viernes, 20 de febrero de 2015

11:20 › DENUNCIAS POR EVASION Londres no intervendrá en la investigación contra el HSBC

"En el Reino Unido existen autoridades independientes para tratar este tipo de casos y no creo que sea materia del Ministerio de Economía dirigir este proceso", afirmó Osborne sobre las acusaciones que salieron a la luz la semana pasada.
El funcionario defendió su actuación y la del primer ministro, el conservador David Cameron, ante unas acusaciones que consideró "muy serias", y destacó que "la ausencia de implicación política en este tipo de casos ha sido uno de los baluartes de la libertad en el Reino Unido durante cientos de años".
El caso de la presunta evasión fiscal facilitada por el HSBC que salió a la luz a partir de los documentos conocidos como lista Falciani, según publica la agencia de noticias EFE, ha generado polémica en el Reino Unido ante las informaciones que aseguran que el Ministerio de Economía británico podría haber conocido esas actividades en 2010.
Esta semana, el líder de la oposición laborista Ed Miliband acusó al Gobierno de Cameron de haber hecho la "vista gorda" con los evasores, y criticó además el nombramiento del ex presidente del HSBC Stephen Green como secretario de Estado de Comercio del Reino Unido en 2011.
Este hombre dirigió la entidad entre 2006 y 2010, un periodo en el que el banco contaba con cerca de 106.000 cuentas opacas para el fisco, según la documentación que trascendió.

Página 12

Aníbal Fernández: "El objetivo es desestabilizador"

En su habitual contacto con la prensa antes de ingresar a la Casa de Gobierno, Fernández admitió que le resultó "llamativa" la "celeridad" que tuvieron algunos miembros del Poder Judicial en los últimos días para avanzar en causas vinculadas a funcionarios. En su criterio, hay jueces y ficscales que "pretenden asumir posiciones que no les corresponde" y les advirtió que desde el Gobierno no las aceptarán.
"A cara descubierta hacen gestos que son desestabilizadores, y no me molesta repetirlo. Y la forma que se expresan fuera de micrófono son agraviantes e insultantes para la República. Y no lo vamos a permitir", señaló.
Además, dejó en claro que, en su opinión, "el objetivo" de esos actos "es desestabilizador" y les advirtió: "Ni lo sueñen, no saben dónde se meterían. No vayan a cometer el error de confundir y pensar que van a empujar el Gobierno. Sería un error terrible para el país".

Página 12

› LA OPOSICION YA NO QUIERE INVITADOS Pollicita rechazó ir al Congreso

Gerardo Pollicita rechazó la convocatoria que habían realizado los legisladores del Frente para la Victoria a través de una nota enviada al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, en la que dice que su decisión se debe a que la causa está en "estado inicial" bajo secreto de sumario pedido por él.
Dijo también que su dictamen fue publicado en la página de Internet del Ministerio Público Fiscal y que la visita al Congreso de la Nación "no puede" estar por sobre "la finalidad que debe tener la investigación".
Recordó, además, que la Fiscalía "tiene por rol promover la actuación de la Justicia sin sujeción a instrucciones o directivas emanadas de órganos ajenos a su estructura”. La causa está actualmente bajo estudio del juez federal DAniel Rafecas, quien debe decidir si ordena o no las medidas de prueba pedidas por el fiscal.
Página 12

RAPIDITOS PARA LOS MANDADOS "Embestida mediática y judicial"

"Es una estrategia más vieja que la injusticia", ironizó el jefe de ministros durante su habitual conferencia en Casa de Gobierno, donde apuntó contra "un pacto de impunidad entre las corporaciones mediática y judicial que da protección a fiscales y jueces, a cambio de que las causas no avancen y se estanquen”.
Capitanich calificó a la medida adoptada por la Cámara Federal porteña de mantener el procesamiento de Boudou comoe “una embestida corporativa mediática y judicial contra los integrantes del Poder Ejecutivo”. “La Justicia no es independiente de las corporaciones. Existe un pacto de impunidad entre las corporaciones mediática y judicial que da protección a fiscales y jueces, a cambio de que las causas no avancen y se estanquen”, dijo Capitanich durante su habitual conferencia de prensa matutina, al ser consultado sobre la situación judicial de Boudou, quien ayer recibió la confirmación de su procesamiento en el caso Ciccone.
El ministro coordinador agregó que esta medida adoptada ayer por la Cámara Federal porteña forma parte de “una embestida corporativa mediática y judicial contra los integrantes del Poder Ejecutivo”, e ironizó con que esta estrategia “es más vieja que la injusticia”.
El funcionario dijo también que como parte de esta estrategia es que se suceden los “ataques infundados al Poder Ejecutivo”, y advirtió sobre “la falta de independencia del Poder Judicial” respecto a las corporaciones.
Además, se preguntó por qué no avanzan causas como Papel Prensa, o se da lugar permanentemente desde la Justicia a medidas cautelares que impiden la aplicación de la ley de Medios a las corporaciones, o se frenan las iniciativas del gobierno tendientes a combatir la evasión fiscal o la fuga de capitales. “Jueces y fiscales se pasan la pelota”, en el marco de un “pacto de impunidad y protección”, dijo al respecto.

jueves, 19 de febrero de 2015

España está de vuelta Con Por Emir Sader

Vuelvo a España cuando España está de vuelta. Quedan atrás los tiempos tristes de un país aplastado por las políticas de ajuste impuestas por el PSOE y profundizadas por el PP. Queda atrás la situación de un pueblo indefenso frente al consenso bipartidista que inducía al país a las políticas de la Troika.

De la indignación a la disputa por la hegemonía en un país con una larga y linda trayectoria de izquierda, pero que a la vez ha sufrido también golpes muy duros. Entre ellos, el paso de la resistencia a la adhesión de los socialistas a la OTAN. La misma resistencia del gobierno de Zapatero a adherir a la austeridad y la vergonzosa adhesión, a la que no ha faltado siquiera Obama declarando que había llamado al día anterior a Zapatero, confesando que fue la última presión a la que cedió el gobierno del PSOE.

Hasta ahora, todas las noticias que llegaban de España eran entre malas y pésimas. Entre el nivel escandaloso de desempleo, incluyendo el dato escandaloso del desempleo entre los jóvenes, hasta la exclusión de los derechos fundamentales, sobre todo de los más débiles, incluyendo la gran mayoría de los inmigrantes, que habían construido con sus manos el boom económico –en gran medida de la construcción civil– del período anterior a la recesión.

La situación social no ha mejorado, aunque el gobierno revele que, estadísticamente hablando, el peor momento de la recesión ya habría quedado atrás. La cara de la crisis está siempre por las calles: jóvenes y personas mayores pidiendo limosna, tachos de basura como fuente de alimento, comercios cerrados, gente por las calles sin nada que hacer.

Pero esta vez ha aflorado una inmensa crisis de representación política y los dos partidos tradicionales, responsables de las crisis, se debilitan aceleradamente. Lo que otras fuerzas de la izquierda no han logrado, Podemos lo está logrando: construir una fuerza propia de la izquierda, alternativa al PP y al PSOE.

Se instaura el pánico en esos partidos y en los medios de comunicación tradicionales. Empieza el festival de acusaciones personales, de intentos de descalificación de Podemos, de denuncias de “bolivarianismo”, de “populismo”, de retrocesos. En momentos en que pierden apoyo, buscan generar rechazos a Podemos en los sectores conservadores, procurando colocar un dique de contención en la sangría de sus irrecuperables partidos. Es el pánico de las elecciones de este año, cuando los dos partidos tradicionales, que ocupaban cómodamente, por rotación, el espectro político, pueden ser radicalmente desplazados.

Mientras estaban los indignados, hasta les encontraban cierta gracia, cierta frescura. Pero ahora, que ven a ese intruso de Podemos disputarles la dirección del país, disparan, juntos, todos los fuegos sobre la nueva organización.

Las novedades de Syriza y de Podemos se enfrentan a los desafíos de crear los nuevos caminos de la lucha antineoliberal en Europa. Se deparan los desafíos cantados por Pablo Milanés en “Los caminos”:

“Los caminos que encontramos hechos

son desechos de viejos destinos.

No crucemos por estos caminos

porque sólo son caminos muertos”.

De cualquier forma, el futuro de España y de la izquierda española dependen hoy de Podemos. Como el destino de Grecia y de la izquierda griega dependen hoy de Syriza. Y, a lo mejor, los destinos de Europa y de la izquierda europea dependen hoy de Syriza y de Podemos.

17/02/15 Página|12

“Pretenden hacer política partidaria a través de los jueces penales”

El prestigioso jurista Julio Maier conversó con Infojus Noticias sobre la denuncia presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman y sobre una tendencia cada vez mayor de la “denunciología” judicial como herramienta de acción política.

Por Franco Lucatini

Julio Maier es uno de los juristas más prestigiosos del continente. Autor de ocho libros, un centenar de artículos de derecho penal, procesal penal y filosofía del derecho, es reconocido en todo el mundo por su obra como procesalista. Fue juez penal de primera instancia antes de la dictadura cívico militar, e integró el primer Tribunal Superior de Justicia de la ciudad de Buenos Aires. Jubilado desde hace seis años, hizo un paréntesis en sus clases de música criolla y andina para contarle a Infojus Noticias sus impresiones sobre la denuncia de encubrimiento de la causa Amia del fiscal Alberto Nisman a la presidenta Cristina Fernández, entre otras personas.

-¿Ud dijo que en la denuncia del fiscal Nisman no se sostiene?

A mí ya me parecía ilógico plantear la inconstitucionalidad del Memorándum de Entendimiento, sobre todo porque es un tratado que no tiene virtualidad práctica. Pero después vino la denuncia, con toda su espectacularidad, y fracasó. Si yo fuera juez, la desestimaría. No cumple con la definición de lo que es una denuncia. Es casi imposible imaginar un supuesto en el que mediante un tratado, aprobado por la mayoría de diputados y senadores, se pueda cometer un delito. Si fuera así, tanto los representantes que votaron como los que dieron quorum serían partícipes necesarios del hecho criminal. Es imposible, es una fantasía que ni siquiera Borges podría haber imaginado.

-¿Le llama la atención que un fiscal con experiencia haya realizado esta presentación?

El solo hecho de la denuncia, tal y como está, me llama la atención. Me causó conmoción que un fiscal lo presentara como una denuncia. Vaya a saber qué delitos se pueden cometer para tener que relatarlos en 400 páginas si hasta ahora los delitos se relataban en media página. Decían: “Julio mató a su suegra”. Eso es una denuncia.

Sabiduría de las paredes o ignorancia de los expertos Por Alejandro Horowicz

No alcanza con una movilización de los mismos de siempre sino con una seguidilla creciente cuya consigna explícita sea derrocar al gobierno.

En un frontón de Plaza San Martín se lee: "Hay muchas más religiones que niños felices en el mundo". Firma la clásica A del anarquismo. Tachada sólo la A, con una cruz pintada, la réplica se ubica en la misma pared y reza por todo concepto "Dios y Patria". Una sigla menos clásica (MNC, tal vez Movimiento Nacionalista Católico) se responsabiliza por la impugnación. Vale la pena detenerse sobre este modelo de "debate". Las paredes saben, y a veces suelen decir más que algunos columnistas políticos.

Arranquemos por lo obvio. El mundo tiene 7000 millones de habitantes y si uno de cada tres fuera un niño, unos 2 mil millones, es obvio que excedería largamente el número imaginable de religiones posibles. Solamente si los niños felices fueran unos pocos centenares, resultaría posible que hubiera más religiones que niños felices. Se trata, como es evidente, de una lectura cuya literalidad aplasta la metáfora anarquista, metáfora que podría leerse paradojalmente; si la religión tiene por objeto la felicidad, lo que por cierto es más que discutible, y existe un número crecido de caminos para alcanzarla, por qué los niños son la mayoría de los pobres sin cuento de esta tierra. Y los tan pobres, se sabe, no acceden fácilmente a la felicidad.

Pero la respuesta de la pared no trata de poner en tela de juicio los argumentos anarquistas. El Dios y Patria les alcanza. Un intento de argumentación se tacha con dos significantes cristalizados. En lugar de una razón que se responde con otra, dos palabras con historia. Este es el modelo con el que "debate" políticamente la sociedad argentina. No estoy diciendo que es el único, sólo señalo que captura la escena nacional. La marcha convocada para el 18 de febrero se apoya, no únicamente por cierto, en esta estructura argumental.

EL AFFAIRE NISMAM. La muerte del fiscal gatilló toda clase de hipótesis. Desde hombres y mujeres de a pie hasta la presidenta de la República, todos manifestaron y manifiestan en las redes sociales su valoración del hecho. Cuando mayor es la responsabilidad pública de cada participante, mayor debiera ser el cuidado con que emite su "opinión". Cristina Fernández afirmó, a las pocas horas del lamentable suceso, que estaba convencida de que no se trataba de un suicidio. Aventurada opinión cuyo fundamento se desconoce. Ahora bien, si la presidenta piensa así públicamente autoriza (con su voluntad o contra ella) una valoración cuyo sustento judicial no existe. Al menos no todavía. Es más, esa carátula sólo puede ser el resultado de una investigación minuciosa, y anticiparse a su decurso no puede dejar de afectar la investigación misma.

En mi columna del 11 de febrero sugerí que si la fiscalía no puede sostener que se trata de un asesinato político a partir de las pruebas que está recolectando, terminará perdiendo credibilidad pública. El clima de sospecha potenciado por la muerte de Nisman, admito que preexiste, tiene tal fuerza que impone sus propios términos. No se trata de lo que demuestre la investigación, sino de una percepción colectiva alimentada con esquirlas informativas, esquirlas que facilitan toda clase de dislates.

En términos judiciales es claro que se trata de una muerte dudosa. El problema: hacia qué lado se mueve. La muerte dudosa tiene, en este caso, dos polos, en uno se trataría de un suicidio, cuyos motivos no pueden determinarse. En el otro, el asesinato de un fiscal no debe separarse de la causa de la voladura de la AMIA y qué duda cabe, contendría un pistoletazo político.

La justicia cuenta con indicios potentes: los de los forenses que hicieron la autopsia. Funcionarios que no dependen del Poder Ejecutivo sino de la Corte Suprema, y que llevaron las conclusiones de su peritaje a Ricardo Lorenzetti. Tres elementos alimentan la hipótesis de suicidio: primero, la brevísima distancia del disparo, el arma casi apoyada. Segundo, la ausencia de lesiones defensivas en el cuerpo de Nisman. Y tercero, las características del espasmo cadavérico; esto es, el efecto rigidez del cuerpo se corresponde con un disparo autoinfligido, efecto que se reconoce en el índice doblado, tal como queda en el momento de jalar el gatillo. Qué harán los peritos de parte para cuestionar estos indicios firmes está por verse. Algo es claro, difícil que los allegados admitan que se quitó la vida, a menos que haya dejado un mensaje nítido, y Nisman no lo hizo. Por eso el caso está sometido a las más diversas interpretaciones, con mayor o menor fundamento, donde todos terminan siendo expertos en criminalística.

ANATOMÍA DE LA PRÓXIMA MOVILIZACIÓN. No faltan quienes comparan la convocatoria a movilizarse de un puñadito de fiscales con una rebelión judicial, los que están a su favor, o como un movimiento destituyente, los que se le oponen. No comparto estas lecturas encabalgadas. Salvo que se juzguen las intenciones (cuya diversidad también es manifiesta), está claro que el 19 de febrero no será tan distinto del 17, o en todo caso no serán los movilizados los que construyan la diferencia.

La comparación que se ha hecho con la marcha de Corpus Cristi impulsada por la Iglesia Católica, tras la fallida intentona golpista de junio del '55, omite un dato esencial: la marcha tenía por objeto legitimar a los oficiales golpistas, hacerles sentir que no estaban solos. A nadie se le escapa que hoy las FF AA dejaron de ser un protagonista político, y que su ausencia espeja la profunda crisis que las aqueja.

En cuanto al "golpe blando", esto es, sin violencia armada, no digo que resulte imposible, sino que este no es el caso. Para que lo fuera, el gobierno debiera estar completamente carente de apoyo popular, descompuesto. Y con un empujón, con millones movilizados en las calles, los integrantes del Poder Ejecutivo se terminarían yendo a sus casas. No alcanza con una movilización de los mismos de siempre sino con una seguidilla creciente cuya consigna explícita sea derrocar al gobierno.

Esto sucedió,por ejemplo, en Irán: la caída del sha a manos del ayatollah Ruhollah Khomeinni. El sha contaba con apoyo militar, y aun así la compacta mayoría pudo vencer. Nadie ignora, ni siquiera los mas funambulescos miembros de la oposición, que esta no es la situación. De lo contrario no se puede entender la atención que toda la dirigencia política presta al desarrollo de las internas, a las próximas PASO. Los que se aprestan a derrocar un gobierno no se proponen dirimir electoralmente quién lo sucederá. De modo que tratan de debilitarlo, de lograr derrotarlo en las próximas elecciones, y temen que tal propósito no se cumpla, al menos con tropa propia.

Joaquín Morales Solá, en su columna de ayer en La Nación, escribe sobre la voladura de la AMIA: "La responsabilidad de Irán es una hipótesis que suscribe toda la justicia argentina, desde la Corte Suprema hasta la mayoría de jueces y fiscales federales de primera instancia." A 20 años de un atentado, una hipótesis… Pruebas no, sólo hipótesis.

Y añade Morales Solá: "La fragilidad de la justicia argentina está en otro aspecto de la investigación: nunca encontró las complicidades internas indispensables para hacer ambos atentados. ¿Chocó con secuaces en la propia estructura del Estado?"

"Ambos atentados" son el de la Embajada de Israel y el de la AMIA. En la enumeración falta la voladura de Río Tercero. Con otro agravante: una investigación que no incluye "las complicidades internas", no sé qué investiga. Entonces, si se admite que no hubo investigación de lo elemental, cómo puede haber una hipótesis que "suscribe toda la justicia argentina". Ese es el verdadero escándalo. Si así pensara la justicia argentina, cosa que descreo, sería gravísimo. En Morales Solá el sintagma "la justicia argentina" sustituye toda la argumentación, como "Dios y Patria" en el frontón de la Plaza San Martín. Semejante rango de labilidad analítica no afecta a los organizadores de la próxima marcha. Las convicciones de los movilizados no necesitan de argumentos, les basta rumiar su furia incandescente.

Ahora bien, la frustración que semejante comportamiento impone a los impulsados no es pequeña. No cabe duda de que mucha gente se movilizará y que los medios lo reflejarán con lujo de detalles, pero a la hora de las "efectividades conducentes", el gobierno seguirá en Balcarce 50 y los movilizados en las redes sociales y en la tapa de los diarios. 

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