viernes, 17 de enero de 2014

MACRI ENCIERRA A LLOS CHICOS EN CONTAINERS

Sociedad • Viernes 17 de Enero de 2014 | 07:47
Por gustavo sarmiento
Sociedad Viernes 17 de Enero de 2014 | 07:47

El macrismo planea instalar 33 aulas container: el 90 por ciento en el sur

 
Nota de Tiempo Argentino
Ante la falta de vacantes, el gobierno de la Ciudad avanza con la idea de instalar aulas "container" en escuelas públicas, a pesar del rechazo de directivos, padres, docentes y legisladores. Son 33 aulas "modulares", la mayoría en el sur y para nivel inicial, sumado a seis baños, un container para área de gobierno y otro para comedor y cocina. En total, 41. La iniciativa macrista se enmarca en los efectos del sistema de inscripción online por el que ya se llevan gastados $ 42 millones y que generó 17 mil chicos anotados sin vacante asignada, según admitió Ciudad ante la justicia a fin de año, cuando se comprometió a que todos los casos estén resueltos antes del 2 de febrero.
De acuerdo a los Pliegos de Especificaciones Técnicas (PET), casi un 90% serán ubicadas en el sur (Comunas 4, 8 y 9), y hay casos llamativos en su distribución. Tres "equipamientos modulares", más un baño, estarán en Palos Blanes y Villafañe, en inmediaciones a Casa Amarilla en La Boca, muy cerca de donde hay un Polo Educativo sin terminar hace años. También destinan tres "containers" a Lacarra 1135, en la Escuela N° 10 Distrito Escolar 13, en Parque Avellaneda, donde se hicieron obras que autoridades, docentes y padres denunciaron por "innecesarias". Siete aulas más (y un baño) se ubicarán en Av. Coronel Roca s/n 4200, zona del autódromo, y otras ocho (más el área de gobierno, la cocina y dos baños) en Playón de Piedra Buena, en calles Zuviría y Piedra Buena, ambos sitios que por ley debían tener las remodelaciones y ampliaciones terminadas, gracias a los fondos asignados a partir de la venta de los terrenos de Catalinas Norte. Completan el listado 8 aulas "modulares" y un núcleo sanitario en el predio que yace en calles Chilavert y Varela; dos en un lugar aún a designar, y otras dos en el norte: en Pico 2629 y en Av. Libertador 4953 (ver aparte).
Según el PET, las aulas "modulares" son receptáculos ampliables hasta tres pisos. Como máximo tendrán 7 metros de largo por 8 de ancho y una altura de entre 2 y 4 metros, con bases de madera u hormigón. Todos los techos, de chapa o de lámina metálica, de dos aguas, estructura cabreada metálica, y correspondientes tubos de desagües. Escaleras externas y columnas de laminado en frío de acero de entre 3 y 4 mm. Las paredes exteriores deben ser de chapa galvanizada recubierta de PVC, las interiores de 6mm a 8mm de madera aglomerada. El cableado eléctrico debe encontrarse oculto. Dos aulas container de Roca 4200, y dos de Chilavert y Varela "deberán incluir mesada (cambiador) y bacha con instalación de agua fría/caliente", lo que da pie a que serán utilizados por niños de pre-escolar. Los baños serán mixtos, cada uno con su entrada propia. En ninguna parte del pliego se alude a un aire acondicionado ni calefacción. 
Casi un 90% serán ubicadas en el sur (Comunas 4, 8 y 9).

Ayer era la primera apertura de sobres para estos espacios donde, estiman, entrarían 40 chicos por aula. Tanto el artículo 90 del Reglamento Escolar como un informe de la Dirección general de Planeamiento Educativo de Ciudad de 2012 señalan la necesidad de un área mínima de las aulas de 1,35 metros cuadrados por alumno, y 5 metros cúbicos de volumen por chico. El informe oficial establece que "las aulas escolares son locales de primera clase".
El llamado a licitación de la resolución Nº 29/SSGEFYAR/14 admite la necesidad de adquirir aulas "modulares" por $ 26.650.000 (que se suman a los $ 15,5 millones que costó el sistema de inscripción online) "a efecto de cubrir las vacantes generadas para el inicio del ciclo lectivo 2014”. Días antes, supervisoras del nivel inicial pertenecientes a 15 de los 21 distritos educativos de la Ciudad habían rechazado esta propuesta por considerarla "totalmente arbitraria e inconsulta" que "atenta contra la calidad educativa y contra la dignidad de nuestros alumnos, sus familias y maestros, convirtiéndolos en ciudadanos con menos derechos". La Defensoría del Pueblo acompañó este reclamo y elevó un pedido de informes al Ministerio de Educación.

LA BANDERA DEL EJERCITO DE LOS ANDES, POR N. GALASSO

Tantas veces cantamos en la escuela que la bandera argentina "la cima de los Andes escaló", que muchos lectores se sorprenderán del título de esta nota. Sin embargo, es así: la bandera que cruzó los Andes fue la del Ejército de los Andes, que no era exclusivamente argentino sino argentino-chileno o, más bien, el inicio de un ejército hispanoamericano cuyo objetivo era la liberación y la unificación de la Patria Grande.
Pero la historia mitrista cuenta esta falacia: en el banquete por los festejos de la Nochebuena de 1816, que compartía San Martín con sus oficiales y sus respectivas esposas, el General –gran estratego y veterano de 30 batallas en Europa– recordó de repente que su ejército no tenía bandera y faltaba poco para el 17 de enero de 1817, cuando iniciaría el cruce de la gran cadena montañosa que tanto le preocupaba. ¿Olvidadizo el General? ¿Nada planificador el estratego? Lo cierto es que allí mismo urgió a las señoras presentes, incluida la suya propia, a que le proveyeran una bandera, indispensable como punto de reunión para sus hombres en medio de las batallas por venir. Ellas, para cumplir el encargo, buscaron tela celeste y blanca pues, el 16 de agosto de 1816, el Congreso de Tucumán había decidido que esos eran los colores de la bandera de las Provincias Unidas, pero buscaron y buscaron y no encontraron en toda Mendoza la tela necesaria. Entonces, con osadía femenina, en vez de una bandera celeste-blanca-celeste, fabricaron una bandera de dos paños: uno azul oscuro y otro blanco, y ya envalentonadas, tomaron la iniciativa de no colocarlos horizontales sino verticales y, aún más, agregarle un escudo cruzando la que luego se conocería como la bandera del Ejército de los Andes. Y el General, que suponíamos enérgico y, para la época, duramente "machista", aceptó y la enarboló en el cruce famoso.
Para Billiken y los chicos de jardín puede pasar, y así ocurrió que la canción retomara esta historia aparentemente infantil pero, en lo profundo, porteña y antilatinoamericana. Porque de allí se concluía en lo que Mitre llamó "la revolución argentina americanizada", que quería independizar países de sur a norte, ajena a la otra campaña, que venía del norte al sur, que era colombiana y quería, con "el ambicioso Bolívar" a la cabeza, dominar toda América.
San Martín construyó su ejército en Cuyo con nativos de esa zona y con chilenos fugados de su país tras la derrota de Rancagua


Esta mentirita de la bandera tiene un fuerte contenido político, inadmisible hoy en la época de Unasur y la CELAC. La verdad es otra, por supuesto. San Martín construyó su ejército en Cuyo con nativos de esa zona y con chilenos fugados de su país tras la derrota de Rancagua. El ejército era argentino-chileno, como lo afirman Olazábal y Guido en su correspondencia, y el segundo jefe era el chileno O’Higgins. El cruce de los Andes se hace en varias columnas, dos de ellas capitaneadas por oficiales chilenos: O’Higgins y el coronel Ramón Freire. San Martín no podía entrar a Chile con bandera argentina, como un invasor, sino con la bandera de un libertador de la Patria Grande. Hasta Ricardo Levene lo sugirió cuando, en épocas del peronismo, sostuvo que aquél ejército era "de soberanía flotante", y lo corrobora al relatar que San Martín renuncia a su cargo, en Rancagua, y se hace elegir jefe nuevamente por sus oficiales para dar autonomía a su ejército respecto a todo gobierno.
No hubo, pues, tal imprevisión de un veterano de guerra en aquella cena de Nochebuena, sino la expresa indicación de cómo debía ser la bandera, y las mujeres cumplieron con el encargo. Más aun, la comisión de mujeres la presidía Dolores Prats de Huasi. Si el lector no sabe de su existencia, pregunte a un camionero de los que circulan por la Autopista del Oeste, que conoce la colectora "Dolores Prats" y, por eso, supone que algo importante debió haber hecho. Efectivamente, presidía el núcleo de mujeres que hicieron la bandera de los Andes, era chilena y no hubiera aceptado una bandera argentina para liberar a su patria chica, donde –como nos lo enseñó no Mitre sino Violeta Parra– Manuel Rodríguez, con sus guerrillas, ya había insubordinado dos provincias cuando San Martín triunfaba en Chacabuco.
San Martín tampoco va al Perú con bandera argentina. Dado que la escuadra que transportó al ejército la financió O’Higgins con impuestos a la oligarquía chilena, San Martín dijo, sin darle importancia: vamos con la bandera chilena, manteniendo para la fuerza militar la del ejército de los Andes, para luego incorporar guerrilleros peruanos antiabsolutistas. Así se convirtió –este misionero a quien la oligarquía chilena pretendía despreciar llamándolo "paraguayo" por su origen guaranítico– en el Protector del Perú.
En esta verdadera historia se encuentra la Patria Grande como objetivo común, y allí empalman Tupac Amaru, O’Higgins y San Martín con Kirchner, Lula y Chávez repudiando el ALCA en 2005 y mandando el proyecto "al carajo", como dijo Chávez, o a las profundidades del océano, como señaló Fidel Castro.
De modo que esa mentirita –inserta "inocentemente" en las mentes infantiles para tapar la verdadera naturaleza de la revolución y crear argentinos europeizados o "azonzados", como decía Jauretche– debe desecharse, porque nos conduciría a votar a políticos como Macri o Massa, desertando del verdadero camino sanmartiniano y bolivariano al cual nos convoca hoy la Historia de la Patria Grande.
*Nota publicada en Tiempo Argentino

Mirando otra película

Por Héctor Recalde *
El domingo 5 de enero, el diario La Nación publicó una entrevista al sociólogo Agustín Salvia quien, como investigador jefe del Observatorio de Deuda Social de la UCA, aseguró que en la Argentina la desigualdad se incrementó en esta década, a pesar del crecimiento económico.
Perdóneme, Salvia, me parece que es más propio que usted hable desde la oposición que desde la altura de un Observatorio, sería más claro para el que lo lea. Ahora, desde mi clara posición oficialista y como decía Mario Benedetti, siendo “incurablemente parcial”, yo sí voy a tratar de dar datos objetivos que refuten su postura opositora: mientras que en 2003 el 10 por ciento más rico de la población ganaba 33 veces más que el 10 por ciento más pobre, en 2013 esa brecha se redujo a 19 veces. El coeficiente de Gini, un indicador que muestra mejor la distribución personal del ingreso cuanto más pequeño es el valor, pasó de 0,475 a 0,381 en el mismo período, un avance no menor para la usual rigidez de este indicador.
Salvia afirmó también que se trató de una década “desaprovechada y una oportunidad perdida a la hora de definir políticas de Estado”, donde no habría habido inversión social. Llama muchísimo la atención este comentario cuando en esta década se han definido políticas de carácter universal que han puesto nuevamente sobre la mesa los derechos sociales y descartado la visión de “seguro” social para unos pocos de los ’90. Tanto el Plan de Inclusión Previsional como la Asignación Universal por Hijo fueron políticas de envergadura que apuntaron a reducir la desigualdad entre quienes se desempeñan en el mercado de trabajo formal y el informal.
El impacto de estos programas fue reconocido por la Cepal, la FAO y la OIT, que los han tomado como ejemplo para construir su concepto de Piso de Protección Social, política que recomiendan a todos los países. La propia Universidad Católica Argentina señalaba en uno de sus informes que el ingreso medio de familias que reciben la AUH aumentó un 79 por ciento. Por su parte, la inclusión previsional permitió que la cobertura previsional creciera del 70 al 93 por ciento.
Salvia pareciera desconocer además que la desigualdad tiene muchas otras facetas sobre las que el Gobierno ha trabajado en estos años, como los casos de la desigualdad tecnológica y la desigualdad de género. En el primer caso, el Programa Conectar Igualdad, con más de 3.800.000 netbooks entregadas, ha permitido reducir la brecha de acceso tecnológico en su etapa más crítica. En materia de género, ha sido una cuestión de agenda permanente.
Para Salvia todas estas políticas se redujeron a simples “planes y subsidios”: “(...) el Estado (...) pensó, como el menemismo, que el derrame iba a llegar”. Creo que cualquiera que haya vivido en la Argentina en los últimos diez años sabe que la lógica fue exactamente la opuesta.
Claro que es cierto que la informalidad laboral, aun habiéndose reducido del 50 al 34 por ciento, sigue siendo preocupante y debe ser eje de nuestra agenda, sin esperar recetas mágicas sino un trabajo pormenorizado en sus distintas facetas. Medidas como el nuevo régimen de trabajadoras de casas particulares son avances fundamentales en la materia.
Hay que tener presente también que la informalidad laboral se disparó con la flexibilización laboral y que deshacer esos errores del pasado no es algo rápido y sencillo. Que en dicha problemática el empresariado tiene una responsabilidad central y es un actor que Salvia pareciera olvidar. Sería bueno que el entrevistado fuera igual de exigente y crítico con ellos como lo es con la gente más pobre (“Los lazos de solidaridad son más débiles que los de las capas medias”).
En síntesis, la desigualdad sigue siendo un problema en Argentina y el camino por recorrer todavía es largo y urgente, pero comunicadores que decidan mirar otra película en vez de reconocer cada paso no parecen interesados en colaborar en ese trayecto.
* Diputado nacional.

Lady Gardenia

Por Juan Forn
Esa mujer que parece una muñeca rota, del brazo de su lazarillo por los callejones de la casbah de Tánger, es Jane Bowles, conocida entre sus amigos y admiradores como Lady Gardenia (el sobrenombre se lo puso Tennessee Williams). Todos los amigos y admiradores de Jane, incluyendo a Paul Bowles, su esposo, creen que ese lazarillo, que es la mujer que vive con ella, su gran amor, la analfabeta Cherifa, la está envenenando de a poco. Es cierto que, de tanto en tanto, debajo del colchón o dentro de su ropero, Jane encuentra un manojo de vello púbico y sangre menstrual envuelto en hojas de cardamomo, pero también es cierto que Jane lleva veinte años bebiendo una botella de gin al día que, combinada con una supuestamente inofensiva medicación casera que toma desde la adolescencia, produce según los médicos un cóctel mortífero para el funcionamiento cerebral: es muy raro que la isquemia no ocurriera antes, pero lo verdaderamente asombroso es que la paciente haya podido habitar durante veinte años esa comarca mental sin perder la razón. La medicación era contra la tuberculosis, que le había atacado la rodilla a los doce y la dejó coja para siempre. Esa renguera la hacía doblemente irresistible en los bares de lesbianas que tomó por asalto a los diecisiete (busquen alguna foto suya de joven, vean qué beldad era y déjenme agregar que cuando salió el único libro que publicó en vida un fotógrafo de Life fue a su casa a retratarla, pero cuando ella le abrió dijo que tendrían que suspender la sesión porque venía “de una pelea de gatos”: tenía toda la cara y los brazos arañados). A cada escándalo suyo que llegaba a oídos de la familia, judíos millonarios de Park Avenue, ellos comentaban invariablemente: “Es por la pierna”.
Erika y Klaus Mann le presentaron a Paul Bowles en una incursión por Harlem. Paul era compositor, discípulo de Aaron Copland, crítico de música en el Herald Tribune y odiaba silenciosamente la vida que llevaba. Su único anhelo era irse, dejar todo e irse. “Es enfermizamente contenido, es siniestro, y es goy. Voy a casarme con él”, le comunicó Jane a su madre por telegrama. Tenía veinte años. El telegrama lo mandó desde el puerto de Nueva York, antes de subir a un barco que llevaría a la pareja a Panamá. Duraron poco en su primer destino, y lo mismo en Guatemala y en México. El se adentraba en la selva y ella en los bares prostibularios de los lugares que recorrían. Un día le mostró a Paul una novela que había estado escribiendo en secreto. A las frases les faltaban palabras, tenía horrores de ortografía y sintaxis, pero era tan extraordinaria que le hizo sentir a Paul que eso que él buscaba en la selva estaba en realidad en su embotellado y lacrado interior, si lograba declararlo zona liberada como ella. El libro de Jane se llamaba Dos damas muy serias y se publicó primero. La crítica la hizo trizas, la familia de Jane le dijo que “sólo había un párrafo decente en todo el libro, esa carta del marido abandonado, y seguramente la escribió Paul”, pero Tennessee Williams dijo que vendería el alma por los personajes femeninos de Jane Bowles y un adolescente de Alabama llamado Truman Capote se fue a dedo hasta Nueva York sólo para conocerla. Para entonces ella estaba en Tánger, adonde se había ido Paul a terminar su libro. El libro era El cielo protector. Jane lo leyó en el barco hacia allá; le llevaba los primeros ejemplares recién salidos de imprenta. Cuando bajó del barco en Tánger, le dijo: “Este libro es una profecía”. Es nada más que una novela, contestó Paul. Ella abrió el libro en el epígrafe de Kafka que decía: “A partir de determinado punto, no hay retroceso posible. A ese punto hay que llegar”. Y agregó: “Tú vas a morir aquí y yo voy a enloquecer en el desierto. Lo sabemos, cariño”.
Para entonces Jane llevaba cinco años tratando en vano de escribir algo nuevo mientras que Paul ya tenía terminada una segunda novela: Déjala que caiga. Ella no lograría terminar nunca nada que empezara a escribir, él no paró de publicar desde entonces. Aquella primera tarde en Tánger, Paul le hizo probar kif. A pesar de sus advertencias, Jane fumó hasta volarse la cabeza y salió a caminar sola por la casbah; volvió enamorada para siempre de una vendedora ambulante que vio en el mercado. Era Cherifa. “No sé si tendré que caminar detrás, delante de ella o por el otro lado de la calle el resto de mi vida, pero la seguiré hasta el fin”, dijo cuando volvió, y no paró hasta lograr su cometido. Cherifa fijó sus términos: por una noche, un cepillo de dientes; por dos noches, un par de medias; por una semana, una túnica; por diez días, una oveja; y nunca aceptaba quedarse más. Así fueron las cosas al principio: Paul abandonaba la casa cuando entraba Cherifa y, entre estadía y estadía de su amante, Jane participaba con él de las juergas de los emigrados (Cecil Beaton, Truman Capote, Aaron Copland, Peggy Guggenheim, Tennessee Williams). Pero la ecuación empezó a perder su delicado equilibrio cuando Jane determinó que sólo Cherifa con sus poderes podía hacerla escribir. “Al principio fue un amor normal, pero yo quería más”. Cherifa también: por mudarse con sus brujerías a lo de Jane el precio fue que la casa pasara a nombre suyo y quedara para ella a la muerte de Jane.
Cuando salía a la calle, Cherifa seguía usando velo y túnica negra, pero adentro de la casa andaba en jeans, camisa de trabajo, pañuelo al cuello y el pelo peinado hacia atrás con gomina. Nunca aprendió una sola palabra de inglés. Los pocos amigos occidentales que seguían visitando a Jane creían que era otra de sus humoradas (su frase favorita en los viejos tiempos era: “¿No es abyecto?”), pero se les erizaban los pelos de la nuca cuando ella les decía en voz baja que todo iba cada vez mejor, que Cherifa estaba envenenando de a poco al demonio paralizante que ella tenía adentro.
Entonces vino la isquemia y el traslado a Londres, para la recuperación, en base a electroshocks. Jane quedó sin visión lateral (“Camino siempre por un pasillo, eso es todo”), pero recuperó buena parte de sus facultades: por ejemplo, podía leer las cartas que recibía, y hasta podía escribir cartas ella misma, pero no podía leer lo que iba escribiendo. Es cierto que a las frases les faltaban palabras, y tenían horrores de gramática y sintaxis, pero la letra es perfectamente descifrable y los conceptos también. Son cartas emocionantes, la mayoría a Paul. En ellas le dice que vivió aterrada, al borde de la histeria toda la vida, aunque lo disimuló haciéndoles creer a todos que era “feliz como un cuchillo”. Le dice que él pudo empezar a escribir porque ella dejó de escribir (después de muerta Jane, en 1971, pasaría lo contrario: él dejaría de escribir porque, sin ella para leerlo, sencillamente no concebía interlocutor posible) y en un momento escalofriante, luego de preguntar con insistencia por Cherifa, repite las palabras finales de la inolvidable protagonista de Dos damas muy serias: “Me he desmoronado, que es algo que deseaba hace años, sé hasta qué punto soy culpable, pero he conseguido la felicidad, y la defenderé como una fiera”.

“Quieren generar inestabilidad”

Scioli dio una conferencia de prensa para hacer un balance de la temporada turística, pero habló de cuestiones políticas y cuestionó a los medios que ponen en duda que la Presidenta se encuentre en ejercicio de sus funciones.

 Por Carlos Rodríguez
Desde Mar del Plata
Aunque la ronda de prensa estaba destinada a realizar un balance sobre el turismo veraniego durante la primera quincena de enero, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, tuvo que referirse ayer a cuestiones políticas provinciales y nacionales para satisfacer la demanda de los periodistas. “Hace tres días hablé con la Presidenta (Cristina Kirchner) porque era mi cumpleaños, pero no hablamos sobre la cantidad de velitas que tuve que soplar, tuvimos una larga conversación sobre cuestiones de Estado”, dijo Scioli con un tono menos sereno que de costumbre. “Me parece que tenemos que tomar conciencia que hay quienes quieren generar ines-
tabilidad institucional y económica cuando dicen que no hay Presidenta, cuando Cristina está activa y conduciendo, como siempre.” Precisó, en ese sentido, que “la exigencia que se hizo a las empresas de energía o los anuncios que se hicieron desde el Ministerio del Interior fueron decisiones de la Presidenta”.
En un momento de la conferencia de prensa, un periodista del diario Clarín le pidió una reflexión acerca de los rumores sobre “un posible adelanto de las elecciones” presidenciales de 2015. Scioli respondió: “Lo que tenemos que pensar es quiénes lo dicen, porque esas cosas surgen de algunos medios de comunicación; me parece que cuando se habla en estos términos, se quiere generar una incertidumbre, generar dudas desde el punto de vista institucional”. Puntualizó, sin dar nombre y apellido, que los que dicen eso “quieren sembrar, desde distintos ámbitos, incertidumbre social y económica con una gran irresponsabilidad”.
El gobernador dijo no compartir “para nada, en absoluto” las “visiones apocalípticas que están planteando algunos, que quieren empezar todo de nuevo, que volvamos a ser un país endeudado y que terminemos como España, por ejemplo”. Sostuvo que “el gran movimiento turístico que estamos observando todos nos demuestra que estamos por el buen camino, que hay problemas que superar, pero tenemos una movilidad social ascendente”. Recalcó que “como gobernador de una provincia que reúne el 40 por ciento de la población del país, tengo la obligación de dar un mensaje de tranquilidad, defendiendo la gobernabilidad y la institucionalidad, como lo he hecho durante todo el tiempo que llevo en la política”.
Añadió que el gobierno nacional “encara los problemas, como el acuerdo de precios con los supermercados o como ocurre con el acuerdo de YPF con Repsol, que será un disparador de la inversión en el sistema energético, sin sacrificar el mercado interno y sin volver a endeudarnos, que es lo que tenemos que evitar”. Aseguró que “en la Argentina viene una gran etapa de crecimiento y es importante, porque ocurre en una Argentina desendeudada”. Agregó que “la estabilidad con competitividad permitió en estos diez años el mayor crecimiento del país en sus 200 años de historia”.
Después le hicieron varias preguntas acerca de la reunión que mantendrán, este lunes, en Mar del Plata, los sindicalistas opositores Luis Barrionuevo y Hugo Moyano, y acerca de la posibilidad de que él se sume a ese encuentro. Sin negar ni confirmar esa posibilidad, Scioli afirmó que siempre está dispuesto “a hablar con todos, porque para eso estamos en democracia, pero eso no significa que esté de acuerdo con todo lo que se plantea”. La versión indica que los gremialistas invitaron a los presidenciables del peronismo, entre ellos Scioli, Sergio Massa y José Manuel de la Sota. “Me parece que no es momento de hablar de candidaturas”, señaló (ver página 8).
Sobre el sindicalismo, recordó que “el movimiento obrero siempre ha sido la columna vertebral del justicialismo, al que yo pertenezco, pero también hay que pensar que todos nos debemos al país, a los argentinos, a mantener a las instituciones y a evitar todo aquello que pueda generar inestabilidad social y económica”.
Scioli se mostró molesto por el tratamiento que sectores de la prensa le dieron a las visitas que hizo Cristina Kirchner al Sanatorio Otamendi, donde está internada su madre, Ofelia Wilhelm. “Me parece que a estas cuestiones hay que entenderlas, es la madre de la Presidenta y hay que entender estas cosas.” El gobernador ratificó que siempre está “dispuesto al diálogo constructivo, al respeto de la gobernabilidad y al respeto de las instituciones. Tenemos problemas que solucionar y lo vamos a hacer, no hay razón alguna para teorías apocalípticas”.

La AFIP los encontró en el exterior

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) informó ayer que 1670 contribuyentes blanquearon bienes en el exterior durante 2013. A través de rectificaciones sobre sus declaraciones juradas, los individuos incorporaron sociedades e inmuebles en el exterior que no habían sido declaradas originalmente. Como consecuencia de este procedimiento, precisó el organismo recaudador, se incorporaron en las declaraciones juradas rectificativas 4560 millones de pesos como monto de “bienes en el exterior”. Además, se rectificaron ingresos en el exterior por 262 millones de pesos.
El organismo que encabeza Ricardo Echegaray detalló que los bienes incorporados por los contribuyentes en sus respectivas declaraciones juradas están ubicados principalmente en Uruguay, Estados Unidos, España, Suiza, Chile, Panamá y Países Bajos. Con la mayoría de esos países Argentina firmó nuevos acuerdos de intercambio de información (o está a la espera de hacerlo en el caso de Panamá, con quien anunció que firmará un convenio este año). De hecho, los acuerdos que estaban vigentes con España, Suiza y Chile fueron dados de baja el año pasado y renegociados, ya que ofrecían canales de elusión fiscal para individuos y corporaciones.
El rubro “depósitos de cuentas en el exterior” fue el que más aumentó en las declaraciones juradas rectificativas. En total, más de 20 mil contribuyentes fueron incorporados al Plan de Detección de Sociedades Off Shore, implementado por la AFIP mediante el procedimiento de fiscalización electrónica. “La búsqueda de activos no declarados en el exterior, que consiste en la identificación de sociedades, inmuebles en el exterior y otros activos ocultos a través de la información disponible en las bases internas y externas fue uno de los objetivos estratégicos de la AFIP durante 2013”, concluye el comunicado del organismo.

La evasión no toma vacaciones

Los operativos en zonas de veraneo de ARBA y AFIP arrojaron como resultado que la mitad de los balnearios en Pinamar y Mar del Plata no se encontraba en regla, mientras que el 27 por ciento de empleados en tareas turísticas no estaba registrado.
 

La mitad de los balnearios de Pinamar, Mar del Plata y alrededores presenta irregularidades fiscales, según el relevamiento de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA). Además, la AFIP detectó que un 27 por ciento de trabajadores no estaba debidamente declarado, en el operativo de verano que se lleva adelante en todo el país. Desde que comenzó el año, y después de los apercibimientos de la AFIP, el 38 por ciento de los trabajadores no declarados fue regularizado. El organismo que dirige Ricardo Echegaray se hizo presente en hoteles, balnearios, gastronomía, centros nocturnos, galerías comerciales, bares y confiterías, inmobiliarias y control de accesos.
La economía argentina se maneja con un grado de informalidad estructural considerable. Un indicador que puede ser representativo es el porcentaje de no registración en el empleo, que llega al 34,6 por ciento de los asalariados. A pesar del crecimiento de la economía, el empleo no registrado se mantuvo en el mismo nivel en los últimos años, luego de haber protagonizado una intensa caída a la salida de la convertibilidad, cuando llegó a un 50 por ciento. El Gobierno se propuso en los próximos dos años reducir la informalidad laboral al 30 por ciento.
El empleo agrario, textil y doméstico son núcleos duros del empleo no registrado. También lo es el trabajo eventual, como el que se verifica en los centros de veraneo durante la temporada turística. Desde el 4 de enero, la AFIP relevó a 13.100 trabajadores, de los cuales 3517 se desempeñaban en situación irregular (el 27 por ciento). De ellos, 1611 directamente no estaban declarados, de los cuales 611 fueron incluidos en el régimen de la seguridad social a través de la regularización inmediata.
En tanto, ARBA realizó inspecciones en 114 paradores en playas de la costa atlántica, donde encontró distintas infracciones vinculadas con la declaración irregular de la actividad para pagar menos impuestos y la no emisión de facturas a los clientes, entre otras. El escenario encontrado por la agencia recaudatoria provincial motivó que en plena temporada se labraran actas de clausura de establecimientos.
Las inspecciones de ARBA difundidas ayer detectaron que, en Pinamar y alrededores, cinco de los balnearios visitados prestaban servicios a los turistas sin estar inscriptos ante el fisco para ejercer esa actividad, y otro no emitía factura. En esos establecimientos, los agentes del organismo recaudador labraron actas de clausura. Además, en once balnearios existía alguna infracción vinculada con el impuesto sobre los Ingresos Brutos.
En la zona de la ciudad de Mar del Plata se visitaron 91 balnearios, de los cuales la mitad presentó faltas tributarias. Uno de ellos fue clausurado porque no emitía factura a sus clientes. Allí también operó la AFIP, en busca de infracciones en impuestos nacionales y en la seguridad social. Iván Buda-ssi, titular de ARBA, señaló que “hay muy pocos balnearios que contaban con sistema de pago electrónico, por lo que los turistas no tenían posibilidad de pagar con tarjeta”. La agencia recaudatoria también realizó fiscalizaciones en General Pueyrredón, Villa Gesell, Necochea y Monte Hermoso. Esos operativos se extenderán hasta fines de febrero.
En otro tipo de fiscalizaciones, ARBA detectó días atrás en Pinamar cien casas de lujo no declaradas por sus dueños ante el fisco y que figuraban como baldíos. Entre esos contribuyentes, la evasión en concepto de Impuesto Inmobiliario llega a un millón de pesos anual. Todas las propiedades que registraban irregularidades tenían más de 200 metros cuadrados de edificación y con detalles de categoría, según ARBA. En total fueron descubiertos 40 mil metros cuadrados construidos que no estaban registrados. Para esa tarea, la entidad se valió de la fiscalización satelital.