Por Ezequiel Kopel
En una extraña decisión que poco tiene que ver con el fútbol y mucho con un conflicto que acontece a miles de kilómetros de distancia, la Asociación Nacional de Futbol Profesional (ANFP) chilena sancionó al club de primera división Club Deportivo Palestino con una multa de 1300 dólares por utilizar el mapa histórico de Palestina en reemplazo del número 1 de su camiseta y lo instó a rediseñar su casaca para mostrar los números de los jugadores en la parte de atrás de la camiseta.
La decisión fue tomada luego de una queja formal de Patrick Kiblisky, miembro de la comunidad judía chilena y presidente del club deportivo “Ñublense” que participa en la misma liga que Palestino. “No se puede hacer una declaración política e importar el conflicto de Medio Oriente usando como plataforma el fútbol, utilizando al deporte para mentir y odiar”, declaró sobre el hecho el presidente de la comunidad judía chilena Gerardo Gorodischer sin especificar por qué considera “mentira y odio” el diseño del mapa histórico de Palestina que, con pequeñas correcciones, data desde antes del año cero de nuestra era. Además, Gordischer exigió una disculpa pública: “Como comunidad judía de Chile, no podemos aceptar este tipo de ofensas, haremos llegar los reclamos a las instituciones chilenas que correspondan y pediremos sanciones, incluso la desafiliación del Club Palestino a la ANFP.” Por su parte el mundialmente famoso Centro Simón Wiesenthal (que en su página de Internet se autodenomina como una organización judía global de derechos humanos que combate el antisemitismo, el odio y el terrorismo promoviendo los derechos humanos y la dignidad, que apoya a Israel, defiende a los judíos de todo el mundo y enseña las lecciones del Holocausto a las futuras generaciones) solicitó una sanción para el club chileno “por fomentar un propósito terrorista”. La misiva dirigida al presidente del ANFP dice que “al eliminar al Estado de Israel por medio del deporte, el club Palestino no sólo trasplanta un conflicto foráneo a territorio chileno, sino que también incita al odio a una extensa comunidad árabe en Chile. Solicitamos que la ANFP intervenga y sancione al club Palestino por fomentar un propósito terrorista”.
El Centro Simón Wiesenthal (que lleva el nombre de un reconocido cazador de nazis) posee 400 mil miembros en todo el mundo y goza de estatus de Organización No Gubernamental ante la ONU, la UNESCO, la OEA y la OSCE. Sin embargo, esta ONG no es la organización más indicada para acusar a otros de “fomentar el odio, el terrorismo y trasplantar conflictos foráneos”: la misma organización recibe acaloradas críticas tanto de judíos como de musulmanes de todo el mundo debido a que su director en Israel, Efraim Zuroff, vive en Efrat, colonia judía en la Cisjordania ocupada, y por la actual construcción de un museo que lleva el nombre de Museo de la Tolerancia dentro del histórico cementerio musulmán Mamilla en Jerusalén. El mismo cementerio fue declarado en 1948 por el naciente Estado de Israel como “uno de los más importantes cementerios musulmanes de la región, donde descansan más de 70 mil guerreros del ejército de Saladino y numerosos estudiosos musulmanes.” Claramente, el Centro Simón Wiesenthal no trasplanta conflictos, sino que los genera por lo cual no está en condiciones éticas de participar en la disputa entre las comunidades palestinas y judías de Chile.
Asimismo, la acusación de llevar el conflicto israelí-palestino a tierra chilena es de una miopía histórica e intelectual sin igual: no hay país en el mundo con mayor conexión con los actuales territorios palestinos y la Palestina histórica que Chile. Quien niegue esto es porque nunca caminó cualquier fin de año por las ciudades palestinas de Beit Jala o Belén, donde el idioma extranjero más escuchado es el castellano con acento chileno de los turistas trasandinos. Medio millón de chilenos son de origen palestino y su llegada al país trasandino puede rastrearse desde principios del siglo pasado (algunos historiadores hasta llegan a decir que los primeros palestinos se afincaron en Chile luego de la Guerra de Crimea en 1850), aunque gran parte de sus miembros arribaron como refugiados durante los conflictos que se desencadenaron el establecimiento del Estado de Israel. En 1920 los inmigrantes fundaron el Club Deportivo Palestino -la creación del club en ese año funciona como desmitificador de realidades inventadas por propagandistas israelíes que argumentan que la identidad palestina solo nació después de que se creara Israel- y desde 1952, con el nacimiento de las primeras ligas profesionales del país, el Club Deportivo Palestino comenzó a disputar el torneo de Segunda División. En 1955 y 1978 lograron el campeonato de Primera División y en el 2008 alcanzaron el subcampeonato – un dato de color es que el Manuel Pellegrini, actual entrenador del club inglés Manchester City, inició su carrera como director técnico en la institución-.
(La nueva camiseta)
Palestina y el Club Palestino nunca fueron entidades separadas (de la misma manera que el Barcelona no puede separarse de su asociación con Cataluña o el Atletic Bilbao con el País Vasco). También, en numerosas oportunidades, jugadores chilenos de origen palestino formaron parte del seleccionado nacional de Palestina, incluso representándolo en competencias internacionales como las Eliminatorias o los Juegos Olímpicos. Vale recordar cómo Israel, en 2007 y a propósito de las Eliminatorias para el Mundial en Sudáfrica 2010, negó la visa de salida a los jugadores de la Selección de Palestina para viajar a Singapur y, de esta manera, perdieron el partido por no presentarse.
Las camisetas con la representación de Palestina sin la división entre Israel y los territorios palestinos hicieron su debut el 4 de enero en el primer partido de la temporada chilena. Tres días después, el Director General para Latinoamérica del Ministro de Relaciones Exteriors israelí Yitzhak Shoham convocó al representante comercial de la Embajada Chilena en Israel, Oscar Alcamán, para expresarle su “extrema sorpresa y preocupación” por el nuevo uniforme del club chileno. “Mientras Israel lucha por generar un ambiente positivo para avanzar hacia una solución que cree dos estados, nos parece inapropiado usar el deporte para fines políticos”. La respuesta de la Federación Palestina de Chile no se hizo esperar: “Rechazamos la hipocresía de los que protestan contra este mapa pero hablan de territorios ocupados como territorios en disputa” (las autoridades de la comunidad judía de Chile denominan a los territorios palestinos ocupados como en “disputa”). El equipo chileno siguió usando la remera otros dos partidos y más tarde llego la sanción que le exigía mostrar el número uno en su remera, sumado al pago de una suma económica. “No tenemos nada que apelar, porque obviamente no es un número y pagaremos la multa. Pero nadie nos obliga a no utilizar el mapa y por eso vamos a rediseñar la camiseta para seguir usándolo”, fue la respuesta del presidente del Club Deportivo Palestino, Fernando Aguad. No obstante, agregó: “Se va a diseñar una nueva camiseta, teniendo toda la libertad de incluir el territorio y la simbología palestina en ella. Somos un equipo chileno, pero no podemos dejar de lado nuestro origen palestino. No es un tema de reivindicación, es sólo el mapa de la región de donde viene la colonia a la que pertenece el club, los equipos nacen por algo, ya sea raíces culturales o étnicas y nadie puede molestarse por eso", dijo en declaraciones al diario El Mercurio. Tal afirmación enfureció a la Embajada de Israel en Chile y el miércoles 29 de enero volvió a expresar su molestia por la remera, considerándola una “provocación sin precedentes”. En un comunicado enviado el mismo día a los medios de comunicación, la Embajada consideró que “la utilización del mapa de Israel en la camiseta del Club Palestino es una provocación sin precedentes y especialmente grave por realizarse en un contexto deportivo. Seguir utilizando este mapa de cualquier forma en la camiseta de ese club constituye para nosotros una expresión política que busca la negación de la existencia del Estado de Israel”. Y aclaró que “el mapa sobre las camisetas no es el de la Palestina histórica como se ha señalado, sino que es el "emblema de la Organización para la Liberación Palestina (OLP)".
El comunicado de los diplomáticos israelíes demuestra que Israel sigue considerando a la OLP como enemigos del Estado de Israel a pesar de tener con ellos firmados “entendimientos de paz” desde 1994 y encontrarse actualmente negociando con los mismos un acuerdo final de paz para terminar el conflicto y crear un Estado palestino independiente junto a Israel (la misma OLP ha reconocido la existencia de Israel y su derecho a vivir en paz). Asimismo, los israelíes olvidan decir que el mapa no sólo es el emblema de la OLP, sino que fue creado a principios de siglo por los británicos (que conquistaron ese territorio en 1917 de manos de los otomanos) para delimitar los límites de lo que ellos llamaban Palestina (otros mapas con pequeñas correcciones al que ahora se opone Israel son usados para graficar la zona desde hace casi dos mil años).
No se puede dejar de aclarar que numerosas organizaciones israelíes usan hasta el día de hoy el mismo mapa del que se quejan como “incitación al terrorismo”: El Fondo Nacional Judío, organización sin fines de lucro que posee el 13 % por ciento de las tierras de Israel, utiliza el mapa en numerosos logos de la organización. El Estado de Israel ha impreso estampillas en 1983, 1991, y 1993 con el controvertido mapa y el 87 por ciento de los mapas usados en el sistema educativo israelí evitan diferenciar los territorios palestinos de los israelíes (en el caso de los textos educativos palestinos, el porcentaje es del 94 por ciento).
Este no es el primer conflicto entre la comunidad judía y palestina en Chile: ya en 2002 el presidente del Club Deportivo Palestino, Nicolás Abuawad, fue convocado por las autoridades futbolísticas del país trasandino para explicar por qué realizaba un minuto de silencio por los “mártires” palestinos caídos durante la segunda Intifada. "Tenemos tíos, primos, amigos que están siendo asesinados. Esa es nuestra gente, es nuestra familia la que está muriendo”, explicó. En 2011 Chile reconoció a Palestina como un Estado libre, independiente y soberano, en sintonía con la mayoría de los países sudamericanos.
El conflicto palestino-israelí manifiesta sus características pasionales al atravesar todas las fronteras, expresándose en lugares tan recónditos como la camiseta de un pequeño club de fútbol en el sur del mundo.