domingo, 3 de febrero de 2013

LA TARJETA ROSA DEL FMI POR EDUARDO ANGUITA.

El FMI sacó tarjeta rosa
Por Eduardo Anguita
eanguita@miradasalsur.com

Christine Lagarde es una economista de la derecha francesa que llegó a ser titular del FMI porque el también francés, pero socialista, Dominique Strauss Khan, fue eyectado de ese puesto. Algún día se sabrá qué pesó más en el cóctel: si su sexopatía o sus discursos en universidades advirtiendo que la crisis financiera internacional no podía ser enfrentada con instrumentos neoliberales. Lagarde hace buena letra con la gran banca privada y con la también derechista Angela Merkel, quien además de canciller de Alemania arbitra las políticas de ajuste que se despliegan en sus socios de la Comunidad Económica Europea. Merkel conduce esta etapa retrógrada del Viejo Continente con un ojo puesto en la Unión Europea y en el Banco Central Europeo y el otro puesto en la Reserva Federal de Estados Unidos y el FMI. Es la primera vez que este organismo financiero –desde su creación en 1945– sale como bombero de los países del Hemisferio Norte. Su objetivo era consolidar la hegemonía de Estados Unidos –y del dólar– en el mundo occidental y disciplinar a las naciones periféricas para disminuir la presencia del Estado como árbitro de inequidades y para afianzar las inversiones y el comercio de las empresas multinacionales.

América latina, el continente con peor coeficiente de deuda externa en los ochenta y noventa, sufrió la presencia de las misiones del FMI y la aplicación de medidas de política económica destinadas a reducir los pocos márgenes de soberanía de sus naciones. En la última década, los procesos de desendeudamiento en la región están asociados a múltiples factores. Dos de gran peso: la decisión política de gobernantes democráticos y una feroz readecuación de los precios de productos primarios fruto de la aparición de nuevos mercados, sobre todo los de Oriente.


El FMI quedó sin herramientas para extorsionar. La
nostalgia revelada por el diario La Nación en su edición de ayer es reveladora. Esperaban que el directorio del organismo, reunido en Washington el viernes 1º, tomara decisiones fuertes para castigar a la Argentina aduciendo la falta de credibilidad de las cifras del Indec. Recordaban, en las ediciones de los días anteriores, que el 24 de septiembre del año pasado, Lagarde había utilizado un concepto temerario. Si para fines de enero el gobierno argentino no mejora su medición estadística, argumentaba Lagarde, “le sacaremos tarjeta roja”. Más de un analista económico neoliberal imaginó a la francesa, con su pelo gris cortado a la garçon, vestida de negro y con el pito en la boca, echando a Cristina Fernández de Kirchner del campo de juego con la cabeza gacha.

 La imagen respondía no solo al deseo de un sector de la sociedad argentina, que piensa como el FMI o como los parlamentarios ingleses o como cualquiera que se oponga desde fuera de las fronteras como una manera de ahogar un poco al Gobierno. Pero Lagarde comunicó que el directorio del FMI había decidido "una moción de censura". Es decir, ninguna medida concreta sino una expresión de disgusto, de desagrado. La edición del 25 de septiembre pasado del diario de los Mitre decía: "Con inusual firmeza, la jefa del organismo, Christine Lagarde, ratificó que el Gobierno tiene tres meses para corregir las cifras del Indec; si no, será sancionado". Pues bien, la edición de ayer hablaba de modo reiterado de "una insólita sanción".

No es que este cronista crea en las cifras del Indec. Para nada. Mucho menos debemos pensar que Lagarde ahora comprendió la transparencia del organismo guiado por Guillermo Moreno. Sucede que el FMI tiene suficientes problemas con su propia incapacidad para contribuir a apagar incendios en España, Italia, Portugal, Grecia y hasta Francia. Castigar a la Argentina, un país que logró reestructurar su deuda y pagar a los acreedores sin ninguna ayuda de organismos multilaterales, sería un muy mal mensaje para los gobiernos europeos que se manejan con grados de incertidumbre desconocidos respecto de cómo enfrentar las cesaciones de pagos y las reestructuraciones de deuda de sus propios Estados.

Irán, Malvinas, Thomas Griesa. La diplomacia argentina anotó viarios puntos en las últimas semanas. El escenario de fondo es interesante: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, en la reciente cumbre de Santiago de Chile, concretó el traspaso de la presidencia de manos del derechista Sebastián Piñera al presidente de Cuba, el revolucionario histórico Raúl Castro. Piñera a fines de este año termina su mandato y la socialista Michelle Bachelet empieza a caminar con firmeza para volver al Palacio de la Moneda, la sede presidencial chilena. Castro lidera un proceso de cambios en Cuba, entre los que se destaca la legislación migratoria que posibilitará a los cubanos salir sin restricciones de la isla y suma argumentos para que el resto de las naciones se pongan firmes para terminar con la exclusión de Cuba de la OEA, que podría culminar con el reemplazo de ese organismo panamericano hecho, al igual que el FMI, a medida de las necesidades de Washington. Esta semana, La Habana fue escenario de un encuentro de intelectuales y dirigentes de decenas de países en la III Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo.



 Allí estuvo el ex presidente de Brasil, Lula da Silva. Con un discurso impecable en el que detalló las transformaciones sociales y económicas de su país desde 2002, el obrero metalúrgico y líder del Partido dos Trabalhadores dejó claro que el proceso latinoamericano tiene valor porque es en conjunto y porque tiene la posibilidad cierta de romper la hegemonía de Estados Unidos. Rindió un encendido homenaje a Hugo Chávez, a quien le deseó recuperación. Luego se reunió con Fidel y con Raúl. Un gigante como Brasil, donde conviven empresas multinacionales con un gobierno de izquierda, avanza hacia un mundo multipolar y tira sus dardos contra los privilegios financieros y comerciales de un puñado de naciones poderosas.

En ese contexto es que el gobierno de Cristina avanzó en el difícil camino de lograr justicia con las víctimas del atentado a la Amia y a la embajada de Israel. Los acuerdos logrados con Irán permiten que el juez Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Alberto Nisman puedan realizar diligencias e interrogatorios en la República Islámica de Irán. Este acuerdo no significa resignar la jurisdicción argentina para juzgar los crímenes ni mucho menos es una resignación de soberanía. Estos pasos fueron comunicados a las distintas organizaciones de familiares de víctimas y también a la Amia y a la Daia. En tan sólo una semana, se produjo un avance significativo, que todavía tiene coletazos por las internas que despertó en las organizaciones de la comunidad judía. Desde ya, el gobierno de Israel protestó airadamente. Estos cambios sólo son posibles por una política exterior consecuente y no atada al diseño de Washington. Los opositores locales se limitan a buscar voceros de las organizaciones judías que reclaman más protagonismo en la iniciativa oficial y a condenar a Irán sólo por mostrar su alineamiento.


En cuanto a la convocatoria del canciller británico, William Hague, para sentar a Héctor Timerman con representantes de los isleños, sólo es comprensible porque los ingleses todavía tienen una diplomacia colonialista cuando piensan en la Argentina. La soberanía de las islas no se dirime por la presencia de los residentes –ciudadanos británicos ellos– en una mesa tripartita. Lo que reclama la Argentina es lo mismo que pidió a las Naciones Unidas en 1965 y logró una resolución favorable: los dos gobiernos deben sentarse para dialogar y allí la Argentina pondrá sus argumentos –todos– para reclamar soberanía mientras que Gran Bretaña sólo podrá quedar en evidencia como usurpadora de un territorio distante miles de kilómetros de Londres.

Esta semana, la Argentina presentó un nuevo escrito ante el juez de Nueva York Thomas Griesa para rechazar la pretensión de los tenedores de holds outs de cobrar el valor nominal de aquellos títulos en default. Lo interesante de la argumentación argentina es que el texto deja abierta la puerta para un eventual tratamiento en el Congreso de un tercer canje. Es decir, para que estos tenedores de títulos pudieran cobrar un dinero similar a quienes entraron en las reestructuraciones de deuda de 2005 y 2010. El dictamen de Griesa debería ser a fines de este mes y es imposible aventurar la dirección. De allí que las especulaciones de buena parte de la prensa opositora no hacen más que dar espacio a los malos deseos; es decir, a su expectativa de que las arcas argentinas deban darles dólares a especuladores internacionales de la peor calaña.

Frente interno. Si los temas externos se enfriaron bastante, la temperatura de esta semana fue de lo más subido del verano. No hubo un enero rojo como esperaban algunos que cabalgaron sobre los saqueos de fin de año. La Presidenta tomó la iniciativa de fijar un nuevo piso a la cuarta categoría de Ganancias. Ese 20%, dado que en 2012 no hubo reactualización, parece condenado a que tras las paritarias vuelva a dejar a la misma cantidad de asalariados en condición de tributar. Sin embargo, ante un mundo sindical adverso y con la oposición agitando el dólar azul a ocho pesos, parece una jugada de ajedrez que pueda ser continuada por distintas variantes de acuerdo a cómo se comporten otros jugadores. Este año, además de electoral, puede ser también el de avanzar en la reforma política, fiscal, judicial y por qué no constitucional.


 El kirchnerismo tiene varios temas de agenda social con los que podría ganar puntos. Uno es recuperar la gestión del Estado en los ferrocarriles, que suena fuerte y que tendrá el próximo 22 de febrero una fecha dura por tratarse del primer aniversario de la tragedia de Once. Con respecto al comportamiento de los precios y del dólar, por el contrario, no se ven movidas que mejoren un escenario que no se debe sólo a los afiebrados opositores que, al mismo tiempo, critican la inflación y piden una devaluación o un desdoblamiento del mercado cambiario, como si eso no tuviera consecuencias en los precios internos. El otro tema que el Gobierno no debería desconocer es el de la inseguridad y los entramados corruptos en las filas de las fuerzas de seguridad así como de fiscales, jueces o de otras procedencias corporativas. El recurso de cierto periodismo poco crítico es criticar a la policía santafesina o la metropolitana, solo porque detrás de ellas hay opositores.

03/02/13 Miradas al Sur
GB

FMI Y FBI

CRISTINA LE RESPONDIO POR TWITTER A LA “DECLARACION DE CENSURA” DEL FMI CONTRA LOS INDICES DE PRECIOS Y DE CRECIMIENTO DEL PBI
“Somos mala palabra para la rapiña global”
Cristina, hiperactiva por Twitter: “FMI+FBI contra Argentina. No se asusten, el FBI son los Fondos Buitre Internacionales”.
Imagen: DyN

La Presidenta cuestionó al FMI y lo acusó de atacar a la Argentina por haber quebrado “la lógica del endeudamiento eterno”. Sanciona al país, pero no a los culpables de la crisis mundial, que “se enriquecieron ellos fundiendo al mundo”.

La moción de censura del Fondo Monetario Internacional tuvo respuesta. Desde Olivos, y a través de Twitter, la Presidenta de la Nación retrucó la “declaración de censura” contra el país por las estadísticas de precios. “Argentina reestructuró deuda con quita y plazos y pagó, sin volver a pedir. (Esa) parece ser la verdadera causa del enojo del FMI. Argentina es una mala palabra para el sistema financiero global de rapiña y sus derivados”, respondió Cristina Fernández de Kirchner, a través de una suerte de discurso en tramos de 140 caracteres como máximo. En un mensaje por momentos irónico, en otros pasajes evocativos de discursos y acciones que fueron méritos de Néstor Kirchner, cuando se enfrentó y cortó riendas con el FMI, Cristina contrapone los logros de diez años de gestión a contramano de las recomendaciones del FMI con la medida que el directorio del organismo dictó contra Argentina el viernes último. “¿Dónde estaba el FMI, que no pudo advertir ninguna crisis? ¿Se conoce alguna sanción del FMI, alguna decisión, sobre quienes enriqueciéndose ellos fundieron el mundo? No. La primera medida que toma el FMI es contra Argentina”, le reprocha Cristina en su mensaje vía Twitter de este sábado.

La resolución del Directorio del FMI había sido aplicarle al país “una moción de censura” por no haber hecho “los progresos suficientes para implementar las medidas de remediación” solicitadas el 17 de septiembre de 2012. La declaración de censura fue acompañada por la solicitud del Directorio del FMI –que votó dividido, ver recuadro en estas páginas– al país para que “adopte medidas para abordar la falta de exactitud de los datos del IPC-GBA y el PBI sin más demora y, bajo cualquier circunstancia, no después del 29 de septiembre de 2013”.

Esta postura ya había sido rechazada por la cartera económica, que encabeza Hernán Lorenzino, en un comunicado difundido el mismo viernes, al que Cristina aludió ayer en su Twitter. “Nunca mejor expresado que el título del comunicado del Ministerio de Economía: El FMI una vez más contra la Argentina.” Dicha mención a la actitud adversa del Fondo fue planteada por la Presidenta tras repasar algunos logros económicos de una gestión, la de 2003 en adelante, que tuvo poco que ver con las recomendaciones del organismo internacional. “Año 2003, deuda (equivalente al) 166 por ciento de un PBI raquítico, el 90 por ciento en moneda extranjera”, recuerda. “Hoy, deuda con el sector privado nacional e internacional (equivalente al) 14 por ciento de un PBI robusto, sólo el 10 por ciento en moneda extranjera.”

Una política, recuerda Cristina en su mensaje de ayer, que “construyó mercado interno con inclusión social y políticas contracíclicas, le pagó al FMI (el total de su deuda) y reestructuró dos veces, en 2005 y 2010, su deuda defaulteada con el acuerdo del 93 por ciento de los acreedores, sin volver a pedir prestado al mercado financiero internacional, para terminar con la lógica del endeudamiento ‘eterno’ y el negocio permanente de bancos, intermediarios, comisionistas, etc., que acabó en el default de 2001”. Inmediatamente concluye: “Parece ser la verdadera causa del enojo del FMI. Argentina es una mala palabra para el sistema financiero global de rapiña y sus derivados”.

“Argentina, alumna ejemplar del FMI en los ’90 que siguió todas y cada una de las recetas, y cuando explotó en 2001 le soltaron la mano”, recuerda en uno de sus tweets de ayer. En su relato, la Presidenta de la Nación evoca un discurso de Néstor Kirchner (“Sí. Mi compañero, el que ahora los mismos que se cansaron de agraviarlo dicen qué bueno que era y que con él “esto no pasaría”) del 15 de diciembre de 2005, cuando toma la decisión de pagarle el total de la deuda al FMI. Cristina señala en Twitter que, al leerlo, “impresiona, parece escrito ayer, premonitorio”. En él, el entonces presidente de la Nación dice respecto del FMI, “desnaturalizado como está en sus fines, nuestro reclamo es que cumpla un rol contracíclico, la finalidad para la que fue creado, evite el sistema de condicionalidades cruzadas, aumente el grado de transparencia de sus operaciones...”. Al transcribir estos párrafos, la Presidenta destaca que fueron formulados “antes de la crisis global que aún continúa”. Y, sin embargo, las mismas cuestiones respecto del rol del Fondo se siguen discutiendo hoy. “Como diría Jauretche (Arturo), no era master de Economía, pero el hombre tenía estaño”, remata Cristina su elogio y declaración de admiración por su compañero de vida y antecesor en el cargo.

Y en su mensaje, Cristina no deja de lado el cuestionamiento al papel que jugó y juega el Fondo en medio de la crisis. “¿Dónde estaba el FMI que no pudo advertir ninguna crisis? ¿Dónde cuando se formaron, no ya burbujas, sino globos aerostáticos financieros? ¿Dónde estaba uno de sus directores (por Rodrigo Rato) cuando el Bankia, que él dirigía, debió ser auxiliado con miles de millones de euros? (En el rescate a la banca española.) Hoy España tiene 26 por ciento de desocupados, en su mayoría jóvenes, y desahuciados/desalojados. ¿En qué estadísticas figuran esas tragedias? ¿Cuáles son los parámetros o ‘procedimientos’ con que el FMI analiza países quebrados que siguen endeudándose, con pueblos desesperanzados? ¿Qué pasa con los países emergentes que sostuvimos la economía global la última década y hoy quieren hacernos cargo de platos rotos por otros? ¿Se conoce alguna sanción del FMI, alguna decisión sobre quienes se enriquecieron ellos y fundieron el mundo? FMI+FBI contra Argentina. No se asusten, el FBI son los Fondos Buitre Internacionales.”

Brasil, en contra de la censura
El representante brasileño ante el Directorio del FMI, Paulo Nogueira Batista, consideró “contraproducente” la moción de censura votada contra la Argentina, puesto que existe un diálogo en curso que busca reestablecer los lazos entre este país y el organismo y la sanción “no ayuda”.

Nogueira Batista, que ocupa una silla en el Directorio no sólo por Brasil sino que asume una representación colectiva por otros diez países de la región, votó en contra de la moción de censura finalmente aprobada por el FMI, según relató ayer a la agencia de noticias Télam.

El director brasileño objetó, además, que la sanción se aplicó en base a las condiciones del actual índice de precios al consumidor (que toma muestras exclusivamente en el área del Gran Buenos Aires), cuando hay un trabajo conjunto entre el Fondo y la Argentina para la elaboración de un nuevo índice de carácter nacional (ver nota aparte en esta página). “La discusión del FMI giró sobre un índice que no sería de referencia en el futuro”, puntualizó.

“Creo que Argentina tiene sus propios intereses e incentivos en trabajar para lograr el mejor indicador de precios al consumidor”, consideró el funcionario brasileño. Aclaró, sin embargo, que por dicha sanción “no se verán afectados los derechos de Argentina ante el FMI; es sólo una moción de censura, la Argentina no saldrá del FMI por ella”.

Nogueira Batista fue uno de los directores que cuestionó la decisión de postergar la reforma de la estructura de poder de voto del FMI en favor de los países emergentes. Tras el frustrado intento, el director brasileño había expresado que “el FMI se está acercando a un abismo de credibilidad”.

03/02/13 Página|12
GB

DEL SEL EL PAYASO MARTIR, POR RICARDO RAGENDORFER

Del Sel y el ascenso de payaso a mártir del PRO
Por Ricardo Ragendorfer

Ya se sabe acerca de la inclinación de Mauricio Macri por incorporar en el medio local ciertas cuestiones –inherentes tanto al marketing político como al manejo mismo del Estado– que observó en sus viajes de estudio por el mundo. Prueba de ello: las bicisendas. Cabe preguntarse, entonces, si en alguna escala parisina llegó a oír del payaso Coluche, quien en 1981 presentó su candidatura a presidente de Francia. De ser así, ¿fue en tal ocasión cuando decidió tener su propio payaso? Lo cierto es que, en vísperas de los comicios generales de 2011, el cómico Miguel del Sel se convirtió en la esperanza blanca del PRO para su armado nacional. Ahora es el eje de un intenso debate, tras los agravios que le dispensó a la presidenta –"vieja chota" e "hija de puta" fueron sus adjetivos–, además de ofender a otras mujeres, a homosexuales y travestis. En resumidas cuentas, un hecho digno para analizar algo hasta el momento no debidamente explorado: la dialéctica del exabrupto en la lucha de las ideas.

Del tema en sí, el tal Del Sel es un auténtico caso testigo. Los detalles de su propia construcción política fueron casi fruto de una humorada. Todo empezó a finales de 2010 en la estancia tandilense La Carlota, durante el jubileo nupcial de Macri y Juliana Awada. Fue cuando el novio sufrió un principio de asfixia mientras imitaba a Freddie Mercury, al tragarse un bigote postizo. Al rato, ya obnubilado por la mezcla de champán y clericó, le ofreció al integrante del trío Midachi encabezar la lista del PRO en Santa Fe. Y lo hizo ante la sorprendida mirada de su guía espiritual, Jaime Duran Barba. Luego, se olvidó del asunto. Días después, al volver de su luna de miel, el gurú ecuatoriano –que ya había encargado una encuesta al respecto– lo abordó con entusiasmo, y sus palabras fueron: "Miguelito arranca con una intención de voto del 20%." Ello selló el destino del cómico.

Su brinco del arte puro al "arte de lo posible" tuvo una excelente acogida, a pesar de la falta de experiencia. Hasta entonces, el único roce que Del Sel tuvo con el escarpado universo del poder fue haber sido uno de los bufos que en los '90 solía amenizar las sobremesas de su gran amigo, el ex presidente Carlos Menem. A ello se le agrega una formación política no tradicional –el tipo sólo cursó un profesorado de Educación Física– y que su única fuente informativa sea –según sus dichos– el diario deportivo Olé. Pero aquel hombre de 55 años supo aliviar las limitaciones de su intelecto con una envidiable espontaneidad, la cual fue motivo de asombro entre los dirigentes más veteranos. Sin ir más lejos, su entonces compañero de fórmula, el magnate sojero Osvaldo Salomón –al que recién conoció cuando inscribieron su lista en la justicia electoral–, le susurró a un asesor en la oreja: "Este muchacho ni siquiera está al tanto de la división de poderes del Estado." Macri no se había equivocado. Del Sel era un verdadero animal político.

¿Tuvieron incidencia los vuelcos lingüísticos del cómico en su lanzamiento como dirigente político? Desde el PRO ya lo ofrecían como un valioso objetor del régimen. "Un mártir –para el subsecretario de Inversiones porteño, Carlos Pirovano–, por la agresividad del gobierno con los que piensan distinto." Sólo había bastado que en su primer discurso de campaña el santafesino expresara su deseo de que "los negritos se bañen con agua caliente y dejen de manguear" para que se desatara contra él un implacable hostigamiento, iniciado con una denuncia en el INADI. Ello no lo amilanó. El siguiente blanco de sus críticas fue la Asignación Universal por Hijo. "Ese beneficio –dijo– ha provocado que se embaracen nenas de 12 años para tener plata a los tres meses." En medio de una encendida polémica por sus juicios de valor, la candidatura de Del Sel a gobernador de Santa fe obtuvo el segundo lugar –detrás de Antonio Bonfatti–, con el 35 % de los votos. En la actualidad –con miras a encabezar en su provincia la lista de diputados nacionales del macrismo–, el histrión apeló nuevamente al recurso del agravio. En los pasillos del PRO se cree que su falta de filtros y frenos contribuye a fortalecer su imagen.

¿Derrape o estrategia? No es improbable que Del Sel detonara sus insultos con un propósito de máxima: recibir una respuesta de la propia presidenta, tal como pasó con el actor Ricardo Darín. Hacia esa dirección habría apuntado una parte de sus esquirlas; otra, a generar críticas, denuncias y repudios por sus dichos, con la consiguiente plenitud mediática. Una plenitud avalada por cierta población. ¿Del Sel acaso dice lo que muchos callan? ¿Del Sel es la voz de la llamada mayoría silenciosa? En realidad, el tipo encarna un arquetipo político muy difundido en estas latitudes: el fascista que ignora su condición de tal; el que reclama módicas aplicaciones del horror por pura inocencia y en nombre del bien común. Pero lo suyo no es novedoso; de hecho, guarda una notable similitud con un texto teórico de la primera mitad del siglo pasado, el cual incluye un consejo: "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos; cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es muy limitada y su comprensión no menos escasa. Y tienen gran facilidad para olvidar." La cita pertenece nada menos que al doctor Joseph Goebbels, el ministro de Propaganda del Tercer Reich.

¿Del Sel, en consecuencia, fluctúa entre Goebbels y Coluche?
Este último, al menos, solía afirmar: "De todos los que no tienen nada que decir, los más agradables son los que se lo guardan."

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