viernes, 20 de febrero de 2015

LOS OPOSITORES SALIERON A HABLAR DE LA MARCHA DEL 18F Un silencio que duró poco

Por Werner Pertot
Sergio Massa, Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Margarita Stolbizer.
Se terminó el silencio. Los dirigentes de la oposición, que ensayaron un perfil bajo en la marcha del miércoles, salieron ayer a interpretar “el mensaje de la gente”. “Fue un golpe al corazón del modelo”, estimó la diputada Patricia Bullrich, quien tuiteó que la movilización, más que un “golpe blando, es un duro golpe en el culo”. Por su parte, la macrista Laura Alonso interpretó que “se debe poner en estudio la posibilidad de pedirle juicio político” a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Para Sergio Massa, “la sociedad en la calle dijo: ‘No vamos a tolerar que haya más mentiras’”. En el radicalismo la interpretaron como un llamado a “terminar con la impunidad”. También la compararon con “las marchas del final de la dictadura”.
Una vez que lograron secarse, tras el diluvio bajo el cual marcharon el miércoles, los distintos referentes de la oposición comenzaron a posicionarse ante su electorado y a interpretar lo que quiso decir la masiva movilización del miércoles. Hubo un común denominador: todos dejaron de lado la idea que esgrimían en los días previos de que se trataba de una marcha para conmemorar la memoria del fallecido fiscal Alberto Nisman.
“La Presidente hoy no puede escuchar. Compró un libreto, el suyo y no escucha a nadie”, afirmó el aún procesado jefe de Gobierno, Mauricio Macri. “Fue una marcha histórica en la línea de la convivencia democrática, respetuosa. Fui a la marcha como ciudadano, como uno más, reclamando por nuestro futuro. Reclamando que nos dejen vivir en paz, protegidos por una Justicia independiente”, sostuvo Macri.
Detrás de Macri avanzó la división Panzer del PRO. “¿Golpe blando? No, golpe duro en el culo por los 400 mil ciudadanos en la calle. Vayan pensando de qué se disfrazan”, lanzó una todavía empapada Patricia Bullrich, luego de la marcha. Ya recompuesta, ayer cambió el lugar al que se dirigió el golpe: “Esto fue un golpe al corazón de un modelo. A la sociedad no le interesa demasiado escuchar lo que dice el Gobierno”.
Por su parte, Alonso planteó que hay que pasar a la acción: “La cancha fue marcada y la marcó la gente; a las urnas y a la gente en la calle hay que respetarlas”. “La denuncia que presentó Nisman, que le valió la vida, tiene una gravedad institucional inusitada y soy de las personas que creen que hay que poner en estudio el pedido de juicio político contra el canciller y hay que poner en estudio la posibilidad de un pedido de juicio político contra la Presidenta”, sostuvo la diputada favorita del empresario del juego Daniel “El Tano” Angelici.
Massa, en tanto, interpretó que “la sociedad manifiesta los límites en la calle y en las urnas. Toda la sociedad le reclama cambios al Gobierno. La Argentina le puso un límite más a la idea de impunidad; le puso un límite a la idea de ‘Justicia militante’; le puso un límite a la resignación que se plantea desde algunos sectores de convivir con la muerte y con el dolor”. “Hay que usar la marcha para cambiar la historia argentina”, planteó Massa. “Empezó el final de una etapa que se termina en 258 días”, recordó el final del mandato de la Presidenta, así como lo hacen sus carteles en distintas partes de la provincia. Del homenaje a Nisman, no hubo palabra.
“Hace un mes comenzó una causa judicial. Ayer (por anteayer) comenzó la causa de la gente”, sostuvo el massista Francisco de Narváez, para quien el objetivo de la marcha fue obtener garantías de que “los jueces y los fiscales no van a tener miedo, que van a poder hablar por sus fallos”.
Desde el radicalismo, el titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz, señaló que la movilización “fue un nuevo ejemplo de mala praxis del Gobierno, dado que le dedicó los últimos diez días con un empeño y una enjundia digna de mejores cosas caratulándola de golpista, de que estaba encabezada por verdaderos monstruos”.
“Fue una clara demostración de que los argentinos pretendemos terminar con la impunidad que se instaló en el poder, con esta actitud del Gobierno de hacer lo que le plazca y de poner fin al atropello oficial permanente”, se sumó el diputado radical Miguel Bazze.
“Pedían un Nunca Más contra la impunidad y la corrupción”, interpretó la legisladora Graciela Ocaña en diálogo con Radio Ciudad. “Me hizo acordar a las marchas del fin de la dictadura”, dijo Ocaña. “La gente se movilizó contra toda la inmundicia que salió de las cloacas de Le Parc, que estaba acumulada durante años. El primer reclamo, que es superficial, es el enojo contra el Gobierno. Pero más profundo es contra una matriz en la Argentina que ha degradado la calidad democrática a pasos agigantados”, afirmó el precandidato a jefe de Gobierno de Unen, Martín Lousteau, quien sumó al PRO a esa matriz: “El PRO destina en publicidad el triple, en términos de presupuesto, que el gobierno nacional”, recordó.
“La marcha de ayer y el reclamo de justicia también corre como reclamo para que quienes se han quedado con lo ajeno, quienes han usado posiciones de poder para beneficiarse personalmente, sean objeto de investigación y sanción en el marco de una Justicia independiente”, sostuvo la líder del GEN, Margarita Stolbizer.
Por su parte, el legislador del MST Alejandro Bodart –que no marchó, pero mandó a sus militantes a repartir volantes– consideró que “la multitud que marchó no va a encontrar salida tampoco con los fiscales y esta oposición. La propuesta de los organizadores no conduce al objetivo que movilizó a la gente, ya que este mismo Poder Judicial es parte responsable de la impunidad y el encubrimiento”.

EL GOBIERNO ADVIRTIO SOBRE LOS OBJETIVOS POLITICOS DE LA MARCHA Y APUNTO A QUIENES LA ORGANIZARON “No fue un homenaje sino una marcha opositora”

Por Nicolás Lantos
Daniel Scioli, Aníbal Fernández, Agustín Rossi y Jorge Capitanich, cuatro de los dirigentes del FpV que hablaron tras la marcha del silencio.
Imagen: Bernardino Avila, DyN y EFE.
Un día después de la marcha del silencio, el gobierno nacional insistió en la responsabilidad del Poder Judicial en el esclarecimiento de las circunstancias de la muerte de Alberto Nisman hace un mes, y la ejecución y encubrimiento del atentado contra la sede de la AMIA en 1994. En diálogo con Página/12, desde la Casa Rosada insistieron en vincular al mismo grupo de jueces y fiscales que convocó a la manifestación opositora del miércoles con el avance en las causas que involucran a funcionarios nacionales y a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y volvieron a advertir sobre la intención desestabilizadora de ciertos sectores económicos, mediáticos y políticos. También se manifestaron en el mismo sentido figuras de peso del oficialismo, como el gobernador de Buenos Aires y precandidato presidencial, Daniel Scioli; el ministro de Defensa, Agustín Rossi; y el jefe de la bancada de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto.
“La marcha ya pasó”, dicen en el Gobierno ante la consulta. Como sucediera en años anteriores con los cacerolazos en el Obelisco y Plaza de Mayo, los que esperaban una respuesta oficial a la movilización, en forma de declaraciones presidenciales o de acciones de gobierno, volverán a sentirse defraudados. “Marcharon, expresaron su opinión, se manifestaron en paz. Ahora no- sotros seguiremos gobernando, y los fiscales y jueces que adhirieron deberán volver a trabajar, porque la Justicia debe muchas respuestas”, asegura un funcionario con despacho en Casa Rosada. También hay quejas sobre lo que ven como “una confabulación” de una parte del Poder Judicial, “con motivaciones políticas”, contra el Ejecutivo. “Algunas causas, de golpe, avanzan todas juntas. Pero otras siguen juntando polvo”, grafica.
En ese sentido se manifestaron ayer los dos voceros habituales de la Casa de Gobierno: el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. “Hay que recordar que el Gobierno no administra la Justicia, eso corre por cuenta de los jueces –dijo Fernández–. La administración de justicia pasa por la Justicia, hay jueces excepcionales por un lado, y por otro hay una buena parte que trabajan hasta las 13.30, no pagan impuesto a las Ganancias, tienen 45 días de vacaciones, las medidas cautelares son a delivery, las que se piden para un pobre hay que buscarlas con lupa, y lo mismo pasa con los casos novedosos en términos de evasión.”
Por su parte, Capitanich recordó que son los fiscales y los jueces los que “tienen la verdad en sus manos” y “son responsables del esclarecimiento de los atentados a la Embajada de Israel y a la mutual judía de la AMIA”, y señaló que “es importante que puedan generar las condiciones para el esclarecimiento de los hechos” y para “resolver los problemas derivados de las causas por los atentados a la Embajada de Israel y en la AMIA”, para que se sepa “quiénes fueron los autores de esos crímenes horrendos”. Por eso, aseguró el jefe de Gabinete, es necesario que “efectivamente el Poder Judicial sea autónomo e independiente de las corporaciones”.
Ambos destacaron también el carácter opositor de la movilización del miércoles. “El pueblo argentino tiene todo el derecho de manifestarse por la causa que quiera. Nosotros compartimos muchas veces los móviles, pero esta marcha del silencio contenía carteles contrarios al Gobierno, por lo tanto se identifica al silencio con una marcha opositora”, dijo el jefe de Gabinete. “No era, como tal cual se vaticinaba, una manifestación desde el punto de vista de rendir homenaje a nadie, sino una manifestación opositora. Miren los portales y van a encontrar los insultos a la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, como en cualquier marcha opositora”, coincidió Fernández.

Abroquelados

La de Scioli, precandidato a suceder a la Presidenta y gobernador de la provincia más grande del país, fue una de las voces destacadas de un oficialismo que se mostró bien abroquelado detrás de la figura de CFK tras la demostración de fuerza opositora. “Lo importante es siempre seguir adelante, que un árbol no tape el bosque, tener la moral muy alta frente a aquellos que quieren desmoralizarnos”, definió el bonaerense, quien criticó a los políticos opositores que “detrás de un reclamo que debe unir” esconden intereses electorales, aunque acompañó “el sentimiento” de los deudos que marcharon. “De ninguna manera vamos a hacer un juicio de valor porque viva la libertad y la democracia movilizada espontáneamente, pero también tenemos que desenmascarar a aquellos que han buscado alrededor de este caso sembrar desesperanza”, agregó.
Para el ex motonauta, la utilización opositora de la marcha tiene que ver con que “pensaban que la economía se iba al diablo, que la inflación se iba a disparar, que la seguridad iba a ser incontrolable”, pero “nada de eso pasó”. Además, y en sintonía con el gobierno nacional, relacionó a políticos opositores con funcionarios de Tribunales al pedir que “es el Poder Judicial el que tiene que dar las respuestas a todos los interrogantes que están planteados y la política no debe mostrar su peor cara, su mezquindad, su egoísmo, pensando que cuanto peor es mejor, subestimando al pueblo argentino que ha madurado, que ha crecido y que quiere cuidar el trabajo, estos logros y seguir avanzando”.
Otro precandidato presidencial del FpV, Rossi, sostuvo que “no hay nadie más interesado que el Gobierno en que se sepan las circunstancias que rodearon la muerte del fiscal”, pero criticó a “los que intentan posicionarse políticamente y generar un desgaste al Gobierno” por “usar la muerte de Nisman en beneficios electorales”. En tanto que Pichetto denunció que “se procura complicar el último año del mandato la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, pero que “no podrán” hacerlo.

› OPINION ¿Búsqueda de verdad y justicia o del desánimo de los argentinos?

El caso Nisman se ha convertido en el símbolo de un tipo de guerra que ha comenzado a operar a escala mundial bajo distintos mecanismos. En nuestro país, mientras que la población se divide entre aquellos que pretenden imputar el hecho al Gobierno –más precisamente judicializar a la Presidenta– y aquellos otros que lo ven como una maniobra de la oposición –donde la Justicia, los servicios secretos u otros son los responsables–, la verdad, la justicia y todo lo que el pueblo reclama de una u otra forma se hallarán cada vez más lejos de poder ser alcanzados.
No sólo es que el ciudadano desconfía cada vez más de las instituciones –y de los poderes del Estado, sea Ejecutivo, Legislativo o Judicial–, sino que la información necesaria para establecer la verdad –de la que puede derivarse la justicia– le es inaccesible. Por lo tanto, lo que hay es un choque de opiniones en el que los medios de comunicación juegan un papel decisivo. Es lo que alguien denominó “Guerra CNN”. Lo llamativo es que estas opiniones no son fundadas en hechos, sino en relatos que dan cuenta fragmentada de hechos que se conectan con cierta intencionalidad, aunque pocas veces puedan hallarse conectados de una manera tan clara. Según sea el área de conocimiento de cada ciudadano, podrá o no darse cuenta de ciertos elementos de falsedad en dichos relatos o de inconexiones demasiado evidentes. Luego además estarán la afinidad ideológica, la matriz previa y dinámica en la que dichos relatos se vuelcan. En los tiempos que vivimos estas guerras se plasman en tweets, en marchas, en entrevistas, en opiniones y argumentos repetitivos que una vez entremezclados crean confusión. Todo lo contrario a la verdad y a su búsqueda. Pero más que todo suelen generar frustración y desá-nimo. En las sagas televisivas el espectador queda atrapado a la espera de conocer quién es el culpable y espera el castigo. Sólo así la mente queda satisfecha. De otro modo se generan rabia, impotencia y una desagradable sensación de desamparo frente a la brecha de medios materiales que separa a los aparatos de poder, respecto de cualquier ciudadano que se autopercibe honesto. De hecho, el género de novela negra que ha pululado debería al menos crear conciencia del nivel de manipulación y engaño que es factible montar desde un aparato de poder o desde un grupo pequeño bien organizado: pruebas implantadas, adulteración o destrucción de ellas, falsos testigos, etc. El problema reside en que la novela no es la realidad y la frustración de un mal final es radicalmente distinta. ¿Y si el objetivo no fuera simplemente la imputación de autoridades sino crear desánimo entre los argentinos? La razón muy sencilla es que un país con baja autoestima es más manipulable.
Una lectura informada debería hacer ver lo absurdo de ciertas conexiones por contigüidad de ideas. Por ejemplo, que el móvil del supuesto acercamiento a Irán se derivaría de la crisis energética y de la supuesta obtención de petróleo barato. Argentina importa gas natural licuado y gasoil. Irán no es aún exportador de esos productos que abundan en mercados mucho más cercanos. Los intereses de ese país están más conectados con el mercado europeo y el asiático que con el latinoamericano. Más paradójico todavía resulta que los propios miembros de un poder convoquen una marcha para reclamar resultados de un trabajo que es de su entera competencia. ¿Pero importa la verdad o una lógica estricta? ¿O es precisamente la instalación de la paradoja el mismo objetivo buscado? Una vez disparada la acusación, lo simbólico opera porque ésa es la verdadera lógica de un acto político. Una vez que opera, divide y multiplica opiniones, se entreteje un discurso de apariencia racional que se basa en la necesaria ignorancia. La mentira a fuerza de ser repetida permea el imaginario. Una nube de de-sesperanza basta para que toda noción de unidad nacional en temas que como argentinos nos afectan impida aunar fuerzas para emerger en el siglo XXI como país viable. Es una forma de deprimir y paralizar fuerzas creativas en un momento clave de la historia y de la geopolítica.
Hacia mediados de junio de 2014, el periódico inglés The Guardian publicó una interesante nota acerca de un proyecto del Departamento de Defensa de los Estados Unidos que involucraba el estudio por parte de numerosas universidades de las condiciones culturales, de comportamiento y actitudes de la población, incluyendo uno que se denomina “Seguimiento de brotes masa crítica en contagios sociales”. La misma iniciativa Minerva –así se llama– financia investigaciones que simulan con modelos matemáticos cómo se inicia, propaga y extiende el descontento social capaz de derrocar un gobierno o de desestabilizarlo. Esta iniciativa nace en 2008, momento en el cual para muchos analistas comienza a ponerse en tela de juicio la reconfiguración del poder económico y político emergente entre 2003 y 2007 como consecuencia del despegue de China y una percepción de autonomía que se genera en regiones como América latina. No deja de llamar la atención que el 18 F haya sido convocado tanto en Venezuela como en Argentina, dos países que tienen configuraciones socioculturales totalmente distintas, regímenes económicos y políticos también disímiles pero que, a pesar de ello, algunos medios de comunicación internacionales procuran sean todo lo semejantes que los que desconocen la realidad puedan creer.
Lo absurdo del caso es que el instinto más básico, como es el de supervivencia, no se active en nuestros ciudadanos a pesar de haber hecho tardíos mea culpas por la pérdida de la democracia. Un término que por cierto hay quienes definen únicamente por identidad al mercado y no por la construcción de una sociedad con mejores instituciones, búsqueda de bienestar, progreso y constante superación de sus fallas.
* Experto en Energía y Desarrollo. Las expresiones de este artículo son estrictamente personales y no involucran a ninguna institución a las que el autor pertenece.

OPINION Simulacro



Por Luis Bruschtein

Después de la marcha convocada por los fiscales hubo movimientos en tres causas relacionadas con funcionarios del Gobierno, como si fueran su consecuencia. La Justicia reacciona a su manera a una marcha opositora cuyo reclamo no fue el de justicia, sino que la Justicia reemplace lo que no se puede hacer con los votos.
Por lo menos dos de esas causas han tenido origen mediático y una altísima exposición en los medios. Para mucha gente que participó en la marcha, los juicios ni siquiera son necesarios, porque desde sus convicciones políticas ya han condenado a los acusados. Para estas personas, las diferencias políticas son excusas porque están convencidos de que el que piensa diferente es un ladrón. Los medios opositores estimulan esos prejuicios y saturan el ambiente con profusión de información circunstancial sobre esas causas que repiten como un bombardeo.
Es una sociedad donde se han ido acumulando agravios entre simpatizantes de la dictadura que se creían intocables, o dirigentes y funcionarios menemistas que nunca se imaginaron un giro así de la historia que los dejó muy marginados y, en menor medida, de partidos políticos derrotados en elecciones y que siguen aspirando a ganarle al peronismo.
El núcleo duro de los que convocaron a la marcha proviene del riñón de la Justicia menemista como el juez Ricardo Recondo, los fiscales Germán Moldes, Raúl Plee y Ricardo Sáenz y hasta estuvo el ex fiscal Juan Martín Romero Victorica. Estos fiscales expresan varios de esos resentimientos: han respaldado a represores que ahora están presos o han diseñado o aprobado leyes de impunidad que fueron anuladas y Moldes y Plee fueron acusados por familiares de víctimas de la AMIA de entorpecer la causa por encubrimiento que impulsó Cristina Kirchner. Recondo y Sáenz, además, están vinculados al enemigo más encarnizado del Gobierno que es el multimedio Clarín, origen de algunos de estos juicios e incluso difusor de varias filtraciones que sufrió la causa Nisman, cuya investigación está a cargo de una fiscal, cuyo jefe directo es Sáenz. Guillermo Marijuan, Carlos Stornelli y José María Campagnoli ya tienen un pie más en la política con algunos de los partidos de oposición y realizan méritos para asegurarse un lugar.
Son resentimientos, intereses y actitudes políticas travestidas con una simulación de justicia. Si el reclamo de justicia de la marcha fue expresado por este núcleo de fiscales, entonces el reclamo no fue de justicia, sino que la Justicia reemplace a las elecciones.

CATARATA DE FALLOS CONTRA FUNCIONARIOS TRAS LA CONCENTRACION CONVOCADA POR LOS SECTORES OPOSITORES DEL PODER JUDICIAL Las resoluciones que venían marchando

Por Ailín Bullentini
El Poder Judicial se despachó con una batería de malas noticias para el gobierno nacional, a tmenos de un día de la Marcha del Silencio. La confirmación del procesamiento del vicepresidente, Amado Boudou, que la Cámara Federal decidió ayer en la causa Ci-ccone Calcográfica es, entre todos, el golpe de mayor impacto. Los integrantes de la Sala I de la Cámara federal, Eduardo Farah, Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, respaldaron la decisión del juez federal Ariel Lijo de señalar al ex ministro de Economía como autor de los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública.
Durante la misma tarde, la misma sala rechazó la recusación del juez Claudio Bonadio en el caso Hotesur y el juez federal Luis Rodríguez citó a indagatoria a la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, por no adoptar medidas contra el grupo Marsans, que administró de manera fraudulenta la aerolínea de bandera. Justamente Abbona es la funcionaria que presentó el escrito con los argumentos oficiales para refutar la denuncia de Alberto Nisman que ahora debe analizar el juez Daniel Rafecas.
El fallo que la Sala I de la Cámara Federal dio a conocer ayer sobre la situación procesal de Boudou en relación con la imprenta de billetes Ciccone Calcográfica estaba en la agenda judicial desde el cierre de 2014. En más de 80 páginas, los camaristas respaldan “y refuerzan” la hipótesis del titular del Juzgado Federal Nº 4, en donde se instruyó la causa, evaluó Eduardo Durañona, el abogado que se hizo cargo de la totalidad de la estrategia defensiva de Boudou en esta causa. El fallo también confirma otros procesamientos: a José María Núñez Carmona, socio de Boudou en otros emprendimientos; al director de The Old Fund, Alejandro Vanderbroele; al asesor del Ministerio de Economía durante la gestión de Boudou, César Forcieri; al ex asesor de la Administración de la AFIP Rafael Resnick Brenner y al ex propietario de la imprenta Nicolás Ciccone. En tanto, los jueces ordenaron sobreseer al yerno de Ciccone, Guillermo Reinwick.
“No consideraron nuestros argumentos para nada, sino que reafirmaron los argumentos del juez de Instrucción. No compartimos en nada ambas decisiones”, expresó a este diario Durañona. Hace poco menos de un mes, Diego Pirota, el otro letrado que representaba al vicepresidente, renunció al puesto. Adujo “motivos profesionales”.
A mediados del año pasado, Lijo procesó al vicepresidente por considerarlo “el motor que impulsase cada una de las instancias” del “salvataje” de la imprenta Ciccone Calcográfica, explicaron Farah, Freiler y Ballestero en el fallo en el que confirmaron esa hipótesis. Los camaristas desestimaron los argumentos con los que la defensa de Boudou apeló el procesamiento y, en el mismo texto, los recursos presentados por los otros implicados en primera instancia. Freiler y Ballestero –a los que se sumó luego Farah– consideraron fundamentada la acusación por cohecho al vicepresidente. Los camaristas respaldan en su fallo la aseveración surgida de Instrucción respecto de la participación del vicepresidente en al menos dos de las seis reuniones que asegura existieron entre los Ciccone, Núñez Carmona y Vanderbroele por el traspaso accionario de la imprenta a The Old Fund.
“No sucedieron esas reuniones en la presencia de Boudou, siempre lo dijimos”, remarcó Durañona, que se mostró sorprendido de las menciones que el fallo de Cámara realizó respecto de algunos testimonios tomados durante la investigación: “Nosotros estuvimos presentes en testimoniales en los que nunca ocurrieron dichos que la Cámara cita”, advirtió el abogado que evaluará durante el fin de semana los pasos a seguir. El vicepresidente sostuvo al apelar su procesamiento que no tuvo ningna injerencia en el levantamiento de la quiebra de la empresa.
En el fallo de ayer, la Sala I también confirmó el procesamiento de Boudou como autor de negociaciones incompatibles con la función pública. Los camaristas consideraron probada la relación entre Boudou y Vanderbroele, no sólo a través de Núñez Carmona, sino por otros vínculos societarios que supuestamente los unen y por el departamento que el ex ministro de Economía posee en Puerto Madero, alquilado por un conocido de Vanderbroele, cuyas expensas y algunos servicios abonó durante algún tiempo el director de The Old Fund. Durante todo el proceso, el vicepresidente negó conocer a Vanderbroele.
Los camaristas también evaluaron como prueba la anulación de una reestructuración de la Casa de la Moneda que implicaba su reequipamiento para poder afrontar la impresión de billetes requerida por el Gobierno (el vicepresidente sostiene que no intervino y que de todas formas se compraron las máquinas para el organismo) y en la aceptación por parte de la AFIP del plan de pago de la imprenta para salir del estado de quiebra en que se encontraba. Boudou afirma que no sólo no tuvo injerencia en el levantamiento de esa quiebra, sino que tampoco le correspondía funcionalmente disponer semejante decisión que, además, finalmente la propia AFIP no convalidó.
A esta decisión judicial, el vicepresidente debe sumar la otra causa en la que está procesado, en este caso por irregularidades en los papeles de un auto comprado por Boudou en 1993. El miércoles, la Sala II de la Cámara rechazó su recurso de Casación para apelar su procesamiento.
Mientras el ámbito judicial se convierte en un campo minado para el oficialismo, la oposición busca aprovechar la situación a su favor. Ayer mismo, varios referentes de ese espacio anunciaron que insistirán con el pedido de juicio político al vicepresidente.

CRUCES ENTRE EL JEFE DE GOBIERNO Y LA SENADORA POR LA INTERNA Mauri y Gaby se sacan chispas

Por Werner Pertot
Mauricio Macri volvió a refregarle en la cara a Gabriela Michetti que su preferido para sucederlo es Horacio Rodríguez Larreta. Luego de que la senadora PRO le recomendara tácitamente que se mantuviera neutral, el jefe de Gobierno sostuvo que el jefe de Gabinete es quien “más fácilmente expresa la continuidad”. Insistió en que es el que “conoce la Ciudad de memoria”. Sin responderle directamente, Michetti admitió que hay una “obvia tensión” en el PRO, pero remarcó que el “que gane la interna va a tener al equipo del PRO para darle continuidad a lo que se está haciendo”.
Cerca de Macri prometen que la estrategia para lograr que Miche-tti se baje tendrá nuevos capítulos la semana que viene.
Desde que Michetti resolvió lanzarse a competir con Larreta por la jefatura de Gobierno, la mesa chica del PRO desplegó una estrategia para conseguir que revea esa decisión. En público, salió el secretario general Marcos Peña –uno de los integrantes de la mesa chica– a anunciar que votaría a Larreta y que el lugar para Miche-tti es junto a Macri en la fórmula presidencial. En privado, diversos funcionarios que apoyan a Miche-tti recibieron “sugerencias” de que cambien de bando.
Macri, en tanto, expresa su favoritismo por Larreta cada vez que puede. Ayer encontró otra oportunidad, en un reportaje radial: “Yo creía que Horacio, por haber sido jefe de Gabinete durante siete años, conocer la tarea, conocer el equipo, conocer la Ciudad de memoria, expresaba más fácilmente la continuidad”, afirmó, sin decir explícitamente por quién votará (hasta ahora no lo dijo). Sobre Michetti afirmó que tiene “la obligación de decirle a cada uno lo que es mejor para su perfil, dónde puede hacer el mejor aporte” y en el caso de ella “por todas sus cualidades, que son muchas, era la persona ideal para la vicepresidencia”.
“Creo que el PRO ha crecido tanto que era obvio que se den estas elecciones internas. Por eso voté las PASO, previendo que iba a haber varios candidatos con vocación de continuarme”, indicó Macri, a quien Jaime Durán Barba y Peña le recomiendan que sea más firme con Michetti. El problema que tiene el jefe de Gobierno es que si se juega más a fondo aún por Larreta y pierde, quedará pegado a esa derrota.
Michetti, por su parte, destacó que existe una “obvia tensión” propia de la interna de un partido, pero dejó en claro que si ella gana, los que hoy intentan que se baje deberán alinearse. “El precandidato que gane la interna va a tener al equipo del PRO para darle continuidad a lo que se está haciendo”, remarcó la ex vicejefa, quien también recordó que en 2009 hizo el sacrificio de renunciar a su cargo para competir en las elecciones pese a que no era lo que quería.
Sin embargo, luego, cuando Macri le pidió que fuera a ser candidata en provincia, le dijo que no. Y le reiteró su negativa cuando intentó convencerla de que lo acompañe en la fórmula presidencial. “No era lo que uno quería –estimó Michetti–. En algunas situaciones hay que dar todo lo que tenés para que el equipo pueda crecer y a veces es posible disentir porque hay otros que pueden cubrir ese espacio.” Evidentemente, para ella, ahora se da esta última opción. En su entorno destacaron que no va a dar el brazo a torcer pese a que sigan las presiones y que está “con todas las ganas de hacer esta patriada”. La interna del PRO recién empieza.

12:14 › DIA CLAVE PARA LAS NEGOCIACIONES EN BRUSELAS Francia y Alemania dicen que Grecia debe seguir en la eurozona

La reunión de los 19 ministros de Finanzas de la Eurozona, la tercera en menos de diez días, debería desembocar en un acuerdo sobre la extensión del programa de ayuda a Grecia, que expira el 28 de febrero.
Grecia quiere pasar página de la austeridad. Pero Alemania, con la inflexibilidad que encarna su ministro de Finanzas, el conservador Wolfgang Schäuble, exige que Atenas siga saneando sus finanzas públicas y las reformas estructurales que le exigieron a cambio de dos planes de apoyo por valor de 240.000 millones de euros.
Berlín no está solo, cuenta con el respaldo de Finlandia y los países bálticos al norte, de España y Portugal al sur. La ministra portuguesa de Finanzas, Maria Luisa Albuquerque, dejó claro este viernes en la prensa alemana que hay "un marco, que es el programa de ayuda actual" a Grecia y "no estamos dispuestos a negociar bajo otras condiciones".

Página 12