sábado, 2 de agosto de 2014
Los quince bancos que participan del negocio de los seguros anti-default Por: Infojus Noticias
Se trata de casas financieras y grupos de inversión. Entre ellos está Elliott Management, que impulsa el juicio ante Thomas Griesa. También JP Morgan y Citibank.
Los quince integrantes del Comité de Determinación de la Asociación Internacional de Intercambios y Derivados (International Swaps and Derivates Association, o ISDA) consideraron hoy que Argentina "incumplió con los pagos" de deuda. Esa votación activó los seguros anti-default, que se suelen contratarse para ganar seguridad de cobro en el caso de los títulos con alto riesgo crediticio como los que compraron los fondos buitre encabezados por NML Capital, grupo controlado por Elliott Managment.
La ISDA fue creada en 1985, con el objetivo de trabajar “para hacer seguros y eficientes a los mercados extrabursátiles de derivados”, según reza su sitio oficial en internet. Aunque no es un organismo multilateral, ni un tribunal integrado por representantes de Estados soberanos, la entidad se arroga la atribución de definir si un país ingresa o no al estado de cesación de pagos o “default”.
La entidad es un espacio en el que las principales compañías de banca privada, intermediación bursátil y especulación financiera comparten para trabajar sobre regulaciones privadas y modalidades de contratación sobre bonos, acciones y productos financieros. Los derivados son un oscuro activo privado cuyo valor está basado en intrincados cálculos de probabilidades de riesgo. Los “swaps”, seguros a los que se puede acceder para proteger activos financieros de posibles quiebras privadas o crisis de bonos.
Los fondos buitre no sólo compraron títulos de deuda cuando valían monedas, también se aseguraron otro que les podría dar un plus de más de la mitad de esa ganancia: los “Credit Default Swaps” (CDS), seguros ante la posibilidad de que el país entrara nuevamente en default. Eso explica el interés de los fondos buitre y algunas corporaciones financieras de empujar a la Argentina a una crisis de deuda.
En la reunión de esta tarde, el Comité de Determinaciones del ISDA ignoró que el prospecto de los bonos no prevé un “default” por el congelamiento del pago, tal como ordenó el juez Thomas Griesa. Entre los votantes hay varios jugadores que desarrollan la partida a ambos lados del mostrador.
Uno de las quince entidades que integra el Comité de Determinaciones del ISDA es Elliot Management Corporation, uno de los fondos buitre que encabeza el magnate multimillonario Paul Singer. Compró los bonos en default entre 2001 y 2008 para exigir su pago judicial en Nueva York.
La justicia criminal y correccional tiene previsto escuchar las declaraciones de 22 directivos y empleados de la sucursal argentina del BNP Paribas. Es por la supuesta participación de la entidad en múltiples operaciones de lavado de activos entre 2000 y 2008. La causa es seguida de cerca por la Unidad de Información Financiera, la Fiscalía de Instrucción Nº 49 y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC).
El Citibank y la casa JP Morgan Chase no sólo son agentes de pago de bonistas europeos y japoneses, también están acusados de participar de maniobra ilegales alrededor del mundo. Ambos fueron de los siete bancos beneficiados por el Megacanje, que está siendo investigado por la Justicia Federal.
En tanto, JP Morgan reconoció en una serie de documentos que el ex ejecutivo de la entidad Hernán Arbizu manejaba una cartera de empresas y personas físicas argentinas de más de 200 millones de dólares, que estarían involucradas en causas de presunto lavado de activos. Entre esos clientes se encuentran el Grupo Clarín y sus directivos, Consultatio, Ledesma y la familia Blaquier, la editorial Estrada y la alimenticia Fort, entre otros, según publicó hoy el matutino Tiempo Argentino.
El 69 por ciento de los bonos que tienen los fondos buitres nacieron en el Megacanje del 2001, que ideó Domingo Cavallo junto a su amigo David Mulford, por esos días vicepresidente del Credit Suisse Fist Boston (CSFB). Esa licitación pública de bonos, a la que le corrigieron el precio de corte después de cerrada la licitación, está en la base de los reclamos por títulos comprados a precio de remate en el mercado: ningún inversor quería bonos que no podría pagar un país en default.
Además, partipan del ISDA el Bank of America, Barclays, Blue Montain Capital, D. E. Shaw & Co, Deutsche Bank, Eaton Vance Management, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Nomura Internacional y Pacific Investment.
Infojus
CREDIT DEFAULT SWAPS POR 1000 MILLONES Gatillaron el seguro Por Federico Kucher
La agencia internacional que regula derivados financieros (ISDA) definió ayer que se deberán pagar seguros contra default de Argentina. Los bancos JP Morgan y Citigroup y el fondo buitre Elliott fueron algunos de los 15 miembros de la entidad que participaron de la votación para definir por unanimidad que las aseguradoras internacionales gatillen el instrumento financiero. Los especuladores que recibieron el fallo favorable del juez Thomas Griesa embolsarían parte de las ganancias por el pago de estos seguros contra default. La Comisión Nacional de Valores, por pedido del Ministerio de Economía, investigará si hubo una maniobra especulativa a favor de los buitres para que puedan cobrar ese seguro.
Los directivos de la sociedad privada ISDA se reunieron ayer al mediodía en Nueva York, tras un pedido del banco suizo UBS, para que se determine si hubo incumplimiento de pagos de la deuda argentina. El criterio que definió la institución reguladora fue que el país ingresó en un proceso de default a partir del 30 de julio, cuando se venció la fecha límite para que se distribuyan entre bonistas con Discount 539 millones de dólares que depositó el país en cuentas del banco neoyorquino Bank of New York Mellon. El punto central es que el Gobierno pagó los vencimientos, pero los acreedores no pudieron cobrarlos porque Griesa bloqueó la distribución de los fondos.
Hasta el momento, el monto que deberá desembolsarse por los seguros contra default no se definió. Los pagos estarán asociados con el precio de los bonos argentinos en el mercado bursátil. Las aseguradoras no cubren a los inversores por la totalidad de la deuda, sino por lo que no puedan recuperar a través de la venta de sus títulos. La clave es que si el valor original del bono es 100 dólares, pero en el mercado ofrecen sólo 40 para comprarlo, las aseguradoras reponen 60. Un dato relevante es que el precio de los bonos argentinos no registró una fuerte caída en la Bolsa a pesar de la sentencia del juez Griesa. Esto implica que la cifra que se repartirá en seguros será inferior a los 1000 millones de dólares que se deberían pagar si el valor de los bonos fuera cero.
“Uno podría pensar que las mismas entidades que deben pagar la cobertura hacen correr el rumor de un arreglo entre privados con los buitres para mantener alto el valor de los títulos públicos y gatillar menos de seguros”, indicó a este diario Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein. Por caso, la cotización del Par en dólares legislación Nueva York cerró ayer a 528 pesos, cuando era de 291 pesos en agosto del año pasado, mientras que el precio del Discount en dólares con ley extranjera ascendió a 1199 pesos, contra los 765 del 2013.
El comité de decisión del ISDA se compone por 15 entidades financieras, entre las cuales se encuentra el fondo de especulación Elliott Management, que es uno de los fondos buitre en litigio contra la Argentina. El Bank of America, el Barclays Bank, el BlueMountain Capital Management, el BNP Paribus, el Citibank, el Crédite Suisse International, el Deutsche Bank, el DE Shaw, el Goldman Sachs International, el Eaton Vance Managements, el Goldman el JP Morgan, el Morgan Stanley, el Nomura International y el Pacific Investment son el resto de las entidades que completan la lista de miembros de la agencia reguladora de derivados. La reunión que definió sobre los seguros de Argentina duró menos de una hora.
La última vez que el ISDA habilitó seguros contra default fue en 2012, cuando la economía griega se declaró en moratoria por incapacidad para enfrentar su deuda soberana. El dato adquiere relevancia si se tiene en cuenta que Grecia llegó a la cesación de pagos con un desempleo del 25 por ciento, un déficit de las cuentas externas del 5 por ciento del Producto y una caída de la actividad económica del 6,4 por ciento, mientras que la Argentina computó una tasa de desocupación del 6 por ciento, un leve desequilibrio de la cuenta corriente del balance de pagos y una expansión del Producto del 3 por ciento en 2013 y del 7 por ciento en el promedio de los últimos diez años. En 2002, cuando el país ingresó en default con el estallido del plan de convertibilidad, el mercado laboral anotaba desempleo del 20 por ciento y la economía retrocedía más del 10 por ciento.
02/08/14 Página|12
Los directivos de la sociedad privada ISDA se reunieron ayer al mediodía en Nueva York, tras un pedido del banco suizo UBS, para que se determine si hubo incumplimiento de pagos de la deuda argentina. El criterio que definió la institución reguladora fue que el país ingresó en un proceso de default a partir del 30 de julio, cuando se venció la fecha límite para que se distribuyan entre bonistas con Discount 539 millones de dólares que depositó el país en cuentas del banco neoyorquino Bank of New York Mellon. El punto central es que el Gobierno pagó los vencimientos, pero los acreedores no pudieron cobrarlos porque Griesa bloqueó la distribución de los fondos.
Hasta el momento, el monto que deberá desembolsarse por los seguros contra default no se definió. Los pagos estarán asociados con el precio de los bonos argentinos en el mercado bursátil. Las aseguradoras no cubren a los inversores por la totalidad de la deuda, sino por lo que no puedan recuperar a través de la venta de sus títulos. La clave es que si el valor original del bono es 100 dólares, pero en el mercado ofrecen sólo 40 para comprarlo, las aseguradoras reponen 60. Un dato relevante es que el precio de los bonos argentinos no registró una fuerte caída en la Bolsa a pesar de la sentencia del juez Griesa. Esto implica que la cifra que se repartirá en seguros será inferior a los 1000 millones de dólares que se deberían pagar si el valor de los bonos fuera cero.
“Uno podría pensar que las mismas entidades que deben pagar la cobertura hacen correr el rumor de un arreglo entre privados con los buitres para mantener alto el valor de los títulos públicos y gatillar menos de seguros”, indicó a este diario Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein. Por caso, la cotización del Par en dólares legislación Nueva York cerró ayer a 528 pesos, cuando era de 291 pesos en agosto del año pasado, mientras que el precio del Discount en dólares con ley extranjera ascendió a 1199 pesos, contra los 765 del 2013.
El comité de decisión del ISDA se compone por 15 entidades financieras, entre las cuales se encuentra el fondo de especulación Elliott Management, que es uno de los fondos buitre en litigio contra la Argentina. El Bank of America, el Barclays Bank, el BlueMountain Capital Management, el BNP Paribus, el Citibank, el Crédite Suisse International, el Deutsche Bank, el DE Shaw, el Goldman Sachs International, el Eaton Vance Managements, el Goldman el JP Morgan, el Morgan Stanley, el Nomura International y el Pacific Investment son el resto de las entidades que completan la lista de miembros de la agencia reguladora de derivados. La reunión que definió sobre los seguros de Argentina duró menos de una hora.
La última vez que el ISDA habilitó seguros contra default fue en 2012, cuando la economía griega se declaró en moratoria por incapacidad para enfrentar su deuda soberana. El dato adquiere relevancia si se tiene en cuenta que Grecia llegó a la cesación de pagos con un desempleo del 25 por ciento, un déficit de las cuentas externas del 5 por ciento del Producto y una caída de la actividad económica del 6,4 por ciento, mientras que la Argentina computó una tasa de desocupación del 6 por ciento, un leve desequilibrio de la cuenta corriente del balance de pagos y una expansión del Producto del 3 por ciento en 2013 y del 7 por ciento en el promedio de los últimos diez años. En 2002, cuando el país ingresó en default con el estallido del plan de convertibilidad, el mercado laboral anotaba desempleo del 20 por ciento y la economía retrocedía más del 10 por ciento.
02/08/14 Página|12
El terrorismo ideológico Por Enrique Lacolla
Desde Gaza hasta Argentina, pasando por Ucrania, la realidad se ha convertido en un amasijo de sofismas, donde las únicas verdades son la sangre derramada y el bandidaje financiero.
Muchas veces se ha señalado que el vocabulario político moderno se ha convertido en una no-lengua al estilo de la imaginada por George Orwell, en la que todas las palabras que se enuncian significan exactamente lo contrario de lo que dicen. Estas semanas de acoso psicológico a Rusia de parte de Estados Unidos y la Unión Europea, de feroces bombardeos israelíes a la franja de Gaza y de catástrofes anunciadas para nuestro país por los profetas de la desgracia que se atrincheran en los monopolios de la comunicación, son ampliamente demostrativas de lo que decimos. Y aunque a veces se sienta la necesidad de desmontar una a una esas mentiras hay que convenir que eso es imposible, pues son demasiadas y resulta demasiado trabajoso y sobre todo esterilizante el hacerlo. Pero conviene siempre poner de relieve sus aspectos más grotescos y plantear el cuadro general en el cual se insertan, pues este es, en definitiva, lo que pone a las cosas en perspectiva y explica el terrorismo informativo que se desploma sobre el mundo.
Una de esas mentiras candentes y que tienen curso legal es la de que “Israel es un estado sitiado”. Los gobiernos israelíes han hecho de este mantra la justificación de su permanente política expansionista y de las prácticas colonialistas para suprimir las resistencias que se le oponen. Por una suerte de alquimia diabólica en la que entra en juego el complejo de culpa de los europeos por su responsabilidad en el Holocausto, pero sobre todo por la absoluta funcionalidad del estado israelí para con la política imperialista en el medio oriente, este sin sentido excusa las mayores atrocidades y nubla la evidencia de los hechos. Y cuando una periodista norteamericana –de la CNN para ser más precisos- se indigna por la actitud de los israelíes que se sientan a aplaudir los proyectiles que llueven sobre Gaza y se cobran centenares o miles de vidas inocentes, la empresa se apresura a sacarla del aire y a despedirla, en un claro ejemplo de respeto a la libertad de expresión…
El “estado sitiado”, armado hasta los dientes, poseedor de un arsenal nuclear no declarado, sistemático saboteador de todos los intentos de las Naciones Unidas por promover la paz con los palestinos, atizador del miedo entre su propio pueblo como expediente para tensarlo en un estado de alarma proclive a la agresividad permanente, se refocila –con peligrosa inconsciencia- en el respaldo de Estados Unidos, cuyos gobiernos una y otra vez endosan sus actos y no despliegan más que una genérica e hipócrita buena voluntad para reclamar beatamente –a veces- una reversión de esas conductas, cuando en realidad tienen totalmente a mano los expedientes con los que podrían frenarlas. Pero no tienen interés en hacerlo, en realidad, pues su objetivo está en la misma línea que el israelí. O, mejor dicho, el objetivo israelí está en la línea del propuesto por el imperialismo estadounidense, que fue, en definitiva, el padre de la criatura, por muy heroica que haya sido la epopeya de los fundadores del estado judío. Escapados de una Europa que los exterminaba, pronto reprodujeron con sus vecinos las prácticas de las que ellos mismos habían sido víctimas.
Irak
En el campeonato mundial de la mentira pocas ha habido más enormes que los inventos con que se basó la invasión angloestadounidense a Irak en 2003, seguida de una inacabable sucesión de desastres para ese infortunado país que era antes (a pesar de Saddam Hussein) un ejemplo de sociedad avanzada para los estándares del mundo árabe. A su propósito se podrían citar las palabras del fiscal general de los juicios de Nuremberg, Robert Jackson, quien definió su tarea como el juzgamiento del “supremo crimen internacional, que se diferenció de otros crímenes de guerra porque contuvo en sí mismo la capacidad diabólica de todos ellos”[i]. En Irak ha habido hasta ahora 700.000 muertos y cuatro millones de refugiados, y una guerra permanente que es el saldo de esa empresa montada sobre la mentira del armamento atómico de Saddam. Frente a esto el cine y la prensa norteamericanos no se cansan de magnificar el sacrificio de su nación para llevar la democracia a ese país bárbaro y de rasgarse las vestiduras por los 5.000 caídos propios en esa aventura geopolítica y petrolera. Y a propósito de este sacrificio bueno será señalar que en estos mismos momentos las nuevas reglas de inmigración de Estados Unidos están expidiendo a sus países de origen a muchos “latinos” que habían ganado su ciudadanía combatiendo en Irak. Su culpa: haber incurrido en “felonías” como pasar una luz roja o haber tenido un altercado con la autoridad…
Ucrania
La campaña mundial del infundio está tocando un pico en lo referido a Ucrania y en especial al derribo del avión de Malaysian Airlines. Con todo desparpajo se pasa por alto que la situación actual en ese país nace de un golpe de estado que derrocó a un presidente constitucional y que el actual fue consagrado en un acto electoral repudiado en la zona rusófona del país, donde ahora está en curso una guerra civil que opone a las milicias de Donetsk y Lugansk con los efectivos del ejército regular ucraniano. El avance de la OTAN hasta las mismas puertas de Rusia es silenciado y los argumentos que sirvieron para intervenir militarmente y forzar la última escisión de la ex Yugoslavia –la pretensión de autonomía de los albaneses en Kosovo- parecen letra muerta frente al deseo que expresan los habitantes del oriente de Ucrania en el sentido de unirse a la Federación Rusa o de al menos de formar un estado o una región autónoma, independiente del gobierno de Kiev. Este se encuentra formado, en muchos de sus estamentos, por sujetos poco recomendables, neonazis y antisemitas, sostenidos por las formaciones paramilitares que han sido respaldadas y entrenadas por la CIA o por las agencias de seguridad del estado polaco.
Argentina
En nuestro país la campaña de terrorismo psicológico montada alrededor del tema de los fondos buitres es expresiva de la degradación que sufre la verdad a manos de los medios masivos de comunicación y de figuras del espectro político cuyo servilismo para con el imperio raya a tan alta cota que son incapaces de formularse una idea de la realidad así sea medianamente afincada en nuestro propio suelo. Los medios airean sus opiniones y las de los “expertos” en economía que hundieron a Argentina en la noche de los ’90, cuando culminó el proceso de decadencia nacional inaugurado en 1955, profundizado en el 1976 y rematado en las gestiones de Menem y De la Rúa. Impresentables como Broda, Espert, Melcolnian, Redrado, Cavallo y otros pontifican sobre los hipotéticos desastres que acarrearía un nuevo “default” en el caso de que no se les pague a los fondos buitre, pero no dicen una palabra de las atroces consecuencias que las políticas de endeudamiento sistemático, sostenidas o promovidas por ellos, tuvieron para el país, ni ponen de manifiesto lo que supondría un pago directo, que acarrearía la posibilidad de gatillar la cláusula RUFO e incrementar la deuda por ellos generada en cien, trescientos o quinientos mil millones de dólares. No se acuerdan de señalar que fue precisamente cuando Argentina “defaulteó” que comenzó la recuperación de su economía, cosa que, mal que bien, nos ha reinsertado en el mundo. Es decir, en el mundo real, que es un ámbito mucho más ancho que la cueva de Wall Street y donde se mueven actores como los BRICS, el MERCOSUR y las potencias emergentes como China y Rusia, capaces de sobrellevar el ataque del imperialismo occidental y de hacerle frente, si es necesario, con las armas en la mano.
En cuanto a los actores políticos y los comunicadores que les hacen coro, los Macri, Carrió, Massa, Mariano Grondona, Nelson Castro, Leuco y Lanata, entre otros, ¿qué puede decirse? Que son oportunistas irresponsables en algunos casos, en otros traidores pagos y, en unos cuantos más, expresión directa del poder imperial en Argentina, en contubernio con el cual organizaron a la nación como entidad dependiente de un poder externo. Como el presidente de la Sociedad Rural, pongamos.
El problema de fondo es que Argentina sigue siendo un país semicolonial, a pesar del gran salto adelante significado por el primer peronismo y de los intentos de renacionalización de las gestiones kircheneristas. Cuyas timideces e inconsecuencias son, al menos en parte, fruto precisamente de esa condición de subordinación psicológica. Porque sólo esto puede explicar que, ante la hinchada indignación de Elisa Carrió o de Margarita Stolbizer, que comparan la lucha contra los fondos buitre a una malvinización de la política argentina, algunos kirchneristas interpreten esa palabra en el mismo sentido derogatorio que le prestan quienes la emiten para descalificar al gobierno. ¡Ay, muchachos de 6, 7, 8, cuánto les falta para entender que la realidad es contradictoria y está llena de matices! Sin su abominado general Roca, por ejemplo, de quien uno de sus invitados deseaba desapareciese la imagen en los billetes, este país probablemente estaría fragmentado en una factoría agrícola ganadera, un noroeste sin volumen político y una Patagonia anglo-chilena…
Pero, dejando de lado la historia eventual y ciñéndonos a la real, y al país de veras existente, la orgía de idioteces y canalladas pronunciadas en tono magistral por los exponentes del establishment pone de manifiesto que la lucha recién empieza y que es necesario crear las políticas educativas para impedir que su jerga orwelliana, su lengua de palo y su capacidad sofística sigan trabando la manifestación de las posibilidades reales del país. No sólo para que este viva en un marco global que supere al encuadre que lo ha atado hasta ahora, sino para que se entienda a sí mismo. Ello sólo será posible si se enfrenta al enemigo interno con las ideas y con las políticas instrumentales que harán que estas fructifiquen. El enemigo interno es peor que el externo, pues corroe la capacidad de resistencia desde dentro.
Es necesario que la predisposición a considerarnos una nación dependiente y subordinada deje de aparecer como un hecho natural, y que se haga válida una noción de pertenencia fundada en nuestra historia, que se confunde con la historia de Suramérica y con la de los países que padecen o han padecido el yugo colonial o semicolonial. La industrialización, la integración y la batalla por la cultura deben ser los pivotes sobre los que gire la nación en un círculo que dejará de ser, por fin, un círculo vicioso, para transformarse en una espiral ascendente.
Nota
[i] Citado por John Pilger en “Orwell alive in Palestine, Ukraine”, Asia Times, julio 22 de 2014.
http://www.enriquelacolla.com/sitio/notas.php?id=384El terrorismo ideológico
Muchas veces se ha señalado que el vocabulario político moderno se ha convertido en una no-lengua al estilo de la imaginada por George Orwell, en la que todas las palabras que se enuncian significan exactamente lo contrario de lo que dicen. Estas semanas de acoso psicológico a Rusia de parte de Estados Unidos y la Unión Europea, de feroces bombardeos israelíes a la franja de Gaza y de catástrofes anunciadas para nuestro país por los profetas de la desgracia que se atrincheran en los monopolios de la comunicación, son ampliamente demostrativas de lo que decimos. Y aunque a veces se sienta la necesidad de desmontar una a una esas mentiras hay que convenir que eso es imposible, pues son demasiadas y resulta demasiado trabajoso y sobre todo esterilizante el hacerlo. Pero conviene siempre poner de relieve sus aspectos más grotescos y plantear el cuadro general en el cual se insertan, pues este es, en definitiva, lo que pone a las cosas en perspectiva y explica el terrorismo informativo que se desploma sobre el mundo.
Una de esas mentiras candentes y que tienen curso legal es la de que “Israel es un estado sitiado”. Los gobiernos israelíes han hecho de este mantra la justificación de su permanente política expansionista y de las prácticas colonialistas para suprimir las resistencias que se le oponen. Por una suerte de alquimia diabólica en la que entra en juego el complejo de culpa de los europeos por su responsabilidad en el Holocausto, pero sobre todo por la absoluta funcionalidad del estado israelí para con la política imperialista en el medio oriente, este sin sentido excusa las mayores atrocidades y nubla la evidencia de los hechos. Y cuando una periodista norteamericana –de la CNN para ser más precisos- se indigna por la actitud de los israelíes que se sientan a aplaudir los proyectiles que llueven sobre Gaza y se cobran centenares o miles de vidas inocentes, la empresa se apresura a sacarla del aire y a despedirla, en un claro ejemplo de respeto a la libertad de expresión…
El “estado sitiado”, armado hasta los dientes, poseedor de un arsenal nuclear no declarado, sistemático saboteador de todos los intentos de las Naciones Unidas por promover la paz con los palestinos, atizador del miedo entre su propio pueblo como expediente para tensarlo en un estado de alarma proclive a la agresividad permanente, se refocila –con peligrosa inconsciencia- en el respaldo de Estados Unidos, cuyos gobiernos una y otra vez endosan sus actos y no despliegan más que una genérica e hipócrita buena voluntad para reclamar beatamente –a veces- una reversión de esas conductas, cuando en realidad tienen totalmente a mano los expedientes con los que podrían frenarlas. Pero no tienen interés en hacerlo, en realidad, pues su objetivo está en la misma línea que el israelí. O, mejor dicho, el objetivo israelí está en la línea del propuesto por el imperialismo estadounidense, que fue, en definitiva, el padre de la criatura, por muy heroica que haya sido la epopeya de los fundadores del estado judío. Escapados de una Europa que los exterminaba, pronto reprodujeron con sus vecinos las prácticas de las que ellos mismos habían sido víctimas.
Irak
En el campeonato mundial de la mentira pocas ha habido más enormes que los inventos con que se basó la invasión angloestadounidense a Irak en 2003, seguida de una inacabable sucesión de desastres para ese infortunado país que era antes (a pesar de Saddam Hussein) un ejemplo de sociedad avanzada para los estándares del mundo árabe. A su propósito se podrían citar las palabras del fiscal general de los juicios de Nuremberg, Robert Jackson, quien definió su tarea como el juzgamiento del “supremo crimen internacional, que se diferenció de otros crímenes de guerra porque contuvo en sí mismo la capacidad diabólica de todos ellos”[i]. En Irak ha habido hasta ahora 700.000 muertos y cuatro millones de refugiados, y una guerra permanente que es el saldo de esa empresa montada sobre la mentira del armamento atómico de Saddam. Frente a esto el cine y la prensa norteamericanos no se cansan de magnificar el sacrificio de su nación para llevar la democracia a ese país bárbaro y de rasgarse las vestiduras por los 5.000 caídos propios en esa aventura geopolítica y petrolera. Y a propósito de este sacrificio bueno será señalar que en estos mismos momentos las nuevas reglas de inmigración de Estados Unidos están expidiendo a sus países de origen a muchos “latinos” que habían ganado su ciudadanía combatiendo en Irak. Su culpa: haber incurrido en “felonías” como pasar una luz roja o haber tenido un altercado con la autoridad…
Ucrania
La campaña mundial del infundio está tocando un pico en lo referido a Ucrania y en especial al derribo del avión de Malaysian Airlines. Con todo desparpajo se pasa por alto que la situación actual en ese país nace de un golpe de estado que derrocó a un presidente constitucional y que el actual fue consagrado en un acto electoral repudiado en la zona rusófona del país, donde ahora está en curso una guerra civil que opone a las milicias de Donetsk y Lugansk con los efectivos del ejército regular ucraniano. El avance de la OTAN hasta las mismas puertas de Rusia es silenciado y los argumentos que sirvieron para intervenir militarmente y forzar la última escisión de la ex Yugoslavia –la pretensión de autonomía de los albaneses en Kosovo- parecen letra muerta frente al deseo que expresan los habitantes del oriente de Ucrania en el sentido de unirse a la Federación Rusa o de al menos de formar un estado o una región autónoma, independiente del gobierno de Kiev. Este se encuentra formado, en muchos de sus estamentos, por sujetos poco recomendables, neonazis y antisemitas, sostenidos por las formaciones paramilitares que han sido respaldadas y entrenadas por la CIA o por las agencias de seguridad del estado polaco.
Argentina
En nuestro país la campaña de terrorismo psicológico montada alrededor del tema de los fondos buitres es expresiva de la degradación que sufre la verdad a manos de los medios masivos de comunicación y de figuras del espectro político cuyo servilismo para con el imperio raya a tan alta cota que son incapaces de formularse una idea de la realidad así sea medianamente afincada en nuestro propio suelo. Los medios airean sus opiniones y las de los “expertos” en economía que hundieron a Argentina en la noche de los ’90, cuando culminó el proceso de decadencia nacional inaugurado en 1955, profundizado en el 1976 y rematado en las gestiones de Menem y De la Rúa. Impresentables como Broda, Espert, Melcolnian, Redrado, Cavallo y otros pontifican sobre los hipotéticos desastres que acarrearía un nuevo “default” en el caso de que no se les pague a los fondos buitre, pero no dicen una palabra de las atroces consecuencias que las políticas de endeudamiento sistemático, sostenidas o promovidas por ellos, tuvieron para el país, ni ponen de manifiesto lo que supondría un pago directo, que acarrearía la posibilidad de gatillar la cláusula RUFO e incrementar la deuda por ellos generada en cien, trescientos o quinientos mil millones de dólares. No se acuerdan de señalar que fue precisamente cuando Argentina “defaulteó” que comenzó la recuperación de su economía, cosa que, mal que bien, nos ha reinsertado en el mundo. Es decir, en el mundo real, que es un ámbito mucho más ancho que la cueva de Wall Street y donde se mueven actores como los BRICS, el MERCOSUR y las potencias emergentes como China y Rusia, capaces de sobrellevar el ataque del imperialismo occidental y de hacerle frente, si es necesario, con las armas en la mano.
En cuanto a los actores políticos y los comunicadores que les hacen coro, los Macri, Carrió, Massa, Mariano Grondona, Nelson Castro, Leuco y Lanata, entre otros, ¿qué puede decirse? Que son oportunistas irresponsables en algunos casos, en otros traidores pagos y, en unos cuantos más, expresión directa del poder imperial en Argentina, en contubernio con el cual organizaron a la nación como entidad dependiente de un poder externo. Como el presidente de la Sociedad Rural, pongamos.
El problema de fondo es que Argentina sigue siendo un país semicolonial, a pesar del gran salto adelante significado por el primer peronismo y de los intentos de renacionalización de las gestiones kircheneristas. Cuyas timideces e inconsecuencias son, al menos en parte, fruto precisamente de esa condición de subordinación psicológica. Porque sólo esto puede explicar que, ante la hinchada indignación de Elisa Carrió o de Margarita Stolbizer, que comparan la lucha contra los fondos buitre a una malvinización de la política argentina, algunos kirchneristas interpreten esa palabra en el mismo sentido derogatorio que le prestan quienes la emiten para descalificar al gobierno. ¡Ay, muchachos de 6, 7, 8, cuánto les falta para entender que la realidad es contradictoria y está llena de matices! Sin su abominado general Roca, por ejemplo, de quien uno de sus invitados deseaba desapareciese la imagen en los billetes, este país probablemente estaría fragmentado en una factoría agrícola ganadera, un noroeste sin volumen político y una Patagonia anglo-chilena…
Pero, dejando de lado la historia eventual y ciñéndonos a la real, y al país de veras existente, la orgía de idioteces y canalladas pronunciadas en tono magistral por los exponentes del establishment pone de manifiesto que la lucha recién empieza y que es necesario crear las políticas educativas para impedir que su jerga orwelliana, su lengua de palo y su capacidad sofística sigan trabando la manifestación de las posibilidades reales del país. No sólo para que este viva en un marco global que supere al encuadre que lo ha atado hasta ahora, sino para que se entienda a sí mismo. Ello sólo será posible si se enfrenta al enemigo interno con las ideas y con las políticas instrumentales que harán que estas fructifiquen. El enemigo interno es peor que el externo, pues corroe la capacidad de resistencia desde dentro.
Es necesario que la predisposición a considerarnos una nación dependiente y subordinada deje de aparecer como un hecho natural, y que se haga válida una noción de pertenencia fundada en nuestra historia, que se confunde con la historia de Suramérica y con la de los países que padecen o han padecido el yugo colonial o semicolonial. La industrialización, la integración y la batalla por la cultura deben ser los pivotes sobre los que gire la nación en un círculo que dejará de ser, por fin, un círculo vicioso, para transformarse en una espiral ascendente.
Nota
[i] Citado por John Pilger en “Orwell alive in Palestine, Ukraine”, Asia Times, julio 22 de 2014.
http://www.enriquelacolla.com/sitio/notas.php?id=384El terrorismo ideológico
El graznido de los alcahuetes Por Albreto Dearriba
Proclaman un default que en realidad es una interrupción de cobros decidida por la justicia de EE UU.
Un coro de alcahuetes anda por el mundo repitiendo con inocultable alegría que la Argentina entró nuevamente en default. Lo sostienen obviamente algunas calificadoras de riesgo, que tienen intereses imbricados con los acreedores. Pero lo peor es que buena parte de los corifeos son argentinos. No ensayan la sonrisa gardeliana con la cual Adolfo Rodríguez Saá proclamó en diciembre de 2001 la cesación de pagos ante la Asamblea Legislativa, sino un aire victorioso por ver en apuros al gobierno que odian.
En los '90, ponderaron las políticas que llevaron al país a la bancarrota y elogiaron luego los malabares financieros que le costaron al país 55 mil millones de dólares, además de años de atraso y dolor. Jamás alertaron sobre el desbarajuste.
No les avisaron entonces a los ahorristas, ni al pueblo en general, que se cortaba la cadena de la bicicleta financiera; esa que el país pedaleaba desde la dictadura militar.Sin embargo, ahora advierten catastróficamente que se viene el mundo abajo con muchísimas menos evidencias. Apoyaron cualquier tipo de tropelía financiera en el pasado, pero ahora se oponen al esfuerzo del gobierno por defender los intereses nacionales. Y proclaman eufóricos el default, porque ven en él un castigo del mundo financiero al modelo político-económico que sacó los pies del plato y al cual detestan ideológicamente. Siempre apostaron a un país para pocos y reclaman que truene el escarmiento contra el intento de un desarrollo relativamente autónomo, con inclusión social.
Muchos de los cacareadores del default ni siquiera reparan en que están serruchando la rama del árbol sobre la cual están sentados. Son capaces de pagar el precio de un porrazo con tal de condenar al populismo que odian. No distinguen entre nación y gobierno.
Acusan al kirchnerismo de haber llegado a esto que llaman default por un "capricho ideológico", como si los cuestionamientos que realizan desde posiciones ultraconservadores en defensa del statu quo mundial no fueran ideológicos.
Proteger el interés nacional les parece "un capricho", pero nunca criticaron el suicidio del endeudamiento de los '90, ni la "tozudez" de la convertibilidad solventada con crédito externo.
Algunos de los alegres críticos de hoy ni siquiera tienen un interés directo en el default, ya que simplemente son amanuenses o empleados de los intereses que realmente pueden sacar tajada. Otros ciudadanos de a pie, menos avisados, son víctimas del repiqueteo mediático que grita "default" como si fuera un gol. Unos y otros son los patos.
Es lógico que las calificadoras de riesgo que trabajan para los acreedores sostengan que hay default y condenen a las autoridades argentinas. De ese modo pueden gatillar el seguro.
Pero sólo el odio ideológico o la deshonestidad intelectual puede obnubilar a un argentino de a pie que no vea que la Argentina pagó. Que se comprometió a depositar las cuotas de su deuda en un banco y lo hizo, pero un juez de los Estados Unidos decidió bloquear la transacción. Hasta ahora, default era no pagar; a partir de ahora parece que también será default que la justicia impida que esos fondos lleguen a los acreedores. No hay cesación de pagos, sino interrupción de cobro.
En realidad, el "griesfault" es una situación inédita que aún no tiene una palabra convencional que la defina.
El ministro de Economía del Brasil, Guido Mantega, prefiere describir a la situación como una "impasse". No es el único que sostiene que el default se plantea cuando un deudor declara que no pagará porque no quiere o porque no puede, pero no puede ser decretado por un juez de los Estados Unidos.
De todos modos, el "griesfault" es un chirinada al lado de la cesación de pagos de 2001 por unos 100 mil millones de dólares. Los temerosos que quieren pagar a toda costa no tienen en cuenta que la Argentina ya le demostró al mundo que hay vida tras un default en serio, como lo fue el de 2001.
Desde entonces hasta hoy, el país casi duplicó su PBI, lo cual implica decir que bajo el signo del default, sin apelar a préstamos internacionales, la economía nacional creció como nunca.
Aquella nación estaba en bancarrota. Con las reservas en un nivel misérrimo, la deuda equivalente a un 150% del PBI, los pagos del Megacanje y el Blindaje amontonándose en las ventanillas de cobro, la desocupación en un 25% y la pobreza en un 50%, el país estaba de rodillas.
La situación actual no tiene nada que ver con esa época desesperanzada: la Argentina posee reservas por unos 30 mil millones de dólares, genera exportaciones cuatro veces superiores a las de entonces y su población posee un poder adquisitivo que mantiene al mercado interno, pese a la caída de los últimos meses.
La situación en la que un fallo absurdo metió al país no es para celebrar, pero tampoco para entregar el esfuerzo argentino de once años a cambio de una buena nota de las calificadoras y las pitonisas globales. Con José Alfredo Martínez de Hoz, el mundo financiero elogiaba la marcha económica al tiempo que el país se hipotecaba. No siempre es bueno que elogien los de afuera.
Hoy el país está fuera de los mercados internacionales y no tiene necesidad imperiosa de acudir al crédito externo.
Es cierto que el gobierno venía haciendo esfuerzos por regularizar totalmente la deuda que cayó en default en 2001. Arregló con las empresas extranjeras que litigaron en el Ciadi, con Repsol y con el Club de París. Sólo faltaba un acuerdo con los buitres para que Cristina Fernández se retirara el año próximo con la satisfacción de entregar el país con toda la deuda reprogramada.
Un acuerdo total hubiera permitido que el país accediera a financiación internacional para solventar obras de infraestructura, lo cual puede demorarse ahora hasta que en diciembre venza la cláusula de tratamiento igualitario. En el peor de los casos, habrá una impasse de cinco meses en lo cuales el mundo seguirá andando.
Quienes se muestran ahora exultantes por el problema planteado por los buitres con el apoyo del juez Thomas Griesa, ni siquiera toman en cuenta que, en realidad, el problema se trasladará al próximo gobierno, que seguramente tendrá mayor afinidad con las ideas de los críticos de hoy. Están tan resentidos por los once años de populismo que debieron tragar que ni siquiera advierten que el próximo presidente, que cargará con el problema, será muy probablemente tan conservador como ellos.
En sus últimos discursos Cristina Fernández dejó en claro que juega para la posteridad. Dijo que por más que la presionen no firmara "cualquier cosa" porque no quiere pasar a la historia del modo que lo hicieron los responsables del Megacanje y el Blindaje.
No tiene posibilidad de transferir sus votos a un candidato propio que dispute con posibilidades las Primarias Abiertas y la elección general de 2015. Sólo le resta aspirar a un fallo favorable de la historia. Y para ello piensa en seguir dinamizando el consumo interno y preservando el empleo, que sufrió un impacto tras la devaluación y la menor actividad de la economía brasileña. En realidad, los problemas son los mismos que antes de que Griesa produjera su dislate.
Infonews
Un coro de alcahuetes anda por el mundo repitiendo con inocultable alegría que la Argentina entró nuevamente en default. Lo sostienen obviamente algunas calificadoras de riesgo, que tienen intereses imbricados con los acreedores. Pero lo peor es que buena parte de los corifeos son argentinos. No ensayan la sonrisa gardeliana con la cual Adolfo Rodríguez Saá proclamó en diciembre de 2001 la cesación de pagos ante la Asamblea Legislativa, sino un aire victorioso por ver en apuros al gobierno que odian.
En los '90, ponderaron las políticas que llevaron al país a la bancarrota y elogiaron luego los malabares financieros que le costaron al país 55 mil millones de dólares, además de años de atraso y dolor. Jamás alertaron sobre el desbarajuste.
No les avisaron entonces a los ahorristas, ni al pueblo en general, que se cortaba la cadena de la bicicleta financiera; esa que el país pedaleaba desde la dictadura militar.Sin embargo, ahora advierten catastróficamente que se viene el mundo abajo con muchísimas menos evidencias. Apoyaron cualquier tipo de tropelía financiera en el pasado, pero ahora se oponen al esfuerzo del gobierno por defender los intereses nacionales. Y proclaman eufóricos el default, porque ven en él un castigo del mundo financiero al modelo político-económico que sacó los pies del plato y al cual detestan ideológicamente. Siempre apostaron a un país para pocos y reclaman que truene el escarmiento contra el intento de un desarrollo relativamente autónomo, con inclusión social.
Muchos de los cacareadores del default ni siquiera reparan en que están serruchando la rama del árbol sobre la cual están sentados. Son capaces de pagar el precio de un porrazo con tal de condenar al populismo que odian. No distinguen entre nación y gobierno.
Acusan al kirchnerismo de haber llegado a esto que llaman default por un "capricho ideológico", como si los cuestionamientos que realizan desde posiciones ultraconservadores en defensa del statu quo mundial no fueran ideológicos.
Proteger el interés nacional les parece "un capricho", pero nunca criticaron el suicidio del endeudamiento de los '90, ni la "tozudez" de la convertibilidad solventada con crédito externo.
Algunos de los alegres críticos de hoy ni siquiera tienen un interés directo en el default, ya que simplemente son amanuenses o empleados de los intereses que realmente pueden sacar tajada. Otros ciudadanos de a pie, menos avisados, son víctimas del repiqueteo mediático que grita "default" como si fuera un gol. Unos y otros son los patos.
Es lógico que las calificadoras de riesgo que trabajan para los acreedores sostengan que hay default y condenen a las autoridades argentinas. De ese modo pueden gatillar el seguro.
Pero sólo el odio ideológico o la deshonestidad intelectual puede obnubilar a un argentino de a pie que no vea que la Argentina pagó. Que se comprometió a depositar las cuotas de su deuda en un banco y lo hizo, pero un juez de los Estados Unidos decidió bloquear la transacción. Hasta ahora, default era no pagar; a partir de ahora parece que también será default que la justicia impida que esos fondos lleguen a los acreedores. No hay cesación de pagos, sino interrupción de cobro.
En realidad, el "griesfault" es una situación inédita que aún no tiene una palabra convencional que la defina.
El ministro de Economía del Brasil, Guido Mantega, prefiere describir a la situación como una "impasse". No es el único que sostiene que el default se plantea cuando un deudor declara que no pagará porque no quiere o porque no puede, pero no puede ser decretado por un juez de los Estados Unidos.
De todos modos, el "griesfault" es un chirinada al lado de la cesación de pagos de 2001 por unos 100 mil millones de dólares. Los temerosos que quieren pagar a toda costa no tienen en cuenta que la Argentina ya le demostró al mundo que hay vida tras un default en serio, como lo fue el de 2001.
Desde entonces hasta hoy, el país casi duplicó su PBI, lo cual implica decir que bajo el signo del default, sin apelar a préstamos internacionales, la economía nacional creció como nunca.
Aquella nación estaba en bancarrota. Con las reservas en un nivel misérrimo, la deuda equivalente a un 150% del PBI, los pagos del Megacanje y el Blindaje amontonándose en las ventanillas de cobro, la desocupación en un 25% y la pobreza en un 50%, el país estaba de rodillas.
La situación actual no tiene nada que ver con esa época desesperanzada: la Argentina posee reservas por unos 30 mil millones de dólares, genera exportaciones cuatro veces superiores a las de entonces y su población posee un poder adquisitivo que mantiene al mercado interno, pese a la caída de los últimos meses.
La situación en la que un fallo absurdo metió al país no es para celebrar, pero tampoco para entregar el esfuerzo argentino de once años a cambio de una buena nota de las calificadoras y las pitonisas globales. Con José Alfredo Martínez de Hoz, el mundo financiero elogiaba la marcha económica al tiempo que el país se hipotecaba. No siempre es bueno que elogien los de afuera.
Hoy el país está fuera de los mercados internacionales y no tiene necesidad imperiosa de acudir al crédito externo.
Es cierto que el gobierno venía haciendo esfuerzos por regularizar totalmente la deuda que cayó en default en 2001. Arregló con las empresas extranjeras que litigaron en el Ciadi, con Repsol y con el Club de París. Sólo faltaba un acuerdo con los buitres para que Cristina Fernández se retirara el año próximo con la satisfacción de entregar el país con toda la deuda reprogramada.
Un acuerdo total hubiera permitido que el país accediera a financiación internacional para solventar obras de infraestructura, lo cual puede demorarse ahora hasta que en diciembre venza la cláusula de tratamiento igualitario. En el peor de los casos, habrá una impasse de cinco meses en lo cuales el mundo seguirá andando.
Quienes se muestran ahora exultantes por el problema planteado por los buitres con el apoyo del juez Thomas Griesa, ni siquiera toman en cuenta que, en realidad, el problema se trasladará al próximo gobierno, que seguramente tendrá mayor afinidad con las ideas de los críticos de hoy. Están tan resentidos por los once años de populismo que debieron tragar que ni siquiera advierten que el próximo presidente, que cargará con el problema, será muy probablemente tan conservador como ellos.
En sus últimos discursos Cristina Fernández dejó en claro que juega para la posteridad. Dijo que por más que la presionen no firmara "cualquier cosa" porque no quiere pasar a la historia del modo que lo hicieron los responsables del Megacanje y el Blindaje.
No tiene posibilidad de transferir sus votos a un candidato propio que dispute con posibilidades las Primarias Abiertas y la elección general de 2015. Sólo le resta aspirar a un fallo favorable de la historia. Y para ello piensa en seguir dinamizando el consumo interno y preservando el empleo, que sufrió un impacto tras la devaluación y la menor actividad de la economía brasileña. En realidad, los problemas son los mismos que antes de que Griesa produjera su dislate.
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AUDIENCIA EN TERRITORIO BUITRE Griesa descongeló el pago de los bonos europeos
Horas después de reanudar las negociaciones entre Argentina y los fondos buitre, el juez estadounidense Thomas Griesa redactó una orden de aclaración para las entidades bancarias Euroclear Bank y Clearstream Banking en la que les permite efectuar el pago que Argentina realizó el 26 de junio para los tenedores de bonos de deuda reestructurada en dólares.
En la orden obliga a hacer este pago de una sola vez,en las mismas condiciones que ya permitió a Citibank hace unos días, que fue criticada por fuentes del mercado financiero y por el Ministerio de Economía.
Los bonistas alcanzados por Euroclear Bank y Clearstream Banking junto con los tenedores de bonos emitidos en pesos bajo legislación argentina serán los que puedan recibir el dinero que ingresó el gobierno nacional, mientras que otros bancos o agentes de cambio, entre ellos el Bank of New York Mellon (BoNY) al que se refiere el cese de pagos declarado ayer, siguen con los fondos congelados.
Griesa dice que la "negociación" debe seguir
Durante la reunión entre los representantes del Estado argentino, los fondos buitres y los bancos y entidades financieras responsables de cursar los pagos de deuda, el juez neoyorquino ratificó su fallo favorable a los buitres y confirmó a Daniel Pollack como mediador en el litigio. Sin embargo, no se expidió sobre qué debe hacer el BoNY con los fondos que Argentina giró para el pago a los bonistas que entraron en los canjes de 2005 y 2010.
El encuentro de poco menos de una hora tuvo lugar al mediodía en la Corte del Distrito Sur de Manhattan. Allí, Thomas Griesa sostuvo que las partes deben continuar negociando y ratificó, ante un pedido en contrario de la Argentina, las facultades de Pollack.
Uno de los abogados que representa al Estado argentino, Jonathan Blackman, reiteró que el país "está comprometido" con el proceso de diálogo para alcanzar un acuerdo, pero planteó la necesidad de encontrar "otros medios" para continuar las conversaciones porque "la República no tiene más confianza en el proceso bajo (la intervención) del special master Pollack".
Blackman explicó que el comunicado de Pollack, emitido el miércoles luego de que fracasaran las negociaciones preliminares, "fue desafortunado" porque "no brindó una visión completa de la situación" y afirmó, además, que el país había entrado en default.
En esta oportunidad, Griesa evitó referirse al default nuevamente y tampoco aludió a los fondos ya depositados por la Argentina para afrontar el pago de los vencimientos programados.
"Más allá de lo que pasó la noche del miércoles (día en que vencía el plazo para realizar el pago), de si fue default o no, lo importante es que las obligaciones permanecen y tienen que ser tratadas", sostuvo el magistrado y llamó a las partes a seguir con las negociaciones.
"El juez siempre tuvo una visión parcial"
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sostuvo que el Gobierno nacional no tenía "expectativas favorables" acerca de la reunión convocada por el juez neoyorquino Thomas Griesa y ratificó que el país no entró en default porque "nosotros depositamos en las cuentas habilitadas para el agente fiduciario, que es el responsable de distribuir" los fondos entre los acreedores.
"El Gobierno nacional no tiene expectativas favorables en relación con la re convocatoria de hoy" debido a que el juez estadounidense "siempre tuvo una visión parcial" en el marco del litigio con los fondos buitre, sostuvo el jefe de ministros durante su habitual conferencia en Casa de Gobierno.
De todas maneras, el funcionario sostuvo que, en el marco de ese expediente, Griesa "tiene que resolver las cuestiones pendientes como las múltiples mociones por múltiples actores involucrados en este proceso de pago". Consultado, además, sobre el hecho de que Estados Unidos sea la jurisdicción para resolver las cuestiones de deuda de la Argentina, Capitanich explicó que este tema fue dispuesto en su momento por la dictadura militar, y que el endeudamiento "se hizo sobre esa jurisdicción", lo cual se debe mantener.
La CNV investigará una "posible estafa millonaria" de los holdouts
El Ministerio de Economía criticó la decisión del juez estadounidense Thomas Griesa de mantener inmovilizado en las cuentas del Bank of New York el depósito realizado por Argentina y encargó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) investigar si se trata de "una maniobra encaminada a que los fondos buitre cobren seguros de default que ellos mismos han reconocido que tienen".
Mediante un comunicado, la cartera de Economía precisó que el titular, Axel Kicillof, "ante esta posible estafa millonaria, ha notificado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) esta situación y ha solicitado que inicie una exhaustiva investigación que determine si este juicio no es en realidad la fachada de una maniobra especulativa en favor de los fondos buitre" para que "ganen por los bonos en default que compraron a precio vil, pero también por los derivados financieros que se cobran".
Además, el ministro criticó que "una vez más el juez llamó a una audiencia para no resolver absolutamente nada en relación a los fondos de terceros que mantiene inmovilizados" y subrayó que al impedir el cobro a algunos de los bonistas del canje, el magistrado neoyorquino "pretende someter a Argentina a una verdadera extorsión para que pague a los fondos buitre".
El comunicado agrega que el mediador Pollack "ha demostrado a través de su último comunicado una manifiesta parcialidad en favor de los fondos buitre", además de que "se ha excedido absolutamente en sus incumbencias y atribuciones al calificar de 'default' al impedimento de cobro que el mismo juzgado de Griesa impuso a algunos bonistas".
Página|12
En la orden obliga a hacer este pago de una sola vez,en las mismas condiciones que ya permitió a Citibank hace unos días, que fue criticada por fuentes del mercado financiero y por el Ministerio de Economía.
Los bonistas alcanzados por Euroclear Bank y Clearstream Banking junto con los tenedores de bonos emitidos en pesos bajo legislación argentina serán los que puedan recibir el dinero que ingresó el gobierno nacional, mientras que otros bancos o agentes de cambio, entre ellos el Bank of New York Mellon (BoNY) al que se refiere el cese de pagos declarado ayer, siguen con los fondos congelados.
Griesa dice que la "negociación" debe seguir
Durante la reunión entre los representantes del Estado argentino, los fondos buitres y los bancos y entidades financieras responsables de cursar los pagos de deuda, el juez neoyorquino ratificó su fallo favorable a los buitres y confirmó a Daniel Pollack como mediador en el litigio. Sin embargo, no se expidió sobre qué debe hacer el BoNY con los fondos que Argentina giró para el pago a los bonistas que entraron en los canjes de 2005 y 2010.
El encuentro de poco menos de una hora tuvo lugar al mediodía en la Corte del Distrito Sur de Manhattan. Allí, Thomas Griesa sostuvo que las partes deben continuar negociando y ratificó, ante un pedido en contrario de la Argentina, las facultades de Pollack.
Uno de los abogados que representa al Estado argentino, Jonathan Blackman, reiteró que el país "está comprometido" con el proceso de diálogo para alcanzar un acuerdo, pero planteó la necesidad de encontrar "otros medios" para continuar las conversaciones porque "la República no tiene más confianza en el proceso bajo (la intervención) del special master Pollack".
Blackman explicó que el comunicado de Pollack, emitido el miércoles luego de que fracasaran las negociaciones preliminares, "fue desafortunado" porque "no brindó una visión completa de la situación" y afirmó, además, que el país había entrado en default.
En esta oportunidad, Griesa evitó referirse al default nuevamente y tampoco aludió a los fondos ya depositados por la Argentina para afrontar el pago de los vencimientos programados.
"Más allá de lo que pasó la noche del miércoles (día en que vencía el plazo para realizar el pago), de si fue default o no, lo importante es que las obligaciones permanecen y tienen que ser tratadas", sostuvo el magistrado y llamó a las partes a seguir con las negociaciones.
"El juez siempre tuvo una visión parcial"
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sostuvo que el Gobierno nacional no tenía "expectativas favorables" acerca de la reunión convocada por el juez neoyorquino Thomas Griesa y ratificó que el país no entró en default porque "nosotros depositamos en las cuentas habilitadas para el agente fiduciario, que es el responsable de distribuir" los fondos entre los acreedores.
"El Gobierno nacional no tiene expectativas favorables en relación con la re convocatoria de hoy" debido a que el juez estadounidense "siempre tuvo una visión parcial" en el marco del litigio con los fondos buitre, sostuvo el jefe de ministros durante su habitual conferencia en Casa de Gobierno.
De todas maneras, el funcionario sostuvo que, en el marco de ese expediente, Griesa "tiene que resolver las cuestiones pendientes como las múltiples mociones por múltiples actores involucrados en este proceso de pago". Consultado, además, sobre el hecho de que Estados Unidos sea la jurisdicción para resolver las cuestiones de deuda de la Argentina, Capitanich explicó que este tema fue dispuesto en su momento por la dictadura militar, y que el endeudamiento "se hizo sobre esa jurisdicción", lo cual se debe mantener.
La CNV investigará una "posible estafa millonaria" de los holdouts
El Ministerio de Economía criticó la decisión del juez estadounidense Thomas Griesa de mantener inmovilizado en las cuentas del Bank of New York el depósito realizado por Argentina y encargó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) investigar si se trata de "una maniobra encaminada a que los fondos buitre cobren seguros de default que ellos mismos han reconocido que tienen".
Mediante un comunicado, la cartera de Economía precisó que el titular, Axel Kicillof, "ante esta posible estafa millonaria, ha notificado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) esta situación y ha solicitado que inicie una exhaustiva investigación que determine si este juicio no es en realidad la fachada de una maniobra especulativa en favor de los fondos buitre" para que "ganen por los bonos en default que compraron a precio vil, pero también por los derivados financieros que se cobran".
Además, el ministro criticó que "una vez más el juez llamó a una audiencia para no resolver absolutamente nada en relación a los fondos de terceros que mantiene inmovilizados" y subrayó que al impedir el cobro a algunos de los bonistas del canje, el magistrado neoyorquino "pretende someter a Argentina a una verdadera extorsión para que pague a los fondos buitre".
El comunicado agrega que el mediador Pollack "ha demostrado a través de su último comunicado una manifiesta parcialidad en favor de los fondos buitre", además de que "se ha excedido absolutamente en sus incumbencias y atribuciones al calificar de 'default' al impedimento de cobro que el mismo juzgado de Griesa impuso a algunos bonistas".
Página|12
Por qué íbamos con Alemania
Un periodista español publicó una nota en el diario El País donde criticó a los argentinos y justificó su preferencia por Alemania en la final del Mundial.
Los españoles deseábamos casi unánimemente la derrota de Argentina en la final del Mundial porque nos pueden los estereotipos
Por Ramón Muñoz, El País
Le echamos la culpa de todos nuestros males financieros. De los recortes y el austericidio que sufrimos los países mediterráneos. Les responsabilizamos del euro fuerte, los minijobs y la bajada de salarios. A su canciller Merkel la ridiculizamos como a una paleta glotona con espuma de cerveza espurreándole por la boca, y a la menor protesta sacamos en romería su imagen, caricaturizada como una oficial de la SS o como una vampira colega de farras del uruguayo Luis Suárez. Y, sin embargo, cuando se enfrentaron con Argentina en la final del Mundial de Brasil, todos íbamos con los alemanes.
Decían los sondeos previos que el 70% de los españoles queríamos que ganaran los prusianos. Y cuando Mario Götze marcó en la prórroga, el aullido unánime que recorrió las calles desiertas de Madrid confirmó que no siempre las encuestas se equivocan. ¿De dónde surgió de repente esa empatía teutona? Intuyo que más que el afecto hacia los alemanes nos pudo el recelo contra los argentinos. Sé que es políticamente incorrecto y que me crujirán en Twitter por decirlo pero creo que argentinos y españoles nos profesamos un odio mutuo.
Tiraré de estereotipos para explicarlo. No digo que los comparta ni que sean justos. Simplemente funcionan para explicar, por ejemplo, por qué vemos a todos los argentinos como porteños buscavidas y gigolos. Y por qué ellos nos ven como gallegos brutotes con mierda de vaca entre las uñas y con aires de virreyes.
Odiamos a los argentinos porque creemos que hay que utilizar el satélite de Google Maps para observar el tamaño de su ego. Nos irrita su verborrea, sus metáforas freudianas, las hipérboles retóricas que usan para describir el asunto más nimio. Por eso, no podemos ni ver a Valdano o a Menotti, aunque cuando les escucho y comparo su lenguaje con el verbo pelado y macarra de Camacho o de Clemente, los antecesores de Del Bosque en La Roja, me pregunto si pertenecen al mismo escalón evolutivo o si nuestros bravos seleccionadores se quedaron en el rellano del primer piso.
Los jugadores argentinos nos parecen marrulleros, violentos, al servicio del antifútbol. Olvidamos que un tal Andoni Goikoetxea, que fuera seleccionador de nuestras jóvenes promesas, aún exhibe como un trofeo las botas con las que le quebró el peroné a Maradona, el extraterrestre argentino que mejor ha tocado una pelota sobre la faz de la Tierra. Goiko tiene otro trofeo, el que le otorgó The Times como jugador más violento de la historia.
Animamos a la selección alemana porque su juego dinámico y bonito era, en realidad, una prolongación del nuestro, su tiki taken era nuestro tiki taka con 10 centímetros más. Pero en Sudáfrica, España fue la campeona más rácana de la historia: ocho goles. Los alemanes casi metieron los mismos en su paliza a Brasil en un solo partido.
Y si los argentinos no son tan ególatras, si su fútbol no es tan mezquino y hasta hablan bien… ¿Por qué cuando marcó Götze yo también grité enfebrecido: “Goooool”?
Los españoles deseábamos casi unánimemente la derrota de Argentina en la final del Mundial porque nos pueden los estereotipos
Por Ramón Muñoz, El País
Le echamos la culpa de todos nuestros males financieros. De los recortes y el austericidio que sufrimos los países mediterráneos. Les responsabilizamos del euro fuerte, los minijobs y la bajada de salarios. A su canciller Merkel la ridiculizamos como a una paleta glotona con espuma de cerveza espurreándole por la boca, y a la menor protesta sacamos en romería su imagen, caricaturizada como una oficial de la SS o como una vampira colega de farras del uruguayo Luis Suárez. Y, sin embargo, cuando se enfrentaron con Argentina en la final del Mundial de Brasil, todos íbamos con los alemanes.
Decían los sondeos previos que el 70% de los españoles queríamos que ganaran los prusianos. Y cuando Mario Götze marcó en la prórroga, el aullido unánime que recorrió las calles desiertas de Madrid confirmó que no siempre las encuestas se equivocan. ¿De dónde surgió de repente esa empatía teutona? Intuyo que más que el afecto hacia los alemanes nos pudo el recelo contra los argentinos. Sé que es políticamente incorrecto y que me crujirán en Twitter por decirlo pero creo que argentinos y españoles nos profesamos un odio mutuo.
Tiraré de estereotipos para explicarlo. No digo que los comparta ni que sean justos. Simplemente funcionan para explicar, por ejemplo, por qué vemos a todos los argentinos como porteños buscavidas y gigolos. Y por qué ellos nos ven como gallegos brutotes con mierda de vaca entre las uñas y con aires de virreyes.
Odiamos a los argentinos porque creemos que hay que utilizar el satélite de Google Maps para observar el tamaño de su ego. Nos irrita su verborrea, sus metáforas freudianas, las hipérboles retóricas que usan para describir el asunto más nimio. Por eso, no podemos ni ver a Valdano o a Menotti, aunque cuando les escucho y comparo su lenguaje con el verbo pelado y macarra de Camacho o de Clemente, los antecesores de Del Bosque en La Roja, me pregunto si pertenecen al mismo escalón evolutivo o si nuestros bravos seleccionadores se quedaron en el rellano del primer piso.
Los jugadores argentinos nos parecen marrulleros, violentos, al servicio del antifútbol. Olvidamos que un tal Andoni Goikoetxea, que fuera seleccionador de nuestras jóvenes promesas, aún exhibe como un trofeo las botas con las que le quebró el peroné a Maradona, el extraterrestre argentino que mejor ha tocado una pelota sobre la faz de la Tierra. Goiko tiene otro trofeo, el que le otorgó The Times como jugador más violento de la historia.
Animamos a la selección alemana porque su juego dinámico y bonito era, en realidad, una prolongación del nuestro, su tiki taken era nuestro tiki taka con 10 centímetros más. Pero en Sudáfrica, España fue la campeona más rácana de la historia: ocho goles. Los alemanes casi metieron los mismos en su paliza a Brasil en un solo partido.
Y si los argentinos no son tan ególatras, si su fútbol no es tan mezquino y hasta hablan bien… ¿Por qué cuando marcó Götze yo también grité enfebrecido: “Goooool”?
Duro comunicado del ministerio de Economía por el desempeño de Griesa
El ministerio que conduce Axel Kicillof emitió hoy un comunicado sobre la causa con los holdouts y criticó el desempeño del juez del distrito sur de Nueva York: "Sigue sin resolver nada para beneficiar a los buitres".
El juez Griesa dijo que deben seguir las negociaciones con los fondos buitre
Tras una nueva audiencia en el juzgado de Thomas Griesa, el Ministerio de Economía emitió un comunicado en el que criticó duramente al magistrado y el estado de la causa que favorece a los fondos buitre. "Llamó a una audiencia para no resolver absolutamente nada", afirman.
En ese sentido, en el texto de la cartera que conduce Axel Kicillof se manifiesta: "En el día de la fecha ha tenido lugar una nueva audiencia en el juzgado del juez Thomas Griesa. En dicho encuentro, el juez denegó el pedido de Argentina de reemplazar al mediador Daniel Pollack, quien ha demostrado a través de su último comunicado una manifiesta parcialidad en favor de los fondos buitre. El mediador se ha excedido absolutamente en sus incumbencias y atribuciones al calificar de 'default' al impedimento de cobro que el mismo juzgado de Griesa impuso a algunos bonistas. Pero, además, no es mérito de Pollack que el ministro de Economía de la Nación se haya reunido con los fondos buitres, sino una muestra de buena fe de la Argentina, en el marco de la incapacidad de aquél como mediador para encontrar una solución que no sólo beneficie a los fondos buitres. Por estas razones, Argentina reiterará la solicitud de reemplazo del mediador por escrito".
"Una vez más el juez llamó a una audiencia para no resolver absolutamente nada en relación a los fondos de terceros que mantiene inmovilizados. De este modo, lejos de mantener el status quo, como lo ha denunciado la República, vuelve a favorecer a los fondos buitre, en dos sentidos", continúa el texto.
Y sigue: "En primer lugar, al impedir el cobro a algunos de los bonistas del canje, pretende someter a la Argentina a una verdadera extorsión para que pague a los fondos buitre lo que pretenden, aún cuando el propio juez sabe perfectamente que tal pretensión implica la violación de la ley argentina, así como de los contratos con el 92,4% de los bonistas que ingresaron al canje (cláusula RUFO)".
"Pero en segundo lugar, como también advirtió Argentina, puede ser ésta una maniobra encaminada a que los fondos buitre, directamente o a través de otras sociedades, cobren seguros de default que ellos mismos han reconocido que tienen. En efecto, también en el día de hoy se conoció que la sociedad privada ISDA (Asociación Internacional de Swaps y Derivados), en la que participan los mismos fondos buitre, dio lugar al pago de los seguros de default por un monto cercano a los 1.000 millones de dólares. Si bien esto no implica que la República deba pagar absolutamente nada, ya que son transacciones entre privados, favorece a unos privados a expensas de otros en intenta instalar el mensaje que Argentina se encuentra en default", agrega.
Además, sostiene: "Sin embargo, como ya lo ha reiterado la República, esta situación no configura, bajo ningún punto de vista, un evento de default. En primer lugar, porque dentro de las previsiones que figuran en el prospecto, en el punto 4.1 bajo el rótulo 'Casos de Incumplimiento', ninguno de ellos refiere a un bloqueo de cobro por parte de un juez. Pero, además, porque en ese mismo prospecto el apartado referido a los factores de riesgo prevé una situación de este tipo, otorgando el debido aviso a los acreedores que decidieran adquirir estos títulos".
"Lo actuado por el juez hasta el momento revela que su actitud, lejos de impartir justicia y generar condiciones equilibradas entre las partes, busca favorecer a los fondos buitre. ¿Cómo puede ser que haya delegado en los fondos buitre la decisión de dar un stay a Argentina, cuando estos mismos fondos podían tener ganancias multimillonarias si no arreglaban? Nunca mejor aplicada la frase 'juez y parte'. Pero lo más grave es que ya no estaríamos ante la conocida figura de "utilización de información privilegiada para favorecerse", figura condenada internacionalmente por todos los organismos de contralor, sino que estaríamos ante un insólito caso donde una de las partes, con la ayuda del juez, provoca los hechos que luego la favorece", se manifiesta.
Y concluye: "Ante esta posible estafa millonaria, el Ministerio de Economía ha notificado a la Comisión Nacional de Valores esta situación y ha solicitado que, de inmediato, se inicie una exhaustiva investigación que determine si este juicio no es en realidad la fachada de una maniobra especulativa en favor de los fondos buitre, que pretende que ganen por los bonos en default que compraron a precio vil, pero también por los derivados financieros que se cobran cuando esta sociedad ISDA lo decide. La CNV solicitará a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) información precisa sobre las transacciones con esos títulos, para investigar si los propios fondos buitre, por sí, o a través de terceros, obtuvieron ingentes beneficios al no alcanzar un acuerdo".
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El juez Griesa dijo que deben seguir las negociaciones con los fondos buitre
Tras una nueva audiencia en el juzgado de Thomas Griesa, el Ministerio de Economía emitió un comunicado en el que criticó duramente al magistrado y el estado de la causa que favorece a los fondos buitre. "Llamó a una audiencia para no resolver absolutamente nada", afirman.
En ese sentido, en el texto de la cartera que conduce Axel Kicillof se manifiesta: "En el día de la fecha ha tenido lugar una nueva audiencia en el juzgado del juez Thomas Griesa. En dicho encuentro, el juez denegó el pedido de Argentina de reemplazar al mediador Daniel Pollack, quien ha demostrado a través de su último comunicado una manifiesta parcialidad en favor de los fondos buitre. El mediador se ha excedido absolutamente en sus incumbencias y atribuciones al calificar de 'default' al impedimento de cobro que el mismo juzgado de Griesa impuso a algunos bonistas. Pero, además, no es mérito de Pollack que el ministro de Economía de la Nación se haya reunido con los fondos buitres, sino una muestra de buena fe de la Argentina, en el marco de la incapacidad de aquél como mediador para encontrar una solución que no sólo beneficie a los fondos buitres. Por estas razones, Argentina reiterará la solicitud de reemplazo del mediador por escrito".
"Una vez más el juez llamó a una audiencia para no resolver absolutamente nada en relación a los fondos de terceros que mantiene inmovilizados. De este modo, lejos de mantener el status quo, como lo ha denunciado la República, vuelve a favorecer a los fondos buitre, en dos sentidos", continúa el texto.
Y sigue: "En primer lugar, al impedir el cobro a algunos de los bonistas del canje, pretende someter a la Argentina a una verdadera extorsión para que pague a los fondos buitre lo que pretenden, aún cuando el propio juez sabe perfectamente que tal pretensión implica la violación de la ley argentina, así como de los contratos con el 92,4% de los bonistas que ingresaron al canje (cláusula RUFO)".
"Pero en segundo lugar, como también advirtió Argentina, puede ser ésta una maniobra encaminada a que los fondos buitre, directamente o a través de otras sociedades, cobren seguros de default que ellos mismos han reconocido que tienen. En efecto, también en el día de hoy se conoció que la sociedad privada ISDA (Asociación Internacional de Swaps y Derivados), en la que participan los mismos fondos buitre, dio lugar al pago de los seguros de default por un monto cercano a los 1.000 millones de dólares. Si bien esto no implica que la República deba pagar absolutamente nada, ya que son transacciones entre privados, favorece a unos privados a expensas de otros en intenta instalar el mensaje que Argentina se encuentra en default", agrega.
Además, sostiene: "Sin embargo, como ya lo ha reiterado la República, esta situación no configura, bajo ningún punto de vista, un evento de default. En primer lugar, porque dentro de las previsiones que figuran en el prospecto, en el punto 4.1 bajo el rótulo 'Casos de Incumplimiento', ninguno de ellos refiere a un bloqueo de cobro por parte de un juez. Pero, además, porque en ese mismo prospecto el apartado referido a los factores de riesgo prevé una situación de este tipo, otorgando el debido aviso a los acreedores que decidieran adquirir estos títulos".
"Lo actuado por el juez hasta el momento revela que su actitud, lejos de impartir justicia y generar condiciones equilibradas entre las partes, busca favorecer a los fondos buitre. ¿Cómo puede ser que haya delegado en los fondos buitre la decisión de dar un stay a Argentina, cuando estos mismos fondos podían tener ganancias multimillonarias si no arreglaban? Nunca mejor aplicada la frase 'juez y parte'. Pero lo más grave es que ya no estaríamos ante la conocida figura de "utilización de información privilegiada para favorecerse", figura condenada internacionalmente por todos los organismos de contralor, sino que estaríamos ante un insólito caso donde una de las partes, con la ayuda del juez, provoca los hechos que luego la favorece", se manifiesta.
Y concluye: "Ante esta posible estafa millonaria, el Ministerio de Economía ha notificado a la Comisión Nacional de Valores esta situación y ha solicitado que, de inmediato, se inicie una exhaustiva investigación que determine si este juicio no es en realidad la fachada de una maniobra especulativa en favor de los fondos buitre, que pretende que ganen por los bonos en default que compraron a precio vil, pero también por los derivados financieros que se cobran cuando esta sociedad ISDA lo decide. La CNV solicitará a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) información precisa sobre las transacciones con esos títulos, para investigar si los propios fondos buitre, por sí, o a través de terceros, obtuvieron ingentes beneficios al no alcanzar un acuerdo".
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