lunes, 13 de mayo de 2013

FORJA

Forja, una señera Fuerza de Orientación Por Eduardo Pérsico ... y en Argentina la llegada del peronismo en 1945 y el retiro de Forja, le menguarían al radicalismo el sustento de su discurso. El golpe militar del 6 de septiembre del 1930 contra el gobierno de Hipólito Irigoyen - político que de verdad propiciara una mayor participación popular- devino con la asunción presidencial en 1932 de Agustín P. Justo, un emblemático representante de la oligarquía que acrecentó la penetración de intereses de Gran Bretaña sobre nuestro país. Quienes nombraran a la Argentina ‘el granero del mundo’ en un período donde más se extendería la desigualdad social y los momentos de ‘tristeza histórica’, diría el socialista Alfredo Palacios. Y ese proyecto riguroso y reaccionario también traería movidas dentro de misma la sociedad y entre ellas, la aparición de FORJA, Fuerza Radical de Orientación de la Joven Argentina; agrupación que se iniciara con la dirección de Juan B. Fleitas y de Manuel Ortiz Pereyra, con más Homero Manzi, Arturo Jauretche, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, Atilio García Mellid, Jorge del Río y Darío Alessandro, padre. Se sumarían luego Raúl Scalabrini Ortiz, Leopoldo Marechal, los González Tuñón, Oliverio Girando y Jorge Luis Borges, un Irigoyenista que expresara en Fundación Mítica de Buenos Aires: ‘El primer organito salvaba el horizonte y el corralón, seguro ya opinaba: Yrigoyen. Algún piano mandaba tantos de Saborido’. Aunque pronto y por rencillas internas a su etapa de fundación, no pocos se desvincularan de FORJA, y cuando Homero Manzi les insistiera que volvieran, varios incluído Borges no aceptaron. FORJA, que en su inicio requería pertenecer a la Unión Cívica Radical, tuvo escasa participación en la vida política partidaria y su actividad consistiría en investigaciones sociopolíticas, publicarlas, ordenar debates en un renombrado sótano de Lavalle 1725, en Buenos Aires, y organizar nutridos actos callejeros. Más alrededor de 1940 se impondría en cierta interna de la organización el grupo liderado por Raúl Scalabrini Ortiz, quien luego delegaría la conducción en Arturo Jauretche toda esta tarea de esclarecimiento proseguiría con el mismo ímpetu. Hasta que en la escena política de los argentinos asomara el peronismo como un verdadero factor de cambio y ese hecho sustancial, tres meses después al 17 de octubre de 1945 y de una movilización de masas que de allí en adelante reeditaría cada tanto el peronismo, FORJA se disolvería. Y según sus principios lo haría con otra inequívoca demostración de su madurez, inédita en la vida política de Argentina, suscribiendo esta declaración: ‘el pensamiento y las finalidades perseguidas al crearse FORJA están cumplidas al definirse un movimiento popular en condiciones políticas y sociales que son la expresión colectiva de una voluntad nacional de realización cuya carencia de sostén político motivó la formación de FORJA ante su abandono por el radicalismo. Y resuelve: la disolución de FORJA dejando en libertad de acción a sus afiliados’, Y de allí años después nos diría un referente radical, que la llegada del peronismo en 1945 y el retiro de FORJA a la vez, le menguarían al radicalismo el sustento de su discurso. Y sobre lo dicho agregaremos un lúcido fragmento sobre esta organización del sociólogo Juan Godoy, de la Universidad de Buenos Aires. FORJA fue un movimiento profundamente original y nacional. No tomó esquemas realizados para otras latitudes y tampoco basó su ideario ni en el liberalismo, el marxismo o el fascismo. Más bien desde FORJA se procuró un esquema propio de industrialización y dirigir el pensamiento nacional con sus implicancias económicas y culturales propias. Por lo dicho y volviendo sobre la condición socio político que generara la creación de una organización, su tarea merecería, al menos, el reconocimiento de las agrupaciones gremiales hoy actuantes. No solamente por la ilustración teórica que ellos aportaran al sindicalismo de los argentinos, sino como ayuda memoria al repasar críticamente los perfiles que parecieran envilecer durante décadas ‘la relación obrero patronal’ por estos pagos. Algo que no incluye sólo a los muy veteranos y con frecuencia, inamovibles dirigentes obreros ajenos a toda renovación generacional, que sin aceptarlo al fin proceden aliados a otros intereses. El laburante común necesita que sus dirigentes se desvinculen de otros ajenos programas de acción, y en algunos casos dejen de ambular por los medios de comunicación para explicitar sus logros con una frecuencia innecesaria. En principio porque si la mejora existe ya lo perciben los mismo afiliados; pero por cierta pulcritud conceptual no es edificante repetir tanto televisivo discurso a veces contradictorio. Y con menos exposición eviten que alguna turbia corriente de pensamiento instaure en el inconsciente colectivo que las relaciones laborales siempre encallan en una ‘asociación sindical patronal’. Un entente que jamás aconsejarían desde FORJA, bien sabedores que esos acuerdos siempre dejan litigios de los trabajadores sin resolver. (mayo 2013) Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina www.eduardopersico.blogspot.com --------------------------------------------------------------------------------

PACTO ROCA RUNCIMAN.

El Pacto Roca-Runciman en clave futura A todas luces, se trató de un pacto de claudicación en toda la línea para los intereses generales de nuestro país. Por Juan Carlos Junio El último 1º de mayo, mientras se conmemoraba un nuevo Día Internacional del Trabajador, se cumplían ochenta años de la firma del Pacto Roca-Runciman (1933), un acontecimiento histórico de enorme trascendencia para el futuro de nuestra Nación. Puesto en contexto, el pacto debe ser analizado a la luz de la dinámica propia del período que va desde la consolidación del proceso de formación del Estado Nacional (1880) hasta la gran crisis del sistema mundial capitalista de 1929, el cual estuvo caracterizado, desde lo económico, por la existencia de un esquema de división internacional del trabajo, en el que nuestro país participaba como exportador de productos agropecuarios e importador de manufacturas y capitales. La base conceptual estaba sustentada a partir de la impronta de las ideas moldeadas por el pensamiento liberal de la época, favorables a los intereses de las potencias hegemónicas, y que contaba internamente con el ferviente apoyo de la oligarquía ganadera local, muy particularmente de la pampa húmeda, lucro triunfante desde mediados del siglo XIX. En este marco, con la crisis mundial de comienzos de los años '30 comienzan a evidenciarse los límites de este patrón de especialización productiva e inserción en el comercio global, caracterizados por una fuerte subordinación del ciclo económico local a las fluctuaciones en las economías centrales. De hecho, la caída de los precios de nuestros principales productos de exportación, las medidas proteccionistas de nuestros principales "socios" comerciales, así como también la reversión abrupta de capitales especulativos, no tardaron en afectar rápidamente los ingresos fiscales y de divisas, el crecimiento económico y las condiciones de vida de la mayoría de la población. A esto debe sumársele el acuerdo alcanzado en 1932 por las naciones del Commonwealth, en la Conferencia de Ottawa, donde Gran Bretaña establecía preferencias para la compra de productos cárnicos a Nueva Zelanda y Australia, reduciendo las cuotas de importaciones inglesas desde países no pertenecientes al "imperio", entre ellos las de Argentina. Ante esta situación, las viejas élites locales, las mismas que apoyaron el golpe de Estado en 1930, contra el gobierno de Hipólito Yrigoyen y que confluían en la Sociedad Rural, enviaron a Gran Bretaña una misión a cargo del vicepresidente de la Nación, el hijo de Julio Argentino Roca, destinada a alcanzar algún acuerdo para garantizar el acceso al mercado inglés. El acuerdo final alcanzado con el ministro de Comercio británico, Walter Runciman, reconocía una reducida cuota para el ingreso de carnes argentinas y, a cambio, otorgaba una serie de gravosas concesiones para nuestro país, coronadas con la garantía que se le otorgaba a Gran Bretaña para el libre acceso a las divisas necesarias para girar intereses y utilidades al exterior, restringido en ese entonces por la existencia de controles de cambios. A todas luces se trató de un pacto de claudicación en toda la línea para los intereses generales de nuestro país y que incluso tampoco llegó a conciliar plenamente los pedidos del lobby ganadero local. El asesinato del senador Enzo Bordabehere, en 1935, dejaría en evidencia la injerencia del poder de los frigoríficos; un atentado en realidad dirigido hacia el senador demócrata progresista Lisandro de la Torre, denunciante de maniobras de evasión y ocultamiento de datos de los frigoríficos extranjeros, en connivencia con el gobierno local. Una vez corrido el velo del ocultamiento, quedó al desnudo el carácter parasitario y corrupto de las grandes corporaciones locales y extranjeras, y su falta de escrúpulos para el uso de la violencia. El relato resulta sumamente útil para interpretar el presente y trazar líneas a futuro. Muestra el gran valor de la Historia, las falacias del pensamiento ortodoxo, que aún hoy sigue descansando en los supuestos beneficios de la integración pasiva basada en la división internacional del trabajo y en el rol de las corporaciones capitalistas transnacionales, bajo el falso supuesto de que ello nos llevaría a mayores niveles de bienestar. En el fondo se trata de las mismas ideas que en el último cuarto del siglo XX, en consonancia con las reformas neoliberales implementadas a partir de la última dictadura militar, derivaron en importantes períodos de crisis e inestabilidad económica. Las que derivaron en los noventa en la firma de tratados bilaterales de inversión (TBI) en el marco de la Organización Mundial del Comercio, acuerdos que restringen severamente la soberanía nacional en la actualidad y que, en función de su espíritu, podrían ser considerados como una versión remozada y moderna de aquel Pacto del Oprobio de 1933. Aquí corresponde agregar que Brasil no firmó en los noventa ninguno de estos tratados y que, lejos de recibir "castigo" alguno, continuó recibiendo inversiones del exterior. Incluso días atrás se conoció que un representante de la diplomacia de dicho país fue nombrado presidente de la OMC, algo que no deja de ser paradójico. Quienes bregamos por un cambio social profundo y progresista, sabemos que los desafíos que se nos presentan son múltiples, para nada simples, y muchos de ellos difíciles de modificar en un corto plazo, habitualmente plagado de urgencias. Pero la historia nos enseña que son rasgos que en mayor o menor medida nos han acompañado desde hace más de un siglo y que han sido moldeados en función de los intereses de oligarquías y monopolios en base a democracias condicionadas o, directamente, a la represión al pueblo. Realidades como son la fuerte concentración y extranjerización empresaria, la escasa densidad industrial o la regresividad de nuestro esquema impositivo, actúan como trabas que dificultan avanzar más aceleradamente en la construcción de una sociedad más justa y solidaria, y en la constitución de una democracia cada vez más igualitaria. A pesar de ello, en todos estos grandes temas estructurales, en la última década hemos avanzado con gran determinación, teniendo que vencer en cada tramo la resistencia brutal de las corporaciones económicas y culturales. Por ello, mientras se sigue avanzando con la discusión y disputa de ideas en el plano de la batalla cultural, resulta esencial valorar el espíritu de planificación estratégica planteado por el gobierno nacional y defender las iniciativas que en función de ese rumbo se vayan materializando. Infonews

LA HISTORIA DE UN REPRESOR.

Historia del represor que se encariñó con el espía que había infiltrado en el ERP Las huellas del mayor Carlos Españadero, gran titiritero del Batallón 601. Ahora sale a la luz uno de sus secretos mejor guardados: la vida y obra de su criatura más dilecta, Miguel Ángel Lasser, que por rencor se enroló en el terrorismo de Estado. Por Ricardo Ragendorfer El paradero del mayor Carlos Antonio Españadero aún era un misterio. Por motivos inexplicables, no había trascendido que este militar de 81 años –quien durante la última dictadura fue nada menos que jefe de Situación General del Batallón 601– terminó tras las rejas el 6 de septiembre de 2012 por orden de la jueza federal de Comodoro Rivadavia, Eva Parcio de Seleme, debido a su responsabilidad en la desaparición del soldado José Luís Rodríguez Diéguez. En esa misma causa también están procesados Teófilo Saa y Jorge Rafael Videla. En el pasado, Españadero se hacía llamar "Fernando Estevarena", "Doctor Peña" o, simplemente, "Peirano"; sus pares lo llamaban "El Viejo". Lo cierto es que aquel tipo de cabello levemente rizado, hombros caídos y edad incierta tenía una semejanza con Adolf Eichmann: era un burócrata del exterminio. Su especialidad consistía en el análisis y la valoración de informaciones que –en la etapa previa a los secuestros masivos– se basaban en denuncias, infidencias y presunciones. Aquella tarea le había permitido armar un valioso archivo con fichas sobre cientos de personas sospechadas de llevar al cabo "actividades subversivas". La mayoría fue luego capturada y conducida a las mazmorras del Ejército. Paralelamente, el mayor cultivaba otra de sus habilidades: la "penetración" y el "doblaje" del "enemigo". Tanto es así que desde mediados de 1974 estaba al frente de una pequeña pero auspiciosa red de agentes que él mismo había elegido y entrenado para infiltrar a las organizaciones revolucionarias. La gran estrella de su elenco fue Rafael de Jesús Ranier, alias "El Oso", un soplón que se había instalado en el ERP. Se le atribuye la entrega de medio centenar de militantes y las 53 bajas en el delatado ataque al Batallón de Monte Chingolo; además, propició la localización de casas operativas, talleres de armamento, imprentas y depósitos de propaganda, donde murieron acribilladas otros 13 militantes. "El Oso fue un verdadero héroe de guerra", diría Españadero, durante una entrevista con el autor de esta nota, efectuada en la confitería Los 36 Billares el 27 de mayo de 2004, cuya crónica publicó la revista Caras y Caretas en diciembre del año siguiente (ver recuadro). En la ocasión, el represor también reveló la existencia de otro espía enquistado en el ERP: Miguel Ángel Lasser, alias "Facundo". El relato del represor al respecto fue minucioso e ilustrativo, pero inacabado, ya que de esa trama él ignoraba los detalles de su estrepitoso final. Aquellos hechos y circunstancias pudieron ser reconstruidos a través de una investigación que incluyó testimonios y pruebas documentales. La historia completa de Lasser recién ahora sale a la luz. EL DOBLAJE. El 14 de febrero de 1975, a cinco días del inicio en Tucumán del Operativo Independencia, un pelotón de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, la milicia rural del ERP, recorría la orilla del río Viejo Pueblo. Un tal "Daniel" encabezaba la columna. A la altura del paraje Yacuchina, los insurgentes se toparon con una patrulla militar. La escaramuza fue breve, pero virulenta. Daniel alcanzó a ver de soslayo a "Tito", un estudiante tucumano, al ser atravesado por una ráfaga. Y gatilló su FAL sobre el matador, antes de que una granada lo pulverizara. Daniel, de 24 años, en realidad se llamaba Víctor Pablo Lasser. Una escuadra insurgente fue bautizada con su nombre. Ese homenaje no mitigó la conmoción de Miguel Ángel ante la muerte de su hermano mayor. Esa granada –según dio a entender Españadero 29 años más tarde– también hizo añicos sus ideales. En ese momento, el joven se encontraba realizando tareas de apoyo al foco del ERP desde San Miguel de Tucumán. Y decidió regresar a su ciudad natal. Había nacido el 28 de agosto de 1954 en Darregueira, un pueblo bonaerense de 4000 habitantes, situado a 30 kilómetros de La Pampa. Tercer hijo del matrimonio formado por Catalina Hoffer y Vicente Lasser, creció en un barrio de clase media. Cursó estudios primarios y secundarios en la escuela San José Obrero, un establecimiento agrotécnico, del que egresó en 1973. Dos años más tarde, convencido de que el ERP había impulsado a Víctor Pablo hacia una muerte violenta, regresaría devastado por el rencor a la casa familiar de la calle Rivadavia 169. Allí, días después, lo fue a buscar una patota del Ejército. Sus integrantes no dudaban de que Lasser poseía datos precisos sobre la estructura del ERP; lo sorprendente fue que él, con sumo beneplácito, ofreció brindarlos. Ello fue rápidamente informado a la jefatura del Batallón 601, que ordena su inmediato traslado a Buenos Aires. "Lasser llegó en libertad –evocó Españadero en esa encuentro de 2004– y fue alojado en el Hotel Cosmos, sobre la calle Lima, de Constitución. Me ordenaron tomar contacto con él. No costó darme cuenta que el muchacho tenía condiciones para ser infiltrado. Disponía de 48 horas para convencerlo. Tuvimos una larga charla en el Cosmos. Yo le insistía con lo de la infiltración; él, en cambio, no estaba de acuerdo, y me dijo: 'Quiero pelear con un arma en la mano.' El chico tenía una carga de bronca. Y le dije: 'No sirve que seas un justiciero; eso no ayudará a nadie, ni a vos.' Lo convencí. El primer paso fue enviarlo a Tucumán para marcar subversivos. Cumplió. A su regreso, se me ocurrió infiltrarlo en Montoneros. Para entonces, ya había un vínculo afectivo entre nosotros. Conoció mi verdadero apellido y a mis hijos. En aquellos días manifestó su interés en hacer el servicio militar. Como ejercicio, le pedí que obtenga datos de otros conscriptos. Y cumplió." En el legajo de Lasser –cuyo nombre de cobertura fue "Facundo"– consta que hizo el servicio militar en el Comando de Arsenales de Palermo desde el 18 de septiembre de 1975 al 16 de marzo de 1976, cuando fue dado de baja, en el último licenciamiento. Recién entonces fue subordinado orgánicamente al Grupo de Infiltración. "El chico ya estaba para las ligas mayores", evocó el mayor, con un dejo de melancolía. Lo cierto es que, además, "el chico" presentaba una psicología inquietante. Prueba de ello es una batería con preguntas –"inventario de intereses", según la jerga castrense– que debió completar para su ingreso. Allí, por caso, se le preguntó: "¿Tiene amigos?" La respuesta fue: "Ninguno." Españadero prosiguió con su relato: "Pese a mi recomendación, no lo infiltraron en Montoneros sino en el ERP. Un día, en el subte, se cruzó con un jefe de la Compañía de Monte, con grado de capitán en la estructura guerrillera. Una pieza de caza mayor. Lasser le fingiría amistad. Y se dieron una cita. Al día siguiente se encontraron en una pizzería de Corrientes y Federico Lacroze. Previamente, nos dio aviso. Y el encuentro se convirtió en una celada. El grupo de tareas lo empomó al subversivo, y Lasser se fue silbando bajito. Pero alguien lo vio." En este punto, el relato del viejo militar fue impreciso. El tipo creía que una célula de contrainteligencia del ERP lo capturó en su domicilio, ubicado en el cuarto piso del edificio de la Avenida de Mayo 1277. Y asegura que, luego de un severísimo interrogatorio, Lasser fue ejecutado sin admitir su pertenencia al Batallón 601. No fue exactamente así. AL DESCUBIERTO. Es asombroso y hasta literario como, en un punto, las versiones encajan. Y cómo, luego, la verdad se bifurca. Tras liquidar el segundo café en un bar de Congreso, Luis Mattini, el sucesor de Mario Roberto Santucho en la dirección del ERP, se refirió a ese mismo viaje en subte relatado por Españadero, en el que Lasser se encontraría con su futura víctima. "Era el 'capitán Armando'; su nombre real: Julio Abad –reveló Mattini–. Y quedó con Lasser en una cita a concretarse en la pizzería Imperio, de Corrientes y Federico Lacroze. En el interín, 'Armando' comentó el encuentro a unos compañeros en una casa de seguridad. Al respecto, dijo que 'Facundo' estaba desenganchado y que la idea era ponerlo en circulación. 'Voy a la cita', fue lo último que dijo antes de salir. Minutos más tarde, llegó 'Matías', un compañero de contrainteligencia. 'Armando fue a encontrarse con Facundo', le dijeron. A 'Matías', entonces, lo envolvió la desesperación, y exclamó: '¡Le tendieron una trampa! ¡Facundo es un filtro!' Dicho esto, salió corriendo. Así llegó a la esquina de la cita. Pero ya era tarde. Sólo llegó a ver como a Armando lo sacaban esposado por una puerta, mientras Lasser salía tranquilamente por otra." El secuestro se produjo el 1 de noviembre de 1976. Julio Abad sería llevado por sus captores a Tucumán; allí transitó por los centros clandestinos Nueva Baviera y Arsenal Miguel de Azcuenaga y murió tras brutales tormentos. Se puede decir que, a partir de entonces, Españadero obró con su querido filtro de manera desaprensiva. La lógica indica que, luego del secuestro de Abad, Lasser tendría que haber sido desactivado por un tiempo. Ello no sucedió, ya que el filtro no tardó en establecer una cita con otro militante en una parada de colectivos. Esa vez la trampa fue para él. Y consistía en simular un operativo del Ejército. Para ello, se utilizaron dos Falcon verdes. En el trayecto, se cruzaron con dos móviles del Batallón 601. El saludo entre sus ocupantes fue muy cordial Lasser fue "chupado" en esas circunstancias. "¡Guerrillero hijo de puta!", le insultaron los falsos represores, al compás de unos cachetazos. "¡Paren! ¡Soy tropa propia! ¡Llamen a Españadero!", exclamó el espía. Fue su confesión. Tras ser sometido a juicio revolucionario, Lasser fue ejecutado. Su cadáver apareció al día siguiente en un basural de Avellaneda. Tal vez en el penal de Marcos Paz, Españadero pueda llegar a enterarse del verdadero final de esta añeja historia. El hombre que no le daba la espalda a las ventanas La cita con Españadero tuvo un comienzo accidentado. El anciano represor llegó antes de hora y, como buen agente de inteligencia, se ubicó en una mesa del fondo, dominando de ese modo el ventanal que daba a la Avenida de Mayo. Pero yo ingresé por Rivadavia. Ello le provocó un ramalazo de irritación, que se vio acentuado cuando saludé a un conocido que por casualidad estaba allí. Sin embargo, sus nervios terminaron de explotar al advertir la presencia de un fotógrafo que retrataba a una cantante de zarzuela que debutaba en el Teatro Avenida. El hombre se creyó víctima de un complot para desenmascarar su identidad. Fue difícil disuadirlo. Luego, ya calmado, abordó la figura del "Oso" Ranier. "Era un campeón –dijo– estaba en logística del ERP, un lugar clave. Allí hizo contactos valiosísimos; estaba al tanto de los grandes operativos y se enteraba de todo. No bien llegaban sus informes, yo me ponía a trabajar. Su obra maestra fue lo de Monte Chingolo. Ya habíamos detectado una movilidad muy grande en la zona. Pero estábamos desorientados. Así fue como el 'Oso' aportó algunas puntas; entre ellas, una cita con un tal Pedro, que resultó ser nada menos que Juan Ledesma, el jefe del Estado Mayor de Santucho. Fue interrogado durante semanas y murió cantando la marcha del ERP, sin largar un solo dato. Pero en sus ropas había algunas servilletas de papel que nos llamaron la atención porque tenían anotaciones: nombre, lugares y… puentes. Esos papeles los analicé con minuciosidad; entonces, luego de cuadricular la información, me avivé de que esos puentes conducían al Batallón de Arsenales. Así supimos que el objetivo del ataque era Monte Chingolo. Pobre Oso. La idea era preservarlo. Pero no se pudo. El ERP lo ejecutó poco después." Españadero sostuvo haber integrado el Batallón 601 entre 1970 y 1977, y se jactaba de no haber torturado jamás a nadie. "Yo sólo interrogaba. Ese era mi trabajo. En los centros de detención, me ponía detrás de un tabique y en esas condiciones trataba a la persona que debía interrogar. Sólo preparaba informes. Mi jefe tenía en claro que yo me oponía a la tortura." Españadero también aseguró haber salvado de la muerte a muchos detenidos. Pero, por el momento, no ha encontrado a nadie que pueda confirmar eso. A la vez, insiste con que no se enriqueció con su trabajo. Dijo vivir "de prestado" en un galpón próximo al cementerio de Flores. Y que trabaja de taxista. Entonces, exhibió como prueba su raída vestimenta: "Para que usted vea que los represores no robamos." Pero sobre él pesa una acusación macabra: haberle cobrado 25 mil dólares al teólogo alemán Ernst Käsemann, a cambio de permitirle acceder a los restos de su hija, asesinada por los militares en 1977. Además, supo tener otra tarea: se dedicaba a recibir familiares de desaparecidos alemanes que iban a buscar ayuda a la embajada de ese país. Y, desde luego, los interrogaba, además de obtener algunas ganancias mediante la venta de informaciones falsas. Dicen que, pese a su bajo rango, fue el cerebro del Batallón 601. Ahora está a buen resguardo. GB 12/05/13 Tiempo Argentino

FELIX CROUS Y LA POLITIZACION DE LA JUSTICIA.

FELIX CROUS, TITULAR DE LA PROCURADURIA ADJUNTA DE NARCOCRIMINALIDAD (PROCUNAR), HABLA SOBRE LA DENUNCIA CONTRA ALEJANDRA GILS CARBO “Los que dicen que se politiza la Justicia son los que usan la Justicia para hacer política” El fiscal critica sin nombrarlo a Guillermo Marijuán, quien impulsó la causa sobre el supuesto nombramiento irregular de fiscales. Habla de los cambios en la Procuración y en el Poder Judicial y defiende la ley que propone la elección popular de los consejeros de la Magistratura. Por Victoria Ginzberg Félix Crous es el titular de una de las nuevas unidades fiscales creadas por la procuradora Alejandra Gils Carbó, la Procuraduría Adjunta de Narcocriminalidad (Procunar). Antes, Esteban Righi lo puso al frente de una Unidad de Asistencia para las causas vinculadas con el terrorismo de Estado. Y antes todavía, fue fiscal ad hoc para el juicio por la Verdad que llevaba adelante la Cámara Federal de La Plata. Hoy, además, es uno de los referentes de Justicia Legítima, el espacio que busca modificar los aspectos más corporativos y conservadores en el interior del Poder Judicial. Crous cree que la denuncia judicial del senador radical Mario Cimadevilla, que cuestionó las designaciones de fiscales subrogantes y ad hoc y la creación de las procuradurías, está relacionada con el intento de frenar los juicios contra los represores de la última dictadura. “No me olvido que en este momento (el empresario Carlos Pedro) Blaquier, una de las personas más poderosas de este país, está sometido a un encausamiento por un proceso que logró destrabar un fiscal ad hoc de Jujuy”, advierte. Señala también que “los que dicen que se politiza la Justicia son los que usan la Justicia para hacer política. A la Justicia ya la politizaron ellos, al usarla como lugar donde dirimen todas las cuestiones que en las porfías políticas pierden”. Luego de asumir como procuradora, Gils Carbó creó algunas nuevas fiscalías especiales para potenciar las áreas que consideraba necesario privilegiar. A las unidades creadas por Righi para ayudar y coordinar los juicios vinculados a los delitos de lesa humanidad le agregó un área específica para la búsqueda de niños apropiados durante la última dictadura. Y estableció, entre otras dependencias, la Procuraduría Adjunta de Narcocriminalidad (Procunar), la Procuraduría sobre Violencia Institucional (Procuvin), la Procuraduría sobre Trata de Personas y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac). Algunas de estas decisiones y designaciones de fiscales subrogantes o ad hoc fueron las que cuestionó Cimadevilla. En especial, apuntó contra Carlos Gonella, a cargo de la Procelac, que intervino en el expediente en el que luego quedó imputado el empresario Lázaro Báez. El juez federal Sebastián Casanello desestimó la denuncia al considerar que Gils Carbó actuó dentro de lo establecido en la ley del Ministerio Público y que el mecanismo de designar subrogantes y fiscales ad hoc fue usado por los antecesores de la procuradora en el cargo. El fiscal Guillermo Marijuán, que había impulsado la investigación, se opuso a que el caso se cerrara y apeló la decisión del magistrado. “Esto puede obedecer a distintas razones, más chiquitas o más complejas, pero todas miserables”, critica Crous. –¿Cómo evalúa la denuncia sobre los nombramientos en las nuevas procuradurías y los fiscales subrogantes o ad hoc? –Uno no puede creer que alguien seriamente haya creído que los nombramientos cuestionados eran irregulares. Lo de (el senador Mario) Cimadevilla es otro asunto, él puede creerlo o no, pero es más fácil entender la postura política de parte de un senador. Ahora, lo del fiscal que impulsa la acción es difícil de explicar, porque además él estuvo al frente de una unidad fiscal, la Unidad de Anses. Muchos de los fiscales que cuestionaron estos nombramientos han tenido fiscales ad hoc que los representaban en audiencias. Es un asunto consentido por la Cámara de Casación, ante quien yo, como fiscal de derechos humanos, titular de una Unidad, actué solo y tuve expresamente la potestad de actuar con la aquiescencia expresa del fiscal ante la Cámara de Casación. –¿Eso fue antes de la gestión de Gils Carbó? –Fue una de mis últimas intervenciones importantes en la Unidad de Derechos Humanos. Fue sobre un recurso de prisiones domiciliarias no revocadas de los represores Hipólito Mariani y César Miguel Comes. No sé si estaba o no Gils Carbó, pero no existía este despelote. Lo menciono por poner un ejemplo de que esto era conocido y admitido por las máximas jerarquías del Poder Judicial. Viene instrumentándose desde hace 15 años, tanto en las fiscalías como en la Defensoría. Fue cuestionado en unas pocas oportunidades sin suerte por los abogados de los represores. –¿Estos planteos fueron resueltos en expedientes concretos? –Por lo menos tres veces que recuerde. Una en la causa sobre el plan sistemático de apropiación de menores, otra la planteó el represor Eduardo Ruffo y otra contra mí. Y en otras oportunidades en otras jurisdicciones del país. Contra mí lo plantearon cuando estaba en La Plata en 2002. –¿Por haberlo nombrado ad hoc para los juicios por la verdad? –Sí. Ese tema está recontrarresuelto. En ese momento, fue plantado por un fiscal de La Plata, no por un defensor. Ahora, hay un trasfondo en esto que para mí es central. Esto puede obedecer a distintas razones, más chiquitas o más complejas, pero todas miserables. Sin duda, es una movida vinculada y promovida a favor de la chance de bajar los juicios de lesa humanidad. No me olvido que en este momento (el empresario Carlos Pedro) Blaquier, una de las personas más poderosas de este país, está sometido a un encausamiento por un proceso que logró destrabar un fiscal ad hoc de Jujuy, que es Pablo Pelazzo, en una jurisdicción donde toda la Justicia fue su defensora y donde el Ministerio Público tuvo que ponerse como vanguardia para hacer lo que el Poder Judicial no hizo, hablo del juez Olivera Pastor, de la Cámara Federal de Salta... Esto tiene un sentido político nefasto y de mayor alcance. Los medios involucrados, los grupos económicos involucrados en la difusión mediática de esta postura también lo hacen en defensa propia. Lo que me pregunto es por qué lo hacen los fiscales. –¿Puede haber una cuestión de celos, entre fiscales que a lo mejor no se sintieron considerados por la procuradora? –Debe haber un poco de cada cosa. Yo conozco a los fiscales e idiotas útiles no hay ninguno. Utiles puede ser, idiotas no. –¿Pero hay resistencias internas entre los fiscales a algunas políticas de Gils Carbó? –Absolutamente. De algunos pocos fiscales. Es lo que está sucediendo. La mayoría ya trabaja coordinadamente y con entusiasmo con las procuradurías, al menos con la que yo conduzco, que fueron creadas para que todos trabajemos mejor. –¿Resistencia a qué concretamente? –Al cambio. Cuando digo al cambio, lo digo por lo siguiente: se viene sosteniendo desde hace veinte años que el Ministerio Público debe sufrir modificaciones importantes. Pasar a un sistema acusatorio, modernizar la estructura interna, una organización en la que los fiscales trabajen en equipo, se especialicen, sean más eficaces. Esto implica también terminar con las quintitas, los pequeños ducados y condados de la feudalización del Ministerio Público, donde cada uno en su islita tiene su poder propio, su negociación propia, arma sus alianzas, sus viajes y también así sus enlaces de intereses. El proyecto de un Ministerio Público que logre lo que tan fácilmente se declama, que es la coherencia interna y la unidad de actuación, ese ministerio público no tiene nada que ver con fiscales que actúan como jueces, como células aisladas incoordinadas. Hay un fenómeno paradojal. Se habla del poder que tiene el jefe o jefa de los fiscales, que es el procurador, ahora, cuando el procurador efectivamente funciona como cabeza del Ministerio Público, como jefe de los fiscales y pretende dar un diseño institucional, crear una política criminal, generar las instrucciones para que esa política criminal se cumpla, supervisar la actuación, auditar, es tiránico y autoritario. ¿Es el jefe o no es el jefe de los fiscales? ¿Es peligroso o es inocuo? La cuestión es evidente: se generan resistencias por las cosas que se hacen bien. –A Abel Córdoba, otro de los fiscales nombrados en una procuraduría especial, le prohibieron entrar a una cárcel de Córdoba y lo denunciaron... –Abel Córdoba hizo en quince días por la dignidad de las personas privadas de la libertad más que todo el Ministerio Público en cien años. Literalmente, con sus visitas a Mendoza, al Chaco y a Córdoba. Sumo al fiscal Adrián García Lois, que ganó un hábeas corpus que había interpuesto juntamente con un defensor en Neuquén. El artículo 25 de la ley orgánica del Ministerio Público manda velar por la salud y la dignidad de las personas privadas de su libertad. Lo denuncia la ministra de una provincia que hace poco fue denunciada por tener un manicomio en condiciones de centro clandestino. Fue un funcionario federal a una cárcel provincial –tiene presos federales– a verificar una cuestión para la que tiene potestades por una ley federal, por la resolución que crea la Procuvin y también porque los hechos de violaciones a los derechos humanos generan responsabilidad para la Nación aunque el hecho generador lo provoque la provincia. Es una visita sorpresiva. Decenas de presos le cuentan que son torturados con cadenas, atados y drogados. Encuentra las cadenas, se lleva los elementos de tortura que estaban ocultos y la ministra de Justicia denuncia al funcionario federal. ¿Qué reclama? ¿Reclama las facultades indelegables de torturar presos en las provincias? Esta situación es demencial. –Parece haber una tendencia creciente a judicializar decisiones políticas. Por ejemplo, se presentó una denuncia contra el presidente de la Corte por enviar al Congreso una carta con un párrafo menos. Una carta que le entregaron otros jueces y que al parecer incluso él mismo había escrito... –La primera reflexión es que los que dicen que se politiza la Justicia son los que usan la Justicia para hacer política. A la Justicia ya la politizaron ellos, al usarla como lugar donde dirimen todas las cuestiones que en las porfías políticas pierden. También muestra lo barato que es litigar para quienes no lo necesitan y lo caro que es para los que sí lo necesitan. Es una falta de respeto al uso racional de un servicio público. –Ahora se van a presentar amparos contra las leyes de reforma judicial... –Ningún juez que forme parte de la Asociación de Magistrados puede resolver un amparo contra la modificación del Consejo de la Magistratura porque la Asociación ya se pronunció en contra. –¿Y qué pasa con los magistrados que forman parte de Justicia Legítima?, ¿también prejuzgaron? –Lo que sucede es que las leyes se presuponen legítimas. Lo excepcional es su declaración de inconstitucionalidad. Cuando alguien sostiene, en esta disputa sobre los modelos de Justicia, que una ley sancionada por el Congreso le agrada, no hace más que acompañar la presunción de legitimidad que la ley tiene. En todo caso, los que claramente no se han pronunciado son los conjueces nombrados por la ley de subrogancias. –Justicia Legítima se pronunció en contra de que la Corte mantenga el control de los fondos. ¿No acuerdan con el planteo de que la administración del Consejo provocaría una parálisis en la Justicia? –La Corte tarda años en resolver los casos judiciales. Por ejemplo, según se publicó el viernes, en una cuestión de competencia tardó tres años. Tarda tiempos absurdos en resolver asuntos, ¿Por qué vamos a pensar que va a ser eficiente como gestionador de las funciones administrativas? A menos que lo haga a costa de su tarea específica... Además, el artículo 114 lo dice claramente. Fíjense el nivel de hipocresía de los muchachos defensores de la república no democrática. Dicen que el 114 hay que interpretarlo literalmente cuando dice cómo se eligen los jueces, pero parece que vale menos cuando dice que el Consejo de la Magistratura es el órgano de administración y gobierno del Poder Judicial, ahí no está en juego la república, pero con lo otro sí. Es el mismo artículo, son dos renglones de diferencia. –En términos generales, la reforma como se fue aprobando, ¿es buena, regular o mala? –Para mí es muy buena y tiene algunos asuntos formidables, algunos menos vistos que son muy importantes, como la interdisciplinariedad en el proceso de elección de los magistrados. Eso tiene a largo plazo una potencia transformadora impresionante, porque incidirá sobre las condiciones subjetivas del juez y el consejero profesional no abogado tendrá capacidad, como en todo colegiado, de incidir en los otros electores. La elección popular es por definición descorporativizadora. Hay un profundo desprecio por parte del conservadurismo judicial por sus conciudadanos. Del acceso a los trabajadores judiciales ni hablar, es imprescindible... Hay un tema que ha tenido menos visibilidad, que es el de la capacidad del pleno del Consejo de la Magistratura nuevo de convocar concursos previos para cubrir las vacantes y subrogancias inmediatamente que se produzcan y evitar la corruptela de tener semijueces que saltan del mostrador, de ser abogados, al otro lado. Son jueces que no saben ser jueces o están atados por los intereses de cuando ejercían la profesión, que terminan su mandato y vuelven a ser defensores y han hecho estragos, por ejemplo en causas de derechos humanos. –¿Por qué hay una resistencia del gremio al acceso igualitario? –De la conducción del gremio. Me consta que los trabajadores judiciales no resisten esta reforma del modo en que lo resiste la conducción del gremio. Lo digo, lamentablemente, porque por Julio Piumato tengo respeto y cariño y valoro su trayectoria, pero me parece que acá está jugado a una interna política más grande, que es el encuadramiento de la CGT de Moyano y las posiciones que en este tiempo tiene, claramente es una posición opositora. Ha llevado el gremio a esta situación absurda de oponerse a cosas que siempre reclamó. Nadie dice que el gremio va a quedar afuera del mecanismo de selección, esto no fue reglamentado todavía. Esta es la mesa de enlace judicial. Si un gremio es aplaudido por la patronal que siempre lo despreció, yo me preguntaría si está en el camino correcto. Nada de esto perjudica a los trabajadores judiciales, sobre todo a los futuros trabajadores. A menos que se esté defendiendo el derecho de ser trabajador judicial por acomodo. Hay un lockout patronal que garantiza el paro e incluye hostilidades contra los que no quieren parar. Igual, para los judiciales, no laburar con la habilitación de tus jefes te garantiza un paro impecable. La vieja y rancia familia judicial consigue un doble beneficio con esta posición del sindicato: un aliado impensable en su resistencia a la democratización, sindicato que a su vez se quiebra o debilita por esta alianza. Sólo pierden los trabajadores. –En términos de reforma, ¿qué faltaría? Ya sea que lo deba implementar el Ejecutivo, o desde adentro del Poder Judicial. –Hay que insistir con la conducción de los recursos por parte del nuevo Consejo de la Magistratura. Hay algunas cosas más finitas que no merecen ser nombradas en el marco macro, pero el tema de los recursos y de la gestión siempre ha sido de difícil resolución en el Poder Judicial, ya sea por ineptitud o interés. Cuando la cosa está desprofesionalizada nadie controla. Nadie controla qué pasa con los bienes incautados, qué pasa con la gestión de los bienes de las personas que están sometidas a insania. Donde hay dinero, hay una zona bien vidriosa. Hay que insistir con que la Corte tenga sólo facultades jurisdiccionales y haya un organismo de gestión y gobierno, como en todos los lugares del mundo, que no sea la Corte. Y lo segundo es avanzar rápidamente hacia sistemas procesales que acompañen estos cambios organizacionales, que oralicen todo lo oralizable, que en la Justicia penal les saquen a los jueces la misión ambigua de ser jueces y fiscales, dependiendo del humor con que se hayan levantado ese día y que el Ministerio Público tenga la conducción del proceso penal. Y que todo lo que sea pasible de ser incorporado por jueces del pueblo se incorpore, como resolución de conflictos vecinales. Hay que involucrar directamente al pueblo en la resolución de los conflictos porque la cuestión jurídica no es una disciplina hermética. Hacer justicia no es patrimonio de iniciados ni de hechiceros de la tribu. En las culturas antiguas eran los más ancianos y los más sabios, no los magos, los que hacían justicia. Los magos hacían otra cosa, curaban a los enfermos, pero no justicia. Resolver conflictos no es una misión que exija erudición. En muchos casos esa erudición oculta la ineptitud para hacer justicia. Hacer justicia exige otros cuantos valores que son difíciles de encontrar en muchos jueces. 13/05/13 Página|12

¿Quien es Marcelo Alejandro Moran?

¿Quien es Marcelo Alejandro Moran? Administrador de las paginas de facebook: "No a Kirchner 2011" y "El AntiK". Es uno de los que ayer en Plaza de Mayo pedía a la gente que se sentara para que las camaras de TN mostraran cuantos eran. Marcelo Alejandro Moran posee campos de soja transgenica y trabaja denodadamente al servicio de la corporación Clarín, a su vez financiada por Goldman Sachs. Como todos sabemos cualquier búsqueda rápida en Google nos informará sobre la relación entre Goldman Sachs y Rockefeller, dueño de Monsanto y sus hidrocarburiferos herbicidas como el glifosato (RoundUp Ready). La persona que firma las distintas publicaciones de las páginas "No a Kirchner 2011" y "El AntiK" utiliza el nombre de Marcelo M. o Marcelo Moran. Al principio pensamos que se trataba de un pseudónimo u otra cuenta falsa, como las que llenan esa pagina. Tras adherirnos a "No a Kirchner 2011" con un perfil que no es el nuestro, ya que bloquean a todos las personas que emitan algún comentario o tengan un perfil anti Clarin o banquen a Cristina, comprobamos que el tal Marcelo Alejandro Moran realmente existe. Y al ver su perfil de Facebook, corroboramos lo siguiente: Vive en La Pampa, es dueño o hijo del dueño, de la empresa "M. Moran Propiedades". Y tal vez lo más relevante, ama a Monsanto, el Glifosato y posee plantaciones de soja. A este sojero, que hoy es la estrellita de Clarín en las redes sociales, se lo puede ver comentando todos los días en Clarín.com, donde destila su veneno gorila rociado de glifosato. Probablemente lo veremos el domingo en la cueva del odio que conduce el pelandrún Jorgito Lanata, que lo presentará como el Paladín de los cacerolos de la abundancia. ¿Clarín habrá encontrado su candidato para el 2015? GB

De la maldición a la bendición de los recursos naturales Por Joseph Stiglitz. Premio Nobel de economía 2001

El economista explica por qué los países ricos en recursos naturales son, en su mayoría, los menos desarrollados. Claves para revertir la tendencia Los nuevos descubrimientos de recursos naturales en varios países africanos -como en Ghana, Uganda, Tanzania y Mozambique- plantean una pregunta importante: ¿serán estos descubrimientos inesperados una bendición que trae consigo prosperidad y esperanza, o serán una maldición política y económica tal como ya ocurrió en muchos países? En promedio, el desempeño de los países ricos en recursos ha sido aún más deficiente que el de los países sin recursos. Estas naciones han crecido más lentamente, y con mayores desigualdades. Es decir, ha ocurrido justo lo contrario de lo que cabría esperar. Después de todo, imponer altas tasas de impuestos a los recursos naturales no hará que dichos recursos desaparezcan, lo que significa que los países cuya principal fuente de ingreso son los recursos naturales pueden utilizarlos para financiar la educación, la asistencia de salud, el desarrollo y la redistribución. Se ha desarrollado una gran cantidad de literatura económica y de ciencias políticas para explicar esta “maldición de los recursos” y se han establecido grupos en la sociedad civil (como, por ejemplo, Revenue Watch y la Extractive Industries Transparency Initiative) para contrarrestar dicho conjuro. Tres de los ingredientes económicos son bien conocidos: *Los países ricos en recursos naturales tienen la tendencia a tener monedas fuertes, lo que obstaculiza otras exportaciones. *Debido a que la extracción de recursos a menudo implica poca creación de puestos de trabajo, aumenta el desempleo. *La volatilidad de los precios de los recursos naturales causa que el crecimiento sea inestable, situación que se ve reforzada por los bancos internacionales que se apresuran a hacer negocios en el país cuando los precios de las materias primas están altos y se apresuran a salir cuando los precios bajan. Además, los países ricos en recursos naturales a menudo no siguen estrategias de crecimiento sostenible. No se dan cuenta de que si ellos no reinvierten su riqueza proveniente de los recursos naturales en inversiones productivas por encima del suelo, en los hechos, se están empobreciendo cada vez más. La disfunción política exacerba el problema, ya que el conflicto sobre el acceso a las rentas provenientes de los recursos naturales da lugar a que surjan gobiernos corruptos y antidemocráticos. Desde cierta perspectiva, la ventaja comparativa de muchos países poseedores de recursos naturales parece ser que otros exploten sus materias primas. Existen antídotos bien conocidos para cada uno de estos problemas: un tipo de cambio bajo, un fondo de estabilización, una inversión cuidadosa de los ingresos provenientes de los recursos naturales (incluyendo inversiones en la población del país), una prohibición sobre endeudamiento, y transparencia (con el fin de que los ciudadanos por lo menos vean el dinero que ingresa y que sale). Sin embargo, existe un creciente consenso acerca de que estas medidas a pesar de ser necesarias son insuficientes. Los países recientemente enriquecidos necesitan tomar más pasos con el fin de aumentar la probabilidad de beneficiarse de una “bendición de los recursos naturales”. En primer lugar, deben hacer más por garantizar que sus ciudadanos reciban el valor total de los recursos. Existe un inevitable conflicto de intereses entre las empresas que explotan los recursos naturales (que por lo general son extranjeras) y los países de acogida: las primeras desean reducir al mínimo lo que pagan, mientras que los segundos necesitan maximizar lo que reciben. Las licitaciones bien diseñadas, competitivas y transparentes pueden generar muchos más ingresos que los acuerdos preferenciales. Los contratos también deben ser transparentes, y deben garantizar que en caso de que los precios se disparen -tal como ha ocurrido en repetidas ocasiones- las ganancias extraordinarias no beneficien únicamente a la empresa. Desafortunadamente, muchos países ya han firmado contratos malos que dan un porcentaje desproporcionado del valor de los recursos a las empresas extranjeras privadas. Pero existe una respuesta simple a esto: renegociar; si la renegociación es imposible, se debe imponer un impuesto a las ganancias extraordinarias. Los países están procediendo de esta manera a lo largo y ancho del mundo. Por supuesto que las empresas de recursos naturales responderán airadamente, recalcarán la santidad de los contratos, y amenazarán con irse. Sin embargo, el resultado por lo general es completamente distinto. Una renegociación justa puede ser la base de una mejor relación a largo plazo. Las renegociaciones de tales contratos por parte del Estado africano de Botswana asentaron los cimientos para su notable crecimiento durante las últimas cuatro décadas. Asimismo, no sólo países en desarrollo, como Bolivia y Venezuela, renegocian contratos; países desarrollados, como por ejemplo Israel y Australia, han hecho lo mismo. Incluso Estados Unidos ha determinado que se pague un impuesto a las ganancias extraordinarias. Es igualmente importante que el dinero ganado a través de los recursos naturales sea necesariamente utilizado para promover el desarrollo. Las potencias coloniales de otrora consideraban a África simplemente como un lugar del cual se extraían recursos. Algunos de los nuevos compradores tienen una actitud similar. Se ha construido infraestructura con un objetivo en mente: sacar los recursos del país al menor precio posible, sin hacer ningún esfuerzo por procesar las materias primas en el país, y mucho menos por desarrollar las industrias locales que se basan en dichos recursos. El verdadero desarrollo exige que se exploren todos los vínculos posibles: capacitación de los trabajadores locales, desarrollo de las pequeñas y medianas empresas para que provean suministros a las operaciones mineras y a las empresas de petróleo y gas, procesamiento dentro del país de los recursos naturales, e integración en la estructura económica del país. Por supuesto que es posible que estas naciones, hoy en día, no tengan una ventaja comparativa en muchas de estas actividades, y que algunos argumenten que deben atenerse a sus fortalezas. Desde esta perspectiva, la ventaja comparativa de estos países es hacer que otros exploten sus recursos. Dicha perspectiva está errada. Lo que importa es la ventaja comparativa dinámica, o en el largo plazo, a la cual se le puede dar la forma deseada. Hace cuarenta años, Corea del Sur tenía una ventaja comparativa en el cultivo de arroz. Si se hubiese quedado adherida a esa fortaleza, no sería el gigante industrial que es hoy. Podría ser el productor de arroz más eficiente del mundo, pero aún seguiría siendo pobre. Las empresas dirán a Ghana, Uganda, Tanzania y Mozambique que actúen de forma rápida, pero existen buenas razones para que estos países se muevan de forma más reflexiva. Los recursos no desaparecerán, y los precios de las materias primas han estado elevándose. Entre tanto, pueden poner en marcha las instituciones, las políticas y las leyes necesarias para garantizar que los recursos naturales beneficien a todos sus ciudadanos. Éstos deberían ser una bendición, no una maldición. Pero esto no es algo que va a suceder por sí solo. Y no sucederá de manera fácil. Traducción: Rocío L. Barrientos Copyright by Project Syndicate Revista Debate http://www.revistadebate.com.ar/?p=2678 GB

El trabajo que da el trabajo Por Frei Betto

Y dijo la señora: ¡Imagínate, ahora mi empleada es amparada por el gobierno, con esas leyes absurdas! Como si nosotros, los patronos, no tratáramos bien a esas desgraciadas, que nacen en una favela, en medio de la pobreza, y tienen la suerte de encontrar un empleo en nuestras familias. La María Dolores, por ejemplo, no tenía dónde caer muerta. Su padre borracho, su madre lavandera, una retahíla de hermanos. La chavalita comenzó aquí, en esta casa, como cuidadora de mi hijo pequeño Jorge. Yo le enseñé hábitos de higiene, le di un uniforme blanco, dejé que llevase para su casa lo que sobraba de las comidas que mi marido ofrece a sus clientes. Le pagaba medio salario mínimo, más el transporte. En su cumpleaños y en Navidad se le dan regalos. La pobre chica se deshace en agradecimiento, tan generosa soy con ella. Ella cuida bien de Jorge: le limpia el popó, le baña, lava y plancha sus ropas, nunca se olvida de darle el biberón a sus horas. Le lleva todas las mañanas a tomar el sol en la placita. Y nunca se quejó cuando era necesario permanecer en casa más allá de la hora convenida. A veces yo y mi marido vamos a comer fuera y la Dolores se queda con el niño, le hace dormir y después se pone a ver la tele hasta que nosotros regresamos. Nunca reclamó salir después un rato. Pero ahora viene el gobierno con esa historia de las 44 horas semanales, carnet, pago de horas extras, fondo de garantía, multa del 40% por despido sin causa justa, etc. Pero todo eso resulta peor para el trabajador, como hace mi marido en su empresa. Pues la Dolores no es trabajadora, es empleada. Como Fátima, nuestra cocinera. Ya lleva trabajando nueve años con nosotros. Está separada del marido, sus dos hijos son adultos, ella duerme aquí en el cuartito de la empleada y sólo va a visitar su familia los domingos. Nunca ha reclamado por esa buena vida que le hemos dado. Al contrario, está agradecida por dormir en un lugar seguro, confortable, con sábanas limpias, baño privado, lejos de aquella promiscuidad que reina en la casita en que vive su familia en la periferia, donde viven su hermano, su cuñada y los cuatro hijos de ambos. ¿Por qué viene ahora eso de los derechos laborales para quien está feliz de la vida? Negra renegra, si hubiera nacido hace dos siglos con toda seguridad habría sido esclava. Ahora tiene su cuartito ordenado, televisión, acceso libre a la nevera de la familia. Y come de la misma comida que ella prepara para nosotros. ¿Acaso ella comería por ahí camarones empanizados, ceviche de mariscos o codornices rellenas? ¡No sé por qué el gobierno se mete tanto en nuestras vidas! ¿Acaso piensa que somos una banda de esclavólatras que trata mal a los empleados? Ya basta de burocracia. Ahora voy a tener que pagar, además de los salarios, impuestos para mantener aquí a Dolores y a Fátima. ¡Como si ellas no fueran a tener pensión en su vejez! La madre de Fátima, que trabajó veinte años en casa de mi suegro, al jubilarse fue a vivir al campo, donde nació y donde gozó de un retiro rural. ¿Necesita acaso el gobierno crear más burocracia para nosotros, los patronos, que damos empleo a quien no tiene instrucción, ni casa propia ni dónde caer muerto? Hace tiempo mi marido y yo entramos en un avión y en el asiento del pasillo, al lado nuestro, había un hombre mal vestido, con cara de peón de hacienda, que a la hora de servir la merienda preguntó si era gratuita… Sí lo era. En los viajes por avión en las rutas nacionales ya no se da aquel glamur de antes, con las aeromozas sirviendo güisqui, vinos y platos calientes. Ahora están todos revueltos e insisten en mezclar gentes de clases sociales diferentes, como si todos procedieran de la misma cuna. ¡Dios mío!, ¿a dónde irá a parar el Brasil con este modo de pensar? Cubadebate