domingo, 5 de mayo de 2013

CULTURA MEDIOS Y PODER PARTE I

Cultura, medios y poder Por Miguel Russo mrusso@miradasalsur La construcción de un relato –lo saben, o lo deberían saber bien, los intelectuales y los periodistas– implica la decisión política, tomada de antemano, de hacerlo realidad. Un antemano que debe prever, también, la verosimilitud de ese relato. En esa realidad, es inobjetable el conflicto que se abrió siempre, a lo largo de la historia, en la relación entre los medios, los intelectuales y el poder. El director de la Biblioteca Nacional y profundo analista del peronismo Horacio González, el narrador y Premio Nacional de Literatura Guillermo Saccomanno, el matemático y periodista Adrián Paenza; la decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata Florencia Saintout y el doctor en ciencias de la información e investigador del Conicet Martín Becerra aportaron –desde sus distintos puntos de vista e ideologías– sus convicciones, sus razonamientos y sus dudas. Dinero que se pesa en lugar de ser contado para dar una idea de la aparente exuberancia de la cantidad, inundaciones que tienen como único culpable a la lluvia en lugar de investigar responsabilidades para resolver las verdadera causas de la tragedia y un número de víctimas que crece o decrece de acuerdo a las oportunidades, obras realizadas a las que se le buscan coimas que se dan por establecidas de antemano, sospechas que se echan a rodar para levantar la indignación general, supuestos sobre supuestos: el rol del periodismo está bastante tergiversado. Para el periodista exitoso, prevalece “ser” la noticia. Ya no se trata del idílico y purista sentido profesional de contar lo sucedido sin posicionamiento. Y, por supuesto, mucho menos dar cuenta del hecho poniendo en claro desde dónde se para el que lo presenta. La construcción de un relato –lo saben o lo deberían saber bien los intelectuales y los periodistas– implica la decisión política, tomada de antemano, de hacerlo realidad. Un antemano que debe prever, también, la verosimilitud de ese relato. En esa realidad es inobjetable el conflicto que se abrió siempre, a lo largo de la historia, en la relación entre los medios, los intelectuales y el poder. Plantear el conflicto con la decisión de tratar de desentrañarlo, es una tarea imprescindible. Debe pensarse la realidad nacional como un paso absolutamente necesario en el camino de la implantación de un nuevo paradigma (económico, social, político, intelectual, mediático, en síntesis, cultural). Y, leyendo, escuchando, viviendo la realidad, salta a la vista que sólo el proyecto político kirchnerista parece dispuesto a llevar adelante ese paso, habida cuenta del descalabro opositor que sustenta toda su argumentación en la sospecha, el descrédito y un ordenamiento simbólico que tiene como piedra fundacional, como basamento último, la indignación. Con esa premisa, Miradas al Sur buscó las voces de cinco referentes del universo cultural argentino. El director de la Biblioteca Nacional y profundo analista del peronismo Horacio González, el narrador y premio Nacional de Literatura Guillermo Saccomanno, el matemático y periodista Adrián Paenza, la decana de la facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata, Florencia Saintout, y el doctor en Ciencias de la Información e investigador del Conicet Martín Becerra aportaron –desde sus distintos puntos de vista e ideologías, siempre haciendo primar su sinceridad y compromiso intelectual– sus convicciones, sus razonamientos y sus dudas. La posibilidad o imposibilidad de las palabras, el rol de la comunicación en tiempos de hipercomunicación, el desafío de pensar en consonancia con la conflictividad social, la búsqueda de que el mensaje llegue de manera clara y precisa, la necesidad de disputarle al mercado su cetro de regidor de la tarea intelectual o la transparencia del pensamiento hecho público son algunas de las cuestiones abordadas. La película Infierno en Tánger arrancaba con una afirmación que podría trasladarse –textual– a ciertos periodistas e intelectuales que la adoptarían de inmediato a su batería de certezas: “No hay gente buena o mala, sólo hay situaciones”. Se trata de desmadejar ese tipo de consignas, de construir sobre las tensiones propias del conflicto, sin perderlo de vista pero sin potenciarlo mediante la búsqueda desesperada de “razones” que dinamiten la posibilidad de avanzar. GB

VETERANOS REPRESORES

AL MENOS DOS POLICIAS QUE REPRIMIERON EN EL INDOAMERICANO TAMBIEN LO HICIERON EN EL BORDA Veteranos de andar a los balazos En la audiencia por las muertes en la toma del parque hubo dos metropolitanos ausentes porque siguen internados después del Borda. Un tercero custodia a Macri, lo que indicaría los “premios” que reciben. Por Irina Hauser Una semana antes de la represión en el Hospital Borda comenzaron las indagatorias a los policías acusados de haber matado a dos personas y herido de bala a otras durante el desalojo del parque Indoamericano en diciembre de 2010. Los imputados por las muertes revisten en la Policía Metropolitana. También hay federales implicados. Son 45 agentes en total. Ante el engorro de exhibirle cuatro horas de filmación a cada uno como parte de la prueba, la fiscalía organizó dos proyecciones colectivas, cual función de cine, una para cada fuerza. El jueves, cuando le tocó a la Metropolitana, la lista de ausentes resultó reveladora: por lo menos dos policías no fueron porque estaban heridos producto de su participación en el salvaje operativo de desalojo para demoler el taller protegido del Borda; otro estaba custodiando la Jefatura de Gobierno de Mauricio Macri. El dato confirma una sospecha extendida: la administración PRO no tiene prurito en seguir mandando a “resolver” conflictos sociales o similares a los mismos uniformados que actuaron en Villa Soldati (y que ahora muestra como víctimas) o de reciclarlos en puestos clave. Uno de los jefes policiales imputados por los homicidios del Indoamericano, el inspector Diego Castillo, sinceró la lógica de la Metropolitana en su indagatoria de la semana pasada, cuando se jactó de que la participación en “el desalojo en la autopista Illia, en el de parque Centenario y en el de la Sala Alberdi del Teatro San Martín” les dio a él y su grupo toda la experiencia que no tenían hace dos años cuando les tocó intervenir en el predio de Soldati. En todos los casos que citó hubo gases y disparos de balas de goma a mansalva y distancia corta. En la Sala Alberdi hubo heridos con munición de plomo. Las pericias de los proyectiles que mataron en el Indoamericano, a las que accedió Página/12, ratifican un modus operandi: la policía no dispara para disuadir, hacia el piso u otra superficie, sino que apunta al cuerpo, a las zonas vitales. Las pruebas recolectadas en todo este tiempo por el fiscal Sandro Abraldes en la investigación de los hechos del Indoamericano seguramente aportarán un parámetro de cómo opera la Metropolitana al juez o jueza que concentre la pesquisa de la represión en el Borda, todavía desperdigada en distintos juzgados ante la diversidad de denuncias por delitos varios (desde apremios, vejaciones hasta incumplimiento de deberes). A diferencia de los otros conflictos, sólo en el Indoamericano hubo muertos: Bernardo Salgueiro y Rosemary Chura Puña fallecieron por obra de disparos similares, del mismo tipo de proyectil de doce milímetros, de escopeta de munición múltiple, que podría ser una de las que usa la policía, en extremos opuestos del parque. Ninguna de las dos víctimas estaba atacando a nadie ni participaba de la ocupación de tierras. La chica, de 28 años, estaba mirando el avance policial cerca de la autopista Cámpora y Castañares. El chico, de 22 años, estaba caminando muy cerca de la entrada a la Villa 20, debajo del puente de Escalada. Abraldes determinó por filmaciones y testigos que los asesinatos coincidieron con la presencia en ambos lugares del grupo de la División de Operaciones Especiales Metropolitanas (DOEM). En los mismos puntos resultaron heridas de bala otras seis personas. Los policías fueron imputados por homicidio en agresión, una figura que se usa cuando no se puede especificar quién fue el tirador pero sí se sabe de qué grupo salió el disparo. A pesar de las evidencias, en febrero de 2012 el juez Eliseo Otero sobreseyó a todo el mundo, pero la Cámara del Crimen anuló esa decisión y cambió el caso de magistrado. El juzgado de Mónica Berdion de Crudo empezó finalmente a tomar las 45 indagatorias. Coincidencias Frente al problema de tener que mostrarles cuatro horas de imágenes de las cámaras de Soldati y algunas de la televisión a los imputados, la fiscalía gestionó el auditorio de la Procuración General de la Nación para que fueran todos los policías juntos: los 33 de la Metropolitana un día, los 12 de la Federal otro. Cuando fue el turno de los primeros hubo tres ausentes. Los abogados de la fuerza se presentaron para explicar el faltazo (la asistencia era obligatoria) y evitar que los mandaran a buscar por la fuerza pública. Uno de ellos es el oficial mayor Sergio Villagra, quien fue mencionado por Macri en la conferencia de prensa post represión como el hombre que peleaba por salvar un ojo. En esa rueda ante los medios el jefe de Gobierno justificó el despliegue policial violento en el desalojo de los talleres del Borda. Del mismo modo avaló en 2010 la expulsión de los ocupantes del Indoamericano con el argumento de que todo era culpa de “la inmigración descontrolada”. Otro de los policías ausentes a la proyección se llama Daniel Gutiérrez, según allegados a la causa. A diferencia de Villagra no aparece en el listado de heridos del Borda a la que accedió este diario, pero los abogados de la Metropolitana notificaron a la Justicia que tiene una lesión en la rodilla. También dijeron que otro de los policías imputados, Matías Bailate, faltó porque está asignado a la custodia de la Jefatura de Gobierno porteño. Como es evidente, no hubo grandes modificaciones en la estructura y comportamiento de la Metropolitana después del Indoamericano. A nivel nacional, en cambio, se creó entonces el Ministerio de Seguridad, que comenzó a dar una dirección política a la Federal. Como explicó este diario el domingo pasado, la Policía Metropolitana está conformada por un núcleo de 900 agentes que ingresaron con su creación, en 2009, reclutados por el ex comisario Jorge “Fino” Palacios, procesado por encubrir el atentado a la AMIA y por hacer espionaje justamente en los inicios de la policía porteña. Venían de la Federal, y también se incorporaron efectivos que provenían de las Fuerzas Armadas. No existe dirección política del accionar de esta fuerza, que actúa con autonomía, y los funcionarios solo aparecen en escena para justificar los hechos consumados. En el Indoamericano alternaron balas de plomo y de goma, que dispararon directo a los cuerpos. En la avanzada policial por la ocupación de la Sala Alberdi del Teatro San Martín, hubo tres heridos con postas de plomo. En la protesta de vecinos que se oponían pacíficamente al vallado del parque Centenario, volaron balas de goma a corta distancia –contrariando los protocolos policiales que dicen que se deben disparar a un mínimo de 50 metros– y hubo heridos. El corte de vecinos en la autopista Illia el año pasado también fue desalojado a los tiros. En el Borda, las imágenes muestran a policías metropolitanos disparando con saña sus escopetas a corta distancia. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad, que encabeza Alicia Pierini, denunció el uso “irracional” e “indiscriminado” de la fuerza por parte de la Metropolitana, la falta de medidas de resguardo de los pacientes del Borda (hay decenas de heridos) y le reclamó al gobierno de Macri la lista del personal policial que participó del procedimiento. De esa lista, el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, sólo dio a conocer hasta ahora los nombres de los policías que sufrieron heridas por la violencia que ellos mismos desataron para liberar el taller protegido 19 y tirarlo abajo, en plan de construir un centro cívico. A juzgar por los dichos del inspector Castillo en su indagatoria por el Indoamericano, no sería raro que haya más nombres que se repitan. Pericias que definen Una de las pruebas que sostienen los llamados a indagatoria por el Indoamericano es el informe pericial balístico final que hicieron expertos de Gendarmería y peritos de parte, sobre los proyectiles que mataron a Chura Puña (al impactar en el tórax) y Salgueiro (que le perforó el estómago). Además de que confirma que ambos eran de plomo y de características similares, en las conclusiones dice que “no presentaron residuos adheridos a la superficie, cuya composición química pueda atribuirse a un impacto o rebote previo al ingreso en las víctimas”. Esto significa que los disparos no fueron al piso, ni a una pared, ni respondieron a ninguna supuesta técnica disuasiva sino que fueron directo a los cuerpos de las víctimas. A la vez del estudio queda claro que por el tipo de proyectil es prácticamente imposible determinar cuál fue el arma de origen –aunque quedó establecido que pueden ser escopetas policiales– algo que todo indica que saben bien los policías que integran los grupos de elite como la DOEM. El documento, está firmado por el comandante Hugo Iseas (División Balística), el segundo comandante Daniel Converso (División Análisis Instrumental), la alférez primera María Silvina Lastretti y los peritos Silvia Bufalini y Alejandro Romano. Palabra de policía Así como las pericias pintan cómo opera la Policía Metropolitana, lo mismo surge de las primeras indagatorias por el Indoamericano. El comisario mayor Ricardo Ferrón dijo orgulloso ante la jueza Silvia Ramond (en reemplazo de Berdion de Crudo) que había estado al mando del grupo de la Metropolitana responsabilizado por las muertes en Soldati. Relató que fue él quien entró al frente de sus hombres, avanzando en la primera línea, y que el inspector Castillo –su segundo– iba atrás. Ferrón dijo que sus disparos fueron para “anticiparse” a la resistencia de las familias que ocupaban el predio. El ruido de las detonaciones, según su explicación, se usó como “defensa eventual” de los policías. Ferrón se formó en la Policía Federal, tiene 36 años de servicio, y sostuvo al declarar que las unidades antidisturbios no están programadas para ir a matar. “La historia nos respalda”, descolocó el comisario a quienes lo interrogaban. Ferrón y Castillo hablaron de que su gente efectúa disparos “persuasivos”. No usaron la palabra “disuasivo”. Según Castillo hubo por lo menos 400 tiros “persuasivos”, se supone que destinados a que la gente abandonara las tierras que ocupaba. La cifra se basa en el faltante de cartuchos (en rigor más de 500) y pedido de reposición que detectó la fiscalía en una inspección en la fuerza. Los policías imputados insisten en que los disparos apuntaban al piso, o a chapas de las casillas que levantaba la gente en el lugar. Los muertos y heridos lo desmienten. Un oficial que declaró el viernes, Daniel Balor, aportó un dato llamativo: dijo que el desalojo del parque se planificó desde al menos un día antes de que se firmara la orden para efectuarlo. Ferrón dijo que él y sus hombres hacen un trabajo “quirúrgico”. Los hechos visibles son demostraciones de brutalidad, donde la regla es despejar el lugar, sin negociación, diálogo ni comprensión de las problemáticas en juego. Valga un ejemplo: un paciente del Borda, que ni siquiera estaba en el taller, recibió 21 balazos de goma en todo el cuerpo, la mayoría en la espalda. DOS FESTIVALES EN EL HOSPITAL BORDA DESPUES DE LA REPRESION Repudio y solidaridad El Festibalazo reunió pacientes y artistas, con Nora Cortiñas. UTE, Unidos y Organizados y CTA tuvieron música. La consigna fue “no al Centro Cívico en el Borda”. Por María Daniela Yaccar Dos festivales que dijeron “no al Centro Cívico en el Borda” se superpusieron en la tarde de ayer. El Festibalazo ocurrió en los jardines del hospital y fue organizado por el Frente de Artistas del Borda (FAB), Cooperanza, La Colifata y Pan del Borda. Acompañó Nora Cortiñas. Las consignas fueron tres: repudio al centro cívico, juicio político a Mauricio Macri, Daniel Chaín y Guillermo Montenegro, y cumplimiento de las leyes de Salud Mental. En tanto, en las afueras del neuropsiquiátrico de Barracas, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) desarrollaba otro acto, junto a agrupaciones del frente Unidos y Organizados y CTA de Capital. El secretario general de la Comisión Interna de los Talleres Protegidos y referente de ATE Capital, Marcelo “Nono” Frondizi, aseguró: “Vamos a reconstruir el taller 19”, demolido por decisión del gobierno porteño el 26 de abril. El que transcurría puertas afuera, sobre Ramón Carrillo al 300 –con la calle cortada–, era un festival con impronta política: había banderas, redoblantes y remeras con leyendas de La Cámpora, Nuevo Encuentro, Movimiento Evita, Descamisados y Peronismo Militante, entre otras agrupaciones. Miembros del Vatayón Militante pintaban murales con palabras no lindas para Macri. Desde el escenario se pidió por la renuncia de Montenegro y de Chaín. “Repudiamos la represión. Hay veinte pacientes heridos. Y vamos a reconstruir el taller”, aseguró Frondizi. “Es una decisión firme. Contamos con la solidaridad de muchísimos compañeros y compañeras, sobre todo de jóvenes. Vamos a pedirle a Jaime Sorín, que fue rector de Arquitectura de la UBA, que nos haga los planos, y vamos a recibir solidaridad de organizaciones sociales, sindicales, políticas y juveniles para emprender esta tarea”, amplió a Página/12. “El odio y la violencia de Macri despertaron fraternidad y amor”, subrayó. El festival comenzó a las 17, pero la jornada se había iniciado con una marcha que contó con el apoyo de legisladores, entre ellos María Elena Naddeo, Francisco “Tito” Nenna, Delia Bisutti y María José Lubertino. La manifestación partió de la estación del subte H ubicada en Parque Patricios e incluyó paradas en distintos hospitales. Una vez en el Borda comenzó el festival, del que participaron La Chilinga, el Coro Cumpa (de la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo) y Falsa Cubana. “Esta historia la vivimos en los noventa. No estamos dispuestos a perder lo conquistado. La lucha por los derechos de los pacientes y de los trabajadores es la lucha por la verdadera democracia”, sostuvo Eduardo Balbiano, secretario adjunto de ATE en los talleres protegidos del Borda. Se refirió también a la recuperación del taller 19. El primer paso será enviarle una nota al Gobierno de la Ciudad para que “retire los escombros patológicos que dejó”. “Lo que hicieron es un desastre. Dejaron asbesto (una sustancia cancerígena) libre, cuando no tendrían que haberlo roto. Nos pone en riesgo a trabajadores, pacientes y vecinos”, apuntó. En representación de UTE el orador fue Eduardo López. “El gobierno macrista tiene una clara concepción de gestionar para hacer negocios. Por eso tenemos que ganar las calles”, manifestó. El Festibalazo comenzó pasado el mediodía y tuvo lugar en las afueras y el interior del colorido galpón del FAB, que rompe con la monotonía grisácea del hospital. Los internos deambulaban por ahí y cada tanto intervenían. “Tenemos apoyo de Marte”, dijo un miembro de La Colifata. Alberto Sava, fundador del Frente que funciona desde 1984, dejó en claro en su discurso que los problemas del Borda no son únicamente los que hoy se plantean como urgentes, los coyunturales. Y ahondó en la vieja consigna del FAB: la desmanicomialización. “Los manicomios son campos de concentración. No sólo los públicos, los privados también. Son más siniestros. Los pacientes son internados para la ciencia, detenidos para la Justicia y socialmente desaparecidos. Pedimos el cierre progresivo de los manicomios, con internaciones cortas, garantías de vivienda, trabajo, educación y afectos para los pacientes”, se explayó el artista y psicólogo social. “Fue demencial el ataque a este hospital. Hay que ir por la defensa de este lugar, hay que abrir un debate”, instó. Pidió por el cumplimiento de las leyes 448 (porteña) y 26.657 (nacional) de Salud Mental. Los organizadores denunciaron, además, la existencia de un pacto entre el kirchnerismo y el PRO para la venta del Mercado del Plata. Hubo una mesa legal de la que participaron Sergio Gagliano, arquitecto e investigador; Macarena Sabín Paz, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS); y Jonathan Baldiviezo, referente de la Asociación de Abogados Ambientalistas. Se abrió el micrófono para preguntas y se debatieron diversos temas puntillosamente. También hubo otra mesa con referentes de la salud mental. Al cierre de esta edición hablaba Nora Cortiñas. Llegando al final se presentaba la rapera Sara Hebe. La nota cultural del encuentro la dieron, además, La Sonora Insurgente, Anarkumbia y una varieté de la Sala Alberdi. El FAB ofreció talleres abiertos. En el lugar había médicos, pacientes y vecinos, que sumaban 300 personas aproximadamente. Cristian Ruggeri, uno de los internos, que es periodista, tenía ganas de compartir sus impresiones de la represión con este diario. “Ese día lo viví como un sufriente del terrorismo legal. Estábamos almorzando en el cuarto piso y se escuchaban los disparos de balas de goma. Tengo estrés desde 2011 cuando empezaron a decirme que me iban a trasladar. María Eugenia Vidal y King Kong Montenegro decían que lo que hicieron en el hospital es legal. Probablemente la armonía social la veamos en otro planeta”, sugirió. Esta tarde, desde las 14, también habrá actividades en el galpón del FAB. 05/05/13 Página|12 -------------------------------------------------------------------------------- GB

OCTUBRE NO ESTA TAN LEJOS POR MARIO WAINFELD OPINION

Octubre no está tan lejos Las primarias y las elecciones nacionales están cerca, aunque no parezca. Los escenarios más extremos imaginables, que no son los más factibles. Las perspectivas más posibles. La centralidad de la Presidenta, un dato duro. La oposición arriesga mucho, cómo juega eso en relación con la unidad. Algo sobre el piso que subió y los desafíos para los años por venir. Por Mario Wainfeld Las elecciones serán en octubre, las primarias en agosto, en junio deben cerrarse las alianzas electorales. Es mucho tiempo en el devenir de la economía nacional y mundial o de la sociedad argentina. Es poco en términos de armados, acuerdos, listas y operaciones políticas que se mueven con delay. Los pronósticos son imposibles, cuando se desconocen las ofertas, las ententes y la abrumadora mayoría de los candidatos. Sí se pueden explorar las coordenadas del escenario, asumiendo que el futuro es indeterminado y que ni siquiera se conocen todas las variables del juego. No hay profecía en las líneas siguientes, sí el esbozo de un “cuadro de situación”. - - - Hipótesis de máxima: se eligen, en el plano nacional, diputados y senadores. Las consecuencias serán también nacionales, aunque las disputas son territoriales, porque cada distrito elige a sus representantes. Puestos a imaginar, digamos que hay dos resultantes extremas que podrían darse en el terreno de las hipótesis. Por un lado el “fin de ciclo” que auguran las oposiciones mediática, política y académica. Por el otro, dejar lisito el camino para la búsqueda de la re-reelección de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Digamos, de entrada, que ninguno de esos horizontes es el más factible. No es simple fijar una tarifa apriorística de qué guarismos propiciarían un escenario u otro siempre sin determinarlo de modo inexorable. Arrimemos el bochín, tan sólo. Una debacle del Frente para la Victoria (FpV) sería estar por debajo de su (baja) acumulación de 2009, o sea rondar el 30 por ciento del padrón o menos. Con esas cifras hasta podría perder su ajustado control de Diputados y el más holgado en Senadores. Y, aunque se descuenta una merma en la disputa de medio término (que polariza menos y pluraliza más), también implicaría bajar más de 20 puntos porcentuales respecto de la marca record del 54 por ciento alcanzada en 2011. Veamos el caso inverso. La reforma constitucional previa al planteo legal de la re-re exige dos tercios de los miembros de cada una de las Cámaras legislativas. En Diputados, el oficialismo puede ganar terreno porque renueva las contadas bancas obtenidas en 2009. Pero en el Senado sólo se releva un tercio de los curules, contra los resultados de 2007, auspiciosos para el FpV. El consultor Artemio López ha hecho un interesante ejercicio de simulación en base a diversos resultados y concluye, en general, que para el oficialismo sería un gran resultado conservar sus bancas senatoriales. Claro que con un veredicto plebiscitario podría generarse un clima político para catalizar la reforma constitucional incluso sin contar de movida con las mayorías parlamentarias requeridas al efecto. Repitiendo, por última vez, las salvaguardas apuntadas: el ojímetro del cronista pondera que esa perspectiva sólo sería accesible si el FpV es apoyado por el 40 por ciento del padrón o algo más. Un número tremendo a diez años de vigencia, una cifra que puede servir para ganar las presidenciales en primera vuelta si la oposición se disgrega. Lo más imaginable, cree este cronista, es otro desenlace. Uno que deje primero al FpV, que mejore su dotación en Diputados y que implique para los años siguientes la perspectiva cierta de “otr@ candidat@” para el kirchnerismo. Que mantenga la ecuación del Congreso nacional, la legitimidad presidencial y las claves de la gobernabilidad. Y que sostenga a la presidenta Cristina como la conductora indiscutida de su fuerza, la única figura con liderazgo y un partido nacionales. Si octubre habilitara un horizonte de transición sería una tamaña novedad. Que Cristina Kirchner se sostuviera como centro del firmamento es, en cambio, una larga costumbre. - - - En el centro del ring: encuestadores de renombre, de distintos “palos” (asesores del partido de gobierno o de sus antagonistas) concuerdan. “Todo gira alrededor de Cristina”. Los focus groups de ciudadanos comunes discuten exclusivamente (o casi) sobre “ella”. Elogian, apostrofan, se alinean a favor o en contra, cavilan... lo que fuera según la región o la integración social del grupo. Pero los demás dirigentes no forman parte esencial de sus conversaciones. Un liderazgo no es, apenas, adhesión de la fuerza propia: también se integra con la centralidad en el pensamiento de los demás. La oposición no cuenta con un referente indiscutido, ni con dos o tres. He ahí uno de sus karmas, que pareció tener resuelto tras el conflicto con el campo cuando contaba con varios presidenciables que se fueron licuando en su propio jugo. Hasta sin conseguir (o sin buscar) un tercer mandato, la Presidenta controla a su fuerza, por consenso de sus bases populares y de la dirigencia del sector. Si el mazo la fuerza a buscar “su Dilma Rousseff”, todo indica que estará en posibilidad de hacerlo. En tal caso, es casi seguro que el FpV y sus oponentes tendrán que computar dos datos. El primero: no hay en la Argentina hoy día políticos de la talla del ex presidente Néstor Kirchner o de Cristina. Ninguno con su inventiva, su capacidad de construir o conservar poder, su aptitud para la ruptura, la de desafiar al statu quo, la de acertar y hasta de equivocarse a lo grande. El otro sería que Cristina fuera de la Casa Rosada (aun en la hipótesis de quedar en la oposición) contaría con un predicamento y un capital político que ni rozaron antaño los ex presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem o Eduardo Duhalde. A Fernando de la Rúa ni se lo inscribe en esta comparación por razones obvias. Los dos presidentes del FpV consiguieron una hazaña que es conducir para un proyecto de centroizquierda avanzado a una fuerza compuesta abrumadoramente por dirigentes de centroderecha, en especial quienes gobiernan provincias o municipios. Cabalgar el elefante del PJ es trabajoso, enfilarlo a todos los cambios sucedidos desde 2003 un logro fuera de lo común. Claro que no se consiguió desalambrar los poderes territoriales de la mayoría de los intendentes o “gobernas”. Siguen siendo taitas fronteras adentro, lo que tira para abajo al proyecto nacional del FpV. Paradojas te da la vida: la mejora ocurrida desde 2003 “subsidió” las reelecciones de los líderes locales o el mantenimiento del control político. Cuando la marea sube, todo flota: anche los aliados con remilgos o los rivales. Ser oficialista en lo local es, desde 2003, muy buena credencial para ir a las urnas. Hay excepciones, sobre las que algo se dirá después. Hilando un poco fino, sólo dos o tres mandatarios provinciales pueden clasificarse como estrictamente kirchneristas, si uno se pone exigente. Quién sabe sólo son dos, un mesopotámico y un cuyano. Uno con recorrido largo como gobernador y otro que recién arranca el suyo. El sostenimiento de la gobernabilidad y del centro del escenario para los dos años próximos sólo podrían no advenir si el “fin de ciclo” fuera catastrófico lo que no suena como lo más factible. Por ponerlo de otro modo: un poskirchnerismo algo más sosegado es un derrotero imaginable si el FpV conserva primacía o altos grados de legitimidad. Eso sí, habrá que ver cómo se conjuga la interna peronista. - - - Dilema para los binorma: el gobernador Daniel Scioli y el intendente de Tigre Sergio Massa son figuras destacadas en las mesas de arena. Hasta acá fungen de candidatos virtuales y binorma: pueden jugar con el oficialismo o para “la opo”, en los papeles. Los poderes fácticos y mediáticos los chucean para que crucen el Rubicón, ya. Pero el Rubicón es hondo y frío, la otra orilla queda lejos. Tal vez los dos privilegien no empaparse del todo este año. Sería bastante sensato de su parte porque jugarse todo antes de tiempo puede ser un viaje hacia la derrota. Scioli sabe que ponerse de punta con la Casa Rosada le dificultaría aún más su floja gestión provincial. Conserva una sorprendente imagen pública que ha conseguido evitando pelearse con nadie. Sus enemigos, proclama el gobernador, son el delito y la droga: en ese combate no le va muy bien que digamos. Por añadidura, las encuestas le sugieren cautela. Con los colores del FpV, Scioli es un candidato expectable. Si se permite una comparación con un tema menos árido, no será el Bayern Munich pero sí quizás algo así como Lanús, un aspirante con perspectivas en las ligas locales. Si se pasa de bando se parece más a cualquier equipo, que brega por no irse del Nacional B. El cronista reconoce que no le cierran las altas perspectivas que le otorgan muchos encuestadores a Massa. Respeta los saberes de éstos, pero deja a salvo que su olfato le dice otra cosa sobre todo cuando de la escena nacional se habla. En “la provincia”, Massa divulga que pide pista para la interna del FpV en agosto. En el kirchnerismo, las opiniones se dividen: una minoría prefiere “dársela”, la mayoría mociona negarle esa chance. Se habla de las opiniones de quienes no deciden, así sean dirigentes de rango alto, que podrían encabezar o embellecer listas. La decisión descansa en las exclusivas manos de la Presidenta. - - - La herencia de 2009: en el 2009, la diáspora opositora juntó muchos votos y bancas. Ahora las arriesga. La Coalición Cívica y Proyecto Sur ponen en juego todas e irán desprendidos de muchos aliados de entonces. Son fuerzas casi metropolitanas, esa es una explicación posible de la (por lo demás indescifrable) alianza entre los diputados Elisa Carrió y Fernando Solanas. El radicalismo afronta un gran desafío. Es el único partido opositor con alcance nacional, el que tiene más intendentes, más legisladores provinciales o nacionales. Dos tercios de sus diputados deberán irse y luce muy peliagudo que la UCR pueda conservar tamaño caudal. La consunción se observa en otros terrenos. En 2007, los boinas blancas perdieron tres provincias, dos a manos del FpV: Mendoza, Chaco y Tierra del Fuego. En 2011, mordió el polvo en Catamarca y en su mejor bastión, Río Negro. En Santiago del Estero, el gobernador es un radical “(muy) K”. Así que a las huestes de Yrigoyen y Alem le queda una sola provincia propia que es Corrientes. En estos dos distritos hay elecciones ejecutivas este año. Con una sola provincia bajo su mando la UCR está, en ese rango, a la altura del imbatible Movimiento Popular Neuquino (que se sostiene desde el regreso de la democracia) y del partido fueguino de la gobernadora Fabiana Ríos, que acollaró dos mandatos en una provincia de preferencias muy fluctuantes. Caer más bajo es un temor sensato. La necesidad de mantener el poder propio, que se trasunta claramente en esos ejemplos, es una explicación racional o hasta inteligente para las dificultades de “la unidad de todos” que reclaman desde afuera de la política real. Da la impresión de que el conjunto opositor perderá diputados y desde luego nadie quiere ser el pato de esa boda. El establi-shment, los formadores de opinión, pueden permitirse ser generosos con el patrimonio de otros... es un altruismo barato. Los dirigentes con carrera recorrida están forzados a advertir la complejidad, así más no fuera por una cuestión de supervivencia. - - - No hay equipo: el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, es el único presidenciable nítido entre la oposición. El PRO es favorito para llegar por primera vez al Senado, ganando las dos bancas de mayoría en la Ciudad Autónoma. Los precedentes lo favorecen, puede desinflarse bastante y conservar el primer puesto. Deberá sudar más para mantener las ocho bancas de sus diputados que terminan mandato. La Capital y Santa Fe son los distritos en que la camiseta amarilla puede pelear el primer puesto, si repite desempeños de dos años a. PRO no es, ni por asomo, un partido con implantación nacional. Sus rivales “internos” no están mejor porque carecen de un liderazgo. Y sus necesidades no convergen fácil, ya se dijo. El senador radical Ernesto Sanz comentó ayer que será difícil que haya un solo candidato opositor en 2015. Es sentido común político, compatible con sus ambiciones. Sanz ya quiso candidatearse en 2011, el diputado Ricardo Alfonsín conmovió más al corazón radical y a pocos más. Sanz anunció su afán de revancha a las primeras espadas de los diarios Clarín y La Nación, en sendas comidas. No le dirán que no, tampoco se entusiasmarán. El legislador mendocino enfrenta astillas del propio palo. El ex vicepresidente Julio Cobos quiere ser candidato a diputado en la provincia de ambos. Imposible saber cómo le irá. Sí se puede insinuar que, en la eventualidad de ganar, Cobos podría ser el radical que saldría mejor parado en octubre. Si perdiera, quedaría machucado. Que un personaje tan deslucido, taimado y desabrido, a la vez, siga en carrera es un síntoma de la anemia opositora. Del peronismo federal, se habló en una nota publicada anteayer. A ella remite el cronista, para no repetirse, que es aburrido. - - - A contrapelo de la historia: ¿es forzoso para desalojar al oficialismo que sus competidores tengan un programa alternativo? Tal vez no tanto como predican los kirchneristas. El hastío ciudadano puede pesar más que un proyecto. Si se mira con la perspectiva que dan los años y asumiendo enormes diferencias, la Alianza llegó con las banderas “no a Menem y no a la corrupción”. Las maquillaba un cachito. Y contaba con una dote inexistente ahora: dos grandes dirigentes armando y haciendo discurso, Raúl Alfonsín y Carlos “Chacho” Alvarez. Pero la propuesta era “más de lo mismo” renovando elencos, estilos y sumando transparencia. Es extraño porque, en aquel entonces, la Argentina clamaba por cambios copernicanos. El paradigma neocon, privatizador e individualista tocaba a su fin. Ahora, puede pensarse cualquier cosa del kirchnerismo. Pero cuesta imaginar que dirigentes con ansias de ser votados por mayorías populares deseen revertir el desendeudamiento, el fortalecimiento del poder del Estado (arcas incluidas), el resurgimiento de la clase trabajadora y los sindicatos, sólo para empezar. Para continuar: la Asignación Universal por Hijo, la universalización de las jubilaciones, la ampliación del presupuesto educativo, el cuasi pleno empleo. Todo puede (y debe) mejorarse mucho, pero ese piso no debe bajarse. Para colmo, sería difícil hacerlo porque quitar conquistas es peliagudo en la Argentina. La dictadura lo logró, con métodos atroces e irrepetibles. Menem lo hizo en una coyuntura fatal. La pesada herencia dictatorial, la inoperancia del radicalismo para modificarla, la hiperinflación, la pérdida de fe ciudadana en el sistema democrático. En otro contexto, la tentación de volver atrás coquetea con la imposibilidad, la resistencia popular y la represión. Otra es la escena actual. Mantener las vigas maestras del kirchnerismo sería mucho más sensato (aun en términos de conservación del poder) para sus alternativas. Con esta receta y no con otras se mantuvo gobernabilidad, se logró crecimiento y parcial redistribución de la riqueza. Y votos, ya que estamos. Registrar ese cambio sería pura lucidez, que no abunda en el staff opositor. Por eso su apuesta básica, filo exclusiva, es el desgaste del kirchnerismo. Es una baza válida en política. No puede decirse lo mismo de quienes tienen en mente un descalabro económico inducido por poderes económicos concentrados, cuya vocación democrática siempre está en duda. mwainfeld@pagina12.com.ar La agenda inminente Por Mario Wainfeld El oficialismo podría primar en las elecciones, por lo acumulado en diez años bien condimentado por la vacuidad opositora. En un año difícil, le sumaría chances inyectar más recursos en el bolsillo de los ciudadanos, en especial de los trabajadores más humildes. Ningún gobierno se priva de intentarlo en vísperas electorales, menos que ninguno uno de matriz peronista. El kirchnerismo es rápido para esos mandados. Aun en un escenario de ratificación, queda pendiente una agenda para abordar, determinada por carencias de largo tiempo o por cambios introducidos por el propio “modelo”. Hay herramientas que perdieron filo, hay desafíos nuevos para abordar. El cronista hará un esbozo veloz e incompleto. Tanto que pondrá entre paréntesis las cuestiones económicas, en parte por falta de espacio, en parte por límites de su saber. Con todo, es forzoso consignar que la sangría financiera producida por las necesidades energéticas es un problema de primer nivel, que desarticula toda ecuación económica. Es imprescindible tratar de reconstruir algo parecido a un sistema nacional de salud. En materia educativa se consiguió bastante en este sentido, aunque ahora se transita una meseta insatisfactoria. Pero en salud poco de eficaz se vino haciendo, casi todo durante el ministerio de Ginés González García, que duró hasta 2007. El hacinamiento urbano, las carencias de viviendas dignas siguen siendo una necesidad, aun mediando el valioso paliativo del programa Pro.Cre.Ar. El conurbano bonaerense es un problema nacional. No hay abordajes que intenten cambiarlo ni proyectos de cambios de la estructura poblacional. El millón aproximado de jóvenes que no estudian ni trabajan es otra tragedia de época, irresoluble con los instrumentos hoy existentes. De hecho, no hay ninguna agencia estatal que se ocupe de ellos en forma específica y direccionada. Un país que necesita divisas y las acumula sobre todo por las exportaciones agrícolas seguramente no puede darse el lujo de mantener árida una importante fracción de su territorio. He ahí otra tarea nacional, de larga y costosa construcción, que está en veremos. La Asignación Universal por Hijo debería ser institucionalizada por ley y actualizada semestralmente, de modo similar al exitoso sistema usado para las jubilaciones. Los interesantes niveles de movilización popular posibilitan que se los piense más allá del aval político y de las tareas solidarias. La lucha contra la informalidad laboral podría valerse de ese recurso democrático y participativo, al que también podría echarse mano en las acciones para controlar los precios. La nómina es subjetiva y parcial, aunque no caprichosa. El kirchnerismo supo relanzarse en 2009, en el contexto de una derrota electoral y una crisis económica machaza. Tal vez ahora, el marco sea más satisfactorio. Pero la necesidad de renovar agenda, otear el mediano plazo y remozar elencos será una necesidad más allá de los resultados que arrojen las urnas. 05/05/13 Página|12 GB

LA BATALLA ECONOMICA POR ROCBERTOO FELETTI OPINION

La mayor batalla de los últimos cincuenta años Por Francisco Balázs fbalazs@miradasalsur.com Roberto Feletti en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en Florencio Varela. El tipo de cambio y las presiones devaluacionistas. El intento de tomar al dólar ilegal como parámetro de referencia en competitividad y rentabilidad de la economía. El debate de fondo: la tasa de ganancia e inversión, y su correlato en precios e inflación. Salarios y empleo bajo protección. Financiamiento del empresariado argentino y de la burguesía brasileña. Lo que se juega en la interna de la Unión Industrial Argentina. El aumento del dólar negro en la última semana, y el pedido de una devaluación del 40% en el tipo de cambio oficial anunciado por el economista del PRO, Federico Sturzenegger, plantea, una vez más, el debate de fondo sobre la histórica tensión que esconde un proceso de fuerte devaluación como herramienta ordenadora del mercado, reduciendo el análisis del resto de las variables económicas que se pusieron en juego a partir del año 2012: discutir la tasa de ganancia, inversión, y retorno, administrar el tipo de cambio que resulte competitivo sin que afecte al salario y el empleo, y cuánto puede sostener una economía con crecimiento, con elevadísimos niveles de ganancias en sectores empresarios determinantes en la dinámica de la economía y la formación de precios, con baja o nula inversión, y expectativas de retorno a plazos reducidos. Este tipo de presiones y condicionamientos del Club Devaluacionista, integrados fundamentalmente por el sector exportador de productos primarios, empresas multinacionales, y el sistema financiero durante, al menos, los últimos cincuenta años de la vida política económica del país, lograron imponer en el sentido común de la economía, en sus interesados divulgadores, y hombres, mujeres y hasta niños de a pie, que la única solución, ante los problemas de competitividad e inversión, es la devaluación del peso con referencia al dólar; es decir un tipo de cambio que mejore y eleve la rentabilidad de esos sectores. El segundo efecto colateral de los fuertes procesos devaluatorios fue su poder disciplinador: disminución del gasto público y de la emisión monetaria y fiscal, restricción al consumo, licuación de deudas, reducción de costos laborales, congelamiento de salarios, traslación en aumento de precios, fuga de capitales, y apropiación de reservas del Banco Central. En cuanto al Club Devaluacionista, vale para el caso citar lo que Ernesto Laclau recordara en el año 2008, a poco de estallar el conflicto agropecuario por la resolución 125. Decía Laclau: “En 1960, Faustino Fano, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, usaba una palabra en todos sus comunicados que funcionaba como clave. Decía que los productores rurales se sentían ‘desalentados’. Cuando la gente leía eso en un comunicado, inmediatamente sabía que había que comprar dólares, porque sabía que lo que se pedía era una devaluación. Si la devaluación no se producía, el Ejército sacaba los tanques a la calle. Que el Ejército saque los tanques a la calle para imponer decisiones a un gobierno elegido democráticamente (al cual se supone que está subordinado) es lo que en cualquier país del mundo se llamaría ‘golpe de Estado’. Acá se llamaba ‘inquietud de las Fuerzas Armadas’. Al final, el juego semiológico había llegado a ser tan obvio que un día Fano salía del despacho presidencial y los periodistas le preguntaron: ‘¿Va a usar en su comunicado la palabra ‘desalentado’?’. El contestó: ‘Todavía no, pero dentro de una semana la vamos a usar si el gobierno no toma medidas’”. Las medidas adoptadas por el Gobierno durante el año 2012, en cuanto a la administración del tipo de cambio, restricción al envío de dólares al exterior, y fin al atesoramiento de excedentes y ahorro en dólares, apuntan a aprender de la historia argentina una de sus mas costosas consecuencias en cualquier intento de proteger el salario, la demanda y el consumo interno: la falta de dólares, no contar con la divisa extranjera para hacer frente al pago de deuda y de las importaciones indispensables para el funcionamiento del mercado interno. Una apostilla del pasado que da cuenta de esta larga historia surge de un informe de la Cepal, en el año 1959: “El país carece de recursos exteriores para importar no sólo los bienes de capital más indispensables, sino también las materias primas y productos intermedios que con creciente amplitud requiere el desenvolvimiento de su industria. La producción no ha crecido como debiera haberlo hecho por no haberse realizado las inversiones necesarias”. Por último, en el recetario devaluacionista, el atajo de volver a los mercados de capital, tomar deuda en el exterior para refinanciar deuda, lograr libre disponibilidad en la adquisición y atesoramiento de dólares y permitir el envío al exterior de las utilidades de las empresas multinacionales. La pulseada del 2012: Tasas de ganancia e inversión. Desencajados por el triunfo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones de 2011, en los meses previos a la elección, se desataron fuertes corridas cambiarias con el propósito de torcerle el brazo y producir una devaluación. Comenzaron a augurar el fin de una época, el fin de fiesta del populismo económico, que conduciría, sin más remedio, a rendirse a las lógicas econométricas y poner en práctica las recetas de ajuste ortodoxo anteriormente descriptas, a las que ningún gobierno había podido esquivar en el pasado. Es decir, una profecía autocumplida, donde las crisis inevitablemente estallaban cada siete o diez años como maldición de espejo roto. Y, finalmente, la excusa prescripta por la ortodoxia liberal, y justificación de todas esas medidas: controlar y bajar la inflación, eje que impugna la discusión de todas las variables fundamentales de la economía que tienen en la generación de inflación a muchas de sus principales causas. El jueves pasado, en el marco de conferencias del Ciclo de Formación Política, organizado por la Universidad Nacional “Arturo Jauretche”, el ex viceministro de Economía, y actual diputado y presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Roberto Feletti (Frente para la Victoria), en su exposición denominada Economía argentina, realidad y perspectivas, destacó en varios pasajes los objetivos planteados, y los desafíos que enfrenta el Gobierno para romper la inercia empresarial : “El año 2012 no pasará inadvertido en la historia. Es el primer año que se hizo todo lo contrario a lo que se hizo en los últimos 50 años. Se escapó a la devaluación, se enfrentó a las empresas para que no envíen sus remesas al exterior y reinviertan en el país. Se decidió ir contra la compra de dólares, en un país que sabemos lo que implica el dólar y a quienes molesta. Fuimos por la recuperación de YPF, para tener energía barata. Reformamos la Carta Orgánica del Banco Central que libera las reservas, al contrario de lo que sucedía en la década del 90. Terminamos el 2011 con desequilibrios en el sector externo y se enfrentó el año 2012 con 18 mil millones de dólares menos, a saber: 6 mil millones para cumplir con el pago del Boden 2012 y del bono atado al PBI, 6 mil millones en energía, y 6 mil millones de déficit comercial con Brasil. Se administró el comercio exterior, analizando las necesidades de importaciones, y no solamente se pudo revertir esa carga de 18 mil millones, sino que terminamos el año con 15.600 millones de superávit. Se protegió el empleo y el salario, se mantuvieron paritarias al alza. ¿Sobre quién cayó el peso? Sobre los que no pudieron enviar excedentes al exterior. Se restringió el ahorro y fue al consumo. Si no, hubiéramos tenido que restringir el consumo, para que unos pocos se queden con ese excedente y se lo llevara afuera”. Respecto al desempeño de la economía en 2012, Feletti afirmó: “El año pasado la economía creció al 1,9%. La composición de ese 1,9% se desagrega: empujando hacia arriba un 2,9% generado por el consumo, y hacia abajo -1,2% de inversión. Lo que tira a la baja el crecimiento no es la merma en el consumo, sino la falta de inversión. El gran desafío a futuro es un esquema de precios relativos que permita ordenar una tasa de ganancia compatible con un modelo productivo y competitivo. Es decir no se trata de ser competitivo sobre el salario". Respecto a la ecuación tasa de ganancia e inversión, Feletti apuntó: “Las tensiones son muchas. Se ha reducido la tasa de ganancia en moneda dura en las grandes empresas. La inversión, que fue muy alta, se achicó porque ganan menos y lo que financiaba a la inversión era la tasa de ganancia. El debate es en cuánto se recupera la inversión. Cuanto tiempo es la ganancia que tienen que tener para recuperarlas, lo que los analistas financieros llaman la Tasa Interna de Retorno. Y quieren recuperarla en moneda dura. Si alguien quiere recuperarla en tres años, tiene que ganar en dólares 33% por año. Y esas tasas de ganancia no se toleran ningún país. Si se quiere recuperar en diez años tengo que ganar un 10% en dólares. Que implica una tasa acomodada al funcionamiento económico.” “La tensión de hoy se representa en la respuesta del empresariado, de un sector, el más concentrado, frente a la política económica de defender el consumo asalariado y masivo, te subo los precios y te bajo la inversión, y esto se ve en el 2012. El Gobierno tiene políticas de estímulo sostenido a la demanda, es decir del aumento del gasto público y de la emisión monetaria, políticas monetarias y fiscal expansivas. Si nosotros medimos el 2010/11, años buenos, el Gobierno mantuvo una tasa de crecimiento y del gasto público y de la emisión monetaria de aproximadamente 32/33% anual, y el país crecía al 8 y 9%. En 2012, el estímulo a la demanda tiene menos respuesta, hay menos plata en la calle. Presionan sobre la inversión y presionan con los precios. Mientras tanto, el Gobierno sostuvo el sector externo sin deteriorar el empleo y salario. Este es el momento de mayor tensión y mayor discusión: cuál es la tasa de ganancia compatible con una economía productiva y de inclusión y cuáles son los sectores empresarios que se comprometen en esto y cuales no. ¿Cómo responden frente a la restricción de la política económica de restringir el giro de divisas al exterior, de la compra de dólares? Haciendo caer la inversión y subiendo los precios. En cuánto tiempo quieren repatriar la inversión, y en cuánto es la apuesta a sostener un esquema de producción y crecimiento inclusivo. Esta es la pulseada de hoy, y el Gobierno responde achicando el margen de ganancia. En definitiva, la política de acuerdos de precios es eso. Y ahí estamos en tensión nuevamente. El Gobierno no puede recorrer un camino de ajuste monetario y fiscal, porque automáticamente se deteriora el consumo, y lo único que va a liberar es capacidad de ganancia para el resto, y el Gobierno no elige ese rumbo. Podría hacerse un plan ortodoxo frente a un proceso inflacionario, y la respuesta ortodoxa sería restringir el consumo, la emisión, gasto público, devalúo (mucho) congelo paritarias. Porque allí se discute el tema de la inversión, el tema precios, tasa de ganancia, energía barata por eso la re-estatización de YPF.” “La Argentina exporta 35 mil millones de dólares de industria, de los cuales dos tercios van a Sudamérica. La Patria Grande no es una declamación, es un hecho concreto. El intercambio regional en Sudamérica en los 90 era de 10 mil millones de dólares. Hoy son 150 mil millones, se multiplicó por 15. Argentina exporta un 65% de sus exportaciones industriales a Sudamérica y, de esta manera, emplea a 400 mil obreros, que además en valores históricos están bien pagos, contra 30 mil millones de los productos primarios. No es tan fácil decir sostengo el empleo, la demanda, no fue una decisión menor. La reforma judicial es una discusión respecto a los poderes constituidos en este país, y se ve en la solicitada de los últimos días de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Es de destacar todo esto para no quedar presos de cuál es la tasa de inflación como único eje de discusión en el país.” Financiamiento: Brasil y el milagro de su burguesía nacional. La creación de un banco de desarrollo al servicio del sector productivo nacional es una herramienta clave en los procesos de crecimiento de los países con fuerte desarrollo industrial. A lo largo de estos diez años el Gobierno dio señales de avanzar en la creación de un banco de esas características. El ejemplo de Brasil, y de su fuerte burguesía empresaria, es la referencia inmediata que se destaca como modelo a imitar: una burguesía nacional y comprometida con sus intereses. Una de las claves que, desde hace más de 60 años, cuenta Brasil y su empresariado es el Banco de Desarrollo (Bandes), que financia entre el 20 y 25% de las inversiones brasileñas. Lo que poco se dice, o se sabe aquí, es cómo funciona el Bandes, cómo se fondea. En primer lugar es de destacar que en Brasil no existe la indemnización para los trabajadores despedidos. En su lugar, funciona el llamado Fondo de Garantía del Tiempo de Servicio - FGTS) al que los trabajadores aportan un monto equivalente al 8% de sus salarios, y funciona como seguro de desempleo cuando el trabajador se queda sin trabajo. Es decir, la burguesía brasileña logró que los trabajadores en Brasil financien el 20 o 25% de sus inversiones. ¿Será posible imaginar en la Argentina un sistema de características similares, y que empresarios y trabajadores acuerden políticas de desarrollo que involucren aportes de este tipo para el financiamiento productivo? Es de destacar la línea de créditos del Banco Nación destinado a la producción y el Fondo del Bicentenario, que otorgó líneas de crédito de 5.800 millones de pesos, pero el impulso de un banco de características similares al Bandes resulta insidispensable para un proceso de crecimiento del sector industrial. Lo que se juega en la interna de la UIA. La elección del presidente de la Unión Industrial Argentina, aún postergada por las diferencias entre los dos sectores que se alternan en la presidencia cada dos años, conlleva una profunda disputa sobre qué modelo de país industrial pretenden cada uno. Están los más conservadores (La Celeste y Blanca), atados a intereses cercanos al sector agropecuario y financiero, y otro más desarrollista (los Industriales), que apuesta a recrear un acuerdo empresarios - trabajadores- Estado (como lo intentara José Ber Gelbard entre 1973 y 1974), acordando tasas de ganancia, inversiones y salarios. El resultado de quien termine presidiendo a la UIA los próximos dos años no es menor en cuanto a cercanías u oposición con el Gobierno, y a las posibilidades a que algún tipo de acuerdo como el citado sea posible o no. Seguir su evolución es una de las pistas para evaluar el rumbo que tomarán los industriales y su relación con el proyecto político y económico que lleva adelante la Presidenta, que como apuntó Roberto Feletti: “ El desafío actual es determinar si surge un bloque de sectores del trabajo y la producción que se hagan cargo y pretendan dar continuidad y profundización a este proyecto que lleva diez años". 05/05/13 Miradas al Sur GB

sábado, 4 de mayo de 2013

GOBIERNO VS DEVALUADORES POR ALEJANDRO ROBA OPINION

El gobierno vs. los devaluadores "Lo que queda claro es que la oposición tiene un plan que se basa en un modelo agroexportador con endeudamiento" Por Alejandro Robba Las corridas contra el peso, promovidas por quienes buscan una abrupta devaluación y, por ende, una depreciación de la moneda nacional que favorezca a los sectores financieros, agroexportadores y a aquellos que están posicionados en dólares, o tienen ingresos en esa divisa, responden a un modelo de país que ya ha quedado en la historia. Una de las buenas noticias de la última década en Argentina es que, además de haberse estimulado la presencia de los jóvenes en la arena pública y el retorno del debate político, también se ha generado el espacio para salir del pensamiento económico único. El modelo de desarrollo con inclusión actual ha introducido una disputa de ideas tan fuerte que toda la corriente económica neoliberal ha tenido que buscar nuevas explicaciones, o poner negro sobre blanco sus silencios para intentar argumentar lo que en años anteriores ellos y sus comunicadores establecieron como verdades universales que construían un supuesto "sentido común" económico. Los debates sobre motores del crecimiento, el rol de las exportaciones, o las causas de la inflación, hasta hace poco tiempo "no tenían quien les escriba”, salvo los autodenominados gurúes de la city o los llamados economistas independientes. Pero ¿qué ha sucedido para que exista una grieta en ese pensamiento único? Varios hechos. El primero es que todas las políticas en nuestro país que tuvieron como ideario al neoliberalismo, nos condujeron al precipicio y caída del 2001. Ese mismo vademécum de sobreendeudamiento y caída de los ingresos de los trabajadores -es decir, tomar al trabajo como un costo y no como un factor de demanda efectiva-, llevaron a los países desarrollados a hundirse en la crisis financiera y económica más profunda desde 1930. Y, el tercer punto, es que Argentina -sin querer ser ejemplo de nadie- aplicó políticas contrarias al recetario ortodoxo y tuvo la mejor performance económica de su historia como país independiente. Por el contrario, Europa, que sigue con los planes de austeridad (ajuste) propuestos por el neoliberalismo, no puede salir de una recesión que en su segunda fase ya lleva más de dos años. Volviendo al debate actual en nuestro país, existe en los últimos días una nueva corrida contra el peso (y van……) por parte de sectores que quieren que el gobierno realice una abrupta devaluación. En definitiva, estos procesos, amplificados por distintos medios de comunicación, buscan forzar una depreciación del peso que favorezca a los sectores financieros, agroexportadores y a aquellos que están posicionados en dólares, o tienen ingresos en esa divisa. Respecto al positivo debate que se está dando en Argentina contra el neoliberalismo –que dicho sea de paso, no es tan frondoso en nuestros países vecinos-, vienen a cuento las declaraciones del actual presidente del Banco Ciudad y referente económico del PRO, Federico Sturzenegger, quien ha sostenido que hay que devaluar la moneda un 40 por ciento para mejorar las ganancias de los exportadores, y así aumentar la inversión y el empleo de ese sector. A confesión de parte, relevo de pruebas. Lo que queda claro es que la oposición política tiene un plan que se basa en un modelo agroexportador con endeudamiento. Un modelo como el que existe en otros países de Latinoamérica, donde en lugar de promover la industrialización se ha producido una reprimarización de sus exportaciones, impulsada por un mercado internacional con buenos precios para las materias primas y Estados que se adaptan casi pasivamente a esas señales del mercado. Por el contrario, lo que viene promoviendo la política económica en nuestro país ha sido una política de tipo de cambio administrado, son miniajustes diarios que mantienen el nivel de competitividad y al mismo tiempo no impactan sobre el nivel de precios ni el trabajo argentino. Esto es así porque el principal motor de crecimiento es el mercado interno y no las exportaciones que sí son indispensables para obtener las divisas necesarias para pagar importaciones y hacer frente a los intereses de deuda en moneda extranjera. Más aun, devaluar profundamente el tipo de cambio en momentos de desaceleración y recesión mundial, no va a redundar en mayores ventas externas sino en un incremento de la rentabilidad de los exportadores, es decir, cantidades vendidas similares pero a precios en pesos más altos. Las declaraciones del senador radical Sanz ponen en palabras lo que la mayoría de la oposición piensa: que la única forma que el gobierno nacional pierda las próximas elecciones es que le vaya mal a la gente. Y una devaluación del 40% justamente tendría efectos penosos sobre la mayor parte de los argentinos. En definitiva, en las corridas se explicita que hay sectores acomodados y sus referentes políticos y mediáticos que quieren volver a un modelo agroexportador con valorización financiera y estado ausente que, en definitiva, es un modelo que sólo puede darle trabajo al 20% de los argentinos. De esa salimos y no queremos volver. Télam GB

PUJA DISTRIBUTIVA POR ALFREDO ZAIAT OPINION

PANORAMA ECONOMICO Puja distributiva Por Alfredo Zaiat Los precios de bienes y servicios suben porque la emisión monetaria es elevada. La cotización del dólar en el circuito marginal aumenta porque existen muchos pesos en el mercado. El consumo de bienes durables se incrementa porque “la gente” no sabe qué hacer con el dinero que le sobra. Las expectativas de los actores económicos son negativas porque la expansión monetaria disimula desequilibrios de las principales variables, en especial las cuentas fiscales por el alza del gasto público. Casi todo lo que sucede en la economía tiene su origen en la emisión de dinero y, por lo tanto, el principal y único responsable es el Banco Central y los políticos populistas que influyen sobre sus decisiones. Está bien ganada así la definición de teoría monetarista. La cantidad de circulante es el determinante fundamental para evaluar la tendencia de la economía y para proponer medidas tras el objetivo de alcanzar “el equilibrio”. Es una corriente analítica de larga tradición en la historia del pensamiento económico, adquiriendo mucha influencia a partir de la década del 70 reteniendo hasta el presente una posición hegemónica en el espacio interpretativo de fenómenos económicos. Ese amplio dominio en el debate público está reflejado en analistas legos y un sector de la población que repite sus postulados como verdades absolutas. Por ese motivo, son expuestas como si fueran parte de la única teoría válida anulando cualquier otra alternativa. Tiene la virtud del mensaje superficial: mucho dinero en efectivo en el mercado es negativo; poco, positivo. Explicación monocausal de la inflación que posee una atracción irresistible por lo vulgar, condición que merece advertirse para eludir confusiones y, especialmente, para evitar que un sector de la población termine defendiendo intereses no propios. Pese a que el discurso predominante es que la emisión es el motivo de la persistencia de la inflación desde 2007, año que comenzó una etapa de aceleración luego de un período (2003-2006) de relativa tranquilidad en ese frente, existe otra visión sobre las fuentes de tensión en los precios. Esta no considera que las políticas fiscales y monetarias hayan sido el origen de la inflación, sino que la causa se encuentra en incrementos de costos ligados a la puja distributiva y mecanismos de indexación, a lo que le agrega el impulso dado por shocks externos provocados por el incremento de precios internacionales de las exportaciones de materias primas. El marco teórico para abordarla lo brinda la corriente estructuralista de la inflación que analiza múltiples causas y explicaciones del fenómeno de aumento sostenido del nivel general de precios. El actual ciclo de la inflación reconoce su inicio en una megadevaluación, alteración de los precios relativos y en una fuerte suba de los precios internacionales de los alimentos (denominada inflación importada). Esto último impactó en los costos directa e indirectamente por exportaciones e importaciones, que luego derivó en un proceso de intensificación de la puja distributiva, lo que se conoce como mecanismo de propagación. Este adquiere cierta autonomía a partir de determinados niveles pasando a ocupar un lugar relevante como factor explicativo de la inflación. Otros países latinoamericanos también registraron aumentos de los precios de las materias primas, causa subyacente de la inflación, pero en el caso argentino el impacto fue mayor. Esto fue así porque la política de tipo de cambio no actuó como atenuante al mantener su competitividad con miniajustes de devaluación de la moneda. Los derechos de exportación (retenciones) intervinieron para compensar el efecto de esa estrategia, medida limitada a partir del rechazo a la resolución 125 en la votación en el Senado. Esa derrota del oficialismo actuó como una importante restricción de política antiinflacionaria. El esquema Metas de Inflación aplicada por otros países, como Brasil, atenúa el impacto de los aumentos de precios internacionales de materias primas con tasas de interés elevadas y apreciación del tipo de cambio. El resultado de una inflación más baja se paga afectando la actividad económica por la caída de la demanda de la producción nacional y por el disciplinamiento de la puja distributiva. Este se concreta al limitar a los formadores de precios internos por la competencia importada, facilitada por la apertura con un tipo de cambio atrasado, y manteniendo el salario real de los trabajadores constantes, sin capacidad para mejorar la distribución del ingreso. Esa estrategia (atraso cambiario y tasas altas para controlar la inflación en un contexto de precios internacionales elevados) provoca otras distorsiones de largo plazo, como la primarización de las exportaciones, el alza del endeudamiento y el aumento de la vulnerabilidad externa por el movimiento de capitales especulativos. En la investigación Márgenes unitarios flexibles, ciclo económico e inflación publicado por el Cefid-Ar, Gustavo Murga y María Agustina Zelada explican que la política cambiaria argentina favoreció el crecimiento del empleo y el Producto, pero también las condiciones para que los industriales puedan enfrentar la competencia importada manteniendo márgenes elevados. Señalan que el grado de sindicalización y la extraordinaria recuperación económica de los últimos años que dio mayor poder de negociación a los trabajadores también marcan una diferencia a la hora de medir los diferentes impactos de la inflación en cada país. Para agregar que “debido a estas dos cuestiones, la aceleración de la inflación en el caso de Argentina, a diferencia del resto de América latina, puede explicarse por un mecanismo autónomo de los impulsos internacionales y la puja distributiva”. Murga y Zelada indican que pueden encontrarse entonces los ingredientes necesarios para evaluar que la historia inflacionaria reciente podría responder a otras causas y mecanismos en los cuales la teoría económica convencional no repara: inflación importada y puja distributiva. “La inflación importada puede ser de esta manera la causa del incremento del nivel general de precios, en tanto impulso exógeno. Y mientras el tipo de cambio nominal no contribuya a amortiguar el efecto del mismo, la puja distributiva puede convertirse en un mecanismo transmisor y acelerador de la inflación”, afirman. ¿Qué significa puja distributiva? La corriente estructuralista entiende a la inflación como resultado de un conflicto que surge a partir de la distribución del ingreso entre los asalariados y las empresas. “De este modo se vuelven necesarias regulaciones para pautar la velocidad de crecimiento de los ingresos de asalariados y capitalistas con el fin de evitar la inflación, y su aceleración, directamente asociada a la escalada del conflicto distributivo”, señalan Murga y Zelada. El conflicto surge cuando las firmas trasladan a precios el incremento de sus costos porque no les alcanza, o no se conforman, con el hecho de poder recuperar por rotación (cantidades vendidas) lo que pierden en tasa de ganancia (caída efectiva del margen unitario). De ese modo adquiere centralidad la dinámica de la negociación paritaria anual donde intervienen los dos actores principales (empresa y sindicato) con el Estado involucrado en esa tensión en función a su posición respecto a la distribución del ingreso. Esta última variable mejora cuando avanza la tasa de crecimiento de los salarios sobre la de los márgenes unitarios, como se ha registrado en los últimos años, según Murga y Zelada. Pero, a la vez, mencionan que ello no puede lograrse sin consenso o disciplinamiento puesto que “cabe la posibilidad de que los productores trasladen a precios lo que consideran como un incremento de sus costos”. Por ese motivo aconsejan estudiar el movimiento de salarios y margen unitario (ganancia) de cada uno de los sectores productivos para instrumentar una política de ingresos efectiva tras el objetivo de estabilizar la inflación y de este modo lograr una mejora sostenible en la participación de los asalariados en el ingreso. azaiat@pagina12.com.ar 04/05/13 Página|12

DE NARVAEZ SUSPENDIDO

La Justicia suspendió los spots políticos de De Narváez La decisión fue de la jueza federal con competencia electoral María Servini de Cubría al considerar que busca captar el voto violando los plazos que la ley establece para hacer campaña electoral. La jueza federal con competencia electoral María Servini de Cubría ordenó hoy la "inmediata suspensión de los spots políticos publicitarios" del diputado nacional Francisco De Narváez que emite por televisión y radio. Fuentes judiciales informaron que la magistrada hizo lugar a un planteo del apoderado del Frente para la Victoria, Jorge Landau, y consideró que el aviso de De Narváez "Ella o Vos" busca captar el voto violando los plazos que la ley establece para hacer campaña electoral, indicó DyN. "El cuestionado aviso publicitario podría interpretarse en principio, como acto de campaña electoral, al pretender colocar en este momento del año, a través de los medios de audio y televisión, en mente de los ciudadanos que deberán votar, la diferencia entre su persona -o su proyecto- y quienes ejercen el gobierno nacional -léase 'Ella o Vos', por ejemplo", sostuvo Servini de Cubría. El Afsca notificó a los medios de suspender los spots políticos El presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Martín Sabbatella, dispuso notificar a los medios radiales y televisivos la orden judicial de suspender inmediatamente los spots publicitarios en medios radiales y televisivos relacionados con el diputado Francisco De Narváez. El presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Martín Sabbatella, dispuso notificar a los medios radiales y televisivos la orden judicial de suspender inmediatamente los spots publicitarios en medios radiales y televisivos relacionados con el diputado Francisco De Narváez y la agrupación política a su cargo. Las notificaciones cursadas por el organismo se realizaron en cumplimiento con la solicitud del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº1, a cargo de la jueza María Servini de Cubría, quién ordenó la suspensión de los spots, de acuerdo con las prescripciones del artículo 64 del Código Electoral de la Nación. Dicho artículo, que regula la publicidad en medios de comunicación, establece que: "Queda prohibida la emisión y publicación de avisos publicitarios en medios televisivos, radiales y gráficos con el fin de promover la captación del sufragio para candidatos a cargos públicos electivos antes de los veinticinco (25) días previos a la fecha fijada para el comicio. La prohibición comprenderá la propaganda paga de las imágenes y de los nombres de los candidatos a cargos electivos nacionales, ejecutivos y legislativos, en los medios masivos de comunicación (televisión, radio e Internet), vía pública, medios gráficos, telefonía móvil y fija, publicidad estática en espectáculos deportivos o de cualquier naturaleza, así como también la publicidad alusiva a los partidos políticos y a sus acciones, antes de los veinticinco (25) días previos a la fecha fijada para el comicio. El juzgado federal con competencia electoral podrá disponer el cese automático del aviso cursado cuando éste estuviese fuera de los tiempos y atribuciones regulados por la ley". La resolución judicial dirigida al presidente del Afsca, Martín Sabbatella, que lleva la firma de la jueza Servini de Cubría, notifica que "en la causa caratulada 'Uribarri Sergio s/ denuncia', que tramita ante este Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº1 a mi cargo, Secretaría Electoral interinamente a cargo del Dr Martín Rosendo Seguí, a fin de hacerle saber que en el día de la fecha este Tribunal resolvió: ORDENAR LA INMEDIATA SUSPENSIÓN DE LOS SPOTS POLÍTICOS PUBLICITARIOS EN MEDIOS RADIALES Y TELEVISIVOS, relacionados con el diputado Francisco de Narváez y la agrupación política a su cargo, de acuerdo con las prescripciones del artículo 64 ter del Código Electoral de la Nación. Asimismo, solicítole tenga a bien arbitrar los medios necesarios para dar el correspondiente aviso de lo dispuesto por esta judicatura a los medios radiales y televisivos". Infonews