Francisco comenzó su gira por Latinoamérica, que incluye a Bolivia y Paraguay, al llegar ayer a Ecuador. Al dirigirse al mandatario, le expresó que puede "contar siempre con el compromiso y la colaboración de la Iglesia".
El Papa llegó a un Ecuador que fue escenario en los últimos días de protestas de la derecha en contra de las políticas del presidente Rafael Correa - Foto: ap
Quito
> Ap, dpa y Ansa
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El Papa Francisco instó ayer a los ecuatorianos a valorar las diferencias y fomentar el diálogo, en el marco de su visita a ese país, que se encuentra inmerso en una serie de protestas de sectores de la derecha contra el gobierno de Rafael Correa, donde comenzó una gira Sudamericana que lo llevará también a Bolivia y Paraguay,
"Le agradezco a Dios por haberme permitido volver a América Latina y estar hoy (por ayer) aquí con ustedes, en esta hermosa tierra del Ecuador", aseguró el Sumo Pontífice, en lo que significó la primera visita del primer papa latinoamericano a la Sudamérica hispanohablante. Antes estuvo en Brasil, en el festival mundial de la juventud, pero ese viaje no tuvo el carácter de oficial.
En compañía de su esposa, Anne Malherbe Gosseline, el presidente Correa, recibió a Francisco al pie de las escalerillas del avión que lo trasladó hasta el aeropuerto internacional de Quito, donde un grupo de niños lo aguardaron con banderas del Vaticano, lo cual alegró al Papa, quien celebró con "alegría y gratitud la calurosa bienvenida".
En su primer mensaje, Bergoglio señaló que en el Evangelio están las claves para afrontar los desafíos actuales "valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones, para que los logros en progreso y desarrollo que se están consiguiendo garanticen un futuro mejor para todos".
Añadió también que los que merecen "especial atención" son "nuestros hermanos más frágiles y las minorías más vulnerables. Para esto, Señor Presidente, podrá contar siempre con el compromiso y la colaboración de la Iglesia", dijo el Sumo Pontífice, dirigiéndose a Correa.
Por su parte, el mandatario ecuatoriano expresó que "el orden mundial no solo es injusto, es inmoral, todo está en función del más poderoso y los doble estándares cunden por doquier".
Miles de personas que esperaban en las calles del norte quiteño el paso del Papa, junto a voluntarios de la Iglesia y policías, lanzaron gritos de entusiasmo cuando el avión de Francisco tocó tierra. Quito está virtualmente paralizada con almacenes y comercios cerrados. Por último, Francisco le pidió al pueblo ecuatoriano que "nunca pierdan la capacidad de dar gracias a Dios por lo que hizo y hace por ustedes". "Su país es un paraíso", agregó
"Ecuador será el primer país que visita el Papa donde va a hablar su idioma. Francisco es de nuestra idiosincrasia y tenemos la alegría que nos entregará su mensaje maravilloso, pedimos la devoción, mucha devoción para estar en todas las actividades religiosas", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Fausto Trávez.
El Papa llegó a un Ecuador que fue escenario casi a diario de protestas en contra de las políticas y el estilo del presidente Correa, aunque en los últimos días se produjo una evidente calma que reemplazó el ambiente acalorado entre la oposición y el gobierno, debido en gran parte a la felicidad que generó la visita del Sumo Pontífice.
Francisco permanecerá en Ecuador hasta el 8 de julio, luego partirá hacia Bolivia y posteriormente llegará a Paraguay. «
"Le agradezco a Dios por haberme permitido volver a América Latina y estar hoy (por ayer) aquí con ustedes, en esta hermosa tierra del Ecuador", aseguró el Sumo Pontífice, en lo que significó la primera visita del primer papa latinoamericano a la Sudamérica hispanohablante. Antes estuvo en Brasil, en el festival mundial de la juventud, pero ese viaje no tuvo el carácter de oficial.
En compañía de su esposa, Anne Malherbe Gosseline, el presidente Correa, recibió a Francisco al pie de las escalerillas del avión que lo trasladó hasta el aeropuerto internacional de Quito, donde un grupo de niños lo aguardaron con banderas del Vaticano, lo cual alegró al Papa, quien celebró con "alegría y gratitud la calurosa bienvenida".
En su primer mensaje, Bergoglio señaló que en el Evangelio están las claves para afrontar los desafíos actuales "valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones, para que los logros en progreso y desarrollo que se están consiguiendo garanticen un futuro mejor para todos".
Añadió también que los que merecen "especial atención" son "nuestros hermanos más frágiles y las minorías más vulnerables. Para esto, Señor Presidente, podrá contar siempre con el compromiso y la colaboración de la Iglesia", dijo el Sumo Pontífice, dirigiéndose a Correa.
Por su parte, el mandatario ecuatoriano expresó que "el orden mundial no solo es injusto, es inmoral, todo está en función del más poderoso y los doble estándares cunden por doquier".
Miles de personas que esperaban en las calles del norte quiteño el paso del Papa, junto a voluntarios de la Iglesia y policías, lanzaron gritos de entusiasmo cuando el avión de Francisco tocó tierra. Quito está virtualmente paralizada con almacenes y comercios cerrados. Por último, Francisco le pidió al pueblo ecuatoriano que "nunca pierdan la capacidad de dar gracias a Dios por lo que hizo y hace por ustedes". "Su país es un paraíso", agregó
"Ecuador será el primer país que visita el Papa donde va a hablar su idioma. Francisco es de nuestra idiosincrasia y tenemos la alegría que nos entregará su mensaje maravilloso, pedimos la devoción, mucha devoción para estar en todas las actividades religiosas", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Fausto Trávez.
El Papa llegó a un Ecuador que fue escenario casi a diario de protestas en contra de las políticas y el estilo del presidente Correa, aunque en los últimos días se produjo una evidente calma que reemplazó el ambiente acalorado entre la oposición y el gobierno, debido en gran parte a la felicidad que generó la visita del Sumo Pontífice.
Francisco permanecerá en Ecuador hasta el 8 de julio, luego partirá hacia Bolivia y posteriormente llegará a Paraguay. «
MAYORÍA
El Papa Francisco visitará tres países con mayoría de habitantes católicos: en Ecuador el 79 por ciento de la población es católica, en Bolivia el 77 por ciento y en Paraguay un 89 por ciento, según un informe del Pew Research Center.