domingo, 15 de septiembre de 2013

“Algunos se olvidan que tratan con pacientes, no con clientes

Llegó a la Argentina para apoyar dos programas gratuitos. El rostro humano de la salud internacionalista. 1 2 3 4 5Info NewsInfo NewsInfo News Por: Roberto Caballero De su padre tiene los ojos, el centro del rostro, la vocación internacionalista y su profesión, no entendida como un negocio. Aleida Guevara March, la hija del Che y su segunda mujer, Aleida March, es médica pediatra. Para la militancia de izquierda latinoamericana es como de la familia. Es la "Aleidita" de la que hablaba el Che en sus cartas póstumas. Para el resto del mundo –ella misma se ríe al evocarlo–, es famosa desde que Michael Moore la entrevistó en su documental Sicko, que muestra las miserias del sistema de salud de los Estados Unidos comparado con el de la República Socialista de Cuba. Aleida llegó a la Argentina para "sembrar solidaridad", comenta entusiasmada. En concreto, para promover las actividades de la Fundación Un Mundo Mejor, que cuenta con dos programas en nuestro país, Operación Milagro –que ya ha operado a más de 3500 personas de cataratas de manera gratuita– y Yo sí Puedo, un método revolucionario que enseña a leer y a escribir en cuatro meses, que alfabetizó a 24 mil argentinos. Esta vez, la atención estará puesta en Gan Gan, Chubut, donde Aleida y los equipos de la fundación estarán atendiendo a personas con problemas visuales, la mayoría de la etnia mapuche, desde el jueves 19 hasta el martes 24 de este mes. Contrariamente a lo que se cree, los médicos que realizan la labor no son cubanos –como sí ocurre en otros países de la región– sino argentinos, muchos de ellos especializados en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), de La Habana. –¿Por qué sucede eso? –Es que el colegio argentino no permite que los médicos cubanos trabajemos en tierra argentina. Eso está establecido por ellos y nosotros cumplimos, por supuesto. Ahora, ¿qué pasa? Hay muchos médicos argentinos que se han formado en Cuba, que han regresado a su país y quieren trabajar siendo socialmente útiles. Están formados en principios de solidaridad. El Che siempre decía que al único al que debíamos servir siempre los médicos era a nuestro pueblo. En ese sentido, los médicos de ELAM tienen esa formación, entonces, vamos a ir a una zona muy desprotegida de este país donde hay muchas necesidades de salud. Vamos a tratar de hacer un relevamiento en toda una población, para ver quiénes tienen cataratas, por ejemplo. Porque hemos logrado que en Córdoba exista un pequeño hospitalito (NdR: se refiere al Centro Oftalmológico Dr. Ernesto Che Guevara) donde se han operador alrededor de 15 mil argentinos gratuitamente. Esto es algo que Cuba sostuvo hasta este año, económicamente, pero es imposible ya para nosotros mantenerlo. Y estamos pidiendo a toda la dirección argentina que nos apoyen –desde el punto de vista económico– para que este hospital no se pierda, y que los argentinos puedan seguir siendo operados gratuitamente en un hospitalito, por médicos argentinos. Mi misión aquí es hablar un poco de esto. –En el norte, hay muchos argentinos que cruzan hacia Bolivia para atenderse con médicos cubanos, con este mismo sistema. –Sí, claro. Allí hicimos dos grandes hospitales, están muy cerca de la frontera pero imagínate la cantidad de kilómetros que hay que pasar. Argentina es enorme, entonces, si tú tenías un paciente al sur del país, tenía que cruzar prácticamente todo un continente (porque Argentina es casi un continente) para llegar a Bolivia, operarse y después regresar. Lo que era no sólo carísimo –porque tratábamos de ayudar en transporte y todo– sino muy molesto para el paciente. Son pacientes, además, con muy pocos recursos económicos. En ese sentido, a los colegas que nos critican porque lo hacemos gratis, nosotros les decimos: "No estamos quitándole un paciente, estamos (a lo mejor) ayudando a un ser humano a que pueda ver." Y eso es un derecho de todo el mundo. No estamos haciendo nada de otro planeta, estamos haciendo una cosa lógica en la medicina comunitaria. Pero, a veces, los colegios médicos ven una competencia médica en los clientes. Se les olvida que no son clientes, son pacientes. Ahí es donde empiezan los conflictos. –Es un poco lucro y otro tanto de falso nacionalismo, ¿no? –Pero en última instancia son médicos argentinos los que están trabajando. Se están especializando en esta labor, hay una asesora nuestra (médica cubana, oftalmóloga) que les está enseñando toda la técnica que nosotros hacemos. Y está mostrando su experiencia. Es, en este caso, la única médica que tenemos acá y los demás son médicos argentinos graduados en Cuba y otros no graduados en mi país que se han unido al movimiento. Y que de alguna manera, aquí hay cosas que a veces desconoce la población. Pero hay un proyecto que se llama "Tatu" (era el nombre de guerra de mi papá en el Kongo). Significa "dos" en el idioma swahili. Ellos optaron este nombre rindiéndole homenaje al Che Guevara y hacen dos veces a la semana labores comunitarias, ya no solamente como médicos, sino también como trabajadores sociales, como educadores. Porque está también el Yo sí Puedo, que es otro proyecto para que la gente aprenda a leer y a escribir. Viendo que algunas personas no eran capaces de aprender a leer y a escribir, nos dimos cuenta que no era un problema de incapacidad mental: no veían porque tenían cataratas y ahí apareció Operación Milagro. Es decir, una cosa condujo a la otra. –Ese programa sirve para alfabetizar a una persona en cuatro meses. –La persona más aislada, la mayor, la más ignorante –digamos–, cuando tú le das la posibilidad de aprender a leer y a escribir, lo tratas con respeto, es como una esponja. Es decir, reacciona al estímulo. Hay que ver esto, lo vi mucho con indígenas en Bolivia y de verdad me llené de emoción porque a veces tenemos preconceptos establecidos, es decir, si los indígenas no son lo suficientemente inteligentes, todas esas cosas que te van metiendo en la cabeza durante toda tu vida y de pronto poder demostrar la tontería que se habla en ese sentido, poder demostrar cómo personas que han sido humilladas, maltratadas durante siglos, son capaces de mostrar su valía y su inteligencia. Con el simple hecho de darle la oportunidad. Esto ha sido una labor preciosa. José Martí decía que para que un pueblo sea libre, debe ser un pueblo culto. Porque así nadie lo manipula, nadie lo engaña, nadie lo utiliza. Yo pienso que esa es la libertad que tenemos que darles a nuestros pueblos, de verdad. La posibilidad de que puedan analizar, leer y llegar a sus propias conclusiones a través de un conocimiento básico. –¿Qué es lo que van a hacer en Gan Gan, Chubut? –Se va a hacer una tarea comunitaria de ir casa por casa viendo a los pacientes, con unas brigadas médicas se va a hacer un consultoría también para poder atender cosas sobre todo básica. En este caso, la visión para seguir aumentando todo lo que es Operación Milagro, pero también vamos a ver hipertensión y diabetes y enviarlos directamente a los hospitales que los puedan recibir. Ya se ha coordinado el trabajo, se está de acuerdo en esto. Hay información de que hasta la misma ministra de Salud provincial está apoyando el proyecto, así que parece que vamos a trabajar bien y que además los muchachos se van a sentir muy contentos, porque no hay cosa más hermosa que ver el agradecimiento de alguien que tiene un dolor y que tú eras capaz de llegar a ellos, pasarle la mano, simplemente tomarle la mano y darle ese apoyo que el médico tiene que saber darle al paciente al escucharlo aunque sea cinco minutos. Es eso, que no se olviden nuestros profesionales de que este es nuestro deber, nuestra obligación, para eso estamos formados. Y en ese sentido yo estoy muy entusiasmada, me parece que va a ser una experiencia para mí también muy hermosa porque, además, en esta escuela de ELAM muchos de los que fueron de Argentina se conocieron con ecuatorianos, peruanos, bolivianos, se unieron mucho las raíces culturales de nuestras tierras allí. Entonces es un poco renovar ese sentimiento de que sí somos una patria grande y de que sí nos debemos a toda nuestra gente. Desde el Río Bravo hasta la Patagonia un solo pueblo, una sola identidad. –Además de Argentina y Bolivia, ¿dónde más hay misiones de este tipo? –Estamos trabajando también en Venezuela, Brasil, Ecuador, Nicaragua. En los países del ALBA que conforman la Alternativa Bolivariana para nuestra América y estamos trabajando de lleno, porque no es solamente la alfabetización, es después darle el derecho a seguir estudiando y que lo pueda hacer de forma gratuita porque eso es un derecho de todo el mundo. En ese sentido, claro que algunos países van más adelante que otros. Pero se supone que en el futuro entenderemos todos que eso es un derecho y que hay que rescatarlo para nuestra gente. Ahora en las últimas reuniones de la CELAC (presidida temporalmente por Cuba) hablamos de la educación y de la salud gratuita como derechos de nuestros pueblos. Hay dos lugares donde pueden meterse y ver todo este trabajo que venimos desplegando: y . –Es conmovedor lo que un país pequeño, aislado, puede hacer por los demás. Esa solidaridad internacionalista es también un mandato guevarista. ¿Sentís que pesan los genes de tu papá en tu trabajo? –Ahí ya me voy más allá de ser la "hija de". Soy la hija de un pueblo, el cubano, yo estoy educada en un pueblo que me posibilita, me facilita y educa en ese sentido. Por ejemplo estuve dos años en Angola como pediatra, fue la experiencia más dura de mi vida, la más difícil. Fue tremendamente dura, pero siempre digo que después de Angola yo soy mejor ser humano. Sin lugar a dudas, porque no podía ser de otra manera. El trabajar allí, el darte cuenta de hasta qué punto puede alguien pensar que es superior a otro por el color de piel, o por haber nacido más al norte, tú más al sur. Son una cantidad de cosas que este mundo tiene que enfrentar todavía. Y que en ese sentido al ir muy joven te marca para siempre. Y una de las cosas más hermosas de nosotros los profesionales de la salud es poder estar muy cerca del dolor y de la alegría de la gente. Y devolver un poco el amor con que te reciben, con que te acompañan, es algo muy hermoso. Yo no sé cómo algunos médicos no son capaces de disfrutar esto, porque no hay dinero que pueda compensar esto, de verdad que no. Yo no soy idiota, lo aclaro. Yo soy comunista pero no soy "come-otra-cosa"... Me encantan las cosas lindas y buenas y cómodas igual que a cualquiera, pero eso no es el sentido de mi vida y he disfrutado mucho mi posibilidad de ayudar a un ser humano, de sentir esa alegría de una persona cuando tú logras salvar la vida de un niño, las risas de ese niño o que ese niño después te señale diciendo esa es mi doctora. Ese es el premio mayor que uno puede tener en la vida, de verdad. Eso yo lo he sentido, en ese aspecto me siento complacida. Sé que todavía tengo mucho que dar, que tengo que dar mucho más. Pero tengo el privilegio de ser una mujer educada en un pueblo que me ha enseñado a respetar y a amar a otros seres humanos, eso para mí tiene valor en la vida. –Alguien decía por ahí que había que endurecerse pero sin jamás perder la ternura. Parece una tarea difícil, aunque al escucharte suena posible. ¿Cómo recibís la devoción hacia la figura de tu padre? –Decía José Martí que "los hombres que saben reconocer las virtudes de otro hombre es porque las llevan en sí mismos". Cuando estos seres hablan así y dicen estas cosas es que ellos sienten igual. Entonces no es un problema de amor o de admiración, es porque lo llevan dentro; y eso a uno que lo está escuchando lo llena de esperanza y de fuerza porque ¿cuántas personas lindas hay en este mundo?, ¿cuántas personas son capaces de levantar su voz contra una injusticia?, ¿cuántas personas son capaces de disfrutar de la vida siendo solidaria con otro o tendiendo la mano a quien lo necesita? Eso te da muchas esperanzas de que –a pesar de todas esas guerras locas que andan dando vueltas por ahí, de todas las amenazas contra el pueblo sirio, por ejemplo– podemos seguir viviendo. –Además de la misión patagónica, desde aquí estás respaldando el pedido de libertad de los cinco cubanos detenidos en Estados Unidos acusados de espionaje. –Hoy son cuatro. René ha regresado. Pero restan Gerardo Hernández, Ramón Lavañino, Antonio Guerrero y Fernando González, y es un dolor inmenso que tiene el pueblo cubano, claro que sí. –¿Te produce alguna emoción extra visitar el país donde nació tu padre? –Realmente me educaron en Cuba como muy latinoamericana, eso es cierto, y me siento latinoamericana en cualquier parte. He estado en Colombia y me sentí muy identificada. He estado en la misma Bolivia y de verdad ha sido muy duro para mí, porque ahí está toda la imagen de lo que pasó con mi papá. Pero igual siento respeto y admiración. Porque el asunto es cuando tú llegas a lugares y conoces a personas que te inspiran. Entonces, tú dices: "Yo soy parte de esta cultura, yo soy parte de este ser humano, de alguna manera." Ese privilegio de conocer a mujeres y a hombres en distintas partes del continente que te inspiran, que te dan fuerzas a seguir, que te dicen no has hecho nada. Mira a ese hombre, a esa mujer, y mira cómo ha logrado hacer cosas hermosas en la vida y tú todavía ni has empezado a caminar, prácticamente. Por ejemplo, a mí me pasó, cuando trabajé con parteras quichuas (en el norte de Ecuador), que si yo hubiese conocido a esas parteras antes de mi viaje a Nicaragua a trabajar como médica, hubiera hecho los cien partos que hice, mil veces mejor. Porque esas mujeres me enseñaron a estar tranquila, que es una cosa fisiológica, que el cordón umbilical, que la dilatación, que todo es una cosa tan natural. Aprendí tanto con estas parteras que dije, qué lástima no haber tenido este conocimiento cuando lo utilizaba. Otro maestro, también quechua, que dice que él no es maestro porque él no amaestra a nadie. Es un guía, un formador indígena. ¿Sabes qué es lo único que le exige a sus alumnos para entrar a la escuelita? Que no tengan ni televisor, en la casa, ni computadora, porque él quiere que los niños aprendan primero sus raíces culturales. Pero ¿qué hacen los padres? Cuando el niño viene de la escuela lo pone frente al televisor o a jugar en la computadora y ellos se ponen a hacer algo. Por lo que el niño deja de hablar con sus padres, dejan de conversar. Los niños no saben quiénes eran sus abuelos o sus tatarabuelos, de dónde vinieron, qué hicieron, cómo se conocieron o cómo se amaron y de dónde salió él. Entonces, eso, ellos si lo tienen muy bien trabajado, y estos niños conocen la tierra, conocen las plantas medicinales en primera instancia. Después – cuando sienten el deseo– aprenden a leer y a escribir. Pero sólo cuando sienten el deseo, no por una presión de que a los cinco tienen que aprender tal letra, o a los seis. Este maestro me enseñó que yo había cometido errores con mi hija mayor, por ejemplo. Porque en Cuba la niña a los seis años tenía que aprender a decir ciertas cosas. Yo le decía: "mira, yo soy la M (la M no suena), tu hermana es la A, ¿Cómo suena Fannie? Y ella decía: "ME". Paramos hasta en el psiquiatra, te digo sinceramente. Porque todo el mundo parece que parió a Einstein y resulta que quizás la niña tenía retraso mental. Llegué al psiquiatra, le hicimos todas las pruebas y el psiquiatra me dice: "la niña no tiene el problema, el problema lo tienes tú." Este maestro indígena me mostró dónde yo había cometido errores. Presionando a un niño, que es un ser humano, y que hay que respetarle sus necesidades. He aprendido mucho con los indígenas y los respeto y los admiro por la resistencia, por el valor de seguir siendo ellos mismos. Eso, para mí, tiene mucho valor como seres humanos y es una experiencia de vida extraordinaria. * Entrevista realizada en el programa Mañana es hoy, de Radio Nacional, lunes a viernes, de 18 a 20 horas.

De La Puente contra la mistica del Indio Solari 13 09 (será porque está con KRIS?)

LA NUEVA POLITICA DE ESTADO HACIA UN CONTINENTE EN EXPANSION Argentinos en Africa

Con embajadas nuevas, misiones comerciales, visita presidencial y siete viajes del canciller, el intercambio y las relaciones con las naciones africanas pasaron a ser una prioridad. La nueva embajada en Etiopía ya en operaciones. Por Sergio Kiernan Desde Addis Abeba Hace medio siglo, las naciones independientes de Africa eran pocas, eran flamantes y eran una utopía que se reunía en Addis Abeba para crear la Organización de la Unidad Africana, hoy conocida como la Unión Africana. El festejo de los cincuenta años fue menos utópico y más realista, pero en el vasto edificio de la capital etíope, frente a la única plaza con juegos del país y a la luz de uno de los vitrales mayores y más originales del mundo, pasaron invitados como la presidenta del Brasil y el canciller argentino. Que Héctor Timerman estuviera en mayo en Etiopía, que ya cuente con siete viajes al continente, marca un fenómeno poco percibido, el Descubrimiento del Africa por los argentinos. Esta política de Estado pasa por abajo de tantos radares por el fenómeno cultural tan local de ignorar toda realidad africana y dejar intactos los lugares comunes del safari, la guerra y la hambruna. Es como si en los 54 países del continente no hubiera ciudades, música, embotellamientos, crecimiento económico, precios por hectárea, Internet o celulares, para mencionar algunas cosas de hecho muy abundantes. Como bien saben los chinos, que están haciendo vastos negocios y prácticamente reconstruyendo toda su infraestructura, Africa es un mercado que amaga ser inagotable. Por supuesto, entrarle a este nuevo horizonte implica aprender los detalles. Africa es enorme, mucho mayor que América latina, y con fenómenos muy locales y diferenciados. El sur es más desarrollado y contiene lo único más o menos desarrollado, Su-dáfrica, y la única nación de política impecable, Botswana, que nunca tuvo un golpe militar, una guerra civil o un pronunciamiento, con lo que en veinte años subió su standard de vida un 1000 por ciento. El norte separado tajantemente por el vacío del Sahara y balconeando a Europa es casi un mundo aparte, en religión, lengua y economía. La cintura del continente es donde se agrupan la mayor cantidad de naciones, desde la enorme Nigeria al pequeñísimo Togo. Africa implica hablar inglés, francés y portugués por la simple razón de que es una Babel con literalmente centenares de lenguas locales: ni el nacionalista más emperrado plantea seriamente renunciar al idioma colonial porque eso implicaría aprender una docena de lenguas para comunicarse. A las visitas del canciller, al encuentro de ministros de Agricultura subsaharianos realizado en Buenos Aires y Santiago del Estero el mes pasado, a la misiones comercial a Angola, se les sumó este año la apertura de dos embajadas nuevas, señal de cambio de un proceso de “desinversión” del menemismo. Ya se está preparando una embajada nueva en Mozambique y ya está en funcionamiento la representación en el que debe ser el país más especial, más simbólico y hasta deconcertante de Africa, Etiopía. A mediados de mayo llegó a Addis Abeba Gustavo Grippo, diplomático de carrera, abogado, doctor en economía y en ciencias sociales, que nos representó ante la Unesco, trabajó en la embajada en Dinamarca y fue cónsul en Colonia, Uruguay. El encargo era cumplir la orden de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de restaurar las relaciones con “la capital diplomática” de Africa. En 1968, un argentino había presentado credenciales ante el Trono del León Conquistador de Judá, recibidas en mano por el emperador Haile Selassie I. Esta embajada vio la caída de la monarquía en 1974, la Noche de los Cuchillos Largos de 1975 –cuando el dictador militar Mengistu hizo asesinar a prácticamente toda la izquierda del país–, el arranque y crecimiento de la guerra civil etíope, varias hambrunas de creciente horror y finalmente la rebelión generalizada contra el régimen militar. Pero en 1991, justo antes de su caída, fue cerrada. Etiopía es realmente una civilización propia. Junto a Egipto es el estado más antiguo del continente y el más mencionado tanto en la Biblia como en las crónicas griegas clásicas. En la vieja capital, Axum, al norte y casi llegando a la frontera con Eritrea, se pueden visitar los increíbles restos de esa civilización precristiana, de las tumbas imperiales a los obeliscos rituales, los mayores jamás realizados en una pieza de piedra. La historia de esa nación es única: cuando se pregunta cómo es que fue el segundo país del planeta en convertirse al cristianismo se aprende que la razón es que ya se había convertido al judaísmo, con lo que el cambio fue casi natural. Aislado en una suerte de isla de tierra firme formada por un interminable macizo de montañas, esa vieja Etiopía se pobló de monasterios cargados de manuscritos, escuelas pictóricas y una tradición teológica personalísima. El país tiene su propio latín –el ge’ez, forma arcaica del amárico que se habla en la calle–, su propio calendario y hasta su propio año: allá acaba de empezar el 2006, al final de un ciclo de doce meses de 30 días y uno de 5 que termina en septiembre. El eje cultural etíope es tan fuerte que hasta hay que aprender la hora, porque allí el día arranca cuando para uno son las seis de la mañana y por lo tanto un encuentro para comer se marca para las siete de la mañana, las trece hora nuestra. Todo etíope sabe de estas diferencias y todo etíope sabe que son ellos contra el mundo, pero a nadie parece preocuparle esta singularidad. Esta característica les permitió sobrevivir 1200 años de guerras, básicamente con sus vecinos musulmanes, y ser la única nación africana que nunca fue colonia y que derrotó a un ejército europeo. Para 1900, Etiopía tenía los únicos embajadores negros del planeta, reconocidos en capitales europeas cuyos reyes se carteaban con el negus como con un colega. Esto explica fenómenos tan dispares como el rastafarianismo y la existencia de “iglesias abisinias” hasta en Harlem. Etiopía demostraba, en un mundo tan racista, que los africanos podían gobernarse a sí mismos. Por supuesto que el país al que acaba de llegar Grippo tiene realidades mucho más prosaicas. Una, brutal, es su extrema pobreza y falta evidente de capital: en Etiopía un tractor es una verdadera rareza y el campo llama la atención por la absoluta y completa ausencia de elementos como el alambrado, el molino de viento o el galpón. Es una sociedad donde las escobas se hacen a mano –no existe ni una fábrica de ese elemento tan común– y los arados son un árbol bien tallado, con una hoja martillada a mano y cueros para uncirlo a los bueyes. Y sin embargo, Etiopía vive un verdadero boom económico que se nota en el aumento del tráfico, en la ubicuidad completa del celular, en las rutas nuevas –todas realizadas por chinos– y en la deslumbrante novedad de una flamante avenida de entrada a la capital. Addis Abeba parece estar completamente en construcción, con torres a medio hacer como paisaje, y hasta arrancó con el proyecto de un tren urbano, el primero en su historia. Hay más comercios, un entrepreneur tuvo mucho éxito con una suerte de Starbucks local y hasta hay novedades como productos envasados, un cambio notable en un país donde la harina, el café y todo lo que sea semillas siempre se vendió suelto y en las calles. El PBI per cápita se duplicó y las siete nuevas represas hidroeléctricas permiten electrificar campos y aldeas. Grippo está articulando varios de los convenios comerciales y de cooperación que Timerman firmó en su última visita, y creando el Foro Malvinas, que ya cuenta con miembros como un juez de la Corte Suprema local, artistas, intelectuales y el director del Instituto de Estudios Etíopes. Como la descolonización es tope de agenda en Africa, que tiene más que frescas las cicatrices de ese período, el tema de la cooperación Sur-Sur se expresa en fuertes declaraciones solidarias y en interés por trabajar políticamente en el tema. La presentación de credenciales, a fines de agosto, fue una ceremonia muy cuidada con un ceremonial exacto para honrar la llegada de los argentinos. El embajador tiene además dos misiones muy peculiares. Una, que el intercambio comercial suba de lo inexistente –un millón de dólares el año pasado– creando condiciones para la inversión, las ventas y las compras. Y dos, que alguien sepa que hay un país detrás de Messi, el único argentino conocido por los etíopes (aunque el Kun Agüero empieza a sonar). Una vía para esto es que la flamante embajada en el barrio de Bole tiene un espacio donde realizar a partir del año que viene un ciclo de cine y otras actividades culturales, parte de una iniciativa que se puede extender a los medios

UN TESTIGO RELATO QUE LA POLICIA REMATO A UN CHICO QUE SE ENTREGO DESPUES DE ROBAR Tiros en el suelo a un joven indefenso

Brian Saucedo, de 18 años, fue ultimado de un disparo en la nuca y varios en la espalda, después de entregarse a efectivos de la seccional 12, en barrio Ludueña. Vivía junto a la vía. Tocaba el chelo en la orquesta del padre Montaldo. Por José Maggi "Brian Saucedo nunca se tiroteó con la policía, sino que lo remataron en el piso cuando se había entregado. Le pegaron un tiro en la nuca y varios en la espalda. Eran dos policías de la comisaría 12º, Sebastián P. y otro morrudo más petiso, que fue el que tiró". El relato pertenece a un testigo que rompió el silencio sobre el episodio ocurrido el último miércoles en la zona de Navarro al 6000, donde dos jóvenes buscaron refugio luego de un robar un comercio cercano. Brian fue herido de un tiro en una pierna. La policía aseguró que hubo intercambio de disparos, pero su familia y el testigo que hablo con Rosario/12 lo desmienten. Brian Saucedo tenía 18 años, tocaba el chelo en la orquesta de barrio Ludueña, y se había criado en la comunidad del Padre Edgardo Montaldo. Vivía junto a su madre y dos hermanos, en la más absoluta pobreza, junto a las vías del ferrocarril Mitre, en pleno corazón de Ludueña. La historia sobre los últimos minutos de vida de Brian comenzó a tejerse en un lubricentro de la zona de Magallanes y Eva Perón (ex Córdoba) que fue asaltado por Brian y otro chico. La fuga se dio por calle Tucumán a bordo de una Honda Wave, a bordo de la cual habrían intentado un segundo golpe. Pero chocaron en Tucumán al 6100 con un vehículo que giró hacia la izquierda para ingresar a un garage. Los dos jóvenes cayeron al piso, y entró en escena un hombre de esa misma cuadra que disparó su arma y le pegó en la pierna izquierda a Saucedo. Su compañero disparó varias veces, para intimidar a quien los tenía en la mira. Los dos se escabulleron por calle Garzón. Ya exhausto por llevar en brazos a Brian, su cómplice pidió auxilio en varias casas de calle Navarro al 6000. Solo una mujer de un pasillo ubicado en el Nº 6033 accedió a dejar ingresar a uno de ellos. Un comerciante de la misma cuadra habría revelado a la policía el lugar donde estaba Brian. Con ese dato, los dos uniformados lo ubicaron debajo de un parrillero. El chico apenas caminaba por el tiro en su pierna, que además se había quebrado tiempo antes. Lo sacaron a golpes, mientras rogaba que no lo golpearan más. El testigo recrea así la escena: "Entraron dos pibes en Navarro 6033, el pibe se entregó bien, lo sacaron y lo golpearon. (Brian) puso los brazos hacia atrás, y les pedía que lo engrillen (esposen) y que le dejen de pegar, porque ya había perdido. Y los policías le gritaban 'donde está tu compañero?' mientras le seguían pegando. Entonces uno de los policías sacó su arma y le pegó un tiro en la nuca, y varios tiros más en la espalda". El relato estremece por la frialdad con el que el observador relata cómo el uniformado sacó su arma reglamentaria y ejecutó a la víctima indefensa en el suelo. La persona que presenció la escena podría, en una rueda de reconocimiento, identificar al policía que disparó, ya que lo describe con lujo de detalles: "es morocho, petisito, tenía gafas negras, morrudito, no tan alto, y tenía un corte de doble nuca, con pirinchos". "El otro policía es Sebastián P., lo conocen todos en Ludueña, pero el que tira es su compañero, con el que estaban en la chata de la comisaría 12º, la que es azul y negra". El efectivo es conocido en el barrio por su ferocidad, a pesar de sus 28 años. El testigo relata que luego de matarlo en el piso, los dos efectivos se fueron y volvieron a los diez minutos con el Comando Radioeléctrico. Allí se habría armado la versión del enfrentamiento. La madre de la víctima, estuvo minutos después del hecho en Navarro al 6000. "No lo veas así mamá, mejor recordálo como en su último cumpleaños" fue el consejo de uno de los uniformados. Raquel Vera, la madre de Brian, reconoce que su hijo iba armado, que disparó para disuadir a un hombre que le había pegado un tiro en la pierna izquierda. Pero asegura que nunca se tiroteó con la policía. Lo sacaron de adentro de la casa de Navarro 6033, al pasillo o al patio de adelante. Hubo muchos testigos, que vieron como lo mató la policía. Mi hijo no podía correr, no podía hacer nada y como lo agarraron con el arma, lo mataron. Pero él no se resistió ni les disparó. Mi hijo se entregó mientras le pegaban cañazos en la cabeza. La gente vio como se rindió, pero le pegaron un tiro en la nuca y después cuatro o cinco tiros en la espalda. Pude sacarle fotos la cuerpo de mi hijo y se ve claramente donde tiene los tiros". Brian Saucedo fue privado de todas sus oportunidades. Intentó hacerle gambetas a su destino de la mano de gente como el Padre Montaldo. Bicho, un militante de esta comunidad conoció de cerca a Brian. "Era un chico que teníamos en el Centro de día Saltimbanqui. Lo conocí allí, y también en el espacio de oratorio, que era un espacio recreativo para los pibes, que era de los salesianos, donde Brian iba a tocar el chelo en la orquesta. Brian soñaba con ser músico. En el centro de día había un taller de percusión y Brian sabía más que el maestro. Es reloco ver a Brian corriendo, cuando venía de vuelo, y era reloco verlo proyectando, aprendiendo, capacitándose. En el último tiempo estuvo en un curso de electricidad, fue lo último que hizo antes de lo que maten. Ese miércoles que lo matan el maestro que daba el taller lo estuvo esperando. Y yo lo tuve que llamar para avisarle que Cachete no iba a ir por que lo habían matado. No lo podía creer".

Natural servilismo

Por Alfredo Zaiat El tipo de empresario de un país no se elige, o sea su burguesía, la clase social dinámica del capitalismo. El vínculo que tuvo con el Estado a lo largo de diferentes gobiernos fue moldeando el estilo de crecimiento de la economía. La historia de la elite argentina es peculiar en comparación a cualquier otra porque ha combatido cada intento de transitar un sendero de desarrollo nacional. A pesar de recibir favores en cada una de las experiencias políticas, en dictadura y en democracia, mediante amplios y diversos beneficios fiscales y financieros, no se ha convertido en un sujeto económico activo de la expansión local. Sus rasgos distintivos son el de la sistemática búsqueda de rentas de privilegios y la obsesiva fuga de capitales. En lugar de proponer una mejora en la desordenada política oficial de sustituir importaciones, se quejan por medidas de protección de sus mercados y alientan el libre cambio. En vez de invertir en ampliar la frontera productiva ante el aumento sostenido de la demanda doméstica, se molestan porque no pueden comprar dólares billetes para viajar o para depositarlos en el exterior a tasas de interés cercanas a cero. Y antes de concentrar los esfuerzos en su propio negocio, dedican horas a la intriga política y a especular sobre lo que publican los medios de comunicación. Un conocedor de la personalidad empresaria explicaba: “El brasileño dedica 90 por ciento de su tiempo a su actividad específica y el 10 por ciento restante a la política; el argentino hace lo opuesto”. Es la pauta de comportamiento de un rentista que goza de tiempo libre. Por ese motivo, aquí la elite empresaria es una restricción más que un activo para el desarrollo. La vocación por las ideas neoliberales, que han demostrado ser un fiasco en los ’90 en América latina y ahora en Europa, es la expresión más notable de los principales representantes de la banca, la industria y el campo. Sostienen postulados conservadores, algunos encubiertos en industrialistas, con entusiasmo porque de ese modo pueden mantener sus conductas rentísticas, ya sea provenientes de la producción agropecuaria (banqueros e industriales tienen su corazón en el campo), de la explotación de recursos naturales no renovables, aprovechando desgravaciones impositivas en provincias con promoción industrial o de la especulación financiera. Hasta el empresario pyme de lonas (Texlonas, radicada en San Luis) y titular del Ministerio de Pesificación Asimétrica y Devaluación durante el gobierno de Duhalde, José Ignacio de Mendiguren, tiene parte de su capital invertido en un campo propio. Esta característica de la burguesía sólo puede expandirse con un Estado interviniendo de tal forma de no entorpecer ese régimen de acumulación. En palabras del actual presidente de la UIA, Héctor Méndez (dueño de la empresa de plásticos Conarsa, radicada en San Luis), con un ministro de Economía fuerte, subordinando de ese modo la política a la economía, o sea privilegiando los intereses de la elite empresaria. Pese al relato oficial, que no es otro que el dominante en el espacio público definido por grandes medios, el kirchnerismo no es una fuerza política que pretenda combatir el capital, sino que en función de consolidar los objetivos económicos de su proyecto político reclama una burguesía dinámica comprometida con el desarrollo productivo, lo que ha provocado la colisión con el comportamiento tradicional de la elite empresaria. Busca a través del Estado orientar la inversión. Ante la resistencia empresaria termina interviniendo en la economía mucho más de lo deseado. Ese es el origen de las tensiones entre el mundo empresario y el kirchnerismo. Por eso parece un matrimonio desavenido. La presidenta CFK les recuerda una y otra vez lo mucho que han ganado en los últimos diez años con el crecimiento productivo. El mensaje está dirigido a una elite que quiere escuchar otra cosa. Ganar dinero es lo que saben hacer; lo que quieren es no tener exigencias de desarrollo que puedan afectar su comportamiento rentístico y fugador de capitales. Por ese motivo la respuesta ha sido morosidad inversora y fuga de capitales con la siempre oportuna excusa de la incertidumbre, que hoy resumen en las trabas para importar y, en especial, porque les afecta el espíritu, en la restricción para comprar dólares para atesorar. En esto último, una caso emblemático ha sido el del titular del Banco Macro, Jorge Brito, considerado hasta hace poco “banquero K” por los analistas de los grandes medios, fue uno de los más activos compradores de dólares en la corrida enero-octubre de 2011 que forzó el nuevo régimen de administración de divisas, al embolsar 13,53 millones de dólares. Además de escuchar en exceso a economistas de la city, encuestadores y analistas políticos, que les dicen lo que quieren escuchar en clave política y financiera, la elite empresaria aspira a volver a la “normalidad”. Esto es que la economía (el poder económico) vaya definiendo la gestión de la política de gobierno, y regresar a un régimen de acumulación de capital que favorezca la poderosa energía rentística del empresariado, para lo cual sería necesaria la colaboración, de una brusca devaluación. En ese sentido ha resultado sintomático que los casi únicos técnicos presentados en público por fuera de la política por parte del candidato a diputado de la provincia de Buenos Aires, el intendente de Tigre, Sergio Massa, sean economistas y empresarios. Es una puesta en escena que había quedado en un lejano recuerdo, donde los técnicos se mostraban ante la sociedad como los autorizados para hacer el diagnóstico sobre lo que pasa y, fundamentalmente, los portadores del saber sobre lo que hay que hacer. Por lo pronto, lo que han presentado en estos días ese grupo de economistas como estrategia antiinflacionaria (tres proyectos de ley: nuevo Indec, área de precios en la Defensoría del Pueblo y un consejo de inversión interministerial) es cualquier cosa menos un programa técnico para abordar la cuestión de los precios. Es de una mediocridad conceptual que sólo recibe un silencio cómplice por ser parte de la campaña electoral. Existen diferentes interpretaciones desde la ortodoxia y la heterodoxia sobre el origen de las tensiones en los precios; ninguna evalúa seriamente que sean por aspectos institucionales o que por ese camino puedan ser abordadas o que el Congreso esté en condiciones de intervenir en la materia. La figura de un ministro de Economía fuerte, como pretende Méndez para que sea vocero de los intereses del establish-ment, o rodearse de varios economistas, como hizo Massa en señal de seriedad, son muestras de una concepción que orienta a la política a arrodillarse en el altar de la economía, de lo que se considera el correcto pensamiento económico. Con receta única, como si la economía fuera una disciplina de una ciencia exacta, donde no hay margen para el disenso ni el reconocimiento de la existencia de diversos sujetos económicos con intereses contrapuestos. Es un sendero donde se plantea la evaporación de tensiones y disputas. Es el mundo ideal ofrecido por la restauración conservadora mientras va recortando derechos sociales y laborales. Uno de los aspectos más destacables del actual ciclo político ha sido el desplazamiento de la figura del economista de los centros de decisión, lo que no significa ausencia de aportes técnicos de esos profesionales. También se ha corrido al establishment como proveedor de equipos económicos preparados en fundaciones o instituciones (Fiel, Cema, Mediterránea). La aspiración de un sector de los empresarios y de los políticos de regresar a esas fuentes perturbadoras de la estabilidad social es síntoma de una perseverancia envidiable. El joven filósofo español Ernesto Castro, autor de Contra la postmodernidad, ofrece una incisiva descripción de ese peculiar pedestal donde se acomodan placenteramente ciertos economistas, con la complicidad de políticos y satisfacción de sus promotores del poder económico. En un reciente artículo publicado en el sitio sinpermiso, Castro escribió: “Entre los motivos que respaldan la indolencia de los intelectuales descuella la constatada desconexión entre la teoría y la praxis en materia económica. Invirtiendo los términos del dictum gramsciano, se ha producido una confrontación histórica, durante los últimos sesenta años, entre el pesimismo de la voluntad y el optimismo de la razón, entre los economistas serios y audaces que advierten posibilidades insospechadas donde los políticos sólo contemplan intereses ajenos, y los economistas acomodados a los ciclos electoralistas, quienes parecen en verdad ser unos mandaos, tal vez sólo recibiendo y ejecutando órdenes, dado su natural servilismo”. azaiat@pagina12.com.ar

LAS IDEAS Y PROPUESTAS DEL EQUIPO ECONOMICO QUE RODEA A MASSA El plan del eterno retorno

Con nombres reciclados de gestiones duhaldistas y salidos del Gobierno, la “plataforma” incluye ajuste, baja salarial y privilegios a los sectores amigos. El problema es lograr crear un ambiente “de fin de ciclo”. Por Sebastián Premici La estrategia del grupo de economistas que responde a Sergio Massa es mostrarse como un equipo consolidado, que frente a lo que plantean como una “profunda crisis económica” responde con propuestas “sistémicas y coordinadas”. Pero cada uno responde a los intereses de un determinado sector económico y empresario, que elabora proyectos en consecuencia. El massismo esconde bajo el discurso de la competitividad la reducción de los costos laborales, un ajuste sobre la clase trabajadora, plantea una baja en las contribuciones patronales, una vuelta a los mercados internacionales de crédito y la claudicación ante el lobby empresario en la elaboración de las políticas económicas. “Creemos que, a diferencia del apriete, está la política que busca incentivar a la producción. Creemos que hay que bajar las cargas tributarias, que se reduzca a cero el Impuesto a las Ganancias para los empresarios que inviertan. Por eso le vamos a recomendar al Congreso que le dé previsibilidad a la producción”, manifestó el lunes Martín Redrado, ex titular del Banco Central, durante la presentación de tres proyectos para “combatir la inflación”. El ex funcionario plantea que es necesario crear una instancia de coordinación entre todos los ministerios para “enviarles señales a los empresarios”. Es decir, una única ventanilla de reclamos a disposición del poder económico. “Este Consejo debería coordinar las políticas económicas del Gobierno, se propondrán reuniones trimestrales para fijar las políticas de las distintas áreas”, explicó Marcos Lavagna, hijo del ex ministro de Economía. Marcos y Roberto Lavagna trabajan para Massa. “El Frente Renovador recurre a la teoría económica que coloca las expectativas de los agentes como el elemento central que dirige la evolución de la economía. Es necesario aclarar que esta escuela tiene como supuesto la información perfecta de todos los agentes y un mercado de competencia perfecta, es decir, carente de formadores de precios, y oligopolios. La puja distributiva está ausente en este análisis y descansa sobre el pilar de las expectativas asumiendo que éstas son formadas de una manera ‘racional’ y sin formadores globales de opinión”, analizó el economista Diego Estrada, del sitio Economía del Bicentenario. Sobre las expectativas y la competitividad empresarial está trabajando José Ignacio de Mendiguren, ex ministro de Producción de Duhalde y hombre de la Unión Industrial Argentina. Cada vez que Mendiguren planteó la cuestión de la competitividad, incluyó en su fórmula la baja de los costos laborales, reducción de impuestos y devaluación. Como muestra: - “La competitividad no se pierde en una sola cosa, son muchas que se van acumulando y tienen que ver con la logística y el transporte, hasta el tema laboral, el cambiario y el tributario.” (La Nación. 8 de marzo) - En 2011, el llamado Grupo de los 6 (Asociación de Bancos, la Bolsa de Comercio, Cámara Argentina de Comercio y de la Construcción, la Sociedad Rural Argentina y la UIA) se mostró preocupado por los aumentos salariales y en un comunicado habló de la pérdida de competitividad producto de dichos incrementos salariales. - “La tercerización es una herramienta para la competitividad de las empresas, es una tendencia mundial. Esta iniciativa (un proyecto de ley presentado por Recalde para terminar con la tercerización) puede atentar contra la competitividad de la economía.” (5 de noviembre de 2010.) - “Yo nunca propuse una devaluación, pedía una mejora en las condiciones de competitividad de la industria argentina, de un 30 por ciento en el tipo de cambio real.” (La Nación, 5 de abril de 2002.) Quien también está dentro del massismo, aunque de manera solapada, es Jorge Remes Lenicov, que está trabajando con Jorge Sarghini. En una disertación organizada por el presidente del Concejo Deliberante de Tigre, el ex ministro de Economía de Duhalde sostuvo que “el aumento del consumo generó la fuga de divisas”, habló del atraso cambiario y reclamó una (nueva) reforma del Estado. “Tenemos todavía mano de obra calificada pero cada vez menos por la mala calidad de las escuelas. En economía, nada es gratis. Hay que reformar el Estado”, aseveró ante más de 300 empresarios. Remes Lenicov y Mendiguren, aunque enfrentados durante el gobierno de Duhalde, fueron responsables de la pesificación asimétrica y la licuación de deudas de grandes corporaciones. Ricardo Delgado es el supuesto coordinador del equipo económico del massismo. Fue socio de Lavagna en la consultora Ecolatina y actualmente ofrece sus servicios desde Analytica Consultora. El fue el autor del proyecto que pretende crear un nuevo Indec, iniciativa que copia y pega textualmente varios artículos de los textos presentados por el radicalismo, el PRO, Francisco de Narváez y Patricia Bullrich. Miguel Peirano, que se fue del Gobierno nacional por sus diferencias con Guillermo Moreno, planteó un proyecto de ley para transferirle al Defensor del Pueblo las atribuciones que hoy tiene el secretario de Comercio: analizar propuestas en materia de política comercial y negociaciones internacionales de manera de incentivar la estabilidad de precios, aplicar medidas y corregir distorsiones en materia de incentivo a la cadena de producción agropecuaria. El proyecto lleva el pomposo título de “Ley para bajar la inflación” y si bien se lo presenta como no vinculante, le otorga al Defensor del Pueblo una figura que depende del Congreso, atribuciones que son del Ejecutivo. El Defensor del Pueblo no tiene facultades para administrar, sino para controlar (artículo 86 CN). Si el que debe controlar, administra, ¿quién controla? El massismo necesita extremar una mirada crítica sobre la economía que le sirva de base para sus iniciativas parlamentarias, por más que en su fuero íntimo crea que las condiciones objetivas sean otras. “No tenemos deuda, nos compran nuestros productos, hay buenos precios internacionales. Las condiciones objetivas no dan un escenario de crisis”, dijo a Página/12 uno de los referentes del FR. También creen lo mismo en el seno de la UIA, más allá de que en la reciente mesa de diálogo entre Gobierno, empresarios y sindicatos se planteen temas por resolver. “Los ciclos para un empresario son los constitucionales. Las elecciones de medio término no son el fin de ciclo de nada. Cualquiera puede hacer el análisis político que quiera. Pero nosotros nos guiamos por ciclos constitucionales. El resto es tergiversar las cosas”, reflexionó José Urtubey, vicepresidente de la UIA, ante una consulta de Página/12.

› MINISTRA DE SEGURIDAD Y JEFE POLICIAL Nombrados por De la Sota

El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, designó a Alejandra Monteoliva como nueva ministra de Seguridad y al comisario mayor César Almada como nuevo jefe de la Policía de la provincia. Monteoliva y Almada serán puestos en sus nuevos cargos mañana al mediodía y reemplazarán a los comisarios Alejo Paredes y Ramón Frías, quienes renunciaron ayer en medio del escándalo de los policías vinculados con el narcotráfico. Monteoliva es egresada de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Córdoba. Almada tiene casi 32 años de servicio en la policía cordobesa y se desempeñaba como director general de Seguridad de la capital provincial. De la Sota participó ayer de la ceremonia de beatificación del cura José Gabriel Brochero y eludió las preguntas de los periodistas sobre el escándalo de los policías vinculados con el narcotráfico, el hallazgo en la jefatura policial de armas con la numeración limada y estupefacientes que no estaban en los registros y la dimisión de funcionarios en el Ministerio de Seguridad y en la conducción de la Policía cordobesa. “Sí, es un día importante porque vamos a tener un santo”, respondió entre risas De la Sota cuando lo consultaron por el caso que derivó en la detención de varios jefes policiales, entre ellos Rafael Sosa, quien comandaba la división de Lucha contra el Narcotráfico.