jueves, 9 de enero de 2014

MINERAS REEMPLAZARAN PRODUCTOS POR 800 MILLONES

Las secretarías de Minería y de Comercio y los miembros de la Mesa de Sustitución y Homologación Minera acordaron trabajar juntos para cumplir con el objetivo de sustituir importaciones durante el presente año por unos 800 millones de pesos. De este modo, se busca darle continuidad al plan presentado en marzo de 2013. El secretario de Minería, Jorge Mayoral, y la subsecretaria de Comercio Exterior, Paula Español, se reunieron con representantes de la Cámara Argentina de proveedores de servicios mineros (Casemi), la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Argentina (Adimra) y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Además, participaron la Asociación de Obreros Mineros Argentinos (AOMA), el Sindicato del Personal Jerárquico Minero (Asijemin) y el Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar). En el encuentro se repasaron conceptos trazados por el Gobierno en relación con el desarrollo del comercio en Argentina, la importación de insumos, bienes y repuestos, y el cuidado de las divisas del país. A raíz de ello, se acordó seguir trabajando de manera coordinada con la expectativa que despierta el sector en la sustitución de importaciones durante el año en curso que, según datos provistos por Casemi y CAEM, rondará los 800 millones de pesos. En marzo del año pasado, Barrick Gold, Alumbrera, Cerro Vanguardia y Pan American Silver anunciaron acuerdos con 170 proveedores y potenciales proveedores de todo el país. Luego se sumaron Aguilar, Yamana Gold y Minera Santa Cruz, las cuales presentaron otros diez casos cada una de avances en la sustitución. Para adaptarse al nuevo esquema, las pymes proveedoras debieron adecuar sus estructuras productivas y comprometerse a garantizar calidad, precio y abastecimiento. Las empresas contaron con el apoyo técnico del INTI y el Gobierno además puso a disposición todas sus líneas crediticias para las empresas que debieron ampliar sus líneas de producción.

ECONOMIA › EL JEFE DE GABINETE ADVIRTIO QUE SE PODRIA RECURRIR A IMPORTACIONES PARA GARANTIZAR EL ABASTECIMIENTO INTERNO

Capitanich utilizó el caso del tomate: si hay problemas de oferta interna, se importará de Brasil. Fue en respuesta a supermercadistas que alertaron que podría llegar a faltar. La respuesta busca disciplinar al empresariado en el marco del acuerdo de precios. Por Javier Lewkowicz El Gobierno amenazó con recurrir a las importaciones para disciplinar la oferta local que registre problemas o que presione al alza sobre los valores del acuerdo de precios. Así lo manifestó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ayer por la mañana. Puso el ejemplo del tomate, que según las cadenas de supermercados podría registrar problemas de oferta en 15 a 20 días. Anticipó que si eso ocurre se va a importar el fruto desde Brasil. En el Gobierno marcan que se trata de una advertencia para los empresarios de la industria que participan del acuerdo y también para los supermercados, que en muchos casos manejan la producción primaria y tienen por lo tanto un control relevante sobre los precios finales. Los productores de tomate, en tanto, se quejaron del anuncio. Capitanich aseguró que se va a recurrir a la importación de productos para garantizar abastecimiento y precios, acorde con el programa Precios Cuidados, y citó el caso del tomate, que por circunstancias estacionales reducirá la oferta en los próximos días, según advirtieron las cámaras supermercadistas al Gobierno. A lo largo de la negociación del acuerdo, los supermercados les transmitieron al ministro de Economía, Axel Kicillof, y al secretario de Comercio, Augusto Costa, que las altas temperaturas podrían generar problemas en la producción de tomate. Los funcionarios le plantearon a la presidenta, Cristina Fernández, que una opción sería importar el fruto desde Brasil y el martes recibieron el visto bueno. En la reunión que tuvo lugar ese día por la tarde, los funcionarios les transmitieron a los supermercados que se tomaría esa medida si surgieran los problemas aludidos. Participaron de esa reunión Coto, Jumbo, Vea, Disco, Dia%, La Anónima, Josimar, Carrefour, Walmart y Changomás a través de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), cuyo máximo dirigente es Alfredo Coto. Las dificultades en la oferta interna, según el planteo de los supermercados, supondría la primera suba de precios del acuerdo, que tuvo su estreno apenas tres días atrás. El kilo de tomate redondo, según la lista de Precios Cuidados, debe venderse en las góndolas a 10,50 pesos. “El tomate es un producto estacional donde hemos detectado que puede llegar a haber en los próximos días reducción en la oferta y, por consiguiente, aumento de precios. Por eso, la Presidenta instruyó al ministro de Economía para que a través del Mercado Central se propicie la importación de tomates de Brasil para garantizar abastecimiento y precio a los consumidores. Esto se hará con todos aquellos bienes que experimenten problemas de oferta estacional o que puedan afectar el nivel de precios del programa Precios Cuidados, a los efectos de garantizar que el consumidor tenga todos los bienes de Precios Cuidados garantizados en términos de abastecimiento y de precios”, dijo Capitanich. “No es que hoy en día falte tomate ni que se va a importar sí o sí. En el marco de las alertas tempranas que el Gobierno puso en funcionamiento, los supermercados plantearon que el calor puede afectar la cosecha de tomate. Entonces se decidió que, en el caso de que persistan estas inclemencias y efectivamente haya problemas de abastecimiento, se van a tomar las medidas necesarias para abastecer el mercado y mantener los precios del acuerdo. En este caso, eso implica importar tomate de Brasil”, explicaron a este diario desde la Secretaría de Comercio. Es una apuesta distinta a la del año pasado, cuando ante la suba en el precio del tomate el Gobierno probó con desincentivar su compra e informar recetas con productos alternativos a través de Defensa del Consumidor. “La importación de tomate es una señal a los empresarios: no pueden hacerse los vivos, porque el Gobierno tomará las medidas necesarias para garantizar que el acuerdo se cumpla en términos de abasto y precios”, consideran en el Gobierno. También advierten que constituye un mensaje para los supermercados, que muchas veces están integrados “hacia atrás” y tienen peso en la propia producción de los alimentos. No es la primera vez que el Gobierno amenaza con las importaciones para domesticar la conducta del empresariado local. “Si es necesario haremos una apertura –a las importaciones– de determinados productos, porque quienes los venden hacen ejercicio monopólico. Veremos si no hacemos más flexible la importación”, planteaba CFK el 21 de marzo de 2013. Luego no se adoptó la medida, que utilizada en gran escala afectaría el empleo. Este fin de semana el acuerdo va a empezar a implementarse en la costa atlántica, con la incorporación del supermercado Toledo y de la Cooperativa Obrera Bahía Blanca. Luego se incorporarán otras sucursales de las cadenas nacionales en el interior del país y también los supermercados regionales y los de la comunidad asiática.

DESDE LAS TRIPAS POR GUILLERMO SACCOMANO

La mujer en el dibujo está de espaldas al artista, en el rincón de la cocina, inclinada sobre la pileta. Se puede ver que en la mano izquierda tiene una cuchara. La derecha, en cambio, por la posición, permanece oculta. La cocina tiene paredes azulejadas. Sobre la mesada en ángulo, hay algunos cacharros que no terminan de discernirse, aunque no todo: un botellón, unas cazuelas. La mujer tiene el pelo largo, un vestido de mangas cortas. Llaman la atención sus pies calzados con unas zapatillas enormes. Al observar este dibujo a lápiz, a mano alzada, vale la pena acordarse de Van Gogh y sus comedores de papas, los cuerpos macilentos de los trabajadores de la cuenca del Borinage. También esas zapatillas –si no son zapatos– recuerdan los zuecos, por qué no. “Encuentra bello todo lo que puedas”, le recomendaba Van Gogh en una carta a su hermano Theo. Vuelvo a observar el dibujo a lápiz, esa mujer de espaldas. El artista lo ha titulado “Amalia, mi cuñada, preparando dulce”. El dibujo a lápiz es tosco, tiene un aire de soltura que no termina de ocultar una cierta impericia. En el momento de este apunte el artista tiene treinta y uno y aún no afirmó su oficio y no maceró su talento. Aunque nació en Montevideo, el pibe se crió en Mataderos. En las calles de tierra con zanjas, ahí cerca del Arroyo Cildáñez, donde fluyen en su corriente los desperdicios sanguinolentos de los frigoríficos y las curtiembres. El pibe, a los once, doce años, los días de lluvia se sienta en la mesa de la cocina junto a su hermano y dibuja copiando lo que dibuja su hermano, que a su vez copia las ilustraciones de las cubiertas de los folletines. El pibe lee las aventuras y las policiales de la época, pero también a Brett Harte, Dickens y Maupassant. El padre es tripero. Y la familia se muda varias veces, pero siempre en el barrio. El pibe ayuda al padre en su trabajo: Un laburo feo, va a recordar. “Yo tenía que rasquetear tripas. Tripas llenas de mierda. Venían derecho del matadero, en barriles. Se les ponía una tapa de quebracho y eso iba a parar a otro medio barril. Entonces, con un cilindro de quebracho que tenía insertada una cuchilla de serrucho, apenas asomada la cuchilla, afilada como las hojitas de afeitar, se pasaba despacito vaciando la tripa. Como las vacas tienen quistes, las tripas tienen tumores y al cortarse una largaba la mierda. Me llenaba la cara de mierda.” Quiere estudiar Bellas Artes, pero el padre se opone. Bellas Artes, contará más tarde, ya dibujante consagrado, “era una cosa lejana, sofisticada, incomprensible. Y mi viejo era un hombre humilde, un laburante”. Lo que el padre quiere es que el pibe estudie Contabilidad y llegue a ser empleado del frigorífico, no obrero como sus hermanos. No obstante le compra Caras y Caretas, que reproduce cuadros. Y el pibe los copia. Si el pibe está empecinado en dibujar, el padre lo deja. Pero con una condición que se parece demasiado a castigo: no puede salir a la calle, no puede jugar. Tiene que dibujar. Y el pibe obedece, dibuja sobre un cajón de kerosene. El pibe quiere ser pintor o si no caricaturista. Prueba presentar sus dibujos a un diario de la época. Le piden que deje los dibujos. Y que vuelva la semana próxima. Así una y otra vez hasta que un dibujante de la publicación le dice: “Mirá, pibe, te están cargando”. Y le aconseja: “No vengas más”. No obstante, insistidor, el pibe no va a aflojar. Y seguirá presentándose en otras publicaciones. Hasta que consigue poner un pie en la editorial Láinez, que publica el TitBits. Entonces empieza a dibujar historietas, incursiona en el género que le permitirá afirmar además de su vocación, su talento. De esta época data ese dibujo que observaba al principio de esta historia. Quizás algunos, no pocos, ahora la conozcan. La historia, digo. No sólo es verdadera. Anécdotas por el estilo formarán la mitología del artista ya consagrado. Con sólo nombrarlo ya se sabe de quién se habla: Alberto Breccia. No se trata aquí sólo de la relación entre oficio y arte, como si se tratara de situaciones antagónicas y no complementarias. Se trata de cómo se construye un creador. Primero, lo demuestra el caso Breccia, está la construcción de la obra. Después, la del mito, creación que le corresponde y no tanto al artista. En este caso, el mito responde a una ideología que no aísla la voluntad de la imaginación y combina además el trabajo con la audacia. En tiempos de la sociedad del espectáculo, pareciera que la cosa es al revés: primero te armás una imagen y después te las ingeniás para que lo que hagas coincida con la figurita. Pero éste no es el lugar para debatir esta cuestión. Quedémonos con lo que el mito del pibe tripero tiene de real y detengámonos en ese dibujo a lápiz de Amalia, la cuñada, preparando dulce. Lejos de enmascarar ese pasado, de maquillarlo, Alberto supo referirse siempre a su iniciación y aprendizaje con una sinceridad descarnada, que prescindía de la autocompasión. Al contarla, no exageraba. Era fiel al detallar las circunstancias, los hechos, sus motivaciones. También los tropiezos, los percances, los obstáculos contra los que chocaba su inocencia, pero que lograba vencer con tenacidad. Se enorgullecía de su origen tripero como si hubiera una clave ahí. Y la había, la hay. En la pobreza, en ese origen que respira el hedor del matadero y tiene el sonido de las vacas mugiendo hacia el mazazo, allí hay, en efecto, una clave y no es –me digo– otra que ese consejo que Vincent le escribe a Theo: “Encuentra bello todo lo que puedas”.

UNA VUELTA AL CHAPERIO

Por Mario Yannoulas Con tristeza anunciamos el cierre de los eventos de noche de nuestro querido galpón El Chaperío. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de la mano de su Policía Metropolitana, clausuró el local, dejando en claro una vez más cuál es el modelo de ciudad que quieren: una que sea toda como Palermo, careta, aburrida, sin pasión, mentirosa. Seguiremos con la movida de encuentros musicales y baile y fiestas con bandas en otros lados, resistiendo. Así dice el comunicado que, a partir del 10 de diciembre del año pasado, se puede leer en el muro de Facebook de El Chaperío. ¿Qué es El Chaperío? Al lado de los perpetuos muros del cementerio de Chacarita, un grupo de hombres sin techo enciende fuego para elevar la temperatura de un atardecer frígido. Justo enfrente, la portezuela de chapa es elocuente sólo para el que está avisado. Sobre la calle Jorge Newbery al 4800, rodeado por vías ferroviarias, puestos de flores y humos de crematorio, está el lugar donde no había más que oscuras mitologías urbanas aplastadas bajo un montón de chatarra cuando Facundo Cadavid y compañía llegaron, a comienzos de 2011. “Arriba vivía un señor, estaban estos dos baños y armamos un escenario con palos de quebracho. Era una pila de cosas de todo tipo, desde autopartes hasta colchones, bolsas de basura. Ahora guardamos los tambores ahí. Originalmente, fue un taller mecánico del ferrocarril, después estuvo ocupado mucho tiempo, vivía un montón de familias, y al lado había un desarmadero. En ese tiempo el barrio era picantón, gente de la zona me dijo que pasó algo cerca de la vía, que alguien murió, vino la policía, pasó otra cosa y finalmente lo desalojaron”, recapitula Facundo. Al lado, la fundación Tierra, Techo y Trabajo activó para convertir el espacio lindante en terreno útil. “Acá no pasaba nada, habían intentado hacer fiestas muy esporádicamente, sin tirar una raíz ni convertir el lugar.” Desde su llegada, cada vez más gente volvió de El Chaperío con la sensación de haber vivido la efervescencia festiva que se podía percibir en la ciudad antes de Cromañón. Si la idea original había sido montar un club de día basado en talleres, la poca infraestructura y la fama del barrio inclinaron hacia la formación de un club de noche. “Nos propusimos hacer un espacio donde se pudiera tocar en vivo y el artista tuviera una retribución acorde a su laburo”, cuentan. La decisión fue poner a La Chata y Sus Doblados, banda en la que canta Facundo, como orquesta residente. “Para empujar la propuesta artística, una combinación de intervenciones de grupos de tambores, orquestas en vivo, bandas de quince o veinte músicos, siempre con la premisa de que hubiera ritmos bailables, que es lo que nos pasa como generación de músicos: baile, mucho tambor, vientos, melodías pegadizas..., música en vivo con entrada popular.” Hoy, el ingreso vale 30 pesos y hay 2x1 en la barra hasta la 1. “Se empezó a correr la bola, más que nada porque había un modelo de gestión muy claro, con la premisa de que el 70 por ciento de la puerta fuera para el músico, aún sabiendo que la guita está en otro lado: en la calle Corrientes y en Sonic Youth, no en el under. El modelo es transparente porque somos músicos, no bolicheros. El lugar tiene casi cuatro años y, además de La Chata, que es el emblema, hay otras bandas que vienen desde el comienzo y son parte de una generación que crece, que tiene que ver con ritmos latinos, cumbia, afro beat y esas historias.” Una vez situada la función de noche –ahora suspendida por disposición del Gobierno de la Ciudad–, el espacio se legitimó y pudo reinstalar el movimiento diurno con más éxito, hasta armar un Club Social, Deportivo y Cultural en el que actualmente se dictan cursos de trapecio, acrobacia, tela, percusión, danza, teatro, fútbol y boxeo. “Para la ciudad y sus músicos, lo mejor sería que hubiera un Chaperío en cada barrio, pero sabemos que hay muchas fuerzas que coaccionan para que eso no pase, el propio contexto en la ciudad es adverso para la cultura; la legalidad y las cosas oscuras presionan mucho. De a poco, todo se convierte en Palermo. Uno apunta a un modelo de club de barrio aggiornado al siglo XXI. En su momento, la ciudad tenía los clubes de barrio, los bailes, deportes, la timba. Somos de acá, y creemos en eso.” En el medio del galpón, una bolsa de boxeo proyecta su incansable sombra sobre la quietud general. Un poco más al fondo alguien abre dos compuertas, desnudando el perímetro alado de una flamante canchita de césped sintético que reluce al atardecer. Sentados sobre la franja del juez de línea, los integrantes de La Chata, que editaron A pelo el año pasado, pretenden dar cuenta de la obsesión de las nuevas generaciones. “Antes había un esquema de que estaba el boliche o ibas a ver una banda de rock –explica Esteban, miembro de la orquesta–. Nuestra música y la de otras bandas que vienen es bailable, entonces se fusionó la fiesta, el salir, con ir a ver una banda. Aparecieron los ritmos latinoamericanos, toda esa cosa bailable que mezcla gente de distintos lugares.” ¿Son parte de una generación que perdió la fe en el rock? Esteban: Somos una generación que vivió Cromañón siendo público. Muchas de las orquestas que están sonando ahora lo son. Dentro del mercado del rock es muy difícil dar vuelta la historia de pagar para tocar, de venderse..., hay una industria que está encima de eso. Facundo: Lo generacional trascendió a los géneros. Hay mucha gente tocando cumbia que no está entrando al circuito histórico de hacer siete shows por noche en bailantas. Hay toda una generación que está viajando por Latinoamérica, y nosotros laburamos así: cuando podemos, viajamos y traemos tambores. Siempre nos estamos moviendo

ECONOMIA › EL DOLAR MARGINAL RETROCEDIO AYER 20 CENTAVOS

Por Raúl Dellatorre La trepada del dólar marginal en la jornada del martes no logró mantenerse en el día de ayer, revirtiéndose parcialmente por la conducta de los especuladores que optaron por recoger las ganancias y no seguir apostando, al menos por el día de ayer, a una nueva suba. El martes el “blue” había aumentado casi 50 centavos, pero ayer descendió 20 centavos y se ubicó en torno de los 10,70 pesos. Los operadores financieros aseguran que se mantuvo la demanda de particulares con destino al turismo exterior, pero en sumas marginales. El dólar oficial se ofreció a 6,61 pesos con lo cual se redujo la brecha que lo separa de la cotización en el paralelo. Ayer fue la primera jornada de baja significativa del valor de la divisa en el mercado ilegal desde que se inició el año. La suba había sido constante a partir de un valor de referencia de 10 pesos en el cual cerraron las operaciones del último día hábil de diciembre, el lunes 30. Los operadores financieros atribuían la presión compradora a la demanda de personas con planes de viajar al extranjero por turismo en los próximos días o semanas, que estaban adquiriendo anticipadamente las divisas por temor a una suba mayor. Sin embargo, la inusual demanda del martes sobre las cuevas tuvo otros elementos confluyentes. La aceleración de la suba del dólar paralelo del martes (entre 40 y 50 centavos en una sola jornada), si bien tuvo su primer impulso en las compras con fines turísticos, reconoce como principal motor la demanda especulativa financiera de grandes operadores. Ha sido este sector, tradicionalmente, el que controló la oferta y la cotización, planteando primero una disputa con el Gobierno por torcerle el brazo a la política cambiaria oficial, y luego tomando ventaja con las ventas de la divisa a precios por encima de toda lógica. Tras el pico de 10,90 alcanzado el martes, ayer los grupos especulativos optaron por hacer una pausa y esperar la evolución de los próximos días, para volver a tomar posiciones y sacar ventajas de un mercado que no opera en competencia ni es “libre”. El Banco Central no opera en el mercado paralelo, pero sí lo hace en el legal intentando enviar señales desde allí hacia el mercado. Ayer, la autoridad monetaria volvió a tener una posición neta vendedora en el mercado mayorista regular (es decir, sacrificó reservas) por alrededor de 60 millones de dólares, con lo cual la cotización de la divisa en ese segmento finalizó en 6,603 pesos para la compra y 6,608 para la venta. En las próximas jornadas, se espera que el sector agroexportador dé cumplimiento al compromiso de ingresar unos 470 millones de dólares pendientes de la actual campaña, lo cual traería un alivio parcial a la plaza cambiaria. Ayer, las reservas internacionales cerraron en un nivel de 30.244 millones de dólares. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, al ser consultado por la mañana sobre el alza del dólar “blue”, le restó trascendencia en los mismos términos expresados por el ministro Axel Kicillof el martes. Recordó que es un mercado “ilegal”, “de operaciones marginales” y que no tiene significación sobre la economía real, ya que se mueve en base a operaciones de “personas que negocian en negro”.

ECONOMIA › EL DOLAR MARGINAL RETROCEDIO AYER 20 CENTAVOS

Por Raúl Dellatorre La trepada del dólar marginal en la jornada del martes no logró mantenerse en el día de ayer, revirtiéndose parcialmente por la conducta de los especuladores que optaron por recoger las ganancias y no seguir apostando, al menos por el día de ayer, a una nueva suba. El martes el “blue” había aumentado casi 50 centavos, pero ayer descendió 20 centavos y se ubicó en torno de los 10,70 pesos. Los operadores financieros aseguran que se mantuvo la demanda de particulares con destino al turismo exterior, pero en sumas marginales. El dólar oficial se ofreció a 6,61 pesos con lo cual se redujo la brecha que lo separa de la cotización en el paralelo. Ayer fue la primera jornada de baja significativa del valor de la divisa en el mercado ilegal desde que se inició el año. La suba había sido constante a partir de un valor de referencia de 10 pesos en el cual cerraron las operaciones del último día hábil de diciembre, el lunes 30. Los operadores financieros atribuían la presión compradora a la demanda de personas con planes de viajar al extranjero por turismo en los próximos días o semanas, que estaban adquiriendo anticipadamente las divisas por temor a una suba mayor. Sin embargo, la inusual demanda del martes sobre las cuevas tuvo otros elementos confluyentes. La aceleración de la suba del dólar paralelo del martes (entre 40 y 50 centavos en una sola jornada), si bien tuvo su primer impulso en las compras con fines turísticos, reconoce como principal motor la demanda especulativa financiera de grandes operadores. Ha sido este sector, tradicionalmente, el que controló la oferta y la cotización, planteando primero una disputa con el Gobierno por torcerle el brazo a la política cambiaria oficial, y luego tomando ventaja con las ventas de la divisa a precios por encima de toda lógica. Tras el pico de 10,90 alcanzado el martes, ayer los grupos especulativos optaron por hacer una pausa y esperar la evolución de los próximos días, para volver a tomar posiciones y sacar ventajas de un mercado que no opera en competencia ni es “libre”. El Banco Central no opera en el mercado paralelo, pero sí lo hace en el legal intentando enviar señales desde allí hacia el mercado. Ayer, la autoridad monetaria volvió a tener una posición neta vendedora en el mercado mayorista regular (es decir, sacrificó reservas) por alrededor de 60 millones de dólares, con lo cual la cotización de la divisa en ese segmento finalizó en 6,603 pesos para la compra y 6,608 para la venta. En las próximas jornadas, se espera que el sector agroexportador dé cumplimiento al compromiso de ingresar unos 470 millones de dólares pendientes de la actual campaña, lo cual traería un alivio parcial a la plaza cambiaria. Ayer, las reservas internacionales cerraron en un nivel de 30.244 millones de dólares. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, al ser consultado por la mañana sobre el alza del dólar “blue”, le restó trascendencia en los mismos términos expresados por el ministro Axel Kicillof el martes. Recordó que es un mercado “ilegal”, “de operaciones marginales” y que no tiene significación sobre la economía real, ya que se mueve en base a operaciones de “personas que negocian en negro”.

EL SUBSECRETARIO DE DERECHOS HUMANOS DEL GOBIERNO PORTEÑO ASEGURO QUE LA INSTITUCION NO SE CERRARA

Por Werner Pertot Luego de varios días de denuncias de vaciamiento del Parque de la Memoria, el subsecretario de Derechos Humanos porteño, Claudio Avruj, sostuvo: “No vamos a cerrar el Parque de la Memoria. Tal versión es absolutamente falsa”. El funcionario macrista no aclaró qué ocurrirá con los sueldos de los trabajadores del Parque, quienes señalaron a Página/12 que la situación no cambió y no recibieron ninguna oferta de aumento. Avruj se comunicó con ellos, pero condicionó cualquier cambio al retorno de sus vacaciones del jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. En tanto, un informe de La Fábrica porteña indica que la subejecución de las partidas del Parque fueron la regla en los últimos cuatro años. En ningún caso se ejecutó más del 40 por ciento de los fondos disponibles. El Parque de la Memoria surgió como una iniciativa de la Legislatura durante el gobierno de Aníbal Ibarra. Contiene un memorial con los nombres de los desaparecidos, diversas esculturas alusivas y un centro de actividades que se llama PAYS (Presentes Ahora y Siempre). En 2013 solamente fue visitado por 155 mil personas. Los trabajadores del Parque –en su mayoría contratados y sin estabilidad laboral– denunciaron que este año les informaron que no iban a recibir un aumento de sueldo. La directora del Parque, Nora Hochbaum, advirtió que “otros contratados recibieron aumento, pero los empleados del Parque no recibirán un aumento salarial. Se nos dijo que todos los que no estén conformes estaban en libertad de renunciar y conseguirse otro trabajo”. Para Hochbaum, esta decisión marca “un vaciamiento para seguir produciendo actividades que generen una mayor conciencia social sobre el terrorismo de Estado”. Los trabajadores del Parque sindicaron a Avruj como el emisario de esta resolución e iniciaron una protesta. La respuesta llegó ayer en el Twitter de Avruj. “Queremos comunicarle a los vecinos que no vamos a cerrar el Parque de la Memoria”, afirmó el funcionario PRO. “Durante estos dos años de gestión hemos llevado adelante una política permanente de apoyo al Parque de la Memoria. Promovemos acuerdos e iniciativas culturales y trabajamos a diario para mejorar y preservar todo lo relativo a sus instalaciones. Creemos que la Memoria, la Verdad y la Justicia son valores escenciales (sic) en una sociedad democrática y eso representa el Parque de la Memoria”, tipeó. “Las declaraciones de Avruj no tuvieron ningún reflejo en la realidad”, indicó el delegado de ATE Iván Wrobel. “Avruj dijo que apoya al Parque de la Memoria, pero en concreto no hubo ningún cambio de la situación: ni ofreció un aumento para los trabajadores del Parque ni dio marcha atrás con los despidos en el Programa de atención a las víctimas de violencia sexual”, afirmó. Ayer, Avruj se puso en contacto con los trabajadores. Se mostró preocupado por la movilización que harán hoy a las 12 a Rivadavia 611, donde instalarán una radio abierta. El subsecretario dijo que está esperando que Larreta vuelva de sus vacaciones y que, hasta entonces, no tiene posibilidad de resolver las cuestiones presupuestarias. La política del PRO hacia el Parque de la Memoria, sin embargo, trasciende el tiempo que lleva Avruj en el cargo. Un informe de La Fábrica porteña, el espacio que conduce Carlos Tomada, indica que la subejecución fue una constante, al menos, desde 2010. En ese año se ejecutó el 22,74 por ciento del total de fondos disponibles para el Parque. En 2011 se ejecutó el 25,73 por ciento; en 2012, el 36,43 por ciento y hasta el tercer trimestre de 2013 llevaban ejecutado el 14,74 por ciento. “La subejecución está dada por el rubro construcciones, donde hay años como 2012 en que, a pesar de que tenía dos millones de pesos contemplados, se gastaron cero peso en el Parque”, indica el informe de La Fábrica porteña, quien también advierte que el sueldo promedio de un trabajador es de cinco mil pesos y el 98 por ciento son monotributistas. “La combinación de precarización laboral, subejecución y recorte en términos reales del presupuesto –concluye el informe– da cuenta del abandono e intento de vaciamiento del Parque a pesar de la importancia del mensaje que promueve”.