viernes, 1 de noviembre de 2013
La Cámara de la Construcción destaca el impulso del sector por la obra pública y privada
En Mañana más, Gustavo Weiss destacó la demanda de mano de obra e insumos basados en la obra pública, el plan Procrear y la obra privada.
Weiss explicó que hay dos segmentos bien definidos, entre los que destacó “la obra pública que está en niveles de actividad muy altos como años anteriores, potenciada este año con el plan Procrear con 48 mil viviendas en ejecución, más 3.800 edificios en construcción que demandan materiales y mano de obra”.
Dijo que la mejoría del sector también se basa en “la duplicación del Plan Federal que pasó de 5.000 a 10.000 millones de pesos”, para la construcción de viviendas sociales en todo el país.
Por otra parte, resaltó que del lado de obra privada, “lo que está muy demandado es la construcción y refacción de viviendas unifamniliares”.
En ese sentido explicó que se registra un incremento en la cantidad de familias que deciden llevar a cabo la construcción de su vivienda, concretar ampliaciones o modificaciones.
Consultado sobre el valor de los insumos y la mano de obra, detalló que el sector tuvo negociaciones paritarias a inicio de año, y que se registra una tendencia de aumento anualizada del 25 por ciento y que el mismo nivel alcanza a los insumos.
Sobre la postura del Grupo Clarín tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia que declaró la constitucionalidad de la ley de servicios de comunicación audiovisual, Weiss consideró que si sienten “vulnerados sus derechos pueden presentarse ante la justicia pero sobre la base de una ley que es constitucional”, por lo que consideró que se trata de una etapa distinta.
La Cámara de Apelaciones de Nueva York falló a favor de la Argentina
Confirmó que sigue vigente la medida cautelar que impide la aplicación de la sentencia contra el país hasta que se resuelva el juicio de los fondos buitres.
Según confirmaron fuentes oficiales, la Cámara de Apelaciones rechazó el pedido de los fondos buitre de levantar el denominado "stay", que impide que la Argentina tenga que pagar 100% a estos demandantes bajo la fórmula del juez Thomas Griesa.
De esta forma, la Argentina va a poder cumplir con el normal pago de sus vencimientos de deuda, y esperará hasta la resolución final del juicio en la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Las ruinas circulares Por Jorge Luis Borges (1899-1986)
Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de bambú sumiéndose en el fango sagrado, pero a los pocos días nadie ignoraba que el hombre taciturno venía del Sur y que su patria era una de las infinitas aldeas que están aguas arriba, en el flanco violento de la montaña, donde el idioma zend no está contaminado de griego y donde es infrecuente la lepra. Lo cierto es que el hombre gris besó el fango, repechó la ribera sin apartar (probablemente, sin sentir) las cortaderas que le dilaceraban las carnes y se arrastró, mareado y ensangrentado, hasta el recinto circular que corona un tigre o caballo de piedra, que tuvo alguna vez el color del fuego y ahora el de la ceniza. Ese redondel es un templo que devoraron los incendios antiguos, que la selva palúdica ha profanado y cuyo dios no recibe honor de los hombres. El forastero se tendió bajo el pedestal. Lo despertó el sol alto. Comprobó sin asombro que las heridas habían cicatrizado; cerró los ojos pálidos y durmió, no por flaqueza de la carne sino por determinación de la voluntad. Sabía que ese templo era el lugar que requería su invencible propósito; sabía que los árboles incesantes no habían logrado estrangular, río abajo, las ruinas de otro templo propicio, también de dioses incendiados y muertos; sabía que su inmediata obligación era el sueño. Hacia la medianoche lo despertó el grito inconsolable de un pájaro. Rastros de pies descalzos, unos higos y un cántaro le advirtieron que los hombres de la región habían espiado con respeto su sueño y solicitaban su amparo o temían su magia. Sintió el frío del miedo y buscó en la muralla dilapidada un nicho sepulcral y se tapó con hojas desconocidas.
El propósito que lo guiaba no era imposible, aunque sí sobrenatural. Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad. Ese proyecto mágico había agotado el espacio entero de su alma; si alguien le hubiera preguntado su propio nombre o cualquier rasgo de su vida anterior, no habría acertado a responder. Le convenía el templo inhabitado y despedazado, porque era un mínimo de mundo visible; la cercanía de los leñadores también, porque éstos se encargaban de subvenir a sus necesidades frugales. El arroz y las frutas de su tributo eran pábulo suficiente para su cuerpo, consagrado a la única tarea de dormir y soñar.
Al principio, los sueños eran caóticos; poco después, fueron de naturaleza dialéctica. El forastero se soñaba en el centro de un anfiteatro circular que era de algún modo el templo incendiado: nubes de alumnos taciturnos fatigaban las gradas; las caras de los últimos pendían a muchos siglos de distancia y a una altura estelar, pero eran del todo precisas. El hombre les dictaba lecciones de anatomía, de cosmografía, de magia: los rostros escuchaban con ansiedad y procuraban responder con entendimiento, como si adivinaran la importancia de aquel examen, que redimiría a uno de ellos de su condición de vana apariencia y lo interpolaría en el mundo real. El hombre, en el sueño y en la vigilia, consideraba las respuestas de sus fantasmas, no se dejaba embaucar por los impostores, adivinaba en ciertas perplejidades una inteligencia creciente. Buscaba un alma que mereciera participar en el universo.
A las nueve o diez noches comprendió con alguna amargura que nada podía esperar de aquellos alumnos que aceptaban con pasividad su doctrina y sí de aquellos que arriesgaban, a veces, una contradicción razonable. Los primeros, aunque dignos de amor y de buen afecto, no podían ascender a individuos; los últimos preexistían un poco más. Una tarde (ahora también las tardes eran tributarias del sueño, ahora no velaba sino un par de horas en el amanecer) licenció para siempre el vasto colegio ilusorio y se quedó con un solo alumno. Era un muchacho taciturno, cetrino, díscolo a veces, de rasgos afilados que repetían los de su soñador. No lo desconcertó por mucho tiempo la brusca eliminación de los condiscípulos; su progreso, al cabo de unas pocas lecciones particulares, pudo maravillar al maestro. Sin embargo, la catástrofe sobrevino. El hombre, un día, emergió del sueño como de un desierto viscoso, miró la vana luz de la tarde que al pronto confundió con la aurora y comprendió que no había soñado. Toda esa noche y todo el día, la intolerable lucidez del insomnio se abatió contra él. Quiso explorar la selva, extenuarse; apenas alcanzó entre la cicuta unas rachas de sueño débil, veteadas fugazmente de visiones de tipo rudimental: inservibles. Quiso congregar el colegio y apenas hubo articulado unas breves palabras de exhortación, éste se deformó, se borró. En la casi perpetua vigilia, lágrimas de ira le quemaban los viejos ojos.
Comprendió que el empeño de modelar la materia incoherente y vertiginosa de que se componen los sueños es el más arduo que puede acometer un varón, aunque penetre todos los enigmas del orden superior y del inferior: mucho más arduo que tejer una cuerda de arena o que amonedar el viento sin cara. Comprendió que un fracaso inicial era inevitable. Juró olvidar la enorme alucinación que lo había desviado al principio y buscó otro método de trabajo. Antes de ejercitarlo, dedicó un mes a la reposición de las fuerzas que había malgastado el delirio. Abandonó toda premeditación de soñar y casi acto continuo logró dormir un trecho razonable del día. Las raras veces que soñó durante ese período, no reparó en los sueños. Para reanudar la tarea, esperó que el disco de la luna fuera perfecto. Luego, en la tarde, se purificó en las aguas del río, adoró los dioses planetarios, pronunció las sílabas lícitas de un nombre poderoso y durmió. Casi inmediatamente, soñó con un corazón que latía.
Lo soñó activo, caluroso, secreto, del grandor de un puño cerrado, color granate en la penumbra de un cuerpo humano aun sin cara ni sexo; con minucioso amor lo soñó, durante catorce lúcidas noches. Cada noche, lo percibía con mayor evidencia. No lo tocaba: se limitaba a atestiguarlo, a observarlo, tal vez a corregirlo con la mirada. Lo percibía, lo vivía, desde muchas distancias y muchos ángulos. La noche catorcena rozó la arteria pulmonar con el índice y luego todo el corazón, desde afuera y adentro. El examen lo satisfizo. Deliberadamente no soñó durante una noche: luego retomó el corazón, invocó el nombre de un planeta y emprendió la visión de otro de los órganos principales. Antes de un año llegó al esqueleto, a los párpados. El pelo innumerable fue tal vez la tarea más difícil. Soñó un hombre íntegro, un mancebo, pero éste no se incorporaba ni hablaba ni podía abrir los ojos. Noche tras noche, el hombre lo soñaba dormido.
En las cosmogonías gnósticas, los demiurgos amasan un rojo Adán que no logra ponerse de pie; tan inhábil y rudo y elemental como ese Adán de polvo era el Adán de sueño que las noches del mago habían fabricado. Una tarde, el hombre casi destruyó toda su obra, pero se arrepintió. (Más le hubiera valido destruirla.) Agotados los votos a los númenes de la tierra y del río, se arrojó a los pies de la efigie que tal vez era un tigre y tal vez un potro, e imploró su desconocido socorro. Ese crepúsculo, soñó con la estatua. La soñó viva, trémula: no era un atroz bastardo de tigre y potro, sino a la vez esas dos criaturas vehementes y también un toro, una rosa, una tempestad. Ese múltiple dios le reveló que su nombre terrenal era Fuego, que en ese templo circular (y en otros iguales) le habían rendido sacrificios y culto y que mágicamente animaría al fantasma soñado, de suerte que todas las criaturas, excepto el Fuego mismo y el soñador, lo pensaran un hombre de carne y hueso. Le ordenó que una vez instruido en los ritos, lo enviaría al otro templo despedazado cuyas pirámides persisten aguas abajo, para que alguna voz lo glorificara en aquel edificio desierto. En el sueño del hombre que soñaba, el soñado se despertó.
El mago ejecutó esas órdenes. Consagró un plazo (que finalmente abarcó dos años) a descubrirle los arcanos del universo y del culto del fuego. Íntimamente, le dolía apartarse de él. Con el pretexto de la necesidad pedagógica, dilataba cada día las horas dedicadas al sueño. También rehizo el hombro derecho, acaso deficiente. A veces, lo inquietaba una impresión de que ya todo eso había acontecido... En general, sus días eran felices; al cerrar los ojos pensaba: Ahora estaré con mi hijo. O, más raramente: El hijo que he engendrado me espera y no existirá si no voy.
Gradualmente, lo fue acostumbrando a la realidad. Una vez le ordenó que embanderara una cumbre lejana. Al otro día, flameaba la bandera en la cumbre. Ensayó otros experimentos análogos, cada vez más audaces. Comprendió con cierta amargura que su hijo estaba listo para nacer -y tal vez impaciente. Esa noche lo besó por primera vez y lo envió al otro templo cuyos despojos blanqueaban río abajo, a muchas leguas de inextricable selva y de ciénaga. Antes (para que no supiera nunca que era un fantasma, para que se creyera un hombre como los otros) le infundió el olvido total de sus años de aprendizaje.
Su victoria y su paz quedaron empañadas de hastío. En los crepúsculos de la tarde y del alba, se prosternaba ante la figura de piedra, tal vez imaginando que su hijo irreal ejecutaba idénticos ritos, en otras ruinas circulares, aguas abajo; de noche no soñaba, o soñaba como lo hacen todos los hombres. Percibía con cierta palidez los sonidos y formas del universo: el hijo ausente se nutría de esas disminuciones de su alma. El propósito de su vida estaba colmado; el hombre persistió en una suerte de éxtasis. Al cabo de un tiempo que ciertos narradores de su historia prefieren computar en años y otros en lustros, lo despertaron dos remeros a medianoche: no pudo ver sus caras, pero le hablaron de un hombre mágico en un templo del Norte, capaz de hollar el fuego y de no quemarse. El mago recordó bruscamente las palabras del dios. Recordó que de todas las criaturas que componen el orbe, el fuego era la única que sabía que su hijo era un fantasma. Ese recuerdo, apaciguador al principio, acabó por atormentarlo. Temió que su hijo meditara en ese privilegio anormal y descubriera de algún modo su condición de mero simulacro. No ser un hombre, ser la proyección del sueño de otro hombre ¡qué humillación incomparable, qué vértigo! A todo padre le interesan los hijos que ha procreado (que ha permitido) en una mera confusión o felicidad; es natural que el mago temiera por el porvenir de aquel hijo, pensado entraña por entraña y rasgo por rasgo, en mil y una noches secretas.
El término de sus cavilaciones fue brusco, pero lo prometieron algunos signos. Primero (al cabo de una larga sequía) una remota nube en un cerro, liviana como un pájaro; luego, hacia el Sur, el cielo que tenía el color rosado de la encía de los leopardos; luego las humaredas que herrumbraron el metal de las noches; después la fuga pánica de las bestias. Porque se repitió lo acontecido hace muchos siglos. Las ruinas del santuario del dios del fuego fueron destruidas por el fuego. En un alba sin pájaros el mago vio cernirse contra los muros el incendio concéntrico. Por un instante, pensó refugiarse en las aguas, pero luego comprendió que la muerte venía a coronar su vejez y a absolverlo de sus trabajos. Caminó contra los jirones de fuego. Éstos no mordieron su carne, éstos lo acariciaron y lo inundaron sin calor y sin combustión. Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo.
PIBE TROSKO CLANDESTINO
Comunicado Nº 1. Al Gran Pueblo argentino:
-Hemos pasado a la clandestinidad. Hoy se cumplen 16 días de la última vez que vi la luz solar. No la extraño en absoluto. El sótano es algo húmedo, pero se tolera. Me sedujo la idea de tener asma, como para agregarle algo de mística a este periplo, pero no fue posible. Mis pulmones responden perfectamente bien. El comandante Alfredo Casero ha sido muy claro: nos van a tener que matar, porque no pensamos callarnos. De acá nos sacan con los dos pies para adelante. Nos acompaña también Enrique. Si la ven a María Teresa, no se lo comenten. Necesitamos cigarrillos y tarjetas de teléfono. Y un joystick.
-No sé a ciencia cierta cuando podré volver a emitir un comunicado, por lo cual aprovecharé este para resolver tareas que no deben quedar pendientes.
-La democracia es la forma de organización política en la que el pueblo tiene derecho a elegir a sus representantes y siempre gana el peronismo. Leemos los diarios, estamos al tanto de lo acontecido el último fin de semana. 80% en la Provincia de Buenos Aires, un panorama desolador.
-Mi vieja dice que cuando sos boludo, jugás al rugby. Y cuando sos muy muy boludo, le ponés nombre a la lluvia.
La tormenta Berta. La nube Alicia. El granizo Horacio. La nieve Sofía. Y el sol, como no podía ser de otra manera, Néstor Carlos Kirchner.
-La izquierda metió 3 Diputados Nacionales. No será la Revolución Intergaláctica, pero va queriendo.
-En la Capital, buena elección de UNEN. Pino logró captar el voto de aquellos que creen que se debe aceptar la decisión de la Corte, y Lilita sedujo a quienes advierten un pacto espurio entre Zannini y Lorenzetti.
-Más de 21.000 votos obtuvo El Partido de la Red. Tienen 22.000 Me Gusta en Facebook. ¿Esto que quiere decir? Que si yo me presentaba para Legislador Porteño, entraba.
Decí que no me interesa pasarme el año nombrando Ciudadanos Ilustres a ex jugadores de fútbol y cambiándole el nombre a las calles de San Telmo.
-Mauricio Macri anunció su candidatura a Presidente en 2015.
Faltan menos de dos años para las elecciones y, si nuestros números no fallan, la cantidad de votos que tiene Macri en la Provincia de Buenos Aires es…cero. Sí, ya sé, estamos hablando del distrito más grande del país.
A menos que las 4 millones de personas que viven en La Matanza se muden mañana a Villa Crespo, el escenario para Mauricio es bastante complicado.
-Mientras ustedes pelotudean en Facebook, el Colorado Mac Allister es Diputado Nacional.
-Nos acompaña también el chico que defecó sobre el altar de la Iglesia San Ignacio de Loyola. Adeuda un trabajo práctico de Geografía que, según dice, lo entregará antes de fin de mes.
-No dije nada sobre los 30 años de Democracia. La figura del Dr. Alfonsín sirve para recordar que, durante los gobiernos peronistas, si se prende fuego el país la responsabilidad será de los peronistas. Mientras que durante los gobiernos radicales, si se prende fuego el país la responsabilidad será de...los peronistas.
-Hermes Binner ha ganado en su Provincia con comodidad y, si hace las cosas bien, tiene altas chances de dirigir una sociedad de fomento al finalizar su mandato como legislador.
-No se olviden, pero por favor les pido, no se olviden de cambiarle los pañales a Pino Solanas cada cierto tiempo.
-La Corte Suprema de Justicia declaró la constitucionalidad de la Ley de Medios y esto, entendemos, no perjudica a Independiente. Al que si perjudica es a Sabbatella, que ayer mismo levantó la bolsa de dormir que había tirado junto al colchón de Enrique, se afeitó y salió corriendo hacia las oficinas del Grupo Clarín.
-El hombre mayor de 18 que se disfraza para Halloween no merece nuestro respeto. El hombre mayor de 18 que se disfraza para Halloween y ni siquiera así logra ponerla, no merece vivir.
-Mamá, si de casualidad leés esto, hoy tampoco voy a comer, así que no me esperes.
Cambio y Fuera
Patria o Suerte.
Venceremos y Venceremas.
IMPRESENTABLE INFORME Clarín se te nota tanto la sangre en el ojo
El multimedio supuesto paladín de la "independencia periodística" no puede dejar un minuto de defender sus intereses empresariales y realizó un informe tan mediocre que adjetiva despectivamente a la marcha por el fallo de la Corte Suprema a favor de la Ley de Medios.
De la Redacción de Diario Registrado // Jueves 31 de octubre de 2013 | 21:29
Patético. Así fue el guión que se leyó como fondo de un cúmulo de imágenes para ilustrar lo que fue la multitudinaria marcha al Congreso Nacional para festejar la completa aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tras el reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia.
Se utilizaron frases agresivas contra los asistentes y en esta embestida de Clarín contra el Gobierno entraron todos en la misma bolsa. Las ONG´s que participaron de la marcha, las radios comunitarias, los militantes, los autoconvocados, los organismos de derechos humanos. Todos fueron insultados y bastardeados por Canal 13.
En el texto se decía que la plaza estaba repleta de "punteros políticos que subsidia el Estado y que todos pagamos". A Martín Sabbatella, el titular del AFSCA, ese mismo que en el 2003 se mostraba como ejemplo de político en la lucha contra la corrupción desde la pantalla de Telenoche, se lo comparó con "El Rafa" Di Zeo.
"Se parecía mas al Rafa Di Zeo en un para avalancha que a un juez recoleto y equidistante" dicen en una total falta de respeto. Pero lo peor llega al final donde se describe la "kirchner-fest". Aseguraron que había "cantitos de estudiantina" y que faltaron los "movimientos sensuales del gordo Boudou". Creemos que no hace falta recordar que se trata del vicepresidente de la Nación.
Otro papelón de Clarín.
Constitucionalidad a la ley, supremo poder Por Fernando Casas
La Corte Suprema falló a favor de su constitucionalidad cuatro años y veinte días después de sancionada la Ley de Medios. La justicia llegó finalmente. No hubo "fallo salomónico" como sospechaba parte del periodismo, de la militancia y hasta algunos integrantes del gobierno.
Es para celebrar, pero también para estar atentos en cómo se aplicará plenamente la norma. Es para estar alegres sí, por la larga lucha de los notables y comunes desde el regreso de la democracia hasta hoy. Por la decisión política de Néstor y Cristina Kirchner, y por el equipo que condujo Gabriel Mariotto, con Damián Loretti como académico y Graciana Peñafort como craneo de la defensa legal del texto.
A uno de le vienen a la mente hombres como Néstor Busso, creador del Foro de Radio Comunitarias, o Armando Álvarez, de FM Pirca en Tilcara, Jujuy. O Matías Melillán, que militó la ley desde FM Pocahullo como operador de la emisora de San Martín de los Andes y hoy es el representante de los pueblos originarios ante la Afsca.
Para ellos y otros protagonistas, como las cooperativas, la realidad cambió hace rato. Con la plena aplicación de la Ley, que costará hacer cumplir y desandará un camino lento, la oferta laboral y las posibilidades se incrementarán.
Ahora bien, no pasa desapercibido que el fallo se hace público a dos días de las elecciones legislativas, y que el tribunal sorprende a propios y extraños con una resolución favorable para los intereses del Estado, pero también para los suyos propios.
¿Cómo no dudar ahora del tribunal que democratizó Néstor Kichner pero que después falló en contra en cuestiones como la expropiación del predio de La Rural, la Ley de Mercado de Capitales o la propia dilatación de la de Servicios de Comunicación Audiovisual?
Es que la Corte Suprema de Justicia, al terciar como equilibrio del poder, se jactará de salvar la convivencia en democracia -y no es tan descabellado pensar en semejante logro-, pero además quién les negará protagonismo a la hora de discutir como principal actor el alcance de la retrasada reforma judicial.
Hay que dimensionar la medida como un empujón para que el Grupo Clarin se ajuste a derecho y no opere, como este martes mismo con la nota de La Nación en la que el radicalismo especula con una renuncia de la presidenta de la Nación. O que obvie entre sus noticias el traspaso hacia el macrismo de tres diputados recién electos por el massismo. Porque no le sirve a sus intereses la pelea entre Macri y Massa.
Ahora Clarin deberá ajustarse a derecho, a esta ley, no ley k ni la ley mordaza, sino la mejor ley que pudo parir la democracia de este país. Y es, debido al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y permítase a este cronista desconfiar de todo el poder que acaba de atribuirse el único poder del Estado que no se elige democráticamente.
Este cronista se toma la licencia de citar a un militante incansable de la ley que ya no está. Tato Contissa, periodista y escritor que nos explicó desde sus programas de radio, desde sus cátedras en la Universidad de Lomas, que "de la misma manera que se debe saber quién es la fuente de emisión de un mensaje para poder saber quien te está hablando, el periodista también debe desnudar su manera de pensar para adquirir su doble condición de periodista y militante".
Y ahora eso será constitucional.
Diario Registrado
Argentina: "los K" ganan perdiendo… y ganando Por José Steinsleger
El peronismo continúa siendo un movimiento político a tal punto versátil, que nada de lo irracional, conjetural o racional le resulta ajeno. Épico, pragmático y reflexivo a la vez; especulativo, democrático o autoritario, el peronismo siempre ha sido encuentro de lo nacional y popular, y lugar de confrontación frente a las oligarquías que, si acaso merodeaban por sus pagos, terminaban invariablemente siendo pájaros de otro cantar.
La "lucha de clases" en Argentina (noción poco grata a un movimiento intrínsecamente policlasista), pasa por el peronismo. Idea que ciertas izquierdas ven con un ojo cerrado, y todas las derechas con ambos a la vez. Así, cuando en los comicios presidenciales de 2015, el peronismo vuelva a ser gobierno, más de la tercera parte de la historia argentina habrá girado en torno al planeta político descubierto por Juan Domingo Perón.
Lo apuntado cuadra con la cosecha de votos obtenidos en las recientes elecciones legislativas, por dos fuerzas que son agua y aceite al interior del mayor movimiento de masas de América Latina. Junto con sus respectivos aliados, los votos peronistas sumaron casi la mitad del padrón electoral. Y el resto, mucho menos de la mitad.
Con 32.5 por ciento de "voto duro", el Frente para la Victoria (FpV), de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, retuvo la mayoría en ambas cámaras del Congreso, y volvió a refrendarse como primera fuerza política del país. Y con 14.7 de votos rejuntados, el Frente Renovador (FR), liderado por Sergio Massa, se convirtió en tercer agrupamiento nacional. No obstante, Massa ganó en la compleja provincia de Buenos Aires (43) estratégico bastión que congrega a 37 por ciento del electorado.
Como fuere, y a contramano del triunfalismo inflado del "Partido Mediático Universal" (que en Argentina representan el diario oligárquico La Nación y el grupo monopólico Clarín), el politólogo José Miguel Candia sugiere cautela. Porque los comicios de "medio tiempo" fueron justa y democráticamente pensados, para sacar tarjeta roja o amarilla en una gestión presidencial.
Ahora bien: la cosecha de votos del FpV y el FR provienen del peronismo. ¿Quién es quién, y qué intereses del pasado y el futuro se expresan en ambas fuerzas? Si los contenidos emancipadores de la "hoja de ruta" iniciada en 2003 por Néstor Kirchner y su esposa Cristina han sido ampliamente comentados, la del joven Massa se las trae.
Botones de muestra: en una de sus primeras ceremonias públicas, Néstor Kirchner ordenó al jefe del Ejército botar a la basura los óleos que en el Colegio Militar evocaban a los genocidas de la dictadura. Y en su campaña, Sergio Massa pidió quitar de un local partidario un cuadro del presidente fallecido. Por su lado, el UNICEF anda preocupado con las declaraciones de Massa. Dijo que si sorprendiera a su hijo fumando un porro de mariguana, lo "cagaría a trompadas".
Con originalidad afín a la de sus pares derechistas del continente, Massa asegura que le "sobran huevos en la vida", y que en el terreno político le gusta conducir a “gran velocidad por el terreno político sin "mirar por el espejo retrovisor". Pintando a Massa de cuerpo entero, la periodista Marta Dillon le recuerda que el espejo retrovisor también “…es ese espacio chiquito donde tal vez podría avizorar que ninguna alianza es eterna, y que dar el volantazo de cambiar los dedos en V por el marketinero me gusta, podría en la próxima curva sacarlo del camino” (Página 12, Buenos Aires, 28/10/13).
Entre los peronistas, muchos son los que siempre fueron, anteayer no eran, ayer parecían, y pocos los que dejaron de serlo. Massa no viene del peronismo. Líder juvenil de la derecha liberal anteayer, jefe de gabinete de Cristina ayer, ventrílocuo de las fuerzas retrógradas hoy, el joven que el poder hegemónico mediático presenta como "el Capriles argentino", parece estar convencido de que en 2015 ocupará la Casa Rosada.
El problema es que, históricamente, el peronismo se ha caracterizado por alzar o bajar el pulgar frente a los que se le acercaban para ver si algo pescaban. Anteayer, por la gravitación del líder máximo; ayer, con recursos no muy felices frente a los oportunistas, y hoy (primero Dios), con las fascinantes y nada románticas reglas de la democracia.
Obligado en más de una ocasión a solicitar indulgencia por su incapacidad para consultar la carta astral del peronismo, quien suscribe tampoco arrojará la toalla de buenas a primeras. De modo que pongámosle la firma: Massa nunca será presidente de los argentinos.
Por último, la noticia realmente importante: la Corte Suprema declaró constitucional la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aprobada en 2009 por el Congreso y frenada por la canalla mediática de La Nación y Clarín. En fallo histórico, la Corte estimó que "la paz colectiva de la libertad de expresión, exige una participación activa por parte del Estado".
Oportuno y simbólico homenaje en coincidencia con el tercer aniversario de la muerte de Kirchner, y 30 años de democracia en el país de Freud, Maradona y Gardel. Sólo falta que la presidenta se recupere de sus males, y vuelva a la lucha con las baterias recargadas.
La Jornada, México
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