domingo, 2 de noviembre de 2014

“Los redondos y el peronismo son cosas que se me metieron adentro y no me puedo sacar” VIERNES 31 DE OCTUBRE DE 2014 15:15

Boris Katunaric es periodista, conductor de radio, militante político, peronista, amante de la literatura y los Redondos. Pero ante todas las cosas, Boris es poeta. Un poeta extraordinario. Con todo el peso que esa palabra tiene. Ese peso en Boris es justificado y necesario.
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Decía Leopoldo Marechal que la poesía es una manera de vivir y una vocación existencial. El secreto de Boris parece estar en el conocimiento profundo de esa vocación. Hace unos meses presentó su primer libro: Poemas para torcer el rumbo del color de los ojos, en esta entrevista habla de su obra y sus poemas.
Por Santiago Asorey
APU: ¿Cómo empezó tu relación con la poesía y la literatura?
BK: Yo vengo del palo de la música. Con la lectura empecé de grande, a los 20 años. En esa época era baterista, estaba en una situación de crisis con la música. Y comprendí que ese camino no era el mío. Si bien durante mucho tiempo seguí componiendo, tocando la guitarra y estudiando en el Conservatorio, empecé a ver otro mundo. Una forma de expresión distinta que era la palabra escrita. Para mí, la música era sonido, era puro símbolo pero después me fui encontrando mejor en la literatura. Comencé con Roberto Arlt, Cortázar. Lecturas de adolescencias que a mí me llegaban atrasadas, porque yo ya era adulto. Me dedique a leer vorazmente y a encontrar eso que a mí me faltaba y que la música no podía dar.
APU: Uno de los poemas de tu libro empieza con la siguiente línea: “miedo y escritura”. ¿Cuál es la relación para vos entre el miedo y la escritura?
BK: Esa frase no está puesta en un orden de paralelismo sino de progresividad. Es decir, primero viene el miedo y después viene la escritura. En todo caso, es primero la sensación del miedo y la escritura como la superación del miedo. La escritura como su expiación.
APU: ¿Pensas en un lector cuando escribís?
BK: No puedo pensar en un lector. Cuando participo en lecturas para presentar el libro me ha sorprendido un poema mío cuyo final yo lo había pensado como un final bastante dramático y en el remate todo el mundo se ríe. No había visto hasta ese momento el humor que tenía el poema. Esa revelación fue muy importante. Descubrir no solamente que estoy haciendo poesía, sino que también puedo generar algo más allá de la lectura de un poema.
APU: ¿Sentís que haya poetas o autores con los cuales tengas deudas?
BK: Deudas tengo con el todo el mundo (risas). Tengo deudas con muchos poetas. No creo ser más de lo que he leído. No estoy más arriba que Raúl González Tuñon, o Fernando Pessoa o Alejandra Pizarnik. Estoy siempre abajo. Soy la mugre que tienen en la planta de los pies. Les debo todo mi procedimiento creativo. La poesía actual en particular, y la literatura en general, me parece que tiene ciertos problemas para salir de un proceso de estancamiento. Es muy difícil ser novedoso. En el posmodernismo no se encuentran lenguajes nuevos. Por eso creo que ningún poeta actual pueda estar a la altura de aquellos grandes poetas. Por ahí están y no los he descubierto, hablo de la gente de mi generación, gente de treinta años que escribe.
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APU ¿Cuándo te diste cuenta que eras poeta?
BK: Todavía no me doy cuenta. No creo ser poeta. Soy sencillamente alguien que escribe.
APU: ¿Para qué sirve la poesía?
BK: Escribir este libro de poemas me sirvió para superar determinados momentos dolorosos. El libro no habla de mí como persona. Del Boris niño, del Boris adulto. Sino que acompaña esas etapas a partir de una definición política. No es el niño objetivo. Es el niño que los años noventa está creando, que tiene dificultades porque los padres se quedan sin trabajo. Sufre tormentos que vienen de la política y de la economía neoliberal. Hay un texto que no recuerdo de quién es que hablaba de algo así como “impuesto a la corrupción” y tomaba la corrupción de los noventa para mostrar cómo todos los ciudadanos pagábamos un impuesto implícito. Yo tomo ese concepto porque la palabra corrupción me lleva a la corrupción de menores y a las violaciones y la violencia. Por eso el libro habla de violaciones a los derechos humanos. La falta de comida es un crimen de lesa humanidad.
APU: Tu libro tiene un trabajo muy complejo en la relación del lenguaje de la poesía y un lenguaje coloquial. ¿Cómo vivís esta relación?
BK: Escribir de una forma críptica, implica proponer un juego con los lenguajes que en mi es natural. No puedo pensar que quiero escribir crípticamente.  Me sale de esa forma. Por eso tengo problemas con la narrativa porque me cuesta pensar en historias. Tampoco puedo escribir cosas chabacanas y simples, como sucede en parte de la poesía actual. No me gustan y las combato. Puedo proponer un lenguaje popular porque propongo imágenes que son simples de ver, por ejemplo se me viene a la mente: “estar mateando a la madrugada solo” y eso implica un monto de sensaciones y estados de ánimos, que son completamente subjetivos.
APU: Hay una relación que proponen tus poemas con iconos de la cultura popular como Evita Perón y los Redondos, ¿como ves está relación?
BK: La cultura ricotera y el peronismo hoy en día tienen una ligazón importante. El ricoterismo podría leerse como el padre del kirchnerismo. Muchos de los que fuimos ricoteros en los noventa hoy somos kirchneristas. Un tipo que escuchaba en los noventa a los Redondos no sería un fascista. Desde que nací que escucho los Redondos. Me parecía muy importante incluirlo como una manifestación política y cultural de cómo veo el mundo. El libro se llamaPoemas para torcer el rumbo del color de los ojos. Porque hay cosas que llevamos en el color de los ojos. Como si yo te preguntara de qué club sos hincha vos, hay algo ahí que llevas adentro desde antes. No se puede cambiar. Los Redondos y el peronismo son cosas que a mí se metieron adentro y no me puedo sacar.
APU: ¿Logran los poemas torcer el rumbo, logran desgranar algo de esa realidad?
BK: En los demás no tengo idea. Pero en mí, sí. Los poemas lograron cambiarme y transformarme, que era lo que necesitaba.
APU: ¿Un libro elemental para que vos hayas podido escribir este libro?
BK: La calle del agujero en la media de Raúl González Tuñon.
APU: ¿Cómo es tu relación con el periodismo?
BK: No soy periodista. No busqué serlo, apareció en mi camino el periodismo cultural. Me gusta hacerlo como un ejercicio de constancia, de dinámica. Esa sensación de cuando estás con cierre de entrega y estas con la mano en el culo y tenes que teclear o teclear o si no se va todo al carajo. Esa sensación del periodismo es maravillosa. Admiro la relación de nuestros grandes maestros, Gelman, Paco Urondo, Miguel Ángel Bustos que ejercieron las dos profesiones conjuntamente. Son cosas complementarias, con lenguajes distintos y sin embargo se llevan muy bien.
Poema de Boris Katunaric
Lo real
“Lo real es el lugar donde el mate circula” / Osvaldo Lamborghini
El carbón es fuerte
No me desespero, es sólo lo que soporto como Eréndira y después corro y corro
Espero que mueras para correr,
Para no encontrar en la náusea lo que existe
Hay verdaderas violaciones y parece que no hay un centímetro de espacio en este mundo para mí
Y hay dementes
Y hay conjeturas que se parecen a afirmaciones
Y yo afirmo y pongo un punto

Otro centímetro
El resultado es con devoción de tortura y precisión de plano arquitectónico
Sé en donde duele
Para eso existo a posteriori

Con tantas presunciones no vale la pena dormir cuando ya son las cinco de la mañana
Son las cinco de la mañana
Solo cuenta que está el mate y que la radio está encendida
Y son las cinco de la mañana
Tengo lleno el paquete de puchos
Y son las cinco de la mañana
Y miro dormir a mi compañera
Y todo esto sería la realidad si no lo estuviera escribiendo

No me queda nada, solo alegorías,
Me rio, me muerdo el labio inferior
Me miro fumar en el espejo
Las sombras me descubren por la luz roja, intermitente de mi cigarrillo y cebo un mate amargo,  espumoso, salvador y universal como los que les gustan a mis compañeros

Y hay estación de deuda y miradas de reojo blancas por el frío, paráfrasis de psicoanalista, de objeto cuentista, poético primer alimento con bombilla
Proyecto y, encendedor en mano, prendo fuego un recuerdo, una marioneta, la sensación de hambre que deja el insomnio

Ladran,

Para cantar a los gritos, revoleando la cabeza, pudriendo la garganta a manera de dolor, y cuentos, cuentos, Cuentos!
Animo a mis manos a golpear la guitarra y a mis ojos llorar la buena literatura. Una posibilidad variable y casi perdida, la presión ocular,

La nada: bolsas de plástico llenas de más bolsas de plástico

Creí, simplemente creí  y oculté
La posibilidad no es tan lejana cuando lo escribo, pidiendo por favor que me devuelvan el inmenso placer del cuerpo, del hambre, de memoria
Sigo creyendo en el cuerpo impuro, sigo estando cansado de merecer tantos golpes metafísicos

Hay quienes pastan y segregan el vasto poder del tajo mientras tomo mate, fumo y escucho la radio y te veo dormir y son las cinco de la mañana aunque no quiera que exista tal tajo

Sudo lo que queda de mi odio invencible y silbo un tango para payasos, mientras leo el diario (institucionalmente disfrazado de clown,  tan cercana,
Otra traición
Otra violación
Ellos también son las violaciones)

Reparo un poco la mente con la cartulina dispersa que encuentro en la mesa, hay algo parecido al tiempo que no se detiene pero tiene saltos, baches y lomas de burro que lo desalinean, que lo hacen vulnerable, franqueable, insatisfactorio, como un cuerpo lleno de quemaduras recientes,
En esa crueldad hay un punto de apoyo para entender las vibraciones de un encordado, aunque esté oxidado, viejo y me corte los dedos, en el tiempo, en el encordado, hay óxido y eso es una realidad

Insignificante está ese ser en mi tiempo,
Oxidado y cortándome los dedos, ¿Quién te espera? Si cuando llegás al fondo sos mi miedo y mi posibilidad de redención,
Sos lo que hay que extirpar porque da menos sonoridad al instrumento

Imaginaba un juego
Perverso y polimorfo
Imaginaba que la película era un primer paso a la fundación de lo concreto Pero yo voy a poner los límites
Y dar sentido a la creación
Por un poco menos de lo que todo tiempo produce un olvido
boriskatunaric.blogspot.com

LA CONTRA Falsos positivos Walter Goobar

La historia del cinematográfico tiroteo que este lunes protagonizó en la zona de Retiro la custodia del fiscal Carlos Stornelli contra una presunta horda de 16 temibles colombianos hace aguas por todas partes: nadie ha podido explicar cuál era el delito que pretendían cometer y que éste fuese tan rentable o arriesgado para justificar el alquiler de tres autos en Pilar, dos motos de alta cilindrada y que requiriera semejante dotación de personal armado solamente con punzones. El modus operandi no responde a un asalto, ni a un secuestro a punta de punzón y menos aún a un robo tipo piraña contra el auto blindado en el que se desplazaba el fiscal y ex ministro de Seguridad bonaerense, que en escasos 54 días de gestión desmanteló por completo la profunda reforma policial llevada a cabo por su antecesor, León Carlos Arslanian.
Es cierto que los antecedentes penales de los siete detenidos –que se entregaron sin oponer resistencia porque quedaron atrapados en el peaje de la autopista Illia y que, según las pruebas de parafina, no dispararon un solo tiro–, deben haber sido decisivos para que resultaran seleccionados o reclutados como extras en este dudoso casting para frustrados émulos de Pablo Escobar, pero, a menos que estuvieran filmando una nueva temporada de la exitosa serie El Patrón del Mal, nunca se necesitaron tantos extras colombiamnos para escenificar el robo de un auto. 
Si bien Pablo Escobar Gaviria comenzó su carrera criminal como simple ladrón de autos, el presunto enfrentamiento deja abiertas más intrigas que cualquier telenovela colombiana.
La ex ministra de Seguridad de la Nación y actual embajadora argentina ante la OEA, Nilda Garré, quien hasta ahora se había abstenido de opinar sobre temas de seguridad, rompió el silencio que se había impuesto y vía Twitter lanzó una andanada de sospechas por el tiroteo que involucra a la custodia de Stornelli.
Garré tuiteó: “Que la Policía dispare en una zona poblada es un disparate. Menos mal que no hubo víctimas. Stornelli dice que él quedo en la línea de fuego”. Y agregó: “Por qué Stornelli lleva tanta custodia de Policía Federal?”.
La custodia de Stornelli está conformada por miembros de la Policía Federal, que hoy depende del Secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien en lugar de cuestionar la reacción de esos custodios que dispararon sobre los sospechosos desarmados, en pleno procedimiento reclamó la sanción del nuevo Código Penal, que incluye la polémica deportación para los extranjeros que delincan y sean sorprendidos “in fraganti” en el hecho. Sin embargo, debido a la situación irregular de ingreso al país por parte de los colombianos, la ley actual permite expulsarlos del país.
Berni no fue muy sutil en plantear la necesidad de la reforma y vincularla con lo ocurrido con Stornelli: habló de “infección de extranjeros que delinquen” y expresó: “Empieza la semana y ya hay siete delincuentes extranjeros detenidos”.
El incidente de Stornelli, las capuchas con las siglas PFA sobre las cabezas de los detenidos, los tweets de Nilda Garré, sumado al acuartelamiento policial en Caleta Olivia, ponen en blanco sobre negro el intento de generalizar la contrarreforma de las fuerzas de seguridad, que –con excepción de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Metropolitana– han vuelto a autogobernarse. Hasta la Gendarmería ha perdido el respeto del que gozaba hace unos años.
El episodio de los colombianos huelo demasiado a una puesta en escena por parte de las propias fuerzas de seguridad destinada a sobredimensionar a un supuesto enemigo y conseguir carta franca para un combate simulado. Si hay alguien que de esto sabe mucho es el ex presidente colombiano Álvaro Uribe, quien hace menos de una semana estuvo en Buenos Aires para asesorar a los candidatos Sergio Massa y Mauricio Macri. Uribe –que posee el legajo número 82 de una de las agencias de inteligencia de EE.UU., lo que le ha valido el mote de “narcopresidente”– fue el inventor de los falsos positivos, una “táctica que consistía en asesinar estudiantes, campesinos y sindicalistas opositores y hacerlos aparecer como guerrilleros muertos en combate. De esta manera, Uribe sobredimensionaba a la guerrilla y las fuerzas de seguridad se llevaban los laureles y los presupuestos de las falsas victorias.
El jueves 23 de octubre, Macri y Massa se reunieron con el genocida Uribe, implicado con la formación de bandas paramilitares y también acusado de espiar a sus opositores en forma ilegal y ordenar crímenes de lesa humanidad durante los ocho años de su gobierno. Por si fuera poco, el presidente venezolano Nicolás Maduro lo acaba de sindicar como autor intelectual del asesinato del legislador chavista Robert Serra.

Macri y Massa presentaron a Uribe como el “campeón” de la lucha contra el narcotráfico. Quizá Massa y Macri no estén enterados, pero tres de los jefes de seguridad de su gobierno están siendo juzgados y uno de ellos, un ex general, fue extraditado a Estados Unidos por sus actividades como narco con los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia, tristemente conocidas como fuerzas paramilitares.
El propio hermano de Uribe, Santiago, ya fallecido, estaba acusado de formar parte de Los Doce Apóstoles, un grupo paramilitar, y la que fue su pareja también está siendo juzgada en Estados Unidos.
En los archivos de la DIA, la Agencia de Inteligencia de la Defensa de los Estados Unidos, Álvaro Uribe tiene el legajo número 82, que está rotulado como “Confidencial” y está a sólo tres puestos del de Pablo Escobar Gaviria, el extinto capo del Cartel de Medellín, que lleva el número 79. 
 La ficha 82, fechada el 23 de septiembre de 1991, dice textualmente: 
 “Álvaro Uribe Vélez. Político colombiano y senador dedicado a colaborar con el Cartel de Medellín a altos niveles gubernamentales. Uribe ha sido vinculado a negocios relacionados con drogas en Estados Unidos. Su padre fue asesinado en Colombia debido a sus conexiones con los traficantes de drogas. Uribe ha trabajado para el Cartel de Medellín y es amigo personal cercano de Pablo Escobar Gaviria. Él (Uribe) ha participado en la campaña política de Escobar para ganar el puesto de parlamentario suplente de Jorge Ortega. Uribe ha sido uno de los políticos que desde el Senado han atacado todas las formas del Tratado de Extradición (de Colombia con los Estados Unidos) (…)”, dice la ficha de la DIA.

Un supermartes para los halcones El conservador Partido Republicano llega, según los sondeos, más consolidado que los demócratas a las elecciones intermedias de esta semana. Incluso, podría pasar a ser mayoría en el Senado. Eduardo J. Vior. Periodista

Un supermartes para los halcones


A pesar de algunas incertidumbres regionales, todos los pronósticos para las elecciones legislativas de este martes 4 de noviembre indican que el Partido Republicano (Grand Old Party, GOP, en inglés) conquistará la mayoría del Senado de EE.UU. Combinado con el dominio que tiene en la Cámara de Representantes, surgirá entonces lo que se conoce como “gobierno compartido”: el Ejecutivo y el Congreso deberán acordar en todos los ámbitos legislativos, so pena de bloquearse mutuamente. En cualquiera de las dos alternativas se presenta un panorama interno devastador y la certeza de que el imperio descargará su crisis en el exterior.
Los republicanos están capitalizando la frustración del electorado con las políticas de Obama. El seguro de salud accesible (llamado popularmente Obamacare) funciona mal y no fue introducido en muchos Estados republicanos, porque los gobiernos estaduales tienen potestad para bloquear su introducción. La reforma migratoria, para documentar a 12 millones de extranjeros, está frenada por falta de acuerdo entre los partidos. La infraestructura está en un estado calamitoso. En varios Estados crece la resistencia contra la fracturación de rocas para extraer el petróleo y gas de esquistos. La economía ha crecido en el último trimestre un 3,5% anual, pero sólo por la reducción del déficit comercial y el aumento de los gastos militares.
En las elecciones del 4 de noviembre se renuevan 33 bancas de la llamada Clase II del Senado de EE.UU. Desde la sanción de la Constitución en 1789 el Senado se divide en tres clases de 33 o 34 senadores cada una que se renuevan alternadamente cada dos años. El cuerpo se compone de un total de cien senadores y se necesitan 51 para tener la mayoría. El mandato dura seis años. En esta elección se vota en 33 estados, pero solamente un senador en cada uno. Desde principios del siglo XIX la Clase II representa entre el 50% y el 60% de la población norteamericana. Además de las bancas de esta clase se renuevan otras tres por motivos diversos (muerte o retiro de los titulares).
De los 36 cargos que deben elegirse ahora, 21 pertenecen al Partido Demócrata y 15 al Partido Republicano. Este martes también se elegirán miembros de la Cámara de Representantes (cuya mayoría republicana está garantizada), los gobernadores de los mismos estados y numerosas legislaturas estaduales.
Para alcanzar la mayoría, los republicanos necesitan 51 senadores, seis más de los actuales. A los demócratas, en cambio, les bastaría con conservar 48, si los independientes Angus King (Maine) y Bernie Sanders (Vermont) continúan votando con ellos y el vicepresidente Joe Biden, como presidente del Senado, desempata en caso de paridad. Sin embargo, los independientes han insinuado que podrían aliarse con los republicanos. Si otros dos independientes (Greg Orman en Kansas y Larry Pressler en Dakota del Sur) obtienen bancas, podría formarse un bloque independiente de cuatro miembros con alianzas cambiantes, aumentando así la inestabilidad política.
Para conquistar el Senado, los candidatos del GOP deberán derrotar a algunos líderes demócratas, lo que su partido nunca consiguió desde 1980. Dada la paridad que se registra en Luisiana y Georgia, podría suceder además que haya que esperar los balotajes en enero, para definir la mayoría del Senado.
Si los republicanos conquistan la mayoría del Senado, aumentarían la parálisis política actual y la polarización del país. Intentarán desmantelar el “Obamacare” y trabar la agenda legislativa del Presidente, particularmente la reforma inmigratoria para documentar a los 12 millones de inmigrantes que viven sin documentos de identidad.
Para frenar este avance, los demócratas están concentrando sus esfuerzos en algunos estados claves, como New Hampshire y Carolina del Norte, donde la inyección de donaciones para la campaña elevó el costo de cada banca a cien millones de dólares. Al mismo tiempo, para evitar críticas, se despegan del presidente y han lanzado al ruedo a Bill y Hillary Clinton, que han apoyado a sus compañeros de partido en varios Estados. Esta última, en particular, está calentando los motores en vistas a la elección presidencial de 2016.
Subrayando la polarización y las dimensiones de la batalla que se está librando, incluso periódicos de izquierda liberal, como The Nation, están apoyando a los candidatos demócratas, para evitar que una mayoría republicana en el Senado traiga la parálisis o –lo que temen aún más– el cogobierno entre Obama y la derecha. En un editorial del pasado martes 28, el histórico vocero de la izquierda norteamericana refutó la noción extendida entre los progresistas de que, ante el sesgo conservador del gobierno de Obama, una victoria republicana no cambiaría nada.
“Los republicanos no sólo son una cuadrilla de demolición de las pocas conquistas que los trabajadores y las minorías han alcanzado bajo este gobierno –argumenta el editorial–, sino que podrían apoyar al presidente en iniciativas negativas que actualmente son frenadas por el presidente del bloque demócrata de senadores, Harry Reid, como por ejemplo el otorgamiento al presidente de facultades especiales en temas candentes como la Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés), que los dirigentes sindicales califican como ‘Nafta con esteroides’”.
“Podrían convenir también –continúa– bajar los impuestos de las grandes corporaciones. No hay que olvidarse tampoco –concluye– que Obama ya agitó varias veces la bandera de la reducción de ayudas sociales como señal para un acuerdo con los republicanos.”
El miércoles 5 se sabrá qué perfil tiene el Congreso de los Estados Unidos. Probablemente sea mayoritariamente republicano y se reedite el gobierno compartido entre el presidente y el Congreso. Si, contra todos los pronósticos, el GOP no conquista el Senado, sufriría una gran derrota, porque apostó mucho a este éxito y se muestra triunfalista. Sin embargo, se mantendría el actual empate y los temas centrales de la agenda política (implementación del seguro médico obligatorio, inversión en infraestructura, creación de nuevos empleos, reforma inmigratoria, reducción del gasto en defensa) continuarían postergados por lo menos hasta 2017. Por el contrario, si los republicanos triunfan e imponen a sus líderes en las principales comisiones (Relaciones Exteriores, Energía y Recursos Naturales, Servicios Armados, Bancos, Viviendas y Asuntos Urbanos, Medio Ambiente y Obras Públicas), se reforzará el bloqueo de las pocas buenas iniciativas de Obama, se retrocederá en los derechos adquiridos, así como aumentará la polarización interna y la agresividad externa. ¿Se imaginan al Senador John McCain presidiendo la Comisión de las Fuerzas Armadas y liderando las nuevas guerras junto con Obama? Las mejores perspectivas para los próximos dos años son de parálisis, las peores, de retroceso reaccionario. Ninguno de ambos pronósticos es, empero, para alegrarse, ya que, cuando el Ejecutivo y el Congreso no gobiernan, las burocracias (particularmente la militar y la de seguridad) y las corporaciones se conducen solas y, si hay problemas, el pato de la boda lo paga el resto del mundo.

31 de Octubre de 2014 Entrevista. Sebastián Andrade y Sebastián Smok. Integrantes de NOS DIGITAL “La idea es cambiar el eje de la comunicación” Felipe Deslarmes

Nos digital (www.nosdigital.com.ar) es un portal periodístico realizado por un colectivo pluricultural de 12 personas que recientemente cumplió 5 años de existencia. Podría encuadrarse como una de las formas en las que se intenta recuperar el periodismo comprometido con el lector, con las historias populares o, como ellos se definen, “un grupo de periodistas jóvenes que, de manera autónoma y apartidaria, nos jugamos por la multiplicidad de voces (…) por un periodismo más amplio, más inclusivo; con la voluntad constante de una información sin pautas, sin intereses enajenados, sin manos negras y sin costados ocultos que la contaminen (…) recorriendo espacios comúnmente opacados, los caminos incómodos, los nunca transitados, aquellos olvidados”. Organizados como cooperativa, recién este año pudieron encontrar la forma de generar un primer sueldo. “Algo que nos llena de orgullo es haber logrado ese primer objetivo.” Como se reivindican como colectivo, ninguno firma una nota individualmente; las firman todos. 
–¿En qué contexto individual y colectivo se conformó Nos Digital?
Sebastián Andrade:
 –La idea surgió en julio de 2008, con un núcleo de chicos que estaban en el centro de estudiantes de la secundaria. En esa etapa proyectaban qué hacer el resto de sus vidas. ¿Trabajar, estudiar, en qué? Algunos se veían atraídos por el periodismo y empezaron con una revista que salió en papel un número. Se consolidó el grupo y pensaron en pasarlo a digital. Yo llegué en mayo de 2009. Estudiaba con algunos de ellos y me sumé. Estudié periodismo por curiosidad. Nadie de mi familia lo era. Desde el principio lo tomé como un hobby. Supe que para vivir de esto iba a tener que construir un espacio propio.
Sebastián Smok: –Yo llegué en marzo de 2009. Era un par de años más grande, pero teníamos gente conocida en común. Como todo grupo, fue variando.  Pero ya van 5 años de construcción. Tampoco en mi familia estaban vinculados al periodismo. Soy el primero de mi familia que pisó una universidad. Mis viejos son comerciantes, pero me impulsaban a que estudiara. Me metí en historia y no encontraba ni en lo academicista ni en el núcleo de la facultad un espacio donde me sintiese cómodo. Comencé escribiendo notas de Historia, ya que por entonces había una sección denominada así. Al final, largué la carrera a poco más de la mitad y empecé a estudiar fotoperiodismo.
S.A.: –Como esto empezó en el centro de estudiantes, un espacio de militancia y de construcción, decimos que somos una organización política. Y porque también es un espacio de trabajo, somos una cooperativa, con papeles y todo. 
S.S.: –Estamos muy orgullosos de haber logrado, desde marzo, el objetivo de poder pagar regularmente y con proyección, un primer sueldo. Y de que alguien que podría estar trabajando de telemarketer esté haciendo la revista. Un trabajo mucho más tranquilo, haciendo un gran aporte a la cooperativa y en un marco de respeto.
–¿Cuánto del hecho de conformar una cooperativa resulta influencia de la experiencia de las empresas recuperadas? 
S.S.: 
–El cooperativismo en la Argentina es algo que trabajamos bastante. De hecho, fue mi primera nota para Nos Digital. Aquellas eran empresas que ya estaban en funcionamiento, tenían un espacio, una cantidad de familias que mantener, con otras problemáticas diferentes a la nuestra. Pero tomamos esos ejemplos para entender que nuestro trabajo no podía ser solamente periodístico. Y, así como aquellos trabajadores, había que enfrentar, además de las tareas habituales, alguna de tipo administrativo en la organización. 
–Ustedes se definen como “una revista joven, autónoma, apartidaria, que permite la pluralidad de voces”, pero reconocen que son una organización política. ¿Es eso una nueva tendencia en la manera de hacer periodismo? 
S.A.: 
–Estas experiencias existen desde que existe el periodismo, desde Moreno para acá. Pero, sí, puede ser que se esté reconociendo que se puede hacer periodismo de otra manera. Surgimos en 2008, un año particular por la confrontación Gobierno/Clarín, y después Gobierno/ “campo”. Y empezamos a ver que había otra confrontación no tan visibilizada: periodismo autogestivo contra empresas periodísticas. El periodismo autogestivo, justamente por esa condición, conlleva una voluntad de construcción y de política particular respecto de permitirse a sí mismo un espacio en la comunicación. Y desde ahí surge la imposición de darle entidad a un sujeto al que nosotros llamamos “la calle”, que son las historias que mostramos. Respecto de eso, y en la búsqueda de una comunicación diferente, aparece lo de las firmas. Nuestras notas no estás firmadas. Mientras en los medios se hace un culto de la vanidad, del individualismo, nosotros decidimos sacarnos del medio y que quien tenga protagonismo sea el propio entrevistado, el que vivió la historia que queremos contar, dándole peso a lo que sucede. Creemos que es una falencia del periodismo de hoy, en general.
S.S.: –Lo de “apartidario y autónomo” refleja una necesidad de la época. Mientras todos tratan de encasillarte, para nosotros es clave decir que no vamos por un partido o por otro, que la lucha está en otro lado. Que no nos interesa ese debate.
S.A.: –En la política también pasa. Aparecen nombres y caras antes que ideas. 
–Y en lo periodístico, ¿cómo resuelven las diferencias? 
S.S.:
 –En la revista hay avances y retrocesos. En conjunto decidimos, revisamos, publicamos y criticamos si el enfoque fue correcto, si no debimos buscar otro personaje, etc. La autogestión nos permite decidir cómo se hace una nota, si tiene que esperar, si se publica ya, hasta qué poner, y discutirlo todo. 
–¿Cómo miden la apreciación del lector? ¿Eso condiciona la próxima edición?
S.A.:
 –Nunca lo pensamos así. Todos hablamos y eso es parte de la comunicación que construimos. 
S.S.: –No estamos condicionados por nada externo. Nunca impulsamos o dejamos de hacer una nota por el rebote que pudiera tener. A veces alguna repercute porque la subieron de tal lado, pero finalmente eso es algo efímero y no lleva a la construcción. ¿Suma? Qué se yo… No resta. Pero si apuntamos ahí, no vamos a ningún lado; y eso lo sabemos. Nuestra libertad, incluso respecto de la vanidad, es nuestro mayor orgullo.
–También plantean descreer de la objetividad, hablan de continuo debate, del compromiso social y de seguir “caminos incómodos elegidos por ser los nunca transitados”. ¿Cómo es esa construcción?
S.A.: 
–En la autogestión y en el periodismo te vas formando a medida que vas haciendo. Se me ocurre ahora un tema que salió poco y nada en otros medios: las dos subestaciones eléctricas de Berazategui que generan cáncer alrededor…
S.S.: –Esa es la mayor pelea que tienen los vecinos, que están bien organizados, y que aparte tienen a sus vecinos de Ezpeleta en esa situación. Hace menos de 20 años que está en funcionamiento esa planta al lado de sus casas. Y la cantidad de enfermos de cáncer aumentó entre 5 y 6 veces. Así, tanto podemos estar tocando un tema de clase media, como revistar que en los barrios matan pibes de forma sistemática a través del llamado “gatillo fácil”. Y de vez en cuando tenemos la oportunidad de hacer algún viaje y salir de la esfera de Capital y el Gran Buenos Aires, y mostrar toda la Argentina. Obviamente, por motivos económicos se nos hace difícil hacerlo todo el tiempo, pero estuvimos en Bariloche y en Neuquén con el tema gatillo fácil, y en octubre del año pasado estuvimos una semana en el Chaco impenetrable con los Qom, viendo cuál era la problemática, haciendo fotorreportajes… Tratamos de  expandir la frontera del propio colectivo. Las historias que nos quedan afuera son millones, pero eso no nos hace menos.
–¿Quiénes son sus referentes?
S.A.:
 –Desde lo literario, te diría que Ricardo Piglia. En otros aspectos, las fábricas sin patrón son una referencia, incluso en esto de hacer periodismo. Porque nos permitieron ver que se podía trabajar sin alguien que te dijera qué y cómo tenías que hacer cada cosa. Pero donde más aprendimos fue en el mismo hacer. Como pasa con los padres a los que les mataron un hijo, que sin saber se ponen a investigar y hacen lo que no hace la Justicia. Y descubren que fue un policía el que lo mató; que fue un “fusilamiento” aunque decían que había muerto en un “enfrentamiento”. Y vas viendo cómo funcionan de verdad los medios, a quiénes tienen de fuente, para qué lo hacen, por qué mienten, si fue o no el periodista, y si es que fue a buscar la noticia o sólo visitó ciertas fuentes. 
S.S.: –A mí me gusta mucho García Márquez. Y la verdad tomo mucho de él. Creo que las facultades te forman para lo que necesitan las empresas de medios: lo que enseñan en esos espacios no encaja en nuestra lógica. Descreemos de ese tipo de formación para lo que buscamos. 
S.A.: –Yo creo que sirven, pero tienen un trasfondo de explotación, de mercancía: existen pactos con diarios como las pasantías para que vayan alumnos por seis meses, los súper exploten y después no los tomen nunca, porque reciben nuevos que cubren los espacios libres que dejaron los que se fueron. Eso baja la calidad del diario y el nivel del trabajo. 
–¿Pretenden cambiar los valores de la construcción social que se identifican en la bajada de línea de los medios hegemónicos?
S.S.:
 –Un 6 7 8 contra Clarín no es una alternativa en la forma de construcción, en tanto no construís tu propia agenda y una agenda popular. Siempre estás jugando con lo mismo que te dan, aunque sea dándolo vuelta. Nunca podés construir algo nuevo si partís de ahí.  No es fácil, pero tratamos de que la agenda sea algo nuestro, pensado en que tiene que ayudar a construir una sociedad más justa, más inclusiva. En la elección de la agenda aparecen las escalas de valores, como cuál es el valor de la vida y el de la propiedad privada. Una tapa de Clarín con la cara de un chico apuntando con el arma responde a un estereotipo, que además te está apuntando a vos, porque la pistola apunta a la cámara, o sea al lector, o sea a mí. Eso es lo que nosotros no queremos de ninguna manera.
–¿Qué crítica hacen de lo que suele encasillarse en la sección de policiales y qué alternativa proponen?
S.S.: 
–Para empezar, nunca llamaríamos así una sección. En todos los casos que contamos, los policías son los asesinos o, con suerte, encubridores. Llamarla “policiales” los pondría como protagonistas fuertes de la historia de otros.
S.A.: –En nuestra mirada toman protagonismo los verdaderos investigadores, que son los familiares. Los que se ponen al hombro la investigación, salvo excepciones, no son el fiscal, el juez o los abogados. Son las propias familias, las madres a quienes les desaparecen o matan un hijo: se encargan de la familia, cargan con la muerte y con la investigación.
–Caso emblemático podría ser el de Susana Trimarco… 
S.A.: 
–O los familiares de Luciano Arruga, de quien se sabe gracias a la hermana, que junto a la madre se pusieron al hombro la investigación. Esta joven recorrió primero los medios alternativos, irrumpió en un programa de CQC en vivo, para que el domingo siguiente, después de que se armara el escándalo, apareciera el tema en ese programa. Y, así todo, se negaron a sacarlo en Clarín porque ya había salido en Página 12. Esa es la parte de mercancía que nosotros hablamos antes. “Esta nota no vale porque ya fue publicada”. Y había un chico desaparecido hacía 6 meses.
–Volvamos a aquello de cómo entendían ustedes lo que comúnmente llaman casos policiales…
S.S.: 
–Decíamos esto de que las madres, la familia, poniéndose en su espalda la investigación es lo que define que salgan a la luz los temas. Y hablamos de gente que de un día para el otro le cambian la vida completamente. Y además del dolor que conlleva esa situación, tienen que seguir viviendo con el sufrimiento de ver al asesino de su hijo pasear por el mismo barrio, padecer el hostigamiento al resto de sus hijos, a su pareja, a los amigos de sus hijos. Como en el caso emblemático de Diego Núñez, a quien mataron, y luego metieron preso al hermano un año y tres meses sin ninguna causa. 
S.A.: –Un caso de trata que abordamos fue el de Milagros Gonzales, una chica que estuvo desaparecida por trata. Fue poco tiempo, en Burzaco, y hubo policías implicados en eso. Y así como decíamos que valoramos la vida, no defendemos ni a un pibe que chorea ni a un pibe que mata. Y me cuido de no llamar chorro sino un pibe o persona que delinquió, porque no creo que “sea” un chorro, como si existiera en su ADN. 
–Que es un poco a lo que apunta esa tapa de Clarín a la que hacían mención... 
S.A.:
 –Exacto. Y, sí, buscamos apuntar a la Policía que creemos que está metida siempre, y porque a medida que nos fuimos metiendo en los temas fuimos viendo que hay un objetivo claro de la Policía en los barrios, sobre todo para la muerte. Reclutan chicos para que roben para ellos, como el caso de Luciano Arruga, de Jonathan Kiki Lezcano en la Villa 20. Y están también vinculados a reclutar mujeres para la trata. Trabajamos mucho el tema villas porque fuimos conociendo gente a la que le habían matado los hijos. Y hasta llegamos a ver que muchos de los pibes muertos se conocían entre sí. Y los matan por matar.
–¿Como una forma de disciplinamiento?
S.A.: 
–Exactamente. No es el caso aislado de un policía suelto cada uno de los que mataron. No es un policía loquito que salió a la calle disparando. Por eso también nos cuestionamos si llamarlo “gatillo fácil”; como si se le hubiera escapado un tiro a alguien. Eso es terrorismo de Estado. Y ocurre hoy en las villas y en las cárceles. 
S.S.: –Está lleno de casos como el video que salió a la luz hace poco del policía en Tucumán pegándole a un tipo esposado mientras otro lo filmaba. Como también salen videos de cómo se inician a los jóvenes que entran en la fuerza: formas que también tienen un contenido de violencia exagerada y compulsiva.
–¿Cómo analizan ustedes el cliché de las drogas en las villas?
S.S.: 
–Eso es algo sensible. Nosotros coincidimos que hay una superestructura que está por encima de la Policía. Y que la Policía, a su vez, quizás hasta sea un instrumento de esa superestructura que involucra obviamente a la política. 
S.A.: –En las villas, muchos te pueden marcar una casa que vende. “Esa casa es de un transa”, te dicen. ¿Y qué hay en la puerta? Un policía. 
–¿Coinciden con que desde los medios buscan reforzar la estigmatización de la pobreza obteniendo chivos expiatorios para reforzar esa idea?
S.S.:
 –Sí, claro. Pasó lo mismo que con Melina. En medios como C5N comenzaron a poner fotos sugestivas, con zócalos que decían “fiesta sexual”, y explicaban que no estudiaba ni trabajaba, como una forma de justificar que la mataran o violaran. Es una locura. La estigmatización llega por todos los frentes. Tal vez la sociedad esté cargada de prejuicios sociales, raciales y los medios reflejan y reproducen esa lógica. Nosotros no. 
S.A.: –La idea tiene que ser combatir eso; romper con la estigmatización. Cuando hablamos de agenda, también tiene que ver con eso; con poder ver desde otro lado y romper esas lógicas. El periodismo es un oficio que te da la posibilidad de ir aprendiendo a medida que lo ejercés. La visión que tenía antes de entrar por primera vez en la villa y la que tuve al salir fue totalmente diferente. Aquella vez no debo ni siquiera haber llevado el celular, para que no me lo robaran. Tenía la idea de que entrás y automáticamente te roban. Y, en verdad, ves pobreza, miseria, punteros y demás, pero hay formas de construir que valen la pena. Tampoco se trata de endiosar a la pobreza o a los pobres.
S.S.: –Está claro igual que en la villa la mayor violencia no es física, sino que lo violento es justamente que la gente tenga que vivir en una situación tan precarizada. Prácticamente todos los barrios porteños son violentos. Está la posibilidad de un robo, de un asalto, pero la violencia está en el modo de vivir. Lo violento está en que todos los días de tu vida tengas una cloaca metida en tu casa porque tenés residuos cloacales debajo de tu casa hasta que vienen a llevárselos. Eso es violento.
S.A.: –Para mí, lo interesante, más que si nosotros hacemos un análisis de cómo es la realidad, es seguir poniéndole voz a una sociedad entera y compleja. Como cuando fuimos a Bariloche, nos mostraban que la avenida Brown divide la ciudad turística del “Alto”, lo que acá sería el centro y el conurbano. En esa calle, todas las noches se para la Policía. Por supuesto que del lado de la ciudad que está la zona más rica, donde hay cervecerías paquetas, restaurantes de lujo y demás. En una de esas cervecerías la gerente tuvo que hablar con el comisario para que dejaran de pegarles a los que trabajaban ahí cuando cruzaban la calle porque se les veían los golpes. Y el comisario firmó una especie de carnets para que los dejaran pasar. A los que no tienen carnet les siguen pegando. Esa es la lógica que sigue la Policía. 
–El Alto es también el lugar que dejaron a los mapuches desplazados… 
S.A.:
 –Sí. Primero está la violencia de tener que irte de dónde estás por la fuerza. Y, después, por la fuerza se aseguran de que no puedas mantenerte o de que sufras violencia física. Y no es sólo ahí, en Córdoba están peleando para que se elimine de una vez la figura de “merodeo”, porque sigue funcionando como en la dictadura, cuando les decían a las Madres “circulen” porque no podían estar reunidas, y empezaron a rondar la pirámide de la Plaza de Mayo. Esa misma figura sigue en uso hoy en Córdoba con los chicos. Entonces, nos preocupa la continuidad de la dictadura a la que nosotros vemos palpable, con otro sujeto, desde las fuerzas policiales.
–Volviendo a la dinámica del grupo, ¿sienten que tienen que tener dos trabajos, uno que les dé de comer y otro que les haga sentir vivos? 
S.S.:
 –En mi caso es así. Uno para mantenerme y otro para crecer intelectualmente y desde el alma. Pero está claro que lo que estamos haciendo es una construcción, donde no perseguimos acumulación alguna. Sabemos que va a requerir un tiempo, que quizá sea extenso; pero tal vez el año que viene ya podamos contar con tres personas asalariadas, pasando a ser un cuarto de los integrantes, un número más interesante. Decidimos que el dinero reunido no fuera una propina para los doce que hacemos Nos, sino conformar un sueldo en serio, y eso también es una decisión política. 
S.A.: –Yo creo que no es una decisión el hecho de tener dos trabajos. Produciendo una revista, diversificar voces es también un trabajo. Estamos transformando materia. Y debería ser una lucha conseguir parte de los recursos que hoy van destinados a las megaempresas periodísticas, incluso desde el mismo Estado. Nosotros queremos decir que también existimos, que estamos haciendo un servicio que merece ser valorado, y lo que pedimos tampoco es lucro. Pretendemos sobrevivir haciendo esto. Ese es el punto sobre el que se para la ley de medios audiovisuales. Hay otra torta, la de los medios gráficos, donde nosotros también decimos “existimos y queremos participar”. Y me parece que hay que valorar la construcción de autogestión, el mostrar un espacio que tiene que ser de solidaridad. No vamos a vivir sólo por nosotros mismos, sino que vamos a poder vivir porque pueden vivir un montón de otros que nos marcaron el camino; y otros a los que nosotros también quizá les marcamos el camino: los medios autogestivos también son fábricas.
S.S.: –Tal vez la democratización de la palabra, la multiplicidad de voces, tenga que ver con eso. Y me parece que no sólo en los medios sino que tiene que ser la calle la que valore todas las voces. No es que porque haya más medios habrá más democracia. Habrá más democracia cuando haya más poder en el pueblo. Puede haber un montón de medios y que todos sigan hablando de sí mismos. Creemos que la calle tiene que dejar de repetir estas imágenes de la tapa del diario y los zócalos de la televisión. La idea es cambiar el eje de la comunicación. No desarmar un monopolio para que nos pongan a nosotros a ocupar ese espacio.