lunes, 11 de enero de 2016

CONSUMO CON EL PRO

Mar del Plata tiene una ocupación del 50%, un 30% menos que el año pasado. Los precios en la costa y la incertidumbre económica, las claves de las flojas…
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LA DICTADURA DE MACRI ACEPTARA?

La tarea Por Mempo Giardinelli

Se sabía que iban a culpar al gobierno anterior con la retórica neoliberal: “la pesada herencia”; “no es posible vivir por encima de nuestras posibilidades”; “hay que abrir la economía”; “el costo social es inevitable”. Es el retorno de los 90, sí, pero en un país donde millones de votantes no vivieron los 90.

Hoy Menem, De la Rúa y Duhalde son sólo rémoras, y para desdicha de la democracia radicales y socialistas ya no cuentan.

Por eso los M, para diferenciarse velozmente de los K, son más que formales; van a lo esencial. Y por eso se sienten, y de verdad son, revolucionarios restauradores que imponen tres cambios fundamentales: la economía vuelve a someter a la política; del espíritu redistributivo se retrocede al prebendario agroexportador; y el realineamiento internacional recoloca a la Argentina como satélite genuflexo-servil.

Hay que reconocer que volvieron con todo. Aunque son Atilas de plástico –porque el pasto volverá a crecer–, el daño a la República y a la Nación está siendo ejecutado fríamente, con la tutela de los Mentimedios y el guión de sus plumas a sueldo.

La sociedad argentina, entre espantados, distraídos y contentos, fue muda testigo de un mes aluvional de decretos dignos de gobiernos de facto, medidas antipopulares, aumento de la deuda externa que pagarán nuestros hijos y nietos, despidos masivos, acusaciones indiscriminadas de ñoquismo, directivos de transnacionales a cargo de ministerios y empresas estratégicas, retorno de la represión y la violencia reempoderando a las malditas policías, y hasta suspensión de paritarias por decreto. En el máximo organismo de custodia republicana, la Corte Suprema, y también por DNU, instalan dos jueces “empleados” anulando así todo el sistema de leyes, la función del Congreso y la Constitución misma. Y empleados, sea dicho, que se autoinvalidan porque ni siquiera cuestionaron el procedimiento anticonstitucional de su designación. Colmo perfecto, mientras el presidente Lorenzetti contrata aviones privados y flirtea con los M como antes con los K, la Corte acepta el atropello de la más democrática de las leyes, la de Medios, que fue debatida por la sociedad y aprobada por el parlamento y esa misma Corte, y consiente la destrucción de la Afsca y la Aftic para congraciarse con Clarín, La Nación y el presidente argentino en las sombras.

Esta columna prefirió, este mes, no escribir denuncias de lo evidente y por eso no enumera el repertorio de medidas M, aunque sí las considera memoria activa del desastre de un país que pierde todo rumbo de soberanía y autodeterminación. Y es que la cuestión no es sólo denunciar, sino pensar cómo rehacer la sociedad imperfecta pero con rumbo independiente que fuimos durante tres cuatrienios, y cómo profundizar la construcción de una nación más igualitaria y decente. Estamos obligados a cambiar este presente, y hacerlo en paz, por las buenas, preservando la Constitución (nosotros sí, como siempre) y la democracia.

Es urgente, además, porque el riesgo es que esto termine mal, con ellos huyendo en helicóptero pero dejando en las plazas matazones que nadie desea y que serían terribles para el país. El único camino para evitar el caos que promueven pero no ven (si es que no ven) consiste en organizarnos para que el ideario nacional y popular, de soberanía, equidad y autodeterminación, gane abrumadoramente las elecciones legislativas de 2017. Esto es fundamental. Tanto como la construcción de nuevos liderazgos decentes, preparados, confiables, dialogantes y muy firmes en convicciones y lealtad al pueblo argentino para 2019.

De ahí que el hipotético retorno de CFK al gobierno es todavía, en opinión de esta columna, más un deseo de muchos que una certeza. Hay muchísimo que agradecer al kirchnerismo y echar de menos, pero es sabido que la Historia nunca se repite. Parece muchas veces que sí, pero jamás se copia a sí misma. Y esta columna sabe, y lo testimonió en el libro “Cartas a Cristina” en 2011 (como también lo comprobaron otras cartas) que predicar en el desierto es más que una sensación. Es muy largo el historial de críticas propositivas y de buena leche desatendidas, como es inmutable el estilo de la ex presidenta: no dialoga, no escucha, toma decisiones muchas veces acertadas pero también pifia. Esta columna siempre sostuvo que no se puede gobernar sin abrirse a los contrarios, sin escucharlos aunque sean horribles. Esos errores los estamos pagando.

Ahora al camino hay que recorrerlo enalteciendo lo mejor que se hizo durante los gobiernos de Néstor y de Cristina. Habrá que descubrir y estimular dirigencias decentes, trabajadoras, conscientes de las necesidades populares y con sentido de soberanía y vocación latinoamericana. Las estructuras del PJ, el FpV y ese magma fabuloso llamado kirchnerismo son un gran punto de partida para recuperar lo mejor de 12 años que fueron los mejores de la vida republicana para dos generaciones de argentinos.

Pero si ahora lo que viene son urtubeys y massas, ése no es el camino. Faltan entonces propuestas concretas que esclarezcan y aglutinen a la militancia y a la sociedad en defensa de sus verdaderos intereses, y así enfrentar y vencer al sistema Mentimediático que es la verdadera dictadura oculta de este país. No se puede gobernar con miedos o paranoias, fue la gran enseñanza de Néstor.

Una mínima autocrítica ha de recordar que la política exige conductas y modos, y no sólo decisiones. Si el gobierno K hubiera hecho política, hubiésemos tenido kirchnerismo para rato, y se hubiese ido limpiando y democratizando, porque había un buen rumbo. Pero se eligió dirigirse a los ya convencidos, y así, entre otras penosas consecuencias, se entregó el viejo radicalismo y el viejo socialismo a lo peor de las ideas argentinas. No se puede gobernar desde el ensimismamiento. Sería bueno haberlo aprendido en el camino de recuperar las mejores ideas, que necesitamos escuchar y ver en boca y actitud de dirigentes. No todo está perdido y el festival de decretos se terminará por decreto; ése no es el tema porque tenemos un corpus legal que en gran medida se sancionó en estos 12 años. Y hay buenos idearios para apuntalar el retorno con principios y valores, y sin miedos. Algunos ciudadanos/as, ya en 2002, desde lo que llamamos El Manifiesto Argentino elaboramos propuestas en materia de Justicia, Reforma Política, Educación y Transparencia. Y no fuimos los únicos.

Lo anterior no desdeña ninguna expresión popular. Ni el masivo reconocimiento a Cristina el 9 de diciembre, ni la movilización espontánea durante el ballottage a pesar del candidato deslavado, ni mucho menos las multitudinarias plazas porteñas (casi todas sólo porteñas) de protestas antiM. Todo eso está bien, pero no alcanza. Las movilizaciones son importantísimas en lo emocional, y habría que sumar al interior, pero la lucha es otra y exige las mejores propuestas. Hay una inmensa tarea por delante. Que ya comenzó.

11/01/16 Página|12

Del relato al verso Por Alberto Dearriba

Cuando en los días previos al balotaje la militancia kirchnerista salió a las calles masivamente a advertirle al electorado que un eventual gobierno de Mauricio Macri implicaría pérdida de poder adquisitivo del salario y mayor desempleo, Cambiemos denunció la existencia de "una campaña para meter miedo a la población". Pero tras un vertiginoso mes de liberalismo económico y autoritarismo político aplicado a plumazo limpio, es posible concluir que aquellas advertencias se quedaron cortas.

En realidad, en términos económicos, el gobierno de Mauricio Macri no hace más que ejecutar un previsible ajuste ortodoxo, de manual, que comenzó con una devaluación del 45% y liberación de importaciones, pero que seguirá con un brutal aumento de las tarifas de luz y gas. Todo ello tiene obviamente un impacto sobre los precios que derriten el poder adquisitivo del salario como chocolate al sol, al tiempo que amenaza con elevar el desempleo.

El operativo de ajuste se inició impiadosamente en el Senado con 2 mil empleados despedidos bajo la acusación de ser ñoquis, otros tantos están amenazados en la Cámara de Diputados, unos 600 en el Centro Cultural Kirchner, 1000 en la Municipalidad de Quilmes y 4500 en la de La Plata En estos casos, más allá de la existencia de empleos con los cuales se pagan trabajos políticos o favores, el macrismo actúa bajo dos convencimientos: reducir el aparato estatal por razones económicas y perseguir políticamente a todo lo que huela a kircherismo.

Los ahora dirigentes opositores no reaccionan con la celeridad necesaria para defender a los trabajadores por varias razones: vienen golpeados por una derrota electoral, el Congreso está en receso, muchos están de vacaciones y la jefa natural de la oposición mantiene su silencio en el sur con el obvio objetivo de que no la acusen de meter palos en la rueda. Sin embargo, seguramente no podrá continuar callada por mucho tiempo, viendo como destruyen su obra.

El gobierno también tiene el hándicap de que no pocos perjudicados por la brutal transferencia de ingresos en favor de los exportadores (unos 128 mil millones de pesos) votaron a Macri y aún aguardan esperanzados que el nuevo gobierno les mejore su situación, pese a que es obvio que son los patos de la boda.

Los gremios estatales adoptarán medidas de fuerza en los próximos días, pero el descontento sindical será generalizado cuando se acerque marzo y asomen las paritarias. Hasta el camionero Hugo Moyano, que por su odio a Cristina Fernández dio no pocas señales de apoyo a Macri durante la campaña electoral, aparece ahora entre los que cuestionan la política oficial.

En marzo comenzarán las primeras discusiones salariales en paritarias y los sindicatos pretenden reclamar un ajuste salarial similar al porcentual de la devaluación. Pero está claro que el gobierno intentará reprimir semejante intento, porque pretende que el costo de la variación cambiaria lo paguen los trabajadores, para beneficiar en cambio a los exportadores. En el juego de la economía, lo que se le da a un sector se le resta al otro. Y Macri está más preocupado por los empresarios que por los asalariados.

Para colmo, no pocos productores agrícolas continúan reteniendo sus cosechas a la espera de una mayor devaluación, pese que no sólo ganaron con el salto en el tipo de cambio, sino también con la quita de retenciones. Funcionarios gubernamentales del área económica se quejan por el hecho de que los productores hayan liquidado hasta ahora la mitad de lo prometido, lo cual debía brindar un paraguas a las reservas hasta la llegada de los préstamos internacionales.

Si el dólar sigue aumentando, también lo harán los precios y el descontento social. Consciente de que el mejor disciplinamiento para la clase trabajadora es el desempleo, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, advirtió que en las negociaciones paritarias la dirigencia sindical deberá elegir entre salario y empleo. Por si no alcanzaron los balazos de goma contra los trabajadores de Cresta Roja, el ministro amenazó elegantemente con despidos a los sindicatos que tiren demasiado de la cuerda.

No es incurrir en ninguna campaña de terror, preveer que esa tensión puede desembocar en conflictos sociales y en la consecuente represión policial. Porque el nuevo gobierno ha dado sobrada muestras de liberalismo en materia económica, pero también de autoritarismo en materia política. La posibilidad de que la Policía Federal vuelva a solicitar DNI en las calles es apenas un síntoma del sesgo autoritario de un gobierno que en menos de un mes lanzó dos centenares de decretos de necesidad y urgencia que se llevaron puestas leyes y disposiciones constitucionales.

¿Donde andarán ahora los que se rasgaban las vestiduras por el supuesto autoritarismo de Cristina Fernández? ¿De qué autonomía del Poder Judicial hablarán cuando un magistrado avala la disolución por decreto de un organismo como la AFSCA creado por ley? El gobierno confunde aviesamente su necesidad política con la "necesidad y urgencia" que establece la Constitución.

Los postulantes propuestos por el Poder Ejecutivo por decreto para la Corte Suprema de Justicia ni siquiera presentaron sus curriculum y declaraciones juradas para iniciar el proceso de evaluación creado por Néstor Kirchner al asumir en 2003. Los funcionarios propuestos para presidir la Unidad de Investigación Financiera (UIF) son cuestionados porque trabajaron junto a un grupo de abogados en la defensa de empresas acusadas de lavado de dinero. ¿Donde está la transparencia que le reclamaron al kirchnerismo durante 12 años?

Cuando podía publicarse sin sanción un dibujo de la presidenta en un orgasmo en la tapa de una revista, los opositores clamaban por la sacrosanta libertad de prensa. Desde el gobierno, barren a la conducción de los medios públicos y a los periodistas más destacados.

Todo se ve con otro cristal ahora. Acusaban al gobierno anterior de desarrollar un "relato" que no se condecía con la realidad . Pero el macrismo está desarrollando un discurso que más que un "relato" es un verso: la devaluación es "sinceramiento" y la inflación es "corrimiento de precios". ¿Dónde estarán los que clamaban desgarrados por una tasa mensual de aumento del costo de vida del 2% cuando economistas calculan ahora que en febrero llegará al 6 por ciento?

Todos los gobiernos construyen un discurso para legitimar sus políticas públicas. No hay movimiento social transformador sin épica, ni gobierno regresivo sin mentiras piadosas. Cada vez está más claro lo que aconsejaba el consultor Jaime Duran Barba a los candidatos del Pro. El pícaro ecuatoriano les pedía que hablaran de sus hijos y de otras generalidades, pero que no se metieran en camisa de once varas. Les ponía como ejemplo que si se dedicaban a explicar que atenuarían la inflación con recortes al gasto público, la ciudadanía temería perder sus empleos. Es cierto que no lo explicaron claramente y prefirieron el verso del amor y el diálogo. Pero ahora que están en el gobierno no se andan con chiquitas. La receta es ajuste y decretazos. Sólo resta saber qué dirán los "empoderados". Los que votaron en contra y los que lo harán, desengañados, la próxima vez.

iNFO|news
 

 

El macrifascismo o la nueva derecha criolla

Por Víctor Ego Ducrot

I.- "Sembrando el caos en la Unión Soviética (podemos remplazar a la URSS por la Argentina 2016) sustituiremos sus valores, sin que sea percibido, por otros falsos, y les obligaremos a creer en ellos. Encontraremos a nuestros aliados y correligionarios en la propia Rusia (Argentina). Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosa tragedia, la de la muerte del más irreductible pueblo en la tierra, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia. De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social. Deshabituaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. Literatura, cine, teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos. Apoyaremos y encumbraremos por todos los medios a los denominados artistas que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En una palabra: cualquier tipo de inmoralidad. En la dirección del Estado crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible, pero activa y constante, propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. La honradez y la honestidad serán ridiculizadas (como) innecesarias y convertidas en un vestigio del pasado. El descaro, la insolencia, el engaño y la mentira, el alcoholismo (y) la drogadicción, el miedo irracional entre semejantes, la traición, el nacionalismo, la enemistad entre los pueblos y, ante todo, el odio al pueblo ruso; todo esto es lo que vamos a cultivar hábilmente hasta que reviente como el capullo de una flor. Sólo unos pocos acertarán a sospechar e incluso comprender lo que realmente sucede. Pero a esa gente la situaremos en una posición de indefensión, ridiculizándolos, encontrando la manera de calumniarlos, desacreditarlos y señalarlos como desechos de la sociedad. Haremos parecer chabacanos los fundamentos de la moralidad, destruyéndolos. Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos, pervertiremos (…)". El texto es uno de los preferidos por Jaime Duran Barba, el consultor ecuatoriano de Mauricio Macri, formado en las agencias de inteligencia de Estados Unidos. Pertenece al libro The Craft of Intelligence (1963), de Allen Welsh Dulles, quien fue director de la CIA entre 1953 y 1961.Y si algo de todo eso falla pues entonces apelan a lo que recurrieron ayer en La Plata y fuera registrado incluso por TN, aunque prefiero la versión de la agencia AgePeBA: "Por orden del intendente Julio Garro, las fuerzas represivas del macrifascismo atacan a los trabajadores despedidos de la Municipalidad de La Plata. El brazo de la derecha platense no sólo dejó en la calle a 4500 empleados municipales. Este viernes los trabajadores que protestaban frente al Municipio fueron reprimidos por efectivos de la bonaerense. El intendente macrista mando a reprimir a mujeres y niños con balas de goma y gases lacrimógenos. La policía armó un cordón de efectivos sobre el frente de la Municipalidad y avanzó contra los trabajadores. Los disparos fueron por la espalda, cuando muchos de los trabajadores intentaban alejarse por Plaza Moreno. Al menos fueron 20 los baleados."

II.- Macri no inventó nada. El neofascista George W. Bush hizo volar las Torres Gemelas (lo escribí en noviembre del mismo 2001 en el libro Bush & Bin Laden S.A, al igual que lo hiciera Gore Vidal y luego lo confirmaran sendos informes del Senado estadounidense y el FBI), pero antes integró su Gabinete, desde la vicepresidencia para abajo con directivos de las más influyentes corporaciones mundiales, proceso que en aquel texto denominé Imperio Global Privatizado (IGP), algo así como la etapa superior o siglo XXI del modelo neoliberal. Por primera vez la derecha más reaccionaria accedió aquí al gobierno por elecciones democráticas, lo que significó una derrota histórica para el campo popular, el cual aun no dio cuenta del análisis político que amerita ni mucho menos de la imprescindible autocrítica, lo que es grave. En tanto, los nietos de "la fusiladora" y los hijos de la dictadura de Videla y demás genocidas, lazos familiares dichos en un sentido ideológico-cultural, ya están haciendo volar al país: "El megacanje es el inicio del golpe de Estado del JP Morgan y el HSBC", señaló el economista Ernesto Mattos. Luego de los recientes anuncios del gobierno, el académico de la UBA analizó las consecuencias de la operación financiera que está llevando adelante Mauricio Macri. "Comienza el ciclo de endeudamiento con algunos principales beneficiados, los bancos que acumularán comisiones monstruosas", advirtió en una entrevista radial conocida este viernes. "En once años, todo ello le costará al Estado 9 mil millones de dólares; es el inicio del golpe de Estado del JP Morgan y el HSBC, intereses británicos y estadounidenses en Argentina", denunció.

III.- No sé si para cuando llegue este texto a sus eventuales lectores, los tres prófugos más famoso, sicarios de la efedrina, habrán aparecido asesinados o detenidos. Sí se sabe que tras varios días de fugas y tocatas, una ministra de Seguridad que pasó por los niveles más bajos de entrenamiento de la CIA cumplía con el consabido circo del celular en mano, mientras gendarmes policías y tiras de todo pelaje jugaban a ser actores de reparto en una mala película de Hollywood, de esas en la que los soldados se cuelgan de los helicópteros para capturar guerrilleros en las selvas colombianas; claro, aquí no hay selvas ni guerrilleros sino campos de soja y maizales con choclos sufridos ante tanto patetismo. Ya no me queda espacio pero prometo abundar al respecto en los próximos días, ahora tan sólo algunos enunciados: después de más de tres décadas de gobiernos constitucionales, Argentina no logró desmontar el régimen policial fundado por Ramón Camps en la provincia de Buenos Aires de la dictadura; al contrario, de la mano de elementos cuantiosos de la corporación política de todo pelaje y de sus colegas del Poder Judicial, de las fuerzas de seguridad y de las tramas mediáticas concentradas, el sistema de autogobierno y autofinaciamiento fue perfeccionado en alianza con el crimen organizado. Los jefes de todo ese complejo aparato operan en la embajada de Estados Unidos, porque se trata de un mecanismo de control social pensado en el marco teórico de la llamada democracia vigilada. El gobierno de Macri ya es un socio perfecto. La seguimos.

El día del yerno Por Hugo Presman

Mauricio Macri ha repetido en diferentes ámbitos y circunstancias que el clima político ha cambiado y que el país tiene una sensación de liberación. Estas palabras han sido malinterpretadas por los autores del triple crimen de General Rodríguez quienes el domingo 27 de diciembre se escaparon de la penitenciaría de máxima seguridad de General Alvear, una ciudad de 10.000 habitantes en la Provincia de Buenos Aires, situada a 240 kilómetros de la Capital Federal y cuya cárcel fue inaugurada en abril del año 2000.

El trío compuesto por los hermanos Cristian (40) y Martín Lanatta (41) y Víctor Schillaci (33), estaba cumpliendo la pena máxima por los asesinatos de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35). El cuarto, prófugo desde hace varios años y autor intelectual del triple homicidio, es Esteban Pérez Corradi.

El trío de asesinos suele tener nostalgias hacia las fiestas de fin de año donde se intensifican sus ansias de libertad y el deseo de estar con sus familias. Para la Navidad del 2013 estuvieron a punto de escaparse de otra cárcel de máxima seguridad (la de Sierra Chica), subiéndose a una terraza y pretendiendo huir en un helicóptero que finalmente no llegó, aparentemente por un imprevisto incremento en la tarifa de fuga. Está claro que el trío considera a la familia la célula básica de la sociedad y están dispuestos a no reparar en sacrificios y riesgos para cumplir sus objetivos de reencontrarse.

Y a diferencia de los que despotrican contra las suegras, Cristián Lanatta la adora y desmiente aquella interpretación antipolítica que dice que a una palabra sublime como madre, al agregársele lo de política, eso da la antítesis que es suegra. Ya veremos por qué más si se trata de una “ex” suegra. Lo cierto es que Martín Lanatta en el ya lejano agosto del 2015, unos días antes de las internas, le dio un reportaje explosivo a otro Lanata, este periodista ultramilitante del grupo Clarín, en el que el condenado a prisión perpetua imputó al jefe de ministros Aníbal Fernández de ser el instigador del triple crimen de General Rodríguez. Para proteger su vida, a partir de ahí lo trasladaron a la enfermería. Pero como son inseparables con su hermano Cristian y su amigo y cómplice Víctor Schillaci, los tres fueron al mismo lugar de la cárcel, la enfermería, lo que demuestra que en esta prisión de máxima seguridad se hace un culto de la amistad y el compañerismo. Aunque había la recomendación judicial que a cada uno de los asesinos los custodiaran dos guardias, en el momento que concretaron la fuga, con un arma de juguete, a los tres sólo los vigilaban dos guardias novatos y la puerta del lugar se abría desde adentro. Los redujeron y salieron por la puerta principal ante la mirada perpleja de un custodio que no llevaba armas por ser Testigo de Jehová.

Nadie los esperaba afuera para alejarse del lugar, lo que revela que la planificación de la fuga no difería demasiado de la seguridad de la cárcel. Se apropiaron del Fiat Uno de un guardiacárcel, pero como no arrancaba tuvieron que empujarlo. Una vez que lograron ponerlo en funcionamiento, y previo cambio de vehículo, se dirigieron a la casa del empresario Marcelo Melnick, conocido bajo el apodo de “Faraón”, en donde se estaba realizando una fiesta en la que decidieron quedarse unas dos horas a la vista de más de cien invitados. Como Cristián es un buen ex yerno, y aunque lo buscaran más de 700 policías, visitó a su ex suegra quien le dio tres mil pesos. No se entiende que pesos pesados del negocio de la efedrina tuvieran semejante precariedad de recursos, lo que se contrapone al armamento sofisticado que la policía informa que tienen.

Mientras el 31 de diciembre todos los canales de noticias trasmitían en cadena el cerco a los evadidos en la localidad de Ranchos y el Ministro de Seguridad de la provincia reafirmaba la inminencia de las detenciones, Cristian Lanatta volvía a visitar a su querida ex suegra a quien esta vez le sacó sin su consentimiento una camioneta. Previamente a la noche del anteúltimo día del año, los tres delincuentes habrían disparado y herido gravemente a dos jóvenes policías que pretendieron detener el vehículo para un control de rutina, aunque dado la falta de certeza de todo lo que se informa, algunos desconfían que fueran los asesinos buscados. Luego, lo que hace presumir que los prófugos son vegetarianos, algunos atestiguan que los vieron en una verdulería.

Noticias de las más dispares van agregando condimento a una fuga que no pudo filmar el neorrealismo italiano, por carecer de un autor de imaginación tan febril que pudiera concatenar semejante absurdo con el entretenimiento. Mientras los prófugos hacen conocer a varias fuerzas de seguridad distintos territorios de la Provincia de Buenos Aires, como Quilmes, Florencio Varela, Berazategui en un emocionante turismo de aventuras, los funcionarios macristas y su prensa militante (que casualmente era furiosamente opositora al anterior gobierno), despliegan un cerco protector al novato gobierno, mucho más eficaz que el policial.

Como suele suceder en estos casos, aparecen periodistas que se creen policías, policías que actúan como periodistas, especialistas varios de desconocimientos profundos y funcionarios que comentan como si fueran periodistas. Todo esto parece ser la revolución de la alegría prometida. O un gigantesco entretenimiento mientras el gobierno emprende un avance demoledor empuñando un arma cargada de decretos de necesidad y urgencia que según Joaquín Morales Solá, el periodista ultramilitante del diario La Nación: “La primera prioridad que Macri se impuso es el desmantelamiento del Estado populista”.

Mención aparte merece el famoso reportaje de Lanata con una sola T a Martín Lanatta con doble T, habiendo entrado a la cárcel de General Alvear en reiteradas ocasiones. Esto se hizo sino con la autorización o la indiferencia del ex ministro de Seguridad y Justicia de la Provincia de Buenos Aires el Dr Ricardo Casal, durante la gobernación de Daniel Scioli, aunque ahora Casal esgrime una orden judicial que relativiza su responsabilidad. En la feroz interna a la gobernación por la provincia de Buenos Aires Daniel Scioli prefería a Julián Domínguez y la presidenta Cristina Fernández se inclinó por Aníbal Fernández. En un partido que festeja el Día de la Lealtad, la traición está a la orden del día, hasta el punto que en vida de Perón el vandorismo llegó a usar el slogan: “estar contra Perón para salvar a Perón”. En esta ocasión es altamente probable que mientras Aníbal Fernández dificultaba el acceso de las boletas de Julián Domínguez, desde las filas del preferido del Papa se haya convenido la jugada de facilitar la denuncia contra Aníbal Fernández que terminó siendo un disparo en los pies del Frente para la Victoria. Eso fue un golpe de nocaut contra Aníbal Fernández que si bien ganó la interna quedo malherido para la elección del 25 de octubre. El triunfo de Vidal fue determinante para el triunfo de Mauricio Macri en el balotaje del 22 de noviembre. El periodista de La Nación Francisco Olivera el 31 de octubre escribió: "El domingo hubo festejos en la cárcel. Atento al resultado electoral, Martín Lanatta (...) se sobresaltó frente al televisor del penal de General Alvear. Y allí, mientras la pantalla mostraba a los incrédulos que María Eugenia Vidal le llevaba cinco puntos de ventaja en la provincia de Buenos Aires a Aníbal Fernández, sobrevino lo insólito: un guardiacárcel abrió la celda y se abrazó con el prisionero". La explicación de Olivera es que "los prisioneros creían liberarse de un futuro áspero con Fernández como líder del servicio penitenciario; los guardiacárceles, de posibles despidos por tantas filtraciones y filmaciones".

En esta comedia de enredos, no puede dejar de mencionarse la insólita y desproporcionada importación de efedrina, que entre el 2004 y el 2008 ascendió a más de cuarenta mil kilos, cuando lo que necesitaba la industria farmacéutica eran apenas 200 kilos. Esto debe atribuirse a la impericia o complicidad del gobierno kirchnerista y que ha devenido en el procesamiento de los hermanos Miguel Zacarías (fue secretario de José Granero, se lo acusa de ser un "nexo" entre los importadores y la Sedronar) , Máximo Zacarías (gestionó un certificado para importar efedrina) y del ex titular del Sedronar José Granero. Y que algunos beneficiados aparecen aportando a la campaña de Cristina Fernández del 2007.

El periodista Horacio Verbitsky lo sintetizó así en Página 12 del 3 de agosto del 2014: “La contundencia de la resolución por la cual la jueza federal María Servini procesó al ex secretario de lucha contra el narcotráfico, José Granero, al ex Subsecretario Técnico de Control de la Sedronar, Gabriel Yuseff Abboud, al Director de su Registro Nacional de Precursores Químicos, Julio De Orue, y a cinco responsables técnicos de farmacias y droguerías, se sintetiza que entre 2004 y 2008 se importaron 47,6 toneladas de efedrina, de las cuales 41 fueron desviadas hacia personas denunciadas, procesadas o condenadas por maniobras de narcotráfico internacional. Esto ocurrió mientras el control de esas importaciones estuvo confiado a la Sedronar y se redujo a sólo 24 kilos en cuanto esa responsabilidad fue asignada a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, Anmat.”

La insólita fuga, o simplemente que le abrieran las puertas para la salida de los tres criminales, parece, entre las diversas hipótesis que se han barajado, el pago de la factura por las declaraciones de Martín Lanatta contra Aníbal Fernández, que junto a las heridas de la interna y la deficitaria gestión de Scioli en la Provincia concretaron el milagro del triunfo de un partido de derecha.

Mauricio Macri se ha revelado un excelente y rápido pagador: devaluación y eliminación de casi la totalidad de las retenciones para el sector agropecuario que lo votó masivamente; contundente transferencia de ingresos hacia los sectores concentrados; entrega del gobierno y tupacarización de la ley de medios al grupo Clarín; y en política exterior alineamiento con EE.UU. La quinta factura puede ser la fuga del denunciante Martín Lanatta y sus secuaces.

Como el presidente pro-mercado y pro-negocios llegó con los votos a su actual lugar, puede hacer una pequeña concesión demagógica al instituir el día del yerno, en homenaje a Cristian Lanatta, que buscado por más de setecientos efectivos no reparó en riesgos para visitar dos veces en pocos días a su ex suegra. Y el día del periodista militante empresarial en honor a Jorge Lanata, radicado actualmente en Miami, después de cumplir tareas sucias en el país y que eligió ese lugar por su clima tropical y la proliferación de gusanos.

Los Lanattas, con una y dos T, merecen el homenaje del gobierno de CAMBIEMOS. Hacerlo es de estricta justicia.

Diario Registrado

Van por Lula y por Cristina Por Juan Manuel Karg

América Latina transita un inicio de 2016 bien diferente a lo acontecido en la región en la última década y media. Mientras algunos analistas hablan de "restauración conservadora", otros ponen el acentro en un supuesto "fin de ciclo" de los gobiernos posneoliberales. La coincidencia entre ambas lecturas es que la época de mayor apogeo de los gobiernos de izquierda ha dado paso a otro momento, de mayor convulsión y confrontación entre dos proyectos disímiles, opuestos, de países y también de región. Una disputa que, vale la pena repetirlo, no está saldada: sólo Mauricio Macri ha accedido al gobierno, experiencia que aún no han podido concretar ni Henrique Capriles (Venezuela), ni Aécio Neves (Brasil), ni Mauricio Rodas (Ecuador), ni Samuel Doria Medina (Bolivia).

Por ende, aún el "balance" es favorable para las fuerzas progresistas, quienes todavía tienen hegemonía en el mapa global regional.

En ese contexto, hay dos figuras que tienen una popularidad importante a pesar de los embates de los medios concentrados de sus países. Hablamos de Luiz Inácio "Lula" Da Silva y Cristina Fernández de Kirchner, ex presidentes de Brasil y Argentina, respectivamente. Ambos se han ido de Planalto y la Casa Rosada con una alta popularidad, como en su momento le sucedió a Michelle Bachelet, quien retornó a la brevedad a la Casa de la Moneda. Es decir: son figuras que aún conservan buenas chances para volver a dirigir los destinos de sus respectivos países. Esta es la razón principal que explica el envalentonamiento de sectores del poder económico concentrado en lo referente a estos dos dirigentes. Y, por ende, un recrudecimiento de los ataques mediáticos, que pregonan asimismo un avance del ámbito judicial.

En una reciente columna titulada "Apunten a la cabeza" el periodista Horacio Verbitsky alertó sobre el plan del nuevo gobierno argentino, encabezado por el ingeniero Mauricio Macri: dar vía libre a sectores de la justicia influenciados por Olivos para avanzar sobre CFK, buscando asimismo lograr un descrédito público sobre la ex presidenta.

Para Verbitsky, "el modelo es el '55, con la exhibición de vestidos y zapatos en la residencia presidencial, las comisiones investigadoras que ocuparon el lugar del clausurado Congreso, y la ilusión de borrar al tirano depuesto de la memoria popular, presentándolo como un ladrón de los dineros del pueblo". La analogía con la autodenominada Revolución Libertadora (la Fusiladora, para amplios sectores) resulta esclarecedora: esta no sólo no logró su cometido –erradicar al peronismo, comenzando por sus símbolos– sino que además convirtió a Juan Domingo Perón en mito y leyenda (viviente, aunque en el exilio) ante amplios sectores que comenzaron a perder lo logrado en aquella década. "Detrás de mi vendrán los que bueno me harán" fue la famosa frase del propio Perón, quien retornó triunfador a su país y murió ejerciendo la presidencia.

El plan actual cierra (o pretende cerrar, mejor dicho) con un blindaje mediático inédito sobre el actual presidente argentino y sus primeras medidas: devaluación cercana al 60%, masivos despidos en el ámbito estatal –más de 10 mil, al momento de escribir estas líneas–, decenas de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) sobre las más amplias esferas –sin pasar por el Congreso y violando leyes, como sucedió con la LSCA–, un plan de endeudamiento externo firmado por los propios autores del Megacanje, y una represión a los reclamos como no se ha visto desde la década del '90.

Como se ve, una batería de medidas impopulares, cuyo círculo sólo se podría redondear con una oposición fragmentada, de líderes dispersos: hacía allí apunta, entonces, el poder de turno, intentando rupturizar un peronismo que debería asimismo confluir (unido) con otros sectores, a fin de intentar volver a la Casa Rosada en el menor tiempo posible.

En Brasil el panorama es similar, aunque una diferencia sustancial separa a Brasilia de Buenos Aires: aún gobierna allí el Partido de los Trabajadores, quien aparece amenazado por dos vías. Hablamos del intento de "impeachment" que pesa sobre Dilma Rousseff –ahora parcialmente aliviada por un freno momentáneo en esta tentativa– y de los planes de avanzar judicialmente sobre el ex presidente Lula. En este último punto, hay una similitud con el objetivo que, de acuerdo a Verbitsky, planea Macri. Tanto el establishment brasileño como el nuevo gobierno argentino saben que, frente a las medidas antipopulares que planean (o ya ejecutan), la única alternativa es descabezar los liderazgos que aún tienen clamor popular. Tratarán de evitar, a como dé lugar, que Lula y Cristina Fernández de Kirchner se presenten a las presidenciales de 2018 y 2019. El ex líder metalúrgico se ha convertido por ello en tapa permanente de Globo, Folha do Sao Paulo y O Estado de Sao Paulo, los tres principales periódicos del país, que buscan erosionar su imagen negativa en el mediano plazo, aún a costa de mentir. Lo mismo sucede con Noticias y Veja, dos revistas socias que, de uno y otro lado de la frontera arremeten contra estos dos ex presidentes.

¿Cuál es el temor principal de la derecha regional? Que el supuesto "fin de ciclo" no se verifique en otros países. Que pase rápido la "primavera" que para estas fuerzas supone la seguidilla Argentina-Venezuela.

La elección de Bolivia, entonces, tendrá inédita atención continental para ser un referéndum local: un triunfo de Evo quebraría la novedosa racha, mientras una derrota completaría la trilogía conservadora. Por ello la derecha regional apunta a "cortar" las cabezas de CFK y Lula: ve en ellos, ni más ni menos, que la posibilidad de recomposición del ciclo de cambios abierto en la región hace una década y media.

Habrá que ver la intensidad y los tiempos. Y si el tiro no sale por la culata, como advierte el asesor Jaime Duran Barba, quien pone paños fríos a la idea, analizando la propia historia del peronismo (y su vitalidad influyente en millones de trabajadores).

Pero la decisión está tomada: van por Lula y por Cristina.

iNFO|news