martes, 27 de mayo de 2014

LOS CONTACTOS ENTRE MACRISTAS Y RADICALES CON MIRAS A UNA POSIBLE ALIANZA EN 2015 Un acuerdo para cocinar a fuego lento

Por Werner Pertot
El acuerdo entre el PRO y FA-Unen es como un sapo. Si al sapo se lo mete en una olla con agua hirviendo, salta y se escapa. Si, en cambio, se lo deja en una olla con agua fría y se la va calentando lentamente, se queda hasta reventar. Tanto Mauricio Macri como Ernesto Sanz creen que el acuerdo es algo que se debe cocinar a fuego lento. El titular de la UCR salió a enfriar la polémica en el Frente Amplio Unen, dado que considera que éste no es el momento para avanzar, pero luego compartió un encuentro con Macri en el que bromearon (¿bromearon?) sobre una fórmula conjunta. Esta semana tuvo una reunión con uno de los armadores nacionales del PRO. En ambos espacios creen que lo mejor es ir logrando acuerdos provinciales y que la alianza nacional llegue después como una consecuencia de eso.
Elisa Carrió conspira contra el proyecto con la estridencia pública de su llamado a acordar con Macri. Tanto el radicalismo como el PRO preferirían una conversación más sotto voce. En el macrismo aseguran que es con la que menos diálogo tienen. Luego del encuentro que tuvo la líder de la Coalición Cívica con Gabriela Michetti en la Legislatura porteña, están buscando un acercamiento para conseguir una cumbre entre Macri y Carrió. La diputada resiste, sobre todo, a los peronistas del PRO. Los macristas comentan una paradoja: quien más defiende en los medios un acuerdo con el PRO es quien menos diálogo tiene con ellos. En cambio, los que se mostraron más ambiguos son los que más conversan.
De esto puede dar fe Ernesto Sanz. Cuando le preguntaron por el tema, sostuvo que no estaba en agenda. La idea era bajar el tono de la polémica interna de FA-Unen, que esta semana reflotó con críticas de Proyecto Sur, Libres del Sur y GEN a Carrió y a los que quieren acordar. Pero Sanz no se queda quieto. El primer gesto fue la charla amena que mantuvo con Macri en la Universidad Austral. Entre sonrisas, allí Sanz dijo: “El problema es que, si empieza a hablar él, van a decir ‘Macri y Sanz’ y yo preferiría ‘Sanz y Macri’”. Guiño, guiño. Algunos lo tomaron como una broma, pero Sanz no descarta un acuerdo con el macrismo, sobre todo si las encuestas le confirman que, al ir separados, ambos quedan fuera del ballottage.
El jueves pasado, Sanz tuvo un encuentro con el presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, con quien conversa habitualmente. Frigerio integra la mesa nacional del PRO y es uno de los que trabaja para lograr un acuerdo con los radicales. Otro que impulsa esa dirección es el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, quien ya dio por cerrado cualquier acuerdo con Sergio Massa. Michetti es una tercera figura de excelente relación con Sanz que podría ayudar al acuerdo, pero el encontronazo con Gerardo Morales puso en entredicho ese rol.
Tanto Sanz como los macristas plantean que la forma en que debería darse el acuerdo es “de abajo hacia arriba” o, dicho de otra forma, con acuerdos provinciales primero y con un acuerdo nacional que llegue como moño a todo un proceso. Está claro que nada de esto ocurriría sin resistencias. En el PRO contabilizan una decena de provincias en las que este proceso podría comenzar, aunque cada una tiene sus particularidades: Córdoba, Tucumán, Entre Ríos, Catamarca, La Rioja, Corrientes, Chaco, Formosa, San Juan, Santa Cruz y tal vez Mendoza.
En Córdoba, el resultado que obtuvo Héctor “La Coneja” Baldassi los deja en una buena posición para negociar su apoyo a la candidatura a gobernador. Esta semana, Macri siguió sumando referentes del deporte: al ex árbitro se le agregó el golfista Eduardo “Gato” Romero y el presidente del Club Atenas, Felipe Lábaque. Uno de los que milita abiertamente por el acuerdo con el macrismo es el cordobés Oscar Aguad. Las posibilidades son menores en Mendoza si Julio Cobos es el candidato, que si el acuerdo es con el intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, con el que los macristas tienen conversaciones hace tiempo. El macrista mendocino Gustavo Senetiner ya se pronunció a favor de un acercamiento a los radicales.
En Entre Ríos, en tanto, no pudieron llegar a un acuerdo en 2013, pero la buena elección que hizo Alfredo De Angeli los dejó bien parados para una negociación futura con los radicales. Hacia ahí ya va Rogelio Frigerio, a quien nombraron interventor del PRO Entre Ríos. El acercamiento con los radicales en esa provincia tiene sus resistencias internas, pero es una posibilidad concreta.
En otras provincias ya existe un acuerdo entre la UCR y el PRO. Tal es el caso de Tucumán, donde el senador José Cano tiene una alianza con el macrismo. En Corrientes, el gobernador radical Ricardo Colombi tiene al PRO entre los partidos que integran su alianza de gobierno y ya dijo públicamente que hay que buscar un acuerdo nacional con el macrismo. En Catamarca, el PRO también fue junto al ex mandatario radical Eduardo Brizuela del Moral. En Formosa, Ricardo Bruyaile también busca un acuerdo con los macristas. Lo mismo podría ocurrir con Eduardo Costa en Santa Cruz, con el radicalismo en La Rioja o en San Juan. En Chaco, hace poco, Macri estuvo con la intendenta de Resistencia, Aída Ayala.
En la provincia de Buenos Aires, en cambio, las principales figuras –Ricardo Alfonsín y Margarita Stolbizer, por caso– se oponen. También los macristas ven complejo llegar a un acuerdo con Unen en la Ciudad de Buenos Aires. “Los tiempos tal vez no den si las PASO porteñas son en marzo y las elecciones, en junio”, dicen en la mesa nacional del PRO. Sin embargo, uno de los precandidatos a jefe de Gobierno, Martín Lousteau, se mostró dispuesto a ir a internas con el PRO. Con la ley de PASO porteña, eso le permitiría encabezar la lista o bien podría ser elegido por el eventual candidato macrista como vicejefe. “Michetti-Lousteau sería una buena fórmula”, sueñan en Bolívar 1. Está claro que tanto radicales como macristas están todavía lejos de cocinar el acuerdo. Pero el fuego está puesto. Y hay más de uno dispuesto a comerse el sapo

EL MUNDO › OPINION La estrategia de Francisco

Desde el comienzo de su pontificado, Francisco eligió la estrategia de los gestos para instalar temas, abrir debates, impulsar perspectivas. Y esos gestos son luego seguidos de iniciativas políticas con sentido estratégico. Los ejemplos abundan. Dijo que quiere “una Iglesia pobre y de los pobres”. Su primer viaje fue a Lampedusa, para encontrarse con los migrantes ilegales que bregan por entrar en Europa. Predica la austeridad, pero también muestra austeridad personal en medio de un contexto vaticano que contradice esta mirada. Reafirma la idea de colegialidad en la Iglesia y genera una comisión de cardenales que, sobrepasando la formalidad de la normativa eclesiástica, tiene como atribución pensar otras formas de gobierno de la Iglesia. “Hagan lío”, les dijo a los jóvenes en Río y él mismo “hace lío” cuando deja trascender mensajes pastorales que no se ajustan exactamente a las rígidas normas de la institución católica. Se puede acordar o disentir con el papa Bergoglio, estar de acuerdo o no con su mirada sobre el mundo y la Iglesia. Pero es incuestionable que Francisco es un eclesiástico que sabe manejar los gestos y también los tiempos y el arte de la política, que tiene objetivos y que está dispuesto a cumplirlos paso a paso, con disciplina estratégica, con habilidad política (que incluye también el factor sorpresa) y el sentido de la oportunidad.
El viaje a Tierra Santa no escapa a esta lógica. La imagen de Francisco con la cabeza apoyada sobre el muro de separación de Belén, en el mismo sitio en que los palestinos reivindican con pintadas sus ansias de libertad, no puede pensarse de ninguna manera como resultado de una improvisación o una inspiración del momento. No estaba en el itinerario oficial, pero se puede asegurar sin temor a errar que Bergoglio imaginó ese instante, lo meditó y lo ejecutó a la perfección. Quizá soñó (y programó) el rezo conjunto y el cuadro resultante frente al Muro de los Lamentos al lado de sus amigos argentinos, el rabino Abraham Skorka y el musulmán Omar Abboud. La exclamación con la que los tres sellaron ese momento (“¡Lo logramos!”) habla a las claras del propósito que los llevó hasta ahí.
Todo el viaje estuvo marcado por algunos objetivos claves: instalar el tema de la paz con justicia, apuntalado en el diálogo desde la diferencia, y consolidar el papel que las grandes religiones pueden hacer a la paz en el mundo, en todos los escenarios. Aun en los más conflictivos y donde todo parece ser difícil. Para ello utilizó todas sus capacidades para decir y fijar posición sin herir susceptibilidades en interlocutores sensibilizados. En ese escenario, Francisco eligió también una estrategia discursiva: en lugar de juzgar, reprender y advertir, optó por predicar siempre la fortaleza del diálogo y centrar en esta capacidad de los hombres la posibilidad de superar las diferencias.
Cincuenta años atrás, Pablo VI llegó a Tierra Santa para fomentar el diálogo entre religiones. Francisco es un convencido de que en el mundo actual las grandes religiones tienen que jugar un papel fundamental para construir y consolidar la paz. El viaje a Tierra Santa se inscribe en este propósito. Objetivo que el Papa también tradujo en acciones concretas como su participación activa en el caso de Siria y ahora en la propuesta para comprometer a los presidentes palestino e israelí, Mahmud Abbas y Shimon Peres, para llegarse hasta el Vaticano para “rezar juntos”.
Francisco utiliza también el escenario mediático para desarrollar su estrategia. Genera gestos que comprometen a terceros, aun a sabiendas de que también lo comprometen a él. Está convencido de que colaborar a la paz en el mundo puede ser un aporte que la Iglesia Católica y que él como Papa pueden hacer hoy a la humanidad. Es también el camino para acrecentar (¿rescatar?, ¿recuperar?) el prestigio de la Iglesia y crecer en el suyo propio, afianzándose como figura y referente en el escenario internacional. Para ello seguirá afirmando que la búsqueda de la paz debe estar por encima “de las diferencias de ideas, lengua, cultura o religión”. Este es su lema y habrá nuevos gestos y más hechos en la misma línea.

EL GENERAL QUE DERROCO A MOHAMED MURSI GANARIA LA VOTACION Al Sisi, favorito en Egipto

Por Tom Dale y Deyaa Adel *
Desde El Cairo El ex jefe militar de Egipto, Abdel Fattah al Sisi, está camino a una victoria arrolladora en las elecciones presidenciales, mientras los egipcios fueron a las mesas electorales para el primer día de la votación de ayer. Desde la capital, en declaraciones a The Independent, la mayoría de los votantes dijo que estaban apoyando al ex mariscal de campo Al Sisi, quien lideró un golpe militar en julio del año pasado para derrocar al anterior y único presidente electo del país, Mohamed Mursi.
El mariscal retirado, de 59 años, está ya al frente del gobierno interino que formó hace 11 meses, cuando lanzó contra los partidarios de Mursi la represión más violenta de la historia reciente de Egipto. Esto le costó numerosas críticas a nivel internacional, pero también le hizo ganar una enorme popularidad entre los egipcios que, se estima, acudieron a votarlo en masa.
“Vamos a votar por el hombre que nos salvó, que nunca nos falló, el hombre fuerte Al Sisi”, dijo Jihan Helmy, un arqueólogo que hacía cola afuera de un colegio electoral en el próspero barrio de Garden City. Las mujeres que lo rodeaban asintieron en señal de aprobación. Preguntados sobre por qué votaban a Al Sisi, los electores volvían muchas veces a varios temas comunes: la seguridad, la estabilidad, la lucha contra el terrorismo y la necesidad de revitalizar la debilitada economía de la nación después de lo que Helmy llamó “tres años de desastre”.
Desde el colegio electoral en el que votó, Al Sisi prometió que “mañana será fantástico. Todo el mundo nos observa mientras escribimos nuestra historia y nuestro futuro”, añadió el candidato favorito, hablándole a una masa entusiasta. Sus detractores consideran que, con su elección, el ejército vuelve a tomar el poder, tras haber dejado a Mursi y a los Hermanos Musulmanes tan sólo un año en el poder. Los defensores de los derechos humanos ya consideran al gobierno interino más autoritario que el de Mubarak.
En el polvoriento suburbio industrial de Helwan, un trabajador de una fábrica de cemento que llevaba la insignia de un observador oficial de las elecciones anunció que él también votará por Al Sisi. “El se preocupa por todos nosotros, de los pobres a los ricos”, dijo Sameh Mahmoud.
Aunque Al Sisi ha hecho hincapié en la necesidad del trabajo duro y el sacrificio, sus partidarios más pobres siguen creyendo que él va a mejorar sus vidas, aunque tome “un año o dos”, según dijo Fouad Hamam, un pintor y decorador. “Siempre está hablando de gente como nosotros, bajo la línea de pobreza.”
“Confiamos en el ejército a ciegas”, dijo Adl Ageeb, de 63 años, propietario de una tienda cerca con estantes casi vacíos. Debido a la experiencia de Al Sisi como líder militar, Ageeb cree que será capaz de restaurar el país a los mejores días que él recuerda de su juventud. “Queremos que vuelva el turismo; queremos que las fábricas se abran una vez más; queremos que el país avance.”
Los opositores de Al Sisi, dispersos y abrumados, no se veían demasiado. Los partidarios de su único oponente, el populista Hamdeen Sabahi, eran pocos y sólo encontramos a dos en un recorrido por los centros de votación. Un puñado de sus carteles competía con muchas banderas de Al Sisi.
Mahmoud Maher, un ingeniero de 24 años, dijo que votaría por Sabahi para “borrar el golpe de Estado”. Había apoyado las manifestaciones contra Mursi, pero ahora siente que el país se dirige de nuevo a la época de Mubarak. “Somos como pelotas de ping pong, no tenemos ninguna certeza”, dijo, con tristeza, sobre su ilusión acerca de las perspectivas de su candidato.
En un comunicado, la campaña de Sabahi afirmó que hubo “diversas irregularidades y violaciones” del reglamento electoral. La acusación no pudo ser verificada de forma independiente, y no se piensa que alteraría el resultado global. Un portavoz de la Misión de Observación Electoral de la UE dijo que no haría comentarios sobre el proceso hasta dos días después de que las encuestas hubieran cerrado.
En las calles cercanas a los centros de votación, aquellos que boicoteaban el voto por descontento con los dos candidatos, a menudo eran cautelosos y hablaban en voz baja con los periodistas. Entre ayer y hoy estaban convocados a las urnas 53 millones de votantes. Sus resultados se anunciarán, previsiblemente, el 5 de junio, y más tarde se tendrán que convocar elecciones legislativas.
Un partidario de los Hermanos Musulmanes dijo que no votaría por ninguno de los candidatos, antes de que su amigo le advirtiera que dejara de hablar. “Por supuesto que tenemos miedo”, dijo el amigo. Miles de seguidores de la Hermanos Musulmanes están en la cárcel, y el grupo está proscripto como una organización terrorista.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

10:19 › CRISIS EUROPEA España ajustó y el FMI pide más

En un informe anual sobre la cuarta economía de la zona euro, el FMI recomendó una "reducción de barreras regulatorias que constriñen la actividad de las empresas en España" junto con "la moderación salarial". Para aumentar los ingresos aconsejó, entre otras medidas, "aumentar los ingresos procedentes de impuestos indirectos".
Reconociendo los "avances" de España en la reducción de su déficit público, que alcanzaba el 6,6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) a finales de 2013, el FMI subraya, no obstante, que "sigue siendo muy elevado y la deuda, ya por encima de la media de la zona euro, se acerca rápidamente al 100 por ciento del PIB".
España ya salió del programa de rescate de sus bancos, registró un tímido crecimiento, pero el desempleo, que afecta a un cuarto de la población activa, sigue cerca de su nivel récord. "Gracias a la fortaleza de las exportaciones y la notable mejora en las condiciones de los mercados financieros, la confianza se ha recuperado y está favoreciendo el aumento del consumo privado y de la inversión empresarial", añadió el organismo.
"Lo que es más importante -añadió- es que se aprecian mejoras en el mercado de trabajo. Anticipamos que la recuperación continuará en el medio plazo."
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Macrismo13:45 (0) Destinatario Separar con comas para múltiples destinatarios. Máximo 10. Remitente Comentario (opcional) Enviarme una copia La información en esta página no podrá ser usada para envíos de email no solicitados y no podrán ser vendidos a un terceros. guardar Michetti o los límites del ecumenismo político Por Martín RodríguezLa senadora del PRO no tiene agenda: Se tiene a ella misma. Pero cuando abandona su pulsión diletante, conmueve las estructuras políticas. Michetti o los límites del ecumenismo político

Por Martín Rodríguez
La senadora del PRO no tiene agenda: Se tiene a ella misma. Pero cuando abandona su pulsión diletante, conmueve las estructuras políticas.
Los políticos-religiosos pueden ser más ecuménicos en sus relaciones políticas que los laicos. Bueno, o por lo menos así parecen dos dirigentes del Pro. Uno, el rabino Bergman, un gaucho-judío cuya búsqueda en google arroja un saldo de aforismos que son parte de la novela de estos años. La otra, Gabriela Michetti, el rostro humano del primer macrismo, cuyo origen democristiano consolidó la percepción de que Macri no pretendía asesinar cartoneros o perseguir inmigrantes, tal el imaginario que su proyección política despertaba por izquierda. Lo cierto es que el debut de Bergman, en las elecciones de 2007, junto a la CC, dieron una de las mejores postales: perdió la CC, y esa misma noche salió rajando a festejar con el Pro. Su pasión anti kirchnerista no tuvo decoro. Y fijó más rápido que nadie la dirección existencial de los republicanos: a la larga todos terminan en el Pro. Lo de Michetti es distinto. Su presencia política es diletante: irrumpe cada cuatro o cinco meses y conmociona las estructuras del Pro. No tiene agenda, se tiene a ella misma. Y su discurso parece atrapar el capital simbólico del macrismo: es renovadora, dialoguista, abierta, culposa, simple y vacía… Se podría leer cada tanto la demoledora nota que Beatriz Sarlo le dedicó en La Nación y que la hizo sufrir horrores. Un amigo la describe de este modo: “flojita de discurso, cero expectativa ejecutiva, nula actividad en lo legislativo, pero en política cada vez que aparece mueve la estantería, es como una Lole mujer”. Lousteau, Cobos y Lilita fueron las tres fotos separadas que se sacó Gabriela Michetti y provocaron un cisma. Notable.

“Mauricio es Macri”, decía Néstor Kirchner creyendo tallar en la estigmatización la clave de los prejuicios porteños. Macri ya había sido el presidente exitoso de Boca y era el hijo (díscolo) de un capitán de la industria que tenía intimidad histórica y profunda con la política. La “fotogalería” del viejo secuestro de Mauricio que publicó Perfil.com demuestra las amistades de arco infinito que tuvo Franco Macri.

El Pro es la construcción política novedosa de esta década. A la par que el kirchnerismo. Son las dos identidades nacidas y criadas a partir de la irrupción de Néstor Kirchner en la política. Hechas en espejo, un espejo y un reloj: donde el kirchnerismo dice público, el macrismo dice privado, donde el kirchnerismo dice Memoria, el macrismo dice Futuro, y así. El Pro, o Macri más precisamente, tiene las cualidades perfectas para ser el enemigo ideal: es cheto, liberal, le cuesta deglutir la papa en la boca para hablar, es decir, tiene todos los tics para que una parte de la clase media progresista odie a ese vecino. Pero el Pro es algo más que gaseosa política: es el sustento de poder que terminó por construir la oportunidad estructural de cualquier oposición no peronista. Porque gobernó la ciudad arrasando en los votos. Durante mucho tiempo fuimos muchos los que creímos que Macri, tal como su padre, era un hombre de viejos partidos, cuya creación política (alimentada por su ala liberal y duranbarbista) era apenas una estación de servicio en la que esperar la caída del liderazgo kirchnerista para salir en socorro de un peronismo sin líder. ¿Macri es o no es peronista? ¿Cuánto lo diferencia de los otros peronistas intermedios? Un Cristian Ritondo diría que sí, porque sabe que Macri es un populista liberal de rienda corta que junta votos en todas las clases sociales. Pero las simpatías de Cristina por él (conocidas cuando le dijo a Jorge Rial: “me gustan los que dicen lo que piensan”) sostuvo la extendida teoría de que el kirchnerismo quiere entregarle el poder a un Piñera. Para esa realidad tan prístina funge el peronismo y sus alternativas populares como límite. Es que el kirchnerismo lucha contra el prejuicio de ser un inquilino en el peronismo e imagina lo que Alfonsín soñó: dos grandes partidos, dos grandes corrientes, una política a la española o norteamericana. La bipolaridad. Pero para eso se necesita que esas estructuras sean partidos de ideas y no sólo (o además de) partidos de poder.

Por estos días Gabriela Michetti agitó el FA-UNEN. Un Frente que nació como la citación de Sabella: todo el mundo discutiendo al que “no” citaron (Tévez y Macri). Y para que ese temblor sea lo suficientemente poderoso contaron con el veneno de Carrió que fue la primera en nombrar la palabra Macri, es decir, lo que falta para que se frente cierre.



BATALLA DE SIERRA CHICA (30 de mayo de 1855)

Partida de Buenos Aires

Mitre salió de Buenos Aires el 27 de mayo de 1855. Hizo una marcha de flanco juzgada como perfecta por los analistas. Llegó a la Sierra Grande Tapalqué el día 28, donde se ocultó con la intención de sorprender al enemigo, que suponía ubicado a unos 20 kilómetros de distancia.

Cuando llegó la noche del 29 siguió avanzando creyendo que caería sobre el enemigo al amanecer, pero cuando aclaró el día 30, golpeó en el vacío: sus vaqueanos habían errado el cálculo. Las tolderías estaban más lejos. Esta maniobra previno a los indios. Los de Catriel se sumaron a los de Cachua, que fueron concentrándose a orillas del Arroyo Sauce.

La lectura del propio parte de Mitre revela que la conducción flaqueaba, que la indisciplina era corriente, y que un triunfo podía trocarse en derrota, tan pronto como se descuidasen los comandos.

Mitre mandó a dos escuadrones de Coraceros desplegarse en línea oblicua. Pero las milicias, sin habérselo ordenado, hicieron lo mismo. La Infantería quedó, entonces, a retaguardia. El terreno era inadecuado para la maniobra. Mitre cambió el plan y ordenó entonces el ataque sobre las tolderías, para arrebatarles cerca de un millar de caballos.

Indios amigos cargaron, pero la confusión que reinaba en la tropa prometió un triunfo demasiado fácil. La caballada indígena fue capturada, pero el desplazamiento indisciplinado de otros grupos desorganizó el cuadro de milicias. En esta confusión, las compañías de la vanguardia cristiana penetraron profundamente en el terreno enemigo. Los indios huían despavoridos. Los soldados entonces entraron a saquear los toldos, desoyendo los urgentes llamados del Trompa de Ordenes, que convocaba a reunión.

En los continuos y confusos desplazamientos de las tropas, 60 soldados vinieron a quedar aislados. Para salvarlos hubo que hacer dos cargas, que provocaron muertos y heridos entre los blancos. La situación había cambiado por completo: ahora eran amenazadas las caballadas cristianas.

Los indios, reagrupados y concentrados, lanzaron un ataque sobre la izquierda de Mitre, y aunque ésta recibió con entereza el choque, luego se dio a la fuga, mientras quedaban tras de sí muertos y heridos. La huida de estas fuerzas arrastró a todos los escuadrones. Aquello era un desorden lamentable. La Infantería, que había sido penosamente formada en cuadro para resistir una nueva embestida india, fue desarticulada por los fugitivos. No obstante, pudo rehacerse, y rompió un fuego cerrado sobre las huestes pampas. Los indios se acercaron a pesar de ello a vente pasos y llegaron a arrojar bolas perdidas, pero debieron retirarse.


Caballería de a pie

El estruendo de la fusilería espantó a la caballada indígena recién capturada. Y en el pánico arrastró a la de los cristianos, de modo que lo que quería evitarse se produjo. Y las tropas al mando de Mitre quedaron a pie. Era lo peor que podía pasarles: la evidencia de una tremenda derrota…

Mitre evaluó la situación del campo. Los indios habían vencido. Había que salvar la situación ahora, rescatar lo que quedara de las fuerzas, acudir al ingenio y al sigilo, para reparar siquiera en parte, lo que el desorden, la indisciplina y la ineptitud de su mando habían destrozado en contados momentos.

Lentamente pudo restablecer los cuadros. Luego, desalojaron al enemigo de una pequeña elevación, y se instalaron allí, suficientemente fortificados. En el centro colocó las caballadas que pudieron rescatarse. Los heridos comenzaron a ser atendidos. Y se dispusieron a esperar la noche, mientras pelotones aislados de indios libraban escaramuzas en las cercanías del campamento.

Los “bomberos” de las tropas de Buenos Aires descubrieron que los indios iban concentrándose sigilosamente. Quizá tan pronto como rompiera el amanecer iban a descargar su ataque decisivo, para exterminar por completo a las fuerzas blancas. Mitre esperaba la incorporación de la Primera División del Centro, al mando del coronel Laureano Díaz. Oía sus cañonazos reiteradas veces. Pero luego el fuego de artillería cesó, y no halló respuesta a sus propios disparos de llamada.

Pero cuando llegó el día el ataque no se produjo. El cerco de lanzas aparecía prácticamente cerrado. Cincuenta mil cabezas de ganado fruto de su robo, pacían tranquilamente en las cercanías. Los blancos debían comer carne de yegua y buscar febrilmente los manantiales que brotaban de las sierras para beber.

Mitre siguió aguardando inútilmente el apoyo de la Primera División. Un movimiento en el horizonte le hizo abrigar la esperanza de que llegaba, pero cuando al caer la tarde, regresaron sus “bomberos”, se anotició de la triste realidad: era Calfucurá que venía con sus tropas para reforzar el ataque final contra las fuerzas de Buenos Aires. Con las tropas porteñas cercadas y desmoralizadas, ahora la retirada era inevitable. Esa debió ser una triste noche para el entonces coronel Bartolomé Mitre. Las 50 mil vacas, con sus colas respectivas, que tan arrogantemente había prometido devolver, quedarían allí, sin rescate posible…

Había que acudir al ingenio para salvarse de una muerte segura. Se usó toda la grasa de potro, derramándola sobre los fogones, para que alimentaran el fuego el mayor tiempo posible. Se dejaron en pie algunas tiendas de campaña. Mil doscientos caballos encerraban el cuadro para dar la ilusión de fuerzas preparadas.

El mayor de los silencios cubrió la retirada. Con las monturas al hombro, y buena parte de la caballería abandonada, la tropa inició una penosa marcha a pie hasta el Azul. Sólo quedaban montados dos escuadrones de caballería, para cubrir cualquier ataque de flanco. Al frente marchaba la Infantería en el centro la Artillería, los heridos y los bagajes. Las caballadas que pudieron traerse marchaban al costado derecho. El batallón 2 de Línea cubría la marcha. No era una huida. Pero era la más lamentable retirada de que hubiera memoria en la antigua lucha del blanco contra el indio de la pampa…

Silenciosamente, y por el camino más peligroso (y por consiguiente menos vigilado por los indios), avanzaron cinco leguas y media, hasta el arroyo de las Nievas. Allí consiguieron caballos. Cuando amanecía hasta el mismo Mitre había venido a pie. Cada uno tomó un infante y se lo llevó en ancas. A las 8 de la mañana, llegaba el ejército derrotado al Azul. Era el 1º de junio. Doscientas cincuenta bajas festoneaban cruelmente la derrota.


Regreso sin gloria

Mitre siguió de inmediato para Buenos Aires, donde es agasajado por Sarmiento en un banquete, donde el coronel dice: “El desierto es inconquistable”.

Mitre disimuló públicamente esta derrota, aunque en los partes no pudo ocultar nada, y el 12 de junio le informa a Obligado: “Para ocultar la vergüenza de nuestra armas he debido decir que la fuerza de Calfucurá ascendía a 600, aun cuando toda ella no alcanzase a 500; así como he dicho que la División del Centro no pasaba de 600, aun cuando tuviese más de 900, dos piezas de artillería y 30 infantes el día que tuvo lugar su encuentro en el que Calfucurá debió quedar destruido…He dicho también que por falta de caballos, pero debo declarar a usted confidencialmente que ese día los tenia regulares…Hasta ahora sabíamos que era un buen partido un cristiano contra dos indios, pero he aquí que ha habido quien haya encontrado desventajoso entre dos cristianos contra un indio.” (Scobie. La lucha.p.132 / JMR.t.VI.p.151).

A esta derrota siguió la de San Antonio de Iraola el 13 de septiembre, que exterminó por completo un cuerpo completo mandado por el comandante Otamendi.

Las consecuencias del contraste fueron funestas. Durante más de un año, Calfucurá y sus gentes sentaron sus reales en la zona. El temor cundió por toda la campaña. Las economías lugareñas quedaron seriamente deterioradas. La gente temía volver. Estancias al sur de Tandil se hicieron taperas. Debió transcurrir todo el año 1855 y parte de 1856 para que los exiliados del Tandil y la Lobería –refugiados en Dolores- se animaran a retornar. Fue una situación penosa y de graves consecuencias.

Calfucurá inició lentamente su regreso a Salinas Grandes, cuando juzgó que había que dar nueva tregua a los blancos para que apacentaran nuevos rebaños que luego serían robados por los malones.

Pero la derrota del indio. Calfucurá firma la paz en 1857. Una paz llena de “agachadas” y ventajas para sus posiciones. La tormenta política estalla en Buenos Aires. Cepeda se aproxima. Habrá victorias aisladas, como Sol de Mayo y Cristiano Muerto, en campo de Tres Arroyos, con tropas salidas desde Tandil. Habrá incluso una expedición a Salinas Grandes, mandada por Granada. Pero el imperio queda inconmovible. Muchos año, nuevas armas y otros factores, entre ellos el desgaste de la raza mapú, podrán terminarlo.

Pero como un recuerdo fantasmal, la “noche triste” del coronel Mitre quedará definitivamente incorporada a la historia dura y penosa de la Campaña del Desierto aunque se haya pretendido echar y piadoso velo de olvido sobre el desastre que en esa jornada se abatió sobre el joven ministro de Guerra de Buenos Aires.


Fuentes

* Chiarenza, Daniel Alberto - Historia General de la Pcia. de Buenos Aires.
* HT - El desierto inconquistable.
* Nario, Hugo I - La noche triste del coronel Mitre.
* Turone, Gabriel O. - Combate de Sierra Chica.
* Obtenido de "http://es.metapedia.org/wiki/Combate_de_Sierra_Chica"

EL DESIERTO INCONQUISTABLE - SIERRA CHICA - 31 de mayo de 1855






EL DESIERTO INCONQUISTABLE - SIERRA CHICA - 31 de mayo de 1855
                          


Bartolomé Mitre
Durante la época de Rosas, prácticamente se habían terminado los malones, o se reducían a pillajes sin importancia, por los tratos que Juan Manuel de Rosas había hecho con los indios en 1833, entregándole mercaderías, yerba y caballos.( Ver Rosas y la vacuna antivariólica ) Después de Caseros no se mantuvieron los acuerdos, y los indios reanudaron los malones, amenazando Bahía Blanca, 25 de Mayo, etc. Entre los caciques estaba Catriel y Payne, comandados por Calfucurá.

“Juan Manuel es mi amigo. Nunca me ha engañado. Yo y todos mis indios moriremos por él. Si no hubiera sido por Juan Manuel no viviríamos como vivimos en fraternidad con los cristianos y entre ellos. Mientras viva Juan Manuel todos seremos felices y pasaremos una vida tranquila al lado de nuestras esposas e hijos. Todos los que están aquí pueden atestiguar que lo que Juan Manuel nos ha dicho y aconsejado ha salido bien...” Discurso del cacique pampa CATRIEL en Tapalqué celebrando la llegada de Rosas al poder en su segundo gobierno. Extraído del libro “Partes detallados de la expedición al desierto de Juan Manuel de Rosas en 1833. Recopilado por Adolfo Garretón. Edit. EUDEBA. Bs. As. 1975.(Ver: Rosas y Catriel )

“Nuestro hermano Juan Manuel indio rubio y gigante que vino al desierto pasando a nado el Samborombón y el Salado y que jineteaba y boleaba como los indios y se loncoteaba con los indios y que nos regaló vacas, yeguas, caña y prendas de plata, mientras él fue Cacique General nunca los indios malones invadimos, por la amistad que teníamos por Juan Manuel. Y cuando los cristianos lo echaron y lo desterraron, invadimos todos juntos”. Expresiones del Cacique Catriel, extraídas del libro “Roca y Tejedor” de Julio A. Costa.

Nicasio: “Que él había acompañado en cinco campañas a Juan Manuel y que siempre había de morir por él porque Juan Manuel era su hermano y el padre de todos los pobres” Parte del discurso del Cacique Nicasio en Tapalqué celebrando la llegada de Rosas al gobierno por segunda vez. Extraído del libro “Partes detallados de la expedición al desierto de Juan Manuel de Rosas en 1833”. Recopilado por ADOLFO GARRETON. Edit. EUDEBA.

El cacique Pincén relata: “...Juan Manuel ser muy bueno pero muy loco; me regalaba potrancas, pero un gringo nos debía tajear el brazo, según él era un gualicho grande contra la viruela y algo de cierto debió de ser porque no hubo mas viruela por entonces...” (J.M.Rosa,Hist.Arg.t.VIII).

¿Quien mejor que Mitre para darle un escarmiento a esos indios ignorantes que andaban maloneando en la campaña de Buenos Aires? ¿acaso no había ido Rosas en 1833 hasta Choele Choel y Neuquén?

En Buenos Aires la juventud liberal lo despide con un banquete,(como corresponde), donde Mitre promete “exterminar a los bárbaros”. Allá va entonces Mitre al frente de más de 900 hombres de infantería, caballería y dos piezas de artillería, pero al llegar a las proximidades de Sierra Chica, se topa con Catriel y Calfucurá al frente de 500 indios, que le aniquilan la infantería, le toman la artillería y le desbandan la caballería. El Tísico y el resto de la tropa que le quedaba, apenas pudo salvar el pellejo trepando a la Sierra Chica, inaccesible para la caballería. Los salvó la policía de Tandil que los socorrió y les abrió una vía de escape. (Se volvieron de a pie) Es curiosa la táctica de Mitre, que sale de Buenos Aires como “caballería” pero regresa como “infantería”.

No obstante esta derrota vergonzosa, Mitre llega a Buenos Aires donde es agasajado por Sarmiento en un banquete, (como corresponde), donde Mitre dice otra de sus frases célebres (como corresponde) “El desierto es inconquistable”

Mitre disimuló públicamente esta derrota vergonzosa, aunque en los partes no pudo disimular, (porque siempre hay algunos testigos batilanas) y el 12 de junio le informa a Obligado: “Para ocultar la vergüenza de nuestra armas (la vergüenza de Mitre será) he debido decir que la fuerza de Calfucurá ascendía a 600, aun cuando toda ella no alcanzase a 500; así como he dicho que la División del Centro no pasaba de 600, aun cuando tuviese más de 900, dos piezas de artillería y 30 infantes el día que tuvo lugar su encuentro en el que Calfucurá debió quedar destruido…He dicho también que por falta de caballos, pero debo declarar a usted confidencialmente que ese día los tenia regulares…Hasta ahora sabíamos que era un buen partido un cristiano contra dos indios, pero he aquí que ha habido quien haya encontrado desventajoso entre dos cristianos contra un indio.” (Scobie. La lucha.p.132 / JMR.t.VI.p.151)

Leyendo cuidadosamente las palabras del parte, y tomadas como de quien vienen, podemos deducir que los indios eran 250, las tropas 1800, la infantería 60 y las piezas de artillería cuatro. Y con jefes como ese, un buen partido era por lo menos cuatro contra uno. Respecto a los caballos, efectivamente ese día los tenia regulares …¡cuando los tenia faltantes era al día siguiente! 


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