lunes, 5 de agosto de 2013

El macrismo es el menemismo que va a misa"

Entrevista (vía correo electrónico) con el filósofo Tomás Abraham. ¿Existe la derecha en Argentina? Por Enrique de la Calle AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué evaluación hacé de estos seis años de macrismo en Ciudad de Buenos Aires? Tomás Abraham: Me parece una administración aceptable. Se dedicó en especial al área del transporte. Y no es de extrañar. Hoy las ciudades son de los autos y del cemento. Bicisenda bien. Metrobus bien, quizás no la 9 de julio porque la afearon y han hecho de “la más ancha” un espacio ocupado por explanadas toscas sin color, una especie de estación Retiro al aire libre a lo largo de la avenida. Quizás se podría haber buscado soluciones alternativas para el desmadre urbano. El Rosedal sigue siendo una belleza gracias al cuidado y a que la enrejaron. Parque Centenario lindo. Parque los Andes lindo. Lo del Colón está bien. Creo que el traslado de la administración de la ciudad a los alrededores del Borda está bien sin que sea necesario reprimir como lo hicieron ni rasgarse las vestiduras porque los internos van a ser sacrificados. Descentralizar e invertir en esa zona está bien (ven que no digo “está bueno”). Lo de los subtes avanza. Puerto Madero parece Alphaville, es fantasmal, como si estuviera “deshabitado” por gente extraña. Han tratado de terminar obras de entubamiento para morigerar inundaciones. Sin embargo, en la ciudad hay muchos puestos de autoproclamados artesanos que venden velas y muñequitos por todas partes y mi barrio es un quilombo. Estoy podrido que me toquen el bongó el sábado a las tres de la tarde y que las murgas ensayen en mi cama. Debemos crear una legislación que imponga el respeto a los sentidos del semejante. No podemos tirar carne podrida en la puerta de una casa, no podemos llenar de letreros y pantallas las fachadas de los edificios, no podemos hacer ruidos estentóreos en lugares públicos. Tomemos en cuenta que Buenos Aires es rica. Tiene un ingreso por habitante que cuadriplica al distrito que le sigue en importancia como los de Rosario y Córdoba. Padeció estos años el boom del consumo en especial el del parque automotor que rompe todo. Así que desde el punto de vista de la gestión, pasable. Más bien que mal. APU: ¿Cómo ve la gestión en otras áreas sensibles como acceso a la vivienda o programas sociales? En un contexto de crecimiento económico y boom inmobiliario la Ciudad presenta un importante déficit habitacional. Parece darse un proceso parecido al de Rosario. ¿Cuál es su análisis al respecto? TA: ¿Rosario? No entiendo a qué se refieren. La vivienda no es un problema porteño, es nacional, no es de hoy, es de anteayer. Requiere sumas siderales y una política muy elaborada. ¿Cómo hizo el neoliberalismo chileno para hacer que tengan viviendas la enorme mayoría de sus proletarios y que no haya más villas miseria? Hay casas vacías en la ciudad, claro, en un país en donde los ahorros se los apropia el Estado para llenar los bolsillos del personal a cargo de la administración pública y sus socios capitalistas, y la inflación hace del dinero papel mojado, la clase media invirtió en ladrillo para obtener una renta. Ocupar departamentos fue una buena idea de Stalin, pero torturó a toda una sociedad. En política hay que solucionar los problemas sin provocar daños peores que la solución. Hacer del Sheraton un Hospital de Niños no crea mejor salud pública, son políticas de venganza, de resentimiento pequeñoburgués. Humberto Tumini me decía que a Macri en Villa Lugano nadie lo odia. Tiene punteros fuertes, etc. Por eso para entender por qué a Macri no lo votan solamente la clase media y los ricos y saber de los programas sociales, habría que preguntarles a los del Pro, a Marcos Peña, María Eugenia Vidal, etc. Seguramente que nos inundarán de cifras. Pero, por lo que sé, desactivaron muchos programas que venían de Ibarra-Telerman, y se sienten mejor con Caritas y adláteres. Son reaccionarios en ese sentido, les gusta el alma y convertirla en nombre de un Poder Pastoral. De todos modos no soy un comefrailes, no tengo prejuicios ilustrados, creer en Dios no es peor que creer en el Pueblo Redentor con Significante Vacío elaborado por monseñor Laclau, y admitamos, además, que al kirchnerismo le gusta el cuerpo de sus asistidos, siempre en villas, siempre bajo custodia, siempre necesitados y convocados. APU: ¿Cómo definirías al macrismo desde el punto de vista ideológico? TA: El macrismo es el menemismo que va a misa. Es new age, es pacato, sensiblero, correctito. Tratan de llegar al pueblo más pobre con el peronismo, con Boca, con un paternalismo soft, edulcorado. Se derriten por Francisco, y tienen a mi amigo Sergio que les habla de la verdad, de la virtud, de la responsabilidad y de la ciudadanía. Cuando dicen “vecino”, se cae todo, es una mariconada. Es como vender pirulines en la Doce para endulzar a la barra. Bergman es buen tipo. Larreta labura mucho. La Michetti creo que la pifia seguido. La Vidal no sé…pero todos tienen aires de UADE, o de IDEA, de empresarios vestidos de oenegés. Admito que habitan un mundo en el que los valores se discuten en todos los ámbitos. Respecto de la sexualidad, de las drogas blandas y duras, de la juventud, de la seguridad, todo se discute y no hay que extorsionar con el pensamiento emancipatorio, moralmente correcto, a la pesca de pecados capitales y prejuicios ajenos. Son comprensibles las dudas, los va y viene, los arrepentimientos y las autocríticas. Son tiempos de multiculturalismo que en nombre de los derechos de las minorías y del llamado comunitarismo, a veces terminan justificando políticas segregacionistas que diagrama para cada grupo su espacio y se convierten en tribus a las que no debe molestarse con la mezcla. Es cierto que se ha legislado a favor de derechos de grupos que fueron siempre discriminados, pero las costumbres tienen un tiempo lento. Creo que la ley ayuda a luchar contra la discriminación, pero no impone la libertad por decreto. En nuestra sociedad al tiempo que se proclama el matrimonio de personas del mismo sexo y el derecho a la adopción, muchas figuras prominentes ponen un biombo alrededor de su privacidad por temor al señalamiento. Y bien que hacen. En síntesis, es posible que el macrismo tenga una realtiva voluntad de cambio a pesar del peso de una tradición conservadora y temerosa, tanta o más apertura política y disposición a modificar su relato, que el kirchnerismo y otros sectores del llamado progresismo. Pero mantengo una reserva: el día en que sean fuertes, en que el mundo vire hacia formas autoritarias de poder o que se pongan en peligro sus adherencias más íntimas a valores sacros, no sé si mantendrían la amabilidad que distribuyen entre los “vecinos”. Ya vi como mi amigo Bergman hizo alianza con sectores fundamentalistas, misóginos y sectarios hasta el racismo, del judaísmo institucional, para hacer tambalear a grupos afines al gobierno. APU: ¿Por qué cree que se trata de un modo de gestionar y de un discurso con tanta aceptación por parte de la ciudadanía porteña? TA: Y medio por rebote, si a los porteños les dicen gorilas, caceroleros, rubios, etc, no quieren ser demonizados en nombre de un populismo burgués, claro, como todos los populismos que enriquecen a nuevos oligarcas en nombre de los pobres, y les gusta que los mimen. Si les dicen que si llegan dos horas más tarde a casa, que se jodan por tener un auto y que los que van a pié tienen más derecho a cortar todas las calles que se les cante, no les gusta. Votaron a Ibarra, votan a Macri, así que no siempre votan a los mismos, pero lo que sí parece es que no les gusta Cristina y su ballet. Tomemos en cuenta que Buenos Aires, Rosario, Córdoba, son ciudades grandes, las más grandes, llena de foros de discusión e información a granel. Hay que pelearla más para convencer al electorado, el feudalismo es más poroso y no alcanza con los planes. APU: ¿Por qué cree que el macrismo tiene tanta incapacidad para saltar a un tipo de construcción nacional? TA: No puede saltar porque su jefe no da con el perfil. Tiene un habla torpe y pobre. No dice nada. Pone cara lavada. Desconoce cuanta cosa pasa en el mundo. Su referente global es Aznar. Quiere ser el jefe de los peronistas y ni le dan la hora. Para hablar en términos del kirchnerismo: parece un gorila vestido de bostero. Pero no por eso me parece un enemigo del pueblo, no es peor, que otros candidatos de variado color. APU: ¿Usted apoya la candidatura de Alfonso Prat-Gay, es así? ¿Por qué? TA: La verdad es que me interesaba la junta Prat-Donda, porque es fundamental que nos desasnemos del relato nacional y popular que nos hace pobres de cuerpo y espíritu. Y un tipo que sabe que el mundo es redondo y una luchadora joven por los derechos e hija de desaparecidos no cooptada por el gobierno, puede hacer pensar que quieren aprender. En el mundo de la política ese tipo de apertura es importante. Para su desgracia, el spot de Prat que dice “soy un tipo privilegiado, estudié, trabajé, me fue bien, quiero devolverle algo a la gente para que viva mejor”, muestra incapacidad comunicativa y falta de convicción. ¿Un tipo privilegiado? ¿Está en un confesionario? No aprendió nada del kirchnerismo? Saben amarrocar toda la guita y decir que siempre estuvieron del lado del pueblo porque trabajaron desde niños. Estos liberales no aprenden nunca. Sin llegar a ser cínico, no hay por qué tener una visión púdica de la honestidad por la cual la culpa purifica el corazón. Pero el voto es secreto, así que no digo a quien voy a votar aunque me gusta que gente como Terragno, Lousteau, Prat y Donda estén en las cámaras. Mejora la calidad. APU: ¿Qué pasa con la derecha en la Argentina? ¿Existe? Hablamos con funcionarios del macrismo, con los promotores de los cacerolazos y en ellos se ve algo que se repite en buena parte de la sociedad argentina, esto es: la incomodidad con ésa definición ideológica. Posiblemente, La Nación no se defina de ese modo. ¿Esto se debe a que “derecha” e “izquierda” son términos europeos que no sirven para pensar la realidad argentina, o hay algo más? TA: Para qué meternos en camisa de once varas. ¿O acaso De Vido, Zannini, Milani, Berni, Moreno, Boudu, Mariotto, el matrimonio Alperovich y Anibal Fernández, etc, son de izquierda? Hoy la derecha explícita la representa De Narváez. Logró ponerse la camiseta del orden. Tiene verba. Pone cara de duro. Dice Ella o Yo. Pero es colombiano y lo jodió Massa. APU: ¿Ser de “derecha” pasa solamente por expresar un programa “del orden”? TA: Y un poco sí, orden, respeto, seguridad, propiedad, individualidad, por eso la derecha puede ser liberal y democrática y no deja de serlo por esas consignas, y la izquierda con su igualdad puede ser letal y asesina. Pero es una derecha débil, no tiene fuerza represiva. Quienes hemos vivido en el país el último medio siglo, hemos conocido la derecha dura. La que tenía poder moral y político. La que se insertaba en el mundo bipolar y la guerra fría, y defendía con armas los valores del occidente cristiano. Hoy es distinto, la derecha tiene vergüenza, y la izquierda no la suficiente después de las tiranías policiales del sovietismo ideológico hoy aún vigente en Cuba y en China. En lo que a mí respecta, hace tiempo que lo manifesté, soy del extremo centro evocando aquella agrupación del mayo francés, el movimiento por el cual todas las minorías deben tener garantizado el uso de la palabra y la inviolabilidad de sus cuerpos. Ésa es mi línea divisoria. Todo el resto es opinable. APU: Aceptando las dificultades para hablar de derechas e izquierdas. ¿El macrismo y el kirchnerismo son lo mismo en términos de políticas públicas? TA: Ni son lo mismo ni son diferentes. Unos afanan mucho, los otros no. Los mejores en políticas públicas me parecen los socialistas de Santa Fe. Pero el macrismo como el kirchnerismo, como el sciolismo, el massismo, etc, no son nada, son asociaciones transitorias cuyas huellas se borrarán rápido. El tiempo de la historia es inclemente. Quienes quedarán? Nosotros, nuestros hijos y nietos en un territorio que atesora las riquezas del futuro, la de los elementos primarios, la del agua, la energía, la de las tierras más fértiles, la de los metales, rodeados por nuevos amos mientras nosotros seguimos con nuestra novela familiar. APU: ¿No es antipolítico ese planteo? La idea de reducirlo todo a “unos afanan mucho, los otros no”. El riesgo de esos planteos ¿no es reducir la política a una concepción estilo Lanata, donde todo queda restringido a denuncias televisivas de corrupción y afirmaciones como “con la plata que se roban se pudieron comprar gasas para hospitales”? TA: Todo lo contrario, es política pura. No hay posibilidad de que nuestra sociedad sea más democrática mientras tengamos un Estado Pirata. No se trata de honestismo, ni de republicanismo, ni de denuncia moral. La corrupción en Argentina no es un problema moral, es un problema político y de los más graves. No se restringe al Estado, es la sociedad la que funciona con ilegalismos. Por eso muchas denuncias que se hacen es para ocultar complicidades y escapar al bulto. Pero es el Estado quien organiza el desfalco y da luz verde para su funcionamiento. Sólo un país como el nuestro que produce plusvalía con relativa facilidad por sus riquezas naturales, pudo soportar sin guerras totales una destrucción general de sus riquezas y el enriquecimiento inmenso de un grupo oligárquico que no pudo hacerse millonario sin apropiarse de la organización estatal. Esto ocurre desde el reparto de tierras por el general Roca hasta los bonos esfumados de Santa Cruz. Comprendo la incomodidad de algunos pocos con buena fe que no pueden digerir que un gobierno que dice defender los derechos humanos y que reabrió el juicio a los represores del Proceso se meta en sus bolsillos ingentes sumas de la riqueza nacional en nombre de la liberación. Pero no asumir ni siquiera la contradicción en la que se está y tranquilizar la conciencia militante con el argumento de que es un show mediático impiden que aquello que se quiere rescatar de positivo en estos diez años constituya una base firme para un cambio en la Argentina. Si no queremos ser un país subsidiario con una juventud sólo consumidora de productos de tecnología importada, pagadas con granos y productos de bajo nivel agregado, si queremos un futuro más libre y participando de una modernidad enigmática pero irreversible, si sólo nos quedamos en que los pobres de hoy son menos pobres que los de ayer y que con tres pesos por día se come, si queremos algo más, entonces la reforma del Estado para que quienes lo gestionen estén bajo la lupa popular a través de instituciones sólidas, es imprescindible.

“El macrismo se ha puesto de espaldas a la cultura”

Entrevista al filósofo y candidato a diputado nacional, Ricardo Forster. “Se ha construido una buena lista de candidatos que implica las confluencias que se han dado en el kirchnerismo”. Por Nicolás Bondarovsky APU: ¿Cómo va la campaña y cómo ve este momento político en la Ciudad de Buenos Aires? Ricardo Forster: La campaña va bien, estamos recorriendo todos los barrios porteños. Hay una muy buena recepción, no de rechazo o violencia, un clima que rescato. Incluso la gente acepta los volantes y quienes no piensan como nosotros sigue su camino pero no hay improperios, injurias. Eso me parece bastante rescatable, sobre todo, es esa especie de burbuja artificial donde supuestamente estaríamos todos metidos, en una Ciudad cargada de odios y resentimientos. Me entusiasma sentir que hay un clima bastante amable y tenemos una buena recepción allí donde hemos ido y hemos interactuado con los vecinos. Creo que eso, para este momento, no es nada menor y la verdad que hay un caudal de apoyo muy significativo. APU: Desde su candidatura, ¿Se imaginaba en este lugar? RF: Obviamente esta es mi primera experiencia como candidato y todo tiene algo del orden de la novedad. APU: Es un cargo electivo importante... RF: Por supuesto. Para mí implica un enorme compromiso y responsabilidad. Estoy muy contento de intervenir en una lista con los compañeros con los que estoy. Se ha construido una buena lista de candidatos que implica las confluencias que se han dado en el kirchnerismo, su diversidad. La biografía de cada uno de los que están en las listas me parece que marca algo bastante notable de lo que ha venido sucediendo en la Argentina en estos últimos años. En lo personal, es una experiencia muy significativa, muy conmovedora. En un mismo día caminar las calles de Almagro, de Belgrano, de Villa Crespo y terminar en Ciudad Oculta, la verdad que no es algo menor. Tiene que ver con lo que es el vínculo con una cantidad de personas con las que se va tejiendo una relación. Siento que hay allí una ida y vuelta muy potente, siento también que es un momento político extremadamente importante, que por supuesto tiene su dosis de dramatismo, como tiene su intensidad y su oportunidad. Nada es sencillo en una historia como la que estamos viviendo en Argentina y en América Latina. Estamos en un momento muy definitorio, parte aguas respecto a lo que se va a abrir y cómo se va a abrir. Estar allí, dar esta pelea, hacerlo con entusiasmo, rodeado de personas que están muy próximas a lo que uno siente, la verdad que es un privilegio y me siento absolutamente privilegiado de haber tenido la oportunidad de haber vivido este momento muy fuerte. No lo veo como algo incompatible ni como una extrañeza respecto a lo que han sido estos años, al involucramiento, a lo que ha significado Carta Abierta, mi participación en el debate público, como si esto estaba allí esperando que sucediera en algún momento y ahora sucedió. APU: ¿Cómo juega esto que siempre se discute, el filósofo crítico con el político? RF: Por supuesto que siempre son preguntas, si no me hiciese preguntas estaría viviendo una vida distinta a la mía. Para mí hay un lenguaje propio de la política que tiene sus propias reglas. No es lo mismo escribir un ensayo, que lo hago en nombre personal, que me hago cargo de todo lo que escribo y cualquier problema que suscite ese texto, en última instancia, remite a mi propia individualidad, que participar de un espacio colectivo. Hablar no sólo en mi nombre, sino también hablar en nombre de un proyecto, de una cantidad de expectativas, de objetivos, de sueños que me involucran pero también involucran a muchísimas otras personas, entonces, obviamente que allí hay otra estructura. No del cuidado porque la palabra escrita -sobre todo en la tradición del ensayo- es una palabra cuidadosa pero el riesgo es propio, absolutamente individual, mientras que aquí el riesgo es colectivo y que estoy dispuesto a tomar. Creo que lo mejor del lenguaje político no es cuando se convierte en dogmático, cuando solamente repite un consignismo vacío, sino cuando es capaz de mirar críticamente el propio dispositivo. Señalar también su falibilidad, sus debilidades. Creo que la política es un lenguaje que lo que hace es poner en evidencia lo no resuelto, incluso, aquello que no puede completarse nunca. La política es siempre el ejercicio de lo que no se completa, por eso hay política, si las cosas terminasen completándose bajo la forma del absoluto, no habría política. La política mira con terrible sospecha ese discurso de lo totalizador, de lo absoluto, trabaja más bien en la fragilidad, en los vínculos sociales, las problemáticas estructurales, de lo no resuelto en el interior de una sociedad. En ese sentido hay relación entre el lenguaje político y el lenguaje de la crítica filosófica. Entiendo que hay una diferencia en que la política tiene una dimensión afirmativa o proposicional que no es necesario tenerla cuando uno está experimentando una escritura que analiza las condiciones actuales de lo civilizatorio. Uno ahí se puede permitir una lógica de la crítica del pesimismo o del desgarramiento que no tiene la misma posibilidad de desarrollarse cuando uno está tratando de plantearle a la sociedad un proyecto proposicional de país. Hay obviamente diferencias pero hay algo que se puede cambiar y enriquecer mutuamente también. APU: Hablando de propuestas ¿En qué proyectos está pensando? Imagino varios relacionados con la cultura... RF: No sólo del lado cultural, obviamente que allí siempre hay muchísimo por hacer, se ha hecho mucho pero aún hay mucho más por hacer. Me interesa mucho involucrarme en un debate que todavía la Argentina se merece: que es el debate en torno a la tierra. Una ley de tierra que tenga que ver con todo lo que para mí es el eje de la disputa contemporánea: el litigio por la igualdad. Creo que hay una zona de la vida social argentina que es el de la distribución de las tierras, tanto urbanas como rurales, especialmente rurales. Porque el lugar más débil es el de la pequeña producción campesina, el de aquellos que paradójicamente son los que garantizan la diversidad y la soberanía alimentaria. Porque no son aquellos que extienden la frontera sojera, sino que son aquellos que siempre han trabajado la tierra pensando en la diversidad con la propia característica de la pequeña producción. Al mismo tiempo son los sectores más lastimados, donde malamente se expande esa frontera agropecuaria y van a parar a las zonas más pobres de las periferias y las grandes ciudades y creo que allí hay mucho por hacer. Hay un trabajo que se viene haciendo muy fuerte y muy interesante de la Subsecretaría de la Producción Familiar del Ministerio de Agricultura, pero queda por avanzarlo en un debate parlamentario. No solamente hacer un catastro de propiedad de la tierra y de la extrajerización de la tierra en Argentina, sino que hay que tratar de ir avanzando cada vez un paso más. Ver cómo se garantiza la protección al avance de los desalojos, que todo eso tenga la forma real de una ley que también implique ver cómo se puede distribuir un poco la propiedad rural y también el acceso a la vivienda de los sectores más humildes en las grandes ciudades. APU: Se habla mucho de profundizar lo que se ha logrado ¿Cree que por ahí es el camino? RF: Es parte de eso, así como se habla de una necesidad cada vez más imperiosa de una reforma impositiva que implique gravar a quienes más tienen. Que efectivamente la recaudación de impuestos no tienda a esa condición desfavorable para los que menos tienen, que pagan una cantidad de impuestos directos, cuando de lo que se trata también es de salir de algunas de las normas o de las estructuras ligadas al neoliberalismo. También hay que pensar en los tiempos, en las oportunidades y son una cantidad de cuestiones que están dando vueltas. Gravar la renta financiera, eso está ahí, probablemente no estemos lejos, no creo que sea la panacea que resuelva todos los problemas pero es un elemento más. Creo que hay que profundizar también hacia una política de transportes que se pase de lo que fue imprescindible, que fue el subsidio para que el transporte no tenga una incidencia gravosa en el bolsillo de los trabajadores y que ese dinero pueda volcarse al mercado interno. Pero creo que estamos en un momento donde hay que trabajar sobre la dignificación del transporte, que es clave para una vida mejor vivida para el conjunto de la sociedad. Creo que ir hacia el Congreso de la Nación es ir hacia ese territorio legislativo donde permanentemente tenés que dar cuenta de aquello que no está resuelto en el interior de la sociedad. Tenés que pensar qué es lo que merece seguir avanzando en términos de legislación. APU: Lo que define un estilo de gobernar es la actitud frente a las mayorías populares. ¿Cómo definiría ésa actitud por parte del macrismo? RF: Por un lado, el macrismo tiene un componente de neopopulismo conservador que le viene de un neoperonismo de los ´90 y que está expresado en los Ritondo, donde hay una suerte de construcción clientelar más o menos importante en las zonas del sur de la Ciudad. Creo que a veces hemos perdido de vista que cierto sector del macrismo ha construido una política para sectores populares que ha llevado a que una parte de esos sectores los hayan votado claramente en las elecciones para Jefe de Gobierno que se ha dado en el 2007 y en el 2011. No en las elecciones legislativas, donde el macrismo tiende a reducir su voto y a encontrarse con el núcleo duro de un voto más propiamente macrista que podríamos pensar como la combinación de un voto de la derecha de Buenos Aires con un cierto cualunquismo de clases medias bajas incluso. Me parece que ahí hay un desafío de quienes pensamos otra ciudad, no a una ciudad reducida a lógicas patrimonialistas, a negocio inmobiliario, a privatización, en una ciudad que reconstruya sus tramas públicas, que incluyan salud, educación pública, los espacios públicos, las políticas de inclusión. Las políticas de resolución de urgencias en el mapa de lo que no está resuelto en las zonas más frágiles de la Ciudad de Buenos Aires. Miradas de ciudad que son antagónicas. Te doy un ejemplo, para mí un modelo de convergencia en lo público es la rambla montevideana, absolutamente abierta a la sociedad: va el montevideano pobre, de clase media y el rico. Ahí no hay espacio privatizado, hay una apertura de la ciudad, no sólo hacia el río, sino la idea de un ámbito abierto y compartido. El antagonista de la rambla montevideana es Puerto Madero, ciudad emblemática del liberalismo menemista de los ´90, ciudad en la ciudad, cerrada, para pocos, absolutamente construida bajo la especulación inmobiliaria. Me parece que hay que apuntar a la reconstrucción de una memoria porteña, esa que supo ser una ciudad muchísimo más igualitaria, muy definida por lo público, desde sus espacios públicos como las calles, las plazas. APU: ¿Qué nos puede decir sobre las políticas culturales del PRO? RF: Queda claro que el macrismo ha pensado la cultura sólo bajo la lógica del show o del espectáculo, que es una desviación que se ha impuesto, incluso desde el primer gobierno radical del alfonsinismo, pensar que la cultura es un mega espectáculo en el Obelisco. Ahora como metieron el Metro Bus, se van a encontrar con problemas para esos mega espectáculos en el Obelisco. Pero la cultura es otra cosa, el macrismo se ha puesto de espaldas a la cultura porque la piensa bajo la lógica patrimonialista, la cultura es negocio, es rentabilidad, es emprendimiento privado. Y piensa en el Estado como aquel que tiene que garantizar que el negocio privado esté bien protegido para desarrollar su capacidad de “inversión”. Nosotros entendemos la cultura como un lugar de experimentación, donde el Estado tiene una enorme responsabilidad para sostener justamente aquello de que la cultura no puede ser pensada como negocio, que es ese lugar sin el cual la cultura se vuelve sólo mercancía, se vulgariza, se achata y se convierte en empobrecimiento. La cultura ya sea popular, en movimiento, necesita también de esa protección sin la cual no hay poetas, dramaturgos, pintores, músicos que puedan desarrollarse, que el modo como ellos piensan y hacen la cultura no tiene una resolución mercantil inmediata. Ahí hay una tarea, una responsabilidad del Estado de la Ciudad de Buenos Aires absolutamente decisiva, de la misma manera de poder llevarla a los barrios. Pero no bajo el formato del mega show y del gran espectáculo, sino bajo la forma de la participación, de la construcción de espacios culturales, sostenerlos en el tiempo, financiarlo. Pensar la cultura no como un gasto, sino como una inversión esencial para mejorar la vida y la calidad de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, me parece que esa es la gran diferencia con el modo en que la ha pensado el macrismo. En cuanto a la educación, el proyecto de estos años de kirchnerismo ha sido de reconstrucción y de recuperación de la escuela pública, de la universidad pública, obviamente la creación de nuevas universidades en la periferia del Gran Buenos Aires. Es toda una decisión biológica, política, ética, que de nuevo estemos circulando aquello de la primera generación de estudiantes universitarios en familias donde no podían imaginar siquiera que eso fuera posible, marca una decisión bastante importante. El pasar de PBI en educación de 2 y monedas al 6,5% es también una gran decisión estructural y estratégica que por supuesto no está en el pensamiento ultraliberal que tiende a pensar la educación desde una lógica meritocrática, desde una lógica donde lo privado se va comiendo sistemáticamente lo público. El macrismo no hizo nada por generar un despliegue de la educación pública. La construcción de escuelas en el país ha sido responsabilidad absoluta del Gobierno Nacional que ha construido 1700 escuelas, el macrismo había prometido 20 y construyó tres. APU: ¿Cree que en estos años de macrismo la Ciudad ha sufrido un retroceso cultural? RF: Te doy un ejemplo: en Resistencia se creó La Casa de la Cultura, un lugar interesantísimo, de convergencias culturales, de tradiciones culturales y de pueblos originarios donde se cruzan dramaturgos, poetas, antropólogos, pintores. En la Ciudad de Buenos Aires nada de eso sucedió, no hay una construcción política sobre la cultura desde esa perspectiva; pero al mismo tiempo la Ciudad de Buenos Aires es extraordinaria, la fluidez cultural que hay en Buenos Aires es extraordinaria. Sigue siendo algo notable porque hay una suerte de potencia intrínseca a la vida cultural porteña que va más allá de todo lo que ha impedido el gobierno de Macri. Creo que si hubiese una inyección en términos de apoyo real, de un Estado en términos a la multiplicidad de actividades culturales, creo que el despliegue sería mucho mayor.

Homenaje al Abogado Militante Ortega Peña: el abogado que puso el cuerpo

Homenaje al abogado militante, a 39 años de su asesinato por parte de la Triple A. Ese 31 de julio de 1974 a las 22:15, salió de una pizzería de la calle Riobamba. Tomó un taxi y, al bajar, un hombre con una media de mujer en la cara le disparó al menos 23 veces. Por Laureano Barrera A las dos de la mañana de un 31 de julio, hace 39 años, sus compañeros de militancia volvieron sobre el tema: las amenazas arreciaban cada vez más y tenía que cuidarse. Rodolfo Ortega Peña los desairó como lo hacía siempre: esa era la única manera que tenía de hacer las cosas por los que más lo precisaban. Y para cortar el tema, en la madrugada del día en que sería asesinado por la Triple A, en la mesa de una pizzería, soltó una frase: "Y en definitiva, la muerte no duele". Ortega Peña nació en 1935 en una familia de clase media antiperonista. Su padre era abogado de empresas, como él podría haberlo sido, y expresaba las contradicciones de la época: mientras la familia vivaba el derrocamiento del “tirano” y las bombas llovían sobre la plaza de Mayo, el jefe de la casa cada año se llevaba a su prole los tres meses a veranear a Europa. En su juventud, Ortega Peña “hizo una ruptura con su historia política y familiar, que es la de una gran porción de la juventud de clase media”, contó a Infojus Noticias Pablo Waisberg, autor junto a Felipe Celesia de “La ley y las armas”, la biografía publicada por editorial Aguilar. Su primera militancia política es en el Partido Comunista. Lo hace porque lo ve como el espacio más revulsivo para su propia familia. Pero ya en el inicio de los 60’ se acerca a los grupos de la resistencia peronista”, explicó Waisberg. Ortega Peña entró a militar en la Facultad de Derecho, donde los sillones de las salas de profesores eran de cuero negro sofisticado, como los de un palacio. El joven aprendiz ya tenía una visión crítica sobre la formación alienante. “La enseñanza del derecho venía practicándose de una manera monocorde con el proyecto neo colonial en el cual la universidad toda estaba inmersa. Esa doble dimensión de transmitir la ideología de las clases opresoras y al mismo tiempo insensibilizar al estudiante a todo momento concientizador, transmitiéndole en cambio la visión de científico “aséptico”, se hizo manifiesta en la pedagogía de los juristas del derecho argentino”, dirá el abogado laboralista unos años más tarde. Cuando se recibe, conforma un grupo de abogados laboralistas junto a Eduardo Luis Duhalde. Un tiempo después, el colectivo se institucionalizará en la llamada “gremial de abogados”. “Ellos se meten en la UOM, que era el gremio más poderoso del momento, y no por casualidad, sino porque creían en una militancia de poner el cuerpo, no como una denuncia alternativista sino como una forma de acceso al poder real”, contó Waisberg. “Ellos creían que podían influir a Vandor. No sé si lo hicieron”. En 1966, cuando “El Lobo” se muestra en primera fila en la asunción de Juan Carlos Onganía, Ortega Peña rompe con el vandorismo y se repliega a una etapa de mayor producción intelectual. Fundan junto a Duhalde la editorial Sudestada y publican doce libros. Entre ellos, la que quizás sea su obra más importante: el análisis del empréstito de Baring Brothers, un modelo que se replicaría, como tragedia, a lo largo de la historia argentina y que sería la base de la fenomenal deuda externa. Durante la dictadura de Lanusse, Ortega Peña se volcaría definitivamente a la faena que terminaría en su muerte: la defensa jurídica de presos políticos y la militancia decisiva en Montoneros. El 31 de julio de 1974, a las 22 15, salió junto a su pareja Helena Villagra de una pizzería de la calle Riobamba. Había tenido una jornada en el congreso, donde era diputado, y preparaba junto a otros compañeros los homenajes por los fusilados de Trellew. Tomó un taxi a Carlos Pelegrini y Juncal. Cuando bajó, un auto que los perseguía frenó y un tipo, con una media de mujer en la cara, accionó su metra y soltó una ráfaga con al menos 23 disparos. Ocho dieron en la cara. Años más tarde, el comisario Almirón se ufanaría en un bar de Madrid, de haber sido el sicario del primer asesinato firmado por la Triple A. El crimen de un abogado que puso el cuerpo. Fuente: InfoJus Noticias

Políticas de niñez en CABA "Trabajamos en una situación preocupante" Miércoles 31 de Julio de 2013 14:49

Luciana Pandullo es delegada de ATE en el Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. En el día de ayer, los trabajadores del Consejo se movilizaron junto a otros sectores contra el desmantelamiento del organismo. Agencia Paco Urondo: ¿Ayer estuvieron realizando una movilización? Luciana Pandullo: Sí, a las puertas del Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. APU: ¿Cuáles son los reclamos? Luciana Pandullo: Están vinculados a las políticas públicas para la niñez en la Ciudad. Los programas que hoy existen están desmantelados, faltan recursos, faltan profesionales, y todo esto hace que no se pueda dar una respuesta efectiva. A esto se suma la precarización laboral de los trabajadores. APU: ¿Esto se viene registrando a lo largo de todos estos años de gestión macrista? Luciana Pandullo: Lo venimos denunciando desde los inicios. Desde que asumió el macrismo, las medidas siempre fueron a favor del retroceso de los derechos de los niños y las familias de los chicos. La ley 114 de la Ciudad, que es la que garantiza estos derechos, no se está cumpliendo y lejos de fortalecer los dispositivos, se los está vaciando. APU: En el marco de este reclamo, ¿Con qué sectores están articulando? Luciana Pandullo: Durante estos años, con muchos actores del Estado: ATE, UTE y otros sindicatos similares que defienden lo público porque todo esto se enmarca en algo más amplio como es la defensa del Estado. También con organizaciones sociales de la CTA y otros espacios. No es un reclamo sectorial sino que tiene que ver con tener políticas para todos. La niñez atraviesa a todos los sectores. APU: ¿Qué balance hacen de la movilización? Luciana Pandullo: Positivo. Se acercaron muchas organizaciones sociales y sindicales. Vinieron legisladores de distintos bloques. La amplitud del reclamo le da mucha más fuerza. APU: ¿Qué rol tiene el Consejo? Luciana Pandullo: Es el organismo que controla las políticas públicas. Tiene defensorías zonales, una en cada comuna, y se encargan de ver cómo están los programas, qué respuesta hay, atender a las familias que se acercan por derechos vulnerados, es decir, un rol de control. Trabajamos en una situación preocupante, con las defensorías colapsadas. Estamos hablando de tres profesionales con la responsabilidad de atender a 500 personas. No están dadas las condiciones para cumplir con la ley. APU: ¿Hicieron presentaciones legales? Luciana Pandullo: En esta oportunidad no, pero en otro momento hemos hecho denuncias en la Defensoría del Pueblo y presentaciones en la Legislatura. Más que una cuestión legal es una cuestión política. Ahora estamos esperando una respuesta de las autoridades del organismo.

"Esta es la Argentina que desechó las recetas que decían que debiamos enfriar la economía" Jueves 01 de Agosto de 2013 10:57

La presidenta Cristina Fernández encabezó el acto por el 159º aniversario de la Bolsa de Comercio. En ese marco, oficializó la reglamentación de la ley de mercados de capitales y habló sobre la evolución de las principales variables de la economía. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner informó esta noche en la Bolsa de Comercio la firma del decreto número 1023 que se publicará mañana en el Boletín Oficial y que “tornará plenamente operativa” a la nueva ley 26.831 de Mercado de Capitales. “Espero que esta nueva ley genere la confianza de los argentinos y las empresas para poder invertir porque es el país que queremos, soñamos y por el que todos trabajamos”, subrayó. Destacó que esa norma permite “dotar al mercado de capitales de nuevos instrumentos, nuevas formas que lo tornen más ágil, más profundo, más eficiente, más transparente y más seguro, para que realmente adquiera la profundidad que merece tan importante instrumento en una economía”. También precisó que la Comisión Nacional de Valores (CNV) aprobó hoy “el primer fideicomiso de ciencia y tecnología para poder operar en la plaza, siendo nosotros y el estado de Israel los únicos mercados de valores que hemos constituido un fideicomiso de ciencia y tecnología, lo que revela una nueva señal de estos tiempos”. Señaló que también hoy la CNV “aprobó el primer fideicomiso financiero del plan Procrear de viviendas que realiza el ANSES por 43.700 millones de pesos “. Informó que hubo un crecimiento 48.800 millones de pesos, un aumento del 86 por ciento, en el mercado de capitales/ y sostuvo que la nueva ley "va impulsar esta política de verdadera federalización en el acceso al mercado de capitales por parte de todas las regiones del país". La Presidenta concurrió al acto de la Bolsa de Comercio acompañada por todo su gabinete y por los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli; del Chaco, Jorge Capitanich, y de Chubut, Martín Buzzi. Cristina Kirchner difundió una serie de datos sobre el crecimiento de la recaudación, que, anunció, aumentó un 30,5 por ciento en julio de este año respecto al del año anterior, y destacó que ello se logró “sin crear un solo impuesto nuevo” sino que fue consecuencia del crecimiento económico gracias a las "políticas anticíclicas aplicadas con gran éxito". Destacó el aumento en la economía del 4,9 por ciento en los últimos doce meses, “más de un punto más del pronóstico de la CEPAL” y una caída del desempleo a 7,2 por ciento. La Presidenta afirmó que “tal como lo anuncié en mi visita del año pasado a esta casa hemos puesto en marcha en la CNV el pagaré bursátil, un nuevo instrumento que acompaña al cheque diferido pero con mayor amplitud en plazo de financiamiento, y creemos que va a ser sumamente útil para todos los que requieran, fundamentalmente las pymes, mayores plazos de financiamiento que la del cheque de pago diferido que alcanza sólo a 365 días del año”. Subrayó que con la reforma de la carta orgánica del Banco Central, que se votó, como la nueva ley de Mercado de Capitales “bastante en soledad en el congreso”, y que permitió afectar reservas al pago de deuda, logró que “del total de la inversión, el 5 por ciento de los depósitos a plazos fijos el 50 por ciento fue para pymes y ya se desembolsaron 28 mil millones de pesos”. “Esto explicar el 45 por ciento del aumento de todo el sistema financiero a largo plazo”, detalló. Señaló que el Programa del Bicentenario ha comprometido y movilizado más de 6 mil millones de pesos en programas en créditos de los cuales más de 5 mil “se han canalizado a través del Banco Nación”. Indicó que la nueva ley de Mercado de Capitales permitirá la incorporación de la tecnología la comunicación interconexión de todas las bolsas on line de todos los mercados, que “ va a ser de carácter obligatorio”, la medida que permite que “ya no va a ser tampoco necesario que un agente tenga que ser socio de cada bolsa o mercados de valores que puedan instalarse para poder operar”. Asimismo facilitará que “los lugares donde hay gran actividad económica no sean cotos cerrados sino lugares abiertos porque eso genera mucha confianza”, dijo. Mencionó que además la norma impone que las Bolsas de Comercio, que estaban constituidas como asociaciones civiles sin fines de lucro ahora deben inscribirse como sociedades anónimas como sucede en todas partes del mundo. También puso de relieve que ahora el Estado, a través de la CNV, va a regular el mercado” ya que la política de autorregulación demostró en el mundo no haber funcionado así como la limitación impuesta a las calificadoras de riesgo. “En sus 200 años de historia, no sólo por volumen sino también por extensión en el tiempo de crecimiento llevamos una década creciendo los argentinos: esto nunca nos había pasado”, destacó. Defendió la política de subsidios del Estado y detalló que “hoy destinamos 87 mil millones de pesos en subsidios: seis mil millones destinados a los pasajes de trenes, y 12 mil millones en transporte automotor: 18.261 millones de pesos que permiten transportar en forma barata a la fuerza de trabajo”. “Hoy es muy importante seguir con esto”, afirmó la Presidenta. Recordó que cuando comenzó la política de quite progresivo de subsidios a los servicios, luego “interrumpimos las modificaciones de los subsidios no por un cambio de política del gobierno sino por un cambio en el mundo, y nosotros hacemos sintonía fina, y esperamos a ver que pasa, porque no es cuestión de arrasar con todo “. Los subsidios son, señaló, “una formidable inversión que hace el estado para mantener competitividad y alto poder de consumo”. Cuestionó que hayan hecho una denuncia al ANSES cuando anteriormente, cuando las AFJP privadas “vendían y compraban acciones” según su conveniencia “nunca fueron denunciados”. En ese contexto, mencionó también el éxito del plan Procrear con la construcción de 65 mil viviendas para los sectores medios, lo que implicó, aseguró, un aumento en la actividad de la construcción de un 7 a un 11 por ciento en el último año”.

“En la 125, Massa estaba claramente a favor del campo”

Entrevista a Santiago O'Donnell, autor de Argenleaks. Las vinculaciones de Sergio Massa con la embajada estadounidense. “Aun en el gobierno daba entender todo el tiempo que estaba en contra, que se quería ir y que los Kirchner eran lo peor que había”. Por Santiago Asorey APU: ¿Cómo armaría un perfil de Sergio Massa a raíz de la información que lo mostraba muy cercano a la embajada de Estados Unidos? Santiago O'Donnell: Me impresionó lo siguiente: leí miles de cables de mucha gente opositora al gobierno, inclusive muchos que públicamente lo apoyaban pero en secreto lo criticaban en la embajada norteamericana. Pero ninguno de todos ellos llegaba al nivel de agresividad y de descalificación de Sergio Massa, que fue Jefe de Gabinete del Gobierno Nacional. Encima lo hizo durante su mandato e inmediatamente después. Estando aun en el gobierno daba entender todo el tiempo que estaba en contra, que se quería ir y que los Kirchner eran lo peor que había. Los wikileaks no muestran un costado muy “halagador” de la personalidad de Massa. APU: ¿Piensa que la cercanía de Massa a la embajada de Estados Unidos puede servir para definirlo ideológicamente? SD: Hay algunos elementos en lo que dijo a la embajada que pueden construir su perfil ideológico. Por ejemplo, en la pelea con las patronales del campo por la 125, él estaba claramente a favor del campo. Cuando él pertenecía a un espacio político que luchaba por poner retenciones. Massa tiene una idea sobre la inversión extranjera más liberal que el gobierno nacional. Me parece que lo que mas define ideológicamente a Massa no son las cosas que dijo en la embajada norteamericana sino su pasado en la Ucede (haciendo referencia al partido neo liberal conservador de los 80) y cómo gobernó Tigre. Las cosas que Massa dijo en la embajada definen su personalidad. APU: ¿Cómo interpreta el ofrecimiento de apoyo diplomático de gobiernos latinoamericanos a figuras como Snowden y Assange? SD: Me parece que está muy bien. Ya que los dos han revelado información de interés publico que era secreta. No creo que ni Snowden ni Assange sean traidores, son perseguidos políticos. Por otro lado, no puedo dejar de decir que la ley de medios de Ecuador es muy dura. Se da la paradoja de que Snowden tuvo apoyo de China y Rusia y Assange de Ecuador, países que no considero baluartes de la libertad de expresión. APU: ¿Cómo vislumbra el grado de intervención y operación actual en la región por parte de Estados Unidos? SD: Lo que está claro es que por suerte hace rato que la región dejo de ser prioridad para Estados Unidos. Históricamente, cuando menos atención Estados Unidos presto a Latinoamérica, mejor le fue a la región. En los últimos años, mientras Estados Unidos se preocupaba de guerras en Medio Oriente, en Latinoamérica se daba un proceso de integración muy importante.

domingo, 4 de agosto de 2013

Conversiones express Por Vicente Battista. Escritor contacto@miradasalsur.com

Hubo un tiempo en que el pasado, los hechos del pasado, resultaban de vital y definitivo valor a la hora de juzgar los hechos del presente. El pasado condenaba, hubo dirigentes que se empeñaron en modificarlo con el fin de soslayar esa condena. Fue una práctica común a todos los dictadores que anduvieron por este mundo, sólo a modo de ejemplo podríamos citar a Hitler, Mussolini y Franco, en Europa, a Pol Pot, en Oriente, a Idi Amín y Bokassa, en África, a Somoza, Batista, Pérez Jiménez y Duvalier, en América latina, pero tal vez el patrón emblemático sea Stalin, quien se ocupó de borrar a Trotsky de todas las fotos en que aparecía el líder revolucionario y finalmente ordenó a Ramón Mercader que lo asesinara. Hoy no es necesario llegar a esos extremos. Aquel formato televisivo que inaugurara Miguel Rodríguez Arias con Las patas de la mentira y que actualmente repiten diversos programas de televisión parece no inquietar a sus protagonistas: nada les importa que se haga público que lo que ayer dijeron se contradiga con lo que hoy dicen. El archivo ya no los perturba. Pasen y vean: un celebrado director de cine, devenido político, hace alianza con una política, con escaso número de votos aunque célebre por sus permanentes denuncias y por no haber acertado con una sola de sus apocalípticas profecías. Pocos meses antes, el director de cine, que se jactaba de ser un hombre de izquierda, al menos eso pretendían sus películas, proclamaba que sería una locura imaginarlo haciendo alianza con la derecha. La locura se produjo. Detalle que no les preocupa ni a él ni a la frustrada pitonisa: ambos recorren las calles de Buenos Aires buscando votos y se multiplican, pareja feliz, en numerosos programas de televisión. Los versos finales de “Las Cuarenta”, aquel memorable tango de Charlo, bien pueden sintetizar ciertas alianzas políticas: “Por eso, no has de extrañarte, si alguna noche, borracho, / me vieras pasar del brazo con quien no debo pasar”. Es cierto, pero tampoco hay que exagerar. Si de exageraciones se trata, podríamos detenernos en un veterano sindicalista que hasta no hace mucho proclamaba a voz en cuello las virtudes políticas y sociales del actual gobierno. Sin cambiar de indumentaria ni de tono de voz y menos aún sonrojarse, nuestro sindicalista acaba de unirse con quien era su mayor enemigo. Ambos se muestran amigos de toda la vida y regalan sonrisas mientras recorren las instalaciones de la Sociedad Rural. El periodismo también registra hechos dignos de ser noticia. Podríamos detenernos en un periodista que se autoproclamaba un hombre de izquierda, capaz de abarcar diferentes disciplinas: supo ser escritor, cineasta, historiador, monologuista teatral, comentarista de radio y animador de televisión. Entre sus muchas denuncias, expuso el modo de operar de los medios hegemónicos de comunicación. Aún es posible ver los detallados cuadros sinópticos que mostraba por televisión y todavía replica su voz irreverente en contra del mayor trust mediático de este país. Pero todo eso es pasado. Ese mismo sujeto que alguna vez defendió la ley de medios audiovisuales, aprobada por amplia mayoría en el Congreso y desde hace cuatro años a la espera de que la Corte Suprema se expida de una vez por todas, hoy es un servicial empleado de aquel trust mediático que ayer atacaba, el mascarón de proa de ese grupo hegemónico que alguna vez denunció. El acto de convertirse no conlleva crítica alguna, es una condición natural de los seres humanos. Una de las más célebres es la que sufrió Pablo de Tarso. Según cuenta Lucas en Hechos de los Apóstoles y confirma (con algunos matices) el propio convertido en sus Epístolas a los Corintios y a los Gálatas, en los años 30 Saúl era un joven judío que se empeñaba en castigar a cuanto cristiano descubría por su camino: los consideraba miembros de una secta de fanáticos que adoraban a un tal Jesús, que había sido muerto en la cruz y que, afirmaban, había resucitado al tercer día. Saúl supo que en Damasco había un buen número de cristianos, por lo que le pidió autorización al Sumo Sacerdote y se encaminó hacia esa ciudad sobre la que había profetizado Isaías. Su propósito era encontrar a los idólatras, hombres o mujeres, y “llevarlos atados a Jerusalén”. En las puertas de Damasco, sintió que una luz, intensa y desconocida, envolvía su cuerpo, quedó ciego y se derrumbó en el piso. “Saúl Saúl, ¿por qué me persigues?”, oyó que alguien preguntaba desde las tinieblas. Esa misma voz ordenó que se levantara y entrara en la ciudad. No bien se puso de pie, Saúl sintió que lo tomaban de un brazo y se dejó llevar hasta la casa de un vecino que dijo llamarse Judas. Ahí estuvo tres días y tres noches sin probar bocado. En la mañana del cuarto día apareció Ananías y dijo: “Saúl, hermano, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recuperes la vista y quedes lleno del Espíritu Santo” (Hechos de las Apóstoles, 9:17) El resto es historia conocida: Ananías le curó los ojos y Saúl pasó a llamarse Pablo (cambió su nombre hebreo por un nombre romano) y hasta su muerte fue un apóstol de la joven iglesia cristiana. La mutación se produjo en el término de tres días, la figura de Jesús, sus palabras y sentencias, fueron esenciales para esa metamorfosis. La conversión de Pablo, tal como él y Lucas la explican, fue un hecho milagroso, una cuestión de fe que aceptan los hombres y mujeres que profesan esa fe. En el campo de las ideas, las conversiones son más lentas: cambiar de una doctrina a otra diametralmente opuesta exige un elaborado análisis, tanto en la teoría como en la práctica, que ciertamente demanda muchísimo tiempo, años en numerosos casos, de marchas y contramarchas, de dudas y de certezas. Esto parece no haber sucedido ni en el político, ni en el sindicalista, ni en el periodista que hemos usado a modo de ejemplo; conviene aclarar que últimamente las conversiones-express se multiplican sin descanso. La pregunta es: ¿qué los ha llevado a mutar de ese modo, negando todo lo que poco antes habían sustentado con indudable fervor? La metamorfosis del trío se produjo en menos tiempo del que le demandó a Pablo. Por lo que se sabe, ni al político ni al sindicalista ni al periodista los derribó una luz intensa, no permanecieron tres días ciegos y en ayunas y tampoco se les apareció Jesús. Lucas en Hechos de los Apóstoles da las razones de la transformación de Pablo. Hasta ahora ni uno solo de los actuales conversos ha explicado el porqué de las suyas. 04/08/13 Miradas al Sur