miércoles, 12 de junio de 2013
Prohibición de visitantes: otra agresión a los hinchas
Por Horacio Bustingorry I AFA volvió a prohibir hinchadas visitantes en todas las categorías. Nuevamente, con el pretexto de combatir la violencia y proteger a los hinchas, se termina perjudicando a quienes se dice defender.
La cultura futbolera argentina se encuentra más amenazada que nunca. Lo insólito de la medida es que se termina premiando a los a los responsables del asesinato de Javier Jerez. El hincha de Lanús no murió en un enfrentamiento entre hinchadas, ni siquiera por la pelea interna del club granate, sino por la (i)responsabilidad policial. Sin embargo el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal prefirió cargar las tintas sobre los hinchas, actitud que fue emulada por el órgano rector del fútbol argentino y el propio gobierno nacional.
Decimos que se premió a los responsables del asesinato porque hace tiempo que la única solución que imaginan los organismos de seguridad es jugar sin público visitante, o directamente a puertas cerradas. Basta con recordar la bochornosa decisión de organizar sin hinchas el clásico santafesino o la prohibición a los simpatizantes de Boca de asistir al clásico frente Racing, para entender cuál es el objetivo final de de los organismos. Quiénes deben brindar seguridad no sólo hacen gala de su ineptitud sino que ofrecen como única “solución” trabajar menos, cobrar igual y castigar a quiénes esperan el fin de semana para dar rienda suelta a su pasión.
La bala que terminó con la vida de Jerez va dirigida contra todos los hinchas del fútbol argentino. Ni la ridícula implementación del AFA Plus, ni la reaccionaria promesa del retorno de la familia a la cancha, ni el paliativo de la televisación de todos los partidos ocultarán que, en las dos fechas que restan, los fanáticos del fútbol argentino verán cercenados sus derechos. Cabe entonces preguntarse: ¿Futbol para Todos?
GB
POLITICA // DOCUMENTOS SECRETOS FILTRADOS PROSTITUCIÓN Y DROGAS EN EL DEPARTAMENTO DE ESTADO DE EEUU
Eso es lo que denuncia un memorando que habría sido elaborado por un embajador estadounidense durante el mandato de la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton. Allí se evidencia el cierre de varias investigaciones que vinculaban a funcionarios con redes de prostitución, y hasta se habla de una red de tráfico de drogas en Bagdad.
Las grandes cadenas de noticias internacionales difundieron un informe que se filtró desde la oficina del inspector general del Departamento de Estado norteamericano, y que habría sido entregado por el abogado de un exinvestigador.
En el informe se denuncia, por ejemplo, a miembros de la seguridad de Hillary Clinton por haber solicitado servicios de prostitutas en viajes oficiales al extranjero.
Pero esa es la parte más liviana del memorando, ya que el comportamiento de los miembros del Departamento de Estado empeora aún más.
En el documento se acusa a un embajador estadounidense en activo que “rutinariamente se deshacía de su escolta para solicitar favores sexuales a prostitutas y menores de edad”, según se expresa textualmente.
Cuando un oficial de seguridad diplomática trató de investigar, el subsecretario de Gestión del Departamento de Estado, Patrick Kennedy, supuestamente ordenó que “no se abriera una investigación formal”.
Todas estas denuncias recaen sobre la figura de la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, de quien hasta se habló de una cierta complicidad para no esclarecer los gravísimos hechos que en el documento se detallan.
Uno de los pasajes del informe que desató un escándalo, habla de una red de tráfico de drogas cerca de la embajada estadounidense en Bagdad, para proveer de estupefacientes a empleados de la delegación estadounidense.
Pero hay más: un oficial de seguridad del Departamento de Estado en Beirut, Líbano, se presume que “está involucrado en casos de agresiones sexuales” contra ciudadanos extranjeros que trabajaban como guardias en la embajada.
Desde el gobierno estadounidense negaron rotundamente las acusaciones que se desprendieron luego de el descubrimiento de este informe, aunque admitieron que van a investigar si es que hubo irregularidades.
ELECCIÓN DE CONSEJEROS Pichetto advirtió que se busca consolidar “un gobierno de los jueces”
El jefe senadores del FpV calificó como "lamentable" el fallo que declara inconstitucional la reforma de la Magistratura y advirtió que forma parte de una tendencia que busca "consolidar un gobierno de los jueces".
IMPRIMIRACCESIBLEACCESIBLE
Pichetto declaró a Télam que los argumentos que expone la jueza María Servini de Cubría en su sentencia "son muy livianos" y consideró que enmarca en una "defensa de la estructura corporativa para que no se afecten situaciones que son propias de los magistrados".
"Me llama mucho la atención el desarrollo del proceso. La jueza estaba en el extranjero, volvió y en pocas horas sacó este fallo decretando la inconstitucionalidad", sostuvo el senador, y advirtió que se trata de "un fallo corporativo de autodefensa".
Para Pichetto, la medida de la magistrada "es un paso más en esta escalada de enfrentamiento con el Parlamento y con el Poder Ejecutivo, tendiente a consolidar un gobierno de los jueces" y a "ocupar lugares que no les corresponden".
"Esto es lo que no debe ocurrir en la vida institucional de un país -opinó-, cuando los jueces apuntan a la intromisión política, actuando al margen de las leyes votadas por el Congreso, leyes que tienen mayorías especiales como establece la reforma del Consejo de la Magistratura que requiere de mayoría absoluta".
"Me llama mucho la atención el desarrollo del proceso. La jueza estaba en el extranjero, volvió y en pocas horas sacó este fallo"
Miguel Ángel Pichetto Confirmó que el gobierno apelará el fallo y que "puede optar por la apelación directa ante la Cámara Electoral, que es la cámara competente, o el mecanismo también abierto por ley que es el del `per saltum` para acelerar los plazos".
El jefe de los senadores kirchneristas recordó que lo sucedido con la ley de medios, que "tuvo un debate previo importante en la sociedad y luego en el ámbito propio del Congreso y está paralizada desde hace casi cuatro años".
Cuestionó lo que denominó "la justicia cautelar" que "se ha ido consolidando y que no permite avanzar en reformas que el Parlamento ha votado, con supuestos visos de inconstitucionalidad y con argumentos muchas veces interesados en su propio sector".
El legislador opinó que existe una distorsión "cuando los jueces quieren legislar" y aseguró que en Argentina "lo vienen haciendo, impidiendo la aplicación de las leyes o reformándolas en parte, anulando contenidos de algún artículo o incluso decretando la inconstitucionalidad de toda la ley".
Criticó que uno de los argumentos de la jueza Servini para declarar la inconstitucionalidad de la ley sea la mención de una falta de equilibrio, al afirmar que "el concepto del equilibrio siempre es una apreciación de carácter muy subjetiva. Alguien puede decir que no tiene equilibrio y te voltean cualquier cosa".
Pichetto se mostró optimista en cuanto a la resolución favorable que tendrá la apelación del gobierno al señalar que "una elección popular nunca puede tener contenido inconstitucional" ya que "amplía las bases de sustentación de cualquier sistema democrático y se inscribe también en la reforma de 1994 que plantea que todos los cargos públicos tienen que tener legitimidad y representación política popular".
DATOS ALENTADORES Se redujo un 66% el trabajo infantil en niños de hasta 13 años
La disminución se produjo entre 2004 y 2012. Además, entre cayó un 24% el número de adolescentes de entre 14 y 17 años con prematura presencia en el mercado laboral.
Los datos fueron suministrados por el Ministerio de Trabajo de la Nación en la víspera de conmemorarse el Día Mundial contra el Trabajo Infantil y surgen de la comparación entre la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) realizada en 2004 y la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU) del tercer trimestre de 2012.
“Es una reducción sumamente importante; lo que marca es el éxito de las políticas públicas que se están llevando adelante y nos da la tranquilidad de que vamos por el camino correcto, pero nos obliga a redoblar esfuerzos porque hay todavía chicos trabajando", dijo la presidenta de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), Pilar Rey Méndez.
"La reducción del trabajo infantil siempre se debe a una combinación factores y sin poder establecer una relación directa, podemos enumerar una serie de acciones que tuvieron lugar que, en mayor o menor medida, deberían haber contribuido a este descenso", seguró a Télam Gustavo Ponce, Punto Focal de Trabajo Infantil de la Oficina de País de la OIT para la Argentina.
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12 de junio: Día Mundial contra el Trabajo Infantil
Entre ellos, citó las nuevas leyes contra el trabajo infantil, la adopción de estándares mínimos en la inspección, la creación de centros de cuidado infantil en el sector agrícola, la Asignación Universal por Hijo y la articulación público-privada.
“Son elementos que han permitido mantener el tema en la agenda pública y cuyos resultados se deberían reflejar progresivamente en el descenso” del indicador", dijo.
Se entiende por trabajo infantil a toda actividad económica remunerada o no, realizada por niñas y niños, por debajo de la edad mínima de la admisión al empleo o trabajo que en la Argentina es de 16 años.
“Trabajo infantil encontramos en el ámbito urbano y en el rural. Hay distintas modalidades, tal vez la que está más arraigada es la del trabajo infantil agrícola, por eso venimos instalando una política muy fuerte para erradicarlo”, dijo Rey Méndez.
“Hay un aprovechamiento claro de la vulnerabilidad del trabajador que migra de zafra en zafra, que llega con todo el grupo familiar. Los niños primero juegan y luego terminan trabajando, porque además este trabajo se paga por unidad de producto”, explicó la funcionaria.
En cuanto a las causas del trabajo infantil, se destacan los factores económicos (desempleo, pauperización salarial, distribución inequitativa del ingreso), y la vigencia de patrones culturales que legitiman algunas prácticas tradicionales.
Pero, en realidad, el trabajo infantil implica una vulneración de los derechos del niño y un atentado contra su normal desarrollo.
Las consecuencias más nocivas deben rastrearse en la escolaridad y en la salud. En ese sentido, la EANNA 2004 demostró que la repitencia y las inasistencias frecuentes prácticamente se duplican en los niños que trabajan en comparación con los que no lo hacen. En cuanto a los perjuicios en la salud, se pueden mencionar por ejemplo, las lesiones en la piel, en el sistema respiratorio y óseo.
“El especto puede ser amplísimo teniendo en cuenta que, a diferencia del adulto, el chico es sumamente vulnerable porque está en pleno desarrollo y no puede defenderse de las agresiones”, explicó Stella Maris Gil, de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Atento a esta situación, el gobierno nacional viene implementado una serie de políticas para la erradicación definitiva del trabajo infantil, como la ley 26847 que incorporó esta problemática como delito en el Código Penal y la ley 26.390 que subió de 14 a 16 la edad mínima para la admisibilidad laboral.
Además, está la Ley de Trabajo Agrario que exige al empleador habilitar espacios de cuidado y contención, donde los niños puedan permanecer durante la jornada laboral.
Por otra parte, desde 2007 viene funcionando bajo el impulso de la CONAETI, la Red de Empresas contra el Trabajo Infantil, una agrupación de 100 empresas comprometidas con una cadena de valor libre de esta irregularidad.
Además, el Ministerio de Trabajo cuenta desde 2004 con un cuerpo de inspectores especializados y firmó un convenio con la Sociedad Argentina de Pediatría para capacitar en la detección.
Una de las medidas que, sin estar directamente dirigida a la erradicación del trabajo infantil, viene impactando positivamente para su erradicación, es la Asignación Universal por Hijo.
Según datos del Ministerio de Trabajo, “la tasa de actividad de niños, niñas y adolescentes ha caído 15% entre 2009 y 2010, de manera que puede leerse una reducción a partir de la aplicación" de este beneficio.
“Claramente una medida como esta incide en el trabajo infantil porque garantiza un piso de ingreso continuo en la familia que puede reemplazar la ayuda de los chicos que trabajan”, sostuvo Roxana Mazzola, autora del libro “Nuevo Paradigma, la Asignación Universal por Hijo en la Argentina”.
martes, 11 de junio de 2013
"Es una vergüenza que durante 27 o 28 años haya sobrevivido una ley de un gobierno de facto"
Así lo aseguró el periodista y Secretario de Redacción del diario La Nación, Pablo Sirvén. En la larga charla analizó diferentes temas: ley de Medios, el poder de Clarín, Papel Prensa. El periodismo en tiempos del kirchnerismo.
Por Enrique de la Calle
AGENCIA PACO URONDO: Nos interesaba hablar con periodistas opositores al Gobierno Nacional para conocer su visión sobre el periodismo en tiempos del kirchnerismo. ¿Cómo ve el periodismo en la actualidad?
Pablo Sirven: Diría que hay como tiempos distintos dentro de los 10 años. Hay gobiernos y personas diferentes. En primer lugar hay un período que va de 2003 a 2008 donde había cierta carga verbal, sobre todo de Néstor Kirchner, pero se terminaba ahí. En los hechos no pasaba a mayores. No había ni Papel Prensa, ni cepo publicitario, ni un hostigamiento hacia los periodistas. El punto de inflexión o la bisagra que cambia ese paradigma es el conflicto con el campo, donde el Gobierno ubica como su gran enemigo a la prensa tradicional, como el gran artífice de todos los males de este país, el mundo y, tal vez, del universo. Así se dio esta guerra de bandos entre el Gobierno nacional y popular, y por el otro lado, nosotros, los nefastos periodistas profesionales, que trabajamos en empresas desde siempre.
AGENCIA PACO URONDO: Coincidiendo en que desde 2008 se puso en el centro del debate público al periodismo. ¿Eso no es sano, no le hace bien al periodismo?
PS: Ahora que pasó el tiempo me parece caricaturesco muchas de las cosas que se dijeron, muchas críticas que se hicieron al periodismo perdieron fuerza. Poniendo una metáfora: hay un rebaño de ovejas, el pelaje no es bueno, la carne es magra. Vos podés decir que esa crítica está bien. Ahora ¿Quién es el crítico? El crítico es el lobo. No le creo al kirchnerismo esa vocación sincera y honesta por mejorar al periodismo. Le es funcional atacarlo, muchas veces con justificaciones válidas y otras tantas muy exageradas, que se neutralizan a sí mismo.
AGENCIA PACO URONDO: En medio de ese debate en torno al periodismo en estos tiempos está la discusión sobre la ley de medios. ¿Cuál es su posición al respecto? ¿Qué opina sobre el proceso que se dio para llegar a la ley?
PS: Hay dos situaciones. Me parece una vergüenza que durante 27 o 28 años de democracia -con todos los gobiernos, incluyendo el de Néstor Kirchner-haya sobrevivido una ley de un gobierno de facto que llevaba la firma de Videla y que tenía una cantidad de enmiendas y parches. Entre presiones de los empresarios por un lado y gobiernos que miraron para otro lado, fue más fácil mantener esa ley no sólo autoritaria sino desactualizada tecnológicamente. Ahora bien, la Ley de Medios surgió como una guerra contra Clarín, con la zanahoría del artículo 161, el de la desinversión. Néstor Kirchner le dio 10 años más de licencia en 2005 pero después viene Cristina y dice "vamos a sacarle los medios que tiene de más". Después tiene algunas iniciativas interesantes, como es la producción local o darle espacio a las organizaciones no gubernamentales (que no queda claro cómo se va a sostener). Pero tiene muchas falencias, no está la pauta oficial. La veo bajo la necesidad de ir contra Clarín, y se nota eso cuando hay medidas judiciales en contra de la ley, y ahí es peor, buscan reformar la justicia.
AGENCIA PACO URONDO: Vuelvo sobre ese punto. Hablaba de Clarín y me detengo en eso. Coincido en que la ley de medios se enmarca en esa batalla entre Gobierno y Clarín pero diría que no hay otro modo de pensar esa ley que no fuera en ese contexto, considerando que Clarín es el grupo de medios más poderoso ¿Considera que el nivel de concentración que tiene Clarín es perjudicial para libertad de expresión en Argentina?
PS: En estos sistemas de capitalismos que hay en occidente es importante la función de los Estados pero en Argentina somos adictos al sistema de péndulo. Vamos de un Estado que no hace nada, que es regresivo, que permitió privatizaciones a un Estado que te dice hasta en qué moneda podés ahorrar. Un Estado que se mete en toda la economía privada. No me expresa ninguno de los dos modelos, prefiero un sistema más equilibrado. El crecimiento que tuvo Clarín -si es desmedido- se debe también al rol que tuvieron diferentes gobiernos democráticos, incluso el de Néstor Kirchner.
AGENCIA PACO URONDO: Coincidiendo con parte de ese diagnóstico. El menemismo permitió que Clarín se extendiera a televisión abierta y el kirchnerismo toleró la fusión Cablevisión - Multicanal. De ese modo tenemos que Clarín tiene posición hegemónica en cable y dominante en televisión abierta, radio y prensa gráfica. ¿No está bien, entonces, que se avance en la desmonopolización de Clarín? ¿No es una deuda de la democracia que ahora empieza a saldarse?
PS: Cuando tenés contratos firmados por representantes del Estado, y hablamos del Estado democrático (es distinto en el caso de una dictadura), te tenés que bancar las decisiones de distintos gobiernos. Por eso critiqué la extensión de las licencias en 2005. Como se están llevando las cosas ahora no está funcionando. Ahora el Gobierno llevó adelante una guerra absoluta contra todo el periodismo no adicto, Víctor Hugo habló de que respondemos a Magnetto (CEO de Clarín), yo no me siento así, de hecho no trabajo para Magnetto. Es tan torpe ese ataque. En ese contexto no se permite consensuar nada. Te lo estoy diciendo desde un grupo en el que trabajo, como La Nación, que no tiene medios audiovisuales, que mira la ley de Medios desde afuera. No tenemos ningún interés en juego.
AGENCIA PACO URONDO: Según usted no se debe revisar nada que se haya decidido por gobiernos democráticos, si no entendí mal. Lo llevo a Papel Prensa, en ese caso hubo responsabilidad de un gobierno militar. ¿Le parece válida la postura del Gobierno?
PS: La postura que expreso públicamente (se lo he dicho en la cara a algún accionista de La Nación) es que así como los periodistas no debemos tener ingresos "por izquierda", los empresarios tampoco deben tenerlos. Los empresarios no deben hacer negocios con los Estados y menos en períodos de dictadura. Ahora bien, en el caso de Papel Prensa, durante 27 años la democracia no hizo nada. Pienso que hay un manejo con toda esta bandera que se agita contra los medios que son más críticos. Todas las decisiones que se toman, casualmente, van contra los medios que son críticos.
AGENCIA PACO URONDO: A ver si entiendo su planteo. Como los gobiernos democráticos no hicieron nada durante tantos años para impedir la concentración de Clarín (es más, fueron cómplices de ella) o para revisar lo actuado durante la dictadura en el caso de Papel Prensa, ahora no tendrían derecho a revisar su posición. Es decir, habría que mantener ese statu quo. ¿Es así?
PS: Me parece que sí hubo revisión -no lo tengo muy claro- durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Después vinieron diferentes gobiernos, de diferentes signos políticos, que no pusieron mayores objeciones. Ahora hay otra decisión política, que se da a partir de 2010, con una aparición muy abrupta de Lidia Papaleo y una salida muy abrupta también porque no volvió a hablar. El tema está en la Justicia y deberá resolverlo. Hasta ahora no hay mayores novedades. Por mi parte, espero a ver qué dice la Justicia. Después hay banderas que se agitan políticamente y las miro desde afuera.
AGENCIA PACO URONDO: Es un conocedor de la historia de los medios en Argentina. No puede ignorar que la entrega de Papel Prensa durante la dictadura a Clarín no fue una ingenuidad. Que sirvió para que Clarín creciera como lo hizo después. Lo mismo el resto de los negocios, que le permitieron acrecentar cada vez más su poder.
PS: El Estado es accionista minoritario de Papel Prensa. Como bien marcás ni en la dictadura ni en los gobiernos democráticos posteriores creyeron que les estuvieran robando nada, ni sintieron que debían vender su parte o crear otra empresa de papel. Si vas a la actualidad, es totalmente artificial porque hoy no hay un problema con el papel...
AGENCIA PACO URONDO: Hoy no...
PS: Porque es más barato traerlo importado. No es lo que demandan las empresas. Estoy al tanto que en su momento Julio Ramos planteó eso, recuerdo Ámbito Financiero.
AGENCIA PACO URONDO: Muchos medios chicos del interior denunciaron lo mismo, cómo Clarín y La Nación usaron el precio del papel para obstaculizar a competidores.
PS: Claro, denunciaron lo mismo. Si hubo algún tipo de exceso es porque falló el Estado, es co-responsable de esa situación, porque es accionista. Hoy en día es más artificioso, porque las empresas periodísticas no se están quedando sin papel. No queda claro qué quieren hacer con Papel Prensa, más allá de perjudicar a Clarín y en menor medida a La Nación. Preferiría que las empresas no tengan relación con el Estado. Asociarte con un Estado no es saludable, menos si se trata de una dictadura.
AGENCIA PACO URONDO: Tiene una trayectoria de muchos años. Considerando los diferentes gobiernos democráticos, desde 1983. ¿Cómo evalúa a los gobiernos kirchneristas en relación a tolerar u obstaculizar la libertad de expresión? ¿Cómo salen parados frente a otros gobiernos?
PS: Diría que desde 1983 para acá siempre hubo progresos con respecto a la libertad de expresión. Se fue ampliando en cuanto a los temas, los tratamientos, la audacia. No tuvo pausa desde el 83 para acá. Es un beneficio que logró el sistema más allá de los gobiernos, no hay vuelta atrás. Hay nuevos espacios para expresarse, gracias a las redes sociales. Eso también ayuda a ampliar los horizontes de expresión. Si vos me decís en qué período me siento más hostilizado, te digo sin dudas esta época. Digo y escribo lo que quiero y eso no se lo tengo que agradecer a ningún gobierno en particular, es propio del sistema democrático en el que vivimos. Como no estoy a favor del Gobierno estoy expuesto a la difamación, al hostigamiento, a que todo el tiempo se me pasé factura sobre si escribí en la dictadura, yo escribí en medios en esa época.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Eso que plantea no es parte de las reglas del juego de la democracia? Del mismo modo que escribió un libro sobre Víctor Hugo otros periodistas le recuerdan sus posiciones en relación a diferentes gobiernos.
PS: Se dio un cambio al interior del gremio de periodistas. Antes te encontrabas con un colega que trabajaba en oto medio, que tenía posiciones diferentes y tenías un trato amable. Ahora mucha gente no se saluda. Eso es una cagada. Tener ideas diferentes es lo natural del sistema. Pero no debería afectar lo personal. Se tensó demasiado la cuerda, de los dos lados. Hay mucha agresividad. Eso es propio de esta época, no se daba antes.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuál es su evaluación sobre la medida del Gobierno de despenalizar calumnias e injurias, lo que era una demanda del periodismo?
PS: Es una medida positiva que se tomó -no lo tengo muy en claro- en el primer período de gestión.
AGENCIA PACO URONDO: Fue durante la gestión de Cristina.
PS: Ah, sí, así es. Me parece bien que se haya ampliado el debate público en relación a las cuestiones de género, por ejemplo. No criminalizar la protesta social, es otra cosa elogiable. Se amplió en esos puntos el horizonte de debate. Está entre las cosas que me parecen elogiables.
AGENCIA PACO URONDO: Reconoce logros del kirchnerismo en materia de libertad de expresión como la despenalización de calumnias e injurias. ¿No es contradictorio con esa afirmación que suele repetir un sector del periodismo, en el que lo incluyo, que dice que el kirchnerismo quiere terminar con la "prensa libre"?
PS: No es de ahora. Desde siempre la Argentina tiene un sistema presidencialista muy fuerte. Entonces, si la persona que ocupa la primera magistratura habla en todos sus discursos en contra de alguien va creando una situación de malestar, de escozor, te diría de racismo en algún sentido. La presidenta siempre habla de la prensa, hay una obsesión. Tengo que entender que tiene cierta alergia contra el periodismo. Cuando el 7 de diciembre caía la cautelar yo pensé que se habían acabado las excusas para ocuparse de otras cosas. Como si la prensa fuera el origen de todos los males en la Argentina. Es una obsesión. Me parece bien que haya muchas ideas en circulación. Después está la gente, que no es idiota. La prueba te lo dan los resultados electorales. Si tuviera tanta influencia el periodismo destituyente, como le dicen, el gobierno no ganaría las elecciones. Ese es un discurso elitista. La gente toma de los medios lo que le sirve, y otras veces se ríe de ellos. Hasta ahora esta cruzada contra el periodismo no ha traído muchos resultados: lo que se ve es que los medios tradicionales siguen siendo los mismos de siempre. Lo que han aparecidos son medios adictos al gobierno que están atados a la pauta oficial. ¿Cuál fue la gran revolución en los medios?
AGENCIA PACO URONDO: Habla de "medios adictos" para referirse a medios y periodistas que tienen ideas cercanas al Gobierno. Y después habla de "periodistas críticos" para señalar a aquellos que no lo son. ¿Esos planteos no achican la discusión, no la vuelven muy esquemática?
PS: Creo que sí. Se volvió muy esquemática. Si de lo más alto del poder te manejás en esa cosa esquemática, no podés pretender que los actores menores no se comporten del mismo modo. No te digo que me parezca bien, pero se da así. Hubiera sido mejor una discusión más amable. La impronta de Cristina es esa. El programa 678, que está en un canal público, tiene la misma impronta. Se propone un juego donde no hay grises, si del otro lado respondemos con grises no se va a entender.
www.megafon.com.ar -----Salgamos de tibios
Los porteños caemos, cada vez que intentamos no hacerlo, en el trillado mal humor cotidiano. Porque no hay manera de evitarlo. Porque en realidad lo que nos supera son las realidades que vivimos a diario con un gobierno local que nos agota las voluntades hasta a los más pacientes.
No abrimos con esta nota, ningún libro de quejas, aclaremos. Porque si de quejarnos va la cosa, entonces entraríamos por la tranquila vía de no resolver nada, ya que vaciaríamos nuestra bronca en manifestaciones burguesas de reclamos que se parecerían más a sesiones de terapia gratis que a discusiones políticas.
¿Por dónde va la cosa entonces? Si mi suegra lo hablara en la cola de la panadería, lugar calificado para estos comentarios, seguramente la conclusión de los posibles interlocutores sería: “Todos los políticos son corruptos”, y cada uno a su casa con su bolsita de pan caliente.
La marea de cagadas que el gobierno de Mauricio Macri va concretando mientras media su segundo mandato al frente de la Ciudad de Buenos Aires ha ido formando callos en el cerebro de los porteños.
Ya son paisajes naturales los obradores del Microcentro que llevan instalados casi 6 meses en todas las calles de ese circuito. El desorden del tránsito vehicular por la “mega obra” del Metrobús de la Avenida 9 de Julio está asumido en nuestra cotidianeidad al punto de evitar su cruce o circulación por allí.
El enrejado de los parques y plazas de la ciudad avanza sobre los deseos de los vecinos que se manifiestan en contra de esa medida.
Los subtes, que gracias a una medida judicial no pudieron aumentar las tarifas, han empeorado la continuidad del servicio en todas sus líneas y en algunas lo “anormal” es que algún día falte el cartel de LÍNEA CON DEMORA. Se viaja en estado de hacinamiento a cualquier hora, en las 6 líneas. Los ascensores y escaleras mecánicas no funcionan, los baños están clausurados, el estado de higiene de las estaciones y vagones es deplorable y si llueve, ahora tampoco se puede viajar por este medio, porque las estaciones se inundan como nunca antes había ocurrido.
De la Metropolitana cualquier cosa que digamos podría ser usada en su contra y sería muy poco seguramente. Después de la represión ejercida sobre pacientes, médicos, enfermeros y periodistas en el desalojo de los Talleres del Hospital Borda, casi podríamos decir que estamos a punto de perder la capacidad de asombro sobre el comportamiento de esta fuerza creada para garantizar la seguridad de los vecinos de la ciudad.
Esto no es un libro de quejas, dijimos, ni la cola de la panadería para concluir la nota con un “qué barbaridad”. Para poder modificar esta realidad tan expuesta y a la vez invisible es necesario crear conciencia.
Lo expuesto no necesita nada más para calificar la gestión de Macri como la peor de todas en Buenos Aires y sin embargo no alcanza. Ustedes dirán que el mamarracho de gobierno macrista tiene las espaldas cubiertas económica y mediáticamente. Tienen razón. Otros dirán que Macri es el único que sintetiza el anti peronismo histórico de la ciudad. También tienen razón. Que es el genuino representante de la derecha porteña. Que su manera de no hacer política lo mantiene al margen de las discusiones que desgastan a los candidatos. Que su círculo empieza y termina en su persona, motivo importante para no restar adherentes en posibles alianzas desestabilizadoras. Y si, todas esas apreciaciones son tan válidas como las leyes que siguen aprobando en la Legislatura enviadas desde su escritorio del Ejecutivo.
¿Por dónde pasa entonces el crear conciencia?
Este año votaremos nuevamente. Si no podemos ganar con nuestros argumentos, usemos los suyos.
Ya pasamos por esto en más de una oportunidad y después para lavar nuestras responsabilidades tratamos de culpar al más boludo por los resultados obtenidos.
"Si puedes matar a tu enemigo, hazlo; si no, hazte amigo suyo", dijo Maquiavelo. De esa frase yo me quedo con la primera parte, con la segunda nunca saldremos de tibios.
Periferia, por Juan Diego Incardona
Cuando en la literatura argentina se dice periferia, lo primero que uno piensa es en los alrededores de Buenos Aires, lo que hoy es el conurbano bonaerense, esa masa oscura que, desde los principios de nuestra historia, se presentó amenazante en torno al fuerte, a la aldea, al pueblo, finalmente a la ciudad civilizada. En realidad, si tomáramos como premisa la frase común de la cultura popular “Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires”, no sólo el conurbano resulta periférico sino todo el resto del país. Es allí, en el “resto”, donde las puntas de lanzas han recortado el horizonte, al otro lado de la General Paz de cada época; allí donde no sólo te quieren matar, sino violar. Si vas a la periferia, siempre te quieren violar.
Le pasó al unitario de El matadero, de Esteban Echeverría:
“—¿No le ven la patilla en forma de U? No trae divisa en el fraque ni luto en el sombrero.
—Perro unitario.
—Es un cajetilla.
—Monta en silla como los gringos.
—La mazorca con él.”
Te quieren violar; una y otra vez este peligro reaparece en la literatura y el cine argentinos; se vuelve parte del famoso drama de la inseguridad, algo que, leyendo El matadero, uno puede rastrear desde mucho tiempo antes que los casos policiales y la difusión compulsiva del delito que hacen los medios de comunicación.
De distintas maneras, la anécdota se repite, como por ejemplo en la serie Okupas (Canal 7, 2001), que dirigió Bruno Stagnaro, inaugurando para muchos el realismo sucio en la TV argentina.
Se trata de la historia de iniciación de Ricardo, un chico de clase media que, por diferentes circunstancias, “desciende” a un mundo lumpen, arltiano. En el capítulo 4, titulado “El beso de Judas”, Ricardo sale de la Capital y se desplaza a la periferia, en este caso al Docke. Allí, lo quieren violar. Empiezan a desnudarlo, pero se salva a último momento, rescatado por sus amigos.
David Viñas escribió: “La literatura argentina emerge alrededor de una metáfora mayor: la violación”. El Matadero y Amalia (de José Mármol), en lo fundamental, no son sino comentarios de una violencia ejercida desde afuera hacia adentro, de la “carne” (del matadero) sobre el “espíritu”. De la “masa” contra las proyecciones del Poeta, que, durante años, ha visto la periferia desde el centro, desde la ciudad, como en el poema fundante La cautiva, donde los alrededores, por la tarde que describe el principio del poema, están en armonía, la naturaleza, los pájaros, pero a medida que avanzan los versos empieza a oscurecer; entonces los sonidos cambian, es escuchan ruidos bestiales, de los centauros bárbaros, la chusma hormigueante, los demonios, el enjambre de hienas, como los nombra Graciela Silvestri en El imaginario paisajístico en el Litoral y el Sur argentinos.
A mediados del siglo XX, el sentimiento se actualiza, en torno al peronismo. El temor a la invasión embarga al hombre ilustrado o bien a la clase media, ante la posibilidad de un encuentro, de un choque. Los sonidos ahora okupan la casa de la clase media en el cuento “Casa Tomada” de Julio Cortázar, publicado por Borges en la revista “Los anales de Buenos Aires” en 1946 y luego incluido en el libro Bestiario (1951). Se trata de una metáfora posible, según Juan José Sebreli, del peronismo, que no sólo llega para mojar las patas en la fuente de la Plaza, sino en el living de la casa donde habita un “matrimonio de hermanos”. A medida que el cuento avanza, los antiguos ocupantes van entregando espacios hasta que, finalmente, salen a la calle. Lo mismo ocurre en el relato “Cabecita negra” (1961), de Germán Rozenmacher, que parodia el cuento de Cortázar, develando el origen de los ruidos que, en esta oportunidad, provienen desde afuera. Dos “negros”, una chica borracha y un policía, entran a su casa. El pequeño burgués es sometido dentro de su propiedad, amenazado y golpeado. En el final, se tranquiliza pensando que, al menos, “nosotros tenemos al ejército”.
Los otros son figurados como animales, como monstruos. El cuento de Borges y Bioy Casares, escrito bajo el seudónimo Bustos Domecq, lo explicita desde el título: “La fiesta del monstruo”. El monstruo es Perón, habla por cadena nacional; y el protagonista, un colectivero que habla mal (ejercicio musical de los autores que intentan desacreditar con la jerga, desde un uso inapropiado del lenguaje, un lenguaje bajo, la cultura del otro), va con la masa a verlo. En el final, como en El matadero, una patota somete, a piedrazos, a palazos, etc., a un hombre solo que, como el unitario, representa a la civilización, en este caso, un intelectual judío. La elección, posiblemente, quiere ligar al peronismo, además, con el nazismo.
Tanto este “monstruo” como las voces que no tienen cuerpo en el cuento de Cortázar, habilitan posibilidades fantásticas. El otro, el peronista, mitad animal-mitad humano, es un ser sobrenatural que irrumpe en la realidad cotidiana, es un monstruo, es el aluvión zoológico. Ítalo Calvino, al hacer una historización sobre el género fantástico, lo separa en dos períodos. Al primero lo llama “fantástico visionario”. Lo sobrenatural se ve, todo consiste en crear figuras. Esto puede leerse en relatos de los románticos alemanes, como ETA Hoffman o, incluso, en algunos cuentos de Poe y Hawthorne. En un segundo periodo, lo sobrenatural se va interiorizando. Calvino lo llama “fantástico psicológico”. Los elementos visuales se suprimen y entonces crecen otros sentidos, como el oído. Este sucede por ejemplo en “Casa Tomada”. Lo sobrenatural no se ve, sino que se siente: el peronismo no se ve, el peronismo se siente.
Paranoia y Parodia, explica Ricardo Piglia, son las formas que adoptan estos relatos herederos de aquel cuento de Esteban Echeverría. Paranoia: Casa Tomada del Matadero; Parodia: La fiesta del monstruo del Matadero. Pronto se escucharán los tiros, las armas de los pobres, como en la canción de Bersuit Vergarabat. En la periferia, que, al principio, llamaban desierto, lo cual resultaba una paradoja, ya que era un vacío-lleno, donde habitaba el otro. Primero, el indio; después, el gaucho; después, el inmigrante; después, el cabecita negra; después, el villero, amenazando a la ciudad, como piojos dispuestos a saltar la avenida de circunvalación y enfermar La Cabeza de Goliat, como llamó Ezequiel Martínez Estrada a Buenos Aires.
De este modo, desde el principio, documentado por las representaciones literarias, la emoción que predomina es el miedo. Una versión local, autóctona podríamos decir, del romanticismo que cultivaban los liberales del Siglo XIX. Si uno la compara con los romanticismos europeos, por ejemplo la pintura alemana de Caspar Friedrich, o la poesía inglesa de los laguistas (Wordsworth, Coleridge), de los satánicos (Shelley, Lord Byron), puede notar la diferencia. En la versión europea, el sentimiento era otro, la melancolía, allí algo se había perdido. Claro, los países europeos eran mucho más antiguos y sus paisajes, a veces, jardines más o menos espectaculares, que se contemplaban desde las ventanas. En nuestro país, en cambio, la historia recién empezaba; no aparecía aún la sensación de pérdida, sentimiento que después bajaría de los barcos con los inmigrantes y florecería con el tango en la periferia, en el arrabal.
Lo que había, acá, era miedo.
Y en esa masa oscura que rodeaba a la luz (de la ciudad), no se levantaban, tampoco, criaturas fantásticas como “El Coloso”, de Goya (del Romanticismo español). Acá, como dirán después los realistas mágicos, no había que inventar nada; la realidad americana ya es fantástica, exuberante, desproporcionada. Es una realidad que no cabe en el idioma. ¿Para qué inventar monstruos mitológicos si teníamos indios?
La consigna, como se sabe, fue su eliminación, porque indio y desierto eran la misma cosa. Parece una historia vieja, anacrónica pensará alguno; sin embargo, las manifestaciones y reclamos de los Pueblos Originarios no han perdido vigencia, como sucedió en la gran marcha del 20 de mayo de 2010. Y traigo esto a colación, porque ese otro, que en los comienzos fue el indio, aún es el ejemplo viviente de que la periferia que rodea al centro excede al Conurbano Bonaerense. Como Dios atiende en Buenos Aires, hay que marchar a la Plaza de Mayo.
Argentina es Plurinacional y Pluricultural, dice la Declaración de las Naciones Originarias; y el reclamo, en la canción: “Acaso porque soy coya no tengo oportunidad / acaso porque soy coya no tengo oportunidad”.
En el marco del Bicentenario, la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares), ofrece una hermosa serie de libros, dirigida y prologada por Osvaldo Bayer. Los dos primeros: La guerra al malón, del Comandante Prado y Autonomismo y Centralismo, de Leando N. Alem. En el primero de los prólogos, Bayer observa el increíble racismo que destila Prado. Es que todo se había preparado. Los diarios de Buenos Aires empezaron una campaña contra los Pueblos Originarios, para preparar el clima de lo que pronto sería la Conquista del Desierto, un genocidio. Un clima, nada más alejado del espíritu de Mayo de 1810 —afirma Bayer—, de los escritos de Mariano Moreno, de Manuel Belgrano, de Juan José Castelli.
Año 1870. Lucio Mansilla, Coronel del Ejército Argentino, publica en el Diario “La Tribuna” Una excursión a los indios ranqueles en forma de folletín, donde cuenta su encuentro con los indígenas ranqueles etnia mapuche y su gran cacique Panghitruz Guor (Zorro cazador de pumas), también conocido como Mariano Rosas (apellido que llevaba por quien había sido su captor: Juan Manuel de Rosas). El motivo del viaje era convencer al cacique de trasladarse a la Subcomisaría de Río Cuarto, Córdoba, y tenía como objetivo ganar tiempo hasta que se diera la batalla definitiva. Sin embargo, después de conocer a los ranqueles, tuvo para ellos palabras de apoyo y defensa.
“Al toldo de un indio se acerca el que quiere. Pero no puede apearse del caballo, ni entrar sin que primero se lo ofrezcan. Una vez hecho el ofrecimiento, la hospitalidad dura 1 hora, 1 día, 1 año, toda la vida.”
Ya anciano y viviendo en París, Mansilla quiso mostrarle a un amigo un objeto preciado, el poncho que le regalara la mujer principal de Mariano Rosas. Pero al hacerlo, descubrió que la prenda había sido comida por las polillas. Mansilla se derrumbó sobre su sillón, llorando.
“Durmamos (…). Lo confieso (…). Yo no he dormido jamás, mejor ni más tranquilamente que en las arenas de la Pampa (…). Viviendo entre salvajes he comprendido por qué ha sido siempre más fácil pasar de la Civilización a la Barbarie que de la Barbarie a la Civilización.”
Pero no fue el indio, sino el gaucho el que representó más tarde la condición del “Ser Nacional”. Y en el momento de su extinción, sus rasgos se volverán positivos. Ya no será el bárbaro de El matadero, sino el perseguido, el sacrificado, la víctima.
En 1873, se publica Martín Fierro, y es un éxito. Pero antes de esto, la “agresión inicial” es del gaucho. Los textos del Romanticismo argentino —observa Viñas— pueden ser leídos en su núcleo como un progresivo programa del espíritu y la literatura contra el ancho y denso predominio de la “bárbara materia”. El circuito —explica— que va desde los planteos del ´37 o ´38 que postulan una síntesis entre “el espíritu” y “lo material”, entre Europa y América, pasando al dilema excluyente de Civilización-Barbarie, hasta el darwinismo social con que se mutila esa dicotomía y se justifica la liquidación de la “barbarie”. Los proyectos iniciales de síntesis entre el escritor y las masas, entre lo europeo y lo concreto de América Latina se desnivelan y desplazan enfatizando lo “espiritual” hasta disolverse o deformarse. La Argentina —sigue Viñas— tenía que ser el país más europeo, el privilegiado, enclave del “espíritu universal” en medio de un continente de “tierras calientes”.
Podría decirse: querían que la Argentina fuese hablada por Europa. Se trataba de “humanizar” el país a los efectos de que les devolviera su propia imagen.
Qué paradoja. Años más tarde, la inmigración europea desembarcaría a montones en Buenos Aires, pero no serían ingleses o franceses representantes de la civilización, sino gente pobre, huyendo de las guerras. Entonces, empiezan a expresarse esos nuevos “otros” de la periferia, a decir las propias alegrías o tristezas. Ligado, también, al tango, nace uno de los géneros más importantes del Teatro Argentino: el grotesco.
En gran parte de estas obras, las historias transcurren en zonas periféricas, en los conventillos, en los arrabales. Armando Discépolo, hermano de Enrique Santos, escribe obras que se volverán clásicas: Mustafá, El organito, Babilonia, Mateo, Stéfano, etc. Otros escritores de esta época son Nicolás Olivari, Roberto Arlt, Leónidas Barletta, Elías Castelnuovo y el Grupo Boedo. Estos autores son importantes porque la periferia ya no es fruto de un viaje que realiza el hombre del centro hacia el borde, sino que son relatos, en gran parte, de la comunidad. Pero esta periferia es el borde de la Capital, todavía se encuentra dentro de sus límites. Y habría que agregar a la serie los cuentos orilleros de Borges, como una representación mitificada del arrabal criollo.
El conurbano bonaerense prácticamente no aparece, salvo en ocasiones, pero allí sí supone un viaje, no desde el centro, sino desde el borde hacia fuera, desde el borde interior al borde exterior. Viajes como el que hace Adán Buenos Ayres y los excursionistas de Saavedra en las páginas de Marechal o como el que hace Erdosain en Los siete locos, de Roberto Arlt, a Temperley, a la casa del Astrólogo, donde se planea una revolución.
Después, la inmigración ya no bajaría de los barcos sino de los trenes. En ese choque, la violación es al revés. Osvaldo Lamborghini escribe El Matadero al revés en “El niño proletario”. Ahora es el “niño federal” el que es sometido por los niños acomodados, en este caso por tres chicos burgueses. Es uno de los relatos más crudos que se han escrito en la literatura argentina.
La violación del pobre también aparece en el cine, en películas como “Crónica de un niño solo” (1964), de Leonardo Favio, donde la violencia se produce en una zona a medias urbanizada, a medias natural, una combinación de paisajes común en el conurbano profundo, cuyas villas de emergencia, al no tener agua corriente, se han asentado muchas veces cerca de zanjas, arroyos o ríos.
El término “Villa Miseria” fue una expresión inventada por Bernardo Verbitsky, escritor y periodista, padre de Horacio. Villa Miseria también es América, se titula su libro más conocido. En el texto, se relatan historias de los barrios latas, “que forman costras en la piel de Buenos Aires”.
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En los últimos años, la periferia, ya en sus zonas pobres, ya en sus zonas obreras, ya, incluso, en sus barrios acomodados, ha crecido en presencia en las publicaciones de nuestra literatura. Muchos autores ubican sus relatos allí, ya no con las miradas exóticas o deslumbradas de los viajeros, de los visitantes, sino como habitantes. De este modo, la periferia se vuelve, para los personajes, en centro, de sus vidas, de sus familias, de sus trabajos.
Como en todas las épocas, la literatura ofrece documentos subjetivos que dan cuenta de un estado de las cosas, de la política, la historia, la cultura en general, no en tierras desconocidas, sino en el corazón mismo de lo inmediato.
Pinta tu aldea y pintarás el mundo, dice la frase. Quedan pendientes, aún, muchas voces de los habitantes de la periferia, que han llegado al Conurbano en busca de trabajo y han encontrado, a veces, la discriminación y la violencia. Hermanos paraguayos, bolivianos, peruanos, que han bajado, no de los barcos, no de los trenes, sino de América. Hoy por hoy, el Conurbano Bonaerense, demográfica y culturalmente, es la zona más latinoamericana de nuestro país. Finalmente, “la ciudad europea”, que siempre ha soñado con París, está rodeada por el mestizaje, y penetrada —el término no es casual— por las caras marrones que día a día suben y bajan de los colectivos de un lado y otro de la General Paz y el Riachuelo.
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