sábado, 21 de marzo de 2015
La entrevista de la polémica Dos años con Francisco
El reportaje completo al Papa realizado por los jóvenes de La Cárcova News, periódico que produce la comunidad de una de las villas miseria de Buenos Aires.
Usted habla mucho de periferia. Es una palabra que usa muchas veces. ¿En qué piensa cuando habla de periferias? ¿En nosotros, en la gente de la villa?
–Cuando hablo de periferia, hablo de límites. Normalmente nosotros nos movemos en espacios que de alguna manera controlamos. Ése es el centro. Pero a medida que vamos saliendo del centro vamos descubriendo más cosas. Y cuando miramos el centro desde esas nuevas cosas que descubrimos, desde nuestras nuevas posiciones, desde esa periferia, vemos que la realidad es distinta. Una cosa es ver la realidad desde el centro y otra cosa es verla desde el último lugar a donde vos llegaste. Un ejemplo. Europa, vista desde Madrid en el siglo XVI era una cosa, pero cuando Magallanes llega al fin del continente americano y mira Europa, desde ahí entiende otra cosa. La realidad se ve mejor desde la periferia que desde el centro. También la realidad de una persona, de las periferias existenciales e incluso la realidad del pensamiento. Vos podés tener un pensamiento muy armado, pero cuando te confrontás con alguien que está fuera de ese pensamiento de alguna manera tenés que buscar las razones del tuyo, empezás a discutir, te enriquecés desde la periferia del pensamiento del otro.
–Usted conoce nuestros problemas. La droga avanza y no se detiene, entra en las villas y ataca a nuestros jóvenes. ¿Quién tiene que defendernos? Y nosotros, ¿cómo podemos defendernos?
–Es verdad, avanza y no se detiene. Hay países que ya son esclavos de la droga y nos preocupa. Lo que más me preocupa es el triunfalismo de los traficantes. Esta gente ya canta victoria, han vencido, han triunfado. Y eso es una realidad. Hay países o zonas donde todo está bajo el dominio de la droga. Con respecto a la Argentina, puedo decir sólo esto: hace 25 años era un lugar de paso de la droga, hoy en día se consume. Y no tengo la certeza, pero creo que también se fabrica.
–¿Qué es lo más importante que debemos darle a nuestros hijos?
–La pertenencia, la pertenencia a un hogar. La pertenencia se da con amor, con cariño, con tiempo, llevándolos de la mano, escuchándolos, jugando con ellos, dándoles lo que necesitan en cada momento para su crecimiento. Sobre todo, dándoles lugar para que se expresen. Si vos no jugás con tus hijos, les estás privando de la dimensión de la gratuidad. Si vos no le das lugar para que él diga lo que siente y pueda incluso hasta discutir con vos, porque se siente libre, no lo estás dejando crecer. Pero lo más importante es la fe. A mí me duele mucho cuando encuentro chicos que no saben hacerse la señal de la cruz. A esos chicos no les ha llegado lo más importante que un padre y una madre les pueden dar: la fe.
–Usted cree que siempre existe la posibilidad de un cambio, tanto en situaciones difíciles de personas que han sido muy probadas por la vida, como en situaciones sociales o internacionales que son causa de grandes sufrimientos para la población. ¿De dónde saca ese optimismo, incluso cuando habría que desesperarse?
–Toda persona puede cambiar, incluso las muy probadas. Yo conozco gente que estaba tirada en la existencia de su vida, y hoy día se han casado, tienen su hogar. Esto no es optimismo, esto es certeza en dos cosas. Primero, en el hombre, en la persona. La persona es imagen de Dios, y Dios no desprecia su imagen, siempre la rescata de alguna manera. Y, segundo, en la fuerza del mismo Espíritu Santo, que va cambiando la conciencia. No es optimismo, es fe en la persona, porque es hija de Dios. Dios no abandona a sus hijos. Me gusta repetir la frase que nosotros, los hijos de Dios, metemos la pata a cada rato, nos equivocamos, pecamos, pero, cuando pedimos perdón, Él siempre nos perdona. No se cansa de perdonar. Somos nosotros que, cuando nos creemos importantes, nos cansamos de pedir perdón.
–¿Cómo se puede llegar a estar seguros y ser constantes en la fe? Quiero decir: uno vive altos y bajos, en algunos momentos es consciente de la presencia de Dios, de que Dios es un compañero de camino, pero en otros, uno se olvida de eso y se porta como di Dios no existiera. ¿Se puede alcanzar una estabilidad en un tema como el de la fe?
–Sí, hay altos y bajos. En algunos momentos somos conscientes de la presencia de Dios, otras veces nos olvidamos de eso. La Biblia dice: la vida del hombre, de la persona sobre la tierra es una milicia. Es decir que tenés que estar en paz y luchando. Preparado para no desfallecer, no bajar la guardia, y por otro lado, gozando de todas las cosas hermosas que te da Dios en la vida. Es decir, hay que esta alerta. No ser derrotista, no ser pesimista. ¿Cómo ser constante en la fe? Si no te negás a sentirla, la vas a sentir muy cerca, la vas a encontrar en tu corazón. Otro día puede ser que no sientas nada. Y sin embargo la fe está, ¿no? Es necesario acostumbrarse a que la fe no es un sentimiento. A veces el Señor nos da la gracia de sentirla, pero la fe es algo más. La fe es mi relación con Jesucristo, yo creo que Él me salvó. Ése es el punto justo de la fe. Andá buscando vos los momentos de tu vida en los que te encontrabas mal, donde andabas perdido, donde no la pegabas, y observá cómo Cristo te salvó. Abrazate a eso, ésa es la raíz de tu fe. Cuando te olvidás, cuando no sentís nada, abrazate a eso, porque ésa es la base de tu fe. Y siempre con el Evangelio en la mano. Llevate un Evangelio chiquito en el bolsillo. Tenelo en tu casa. Esta es la Palabra de Dios. Ahí se alimenta la fe. Después de todo la fe es un regalo, no es una actitud psicológica. Y si te hacen un regalo tenés que recibirlo ¿no? Recibí, entonces, el regalo del Evangelio y leélo. Leélo y escuchá la Palabra de Dios.
–Su vida ha sido intensa, rica. Nosotros también queremos vivir una vida plena, intensa. ¿Cómo se hace para no vivir inútilmente? ¿Y cómo puede saber uno que no vive inútilmente?
–Bueno, yo viví mucho inútilmente, ¿eh? No fue tan intensa y tan rica. Yo soy un pecador como cualquiera. Pasa que, simplemente, el Señor me hace hacer cosas que se ven, pero cuántas veces hay gente que no se ve, ¡y el bien que hacen! La intensidad no es directamente proporcional a lo que la gente ve. La intensidad se vive por dentro. Y se vive alimentando la misma fe. ¿Cómo? Haciendo obras de fecundidad, obras de amor para el bien de la gente. Quizás el peor pecado contra el amor sea renegar de una persona. Hay una persona que te ama, y vos renegás de ella haciendo como que no la conocés. Te está amando y vos renegás de ella. El que más nos ama es Dios. Renegar de Dios es uno de los peores pecados que hay. San Pedro cometió ese pecado, renegó de Jesucristo… ¡y lo hicieron Papa! ¿Entonces qué me queda para mí? Así que no… ¡Adelante!
–¿Tiene cerca a personas que no están de acuerdo con usted?
–Sí, por supuesto.
–¿Cómo se comporta con ellas?
–A mí nunca me fue mal con escuchar a las personas. Cada vez que las escucho, siempre me va bien. Las veces que no las escuché me fue mal. Porque aunque no estés de acuerdo, siempre, siempre te van a dar algo o te van a poner en una situación en la cual vos tenés que repensar tus cosas. Y eso te enriquece. Es la manera de comportarse con los que no estamos de acuerdo. Ahora, si yo no estoy de acuerdo con aquel y dejo de saludarlo, le cierro la puerta en la cara o no le dejo hablar, no le pregunto nada, es evidente que me anulo a mí mismo. Esta es la riqueza del diálogo. Dialogando, escuchando, uno se enriquece.
–La moda de hoy empuja a los jóvenes hacia las relaciones virtuales. En la villa también pasa eso. ¿Cómo se puede hacer para que salgan de su mundo de fantasía y ayudarlos a vivir la realidad y las relaciones verdaderas?
–Yo distinguiría entre el mundo de la fantasía y las relaciones virtuales. A veces las relaciones virtuales no son de fantasía, son concretas, son de cosas reales y muy concretas. Pero evidentemente lo deseable es la relación no virtual, es decir, la relación física, afectiva, la relación en el tiempo y en el contacto con las personas. Y creo que el peligro que nosotros corremos ahora es el de tener una capacidad de información muy grande, de poder movernos virtualmente dentro de toda una serie de cosas que nos puede llevar a convertirnos en jóvenes-museo. Un joven-museo está muy bien informado, ¿pero qué hace con todo lo que tiene? La manera de ser fecundo en la vida no pasa por acumular información o mantener solamente comunicaciones virtuales, sino por cambiar lo concreto de la existencia. En última instancia quiere decir amar. Vos podés amar a otra persona, pero si no le estrechás la mano, no le das un abrazo, no es amor; si amás a alguien como para casarte, es decir, con el deseo de entregarte completamente, y no le abrazas, no le das un beso, no es verdadero amor. El amor virtual no existe. Existe la declaración de amor virtual, pero el verdadero amor prevé el contacto físico, concreto. Vayamos a lo esencial de la vida. Y lo esencial es eso. Entonces, no jóvenes-museo que solamente estén informados de las cosas virtualmente, sino jóvenes que sientan y que con sus propias manos –acá está lo concreto– lleven adelante su vida. Me gusta hablar de los tres lenguajes: el lenguaje de la cabeza, el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos. Tiene que haber armonía entre los tres. De tal manera que vos pienses lo que sentís y lo que hacés, sientas lo que pensás y lo que hacés, y hagas lo que sentís y lo que pensás. Eso es lo concreto. Quedarte solamente en el plano de lo virtual es como vivir en una cabeza sin cuerpo.
–¿Hay algo que quiera sugerirle a los gobernantes argentinos en un año de elecciones?
–Primero, una plataforma electoral clara. Que cada uno diga: nosotros, si somos gobierno, vamos a hacer “esto”. Bien concreto. La plataforma electoral es muy sana, y ayuda a la gente a ver lo que piensa cada uno. En una de las elecciones de hace muchos años, hubo una anécdota importante sobre lo que hicieron unos periodistas vivos. Más o menos a la misma hora se encontraron con tres candidatos. No recuerdo si eran candidatos a diputados o a intendentes. Y le preguntaron a cada uno: ¿qué piensa usted sobre tal cosa? Cada uno dio su propia respuesta, y a uno de ellos un periodista le dijo: “Pero lo que usted piensa no es lo mismo que lo que piensa el Partido que usted representa. Vea la plataforma electoral de su Partido…”. A veces los mismos candidatos no conocen la plataforma electoral. Un candidato tiene que presentarse a la sociedad con una plataforma electoral clara, bien estudiada, diciendo explícitamente: “Si yo salgo elegido diputado, intendente, gobernador, voy a hacer ‘esto’, porque pienso que ‘esto’ es lo que hay que hacer”. Segundo, honestidad en la presentación de la propia postura. Y tercero –es una de las cosas que tenemos que lograr, ojalá la podamos lograr–, una campaña electoral de tipo gratuito, no financiada. Porque en las financiaciones de las campañas electorales entran muchos intereses que después “te pasan factura”. Entonces, hay que ser independientes de cualquiera que me pueda financiar una campaña electoral. Es un ideal, evidentemente, porque siempre hace falta dinero para los afiches, para la televisión. Pero en todo caso, que la financiación sea pública. De este modo yo, ciudadano, sé que financio a este candidato con esta determinada cantidad de dinero. Que sea todo transparente y limpio.
–¿Cuándo viene a la Argentina?
–En principio, en 2016, pero todavía no hay nada seguro porque hay que armar con otros viajes, con otros países.
–Escuchamos por televisión noticias que nos duelen, que hay fanáticos que lo quieren matar. ¿No tiene miedo? Y nosotros que lo queremos, ¿qué podemos hacer?
–Mirá, la vida está en manos de Dios. Yo le dije al Señor: Vos cuidame. Pero si tu voluntad es que yo me muera o que me hagan algo, te pido un solo favor: que no me duela. Porque yo soy muy cobarde para el dolor físico
–Cuando hablo de periferia, hablo de límites. Normalmente nosotros nos movemos en espacios que de alguna manera controlamos. Ése es el centro. Pero a medida que vamos saliendo del centro vamos descubriendo más cosas. Y cuando miramos el centro desde esas nuevas cosas que descubrimos, desde nuestras nuevas posiciones, desde esa periferia, vemos que la realidad es distinta. Una cosa es ver la realidad desde el centro y otra cosa es verla desde el último lugar a donde vos llegaste. Un ejemplo. Europa, vista desde Madrid en el siglo XVI era una cosa, pero cuando Magallanes llega al fin del continente americano y mira Europa, desde ahí entiende otra cosa. La realidad se ve mejor desde la periferia que desde el centro. También la realidad de una persona, de las periferias existenciales e incluso la realidad del pensamiento. Vos podés tener un pensamiento muy armado, pero cuando te confrontás con alguien que está fuera de ese pensamiento de alguna manera tenés que buscar las razones del tuyo, empezás a discutir, te enriquecés desde la periferia del pensamiento del otro.
–Usted conoce nuestros problemas. La droga avanza y no se detiene, entra en las villas y ataca a nuestros jóvenes. ¿Quién tiene que defendernos? Y nosotros, ¿cómo podemos defendernos?
–Es verdad, avanza y no se detiene. Hay países que ya son esclavos de la droga y nos preocupa. Lo que más me preocupa es el triunfalismo de los traficantes. Esta gente ya canta victoria, han vencido, han triunfado. Y eso es una realidad. Hay países o zonas donde todo está bajo el dominio de la droga. Con respecto a la Argentina, puedo decir sólo esto: hace 25 años era un lugar de paso de la droga, hoy en día se consume. Y no tengo la certeza, pero creo que también se fabrica.
–¿Qué es lo más importante que debemos darle a nuestros hijos?
–La pertenencia, la pertenencia a un hogar. La pertenencia se da con amor, con cariño, con tiempo, llevándolos de la mano, escuchándolos, jugando con ellos, dándoles lo que necesitan en cada momento para su crecimiento. Sobre todo, dándoles lugar para que se expresen. Si vos no jugás con tus hijos, les estás privando de la dimensión de la gratuidad. Si vos no le das lugar para que él diga lo que siente y pueda incluso hasta discutir con vos, porque se siente libre, no lo estás dejando crecer. Pero lo más importante es la fe. A mí me duele mucho cuando encuentro chicos que no saben hacerse la señal de la cruz. A esos chicos no les ha llegado lo más importante que un padre y una madre les pueden dar: la fe.
–Usted cree que siempre existe la posibilidad de un cambio, tanto en situaciones difíciles de personas que han sido muy probadas por la vida, como en situaciones sociales o internacionales que son causa de grandes sufrimientos para la población. ¿De dónde saca ese optimismo, incluso cuando habría que desesperarse?
–Toda persona puede cambiar, incluso las muy probadas. Yo conozco gente que estaba tirada en la existencia de su vida, y hoy día se han casado, tienen su hogar. Esto no es optimismo, esto es certeza en dos cosas. Primero, en el hombre, en la persona. La persona es imagen de Dios, y Dios no desprecia su imagen, siempre la rescata de alguna manera. Y, segundo, en la fuerza del mismo Espíritu Santo, que va cambiando la conciencia. No es optimismo, es fe en la persona, porque es hija de Dios. Dios no abandona a sus hijos. Me gusta repetir la frase que nosotros, los hijos de Dios, metemos la pata a cada rato, nos equivocamos, pecamos, pero, cuando pedimos perdón, Él siempre nos perdona. No se cansa de perdonar. Somos nosotros que, cuando nos creemos importantes, nos cansamos de pedir perdón.
–¿Cómo se puede llegar a estar seguros y ser constantes en la fe? Quiero decir: uno vive altos y bajos, en algunos momentos es consciente de la presencia de Dios, de que Dios es un compañero de camino, pero en otros, uno se olvida de eso y se porta como di Dios no existiera. ¿Se puede alcanzar una estabilidad en un tema como el de la fe?
–Sí, hay altos y bajos. En algunos momentos somos conscientes de la presencia de Dios, otras veces nos olvidamos de eso. La Biblia dice: la vida del hombre, de la persona sobre la tierra es una milicia. Es decir que tenés que estar en paz y luchando. Preparado para no desfallecer, no bajar la guardia, y por otro lado, gozando de todas las cosas hermosas que te da Dios en la vida. Es decir, hay que esta alerta. No ser derrotista, no ser pesimista. ¿Cómo ser constante en la fe? Si no te negás a sentirla, la vas a sentir muy cerca, la vas a encontrar en tu corazón. Otro día puede ser que no sientas nada. Y sin embargo la fe está, ¿no? Es necesario acostumbrarse a que la fe no es un sentimiento. A veces el Señor nos da la gracia de sentirla, pero la fe es algo más. La fe es mi relación con Jesucristo, yo creo que Él me salvó. Ése es el punto justo de la fe. Andá buscando vos los momentos de tu vida en los que te encontrabas mal, donde andabas perdido, donde no la pegabas, y observá cómo Cristo te salvó. Abrazate a eso, ésa es la raíz de tu fe. Cuando te olvidás, cuando no sentís nada, abrazate a eso, porque ésa es la base de tu fe. Y siempre con el Evangelio en la mano. Llevate un Evangelio chiquito en el bolsillo. Tenelo en tu casa. Esta es la Palabra de Dios. Ahí se alimenta la fe. Después de todo la fe es un regalo, no es una actitud psicológica. Y si te hacen un regalo tenés que recibirlo ¿no? Recibí, entonces, el regalo del Evangelio y leélo. Leélo y escuchá la Palabra de Dios.
–Su vida ha sido intensa, rica. Nosotros también queremos vivir una vida plena, intensa. ¿Cómo se hace para no vivir inútilmente? ¿Y cómo puede saber uno que no vive inútilmente?
–Bueno, yo viví mucho inútilmente, ¿eh? No fue tan intensa y tan rica. Yo soy un pecador como cualquiera. Pasa que, simplemente, el Señor me hace hacer cosas que se ven, pero cuántas veces hay gente que no se ve, ¡y el bien que hacen! La intensidad no es directamente proporcional a lo que la gente ve. La intensidad se vive por dentro. Y se vive alimentando la misma fe. ¿Cómo? Haciendo obras de fecundidad, obras de amor para el bien de la gente. Quizás el peor pecado contra el amor sea renegar de una persona. Hay una persona que te ama, y vos renegás de ella haciendo como que no la conocés. Te está amando y vos renegás de ella. El que más nos ama es Dios. Renegar de Dios es uno de los peores pecados que hay. San Pedro cometió ese pecado, renegó de Jesucristo… ¡y lo hicieron Papa! ¿Entonces qué me queda para mí? Así que no… ¡Adelante!
–¿Tiene cerca a personas que no están de acuerdo con usted?
–Sí, por supuesto.
–¿Cómo se comporta con ellas?
–A mí nunca me fue mal con escuchar a las personas. Cada vez que las escucho, siempre me va bien. Las veces que no las escuché me fue mal. Porque aunque no estés de acuerdo, siempre, siempre te van a dar algo o te van a poner en una situación en la cual vos tenés que repensar tus cosas. Y eso te enriquece. Es la manera de comportarse con los que no estamos de acuerdo. Ahora, si yo no estoy de acuerdo con aquel y dejo de saludarlo, le cierro la puerta en la cara o no le dejo hablar, no le pregunto nada, es evidente que me anulo a mí mismo. Esta es la riqueza del diálogo. Dialogando, escuchando, uno se enriquece.
–La moda de hoy empuja a los jóvenes hacia las relaciones virtuales. En la villa también pasa eso. ¿Cómo se puede hacer para que salgan de su mundo de fantasía y ayudarlos a vivir la realidad y las relaciones verdaderas?
–Yo distinguiría entre el mundo de la fantasía y las relaciones virtuales. A veces las relaciones virtuales no son de fantasía, son concretas, son de cosas reales y muy concretas. Pero evidentemente lo deseable es la relación no virtual, es decir, la relación física, afectiva, la relación en el tiempo y en el contacto con las personas. Y creo que el peligro que nosotros corremos ahora es el de tener una capacidad de información muy grande, de poder movernos virtualmente dentro de toda una serie de cosas que nos puede llevar a convertirnos en jóvenes-museo. Un joven-museo está muy bien informado, ¿pero qué hace con todo lo que tiene? La manera de ser fecundo en la vida no pasa por acumular información o mantener solamente comunicaciones virtuales, sino por cambiar lo concreto de la existencia. En última instancia quiere decir amar. Vos podés amar a otra persona, pero si no le estrechás la mano, no le das un abrazo, no es amor; si amás a alguien como para casarte, es decir, con el deseo de entregarte completamente, y no le abrazas, no le das un beso, no es verdadero amor. El amor virtual no existe. Existe la declaración de amor virtual, pero el verdadero amor prevé el contacto físico, concreto. Vayamos a lo esencial de la vida. Y lo esencial es eso. Entonces, no jóvenes-museo que solamente estén informados de las cosas virtualmente, sino jóvenes que sientan y que con sus propias manos –acá está lo concreto– lleven adelante su vida. Me gusta hablar de los tres lenguajes: el lenguaje de la cabeza, el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos. Tiene que haber armonía entre los tres. De tal manera que vos pienses lo que sentís y lo que hacés, sientas lo que pensás y lo que hacés, y hagas lo que sentís y lo que pensás. Eso es lo concreto. Quedarte solamente en el plano de lo virtual es como vivir en una cabeza sin cuerpo.
–¿Hay algo que quiera sugerirle a los gobernantes argentinos en un año de elecciones?
–Primero, una plataforma electoral clara. Que cada uno diga: nosotros, si somos gobierno, vamos a hacer “esto”. Bien concreto. La plataforma electoral es muy sana, y ayuda a la gente a ver lo que piensa cada uno. En una de las elecciones de hace muchos años, hubo una anécdota importante sobre lo que hicieron unos periodistas vivos. Más o menos a la misma hora se encontraron con tres candidatos. No recuerdo si eran candidatos a diputados o a intendentes. Y le preguntaron a cada uno: ¿qué piensa usted sobre tal cosa? Cada uno dio su propia respuesta, y a uno de ellos un periodista le dijo: “Pero lo que usted piensa no es lo mismo que lo que piensa el Partido que usted representa. Vea la plataforma electoral de su Partido…”. A veces los mismos candidatos no conocen la plataforma electoral. Un candidato tiene que presentarse a la sociedad con una plataforma electoral clara, bien estudiada, diciendo explícitamente: “Si yo salgo elegido diputado, intendente, gobernador, voy a hacer ‘esto’, porque pienso que ‘esto’ es lo que hay que hacer”. Segundo, honestidad en la presentación de la propia postura. Y tercero –es una de las cosas que tenemos que lograr, ojalá la podamos lograr–, una campaña electoral de tipo gratuito, no financiada. Porque en las financiaciones de las campañas electorales entran muchos intereses que después “te pasan factura”. Entonces, hay que ser independientes de cualquiera que me pueda financiar una campaña electoral. Es un ideal, evidentemente, porque siempre hace falta dinero para los afiches, para la televisión. Pero en todo caso, que la financiación sea pública. De este modo yo, ciudadano, sé que financio a este candidato con esta determinada cantidad de dinero. Que sea todo transparente y limpio.
–¿Cuándo viene a la Argentina?
–En principio, en 2016, pero todavía no hay nada seguro porque hay que armar con otros viajes, con otros países.
–Escuchamos por televisión noticias que nos duelen, que hay fanáticos que lo quieren matar. ¿No tiene miedo? Y nosotros que lo queremos, ¿qué podemos hacer?
–Mirá, la vida está en manos de Dios. Yo le dije al Señor: Vos cuidame. Pero si tu voluntad es que yo me muera o que me hagan algo, te pido un solo favor: que no me duela. Porque yo soy muy cobarde para el dolor físico
15 de Marzo de 2015 EE.UU. quiere frenar al Estado Islámico
Washington intentó utilizar a los yihadistas para frenar a Irán. Pero, al perder control sobre ellos, decidió vencerlos militarmente.
Las tropas regulares iraquíes y milicias tribales chiíes avanzan en los últimos días decisivamente para frenar el avance arrollador del Estado Islámico (EI) y poder arrebatar al grupo yihadista el control de la ciudad de Tikrit, 140 kilómetros al noroeste de Bagdad, con más de 300.000 habitantes y cuna de Sadam Husein. Hacía mucho tiempo que las fuerzas iraquíes, entrenadas y armadas desde 2003 por EE.UU. y sus aliados, no llevaban a cabo una ofensiva de esta envergadura.
Las milicias del EI han ido haciéndose con extrema velocidad con el control de un tercio del inmenso territorio de Irak, incluyendo una de las ciudades más importantes del país, Mosul, con más de dos millones de habitantes, que ocupa totalmente desde junio de 2014.
Varios analistas militares vienen sosteniendo desde hace tiempo que el hecho de que los 300.000 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes no hubieran frenado desde el inicio las incursiones de los yihadistas, sino que huyeran ante su avance, sólo se podía explicar por una meditada estrategia geopolítica.
Y es que para EE.UU. e Israel, como para Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar o Turquía, el Estado Islámico era un instrumento idóneo para frenar la influencia cada vez mayor de Irán en Irak, en Siria, en Líbano, en Palestina. Desde hace décadas, Israel y EE.UU. vienen teorizando sobre la necesidad de “balcanizar” Medio Oriente, fragmentando los países actuales por etnias, permitiendo un mayor control sobre ellos. Así lo vienen proyectando desde los años ’50, de la mano de Ben Gurion primero, actualizado por el “Plan Yidon” en 1982, y revisado nuevamente por el “Plan Yaalon” de 2014, compartidos por EE.UU.
La irrupción en escena del Estado Islámico, escisión de Al Qaeda, fue vista como una oportunidad de oro. Sólo así se entiende la falta de reacción de EE.UU. y sus aliados ante el desarrollo que iba adquiriendo el EI; sólo así puede comprenderse que los aviones de carga de EE.UU. se equivocaran tan a menudo al lanzar pertrechos a las milicias kurdas en el norte de Irak asediadas durante meses por los yihadistas, y que esas armas, municiones y alimentos cayeran precisamente en zonas controladas por éstos.
Pero el “califa” Abu Bakr al-Baghdadi tenía sus propios planes y éstos desbordaron todas las previsiones de EE.UU., Israel y sus aliados árabes. Al-Baghdadi decidió instaurar su “califato”, ocupar territorio y borrar las fronteras existentes desde inicios del siglo XX, pero siguiendo sus propios planes.
El Estado Islámico ya ha empezado a renombrar las provincias, a nombrar en ellas autoridades civiles, militares y religiosas, a hacerse cargo de la administración de las mismas como si de un verdadero Estado se tratara, donde controla la vida productiva, comercial, bancaria, política, judicial, donde cobra impuestos, donde establece cómo deben vestir y comportarse las mujeres, qué y quién puede estudiar, donde supervisa todo con mano de hierro.
Su afán de conquistar territorio no tiene límites; ya no controla sólo miles de kilómetros del territorio iraquí y sirio, sino que ya tiene una fuerte presencia en Líbano, enfrentándose a muerte con las milicias de Hizbolá; intenta afianzarse en la Franja de Gaza, chocando con las fuerzas de Hamás.
Cada vez son más los grupos terroristas de países del norte de África, de Túnez, de Marruecos, Argelia, Egipto, pero también de Oriente Medio, de Afganistán, Pakistán y del África subsahariana que rinden fidelidad al “califa” y se coordinan con el Estado Islámico, copiando su estudiada propaganda y guerra mediática y sus brutales métodos.
Las decapitaciones de enemigos están a la orden del día en una amplísima región del Magreb, Medio Oriente y África; todos esos grupos empiezan a emular al EI; es algo que aterroriza a poblaciones enteras, pero que a su vez atrae a otros, a miles de jóvenes del mundo musulmán y hasta a numerosos jóvenes occidentales que deciden enrolarse en las filas yihadistas.
Las autoridades policiales europeas estiman que este año habrá aproximadamente 5.000 voluntarios europeos que se sumen a las filas del Estado Islámico y que en 2016 pueden llegar a ser 10.000.
Más de 500 jóvenes mujeres –la mayoría de ellas captadas a través de web yihadistas– se han trasladado ya a los frentes de guerra para casarse con “guerreros” islámicos. Se consideran privilegiadas por tener esa oportunidad. Y el fenómeno no tiene visos de que pueda frenarse a corto y mediano plazo; se ha llegado muy lejos, se les ha dejado llegar muy lejos.
El Estado Islámico ya no necesita de la ayuda económica y militar que recibió inicialmente de las monarquías y grandes hombres de negocios del Golfo –con la venia de EE.UU.–, ni que Turquía les deje pasar libremente como hasta ahora por sus fronteras hacia Siria e Irak.
Con el control de la vida productiva de las grandes ciudades que ocupa, el cobro de impuestos y la explotación de importantes refinerías de petróleo cuyos barriles vende de contrabando, el EI cuenta con recursos para pertrechar y pagar los salarios de sus miles de combatientes, a una media de 1.000 dólares mensuales por cabeza.
EE.UU. y sus aliados intentan seguir sacando partido de ellos poniéndoles límites, marcándoles las “líneas rojas” que no se les permitirá traspasar, pero el EI es como un “Frankestein” de muchas cabezas y armado hasta los dientes, a quien no se le puede dar ya órdenes.
Las milicias del EI han ido haciéndose con extrema velocidad con el control de un tercio del inmenso territorio de Irak, incluyendo una de las ciudades más importantes del país, Mosul, con más de dos millones de habitantes, que ocupa totalmente desde junio de 2014.
Varios analistas militares vienen sosteniendo desde hace tiempo que el hecho de que los 300.000 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes no hubieran frenado desde el inicio las incursiones de los yihadistas, sino que huyeran ante su avance, sólo se podía explicar por una meditada estrategia geopolítica.
Y es que para EE.UU. e Israel, como para Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar o Turquía, el Estado Islámico era un instrumento idóneo para frenar la influencia cada vez mayor de Irán en Irak, en Siria, en Líbano, en Palestina. Desde hace décadas, Israel y EE.UU. vienen teorizando sobre la necesidad de “balcanizar” Medio Oriente, fragmentando los países actuales por etnias, permitiendo un mayor control sobre ellos. Así lo vienen proyectando desde los años ’50, de la mano de Ben Gurion primero, actualizado por el “Plan Yidon” en 1982, y revisado nuevamente por el “Plan Yaalon” de 2014, compartidos por EE.UU.
La irrupción en escena del Estado Islámico, escisión de Al Qaeda, fue vista como una oportunidad de oro. Sólo así se entiende la falta de reacción de EE.UU. y sus aliados ante el desarrollo que iba adquiriendo el EI; sólo así puede comprenderse que los aviones de carga de EE.UU. se equivocaran tan a menudo al lanzar pertrechos a las milicias kurdas en el norte de Irak asediadas durante meses por los yihadistas, y que esas armas, municiones y alimentos cayeran precisamente en zonas controladas por éstos.
Pero el “califa” Abu Bakr al-Baghdadi tenía sus propios planes y éstos desbordaron todas las previsiones de EE.UU., Israel y sus aliados árabes. Al-Baghdadi decidió instaurar su “califato”, ocupar territorio y borrar las fronteras existentes desde inicios del siglo XX, pero siguiendo sus propios planes.
El Estado Islámico ya ha empezado a renombrar las provincias, a nombrar en ellas autoridades civiles, militares y religiosas, a hacerse cargo de la administración de las mismas como si de un verdadero Estado se tratara, donde controla la vida productiva, comercial, bancaria, política, judicial, donde cobra impuestos, donde establece cómo deben vestir y comportarse las mujeres, qué y quién puede estudiar, donde supervisa todo con mano de hierro.
Su afán de conquistar territorio no tiene límites; ya no controla sólo miles de kilómetros del territorio iraquí y sirio, sino que ya tiene una fuerte presencia en Líbano, enfrentándose a muerte con las milicias de Hizbolá; intenta afianzarse en la Franja de Gaza, chocando con las fuerzas de Hamás.
Cada vez son más los grupos terroristas de países del norte de África, de Túnez, de Marruecos, Argelia, Egipto, pero también de Oriente Medio, de Afganistán, Pakistán y del África subsahariana que rinden fidelidad al “califa” y se coordinan con el Estado Islámico, copiando su estudiada propaganda y guerra mediática y sus brutales métodos.
Las decapitaciones de enemigos están a la orden del día en una amplísima región del Magreb, Medio Oriente y África; todos esos grupos empiezan a emular al EI; es algo que aterroriza a poblaciones enteras, pero que a su vez atrae a otros, a miles de jóvenes del mundo musulmán y hasta a numerosos jóvenes occidentales que deciden enrolarse en las filas yihadistas.
Las autoridades policiales europeas estiman que este año habrá aproximadamente 5.000 voluntarios europeos que se sumen a las filas del Estado Islámico y que en 2016 pueden llegar a ser 10.000.
Más de 500 jóvenes mujeres –la mayoría de ellas captadas a través de web yihadistas– se han trasladado ya a los frentes de guerra para casarse con “guerreros” islámicos. Se consideran privilegiadas por tener esa oportunidad. Y el fenómeno no tiene visos de que pueda frenarse a corto y mediano plazo; se ha llegado muy lejos, se les ha dejado llegar muy lejos.
El Estado Islámico ya no necesita de la ayuda económica y militar que recibió inicialmente de las monarquías y grandes hombres de negocios del Golfo –con la venia de EE.UU.–, ni que Turquía les deje pasar libremente como hasta ahora por sus fronteras hacia Siria e Irak.
Con el control de la vida productiva de las grandes ciudades que ocupa, el cobro de impuestos y la explotación de importantes refinerías de petróleo cuyos barriles vende de contrabando, el EI cuenta con recursos para pertrechar y pagar los salarios de sus miles de combatientes, a una media de 1.000 dólares mensuales por cabeza.
EE.UU. y sus aliados intentan seguir sacando partido de ellos poniéndoles límites, marcándoles las “líneas rojas” que no se les permitirá traspasar, pero el EI es como un “Frankestein” de muchas cabezas y armado hasta los dientes, a quien no se le puede dar ya órdenes.
15 de Marzo de 2015 Conferencia en Buenos Aires de Iñigo Errejón, Secretario Político de Podemos “No somos copia de nada, queremos cambiarlo todo”
Miradas al Sur estuvo presente en la charla brindada por uno de los máximos referentes de la ascendente izquierda española en el Centro Cultural de la Cooperación. El número dos de la organización que desafía electoralmente a la denominada casta del PP y el PSOE explicó por qué constituyen una anomalía para la política ibérica.
( PRENSA CCC).
Visto desde cerca, Iñigo Errejón, el número dos de Podemos, tiene el perfil de un joven bancario. Camisa celeste pastel abotonada hasta el cuello, jean de marca ceñido al cuerpo, gafas a la moda. No usa barba, no lleva un morral andino colgado de su hombro, una cinta violeta anudada a la muñeca con el logo de Podemos es su única huella estética militante. Errejón llegó a Buenos Aires para participar del Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, organizado por el secretario del ministerio de Cultura, Ricardo Forster. El último responsable de la campaña política de Podemos para los comicios legislativos europeos tuvo una apretada agenda de actividades en la capital argentina: el último jueves participó en el Teatro Cervantes del panel denominado América Latina y Europa, en espejo junto al periodista español Ignacio Ramonet y el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera. Previamente, Iñigo Errejón –miembro del Consejo Editorial de la revista de análisis Viento Sur– lideró una mesa de debate en el Centro Cultural de la Cooperación (CCC) –compartida con el economista español Alberto Serrano Mancilla, el secretario de Educación ecuatoriano Rafael Ramírez y el diputado nacional argentino Juan Carlos Junio– denominada Diálogos del Sur.
Iñigo Errejón llegó escoltado y protegido al CCC por un grupo de militantes de Podemos Buenos Aires como si fuese un auténtico rock star. Todavía poco conocido en la Argentina, Iñigo es una auténtica celebrity de la izquierda europea. Es más, muchos analistas lo caracterizan como el “García Linera” de Podemos. Si el líder Pablo Iglesias, ex conductor televisivo y actual eurodiputado, es el frontman de la organización por su carisma y su verba encendida, Iñigo Errejón aporta, sin duda, junto al también politólogo y ex asesor chavista Juan Carlos Monedero, el combustible teórico del sello político electoral parido por los indignados españoles y el movimiento asambleario 15M. “Voy a hablar más rápido de lo acostumbrado. Mis compañeros me marcan que debo partir en media hora para cumplir con otra reunión ya comprometida”, aclara Iñigo en el inicio de su disertación y, unos metros atrás, pegado a la puerta de la Sala del primer piso del CCC donde transcurrió la mesa debate, un tal Jesús, virtual asesor de prensa de Iñigo en Buenos Aires, aprueba la mención de su jefe político moviendo la cabeza verticalmente de forma repetitiva. Tal como lo prometió, Iñigo habló acelerado, con las revoluciones por minuto de un fórmula uno, pero también lo hizo de forma precisa. Acunado intelectualmente con las biblias teóricas de la ciencias sociales de cuño marxista, pero luego revestido políticamente con la picardía y los códigos asamblearios de los movimientos ciudadanos de base, Iñigo dio cátedra durante treinta minutos para explicar por qué Podemos es la gran anomalía política española, el hecho maldito repudiado por la elite local y por los partidos de izquierda anquilosados con los dogmas de la Guerra Fría.
“Siempre decimos que no habría Podemos sin el acompañamiento y las experiencias de cambio político desarrolladas durante los últimos años en Latinoamérica. Cuando decimos esto, muchos medios españoles nos acusan de querer copiar los modelos políticos que hay al otro lado del charco. Nada más erróneo. Es más, lo decimos muy explícitamente: no hace falta. Nuestro sistema de seguridad social ya cuenta con una base de derechos adquiridos que son muy importantes. Por eso, una de las peleas que estamos dando es, precisamente, no tener que llegar a padecer en España los grados de descomposición social que vivió Sudamérica a fines de los años noventa. Es por eso que, en absoluto deseamos ser una copia en Europa del proceso de integración regional sudamericano. Pero sí nos interesa incorporar el aprendizaje político de la región en lo que respecta a cómo puede surgir un proyecto político excepcional en el apogeo de una crisis económica”, comentó Iñigo al principio de su conferencia para desmitificar el supuesto aura y reflejo ibérico chavista de Podemos.
“Sólo en los momentos de excepcionalidad política, los movimientos carentes de poder económico, militar o mediático, tienen la capacidad de desafiar a los poderosos y plantear alternativas populares para sus países. Claro, estos momentos de la historia suceden de forma esporádica. Ésa es la experiencia de América latina, y eso está pasando ahora en Europa. Pero, dicha excepcionalidad no implica que el pueblo y los ciudadanos deban estar permanentemente movilizados y encabezando protestas. Ésa es una mirada muy melancólica de la izquierda clásica. Por momentos, la gente corriente desea ser protagonista, como sucedió con los Indignados durante la protesta del 15M. Pero, también, están las coyunturas donde el pueblo asume una posición de acompañamiento y menos comprometida. Los dos momentos son válidos, y hay que saber leerlos. A veces, la ola sube, y otras baja. Lo importante es ir a la par del pueblo, y no desesperarse cuando las masas sociales están en una etapa de reflujo político”, continuó bajando línea Iñigo en el prólogo de su disertación.
“En Europa, los pueblos del sur estamos padeciendo un regreso de las relaciones de poder colonial. Esa ha provocado dos o tres fenómenos no menores. En primer lugar, el derrumbe de la utopía conservadora que venía marcando la agenda política de Europa de los últimos veinte años. Esto implicaba que la política, en tanto conflicto y tensión, había sido subsumida en la cúpula de los Estados como paradigma por la gestión técnica. Es decir, la utopía liberal y conservadora europea soñaba con una democracia sin pueblo, su lema era una democracia de consumidores y ciudadanos asépticos. Esa crisis explica varios movimientos políticos: el descenso de la socialdemocracia y de la derecha populista conservadora, también cierto brote de la ultraderecha, donde el penúltimo sueña con comerse al último de la pirámide social, y ya hemos visto cómo termina esa película siempre en Europa; pero, también simboliza el regreso del proyecto nacional y popular a nuestro continente, que estaba muy relegado, y que hoy comienza a cantar victoria, como lo hizo en Grecia de la mano de Syriza y como lo hará pronto en España con Podemos”, puntualizó el joven politólogo español para algarabía de los integrantes de la comunidad española en Buenos Aires que estaban presentes en el CCC.
“Unos meses atrás, el diario El País tituló “Podemos, aupado por la bronca social, encabeza las encuestas”. El subtexto es claro: la institucionalidad está en peligro porque los ciudadanos bárbaros, los poco integrados, los descontentos de siempre, ahora cuentan con una herramienta política. Paralelamente, el Partido Popular y el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), que no son de izquierda ni derecha, recordemos que esas categorías son metáforas, sino que son la casta que ha ocupado por décadas el centro del tablero para secuestrar el poder de representación, tienen la impresión de que si bajan un poco la espuma del descontento social español podrán barrer con la irrupción de Podemos para así gobernar, por turnos y cuotas de poder, como lo vienen haciendo en La Moncloa. Por eso mismo, en estos momentos, los letrados del gobierno están armando una ingeniería jurídica para correr la fecha de las elecciones presidenciales. Además, pretenden fragmentar los comicios distritales y asegurarse triunfos previos en provincias proclives al régimen. Pero, no hay problemas, así pongan la fecha de los comicios para noviembre, diciembre o para los primeros meses del 2016, eso no cambia la ecuación. Venimos a cambiarlo todo y estamos seguros que lo podemos hacer”, cerró Iñigo, y salió corriendo rápido, con el mismo vértigo que habló, para calle Corrientes. Otra audiencia lo esperaba.
Iñigo Errejón llegó escoltado y protegido al CCC por un grupo de militantes de Podemos Buenos Aires como si fuese un auténtico rock star. Todavía poco conocido en la Argentina, Iñigo es una auténtica celebrity de la izquierda europea. Es más, muchos analistas lo caracterizan como el “García Linera” de Podemos. Si el líder Pablo Iglesias, ex conductor televisivo y actual eurodiputado, es el frontman de la organización por su carisma y su verba encendida, Iñigo Errejón aporta, sin duda, junto al también politólogo y ex asesor chavista Juan Carlos Monedero, el combustible teórico del sello político electoral parido por los indignados españoles y el movimiento asambleario 15M. “Voy a hablar más rápido de lo acostumbrado. Mis compañeros me marcan que debo partir en media hora para cumplir con otra reunión ya comprometida”, aclara Iñigo en el inicio de su disertación y, unos metros atrás, pegado a la puerta de la Sala del primer piso del CCC donde transcurrió la mesa debate, un tal Jesús, virtual asesor de prensa de Iñigo en Buenos Aires, aprueba la mención de su jefe político moviendo la cabeza verticalmente de forma repetitiva. Tal como lo prometió, Iñigo habló acelerado, con las revoluciones por minuto de un fórmula uno, pero también lo hizo de forma precisa. Acunado intelectualmente con las biblias teóricas de la ciencias sociales de cuño marxista, pero luego revestido políticamente con la picardía y los códigos asamblearios de los movimientos ciudadanos de base, Iñigo dio cátedra durante treinta minutos para explicar por qué Podemos es la gran anomalía política española, el hecho maldito repudiado por la elite local y por los partidos de izquierda anquilosados con los dogmas de la Guerra Fría.
“Siempre decimos que no habría Podemos sin el acompañamiento y las experiencias de cambio político desarrolladas durante los últimos años en Latinoamérica. Cuando decimos esto, muchos medios españoles nos acusan de querer copiar los modelos políticos que hay al otro lado del charco. Nada más erróneo. Es más, lo decimos muy explícitamente: no hace falta. Nuestro sistema de seguridad social ya cuenta con una base de derechos adquiridos que son muy importantes. Por eso, una de las peleas que estamos dando es, precisamente, no tener que llegar a padecer en España los grados de descomposición social que vivió Sudamérica a fines de los años noventa. Es por eso que, en absoluto deseamos ser una copia en Europa del proceso de integración regional sudamericano. Pero sí nos interesa incorporar el aprendizaje político de la región en lo que respecta a cómo puede surgir un proyecto político excepcional en el apogeo de una crisis económica”, comentó Iñigo al principio de su conferencia para desmitificar el supuesto aura y reflejo ibérico chavista de Podemos.
“Sólo en los momentos de excepcionalidad política, los movimientos carentes de poder económico, militar o mediático, tienen la capacidad de desafiar a los poderosos y plantear alternativas populares para sus países. Claro, estos momentos de la historia suceden de forma esporádica. Ésa es la experiencia de América latina, y eso está pasando ahora en Europa. Pero, dicha excepcionalidad no implica que el pueblo y los ciudadanos deban estar permanentemente movilizados y encabezando protestas. Ésa es una mirada muy melancólica de la izquierda clásica. Por momentos, la gente corriente desea ser protagonista, como sucedió con los Indignados durante la protesta del 15M. Pero, también, están las coyunturas donde el pueblo asume una posición de acompañamiento y menos comprometida. Los dos momentos son válidos, y hay que saber leerlos. A veces, la ola sube, y otras baja. Lo importante es ir a la par del pueblo, y no desesperarse cuando las masas sociales están en una etapa de reflujo político”, continuó bajando línea Iñigo en el prólogo de su disertación.
“En Europa, los pueblos del sur estamos padeciendo un regreso de las relaciones de poder colonial. Esa ha provocado dos o tres fenómenos no menores. En primer lugar, el derrumbe de la utopía conservadora que venía marcando la agenda política de Europa de los últimos veinte años. Esto implicaba que la política, en tanto conflicto y tensión, había sido subsumida en la cúpula de los Estados como paradigma por la gestión técnica. Es decir, la utopía liberal y conservadora europea soñaba con una democracia sin pueblo, su lema era una democracia de consumidores y ciudadanos asépticos. Esa crisis explica varios movimientos políticos: el descenso de la socialdemocracia y de la derecha populista conservadora, también cierto brote de la ultraderecha, donde el penúltimo sueña con comerse al último de la pirámide social, y ya hemos visto cómo termina esa película siempre en Europa; pero, también simboliza el regreso del proyecto nacional y popular a nuestro continente, que estaba muy relegado, y que hoy comienza a cantar victoria, como lo hizo en Grecia de la mano de Syriza y como lo hará pronto en España con Podemos”, puntualizó el joven politólogo español para algarabía de los integrantes de la comunidad española en Buenos Aires que estaban presentes en el CCC.
“Unos meses atrás, el diario El País tituló “Podemos, aupado por la bronca social, encabeza las encuestas”. El subtexto es claro: la institucionalidad está en peligro porque los ciudadanos bárbaros, los poco integrados, los descontentos de siempre, ahora cuentan con una herramienta política. Paralelamente, el Partido Popular y el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), que no son de izquierda ni derecha, recordemos que esas categorías son metáforas, sino que son la casta que ha ocupado por décadas el centro del tablero para secuestrar el poder de representación, tienen la impresión de que si bajan un poco la espuma del descontento social español podrán barrer con la irrupción de Podemos para así gobernar, por turnos y cuotas de poder, como lo vienen haciendo en La Moncloa. Por eso mismo, en estos momentos, los letrados del gobierno están armando una ingeniería jurídica para correr la fecha de las elecciones presidenciales. Además, pretenden fragmentar los comicios distritales y asegurarse triunfos previos en provincias proclives al régimen. Pero, no hay problemas, así pongan la fecha de los comicios para noviembre, diciembre o para los primeros meses del 2016, eso no cambia la ecuación. Venimos a cambiarlo todo y estamos seguros que lo podemos hacer”, cerró Iñigo, y salió corriendo rápido, con el mismo vértigo que habló, para calle Corrientes. Otra audiencia lo esperaba.
15 de Marzo de 2015 Paraguay, territorio de protestas sociales Conflictos regionales tras la Larga Marcha campesina
La concentración de cerca de 10 mil personas que se realizó en el mes de febrero y culminó frente al Congreso Nacional en Asunción dio inicio a un nuevo proceso de lucha de trabajadores, campesinos, pequeños importadores y comunidades indígenas. Cuestionan al presidente Cartes y a los partidos tradicionales.
Paraguay vive un momento de alta ebullición social. Frente a las políticas del gobierno impregnadas de neoliberalismo, los movimientos sociales van generando conciencia y la necesidad de enfrentarlo. La Marcha que el Partido Paraguay Pyahura realizó durante cinco días, en una caminata que concluyó con cerca de 10 mil personas frente al Congreso Nacional, reclamó la renuncia del presidente Horacio Cartes y planteó la necesidad de alternativas para poner fin a su programa de ajuste, endeudamiento, explotación furtiva de los recursos naturales y privatizaciones.
El secretario general del partido, Eladio Flecha, resumió: “Pedimos la renuncia de Horacio Cartes porque no tiene ninguna intención de mirar hacia este sentimiento del pueblo mediante sus políticas públicas”. Aclaró que este movimiento político y social no cree “que Cartes deba renunciar para que otra vez vuelva a asumir el vicepresidente o el presidente del Congreso o miembros de la Corte Suprema de Justicia”, porque en definitiva “son todos de la misma rama”.
Flecha alertó que “la incursión de la narcopolítica y la mafia en las instituciones del país debiera ser una preocupación para toda la gente trabajadora y no solamente de los campesinos y obreros. Creemos que dentro de la clase pudiente también hay gente honesta que vive de su trabajo. A ellos le lanzamos una invitación para debatir un modelo de Estado diferente, porque éste no es el gobierno que necesitamos”.
Paraguay Pyahura trabaja en conjunto con el Frente Guasu y otras organizaciones políticas y sociales en la conformación del Congreso Democrático del Pueblo (CDP), entre otras cosas, para conformar una alternativa electoral a los partidos tradicionales.
El secretario general del partido, Eladio Flecha, resumió: “Pedimos la renuncia de Horacio Cartes porque no tiene ninguna intención de mirar hacia este sentimiento del pueblo mediante sus políticas públicas”. Aclaró que este movimiento político y social no cree “que Cartes deba renunciar para que otra vez vuelva a asumir el vicepresidente o el presidente del Congreso o miembros de la Corte Suprema de Justicia”, porque en definitiva “son todos de la misma rama”.
Flecha alertó que “la incursión de la narcopolítica y la mafia en las instituciones del país debiera ser una preocupación para toda la gente trabajadora y no solamente de los campesinos y obreros. Creemos que dentro de la clase pudiente también hay gente honesta que vive de su trabajo. A ellos le lanzamos una invitación para debatir un modelo de Estado diferente, porque éste no es el gobierno que necesitamos”.
Paraguay Pyahura trabaja en conjunto con el Frente Guasu y otras organizaciones políticas y sociales en la conformación del Congreso Democrático del Pueblo (CDP), entre otras cosas, para conformar una alternativa electoral a los partidos tradicionales.
Ejemplos. Lejos de amilanarse, el gobierno avanzó sobre la línea de los trabajadores informales que ingresan a Paraguay mercaderías de Argentina y Brasil y subsisten gracias a la diferencia cambiaria.
El decreto 2430, que reglamenta las importaciones menores, exige a los “paseros” la presentación de las facturas de las mercaderías, cuando hasta ahora presentaban los tickets de compras. La informatización de la Aduana es otro de los puntos que complica la situación y que generó, como respuesta, una protesta internacional en el principal paso hacia Argentina, que incluyó cortes intermitentes de ruta que complicaron el transporte de personas y cargas.
Las nuevas reglamentaciones frenaron de un día para otro la incesante actividad comercial entre Clorinda (Argentina) y Puerto Elsa, Puerto Falcón e Itá Enramada, localidades paraguayas que hacen las veces de puerta de entrada hacia la Gran Asunción. Esto motivó las protestas de paseros, choferes de combis (vehículos de transporte de personas), estibadores y pequeños importadores que, al ser reprimidos por la policía y ante la falta de respuestas del gobierno de Cartes, consiguieron la solidaridad de los trabajadores y comerciantes clorindenses. Juntos realizaron cortes de ruta en su territorio hasta que una orden judicial los obligó a despejar el camino.
En principio, el corte de rutas impedía el paso de los camiones de carga, pero se permitía el tránsito de automóviles y ómnibus de pasajeros. Sin embargo, la situación se agravó cuando los conductores de camiones practicaron su propio corte en el puente San Ignacio de Loyola, que une Falcón con Clorinda, lo cual generó una parálisis total que produjo colas de kilómetros a ambos lados de la frontera.
La dirigente de los pequeños importadores, Zully Jacquet, agradeció la solidaridad de “los hermanos argentinos” y estimó que “por suerte ahora parece que nos van a escuchar”. La mujer mostró las heridas de 13 perdigones de balas de goma que tenía en el brazo y señaló que “el Mercosur se olvidó de los paseros, las primeras personas que comenzaron con la actividad de comerciar entre las fronteras”, comentó. “Estas normativas están hechas para que sólo los grandes importadores puedan trabajar”, apuntó.
Los trabajadores acusaron al presidente Cartes de favorecer sólo a los grandes importadores y señalan principalmente a Antonio J. Vierci como principal beneficiario de sus políticas. Vierci es uno de los principales importadores del país, dueño de una cadena de supermercados y de un poderoso multimedio que incluye dos canales de televisión abierta, un diario, una emisora de amplitud modulada y varias de frecuencia modulada.
El dirigente Paciano Moreno, de la Cooperativa de Transportistas de Puerto Elsa, explicó: “Estamos de acuerdo en pagar los impuestos, pero deberían dejarnos trabajar; somos por lo menos siete mil personas las que trabajamos en esto, pero el impacto indirecto es para más de 35 mil personas en toda la Gran Asunción. No somos sólo los estibadores, carretilleros, choferes, vendedores, está también la gente que hace los viajes para poder hacer rendir su platita, gente que tiene un capital de 150, 200 mil guaraníes (unos 40 dólares) que moviliza con esta actividad”.
Ovidio Díaz, dirigente de los trabajadores clorindenses, señaló que “más o menos la mitad de la ciudad de Clorinda vive del comercio. Nuestras patronas son mujeres que van y vienen todos los días, que compran para poder hacer una diferencia, para sobrevivir, porque tampoco es que la gente se va a hacer rica como Vierci”.
El decreto 2430, que reglamenta las importaciones menores, exige a los “paseros” la presentación de las facturas de las mercaderías, cuando hasta ahora presentaban los tickets de compras. La informatización de la Aduana es otro de los puntos que complica la situación y que generó, como respuesta, una protesta internacional en el principal paso hacia Argentina, que incluyó cortes intermitentes de ruta que complicaron el transporte de personas y cargas.
Las nuevas reglamentaciones frenaron de un día para otro la incesante actividad comercial entre Clorinda (Argentina) y Puerto Elsa, Puerto Falcón e Itá Enramada, localidades paraguayas que hacen las veces de puerta de entrada hacia la Gran Asunción. Esto motivó las protestas de paseros, choferes de combis (vehículos de transporte de personas), estibadores y pequeños importadores que, al ser reprimidos por la policía y ante la falta de respuestas del gobierno de Cartes, consiguieron la solidaridad de los trabajadores y comerciantes clorindenses. Juntos realizaron cortes de ruta en su territorio hasta que una orden judicial los obligó a despejar el camino.
En principio, el corte de rutas impedía el paso de los camiones de carga, pero se permitía el tránsito de automóviles y ómnibus de pasajeros. Sin embargo, la situación se agravó cuando los conductores de camiones practicaron su propio corte en el puente San Ignacio de Loyola, que une Falcón con Clorinda, lo cual generó una parálisis total que produjo colas de kilómetros a ambos lados de la frontera.
La dirigente de los pequeños importadores, Zully Jacquet, agradeció la solidaridad de “los hermanos argentinos” y estimó que “por suerte ahora parece que nos van a escuchar”. La mujer mostró las heridas de 13 perdigones de balas de goma que tenía en el brazo y señaló que “el Mercosur se olvidó de los paseros, las primeras personas que comenzaron con la actividad de comerciar entre las fronteras”, comentó. “Estas normativas están hechas para que sólo los grandes importadores puedan trabajar”, apuntó.
Los trabajadores acusaron al presidente Cartes de favorecer sólo a los grandes importadores y señalan principalmente a Antonio J. Vierci como principal beneficiario de sus políticas. Vierci es uno de los principales importadores del país, dueño de una cadena de supermercados y de un poderoso multimedio que incluye dos canales de televisión abierta, un diario, una emisora de amplitud modulada y varias de frecuencia modulada.
El dirigente Paciano Moreno, de la Cooperativa de Transportistas de Puerto Elsa, explicó: “Estamos de acuerdo en pagar los impuestos, pero deberían dejarnos trabajar; somos por lo menos siete mil personas las que trabajamos en esto, pero el impacto indirecto es para más de 35 mil personas en toda la Gran Asunción. No somos sólo los estibadores, carretilleros, choferes, vendedores, está también la gente que hace los viajes para poder hacer rendir su platita, gente que tiene un capital de 150, 200 mil guaraníes (unos 40 dólares) que moviliza con esta actividad”.
Ovidio Díaz, dirigente de los trabajadores clorindenses, señaló que “más o menos la mitad de la ciudad de Clorinda vive del comercio. Nuestras patronas son mujeres que van y vienen todos los días, que compran para poder hacer una diferencia, para sobrevivir, porque tampoco es que la gente se va a hacer rica como Vierci”.
Sin reservas. Otro caso que alteró los ánimos de la población fue la intención del gobierno de extraer piedras para pavimento del Parque Nacional Defensores del Chaco, en la Región Occidental del país, más de 500 kilómetros al norte de Asunción. Se trata de una reserva de 780 mil hectáreas en la que viven los últimos pueblos Ayoreo que no tuvieron contacto con la civilización, quizá el patrimonio cultural más importante del país.
La ley 5.392/15, que puede eventualmente autorizar la explotación de áreas de reserva, sancionada el 2 de febrero pasado, fue impulsada por el senador Arnoldo Wiens (Partido Colorado, oficialista). Recorta unas 58 mil hectáreas al Parque Nacional Defensores del Chaco, de un área al norte del Cerro León, formación geológica de gran valor, donde se podría extraer yeso.
Una comisión parlamentaria encabezada por el senador Sixto Pereira (Frente Guasu) verificó que se están haciendo cercados en torno a lo que se conocen como viejas explotaciones de yeso realizadas ilegalmente por militares que utilizaban la mano de obra gratuita de los soldados conscriptos, según la denuncia que recibió el legislador. La traza de nuevas rutas que atravesarían la reserva para facilitar la producción de carne y soja aparecen como otra preocupación.
El ex ministro de la Secretaría del Ambiente (Seam) Oscar Rivas indicó que detrás de estos movimientos estarían sectores interesados en la megaminería. Mencionó las exploraciones de Uranio en Yuty, en la Región Oriental, que sería la razón por la que el gobierno paraguayo no se opone frontalmente a la Planta de Procesadora de Uranio en Formosa, Argentina. “Está también el tema del fracking, el método de fractura hidráulica de la roca para la obtención de hidrocarburos, que podría ser también cuestión de fondo en relación a esta intención de hacer prospecciones en el Parque Defensores”, dijo.
Se sumó en estos días el cierre de la ruta 10 por parte de productores de chía en Capiibary, Canindeyú, 235 kilómetros al nordeste de Asunción, para reclamar el pago del subsidio prometido por las autoridades a los afectados por sequía en la zafra anterior. “Esta es ya una revolución contra el presidente y su ministro, mientras no nos den nuestro pedido vamos a morir en las rutas”, dijeron los campesinos.
La ley 5.392/15, que puede eventualmente autorizar la explotación de áreas de reserva, sancionada el 2 de febrero pasado, fue impulsada por el senador Arnoldo Wiens (Partido Colorado, oficialista). Recorta unas 58 mil hectáreas al Parque Nacional Defensores del Chaco, de un área al norte del Cerro León, formación geológica de gran valor, donde se podría extraer yeso.
Una comisión parlamentaria encabezada por el senador Sixto Pereira (Frente Guasu) verificó que se están haciendo cercados en torno a lo que se conocen como viejas explotaciones de yeso realizadas ilegalmente por militares que utilizaban la mano de obra gratuita de los soldados conscriptos, según la denuncia que recibió el legislador. La traza de nuevas rutas que atravesarían la reserva para facilitar la producción de carne y soja aparecen como otra preocupación.
El ex ministro de la Secretaría del Ambiente (Seam) Oscar Rivas indicó que detrás de estos movimientos estarían sectores interesados en la megaminería. Mencionó las exploraciones de Uranio en Yuty, en la Región Oriental, que sería la razón por la que el gobierno paraguayo no se opone frontalmente a la Planta de Procesadora de Uranio en Formosa, Argentina. “Está también el tema del fracking, el método de fractura hidráulica de la roca para la obtención de hidrocarburos, que podría ser también cuestión de fondo en relación a esta intención de hacer prospecciones en el Parque Defensores”, dijo.
Se sumó en estos días el cierre de la ruta 10 por parte de productores de chía en Capiibary, Canindeyú, 235 kilómetros al nordeste de Asunción, para reclamar el pago del subsidio prometido por las autoridades a los afectados por sequía en la zafra anterior. “Esta es ya una revolución contra el presidente y su ministro, mientras no nos den nuestro pedido vamos a morir en las rutas”, dijeron los campesinos.
15 de Marzo de 2015 América Latina. La amenaza del imperio. Venezuela Cuando la sedición se llama democracia
Disfrazadas de actitudes supuestamente republicanas, las acciones de la derecha buscan la caída del gobierno bolivariano.
La semejanza entre las estrategias desestabilizadoras articuladas por la derecha en Chile durante el gobierno socialista de Salvador Allende (1970-1973) y las actuales políticas tendientes a derrocar el gobierno democrático del presidente Nicolás Maduro hacen pensar en un manual para romper el orden constitucional afincado en la desestabilización. Si Richard Nixon, el presidente republicano estadounidense de la época, planteó hacer estallar la economía chilena en sus cimientos, Kissinger, su secretario de Estado, fue más osado al afirmar que Estados Unidos no abandonaría a sus aliados en Chile por la irresponsabilidad de un pueblo que votó mal eligiendo a un presidente de izquierdas. Hoy, Barack Obama continúa dicha tradición con su secretario de Estado, John Kerry, quien presenta el gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela como un peligro para la democracia en la región, identificándolo como un portaaviones del crimen organizado, el narcotráfico y los enemigos de Occidente. Sus palabras no dejan sombra a la duda: “Venezuela continúa avanzando por la dirección equivocada y tomando las decisiones incorrectas. Estamos trabajando con los dirigentes de la oposición para la defensa de la democracia en Venezuela. Estamos trabajando en este momento con el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento del Tesoro para implementar las previsiones de la ley de sanciones y nos estamos moviendo lo más rápido posible. He elevado el problema sobre Venezuela a los líderes de la región”.
Entre Nixon y Obama, Kissinger y Kerry, han transcurrido 40 años, pero Estados Unidos no renuncia a intervenir en los países latinoamericanos para mantener su Pax Americana. Nunca ha dejado de financiar a las burguesías locales y sus organizaciones políticas, partidos, sindicatos, movimientos sociales y grupos paramilitares en su objetivo de torcer la voluntad democrática de los pueblos que se dan gobiernos antiimperialistas contrarios a sus intereses.
Sin embargo, no es fácil crear un estado de caos interno y una correlación de fuerzas internacional que avale una acción golpista. Para ello hace falta combinar factores como el descontento, potenciar la violencia social, generar miedo, paralizar la vida cotidiana y transformarla en un infierno. Los mecanismos habituales han sido el desabastecimiento, el mercado negro, la inflación, la violencia callejera, el bloqueo de carreteras, el acaparamiento y una campaña desinformativa de comunicación social tendiente a justificar una intervención salvadora de la patria. Requieren tiempo y desgastar las bases sociales de los gobiernos populares. En países dependientes, donde las multinacionales controlan monopólicamente sectores clave como el farmacéutico, el alimentario, repuestos automotores y bienes de consumo, es fácil provocar el desabastecimiento. Basta con no importar medicinas, jabón, pasta de dientes, baterías para coches, bombillas, neumáticos, leche, papel, el más insignificante tornillo, aparatos electrónicos, etcétera. Además, se acompaña el bloqueo de exigencias poco frecuentes en las relaciones económicas internacionales, como es el pago al contado. Una forma de estrangulamiento que favorece el mercado negro de dólares.
Construir una realidad caracterizada por una represión a los partidos opositores, la detención de sus dirigentes, requiere una coyuntura internacional favorable a tal discurso. Se busca identificar a sus dirigentes como perseguidos, maltratados y vulnerados en sus libertades. Unos mártires de la democracia. Igualmente ocurrió en Chile. Sus hacedores coinciden, son los grupos empresariales, la burguesía local, la oligarquía terrateniente y el capital financiero, cuyos intereses están inmersos en la trasnacionalización productiva neoliberal. Si algo tienen en común las clases dominantes latinoamericanas es su imbricado sistema de alianzas y su total desprecio por las formas democráticas de ejercicio del poder.
Sin embargo, partidos políticos y gobiernos del llamado mundo libre sucumben a los cantos de sirenas de la oposición golpista en Venezuela. Resulta curioso que en España, donde se ha desarrollado una virulenta campaña contra el gobierno del presidente Maduro, se suman voces, desde el Partido Popular hasta Podemos, cuyo secretario general, Pablo Iglesias, rompe una lanza en favor del alcalde de Caracas, considerando su detención un acto desproporcionado. La cárcel, subraya, no es un sitio para un alcalde electo (sic).
Es menester recordar que en Chile, durante el último año del gobierno de la Unidad Popular, los cargos públicos de la derecha, alcaldes, diputados, senadores, actuaron en la trama civil del golpe y muchos salieron al extranjero acusando al gobierno de Salvador Allende de perseguirlos. El caso más renombrado recae en la figura del secretario general de Patria y Libertad, Pablo Rodríguez Grez, posteriormente ministro de la dictadura y abogado de Pinochet. Grez decidió autoexiliarse en Ecuador, en julio de 1973, al considerarse perseguido por el gobierno de la Unidad Popular. En su favor se desplegó una campaña internacional, coincidente con la orden de búsqueda y captura por su participación en el intento de golpe de Estado del 29 de junio de 1973. Fueron muchas las personas que se prestaron al juego y se sumaron a las políticas golpistas bajo el cartel de sufrir persecución ideológica. La historia los ubica como organizadores del golpe de Estado.
Hoy, el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, detenido por participar en otra trama frustrada de golpe de Estado, es presentado al mundo como un mártir de la democracia, pero pocos recuerdan su pasado. Primero en 1992, como gobernador de Acción Democrática en el distrito federal, reprimiendo los movimientos democráticos. En 2002, tras el triunfo de Hugo Chávez, sumándose al golpe cívico-militar. En 2004, gestionando el paro empresarial-petrolero. En 2005, negando legitimidad a las elecciones generales y cuestionando los resultados del referendo revocatorio. Ya en 2014 se suma a Leopoldo López y Corina Machado al pustch conocido como “La salida”. Hoy es necesario recordar las estrategias desestabilizadoras, sus aliados políticos internacionales y los medios de comunicación que avalan la mentira.
Entre Nixon y Obama, Kissinger y Kerry, han transcurrido 40 años, pero Estados Unidos no renuncia a intervenir en los países latinoamericanos para mantener su Pax Americana. Nunca ha dejado de financiar a las burguesías locales y sus organizaciones políticas, partidos, sindicatos, movimientos sociales y grupos paramilitares en su objetivo de torcer la voluntad democrática de los pueblos que se dan gobiernos antiimperialistas contrarios a sus intereses.
Sin embargo, no es fácil crear un estado de caos interno y una correlación de fuerzas internacional que avale una acción golpista. Para ello hace falta combinar factores como el descontento, potenciar la violencia social, generar miedo, paralizar la vida cotidiana y transformarla en un infierno. Los mecanismos habituales han sido el desabastecimiento, el mercado negro, la inflación, la violencia callejera, el bloqueo de carreteras, el acaparamiento y una campaña desinformativa de comunicación social tendiente a justificar una intervención salvadora de la patria. Requieren tiempo y desgastar las bases sociales de los gobiernos populares. En países dependientes, donde las multinacionales controlan monopólicamente sectores clave como el farmacéutico, el alimentario, repuestos automotores y bienes de consumo, es fácil provocar el desabastecimiento. Basta con no importar medicinas, jabón, pasta de dientes, baterías para coches, bombillas, neumáticos, leche, papel, el más insignificante tornillo, aparatos electrónicos, etcétera. Además, se acompaña el bloqueo de exigencias poco frecuentes en las relaciones económicas internacionales, como es el pago al contado. Una forma de estrangulamiento que favorece el mercado negro de dólares.
Construir una realidad caracterizada por una represión a los partidos opositores, la detención de sus dirigentes, requiere una coyuntura internacional favorable a tal discurso. Se busca identificar a sus dirigentes como perseguidos, maltratados y vulnerados en sus libertades. Unos mártires de la democracia. Igualmente ocurrió en Chile. Sus hacedores coinciden, son los grupos empresariales, la burguesía local, la oligarquía terrateniente y el capital financiero, cuyos intereses están inmersos en la trasnacionalización productiva neoliberal. Si algo tienen en común las clases dominantes latinoamericanas es su imbricado sistema de alianzas y su total desprecio por las formas democráticas de ejercicio del poder.
Sin embargo, partidos políticos y gobiernos del llamado mundo libre sucumben a los cantos de sirenas de la oposición golpista en Venezuela. Resulta curioso que en España, donde se ha desarrollado una virulenta campaña contra el gobierno del presidente Maduro, se suman voces, desde el Partido Popular hasta Podemos, cuyo secretario general, Pablo Iglesias, rompe una lanza en favor del alcalde de Caracas, considerando su detención un acto desproporcionado. La cárcel, subraya, no es un sitio para un alcalde electo (sic).
Es menester recordar que en Chile, durante el último año del gobierno de la Unidad Popular, los cargos públicos de la derecha, alcaldes, diputados, senadores, actuaron en la trama civil del golpe y muchos salieron al extranjero acusando al gobierno de Salvador Allende de perseguirlos. El caso más renombrado recae en la figura del secretario general de Patria y Libertad, Pablo Rodríguez Grez, posteriormente ministro de la dictadura y abogado de Pinochet. Grez decidió autoexiliarse en Ecuador, en julio de 1973, al considerarse perseguido por el gobierno de la Unidad Popular. En su favor se desplegó una campaña internacional, coincidente con la orden de búsqueda y captura por su participación en el intento de golpe de Estado del 29 de junio de 1973. Fueron muchas las personas que se prestaron al juego y se sumaron a las políticas golpistas bajo el cartel de sufrir persecución ideológica. La historia los ubica como organizadores del golpe de Estado.
Hoy, el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, detenido por participar en otra trama frustrada de golpe de Estado, es presentado al mundo como un mártir de la democracia, pero pocos recuerdan su pasado. Primero en 1992, como gobernador de Acción Democrática en el distrito federal, reprimiendo los movimientos democráticos. En 2002, tras el triunfo de Hugo Chávez, sumándose al golpe cívico-militar. En 2004, gestionando el paro empresarial-petrolero. En 2005, negando legitimidad a las elecciones generales y cuestionando los resultados del referendo revocatorio. Ya en 2014 se suma a Leopoldo López y Corina Machado al pustch conocido como “La salida”. Hoy es necesario recordar las estrategias desestabilizadoras, sus aliados políticos internacionales y los medios de comunicación que avalan la mentira.
CONTRATAPA Kostantina
Por Sandra Russo
Se llama Kostantina Kuneva; es búlgara, pero vive en Grecia desde hace años. En Bulgaria, antes de emigrar, trabajaba como profesora de historia. Cuando llegó a Atenas en 2001, buscando un tratamiento médico para uno de sus hijos, sólo consiguió trabajo como empleada de limpieza. Con el tiempo, Kostantina se convirtió en secretaria general del sindicato de trabajadores y trabajadoras domésticos y de la limpieza (Pekop) de Atica. Ahora es eurodiputada por Syriza, pero antes pasaron muchas cosas.
En el 2008, cuando todavía la hegemonía de los medios era aplastante, acá nos habíamos pasado todo el año entre vacas, toros Cleto, leche derramada, carpas en la plaza del Congreso, manifestaciones enormes de un lado y del otro, pantallas partidas entre “gente suelta” y “aparato” presuntamente pago. No éramos conscientes, ese año en el que el contexto mundial se nos ocultaba, de que había una crisis mayor que la argentina que se avecinaba, de que había un mundo revuelto y nauseoso que empezaba a mostrar signos de descomposición.
Todo ese año, 2008, aunque no lo hayamos leído ni hayamos reflexionado sobre eso, en Grecia la conflictividad social había ido en un vertiginoso aumento. Las medidas de austeridad daban sus primeros frutos de orfandad y de injusticia. Había protestas en las calles todos los días. Había represión. El 6 de diciembre de ese año, un policía mató a quemarropa al adolescente Alexis Grigoropoulos, de quince años. Después del asesinato estallaron en Atenas protestas multitudinarias. A los dos días, se habían extendido a todo el país. En un ensayo de Christos Memos, profesor de la University of New York –Grecia diciembre 2008: crisis, rebelión y esperanza–, se analiza ese recorte en el tiempo y se afirma que “el malestar griego fue un carnaval de los oprimidos, una lucha contra el capital y su Estado, una lucha por la humanidad y la dignidad. Y se concluye que esa lucha contuvo la semilla de lo ‘nuevo’, y creó nuevas formas de organización propia. Promovió el proyecto de autonomía social y permitió mantener un optimismo militante”. Es decir: estos acontecimientos fueron el antecedente colectivo del pujo que este año permitió la llegada al poder de Syriza.
En 2009, en ese país de diez millones de habitantes, el 21 por ciento de la población era pobre. Y sobre ese cuerpo social ya golpeado, fueron cayendo los ajustes y la austeridad. Justamente sobre ellos, los que, más austeros imposible. Con el asesinato del adolescente Alexis Grigoropoulos, un año antes, había salido a la luz un malestar social profundo y subterráneo. Se desencriptó. Hubo escenas de rabia, de impotencia y de enojo. La generación de ese adolescente, que es la que hoy tiene veintipico, adhirió a esa lucha y estuvo todo ese año en la calle.
En las protestas de 2008 participaron jóvenes desempleados, estudiantes, militantes de partidos de izquierda, trabajadores o empleados despedidos y sindicatos. Jugaron un papel especial los estudiantes. Fueron tomadas centenares de escuelas e institutos. Hubo incendios y refriegas cotidianas. Una de las que protestaba era la secretaria general del gremio de la limpieza, Kostantina Kuneva, que en ese entonces reclamaba además derechos para los trabajadores migrantes, como ella, que eran mayoría en el rubro de limpiadores. Ella ya había recibido varias amenazas, y las había atribuido a sus empleadores, la empresa Oikomet. El 22 de diciembre, se cumplieron. Cuando volvía a su casa, fue interceptada por un auto y alguien le arrojó ácido sulfúrico en la cara. Estuvo en coma varios días. Perdió la visión de un ojo. La cara le quedó llena de cicatrices. Tiene dificultad para hablar, porque le quedaron secuelas también en las cuerdas vocales. Fue sometida a más de treinta operaciones. En aquel momento, 2008, un comunicado de Amnistía Internacional afirmaba: “En la actualidad la policía está llevando a cabo una investigación criminal, aunque sus conclusiones iniciales indican que no es exhaustiva ni objetiva. Amnistía Internacional considera motivo de preocupación que la fase inicial de la investigación se centrase en información irrelevante sobre la vida privada de Kostantina, y no tuviese en cuenta su actividad sindical como posible motivo del ataque”.
Tenían razón. Al cumplirse un año del asesinato del adolescente Grigoropoulos y del ataque a Kostantina, otra mujer, Venetia Monalopoulou, trabajadora de limpieza del aeropuerto de Salónica y delegada sindical, también fue agredida con ácido. Hubo otros ataques similares ese año, uno de ellos al concluir una asamblea de mismo gremio, el Pekop. Esas agresiones que nunca terminaron de pasar al primer plano de la información de los grandes medios resumían el ataque a varias condiciones que reunían Kostantina, Venetia y las miles de trabajadoras de limpieza. Era un gremio resistido por los sindicatos tradicionales porque estaba integrado en su mayor parte –entre el 60 y el 70 por ciento– por mujeres, y encima mujeres extranjeras. Eran incorporadas por el sector privado y el público por sueldos menores a los 600 euros. No tenían derechos laborales. Procedían de Albania, Bulgaria, Rusia, Ucrania, entre otros territorios ya desechados por el centro del poder europeo.
Con el correr de los años, esas trabajadoras de limpieza siguieron dando su lucha, peleando al mismo tiempo por sus derechos en tanto trabajadoras, en tanto extranjeras y en tanto mujeres. Sumados los tres ítems, era la lucha de los débiles entre los débiles. Siguieron escarmentando. Cuatro años más tarde, en septiembre de 2013, 595 trabajadoras de limpieza del Ministerio de Finanzas fueron despedidas, un mes después de que sus sueldos fueran reducidos a más del 50 por ciento. Y desde entonces, se quedaron en la puerta del ministerio, sin parar de gritar un solo día.
Entre las primeras medidas que anunció hace un par de meses Alexis Tsipras estuvo la reincorporación de todas ellas. Pero ya antes, en 2014, al ganar parcialmente las elecciones al Parlamento Europeo, Syriza eligió a sus dos representantes con un ojo clínico histórico que define su carácter político. Envió a Bruselas a Manolis Glezos, que tiene 92 años y es veterano de guerra. Héroe, más bien. El y un compañero fueron quienes quitaron la esvástica nazi que ondeaba en la Acrópolis tras la ocupación. Y envió además a Bruselas a Kostantina Kuneva, cuyo rostro desfigurado y sus problemas para hablar nunca le impidieron, desde el ataque por el que no pagó nadie, seguir encarnando a lo más delgado del hilo, a esas criaturas sin ningún tipo de poder más que el de darse cuenta que son la mayoría, y actuar en consecuencia.
Hoy, Kostantina es la voz, aunque alterada por al ácido, de aquellos sobre los que el poder de la derecha global golpeó primero, la voz de los europeos de estirpe desahuciada, la voz de aquellos por los que fueron primero, antes de ir por todos los demás. Lo menos que podemos hacer por ella y ellos es enterarnos de su existencia.
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