sábado, 4 de octubre de 2014

EL RELATO FERNANDA VALLEJOS

Los relatores oficiales del poder real han insistido hasta el hartazgo con la idea de que el Gobierno ofrece un relato que difiere de la realidad de “la gente”. No vamos a indagar aquí si “la gente” es la sociedad argentina o, más bien, un sujeto que el poder intenta construir, mediante la inoculación de su propio relato, a imagen y semejanza de su interés. Pero sí vamos a intentar dilucidar si el recorte que nos presentan se arrima siquiera a lo que podríamos considerar realidad.
¿Todo Negativo?
Lo que se dice y lo que se oculta:
1. Trabajo. Asistimos, hace varios meses, a la instalación de la idea de un supuesto avance del desempleo en la Argentina. Es falso. La evolución de la tasa de desocupación a lo largo del ciclo kirchnerista muestra que, mientras se ubicaba en el segundo trimestre de 2003 en 17,8%, había descendido hasta el 8,5% en el segundo trimestre de 2007. En los años de mandato de la Presidenta, la tasa era del 8% al segundo trimestre de 2008 cayendo hasta el 7,5% en el segundo trimestre de este año.
Uno de los hechos sobre los que se construyó la idea de que había destrucción de empleo fueron las suspensiones en el sector automotor (http://veintitres.infonews.com/nota-32301-sociedad-Trabajo-divino-tesoro-II.html). Nunca se explicó que estuvieron vinculadas fundamentalmente al desempeño de la economía brasileña, pero también a los impactos de la devaluación de enero y las conductas de la propia industria en materia comercial y de precios. Alcanzaron, según la Encuesta de Indicadores Laborales, sólo a 6 de cada 1.000 trabajadores. La puesta en marcha del Plan Procreauto significó la reducción del total de suspensiones en el sector, según un informe de SMATA, en un 70%. Cabe preguntarse sobre la disparidad en la presentación de la información que tiene centralidad en el momento en que surge la problemática pero es omitida cuando se producen mejoras o soluciones.
2. Pobreza. Otro de los temas que han ocupado centralidad en la agenda mediática es el vinculado a un supuesto deterioro en la situación de pobreza.
También es falso. Para el primer semestre de 2003, las personas bajo la línea de pobreza alcanzaban al 54%, mientras la incidencia de la indigencia afectaba al 27,7%. Para el primer semestre de 2008 esos guarismos habían descendido hasta el 17,8% en el caso de la pobreza y hasta el 5,1% en el caso de la indigencia.
La medición de pobreza estructural representa una alternativa a la de insuficiencia de ingresos. Desde este abordaje se enfoca la pobreza como el resultado de un cúmulo de privaciones materiales esenciales. De acuerdo con los datos censales, la cantidad de población estructuralmente pobre llegaba al 17,7% en el año 2001, cayendo hasta el 12,5% en el año 2010. La inversión pública en infraestructura social y el avance de la política habitacional permiten anticipar la mejora de ese indicador en el presente, en relación con los valores de 2010.
Tal como señala el propio Indec, este “modificó a partir del mes de enero de 2014 la metodología de elaboración del índice de precios al consumidor... El 23 de abril de 2014 se discontinuó la publicación de la serie histórica de pobreza...”. Por eso, vamos a considerar estimaciones alternativas, cuya metodología resulta aceptable, en función de obtener conclusiones sobre el presente.
Según un análisis del Centro de Estudios Scalabrini Ortíz, donde “se presentan estimaciones (...) desde 2007, de canastas de indigencia y pobreza propias, confeccionadas ajustando las canastas de Indec de diciembre de 2006 con la información de precios que brindan algunos institutos de estadísticas provinciales”, se observa que “para el segundo semestre de 2013, el 13,2% de la población percibía ingresos por debajo de la línea de la pobreza... En la comparación con el mismo semestre de 2012, se percibe una leve disminución (de 1 punto porcentual)”.
Más recientemente, el Banco Mundial presentó un informe donde señala que “Argentina ha sido uno de los países con mejor performance en América latina y el Caribe en reducción de la pobreza y en compartir las ganancias de la creciente prosperidad expandiendo la clase media”. De acuerdo con esas estimaciones del Banco Mundial, la población pobre en la Argentina se ubica en el 10,9%.
En el mismo sentido, de acuerdo con un estudio presentado por Red Solidaria, cuyo titular es Juan Carr, la incidencia de la indigencia alcanza al 4,5% de la población.
3. Redistribución. Mientras tanto, una eterna olvidada resulta ser la distribución del ingreso.
En el tercer trimestre de 2003, en función del ingreso per cápita familiar, el 10% más rico de la población concentraba el 39,3% del ingreso nacional, en tanto el 20% más pobre capturaba apenas el 2,6%. Para el tercer trimestre de 2008, el 10% más rico había cedido 5 puntos porcentuales, pasando a concentrar el 34,2%, mientras el 20% más pobre había avanzado hasta participar en el 3,9%. Ya en el tercer trimestre de 2011, el 10% más rico caía en el grado de concentración hasta el 31,9%, al mismo tiempo que el 20% más pobre avanzaba hasta el 4,5% del ingreso nacional. Hasta el segundo trimestre de 2014 (último dato disponible) la evolución progresiva en la distribución del ingreso no se ha detenido, aun en coyunturas económicas más adversas. Así el 10% más rico de la población hoy concentra el 30,3% del ingreso nacional, 9 punto porcentuales menos que en 2003, al mismo tiempo que el 20% más pobre hoy captura el 4,9%.
En el mismo sentido, si observamos el ingreso medio, en el caso del 20% más pobre el incremento, desde 2003, fue de 1.676%; en tanto para el 10% más rico esa mejora alcanzó al 639%.
Los indiscutibles avances en materia de igualdad distributiva que se observan a lo largo del ciclo obligan a indagar sobre ¿por qué aquella que resultaba una variable central para medir el deterioro socioeconómico durante las tres décadas previas al kirchnerismo y especialmente durante los ’90, hoy ha caído en el olvido? Lo seguro es que el silencio sintoniza con el interés de minorías privilegiadas que se resisten a que los sectores más postergados mejoren su calidad de vida.
Concluyendo. Podríamos, si el espacio de esta nota lo permitiera, seguir indagando sobre el vasto universo de lo que se dice y lo que se oculta. La negación del desplome a la mitad de los niveles pre-crisis del crecimiento del comercio global, con su innegable impacto sobre la demanda externa de los bienes que vendemos, sería un punto. Entre otras cosas, porque esa realidad refuerza la necesidad de fortalecer los componentes internos de la demanda, garantizar la robustez del mercado interno y, por ende, revalidar el rol del Estado y el conjunto de políticas que este despliega en función de esos objetivos. Otro, la evolución de los precios, que hemos tratado en otras ediciones. No sólo por la tendencia que habla de un crecimiento a un ritmo menor cada mes, a partir de febrero (la misma que observa el Instituto Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires), sino fundamentalmente por su contrastación con la evolución positiva de la capacidad adquisitiva de los ingresos de los argentinos.
Lo que no puede dejar de señalarse es que: primero, la valoración de una determinada política económica debe estar en relación con sus objetivos. El objetivo primario que guía la política económica del proyecto político que conduce los destinos de la Argentina desde 2003 es la inclusión plena de los 40 millones de argentinos en un país más justo. A la luz de un análisis despojado de apasionamientos, pero sobre todo de prejuicios, la política económica ha resultado exitosa hasta aquí. Ello no significa que ese objetivo esté acabadamente cumplido, pero sí que son insoslayables los avances. Por último, si ese objetivo aún no ha sido cumplido plenamente, esta sociedad y el gobierno que se dé hacia adelante tienen como desafío seguir transitando un camino que cuide esos logros y construya futuros que los superen.
En tiempos complejos, donde los personeros del neoliberalismo de adentro y de afuera han agudizado los embates para forzar la restauración conservadora en la Argentina –y en la región–, es imperioso que los argentinos apaguemos un rato la pantalla del televisor y dediquemos un rato de este presente a reflexionar. Se lo debemos, antes que nada, a nuestros hijos. Porque no es sólo nuestro futuro sino el de ellos el que está en juego.

Antídoto chino, “Patria o buitres” y mercado

Las dos votaciones recientes en Naciones Unidas referidas a deudas soberanas y fondos buitre confirman el cambio que se está produciendo en el tablero de la política mundial y refuerzan la idea de que China va a ejercer un rol cada vez más determinante para el futuro del sector externo de un país que el juez Thomas Griesa declaró en desacato. No es un dato menor que tanto en la Asamblea que aprobó la creación de un marco jurídico para los procesos de reestructuración de deuda soberana, como en la reunión del Consejo de Derechos Humanos que resolvió condenar el accionar de los fondos buitre e investigar sus actividades, China y los otros cuatro países (Brasil, Rusia, India y Sudáfrica) que integran el grupo Brics hayan votado a favor y en disidencia con las cuatro tradicionales potencias capitalistas, Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Japón.
La consolidación de ese nuevo alineamiento y el papel preponderante que está ocupando China son elementos que, incluso, condicionan las respuestas a dos preguntas inquietantes sobre el futuro de la delicada situación externa de la economía argentina: ¿cómo hará el Gobierno para transitar lo que resta de su mandato sin que las reservas del Banco Central se deterioren hasta perforar un piso crítico? ¿Cuál será la estrategia negociadora con los fondos buitre cuando en enero pierda toda vigencia la cláusula Rufo?
Hay razones como para pensar como un escenario posible que el financiamiento chino ayude a sostener las cuentas externas. El swap de monedas vigente (que según versiones no oficializadas ya está siendo utilizado en cuentagotas para reforzar las reservas), y los créditos firmados para las dos represas en Santa Cruz y para obras ferroviarias, podrían significar desembolsos considerables para apuntalar la debilitada situación de la Balanza de Pagos, que ya acumula cuatro años y medio de déficit en su cuenta corriente, y que, más allá de evidentes acciones especulativas, es mucho más el resultado de inconsistencias y errores de política económica que de movimientos desestabilizadores como los que denunció Cristina el martes.
Además, en ese eventual escenario de cierto alivio, el Gobierno estaría menos urgido para alcanzar a partir de enero un acuerdo con los fondos buitre que le despeje el camino de regreso al mercado internacional de capitales. Eso fortalecería su posición negociadora, o, según interpretan varios, potenciaría el incentivo a patear el tablero, y mantener el discurso público de “Patria o Buitres”.
Así como la fortaleza de una cadena la define la resistencia de su eslabón más débil, el futuro de la economía argentina está supeditado a su sector externo. Esa causalidad queda claramente de manifiesto en los pronósticos de Miguel Bein. El último informe de su consultora plantea que este año terminará con una caída de 2,5 por ciento del Producto Bruto Interno, y para el próximo presenta tres escenarios: en caso de un acuerdo rápido con los fondos buitre (lo que supone inmediato acceso a financiamiento internacional) la economía crecería 3 por ciento; si el acuerdo se demora el PBI aumenta sólo un 1,5 por ciento; sin acuerdo vaticina un recesión del 3 por ciento.
Carlos Melconian y Rodolfo Santángelo no le asignan chance a una recuperación para el año próximo. “La transición hasta diciembre de 2015 será muy traumática; no al extremo de De la Rúa (crisis bancaria) o Alfonsín (hiperinflación), pero más que la de Menem (recesión con inflación)”, señala el último reporte de la consultora M&S.
Muy raro hubiera sido que el economista del Pro y su histórico socio no dibujaran un horizonte negativo para el kirchnerismo. De todas maneras, el pronóstico tiene como arista esclarecedora el hecho de que ni siquiera ellos, inexorablemente críticos del Gobierno y acostumbrados a los presagios pesimistas, descartan situaciones extremas. “El año y pico que queda por delante será de inestabilidad crónica y sobrevendrán medidas y/o ‘plancitos’ más o menos puntuales y más o menos cosméticos para ir sobrellevando la falta de dólares”, señalan. Y entre las vías para “conseguir dólares” incluyen “el ingreso de dólares frescos del acuerdo de obras de infraestructura con China”.
La ayuda que en una situación externa delicada puede llegar a significar el flujo de financiamiento chino, no eclipsa el desequilibrio creciente de la relación comercial. El gigante asiático, que según el Banco Mundial está próximo a desplazar a Estados Unidos como primera potencia económica mundial, ha venido ganando participación como proveedor de la Argentina, pero, a diferencia de lo que muchos creen, su peso como comprador es muy inferior. Ejemplo: comparando los primeros ocho meses de 2014 con el año 2010, la participación china en el destino de las exportaciones argentinas cayó de 9 a 7,2 por ciento, mientras que su incidencia como origen de las compras argentinas subió de 13,6 a 16,3 por ciento. De ahí que el déficit del intercambio haya trepado de 1.500 millones de dólares en 2010 a 5.000 millones el año pasado, y a casi 3.000 millones en los primeros ocho meses de este año.
El desequilibrio luce peor si se desagregan los datos. El 74 por ciento de lo que se exportó a China en lo que va del año fueron productos primarios, y otro 21 por ciento manufacturas de origen agropecuario con poquísimo valor agregado. En sentido contrario, las compras argentinas entre enero y agosto se repartieron entre bienes de capital, insumos para la producción y artículos para consumo.
Los dólares chinos como antídoto contra el default de los buitres, podría ser reemplazado o, por qué no, complementado, con deuda que el Gobierno pueda tomar en el mercado. Es creciente el rumor sobre una colocación de bonos en dólares bajo ley argentina por algunos pocos miles de millones de dólares. Al respecto, hay un dato muy curioso: el riesgo país (algo así como la sobretasa que se le cobra a un país por el riesgo que implica prestarle) es ahora bastante más bajo al 17 de junio pasado, el día posterior a que la Corte Suprema de los Estados Unidos le diera por ganado el juicio a los buitres.
No hay por qué descartar que en un escenario sin arreglo, el Gobierno mantenga en alto la bandera “Patria o buitres” pero al mismo tiempo tome deuda en dólares en un mercado que no considera excesivamente riesgoso prestarle a la Argentina. Es lógico: como dice Cristina, la Argentina fue un pagador serial hasta que el fallo disparatado de Griesa obstaculizó el cobro de lo que el Gobierno sigue pagando.

A DESALAMBRAR

Durante una recorrida aérea por los partidos bonaerenses de Pergamino, Arrecifes y Rojas, se pudo constatar cómo los productores agropecuarios esconden los granos de soja y maíz detrás de los montes y muy lejos de los caminos. En tanto, se registraron casos similares en las provincias Córdoba, Entre Ríos, Formosa y La Pampa.
Si bien al costado de algunos caminos de tierra, e incluso de rutas provinciales, se puede apreciar la presencia de algunos silobolsas, el grueso de las hileras plásticas que guardan la cosecha sólo puede divisarse desde el aire, puesto que están secretamente ubicadas detrás de arboledas y montes, fuera de la vista general
"Hay una maniobra de pinzas sobre la Argentina hecha por los sectores exportadores", había asegurado la Presidenta.

Al respecto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó hace unos días en Casa de Gobierno que "hay una maniobra de pinzas sobre la Argentina hecha por los sectores exportadores, que están sentados como ellos mismos han reconocido sobre 27 millones de toneladas (de granos), prácticamente la mitad de la cosecha".
"Han perdido dinero a lo pavote, se los dije cuando inauguramos la fábrica Yamaha; ahí estaba todavía a 470 dólares la tonelada, se los había dicho cuando llegó a estar a 560", dijo la jefa de Estado, quien agregó: "Creían que era todo un artilugio para que ingresaran los dólares".
Por su parte, el titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, había reconocido en una entrevista radial que los productores "perdieron dinero" y hasta que se equivocaron "en haber retenido los granos y no haber vendido hace cuatro meses atrás".
El dirigente de la Mesa de Enlace admitió que la conducta especulativa de los productores era "natural", y señaló que tomaron esa postura porque "no le creen" al ministro de Economía,Axel Kicillof.

SE ACUERDAN DEL 16 DE JUNIO DEL 55

OLIGARCAS CIPAYOS





OLIGARQUIA VENDE PATRIA




ologarquia vendepatria

03 de Octubre de 2014 Capitanich y directivos de la entidad analizaron el FInanciamiento de cara a 2015 Crédito del BID por U$S 1270 millones

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, informó ayer que Argentina y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) analizaron la ejecución de los proyectos de financiamiento del organismo crediticio al país en 2014 por un monto de U$S 1270 millones y nuevos préstamos de cara al 2015.

Crédito del BID por U$S 1270 millones
Capitanich - El funcionario analizó la ejecución de los distintos proyectos.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, informó ayer que Argentina y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) analizaron la ejecución de los proyectos de financiamiento del organismo crediticio al país en 2014 por un monto de U$S 1270 millones y nuevos préstamos de cara al 2015.
Por medio de un comunicado, el funcionario resaltó que "tenemos para la ejecución, en este año 2014, unos 1270 millones de dólares, lo cual implica un incremento sustantivo respecto a lo originalmente planificado en el primer trimestre del corriente año".
Autoridades del gobierno nacional y del Banco Interamericano de Desarrollo mantuvieron una reunión de carácter bilateral con el objetivo de analizar la ejecución de los 62 proyectos que existen dentro de la cartera que el banco tiene con la República Argentina, y que totaliza 9554 millones de dólares.
El jefe de ministros añadió que "están pendiente de desembolso 4678 millones de dólares, es decir el 47% de la cartera activa de esa institución bancaria con el país". Confió además que las prioridades de los proyectos están vinculadas a programas de agua potable y saneamiento, conjuntamente con infraestructura vial.
"Se ha planteado un horizonte a los efectos de garantizar estrategias de financiamiento para el primer trimestre de 2015 que permitan cumplir los objetivos de política económica asociada a la logística integrada y a la inversión en infraestructura pública", manifestó.
El encuentro se llevó a cabo en su despacho de la Casa de Gobierno, con la asistencia del gerente de países del Cono Sur del BID; el secretario de Evaluación Presupuestaria de la jefatura de Gabinete, Fabricio Bolatti; y otras autoridades nacionales y de la entidad crediticia internacional. «