martes, 19 de agosto de 2014

EEUU DEBE HACERSE RESPONSABLE POR LOS ACTOS ILEGALES DEL JUEZ GRIESA" A la espera de una respuesta de Obama

En una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, Timerman sostuvo que "los tribunales internacionales son el ámbito donde las potencias hegemónicas deben dialogar de igual a igual con el resto de los países". Remarcó que "si los Estados Unidos no se avienen a presentarse" ante la Corte Internacional de La Haya, donde Argentina hizo la denuncia, "deberán indicar un método alternativo pacífico de solución de controversias".
"La Argentina está dispuesta como siempre a negociar, en forma pacífica e igualitaria, la resolución a un caso fruto de la controversia entre los Estados Unidos y la Argentina", indicó el Canciller al manifestar que "al día de la fecha Estados Unidos no ha contestado si acepta o no acepta dirimir la controversia con la Argentina en el tribunal internacional"
"Estados Unidos debe hacerse responsable por los actos ilegales del juez Thomas Griesa", afirmó el funcionario y apuntó a las interpretaciones "arbitrarias, incluso en contra de la voluntad política" del gobierno estadounidense. Mencionó a la cláusula Pari Passu, cuya interpretación "es arbitraria y se extralimita respecto de la jurisprudencia del juez" afectando a "parte de los bonistas que aceptaron el canje y no son parte del proceso".
El Canciller precisó que "la presentación efectuada (ante la Corte Internacional de La Haya) constituye una demanda contra los Estados Unidos, en el marco de una controversia entre Estados, y no una acción contra los fondos buitre, ni una instancia de apelación a decisiones judiciales de autoridades de ese país".
Timerman expresó también que "la Argentina seguirá exigiendo que los Estados Unidos respeten el derecho soberano de seguir pagando su deuda, sin intervenciones violatorias del derecho internacional". "Vamos a seguir insistiendo ante los tribunales y los organismos internacionales para que se permita terminar un proceso iniciado en 2005", indicó.
Página 12

Secuestros” y “patotas” en el discurso petardista de la izquierda

El petardismo político de los grupos de izquierda que acompañan el reclamo de la comisión interna de Lear hablaron de "secuestro" y "patotas" a la hora de describir el rol de la conducción del SMATA. Las tensiones entre los trabajadores dan otra perspectiva y permiten problematizar estas afirmaciones.
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Por Nahuel Placanica
El conflicto en la autopartista Lear escribió esta semana un nuevo capítulo. Los activistas gremiales junto a agrupaciones de izquierda fueron desalojados violentamente de la Panamericana en un operativo conjunto de la policía bonaerense y la Gendarmería Nacional. El episodio incluyó detenciones y varios heridos.

Los comunicados redactados por los grupos de prensa de los partidos de izquierda afirmaron posteriormente que “la Bonaerense hizo ingresar a la planta a la patota que responde a la conducción del SMATA”.

Hablar de "patota" dispara automáticamente en el imaginario colectivo la idea de un grupo de choque al mejor estilo barra bravas. Para poder problematizar el caso, señalaremos lo siguiente: en conflictos extensos y desgastantes como el de Lear, las tensiones entre los propios trabajadores son habituales. 

En este caso, las diferencias llegaron a motivar el pedido frente al Consejo Directivo del SMATA de la revocatoria de mandato para los delegados, por parte de un grupo de trabajadores de la planta (sobre este punto volveremos más adelante).

No sería de extrañar que entre acusaciones cruzadas de "zurdos", "burócratas" y "carneros", se hayan producido agresiones entre los trabajadores que se presentaron a sus puestos y aquellos que continúan con el reclamo acompañados por grupos de izquierda.

El reduccionismo del término "patota", no parecería ser el más adecuado para esta situación. Antes bien, el descontento y las mismas divisiones entre los trabajadores de la empresa podrían dar cuenta mejor de lo sucedido.

Inoportuna y cuestionada asamblea

La semana pasada se llevó a cabo en la sede del SMATA una asamblea con el objetivo de destituir de su cargo a los delegados de la empresa Lear. La revocatoria de mandato lejos de ser una maniobra ilegal, está prevista en el estatuto del sindicato en el artículo 18 incisos “f” del mismo:
“El mandato de los delegados podrá ser revocado mediante asambleas de sus mandantes convocadas por el Consejo Directivo Nacional. La convocatoria podrá ser efectuada por propia decisión del Consejo Directivo Nacional o a petición del diez por ciento del total de los representados”.

En efecto, la convocatoria surgió de un grupo de trabajadores de la fábrica que elevaron el petitorio a las autoridades del SMATA, que actuó en consecuencia. Si bien la izquierda acusó de cómplices al sindicato y la patronal, el hecho de que la empresa no cediese la instalación fabril para la asamblea, bien puede relativizar esta afirmación.

A nadie se le escapa que dar lugar a una acción de este tipo en el marco de un conflicto entre los delegados y la empresa resulta, al menos, una medida desafortunada que puede llegar a poner en riesgo la continuidad laboral de los activistas una vez despojados de sus fueros.

Desde la conducción del gremio insisten en que no hicieron más que responder al pedido de los trabajadores de la empresa, que descontentos con la forma con que los delegados vienen llevando adelante el reclamo, elevaron una nota al Consejo Directivo.

Los abogados de la comisión interna impugnaron la asamblea ante el Ministerio de Trabajo y la Justicia Laboral, considerando que no se procedió conforme a la ley de asociaciones sindicales, que prevé la posibilidad de legítima defensa para los acusados. Por la noche del día jueves, se conoció un fallo judicial que declara nula la asamblea en cuestión.
¿Secuestro de laburantes?

Los cuestionamientos contra la asamblea de la polémica implicaron además una denuncia penal contra Ricardo Pignanelli y otros dirigentes de la conducción del SMATA por coacción. Los letrados argumentan que los trabajadores fueron obligados a participar de la convocatoria.

Algunos abogados vinculados a la izquierda rayaron el absurdo al hablar de “secuestro” por parte de la conducción del SMATA, en referencia al traslado en micros de los trabajadores para la realización de la asamblea.

La abogada y diputada por el FIT, Myriam Bregman, acusó en conferencia de prensa a Pignanelli de "secuestrar trabajadores, subirlos a un colectivo y llevarlos al sindicato para hacerlos votar uno por uno a favor de revocarles el mandato a los delegados, bajo amenaza de ser despedidos”.
Las declaraciones de Bregman parecen responder más al petardismo político característico de algunos dirigentes de izquierda antes que a una crítica respecto al funcionamiento de las estructuras orgánicas de un sindicato.

Re - incorporaciones
Las gestiones llevadas a cabo por la dirigencia del SMATA a lo largo de las sucesivas audiencias con el Ministerio de Trabajo y la patronal (de las cuales la comisión interna de la fábrica fue omitida) lograron la re-incorporación de alrededor de 50 despedidos, el levantamiento de las suspensiones y el retiro voluntario de unos 100 empleados cesanteados. Resta aún resolver la situación de unos 80 despedidos que esperan poder volver a sus puestos de trabajo.

Párrafo aparte merece la situación de los delegados de Lear, quienes fueron beneficiados por sucesivos fallos judiciales, instrumentados por los abogados de izquierda, ordenando su re – ingreso a la planta. El día jueves, la jueza Stella Maris Vulcano ratificó los fallos anteriores ordenando se imponga su reinstalación a través del Ministerio de Trabajo.

La Argentina que queremos se va a hacer con el aporte de todas las tradiciones políticas emancipatorias argentinas”

Entrevista a Homero Koncurat, Coordinador de Debates, Diálogos, Políticas Educativas y Territoriales. “Hay miles de jóvenes que han sabido interpretar esta realidad de la Argentina como su oportunidad de marcar la huella en la historia de su patria”.
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Por Juan Ciucci
APU: ¿Cómo analiza el momento en que surge la Secretaría?
Homero Koncurat: Lo que la Secretaría viene a mostrar con su creación es un estado de madurez interesante, desde el punto de vista de nuestra historia democrática. En realidad, que un gobierno decida crear una Secretaría de estas características de verdad muestra una sana visión política del presente, del pasado y del futuro. Todos los Estados deberían tener una instancia donde pensarse a sí mismos, donde poder verse frente al espejo y recorrer cuáles son las tensiones políticas y sociales que llevaron a que ese Estado esté como esté. En este momento, después de once años de un proyecto político maravilloso, que se ve con la creación de esta Secretaría, hermanada con la creación de un Ministerio de Cultura, da cuenta de que la plenitud de la democracia es amplia.
En los 80 nos quisieron contentar con la democracia formal institucional republicana, que es muy importante; esta etapa de la democracia vino junto con eso a heredarle una democracia más material, donde la distribución de la renta, los recursos, la riqueza estuvieran en el eje del debate. Ahora venimos como corolario de esas dos democracias a sumar la “democracia cultural”,  a buscar las herramientas para generar debates plurales en los que la diversidad de las tradiciones políticas de la historia argentina converjan, no para generar un consenso vacío, vacuo, sino todo lo contrario, acá estamos, esto somos, esto es lo que pensamos y estamos dispuestos, con altura y alegría también, a discutir junto con las otras tradiciones. Hay algo que es cierto: la Argentina que hemos sabido construir y la que queremos construir se va a hacer con el aporte de todas las tradiciones políticas emancipatorias argentinas. Culturalmente, el kirchnerismo ha sabido, por su propia sabiduría política, generar las condiciones para que diversas tradiciones converjan en él. Hoy, naturalmente, el kirchnerismo es algo mayor al peronismo y lo digo yo, que vengo de una tradición estrictamente peronista, pero es algo mayor, tiene al peronismo como eje central. Veo a mi lado compañeros de diversas tradiciones. Hay que saber discutir eso: que un Estado nuestro haya sabido interpretar la realidad efervescente, en términos políticos y culturales, es algo para celebrar. Yo soy de una generación que nació en los albores de la democracia y que se transformó en la generación de los bicentenarios. Con Néstor y Cristina Kirchner me volqué a la política, agradezco la oportunidad de poder mezclar mi tradición como Licenciado en Letras y como militante político de la Secretaría. Hay infinidad, miles de jóvenes que han sabido interpretar esta realidad de la Argentina como su oportunidad de marcar la huella en la historia de su patria.
APU: Estamos en un momento en que se discute el 2015 más que la actualidad.
HK: Hay dos cosas que habría que separar: por un lado, celebrar que exista este ritmo democrático que se ve en las elecciones. La verdad que es buenísimo que existan diversos proyectos políticos, que la sociedad argentina pida las urnas, refrende o no. Nosotros tenemos un proyecto político que ofrecer para que el pueblo argentino elija o no, eso es algo para celebrar. Ahora, como se dijo, eso no tiene que correr de eje los aspectos coyunturales estratégicos que se dispone trabajar la Secretaría. Naturalmente, los tiempos políticos, a veces, marcan la cancha. Eso no va a impedir que nosotros trabajemos en la profundización de lo que es el gran cúmulo de objetivos que tiene la Secretaría. Sí, surge a poco tiempo de que finalice el segundo mandato de Cristina, en un momento donde empiezan a aparecer nubarrones en el horizonte. Nosotros, desde la labor política, vamos a trabajar hasta el último minuto. Hay un mandato constitucional que puso a Cristina en la conducción de este proyecto que termina el 10 de diciembre de 2015. Las discusiones que se den en el medio bienvenidas sean, pero no van a menguar el trabajo que vamos a hacer.
APU: Mencionó que viene de una formación política y militante, ¿cómo analiza el grado de formación y discusión social de la militancia?
HK: Voy a decir algo que quizá sea bien polémico,  y lo vengo diciendo desde hace un tiempo: a mi me parece que los militantes de esta generación tenemos que sacarnos una mochila muy pesada que viene de herencia de la gran “generación dorada” que fueron los '70 para nosotros. Nosotros tenemos un complejo de inferior respecto de lo que generó esa generación, por todo lo que le pasó y por lo que esa misma generación amplificó en términos políticos. Tenemos que entender que muchos de nosotros ya llevamos más años de militancia que esa misma generación, ya tenemos la formación política que da la práctica cotidiana de la militancia, sea en el bar, en la universidad, incluso en roles institucionales.

Hay una cantidad de experiencia política acumulada que permite ver a la militancia, no solamente del kirchnerismo sino de otras fuerzas políticas también, como una de las más formadas de la historia democrática en Argentina. Soy de la posición de combatir el complejo de inferioridad de nuestra militancia porque verdaderamente tenemos una militancia activa y formada. Las organizaciones del kirchnerismo, y no sólo del kirchnerismo, trabajan en su formación política, trabajan ideológicamente, van a contrapelo de la globalización cultural. Todas las organizaciones tienen su ciclo de formación, reuniones en sus unidades básicas, “Casa del Pueblo”, comités. Eso existe, es algo que hace de la política y la cultura argentina algo riquísimo. Quizás algo inédito incluso en Latinoamérica.

La apuesta de la Secretaría es abrir el debate de lo que entendemos por pensamiento y cultura nacional”

Entrevista a Francisco "Tete" Romero, Director de Asuntos Académicos y Políticas Regionales. “Estamos en una época de ampliación de los derechos donde las voces no discuten a la defensiva sino a la ofensiva”.
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Por Juan Ciucci

APU: ¿Cómo surge la idea de los foros, cuál es el objetivo?
Francisco "Tete" Romero: Si hay un lugar desde el cual no pensamos la Secretaría ni los foros es el neopositivismo. Nosotros no creemos que hay neutralidad, por lo tanto, los foros están pensados como el recorrido de un mapa político, cultural y estético que atraviesa seis regiones: primero el Nordeste, luego Patagonia, para centrarnos en el 2015 durante el primer semestre en Cuyo; Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Centro y Noroeste y el 9 de julio de 2015 finalizar en un congreso argentino, latinoamericano, que ponga en valor a un año de nuestro bicentenario, los conceptos integrales de independencia, emancipación y soberanía.
En el primero de los foros que se va a realizar en Resistencia, en el Nordeste, el 11, 12 y 13 de septiembre, hay esquemas como los que plantean qué entendemos por pensamiento nacional, la discusión de un nombre y no vamos a plantear a ese tópico desde una sola tradición, van a estar: Mempo Giardinelli, Ricardo Forster, posiblemente Eduardo Grüner, qué entendemos por cultura nacional, qué entendemos por las cuestiones actuales que discuten la tenencia de la tierra y la producción agrícola a partir de una referencia histórica: el Comandante Andresito como primer gobernador indígena de las “Misiones Jesuíticas”, ya en tiempos pos Revolución de Mayo, que propició la reforma agraria desde el pensamiento artiguista. Vamos a utilizar la historia como un disparador para interrogar la problemática tierra y trabajo en la Argentina actual. La discusión sobre los “Derechos Humanos” y la formidable tarea en la reconstrucción de la memoria política y los actores que van a dar cuenta del estado de ese debate, son los movimientos sociales de cada una de las regiones, las problemáticas de la lucha de género y de las distintas diversidades que significaron y significan ampliación de derecho en estos tiempos; pensar la Argentina desde la diversidad de sus tradiciones culturales, qué entendemos por cultura nacional y qué entendemos por soberanía política y económica en tiempos de globalización y valorización financiera que es un tema de la coyuntura, pero que también nos interpela acerca de qué entendemos por soberanía; cómo fueron pensados y cómo se piensan los pueblos indígenas en la historia y el presente argentino de la Patria Grande; el arte como forma del pensamiento estético. Por un lado son foros donde se van a presentar exponencias y se va a discutir en mesas paneles donde vamos a interactuar desde las referencias culturales, políticas, sociales, locales y regionales, con nombres de mayor peso y trayectoria nacional. Ese mapa político – cultural – estético ha atravesado por todas las tradiciones, configuran para nosotros qué estamos entendiendo en este momento como el estado de debate del pensamiento nacional. Nosotros también lo vamos a hacer desde el pensamiento nacional y popular, también desde la tradición de las izquierdas, del radicalismo, del socialismo, del comunismo, desde las diferentes formas del quehacer y del pensamiento.
APU: ¿Cómo se difunde el trabajo en los foros?
FR: Vamos a ir acompañando de dos maneras: por un lado, “El cuaderno por una nueva independencia”, donde a través de textos breves de dos carillas y media, distintos intelectuales, políticos, referentes del pensamiento estético, de los movimientos sociales, interpelen desde distintos núcleos temáticos a los futuros lectores de esos textos, que son la población en general. Se trata de textos que no sean exhaustivos, sino que promuevan y estimulen el debate. Al mismo tiempo, pensamos que esos textos van a ir acompañando cada uno de los foros y las voces que produzcan esos foros, van a llegar al congreso del 9 de julio como una suerte de estado de debate en la Argentina de lo que podríamos llamar: “Políticas y poéticas emancipatorias”. Hay una frase de Macedonio Fernández que sintetiza estas ideas: “Hay que emanciparse de los imposibles, de todo aquello que buscamos y creemos que no existe y lo que es peor, que no se puede buscar”. Me parece que en tiempos donde se espera que lo electoral nos gane la cabeza, sin desdeñarlo, la puesta de la Secretaría es osada, animarnos, sin ingenuidad y sin hipocresía, a abrir el debate de lo que entendemos por pensamiento y cultura nacional.
APU: Es un momento social politizado, siempre se critica el nivel de formación de las agrupaciones militantes y si hay una mayor formación social en la discusión política.

FR: Sin lugar a dudas, estamos convencidos de que este es un territorio común de todos nosotros. No ha habido en Argentina, por lo menos desde el ’83 en adelante, un momento donde se discuta tanto y en distintos aspectos, donde la juventud es protagonista fundamental, discuten los pueblos indígenas desde un posicionamiento que no existía. Estamos en una época de ampliación de los derechos donde las voces no discuten a la defensiva sino a la ofensiva. Hace una semana, veía una muestra de cine indígena en Mendoza con realizadores de 30 años; la pregunta sería: ¿qué clase de sociedad produjo esos realizadores indígenas que tienen 30 años? Evidentemente la sociedad pos 2001 algo aprendió  de lo que el pueblo argentino planteó a partir de ahí.

A la Argentina siempre le ha costado pensarse prospectivamente”

Entrevista a Matías Bruera, Director Nacional de Pensamiento Argentino y Latinoamericano. “Intentaremos coordinar muestras y debates con la participación de la sociedad civil en temas del pensamiento político argentino y latinoamericano”.
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Por Juan Ciucci
APU: ¿Cómo piensan la Secretaría?
Matías Bruera: Obviamente nos interesa la coyuntura, eso es real. A la Argentina siempre le ha costado pensarse prospectivamente. Nosotros pensamos que repensar y discutir el pasado y pensar el futuro también es, en algún sentido, pensar el presente. Parte de los debates y de las muestras que vamos a hacer tienen que ver con esta idea bien inclusiva de convocar a esta complejidad que es el gran pensamiento argentino. En gran medida, lo que intenta la Dirección es coordinar muestras, debates, con la participación de la sociedad civil en estos temas del pensamiento político argentino y latinoamericano.
APU: Este es un momento de debates y decisiones políticas que también generan mucha resistencia de quienes piensan que esta relectura de la historia va a construir una especie de discurso que tendría que ver con toda esta parte más “autoritaria” del Gobierno. ¿Cómo analiza esto?
MB: Es una Secretaría bajo un “estigma Orwell”, una tontería. Gran parte del debate que no nos interesa se da en los comentarios de los diarios, que son cloacas, esa es la verdad. Lo digo sinceramente, son puras puteadas, ningún cruce de ideas. Me parece que a lo que apunta la Secretaría es rescatar y discutir con respeto ciertas ideas de todas las tradiciones, que son muy ricas y no hay que despreciar. Hacernos eco de esa tradición argentina del debate me parece que es lo más interesante que ha producido Argentina y no de esa especie de repetición casi de eslogan de lo que se supone que va a ser la Secretaría. No nos dieron ni oportunidad de empezar y ya estaban definiendo lo que iba a ser.
APU: En esta decisión de tener multiplicidad de voces, ¿la Secretaría se siente más cercana a una construcción del pensamiento nacional?

MB: Me parece que cada uno tiene sus lecturas, sus miradas. En tanto Secretaría, me parece que lo que hay que hacer es conjugar y poner sobre la mesa todas las tradiciones. Por ejemplo, estamos armando una muestra que acompaña a los foros que reúne a los hitos políticos devenidos del pensamiento político argentino, desde el anarquismo hasta el peronismo, radicalismo, las diferentes vetas del nacionalismo. La Secretaría se plantea como un pensamiento emancipatorio que recoge tradiciones nacionales  populares , de izquierdaque se ponen en juego con este momento tan peculiar de América Latina, en la emergencia de experiencias políticas que van a contramano de lo que son las hegemonías mundiales.  Sobre todo en Sudamérica donde recogen distintas tradiciones que tienen en común una serie de rasgos: revalorización de lo popular, del rol del Estado como instrumento clave para hacer visible a los débiles, una idea de distribución, una discusión incluso respecto al propio capitalismo, sabiendo que la experiencia argentina no es la misma que la venezolana, la colombiana, la peruana, la uruguaya o la brasilera, pero hay algo que ha recorrido a estas experiencias y tiene que ver con sus liderazgos, sus reinterpretaciones de las grandes tradiciones emancipatorias del continente.

El debate sobre el pensamiento nacional

Si el factor empresarial determina la vida cultural de una sociedad, la cultura queda disminuida”


Entrevista a Ricardo Forster, titular de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. "Nos interesa la puesta en discusión en términos de una convocatoria amplia, pero que sepa de las disputas y de los distintos proyectos que atraviesan y han atravesado la historia del país".
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Por Juan Ciucci
APU: ¿Cuál es el objetivo de la creación de la “Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional”?
Ricardo Forster: La Secretaría, como ya es de público conocimiento, es algo original, inédito. No está basada ni tiene como antecedente ninguna otra secretaría o ministerio, ni de Argentina ni de otra parte del mundo. Se estuvo construyendo un imaginario un tanto extraño, parentescos con Venezuela o Cuba y esas cosas. La Secretaría nació como proyecto de creación del Ministerio de Cultura, fue una decisión presidencial. Sus objetivos tienen que ver con generar condiciones, multiplicar el debate de ideas; que sea capaz de recorrer hacia atrás y hacia delante las tradiciones argentinas, que pueda hacerlo de una manera plural, democrática, federal.
Nos interesa mucho pensar la Argentina y América Latina no desde una visión parcial, unívoca o centralizada geográficamente, sino que sea capaz de escuchar, de ver y de hacer partícipe a esa pluralidad de experiencias, voces y tradiciones que conforman la territorialidad del país y, sin ninguna duda, una región en la que se inscribe fuertemente Argentina como es América Latina. También nos interesa muchísimo poner en juego voces relevantes, pero también voces olvidadas de las grandes tradiciones político-ideológicas de nuestro país. Me parece interesante discutir a Lugones o a Ingenieros, pero también a Milcíades Peña y a Silvio Frondizi. Me parece interesante recorrer historias que tengan que ver con tradiciones anarquistas o figuras que fueron muy significativas, pero que hoy, de algún modo, no tienen esa centralidad, como puede ser la trilogía de dirigentes obreros que encabezó “El Cordobazo”: Agustín Tosco, Atilio López, René Salamanca, tres tradiciones políticas sindicales que confluyen dentro del Cordobazo. También la discusión abierta, crítica, discutir desde otra perspectiva el revisionismo, las tradiciones liberales, pensar y abrir el debate sobre Sarmiento y Alberdi; enfrentarnos a voces muy potentes y polifónicas de las tradiciones intelectuales contemporáneas: David Viñas, Nicolás Casullo, Pancho Aricó, León Rozitchner, Oscar Terán. Ser capaces de invitar a hombres y mujeres que intervengan desde lo académico, lo político y lo cultural.
Dentro de los múltiples programas y actividades que está planteando la Secretaría, uno muy significativo se va a llamar “Los Frondizi”: esto es, tomar a Arturo, Silvio y Risieri. Esto te permite una pintura muy amplia de las tradiciones político-intelectuales argentinas y te muestra los debates y las tragedias, sobre todo este año en el que se cumplen los 40 años del asesinato de Silvio Frondizi por parte de la “Triple A”. Está pensado un “Encuentro Marechal” para marzo del año que viene con característica nacional e internacional. Hay un programa que va a trabajar el “diálogo Latinoamérica-el Atlántico”, con españoles, franceses, griegos, acerca de lo que está sucediendo en el debate político de la Europa actual y el modo en que se están planteando en América Latina novedades en relación a la disputa por la hegemonía neoliberal. Uno de los ejes de la Secretaría va a ser lo que llamamos: “Los foros hacia la nueva independencia”, con la idea de que confluya en un congreso nacional-internacional y latinoamericano, en julio del próximo año.
APU: Esto sería una especie de deuda del Estado, pero, al mismo tiempo, es el Estado el que va a erigir el discurso desde la Secretaría. ¿Cómo se analiza, desde este lugar, el papel del Estado?
RF: El Estado, obviamente, es el Estado del conjunto de la sociedad, pero, a su vez, sabemos que es un espacio que tiene que ver con las disputas al interior de la vida democrática, con la construcción de aquellos gobiernos legitimados democráticamente que imprimen sus políticas en la acción del Estado. Un gobierno que se ha legitimado democráticamente y que ha planteado a la sociedad políticas de las cuales el Estado es el instrumento decisivo para llevarlas adelante. Dentro de esas políticas está lo que yo llamaría "la ampliación de la democratización del rol del Estado" a través, por ejemplo, de la creación del Ministerio de Cultura y de un aumento exponencial en la inversión en cultura, como en su momento fue la educación.
Si el Estado no interviene en la dimensión cultural, estamos en problemas porque sabemos que así es el mercado, así es la lógica de la rentabilidad. Si es el factor empresarial el que determina la vida cultural de una sociedad, la cultura queda disminuida, achicharrada y es un gesto de resistencia de aquellos sectores que, pese a todo, seguirán existiendo con hacer poesía, teatro, cine o música, pero bajo la forma de la marginalidad. El Estado tiene un rol importante para proteger, defender, generar las condiciones, no imponerlas, para que esa multiplicidad de voces, de creaciones que pululan y se despliegan en el interior de nuestra sociedad, tengan respaldo, apoyo. Eso permite que una voz poética, la voz de un cineasta, de un dramaturgo o de un novelista o de un pintor que no tiene acceso a los mercados de consumo ni su obra es mercantil en sí misma con rentabilidad asegurada. Ahí hay que inscribir también la inversión del Estado en una Secretaría como la que me toca dirigir.
Nosotros no vamos a reemplazar a las universidades que hacen un trabajo extraordinario de investigación, docencia, organización de encuentros y de congresos en múltiples temas que nos interesan como Secretaría cuando pensamos la cuestión de lo político, las tradiciones ideológico-culturales, etcétera. La Secretaría allí tiene la posibilidad de trabajar junto a las universidades y lo vamos a hacer intensamente, pero, también, abrir el espacio a otras dimensiones de debates de ideas en Argentina. Por ejemplo: vamos a desarrollar un núcleo importante de actividades en Tecnópolis, un ámbito extraordinariamente potente, rico y original que se ha creado estos últimos años y permite una relación con una parte de la sociedad que, en general, tiene un vínculo más lejano con el mundo de las universidades, de los congresos, de esos foros que se circunscriben más a un espectro de la ciudadanía. Ahí tenemos la posibilidad de interactuar, de intercambiar con todo un mundo popular bien significativo.
Los foros regionales buscan integrarse con las necesidades, los planteos de los espacios geográficos en los que se van a realizar. No es una invasión de porteños a la Patagonia o a Cuyo o al centro, sino que es un trabajo en conjunto para ir generando estos debates que tengan que ver con lo regional y lo nacional. Nos interesa la complejidad y la dialéctica de la tradición argentina,  y digo complejidad porque a veces nos sorprende descubrir en una obra, en un pensador, los rasgos, deudas, matices, herencias de una tradición que no es la suya; creo que eso es interesante ponerlo en discusión. Yo doy un ejemplo que me interesa debido a una relación intelectual fuerte,y es la obra de Nicolás Casullo que vincula a Sarmiento y a John William Cooke. Uno diría: “¿Qué tienen que ver?”. Me interesa porque pensó la cuestión de la derrota en el exilio mexicano, luego en gran parte de su obra final, el tema de la crisis de la modernidad o aquel paradigma que definía cómo la revolución ha quedado a nuestras espaldas, que era, en el fondo, una reflexión sobre la derrota a las grandes tradiciones emancipatorias y lo que significa la derrota en el interior de una reflexión política-intelectual. Entonces, el ve a Sarmiento como un pensador de la derrota de la Revolución de Mayo. Piensa la derrota en términos de lo que para Sarmiento significaba la matriz jacobino ilustrada, civilizatoria de la Revolución de Mayo. John William Cooke es aquel que está pensando la derrota del ’55 del peronismo.
Tenemos ganas de que la Secretaría genere las condiciones para generar debates de esta naturaleza. Se ha conformado un equipo de historiadores muy diverso y plural porque vamos a editar un libro que recoja una parte significativa de los manifiestos y las proclamas político-ideológicas de la historia argentina. Este es el espíritu de la Secretaría: publicaciones, material audiovisual, foros generadores de gran parte de esto, encuentros a lo largo del país. Estuve en Neuquén, La Rioja y Catamarca, este fin de semana en Mar del Plata y seguirá el itinerario de encuentros abiertos a la comunidad y encuentros con militantes del kirchnerismo: el calibre de lo político en este contexto. Son distintas actividades que son parte del mandato de la Secretaría. Somos portadores de una idea, no es un proyecto lineal ni cerrado, sino que es un proyecto que se inscribe en las contradicciones, en las tensiones y en la potencia de este momento argentino y, como tal, no nos interesa simplemente un consenso vacuo, no nos interesa un pluralismo que se parece a una mesa de gerentes de empresas. Nos interesa la puesta en discusión en términos de una convocatoria amplia, pero que sepa de las diferencias, de las disputas y de los distintos proyectos que atraviesan y han atravesado la historia del país.
APU: Algunas críticas apuntan a la existencia de otros organismos del Estado con objetivos parecidos. Por fuera del kirchnerismo, ¿se sienten vinculados con otras organizaciones de diferentes tradiciones políticas o espacios académicos que discutan estas cuestiones?
RF: Yo creo que hay distintos ámbitos, sobre todo universitarios, revistas que son ámbitos muy interesantes por los que ha pasado la vida político-intelectual argentina y colegas, amigos con los que vamos a generar debates a los que vamos a invitar a participar, tanto a amigos próximos al proyecto kirchnerista como a otros colegas parte del campo cultural-político que son críticos del proyecto kirchnerista. Con nombre propio, invitaremos a: Eduardo Grüner, Beatriz Sarlo, Carlos Altamirano, Juan José Sebreli, Maristella Svampa, Hilda Sábato, José Luis Gargarella, Horacio Tarcus. Nombres que andan dando vueltas hoy en los debates de ideas políticas en Argentina,que tendrán distintos lugares referenciales para discutir. Discutir la cuestión del país, de sus encrucijadas, en los distintos ámbitos en los que se vaya desarrollando la Secretaría, sea en los “Foros hacia una nueva independencia”, sea en un ciclo como el de “Los Frondizi”, o en debates que aparecerán en otros ámbitos y en otras dimensiones. Trabajaremos con universidades, como por ejemplo el “Foro de Resistencia” que se hace en el marco de la universidad y seguramente otros foros, como el “Foro de la Patagonia” se hagan en el marco de la “Universidad del Comahue”. Invitaremos a fuerzas políticas de la oposición a participar de los debates en los foros, pero no es que tenemos espacios en particular que son “amigos” con los que vamos a trabajar centralmente, más bien vemos el territorio y, a partir de allí, vamos decidiendo en función de la cantidad de variables cuál es el lugar más adecuado. A veces son las universidades, a veces pueden ser otros ámbitos o espacios compartidos, espacios culturales.
APU: El nombre de la Secretaría fue lo que generó, mediáticamente, más ruido. ¿Cómo analizó el debate?
RF: Una cosa es la crítica valiosa e interesante que uno debe discutir y otra cosa es la ignorancia mezclada con injuria, descalificación, estupidez. Son dos cosas distintas. Yo puedo discutir con alguien que planteé una mirada crítica respecto de la coordinación estratégica de la genealogía de una concepción o que quiera discutir el concepto de pensamiento nacional o que quiera plantear un oxímoron entre el nombre de la Secretaría y mi nombramiento. Yo lo puedo discutir, vengan de la tradición del pensamiento nacional, porque hay muchos críticos que incluso vienen del peronismo, o vengan de una tradición antagónica o crítica del pensamiento nacional. A mí me parece que es muy interesante lo que vaya haciendo la Secretaría como mecanismo de respuesta a ciertas críticas. Después, la otra crítica, la crítica brutal que tiene un nivel de violencia retórica que bordea la infamia: “es estalinismo”, “franquismo”; todas esas cosas que se resuelven en una especie de alquimia de pensamiento único policíaco donde todos los servicios de inteligencia del mundo, en sus peores formas, se centralizan en una Secretaría. Ni siquiera merece una discusión, pero sí nos interesa en el acto de poner movimiento a la Secretaría.
No nos interesa mostrar la búsqueda de consenso: “somos gente tan buena, tan amable que vamos a invitar a todos”, eso sería una tontería, hasta hipócrita. Nos interesa invitar a personas con densidad intelectual como para abrir un debate que sea portador de incidencia sobre la vida política, social y democrática de nuestro país, no es simplemente que nos hemos transformado publicitariamente en ovejas, pero guardamos siempre la piel del lobo. La idea es ser capaces de generar condiciones para un debate significativo y, también, para que podamos expresar, en distintos ámbitos, la complejidad de la tradición kirchnerista, el debate sobre el pensamiento nacional. No es cierto que esta experiencia política pueda reducirse a una nomenclatura ideológica absolutamente estrecha sino que es un ámbito de confluencia, de dialécticas muy interesantes que hace que una persona con mi propia biografía intelectual política esté al frente de una secretaría que se llama: Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. Sería interesante que los que inmediatamente salieron a una crítica se hubieran detenido un momento a calibrar la toma de riesgo que significa también jugar con un nombre y con un nombramiento para visualizar esta complejidad, esta suerte de trama diversa que también es el propio kirchnerismo, ámbito de confluencias, de reunión, de tensiones, también de disputas.
En el kirchnerismo puede haber quienes se sienten absolutamente absorbidos y representados por una determinada tradición del revisionismo histórico y otros que se reclaman como parte del revisionismo histórico no se sienten representados por los primeros. El nombre de Rosas no le significa lo mismo a uno que a otros. Incluso hay una disputa respecto del nombre del kirchnerismo en términos de su relación con el peronismo y así podríamos seguir y con el marxismo ni hablar, las izquierdas o lo que definimos como tradición nacional y popular o la tradición de los diversos exponentes de las experiencias cristiano-políticas de la sociedad argentina. No es lo mismo la tradición del revisionismo ligado al catolicismo de los ’20 que un revisionismo de matriz popular ligado a los sacerdotes tercermundistas. Todo eso tenemos ganas de discutirlo sin prejuicios, sin moralina, sin bajada de línea, sino diciendo “somos esto”, “pensamos desde este lugar”. Este es un equipo diverso también que tiene distintas experiencias, no es un equipo monolítico, sería inimaginable, tonto y poco valioso. Es un equipo diverso donde seguramente también nosotros debemos tener distintas interpretaciones sobre muchas cosas, porque sobre Borges o sobre Marechal no pensamos lo mismo. Recién estábamos discutiendo qué hacemos con Sábato, seguramente entre nosotros no tenemos la misma visión de Sábato y así podríamos seguir.
A mí, casi por una cuestión de biografía adolescente, la trilogía Moreno, Castelli y Monteagudo es parte de mitología y puede ser que para otros el jacobinismo de la Revolución de Mayo les parezca realidad o una de las grandes trabas para la construcción de una Argentina popular democrática. Por ejemplo, a mi amigo José Pablo Feinmann, le decís Mariano Moreno, jacobinismo y Revolución de Mayo y te dice: “Ahí no hubo revolución, lo que hubo fueron abogaduchos tratando de imitar a los franceses”. Esto lo vamos a discutir, es interesantísimo. Lo mismo podríamos decir de figuras como Sarmiento o Lugones, ¿con qué Lugones nos quedamos, con el de “Las hora de la espada” y la visión cristiano-fascista o el Lugones anarcosocialista amigo de Ingenieros? Es tan rica la complejidad de la tradición argentina, sin empezar a hablar de las tradiciones latinoamericanas: qué hacemos con Haya de la Torre, Octavio Paz, Cardozo y la tradición de las corrientes que desde la Economía y la Sociología pensaron la Teoría de la Dependencia, pero que en el caso de Cardozo en los ’90, se convirtió plenamente en un neoliberal.
APU: Estamos en un momento particular del debate político en el kirchnerismo, ¿cómo piensa la Secretaría en ese marco y los plazos para cumplir con sus objetivos?
RF: Tenemos claro que nosotros, en la Secretaría, vamos a estar hasta el 10 de diciembre del 2015, ojalá que la Secretaría siga. Sabemos que los plazos son acotados, tenemos un año y monedas para llevar a cabo una cantidad de actividades y sabemos que muchas se van a cruzar con una disputa electoral afuera y adentro del Frente para la Victoria y que algunos de nosotros yo personalmente, he dicho públicamente y soy parte de un espacio político cultural como Carta Abierta que ha tomado definicionesno vamos a eludir eso, hablaremos en primera persona, cada uno de nosotros no va a decir algo como Secretaría, sino en términos de definición personal política. Como Secretaría vamos a tratar de no quedar absorbidos por la lucha electoral política, sino seguir llevando adelante una serie de actividades enriquecedoras para la vida cultural-política argentina: los foros, las muestras, las ediciones deben ir caminando más allá del ida y vuelta y los cruces que obviamente va a haber con la vida política argentina, y seguramente después del 10 de agosto no será lo mismo depende de quien gane la interna del FpV. Seguramente no será lo mismo, sería absurdo no decirlo, pero vamos a tratar que la Secretaría que representa esta etapa del Gobierno sea capaz de llevar hasta el último día un proyecto de trabajo independientemente de quien gane las internas del FpV y, obviamente cuando llegue octubre y se resuelvan las elecciones, veremos cuál es el escenario de país que se abre, tanto como miembro de este gobierno, pero también como ciudadano.

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