lunes, 25 de marzo de 2013

CFK-MANSION SERE, DISCURSO COMPLETO.

Discurso completo “Muchas gracias. Gracias, yo también los quiero mucho a todos. Primero muy buenos días a todos y a todas, a todo Morón: hoy es un día muy especial por muchas cosas. Estamos a 48 horas, un poco menos, del 24 de marzo, de otro aniversario que no quisiéramos tener los argentinos, porque a uno le gustan los aniversarios, aún aquellos hechos controversiales o no, pero este es un aniversario que no nos gustaría tener que recordar, pero que sí tenemos la obligación de recordar. Yo quiero agradecer en primer término la presencia de las organizaciones de Derechos Humanos, de Madres, de Abuelas, HIJOS, familiares, ex Detenidos Desaparecidos de la Mansión Seré. Ahí están en primera fila hombres y mujeres que sufrieron tormento y tortura en este lugar. Pero también quiero agradecer, ustedes podrán ver aquí, están a la vista, estos son los legajos originales de la CONADEP, de aquella Comisión Nacional creada durante la gestión del presidente Alfonsín; son los originales que no estaban en poder del Estado porque Pablo Ferreira, agente de la Secretaría General de la Presidencia de aquel momento, los rescató temeroso de que pudieran desaparecer los originales y hoy entrega al Gobierno Nacional los originales juntamente con la nota original firmada. Hemos invitado a este acto a todos los presidentes de los distintos bloques de Diputados y Senadores de la oposición y también a los miembros sobrevivientes de aquella Comisión, que quiero recordar exactamente los nombres: Ricardo Colombres, René Favarolo, Hilario Fernández Long, Carlos Gattinoni, Gregorio Klimovski, el rabino Marshall Meyer, Monseñor Jaime De Nevares -nuestro querido Jaime De Nevares- Eduardo Rabossi, Ernesto Sábato, nuestro querido escritor, Hugo Diógenes Piucill. Invitamos también a la señora Magdalena Ruiz Guiñazú, periodista que formó parte de esa Comisión, que por compromisos familiares no pudo asistir pero nos hubiera gustado tenerla presente; Horacio Huarte, que no pudo venir porque en estos momentos está declarando en los Tribunales de Bahía Blanca también en juicios de lesa humanidad, y el diputado Santiago Marcelino López que creo que está presente, me dijeron que iba a venir y formaba parte de esta Comisión. Tenemos junto con nosotros también dos secretarios, porque en la Secretaría de la Comisión estaba Graciela Fernández Meijide, que la invitamos pero que está en el exterior y no pudo asistir, y Daniel Salvador que creo que también está entre nosotros y nos acompaña, Secretario de la Comisión, y el señor Leopoldo Silgueira que también asiste, Secretario de la Comisión. El propósito de esto es saber que esta recordación no es patrimonio de ningún sector político de la Argentina, porque cuando se atenta contra la democracia, cuando se expulsa de la Casa de Gobierno a un gobierno votado por el pueblo, aún cuando no se pueda estar de acuerdo con las políticas de ese gobierno, cuando se cierra un Parlamento donde están representados las provincias y los pueblos del país, no se atenta contra un partido o contra un sector político, sino que se atenta contra la democracia que es la forma de vida en que queremos vivir todos los argentinos. Nos acompaña también junto a los ex detenidos desaparecidos, Carlos García que fue uno de los que huyó en aquella noche del 24 de marzo de 1978 junto a Rusomano, a Fernández y Tamburrini, los los están fuera del país viviendo en España, en Francia, en Suecia. Uno entiende estas cosas porque no debe ser fácil por allí con todo lo que le pasó a uno y comprendo como argentina y como Presidenta que le queden cosas adentro que le impidan volver. Muchas veces juzgamos con demasiada facilidad, con demasiada ligereza y creo que tenemos que entender las cosas que forman parte de la condición humana. Recién decía el Intendente, la forma, porque este lugar no quiere ser un lugar de recuerdo de la muerte, acá queremos conmemorar la vida, y porque queremos conmemorar la vida hay un espacio de la memoria pero la mayor parte del predio está ocupada en actividades vitales, en el deporte, en la cultura, en la expresión, en las mejores expresiones y en las mejores virtudes de la condición humana. Porque bueno es saber también que la condición humana tiene estas cosas, lo dije muchas veces, lo repetí también en otros lugares lejanos de esta tierra donde sería fácil para nosotros imaginar que quienes cometieron estos hechos fueron monstruos o seres extraterrestres, porque nos dejaría con la conciencia tranquila de que no puede haber un hombre o una mujer que hagan estas cosas. Pero no, los que han hecho estas cosas han sido hombres y menos mujeres, lo cierto es que han sido menos mujeres, han sido hombres que cuando llegaban a sus casas dormían con su mujer, besaban a su hijo, acariciaban a su perro, comían en la mesa, y también iban a misa o a cualquier lado, pero lo importante es saber que en la condición humana había también lo peor y lo mejor del ser humano, y que está en cada uno de nosotros hacer el esfuerzo personal desde adentro hacia fuera para que en cada uno de nosotros aflore únicamente lo bueno y lo mejor; que tengamos la fuerza suficiente para dejar de lado lo malo, lo feo, el odio. El odio nos convierte también en personas feas, en personas que tal vez sufran sin darse cuenta, no se puede vivir con odio. Recién charlábamos de las contradicciones con Carlos García. Me decía que él era militante de la UES, porque aquí también como decía Lucas hubo militantes y no militantes. Tampoco, por favor, hagamos una Argentina silente en la que parecía que los que estaban presos lo estaban porque estaban presos y nada más. Eran militantes políticos que luchaban por ideas; había otros que ni siquiera eso, que a lo mejor figuraban en una agenda o eran parientes o se equivocaban. Me contaba recién Carlos, para que veamos la tragedia que vivió la Argentina, que en la misma habitación que estuvieron él y sus tres compañeros que pudieron huir, estuvo otro que no pudo huir y que era militante de la UES, que le decían “el vasco”, cuyo apellido era Astiz y es primo del otro Astiz que hoy está siendo juzgado. Digo esto para entender la tragedia que hemos vivido, familias donde había una víctima y del otro lado un victimario. Y entre los empleados que hoy estamos reconociendo, porque muchísimos empleados del Estado Nacional figuran todavía como cesantes, suspendidos. No, no estaban cesantes o suspendidos porque abandonaron el trabajo, sino simplemente porque son detenidos desaparecidos, entre ellos el papá de nuestro querido compañero Juan Cabandié que por entonces era empleado de Entel, de la vieja Entel. ¿Dónde está Juán? Ahí está Juan. El papá de Juan figuraba como “en abandono de servicio”. No, no había abandonado el servicio, o abandonado el Estado, no sé cuál era la calificación, lo cierto es que era un manto de silencio y olvido sobre la situación, sobre la verdadera situación de detenidos y desaparecidos por el terrorismo de Estado. Yo creo que hay una clave en todo esto. ¿Cómo se remonta esto? Se remonta obviamente con memoria, con verdad y con justicia, que hoy se están cumpliendo en los distintos tribunales del país. Hace pocos días también, para ver esto que afectó a todos los argentinos, comenzó en Rawson un juicio por la muerte con tortura del entonces diputado radical Abel Amaya y el entonces senador radical Hipólito Solari Yrigoyen, que también fue torturado pero pudo sobrevivir, su compañero Amaya no pudo sobrevivir. Por eso es bueno que entendamos que esta, con todas sus contradicciones es una fecha de la democracia, de esa democracia que tanto costó recuperar y en la que debemos asegurar, porque lo que pasó no fue por casualidad ni porque sí. Si uno mira los índices que tenía el país de ocupación, de nivel de vida, de calidad de vida, de industrialización, de trabajadores, de desarrollo social que tenía al momento de producirse el golpe, y cómo terminamos luego en 1983 cuando llega la democracia, y luego lo que pasó en la segunda parte cómo terminamos en el 2001, vemos que realmente el mejor homenaje que se puede hacer a todos aquellos que hoy no están o los que están y sufrieron, es precisamente seguir logrando esta Argentina con mayor inclusión social, con mayor trabajo, de fábricas abiertas, de ciencia y tecnología, Porque a ese 24 de marzo no se llegó de repente en un plato volador. En Berazategui estamos inaugurando lo que recién nos contaban Patricio el Intendente, Alicia y Mónica, que obtuvo su título secundario, víctima de violencia de género y que hoy está estudiando en la universidad; allí se hizo un Paseo de la Memoria que abarca los 200 años de historia, un paseo de 500 metros construido por cooperativistas de Argentina Trabaja, que construyeron ladrillo por ladrillo, luminaria por luminaria, y están todos los hechos de la historia, desde las huelgas de la Patagonia hasta la Semana Trágica, la caída de Yrigoyen, el bombardeo a la Plaza de Mayo, la Noche de los Bastones Largos. Allí estaba el fallecido Gregorio Klimovsky, un gran científico argentino que se quedó en el país pero cuántos como Gregorio Klimovsky se fueron del país porque esa noche entraron a los bastonazos en la Facultad de Ciencias Exactas, porque siempre le tuvieron miedo al conocimiento, a la ciencia, a los que pensaban, a los que creían. Por eso además del trabajo nosotros tenemos que honrar la memoria a partir del conocimiento, de la ciencia, de la tecnología, por eso esa casi obsesión que tengo por lograr la recuperación de cerebros que se fugaron del país, que los fugaron del país por falta de oportunidades o persecución política, como pasó en el 66, creo que allí se fue César Milstein que luego resultó ser Premio Nobel. También en ese Paseo de la Memoria está Malvinas, nuestros combatientes, nuestros soldados, los que fueron a defender con su vida la patria y a quienes también les debemos el honor de la memoria, el recuerdo permanente y eterno, y el agradecimiento, hijos del pueblo. Esta compleja historia argentina que requiere por parte de todos un gran esfuerzo para superar los momentos de tragedia y para volver a recuperar la alegría, porque todos sabemos que una de las claves de la derrota de los pueblos el insuflarles pesimismo y tristeza. Ningún pueblo pesimista, triste, puede ser libre y nosotros queremos pueblos libres, hombres y mujeres libres que puedan elegir qué vida quieren vivir, a qué Dios le quieren rezar, cómo quieren ser. Libertad que también implica un profundo respeto y amor al prójimo; no hay libertad sin amor al prójimo. En este día tan hermoso de sol nos vemos rodeados de verde, rodeados de esta juventud que se ha incorporado a la política y que parecía haberse retirado definitivamente de la vocación noble que significa militar. Militar también es una vocación de servicio, es importarte lo que le pasa al otro, es tener ganas de ir el fin de semana a pintar una escuela, a hacer trabajo social a la villa o al barrio de emergencia. La experiencia de aquella juventud que tenía distintas vertientes, cuánto militantes sociales, catequistas católicos que se incorporaban al trabajo en las villas, todos esos chicos que luego reaparecieron con el advenimiento de la democracia con muchas ilusiones y esperanzas, que se frustraron y finalmente parecía que quienes habían dado aquel golpe el 24 de marzo habían logrado su objetivo. El objetivo no sólo era un país sin industrias, un país donde manejara solamente el capital financiero, era además instalar en cada uno de los argentinos que no valía la pena ocuparse del otro porque si te ocupabas del otro te podía pasar algo; mejor ocuparte de vos mismo y si estabas ocupándote de vos mismo no te pasaba nada. El miedo. Y al miedo le siguió el egoísmo, el egoísmo es el hijo del miedo, no lo olviden nunca, solamente los que tienen miedo pueden ser egoístas, los que no tienen miedo son solidarios. Hay que tenerle miedo sólo al egoísmo y a la insolidaridad que nos deja solos. Recién escuchaba a Tati y porque conozco su historia me voy a tomar la libertad de decirlo. Tati me dijo un día "yo era una gorila terrible, Cristina, yo no entendía nada". Su hijo desapareció en 1975 en el ex Instituto Geográfico Militar, hoy Instituto Geográfico Nacional y Tati, y Estela que está por ahí también, Estela a quien un día le dimos el premio a los derechos humanos y con valentía en el Salón Blanco –estaba Néstor también- confesó que ella era una de las tantas argentinas que había estado en la Plaza de Mayo del 55, esa plaza que conmemoramos en Berazategui como uno de los hitos de esas tragedias, porque los argentinos tenemos que abrir la cabeza y entender todas las cosas que nos habían metido, esa cultura a través de medios, a través de una historia falsificada, de prejuicios entre nosotros mismos de creernos unos porque a lo mejor somos más rubios…, yo soy morocha, soy la morocha argentina, pero lo que quiero es que no peleemos, que nos entendamos, esta es la clave, porque hay algunos que quieren que nos peleemos, no les voy a dar el gusto, no nos vamos a pelear, nos vamos a entender los argentinos de una buena vez por todas. Y hay gente, porque mi viejo también era así, hijo de inmigrantes, que por ahí porque son coloraditos, de ojos claros, pelirrojos o rubios, creen que son distintos a un morocho o un hermano latinoamericano. Y yo quiero que sepan que es cierto que podemos ser diferentes pero que ser diferentes no significa que uno sea mejor y el otro peor, tampoco creo en los iguales y todos igualitos, eso tampoco dio resultado, se cayó de a pedazos. Lo sabemos los que conocemos un poco de historia. Lo maravilloso es reconocerse en la diferencia porque Dios nos hizo a su imagen y semejanza pero a todos diferentes, para que tengamos la opción de elegir qué queremos ser. Esto es la condición humana, la diversidad, la pluralidad y la aceptación de esa diversidad y esa pluralidad. Ahí está la clave para que nunca más, nunca más vuelva a ocurrir el desencuentro entre los argentinos, porque bueno es señalar que pudieron operar y pudieron suceder cosas porque trabajaron sobre el desencuentro, sobre el enfrentamiento, sobre las vanidades, los egos y las mediocridades, y un puñado muy chico sobre sus intereses económicos, para manipular a todo el resto de una sociedad que muchas veces no entendía por prejuicios culturales que finalmente iban a ir por todos como pasó en ese 2001, cuando el país entero se cayó, salvo algunos pocos. Por eso el 24 de marzo tiene que ser abordado desde esa caracterización, desde el entender, desde saber convencer al otro, y si no se convence paciencia, porque somos más los que nos hemos dado cuenta de lo que nos pasó y por lo tanto no vamos a volver a cometer los mismos errores. No podemos tener la soberbia de pensar que nunca nos equivocamos, porque yo siempre digo que los que más responsabilidad tienen para que el cambio y la transformación sigan adelante, son los que están convencidos de esa transformación y de ese cambio, y por lo tanto tienen la obligación de ser los más comprensivos, los más inteligentes, los más tolerantes y los que más entiendan. No tolerantes porque esa palabra no me gusta mucho, me gusta entender, tolerar parece como que te tengo que aguantar, aceptar es la palabra adecuada. Por eso quiero decirles a todos los argentinos, como dice la locutora que siempre me presenta, la Presidenta de los 40 millones de argentinos; quiero decirles a los 40 millones de argentinos que la patria es de todos y que necesitamos que todos puedan tener los mismos derechos. Necesitamos que Mónica pueda terminar su secundario, trabajar e ir a la universidad, para que no dependa de nadie más que ella y no pueda ser objeto de violencia; necesitamos que los chicos tengan su asignación universal por hijo para que vayan al colegio, les controlen la salud y puedan tener una niñez feliz; necesitamos que los científicos sigan trabajando con absoluta libertad en nuestro país y por sobre todas las cosas necesitamos esta maravillosa libertad que hemos conseguido donde cada uno puede decir lo que quiere y lo que piensa. Pero al lado de esa libertad vamos a luchar por más igualdad, por lo que menos tienen, por los más pobres, para estar siempre junto a ellos. Ese es el mandato de los 30.000 desaparecidos, este es el mandato de los que ya no están, de los que sufrieron, estar junto a los que más necesitan, a los más vulnerables, a los más pobres, a los que no pueden defenderse con sus propias manos. En nombre de ellos y por ellos es que vamos a continuar en esta tarea de seguir cambiando a la patria y mejorándola todos los días un poquito más. Muchas gracias y hasta siempre, los quiero mucho, que Dios los bendiga a todos y a todas. Muchas gracias”. GB

VENEZUELA RIESGO GEOPOLITICO.

Venezuela: riesgo geopolítico Por Simón Vargas Aguilar* El 9 de marzo de 2013, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, aseguró que después de la muerte de Hugo Chávez, el gobierno ruso quiere mantener sus relaciones con Venezuela; pero destacó que podrían deteriorarse en caso de que no se respeten los contratos militares firmados por el ex presidente Chávez. Y es que, de acuerdo con el diplomático ruso, los lazos entre Rusia y Venezuela se construyeron por un vínculo de amistad entre dos países que comparten tensas relaciones con Estados Unidos. En este sentido, el presidente ruso Vladimir Putin declaró que "Hugo Chávez fue un gran amigo de Rusia", y no cabe duda que él fue un puente entre Moscú y América Latina, ya que en su mandato realizó nueve viajes a Rusia. Lavrov señaló que el interés de Venezuela hacia Rusia se vincula con la creación de una alianza estratégica disuasiva hacia Estados Unidos, principalmente en el ámbito tecnológico-militar. Esto a raíz del embargo militar impuesto por Estados Unidos a Venezuela, en 2005. Entre 2005 y 2007, Venezuela compró 24 aviones de combate Su-30MK2, 50 helicópteros Mi-17B, Mi-35M y Mi-26T, 12 sistemas de misiles antiaéreos Top-M1 y 100 mil fusiles AK-47. Estos últimos impulsaron la construcción de una fábrica de municiones para completar el proceso logístico. Cabe mencionar que la cartera de pedidos de Venezuela a Rusia en 2012, se valuó entre 6 mil y 7 mil millones de dólares (sin contar con el crédito emitido anteriormente por 4 mil 400 millones de dólares). Asimismo, Rusia es el segundo exportador de armamento del mundo después de Estados Unidos, tanto que en 2011 vendió 11 mil millones de dólares en armas a través de su exportadora estatal, Rosoboronexport. En septiembre de 2012, el director del Centro de Análisis del Comercio Internacional de Armas, Ígor Korotchenko, proyectó que en los próximos años India, Venezuela y Vietnam se convertirán en los principales países importadores de armas rusas, y precisó que "en el periodo entre 2012 y 2015 el país que ocupa el primer lugar en volumen de exportación militar rusa es de nuevo India, con un volumen de 14 mil 300 millones de dólares. En segundo lugar, Venezuela supera a Argelia, con 3 mil 200 millones de dólares, seguidos de Vietnam con 2 mil 430 millones de dólares". Con la llegada de Putin al Kremlin, la política exterior rusa experimentó un cambio radical que significó la búsqueda de hegemonía e influencia en el panorama internacional a través de las inversiones en petróleo y gas. Es por esto que desde 2010, la compañía petrolera estatal venezolana PDVSA y el Consorcio Nacional Petrolero de Rusia –conformado por Gazprom, Rosneft, Lukoil, TNK-BP y Surgutneftegaz– firmaron un contrato por 20 mil millones de dólares para el desarrollo del Bloque Junín-6, ubicado en la cuenca del Río Orinoco, la faja petrolífera con mayor acumulación de petróleo en el mundo. Por esto, el director adjunto del Instituto de Latinoamérica de la Academia Rusa de Ciencias, Vladimir Sudarev, expuso que: "Venezuela abrió las puertas de Latinoamérica a Rusia, mediante sus compras masivas de armamento y a través de la participación de compañías rusas en la extracción de petróleo y gas". Conviene destacar que al funeral de Chávez asistieron el presidente de la petrolera Rosneft, Igor Seshin; el director de Rostechnology (Tecnologías de Rusia) y anteriormente, jefe de Rosoboronexport, Serguei Shemezov; el secretario de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, y el ministro de comercio, Denis Manturov, quien declaró: “Hemos firmado contratos con el Estado venezolano, por lo que existen obligaciones federales de nuestros socios… Esperamos, en caso de un cambio de gobierno, seguir manteniendo relaciones cálidas y constructivas”. Sin embargo, el director del Fondo Nacional de Seguridad Energética, Konstantín Simónov, ha declarado que los únicos dos escenarios en los que Rusia podrá seguir participando en los proyectos venezolanos es que gane un político cercano a Chávez o que los militares lleguen al poder. De ganar la oposición, las compañías rusas tendrían que abandonar Venezuela. Y recuerda que “Chávez expulsó a las compañías estadunidenses sin pagarles una compensación, por lo que si gana la oposición, ‘adiós al dinero ruso’. Será una repetición del caso Libia, donde la amistad con Kadafi llevó a que se detuvieran los proyectos rusos”. Esta elección, sin duda, pone en riesgo la geopolítica regional. *Presidente de Educación y Formación con Valores AC, y analista en temas de seguridad, educación y justicia Twitter: @simonvargasa Facebook: @simonvargasa simon.9@prodigy.net.mx La Jornada, México

BORGES DISCIPLINADO.POR ALBERTO ELIZALDE LEAL, OPINION

Borges disciplinado Por Alberto Elizalde Leal. Secretario de redacción contacto@miradasalsur.com Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires, en la calle Tucumán, en una típica casa porteña de patio grande y galería. Pasó parte de su infancia en Palermo, estudió en Suiza y escribió muchos libros importantes para la literatura argentina. Su familia era de raigambre oligárquica y extranjera y durante su juventud se afilió a la UCR. Fue tenazmente antiperonista y murió a los 87 años en Ginebra, ciudad que había elegido como su última morada. Punto final. Esto es –palabras más, palabras menos– lo que un alumno de cuarto año hubiera escrito como síntesis biográfica de Borges, copiando los conceptos(?) centrales de la nota que el historiador Alberto Lettieri publicó en Miradas al Sur el 3 de julio pasado en este mismo espacio de contratapa. De más está decir que el avispado estudiante hubiera agregado también algunos datos tomados de Google y Wikipedia, fuentes donde Lettieri parece haber abrevado en la escritura de su texto. No es solamente la pedestre enumeración de información archiconocida ni la abundancia de adjetivos (recurso que Borges hubiera fulminado) ni la ausencia de alguna mención a su obra, ni siquiera la audaz conjetura sobre los estados de espíritu del escritor (“...el retorno de la democracia en 1973 fue percibido con espanto...”) lo que ha motivado a este empedernido lector de la poesía y la prosa borgeana para manifestar su discrepancia y ensayar una respuesta al texto de marras publicado por quien es un habitual colaborador de Miradas al Sur. Durante los tenebrosos días de la última dictadura, Borges se manifestó repetidamente contra la posibilidad de una guerra con Chile y condenó también la aventura bélica de Malvinas. Un oficial del Ejército publicó una nota –o solicitada– criticando a Borges, de quien se manifestó amigo y admirador. La respuesta no se hizo esperar y con la ironía y el humor que eran su marca registrada, JLB dijo que hasta ese momento siempre le había tocado defenderse de sus enemigos y se encontraba de pronto en el extraño trance de defenderse de un amigo. Criticar la nota de un amigo de la casa no es fácil ni especialmente gratificante, pero más allá de cierto desapego a los rigores de la redacción periodística o las obviedades informativas ya referidas, en el entretejido de un texto que se propone apodíctico se deslizan, ominosos, los rizomas de un canon conceptual absolutamente inadecuado para la comprensión de la obra y la vida de un autor y las condiciones de producción de su discurso estético y simbólico. Repetir una y otra vez, como un mantra tibetano, las características antipopulares, antidemocráticas y pro oligárquicas del Borges hombre norges ys arroja instantáneamente al infierno en llamas del monismo ontológico, la imposibilidad de lo diverso y, por lo tanto, el congelamiento del especimen –ahora transmutado en cosa-en-sí-mala– en categoría eterna e inamovible: personero de la antipatria. Sus graves pecados opacan el resto de su vida. Así, no existe un Borges poeta, ni un Borges cuentista, ni un Borges ensayista, ni traductor, ni prologuista, ni crítico, ni nada. Hay solamente una totalidad marcada por el hierro del juicio popular. Se lo juzga, diría Jorge Semprún, por la parte más inerte y viscosa de sí mismo: su ser social. Esta mirada pre-Saint-Beuve desconoce totalmente la abundantísima obra de crítica literaria y análisis del discurso que –por lo menos desde el siglo XIX– ha ido construyendo la noción de la especificidad de los discursos sociales y la complejidad de la relación entre el autor, su obra y el contexto social y cultural. Borges, ¿es la nota de Lettieri? Las acusaciones de catecismo peronista que se le propinan, ¿describen su totalidad? ¿Esas palabras dibujan su contorno real o nos entregan un pedacito, el más olvidable y gris de un Borges que es más su obra que él mismo? La posteridad, esa ucronía supuestamente feliz con que los mortales soñamos, ¿reconocerá el Borges que nos dibuja el crayón militante pero grosero de Lettieri? Los historiadores de la cultura de esos años, los semiólogos, los incansables buscadores de los mitos literarios, los simples lectores, ¿creerán la imagen que nos entrega ese texto inútilmente despiadado? ¿O se sumergirán, maravillados, en un mundo de impecables metáforas, de inquietante universos desconocidos, de morosas poesías alejandrinas y amables aunque implacables cuchilleros? En Borges y yo podemos leer: “Nada me cuesta confesar que he logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición”. El hombre-Borges y el Escritor-Borges son uno y son distintos, el reconocimiento de esta unidad contradictoria entre lo biográfico, lo literario y lo social ha sido establecido largamente por la crítica y la insistencia de Lettieri en la presentación de un Borges unilateral, insensible aprovechador de los recursos del Estado, hace pensar que si él, en lugar de Sartre, se hubiera ocupado de Jean Genet, hubiera simplificado su vida con una simple fórmula: “Fue un delincuente homosexual, psicológicamente inestable que ocasionalmente escribía teatro y fue pareja del filósofo Michel Foucault”. Finalmente, hay en el texto un pasaje en el que se alude al nombramiento de JLB como “inspector de aves y ferias”, alejándolo de su puesto en la Biblioteca municipal Miguel Cané, describiendo el hecho como “una oportunidad que el gobierno democrático y popular le daba para salir de su mágico mundo de ilusiones…etc.”. También califica el nombramiento como un “ascenso” en el escalafón municipal. La frase destila cinismo y se alinea incondicionalmente con el propósito disciplinador que el gobierno peronista tuvo al nombrar a un intelectual en una función para la que no sólo no estaba preparado, sino que era consecuencia de sus posiciones políticas. La pequeña venganza de burócratas intrascendentes era en realidad una manifestación más de las necesidades de combatir, anular y reprimir el disenso de los sectores estudiantiles e intelectuales afines a la oposición al gobierno. Pero, ¿qué disciplinar en Borges? Pese a su afiliación a la UCR, su antiperonismo nunca fue activo, no pasó de declaraciones y manifestaciones más o menos públicas, no formó parte de grupos militantes ni participó de actividades conspirativas. ¿Disciplinar sus ideas? Parece ingenuo pensar que un acto burocrático pudiera expurgar a Borges de sus convicciones. Foucault nos dice en Vigilar y castigar que “el poder disciplinario tiene como función principal la de enderezar conductas” y dispone en tal sentido de una vasta panoplia de dispositivos coaccionantes, intimidantes, de vigilancia, control y seguimiento de los cuerpos a disciplinar. De alguna manera, la disciplina social, a través de sus dispositivos, “fabrica” individuos que deben adaptarse a cierto corpus praeceptum, cierto orden social que, a veces, los outsiders de la sociedad, los fabricantes de mitos, monstruos y ciudades fantásticas se empeñan en criticar. Borges se autodefinía anarquista y su (imposible) sueño de libertad individual absoluta chocó muchas veces con la realidad de un país en cambio y la afluencia de la sociedad de masas. Lo dijo a su manera, en las líneas de un poema: “Un solo hombre ha nacido, un solo hombre ha muerto en la tierra. Afirmar lo contrario es mera estadística, es una adición imposible. No menos imposible que sumar el olor de la lluvia y el sueño que anoche soñaste”. 24/03/13 Miradas al Sur

BERNARDO ALBERTE, IN MEMORIAM.

Bernardo Alberte A 37 años de su asesinato Por Bernardo Alberte (h) El asesinato del coronel Bernardo Alberte en la madrugada del 24 de marzo de 1976, a dos horas de iniciado el golpe de Estado, es el trágico símbolo de la hora cero del genocidio ejecutado por Videla y sus secuaces, con la complicidad civil de la oligarquía empresaria ligada a Martínez de Hoz y la mayoría de la jerarquía de la Iglesia Católica. Las características del crimen que aún hoy, 37 años después, conmueven a quien sabe de él por primera vez – mi padre fue arrojado vivo al vacío desde la ventana del sexto piso de su domicilio, la comisión autora del crimen estaba integrada por fuerzas militares al mando del entonces coronel Oscar Enrique Guerrero - y sorprende también, por haber sido Alberte, un destacado oficial del Ejército Sanmartiniano, quien, si bien combatió a las dictaduras militares, sufrió cárceles y persecuciones, la expulsión del ejercito, el exilio tras el derrocamiento del General Perón en 1955, al regresar el peronismo al gobierno en 1973 fue reincorporado al Ejército y era por lo tanto, un camarada de armas de sus asesinos. Desde luego que mi padre murió conciente del abismo que había entre las ideas que él defendía – su familia distribuyo su premonitoria carta abierta a Videla escrita horas antes del golpe - y los intereses espurios que custodiaban el jefe golpista y los entonces coroneles Carlos Alberto Martínez, Jorge Eugenio O’Higgins y Oscar Enrique Guerrero, futuros generales de la dictadura, el primero hoy procesado por el homicidio de Alberte y los segundos pendientes de serlo. Una gran enseñanza de aquella época es frecuentemente soslayada: a los golpistas les resultó muy fácil tomar el gobierno porque quienes lo ejercían hasta el 24 de marzo, ya les habían concedido buena parte del poder material – primero el de arrasar la provincia de Tucumán y luego, tras entregarles la jefatura del Ejército, el de ‘aniquilar a la subversión’ en todo el país. Además, en cuanto al empleo del lenguaje oficial para justificar las características de la represión nos costaría encontrar diferencias - la “serpiente roja del Paraná” de la Presidente Martínez en el otoño de 1975 - es casi insuperable, de esta forma justificaban la represión militar y policial de Villa Constitución para cortar el proceso combativo que se había producido en la localidad alrededor de los trabajadores de la planta siderúrgica de la empresa Acindar. El futuro ministro de Economía de la dictadura José Alfredo Martínez de Hoz era presidente del directorio de la acerera. La represión a los obreros dejo un saldo de miles de despedidos, cientos de presos y decenas de torturados y desaparecidos, se les aplicó la ley antisubversiva, equiparando a los gremios combativos con las organizaciones guerrilleras. Esto sin contar que tampoco difirió por sus hechos el accionar de la Triple A y por su lenguaje fue igual o peor – “Troxler (Julio) murió por bolche y mal argentino. Ya van cinco y seguirán cayendo los zurdos”; “Silvio Frondizi (…) Murió como mueren los traidores (…) Mueran los bolches asesinos. AAA – Comando Tres Armas”. Son palabras de setiembre de 1974, durante el apogeo de la Alianza Anticomunista Argentina bajo el gobierno de Isabel Martínez y el comando de José López Rega, “el poder detrás del trono”. Hay demasiados cabos sueltos de aquel período. Se sabe y surge de los hechos que tras la caída en desgracia de López Rega en julio de 1975, la Triple A fue puesta bajo “control operacional” del Ejército. Y según la denuncia del oficial de la Policía Federal Peregrino Fernández del año 1982, el enlace entre la Triple A y el Ejército fue el militar Mohamed Alí Seineldín, quien nunca lo desmintió. Pero no se sabe qué autoridades participaron en semejante resolución bajo el gobierno constitucional. La Corriente Peronista 26 de Julio fundada por mi padre en 1975 fue blanco de la Triple A en las semanas previas al 24 de marzo. El local porteño de Rivadavia 764 lugar donde funcionaba la corriente fue atacado. Hubo compañeros secuestrados y luego liberados. Alberte eludió un intento de secuestro el 12 de marzo, un día antes otro integrante de la corriente el compañero Máximo Augusto Altieri desaparece, mi padre sale decidido a encontrarlo, intenta hacer un canje con sus secuestradores a la postre sus asesinos, y escribe una carta abierta a la Triple A, ofreciéndose como canje. El día 20 de marzo logra encontrarlo masacrado en la morgue del cementerio de Avellaneda a punto de ser enterrado como N.N. El hallazgo del cuerpo de Máximo Altieri conmovió profundamente a mi padre y lo decidió a escribir su memorable Carta abierta a Videla, donde lo responsabilizaba por su complicidad sobre la represión ilegal que se abatía sobre nuestro país y le advertía del error histórico que cometerían las FFAA de realizar un nuevo golpe militar. Bernardo Alberte, mi padre, junto a miles de compañeros no fueron derrotados, fueron asesinados por fuerzas antinacionales, murió por ser impulsor y participe activo de una revolución, lo asesinaron porque comprendió la realidad e intento modificarla. Hoy estos arquetipos aparecen como símbolos presentes a los que hay que imitar. Alberte fue un militante revolucionario que supo combinar la teoría política con la dignidad de una práctica revolucionaria, que no dudó en sostener con su propia vida a pesar de que tanto la amaba. Cada vez que se mata a un militante hay un mensaje que se silencia, cuando estos asesinatos son los primeros de una etapa, cuando las organizaciones criminales eligen a su primera victima, buscan en ella el sentido simbólico de aquello que quieren destruir. Por eso no puede sorprender que el entonces Tcnel. Bernardo Alberte haya sido la primera victima del proceso militar. A treinta y siete años de su asesinato y a modo de homenaje a él y a todos los compañeros caídos por la liberación de nuestra Patria deseo compartir dos documentos históricos, sin antes gritarles a los asesinos que no los perdonamos, que no nos reconciliamos y exigimos castigo y cárcel común para todos ellos. Bernardo Alberte (h) CARTA ABIERTA DE BERNARDO ALBERTE A JORGE RAFAEL VIDELA En la madrugada del 24 de marzo de l976 era asesinado por fuerzas combinadas del ejército y policiales, el Tcnel (RE) Bernardo Alberte; horas antes había terminado de escribir esta carta donde denunciaba la represión ilegal y la complicidad de las FFAA Buenos Aires, 24 de marzo de 1976. Al Sr. Teniente General D. Jorge Rafael Videla Comandante General del Ejército S / D Me dirijo a Ud. a los efectos de informar lo siguiente: 1.- El día 20-III-76, a las 20 horas, un grupo armado intento secuestrarme, en mis oficinas de la calle Rivadavia 764, 1º, con el aparente propósito de asesinarme. Acababa de retirarme del lugar elegido por esa banda armada unos minutos antes, lo que me permitió observar el operativo desde la calle, así como el gran despliegue de elementos materiales y humanos utilizados.- 2.- La observación personal de los hechos me permite asegurar a Ud. que se trataban de efectivos de seguridad, que luego de detener a tres personas que se encontraban en las citadas oficinas, esposarlas, vendarle los ojos y cargarlas en los vehículos, se desplazaron velozmente por la calle Rivadavia hacia el oeste, sin poder seguirlos, por no poder disponer de vehiculo propio en ese momento. El desplazamiento se produjo con los acostumbrados toques de sirena de los vehículos policiales.- 3.- El día anterior en un operativo vinculado con el ya descripto fue secuestrado y luego asesinado el joven peronista Máximo Augusto Altieri.- 4.- En las citadas oficinas desarrollo actividades políticas vinculadas al Movimiento Peronista, formando parte de la Corriente Peronista “26 de Julio” cuyo ideario surge de la documentación que adjunto.- 5.- La presente denuncia formal y escrita la presento en esta oportunidad luego de haber agotado todos los medios para averiguar el paradero del joven Altieri, vivo, lo que conseguí, pero muerto el día sábado 20, después de gestiones infructuosas realizadas en ese Comando General; en el Ministerio del Interior y a través de vinculaciones personales con camaradas relacionados con los Servicios de Informaciones.- 6.- La búsqueda personal realizada junto a su padre, fue facilitada por compañeros peronistas de la Municipalidad de Avellaneda y por personal policial de la Comisaría 1ª. de esa ciudad, lo que me permitió hallarlo acribillado a balazos en la morgue del cementerio de Avellaneda, sin identificar, en avanzado estado de descomposición, con el vientre abierto y con las vísceras al aire. El cadáver era un simple N.N., a los cuatro días de haber sido encontrado por la policía de Tristán Suárez, en su jurisdicción, habiendo fallado en él el método eficaz y habitual de identificación sin causa justificada. 7.- Es muy probable que si no hubiera mediado la decisión de encontrarlo y la colaboración del personal descripto hubiera desaparecido toda posibilidad de que sus familiares ejercieran el derecho de darle sepultura cristiana.- Estos son los hechos que informo al Sr. Comandante General, pero que como información sintética y descripción objetiva, no tiene mucha importancia dentro de todo el contexto de violencia que caracteriza la situación política argentina, si no va acompañada de una apreciación que me siento con el derecho de hacer y con la obligación de señalar, por mi condición de Jefe retirado de las F.F. A.A., cuya trayectoria dentro de la Institución el Sr. Comandante General conoce bien; por mi actuación política dentro del Movimiento Peronista, donde ocupe la mas alta jerarquía dentro del país durante parte del exilio del General Perón y por la militancia política que continuo realizando dentro del movimiento mayoritario, lo que me confiere, por lo menos, la experiencia que muchos necesitan para acceder a una realidad que se les escapa y que los supera, lo que es grave cuando ello le ocurre a quienes tienen la responsabilidad de asumirla, comprenderla y conducirla con acierto.- En mis apreciaciones el Sr. Comandante encontraría excesos si no aclarara que me siento en condiciones de dirigirme a Ud., no con mis simples atributos de oficial retirado de las FFAA, que me subordinarían y me limitarían, y por consiguiente, harían de mis consideraciones una formal, simple e insuficiente apreciación que carecería de valor.- Sin dejar de expresarle a Ud. el respeto que me merecen ciertas jerarquías, puedo asegurarle que la vida me ha enseñado a superarlas a todas, cuando de la necesidad de expresar el pensamiento se refiere. Esa fue mi norma, aun desde joven oficial; frente a Generales de la envergadura inigualada del General Juan D. Perón; frente a políticos y militantes; frente a los hechos simples y los más graves.- Esto me lo enseño la vida que transité como joven y como viejo; como pobre y como rico; como obrero y como patrón; como militar y como civil; como jefe y como subordinado; como subversivo y como político; como libre y como preso; como perseguido, como prófugo, como exiliado, como peronista.- Sin duda avanzamos hacia un enfrentamiento hacia el que se nos quiere llevar gradualmente con falsas opciones y manejando falsos valores y alarma observar la ligereza y hasta la irresponsabilidad con que ciertas personas y ciertos sectores que tienen poder, poder transitorio, alientan el enfrentamiento con hechos o con palabras.- Y apuntando con este concepto a nuestros camaradas de las FFAA inquieta escucharlos en sus discursos fúnebres, por ejemplo, cuando ante sus muertos pareciera que quieren superar con palabras posturas que deben asumir con hechos silenciosos y positivos. Yo también tengo esa experiencia de discursos fúnebres. Hable en homenajes ante nuestros obreros y militantes muertos y también ante camaradas fusilados por otros camaradas, y comprendo ahora que no alcanzan las palabras, ni los discursos, ni las oraciones fúnebres ni las homilías de nuestros santos pastores de la Iglesia, para ocultar las causas que generan la violencia que está entre nosotros desde hace mucho tiempo.- Reconozco que el que utiliza un muerto, su muerto, para desahogar su “bronca” por la injusticia de esa muerte, tiene derecho a hacerlo. Pero si siguiéramos en esa puja de exaltar a nuestros muertos, ¿Quien tiene más derecho? - Aquel que tuvo la oportunidad de asistirlo y por lo menos, tocarlo aun caliente y desangrándose, o verlo recién “acicalado” por la funeraria, preparado para el homenaje y para transitar “limpio” hacia la gloria. - O aquel que tiene que recogerlo sucio de un zanjón o de un pastizal, acribillado salvajemente; indefenso y maniatado, torturado y vendado sus ojos, en alto grado de descomposición, como dicen las autopsias, o como decimos nosotros, podrido y en condiciones de ser ya comida de gusanos?.- Este es el destino de muchos de nuestros militantes y de nuestros obreros. ¿Puede algún Coronel o algún General, asumir alguna vez, con su discurso, una tragedia como esta? Le ahorro la respuesta: no lo haga. Yo ya no lo hago más. No bastan ni sirven las palabras para evitarla.- ¿Que nos pasa a los argentinos? cuando aceptamos clasificar a los muertos en “deseables” o “ indeseables”; cuando nos acostumbramos y hasta toleramos y propiciamos los excesos del poder, cuando renunciamos al debate y aceptamos que los detentadores de ese poder puedan considerar que en todo caso sus excesos puedan encuadrarse jurídicamente en figuras como “excesos de defensa” u otros inventos; cuando negamos por boca de Generales de la Nación la democracia, con el argumento de que se podría propiciar un “gobierno ateo, materialista y totalitario”?.- Con estos conceptos no pretendemos enjuiciar a las FFAA, porque no somos jueces y si lo fuéramos no tendríamos el poder para hacer cumplir la justicia. Solamente, hacer reflexiones que permitan comprender la necesidad de la autocrítica, que no se observa en la severidad de los pronunciamientos militares que ya es costumbre repetida escuchar.- Nosotros no consideramos a las FFAA. como una institución poseedora de valores inmutables, sino como una institución humana que actúa para bien o para mal, de acuerdo a los hombres que circunstancialmente las dirigen. No son mejores ni peores que los hombres que la componen, y por consiguiente, no existe la continuidad histórica que iguala a todos los militares a través del tiempo con un mismo sello de excelencia, desinterés o patriotismo; tampoco el merito de una época alcanza a los protagonistas de otra, salvo que la revaliden con su propia conducta. Y lo mismo en lo que atañe a conductas infamantes. Los meritos de San Martín no apañan a Quaranta, ni Fernández Suárez infama a Belgrano, a Dorrego o a Guemes. Podemos admirar al Almte. Browm y negar al mismo tiempo a Rojas y a Benigno Varela. Podemos sentirnos deudores y herederos de tantos milicos que regaron con su sangre el suelo de América y de la Patria y no por ello atenuar nuestro juicio sobre los oficiales cómplices, ejecutores y consentidores de vejámenes y torturas.- Sin duda este es un criterio antagónico con el que sustentan muchos militares que tienen un extraño concepto de su parentesco con la historia y con la gloria. Pero es claro, y si se lo recalca así tan crudamente, es para evitar que se sigan cultivando prejuicios indiscriminados de un patriotismo que luego la historia nos revela como falso. Es que los argentinos tenemos una ingrata experiencia acumulada en este siglo. Cuando con el argumento siempre esgrimido y ahora repetido, de la necesidad de defender “un estilo de vida”, nuestro estilo de vida, el Ejercito protagonizo como represor la historia de la “Patagonia trágica” y los obreros lo hicieron como mártires; cuando desde aviones navales con tripulación también de políticos se bombardeó al Pueblo en la Plaza de Mayo; cuando se fusiló en la Penitenciaria Nacional; en José León Suárez y en Campo de Mayo; cuando se fusiló en Trelew; cuando militares intervinieron en la profanación del cadáver de Evita, cuando el Ejército en un gran operativo pretendió impedir el reencuentro del Pueblo con su líder; cuando representantes de las tres armas concurren a convocatorias de lo mas representativo de las empresas “lideres” y lo mas rancio de los terratenientes y ganaderos, para considerar la situación económica nacional y formular criticas al gobierno, sin asumir las propias, etc., la preocupación se apodera de los sectores populares, especialmente cuando se anuncia que el Ejercito intervendrá en la “subversión en las fabricas”, lugar de trabajo de nuestros obreros y nada se dice de hacerlo en las empresas, lugar de expoliación del país y del patrimonio nacional.- La situación es seria y también dramática, no solo para los trabajadores, sino también para las propias FFAA, impulsadas a avanzar en un terreno, donde por plano inclinado serán llevadas a sustituir a las policías de los ambientes fabriles, hasta ahora privadas, y a ser custodios de los intereses de una de las partes, precisamente la menos indicada para representar el interés general.- A todas estas reflexiones dan lugar los 7 puntos primeros de esta nota, que describen una situación concreta.- Si a ello agregamos que bandas armadas se desplazan por la Capital de la Republica y por los centros poblados, sin respuesta alguna de las fuerzas encargadas del orden y sin que las autoridades responsables (en este caso el Jefe de la Policía Federal) tomen conocimiento, el problema es mas grave, no porque supongamos que el General jefe de esa policía no quisiera impedirlo, sino porque no puede : los hechos y las cosas lo superan.- Si además, en las averiguaciones del paradero del joven Altieri y en otras realizadas, comprobamos que su caso no es el único, que las morgues renuevan diariamente sus depósitos de cadáveres acribillados y que los órganos de seguridad no se asombran, de ningún modo, sino que lo aceptan como común y normal, comprendemos que el pesimismo sobre la verdadera y grave responsabilidad y misión de las fuerzas del orden se ha apoderado de ellas, en el mejor de los casos, pues hay otros en que se las puede suponer cómplices de esas matanzas.- Si escuchamos decir a funcionarios policiales que el joven Altieri ha sido “ajusticiado”, comprobamos a que nivel llegó el respeto por el concepto de la justicia, a cuyo servicios ellos deber estar.- Todos estos hechos se han producido en el ámbito con el que ese Comando en Jefe esta relacionado, por la función que ha asumido y es por ello que lo pongo en su conocimiento.- Solamente y como corolario de todo esto corresponde hacer una última reflexión. Frente al concepto ya asentado de la inhabilidad de las FFAA para el ejercicio del poder político, experimentado en tres desgraciadas oportunidades en lo que va de este siglo, comienza ya a extenderse en la opinión publica el mismo concepto, pero en funciones que parecieran mas especificas de esas fuerzas: la del mantenimiento del orden y de la seguridad de las personas, a cuyo servicio han puesto ya oficiales en actividad.- Por ultimo hago saber al Sr. Comandante General que denuncias similares sobre el hecho a que da lugar esta, han sido formuladas ante instituciones políticas, de la Iglesia, empresarias, obreras y profesionales, donde a cada una se le hace conocer nuestro pensamiento sobre las responsabilidades de cada una.- Saludo al Sr. Comandante General Bernardo Alberte Tcnel ( RE) * A la Triple A El 12-III-76 a las 20:00 horas un grupo de esa organización terrorista realizo un operativo para secuestrarme y probablemente asesinarme, no hallándome en el lugar elegido. El día anterior fue secuestrado, también por esa organización el compañero peronista Máximo Augusto Altieri, que aun no ha aparecido. Ante la posibilidad de que este último secuestro tenga alguna relación con el primer intento mencionado y para evitar que caigan otros peronistas relacionados con mi militancia propongo el canje del compañero Altieri por mí. Para facilitar la operación informo que en mi lugar de trabajo habitual y en mi residencia, cuya dirección uds. conocen, me encontraran habitualmente. Como única condición impongo que en el enfrentamiento que inevitablemente ocurrirá extrememos las medidas para impedir que caigan inocentes o personas desvinculadas con el antagonismo que existe entre nosotros. Bernardo Alberte Teniente Coronel (RE) Peronista 15/3/76 gb

LILIA FERRERIA, RODOLFO WALSH.

LILIA FERREYRA, LA COMPAñERA DE WALSH, EN EL ANIVERSARIO DE SU ASESINATO “Su memoria se fue agigantando” “La Carta es también producto de un trabajo colectivo”, dice Lilia Ferreyra. El escritor y periodista fue asesinado y desaparecido el 25 de marzo de 1977. Aquí, Lilia Ferreyra repasa su figura, analiza el proceso por el cual se convirtió en un símbolo y define la trascendencia de la emblemática Carta Abierta a la Junta Militar. Por Lila Pastoriza “Pocos días antes de su asesinato, Rodolfo me dijo que si llegaba a ser secuestrado a los represores no les resultaría fácil desaparecerlo para siempre porque creía que ‘algunas cosas buenas’ había hecho en su vida. Y tenía razón. Han pasado ya 36 años y su memoria se ha ido agigantando, como también la de los miles de desaparecidos a quienes no pudieron borrar de la memoria colectiva”, explica Lilia Ferreyra, en una entrevista a propósito del 36º aniversario del asesinato y desaparición de Rodolfo Walsh, ocurridos el 25 de marzo de 1977. –Cuando Rodolfo aludía a aquellas “cosas buenas”, ¿en qué creés que pensaba? –Indudablemente él pensaba en las investigaciones, como la del Caso Satanowsky, Operación Masacre, ¿Quién mató a Rosendo?, en su trabajo militante en el periódico CGT y en el diario Noticias y también en su tarea estrictamente literaria, de ficción, como sus cuentos, sus obras de teatro, todas profundamente arraigadas en la historia de la época en que vivió. Y entre esas cosas buenas también está todo lo que escribió en los últimos meses de su vida... Además de Cadena Informativa, además de Ancla, Rodolfo fue escribiendo entonces los sucesivos borradores de lo que fue su “Carta Abierta a la Junta Militar”. Y también los denominados “documentos críticos” –reflexiones y propuestas internas de la organización Montoneros dirigidas a su conducción– en los que manifestaba cuestionamientos a su línea política. Hacia fines de 1976, Rodolfo sostenía que el proyecto político de Montoneros estaba derrotado, que era fundamental tratar de preservar la vida de la mayor cantidad de compañeros y, además, redefinir en términos casi absolutos el “hacer” de la “organización”. Esto, en líneas generales, es el contenido de los “documentos críticos”, cuya difusión fue un aporte importantísimo: porque aunque la conducción de la Montoneros no los tomó en cuenta, sí lo hizo la memoria colectiva en la medida en que de distintos modos se fueron difundiendo. –Decías que, en el caso Walsh, su memoria se ha ido agigantando. ¿Cómo se ha dado ese proceso? –Creo que no es un hecho casual, sino producto del trabajo realizado a lo largo de estos años de nuestra historia para recuperar y editar su obra y hacer conocer su vida. Ha sido un muy rico trabajo de construcción de la memoria. Pero quiero señalar que también ha generado algunas confusiones que es necesario aclarar para que, como creo, la memoria sea fiel a los hechos y a su obra. Un ejemplo es la afirmación de que a Rodolfo lo mataron por haber escrito la “Carta Abierta a la Junta Militar”, tema que siempre he tratado de aclarar y de mencionar (no sólo yo sino también sus amigos y compañeros de esa época). Sin embargo, es curioso cómo puede subsistir el error, lo cual requiere aclarar permanentemente estas distorsiones que también pueden producirse cuando, con el paso del tiempo, la memoria se traslada a nuevas generaciones. Aún hoy es frecuente escuchar la explicación de lo sucedido basada en la escritura de la Carta. Yo creo que, entre otras razones, también responde a una concepción vigente en determinados sectores de despolitizarlo. Es decir, de no reconocer que Rodolfo Walsh, además de escritor y periodista fue militante revolucionario. Y que la Carta, si bien lleva su firma, es también producto de un trabajo colectivo. Y que la fue escribiendo como militante montonero. –Como a los “documentos críticos” que mencionabas antes y que fueron recuperados... –Sí, esos documentos estaban en nuestra casita de San Vicente, donde fueron secuestrados por la Marina junto con otros textos inéditos. Han pasado ya más de tres décadas desde entonces y podemos decir que en parte se ha hecho justicia sobre los responsables del asesinato de Rodolfo, que han sido (aunque no todos) condenados a prisión perpetua. El hecho de que haya actuado la Justicia y existan estos fallos es otro de los logros de la lucha colectiva contra la impunidad. Aun así, hay un tema pendiente: el relativo a esos escritos inéditos que nunca aparecieron. Los que sí están, y que mencionaba antes, fueron recuperados de una manera un tanto novelesca: a fines de 1978, unos días después de llegar yo a la Ciudad de México, me entero a través del escritor Mario Benedetti de que esos papeles se encontraban en Cuba, en la Casa de la Américas, adonde los habían llevado anónimamente en un paquete. Al poco tiempo recibí ese material: eran los escritos internos de Rodolfo a la conducción de Montoneros, que reproducían los originales sacados de mi casa. Más adelante, otros compañeros los publicaron en un folleto, “Los Papeles de Walsh”, que tuvo bastante difusión. No advirtieron entonces que uno de los documentos –“Observaciones sobre el documento del Consejo del 11/11/1976”– no había sido escrito por Rodolfo sino por Horacio Verbitsky. Se trata de otra de las confusiones ya mencionadas, de un error que aunque en varias oportunidades se intentó aclarar, hasta hoy subsiste (por ejemplo, uno de sus párrafos aparece como cita de Walsh en la nota “Los verdaderos cómplices de la dictadura” (Infobae, 17/03/2013). Así y todo, en casos como éste, la confusión no es inocente y se la utiliza para desacreditar a sus compañeros de militancia. Por otro lado, en los textos escritos por Verbitsky que se atribuyen a Rodolfo, pienso que más allá de las dificultades propias de la recuperación de materiales clandestinos, también tiene que ver con que Rodolfo y Horacio conformaban una suerte de tándem en cuanto al compromiso político en proyectos periodísticos como el diario CGT y Noticias, es decir que había ya una línea respecto de contenidos y de escritura que facilitaba confundirlos. –Una situación similar se da también con otro documento redactado por Horacio Verbitsky que se atribuye frecuentemente a Walsh, “ESMA – Historia de la guerra sucia en la Argentina”, un texto difundido clandestinamente en octubre de 1976 con información valiosísima aportada en buena medida por el soldado conscripto Sergio Tarnopolsky y el ex guardiamarina Mario Galli, ambos asesinados. Verbitsky lo incluyó en el libro Rodolfo Walsh y la Prensa Clandestina, 1976-78, junto con numerosos materiales de esa experiencia colectiva impulsada por Walsh... –Precisamente, por pudor, porque era el primer libro que se editaba sobre Rodolfo y porque el objetivo era resaltar su rol en la prensa clandestina, Horacio incluye su trabajo sobre la ESMA, como también su ensayo sobre San Martín, sin su firma. Y así se va construyendo esta confusión. Creo que, retomando lo que antes decía yo sobre la necesidad de coherencia en la memoria y la historia, es necesario definir claramente la autoría de textos que han sido y son de importancia para el conocimiento y profundización de lo que significaron los años 70 en nuestros países. –Entre toda la obra de Rodolfo Walsh, la “Carta Abierta a la Junta Militar” quizá sea el texto suyo que está más presente en cada argentino que lo evoque. ¿Cómo lo explicás? –La Carta es un documento emblemático contemporáneo de los hechos que denuncia. Es un “retrato” que cala muy hondo en lo que significó la dictadura cívico-militar en el país y en las consecuencias sobre la población. Y es emblemático porque, además, toma los tres ejes fundamentales en que se basó el terrorismo de Estado: la represión sin límites, el golpe militar y la destrucción de la democracia (recordemos que ocho meses después había elecciones) y fundamentalmente el proyecto económico que hacía necesaria la represión y el golpe de Estado. La Carta tiene tanta vigencia por todo eso y porque es irrefutable. Cada línea, cada palabra, están sustentadas en su profunda ética conceptual y en el rigor de sus investigaciones. 25/03/13 Página|12 GB

LA NOVEDAD DE SIEMPRE POR MARIO WAINFELD

La novedad de siempre Por Mario Wainfeld Pasa la bandera con las imágenes de los compañeros desaparecidos. El aplauso masivo se sostiene, se la banca, perdura, no decae. La nena pregunta: “¿Cuándo terminan de pasar?”. La mamá le responde: “Falta, son 30.000 fotos”. La madre sabe que son mucho más que fotos, seguramente la hija lo estará aprendiendo. El cronista no es un capo para calcular edades pero tampoco está tan gagá, todavía. La piba nació sin duda en un gobierno kirchnerista y muy factiblemente en el primero de Cristina: no parece tener más de cuatro años, cinco como máximo. La madre habrá transcurrido toda su existencia en democracia, o por ahí la comenzó un par de años antes de 1983. Cuatro generaciones se congregan, como va siendo costumbre en la Plaza histórica. Son multitud allá donde Madres y Abuelas peregrinaban solas o con módica compañía. La consigna de siempre, como los clásicos, es la mejor: no envejece nunca. “Madres de la Plaza/el pueblo las abraza” ha sido coreada por décadas, cada vez la entonan más gargantas. Hay menos Madres y Abuelas ahora, las que quedan sienten el paso del tiempo, pero son dueñas del espacio y del aire cuando entran. Ese es, siempre, el momento principal y el centro del encuentro. El contexto varía, pero no eclipsa ni debe hacer olvidar eso. La Plaza de todos, es la Plaza de las Madres, entre otras cosas porque fueron las únicas que se bancaron estar ahí en el peor trance de la historia argentina. Gente suelta por doquier, familias enteras, bebés en cochecitos, en brazos o a babucha... A veces hay que contentar a los privilegiados para ganar su consenso, lo que no es demagogia sino populismo bien entendido. Mucha militancia encuadrada, con abrumador predominio de la generación de la democracia, tanto en las filas peronistas como en las de la izquierda. Las columnas se suceden, el resto de los manifestantes va y viene, mira, saluda. La alegría de la fiesta colectiva, de reconocer rostros amigos, los abrazos, las estimaciones sobre la concurrencia... Hay tiempo para tomar un café en la vereda o adentro, comprar unas garrapiñadas. Nunca es mal momento para los choris que, por consiguiente, humean de lo lindo cuando ya pasó la hora de la merienda. - - - La Plaza es también Agora, la jornada de memoria sirve de altavoz para propagar reclamos y visibilizar luchas de cada etapa. No se ciñen, para nada, al pasado o al genocidio, aunque no dejan de abarcarlo. Cada vez hay más menciones a las complicidades civiles. El concepto de “dictadura militar” siempre fue estrecho. Se recorrió un largo camino para extenderlo, a tranco lento y constante. Los integrantes de “La Garganta” inventan un juego para estimular y hacer grata la memoria. Enclavan arcos de fútbol, con red y todo, en el recorrido de la movilización. Uno de los organizadores se pone al arco, con una máscara que lo disfraza de un(a) cómplice de la dictadura. Invitan a la concurrencia a patearle un penal, tal vez a “fusilarlo” (simbólica y pacíficamente) de un pelotazo. Argentinos al fin, los manifestantes optan por hacer alarde de sus destrezas futboleras, más que por reventar al arquero que tiene el rostro de Mariano Grondona o de Héctor Magnetto, o de Constancio Vigil, o acaso, de Gerardo Martínez. Completo, y hasta sofisticado, el archivo de La Garganta. La Garganta es la revista cultural villera del colectivo popular del Barrio La Poderosa. Una publicación vivaz y bien hecha, que no se resigna al feísmo ni a la autocomplacencia. La dirige un “Consciente colectivo”, Rodolfo Walsh figura como secretario de redacción. Se vende en los kioscos y batalla por una ley que tutele a las revistas culturales de las maniobras de los medios dominantes, que limitan su difusión. Imposible que La Garganta pudiera existir, crecer y hacerse ver en una etapa no democrática. Lo suyo, más vale, está tan lejos de la complacencia como del miserabilismo. Nutrida es la lista de reclamos y demandas que plantea sin ambages y sin perder la onda cuando pinta. Los militantes de La Garganta se entretienen, explican. “Veintidós arcos pusimos”, puntualiza uno de ellos, mientras reparte volantes y pone la pelota en el punto del penal. Es una de las tantas identidades que van haciendo suya la Marcha. Las banderas y pancartas de YPF con los colores de la bandera agregan una referencia parida en 2012. - - - “Bergoglio: Ni toda el agua bendita del mundo podrá limpiar la sangre de tus manos y tu corazón.” Un manifestante suelto, ceñudo, pone el cartel bien en alto. Extrañas palabras, piensa el cronista cuando el discurso hegemónico (de oficialismo y oposición) agrega proezas contra la dictadura del ahora papa Francisco. A este paso, superará las marcas de Schindler. Si las anécdotas se siguen acumulando, dentro de un año se le atribuirá haber formado parte de la Conadep o haber escrito el prólogo del Nunca Más. Pero el hombre mantiene el cartel en alto. Las polémicas también recorren el espacio, desde el Obelisco hasta la Pirámide de Mayo. El kirchnerismo y la izquierda, sin ir más lejos, se expresan por separado y antagónicamente. Politizan la jornada. Podría debatirse si es lo ideal. Un volante firmado por estudiantes secundarios predica que no, que son superfluas dos marchas por el mismo reclamo. Agrupaciones de pibes kirchneristas o de izquierda optan por otra respuesta. El 24 de marzo de 1976 fue secuestrado el sindicalista René Salamanca, un egregio luchador de izquierda. Ese mismo día, el coronel Bernardo Alberte, digno cuadro de la resistencia peronista, fue arrojado desde el balcón de su casa, un sexto piso, al vacío. Lo mataron otros militares, muy otros. - - - Las columnas de la Tupac y La Cámpora (especialmente) son compactas y aglutinan a miles de personas. ¿Les pagarán a todos? ¿Irán por el chori, el vino, el subsidio o la blackberry? Los meneos, la euforia, los saltos, los bombos y una estruendosa presencia de instrumentos de viento... el cronista se lleva una impresión muy diferente de la que imponen los dictados de la moda. No se impostan la euforia y la alegría, le parece. Se puede promover la asistencia pero nadie canta a voz en cuello y desde el cuore por mandato de otro. El cronista, que tiene centenares de kilómetros recorridos en defensa de causas perdidas que ahora convocan mayorías, cree eso. Y pide disculpas a los patrones del sentido común. - - - El 24 de marzo de 1976 la Junta militar difundió 31 comunicados. El cronista los escuchó en vivo, tenía algo más de 27 años y había votado sólo en 1973. Recién en 1983 podría volver a hacerlo. La voz de los mensajes era marcial, lo que en jerga milica quiere decir aterrorizante. Las órdenes eran unívocas. Obedecer las órdenes de las autoridades militares. No salir, no hablar, no manifestarse ni reunirse. Establecían por bando la pena de muerte, la ley marcial, toque de queda. Estatuían un fenomenal sistema de penas (10 años por la mera incitación a la violencia) que colocarían al Ingeniero Blumberg en el papel de un garantista extremo. La “prensa independiente” decía “amén”. No se indignó sino hacia el otoño de 1982. Tampoco puso el grito en el cielo cuando el comunicado 23 de ese día puso en cadena oficial un partido amistoso de la Selección nacional de fútbol contra Polonia, de visitante. La blanquiceleste ganó 2 a 1. - - - La bulla en las calles, el pluralismo (aun afectado por divisiones), el pluriclasismo, el color de la ropa, los tatuajes, los torsos desnudos, la osadía de los bailes, las banderas de países hermanos y vecinos refutan al autoritarismo o al nacionalismo berreta. Con tanta fuerza (por lo menos) como los procesos judiciales. Acaso, ojalá, tengan raíces más profundas. Sin embargo, la realidad es dialéctica. Seguramente la tozuda lucha contra la impunidad se interinfluye con las libertades ganadas, nunca suficientes, siempre asediadas. Pero incomparables con los tiempos de pesadilla que cada marcha exorciza y derrota. El cronista piensa en eso mientras toma una gaseosa en Avenida de Mayo y 9 de Julio. Hay una bocha de columnas, una de ellas viene del conurbano, lo que es notorio porque lo dice y porque sus integrantes no lo disimulan. Son de la agrupación 26 de Julio vocean consignas peronistas con fondo de temas musicales venerables y veteranos. “Palo, palo, palo/palo bonito/palo é” es una, la partitura y la letra peinan canas. El que lleva el altavoz canta como puede y, en momentos atinados, reclama “percusión”. Tal vez sea redundante pero es escuchado: los interpelados redoblan el esfuerzo. Están en la mera calle. En la vereda, a pocos metros, cientos de personas van, vienen, hacen fiaca parados, regresan a casa gozosos. Entre ellos, dos hombres de treinta y algo se besan con pasión, se rompen la boca. Parecen de clase media, usan anteojos. Los redoblantes se hacen sentir, los tipos se besan. Los manifestantes ni los miran o lo hacen durante un segundo. En ese cruce entre la movilización popular y las libertades públicas, el escriba cree leer un mensaje de la movilización de ayer. Una marcha entre tantas, una sana costumbre, en una sociedad atravesada por cien desigualdades. También por una formidable capacidad de lucha y un gran afán de pelear contra la injusticia. En el 2014 nos veremos de nuevo, habrá más represores condenados, concurrentes que lo hagan por primera vez, añejas consignas y otras de estreno... Cuando una costumbre se extiende y se hace regla no es sencillo ser original en cada crónica. No es motivo para quejarse, sino para celebrar. mwainfeld@pagina12.com.ar 25/03/13 Página|12 GB

LAS BANDERAS DEL 24 DE MARZO, JORGE RIVAS OPINION

Psicología Pensamiento Tango Pasión de Multitudes Mezcladito Las banderas del 24 de marzo Por Jorge Rivas A lo largo de los últimos 37 años, hubo momentos en que las masivas y combativas marchas de cada 24 de marzo peleaban sobre todo por el castigo a los culpables del Terrorismo de Estado, y contra las leyes de la impunidad y los indultos después. A lo largo de los últimos 37 años, hubo momentos en que las masivas y combativas marchas de cada 24 de marzo peleaban sobre todo por el castigo a los culpables del Terrorismo de Estado, y contra las leyes de la impunidad y los indultos después. En otros, sobre todo durante los noventa, a esos reclamos se unía la protesta contra una política económica que había sido puesta en marcha por la dictadura cívico militar, y que el menemismo y la Alianza habían profundizado. Los 24 de marzo expresaron, entonces, esperanzas, frustraciones, avances y retrocesos de las fuerzas populares y democráticas, que siempre lograron mantener viva la memoria. Hoy podemos felicitarnos de aquello que ha cambiado, no solo por mérito del proyecto nacional y popular que se despliega desde 2003, sino también de la larga movilización popular. Esos cambios no se agotan en la remoción de los obstáculos que impedían avanzar en la aplicación de justicia a los criminales de la dictadura. Por el contrario, ha sido fundamental que se volviera a poner a la política en el lugar de las decisiones y se desplazara a la economía -más exactamente al liberalismo económico- del lugar sagrado que había ocupado en las últimas décadas. En ese sentido, es posible pensar en el 24 de marzo, que ya es una bandera levantada con entusiasmo por los más jóvenes, con el ánimo más templado. Sin embargo, también hay que desechar la idea de que todo está resuelto. Por un lado, si el poder económico concentrado ya no puede servirse de las fuerzas armadas para que defiendan sus privilegios, eso no lo convierte en inofensivo: hoy actúa más sutilmente, corrompiendo políticos o valiéndose de los que incautamente son funcionales a la defensa de sus intereses. Aún arrastramos secuelas de la dictadura que se traducen en miseria, baja calidad en salud y educación públicas, en cárceles que son depósitos de pobres, en el abuso policial y en otras faltas de garantías que deben también ser causas de nuestra militancia en la defensa de los derechos humanos. Y que también cobran significado especial este 24 de marzo. 25/03/13 Tiempo Argentino GB