deseo de introducir un poder más justo, un mundo mejor. La diplomacia del Vaticano no tiene que defender intereses materiales o económicos, lo que la hace absolutamente única. Sin embargo, la protección de sus 1200 millones de fieles en el mundo es el corazón de su acción. Esta diplomacia debe adaptarse al mundo y a sus amenazas y evoluciona de un papa al otro.
–De Juan Pablo II al papa Francisco ha habido un cambio rotundo. Benedicto XVI fue casi invisible en el terreno diplomático, en cambio, Juan Pablo II y Francisco no. ¿Qué cambia entre ambos?
–Benedicto XVI no dejó ninguna huella diplomática, no era su prioridad, carecía de visión y de lectura del mundo. Benedicto XVI cometió errores diplomáticos importantes, tanto ante el mundo árabe musulmán, ante Israel como en América latina, cuando, en Aparecida, dijo que los indígenas de América, aunque no lo sabían, estaban esperando a Cristo para purificarse. Evidentemente, las metas de los papas no son las mismas. Toda la política exterior de Juan Pablo II estaba animada por su obsesión de la lucha contra el comunismo. Ya sabemos que esa política condujo muy lejos al papa polaco, incluso a pactar con personajes turbios y a utilizar el banco del Vaticano para lavar dinero destinado a su lucha contra el bloque comunista y la Teología de la Liberación, la cual era percibida como una emanación del marxismo que gangrenaba la misma Iglesia. Esa fue toda la geopolítica de Juan Pablo II. Francisco, en cambio, se muestra omnipresente en el terreno temporal, ocupa el escenario con una visión de las relaciones internacionales mucho menos guerrera, mucho menos inscripta en la visión europea, dominadora. Francisco logró imponer su papado como un nuevo contrapoder gracias a la gestión política de la Iglesia, a la reforma de la Curia y del banco del Vaticano. Francisco entendió instintivamente que hacía falta un mundo más justo. Por eso, a su manera, encarna al mundo entero. Actúa con las manos desnudas y ahí reside su fuerza. Hay que reconocer también que la diplomacia del Vaticano puede parecer mucho más valiente que todas las demás. Hay hombres de la Iglesia en todos los conflictos. Francia, por ejemplo, cerró sus representaciones diplomáticas en Siria, pero el Vaticano sigue presente en Damasco o Alepo con gente que se juega la vida cada día. Es entonces una diplomacia que no abandona las situaciones por más difíciles que sean.
–Hoy resulta más que evidente que Francisco hace todo lo posible para ignorar a Europa. De alguna manera, manifiesta cierto menosprecio por el Viejo Continente.
–Sí, Europa le interesa muy poco. Evita viajar por Europa o por la Unión Europea. Su visión de Europa es acusadora. Francisco quiere poner a Europa ante sus responsabilidades y, para él, la primera responsabilidad es la crisis de los migrantes. Hoy, su discurso de Lampedusa, en julio de 2013, es casi como una profecía porque se adelantó en dos años a la explosión del drama de los migrantes. Francisco trató a Europa de “abuela estéril”. Es un continente que le interesa mucho menos que las demás periferias del mundo porque él, el papa latinoamericano, contribuye a poner esas periferias en el centro. Es una diplomacia que da vuelta completamente la de los papas europeos. Es el cambio más importante de este pontificado. Francisco puso en el centro a las iglesias de la periferias, a los episcopados del sur, esos mismos que los episcopados europeos miraban con desprecio. Es un cambio que incide en la visión del mundo y la diplomacia del Vaticano se une a ello. La encíclica Laudato Si cita constantemente a los episcopados del sur con sus aportes sobre los temas sociales y ecológicos. Este papa quiere forzar al mundo a escuchar a esas iglesias del sur, quiere integrar las voces de la periferia. El mundo cambia de centro y la diplomacia vaticana cambia de corazón: ha dejado de ser europea para encarnarse en los otros continentes, América latina, Africa, Oceanía. Cuando el Papa fue a la República Centroafricana, abrió la puerta santa de la catedral de Bangui ¡y proclamó a Bangui como capital espiritual del mundo! Es un gesto fuera de lo común que muestra muy bien que el centro ya ha dejado de ser Roma para desplazarse a todas esas periferias olvidadas por los papas precedentes.
–En términos de acción concreta, esa diplomacia de Francisco conoció un éxito enorme con la mediación que condujo al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos. Su libro revela informaciones sorprendentes sobre el papel del Papa y sus emisarios en la caída del Muro del Caribe.
–El primer paso real en esta dirección se dio durante la entrevista que Barack Obama y el papa Francisco mantuvieron en el Vaticano el 27 de marzo de 2014. Ya había habido antes una serie de diálogos entre La Habana y Washington en Canadá, pero sin éxito. Fuentes muy cercanas a la negociación, por ejemplo el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, que es un actor central del acuerdo, revelaron lo que el Papa le dijo a Obama a solas. Francisco se dirigió al presidente norteamericano diciéndole que no era el papa quien le hablaba, sino el latinoamericano, y que, como latinoamericano, era preciso terminar con el embargo y la ruptura de las relaciones con Cuba, que todo eso debilitaba la política norteamericana, que se aislaban a si mismos en vez de aislar a Cuba, que esa política no daba frutos. Obama se mostró de acuerdo y se empezó a elaborar parte de un plan que se puso en marcha en ese entonces y donde la Iglesia era la tercera parte que daba confianza a los cubanos. En abril de 2014, Francisco convocó a Roma al cardenal Jaime Ortega y le entregó dos cartas, una para Raúl Castro, la otra para el presidente norteamericano. Ortega fue la mano derecha del Papa en este acercamiento. El cardenal le entregó a Raúl Castro la carta del Papa. Cuando la leyó, Castro le dijo al cardenal: “Dile a Obama que estoy de acuerdo”. La carta contenía los puntos del plan acordado en marzo entre el Papa y Obama. Entre esos puntos estaba la liberación de los cinco agentes cubanos condenados en Estados Unidos y la liberación de Alan Gross, el miembro de la Usaid detenido en Cuba. Después del acuerdo oral transmitido por Raúl Castro quedaba entonces por entregar la carta a Barack Obama –en persona, por supuesto–. Para ello, Jaime Ortega contó con la ayuda de dos cardenales norteamericanos, el arzobispo de Boston, el cardenal O’Malley, y el arzobispo emérito de Washington, el cardenal McCarrick. Gracias a un plan totalmente secreto, el arzobispo de La Habana pudo entregarle la carta a Obama. Los dos arzobispos norteamericanos organizaron una supuesta conferencia que tuvo lugar en la Universidad de Georgetown, un lugar muy cercano al poder político norteamericano. Georgetown es además una universidad jesuita. Y Fidel y Raúl Castro fueron formados por los jesuitas. Como lo señaló el ex embajador argentino ante el Vaticano, Eduardo Valdés, esa fibra jesuita desempeñó un papel en toda esta mediación. En suma, el 18 de agosto de 2014, el arzobispo de La Habana fue a la Universidad de Georgetown para dar una conferencia que no figura en ningún lado. Allí interviene una puesta en escena digna de Hollywood: Ortega fue llevado en una limusina con vidrios ahumados y en el más absoluto secreto a la Casa Blanca para encontrarse con Barack Obama y entregarle la carta del Papa en presencia de todo el staff que participó en las nueve reuniones de la negociación. Gracias al papa Francisco, gracias a su acción y a su respaldo, gracias a la confianza que los dos actores depositaron en él, el 17 de diciembre de 2014 Barack Obama y Raúl Castro anunciaron al mundo que no había más obstáculos para la reanudación de las relaciones diplomáticas, y ello a pesar de que el embargo aún no puede ser levantado. Ambos tuvieron confianza en un papa latinoamericano que no podía traicionar su palabra.
–Todo no es rosa sin embargo en esta diplomacia de Dios. Hay límites severos y contradicciones, empezando por el conflicto o los conflictos en Medio Oriente. ¿Qué pudo y qué no pudo hacer el papa Francisco en Medio Oriente?
–Lo que hizo, y es una evidencia, fue el reconocimiento del Estado palestino mediante un acuerdo que emergió en junio pasado. Se trata de un gran respaldo al Estado palestino y a su posición con vistas a la paz israelo Palestina, paz en la cual el Vaticano es una de las partes con una posición siempre pro palestina y no pro israelí. Su posición consistió siempre en respaldar una solución política a través del diálogo entre los dos Estados, pero pidiéndole a Israel que haga un esfuerzo de comprensión. En esta diplomacia también se plantea el cálculo de la religión, o sea, el de la cantidad de cristianos que viven en Tierra Santa. La diplomacia vaticana tiene esto en su ADN. El Vaticano juzga muy severamente a Israel por su política, la cual contribuye a impedir el funcionamiento de las instituciones cristianas, una suerte de apartheid, según afirman algunas fuertes, que tiene como consecuencia la aceleración del éxodo de esas comunidades. Para la Santa Sede, sería un drama que no hayan más cristianos en los lugares santos de las tierras de Jesús.
–Aquí, sin embargo, Francisco también marcó profundas diferencias.
–Sí, la acción de Francisco es nueva, inédita. Está por ejemplo ese sueño romántico que es la diplomacia de la plegaria, esa suerte de utopía con la que quiere dar el ejemplo y demostrar que se puede pacificar a las religiones. Francisco quiere probar que el poder religioso, al contrario de lo que pretenden los islamistas fanáticos del Estado Islámico, es un ejercicio muy potente desconectado de la noción de poder político. En esto radica todo el sentido de su diplomacia de la plegaria, del rezo. En ella se basa la invitación a rezar en los jardines del Vaticano cursada al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y al israelí Shimon Peres. Ambos participaron en junio de 2014, en el Vaticano, en la plegaria de la paz. Muchos la habrán considerado inútil porque una semana después comenzaban las espantosas intervenciones militares en Gaza. Sin embargo, tuvo lugar y esa plegaria con el papa, Abbas y Peres nunca se había producido antes. Ese gesto crea un ejemplo espiritual.
–En un terreno más concreto, ¿qué lectura hace Francisco de la problemática de Medio Oriente?
–El Papa se apoya sobre una lectura de todos los conflictos de Medio Oriente, sea el israelí-palestino, u hoy en Siria, para decretar que, por ejemplo en Siria, no se debe intervenir, precipitar una guerra, ni dejar al país en manos de la comunidad internacional. Francisco reafirmó esta posición por medio de iniciativas originales. En septiembre 2013 organizó una jornada de plegarias para la paz en Siria y con ello contribuyó a evitar la intervención militar que Estados Unidos y Francia estaban a punto de lanzar. La amplitud de esa plegaria, el peso de Francisco en el escenario internacional, la oposición de las opiniones públicas, llevaron a Estados Unidos y a los países europeos a retroceder.
–Sin embargo, el Vaticano habló de “guerra justa” cuando se trató del conflicto iraquí.
–Sí, pero aquí se trató del Estado Islámico, que es una amenaza aterradora y tanto más nueva cuanto que no se trata de un Estado. El Vaticano puede modificar su línea de fondo porque el Estado Islámico no es un Estado reconocido por la comunidad internacional. El Vaticano dio un giro en el momento en que el éxodo de los cristianos se intensificaba. Después de la caída de Mosul, en una sola noche, durante el verano de 2014, hubo un éxodo de 130.000 cristianos, según reveló el patriarca caldeo de Babilonia. Pero, en efecto, fue un cambio rotundo de la línea pacífica y de no intervención que guiaba la diplomacia vaticana en Medio Oriente. La lectura vaticana va más allá de la línea táctica sobre la presencia de los cristianos en Medio Oriente. Para la Santa Sede, esas comunidades cristianas son un puente con las comunidades musulmanas. Si los cristianos, los caldeos, huyen de Irak la guerra será aún peor y las comunidades se volverán aún más rehenes de sus agresores. Hay que agregar además que Francisco está animado por un auténtico ecumenismo, por una visión real del dialogo interreligioso en Medio Oriente. En el Vaticano se habla de “tridiálogo” entre el islam, el judaísmo y el cristianismo. Francisco tiene una visión ecuménica e inter religiosa sincera.
–Un punto menos elogioso de la diplomacia del Vaticano es Rusia. En este terreno, Francisco pareció sacrificar sus principios.
–Es paradójico porque se tiene la impresión de que Rusia o Ucrania son el terreno donde la personalidad de Francisco se pone detrás de las líneas de la diplomacia vaticana. El sueño de reconquistar esa tercera Roma que es Moscú no cesó nunca. Pero a diferencia de toda la diplomacia ofensiva de Francisco en el resto del mundo, con Rusia se aplica la realpolitik. Se ha sacrificado a la iglesia greco católica de Ucrania, que es la más cercana al Papa porque es una Iglesia muy particular que se encuentra a mitad de camino ente los ortodoxos y el catolicismo y, desde el siglo XVI, obedece a Roma. Esa Iglesia grecocatólica es proeuropea, defendió la reivindicación de Ucrania de adhesión a la UE y apoyó la revolución del Maïdan. El papa Francisco pareció sacrificar los intereses de esa Iglesia en el altar de la realpolitik frente a Rusia. El Papa le pidió a su clérigo que no se metiera en política o en la guerra cuando en realidad ya había sido arrastrado a ella. Francisco quiere ir a Moscú y, también, reparar los errores diplomáticos y religiosos del pontificado de Juan Pablo II, cuya política, o sea, su nueva evangelización de Rusia después del hundimiento de la Unión Soviética, despertó la hostilidad de los ortodoxos. Francisco no condenó por ejemplo la anexión de Crimea ni se pronunció con fuerza sobre la agresión rusa en el Este de Ucrania. Francisco deploró la guerra entre cristianos en el seno de Europa, pero nada más. La guerra en Ucrania complica las relaciones internas del mundo ortodoxo y pone al papa Francisco en una posición muy desagradable.
–Estamos tal vez en el umbral de un hecho fuera de lo común: un encuentro cumbre e inédito entre el papa Francisco y el patriarca ortodoxo de Moscú, Cyril, durante el viaje de Francisco a México. Se da casi por hecho, sin que se sepa si tendrá lugar en México o en Cuba, a donde estará Cyril.
–Puedo equivocarme, pero estoy convencida de que este acontecimiento tendrá lugar. No es un azar si sus respectivas agendas se organizaron para que ambos estén presentes en la región al mismo tiempo. Fue un vaticanista muy serio, Sandro Magister, quien adelantó la información. Los ortodoxos rusos desmintieron la información, pero no el Vaticano. Y la Comunidad de San’t Egidio, que es un brazo no oficial de la diplomacia vaticana, sigue estando muy activa en Rusia. La idea de un encuentro en terreno neutro, ni en Roma ni en Moscú, es muy oportuna. Ningún papa se encontró jamás con un patriarca. Si la cumbre se lleva a cabo, esto prefiguraría la posibilidad, para Francisco, de ir próximamente a Moscú. Es un hecho considerable. Los tres ganarían: la Iglesia ortodoxa, el Vaticano, que podría contar con un éxito grandioso para su diplomacia, y sería también muy beneficioso para Vladimir Putin, quien dejaría de aparecer como un agresor para ser un socio normalizado. El Vaticano necesita de él en Siria y en China. Las alianzas de Moscú son muy útiles para la Santa Sede.
–Si se pudieran sintetizar los secretos de la diplomacia vaticana de Francisco, ¿diría que sintetizó el mundo de hoy o se adelantó a él?
–Francisco tiene una fibra política innata, dice exactamente lo que el mundo quiere y necesita oír, por ejemplo contra las injusticias apabullantes del capitalismo. Francisco se impuso desde su primera frase, cuando pronunció la palabra “pueblo” en la Plaza San Pedro y se izó como un papa que representa al pueblo y que habla por el pueblo. Es la voz del pueblo en el mundo. Su aura sobrepasa los 1200 millones de fieles de que cuenta su Iglesia. Francisco logró presentarse como un líder mundial que va más allá de todo lo que, antes de él, representaba un papa. Francisco tuvo la inteligencia política de imponerse allí donde ninguna otra palabra política en el mundo se había impuesto.
efebbro@pagina12.com.ar