domingo, 18 de noviembre de 2012

ENCUESTANDO

consecuencias del 8n: cristina al tope, la opo más fragmentada

Leemos en Tiempo Argentino aquello que emerge tras la movilización opositora

 

Luego del cacerolazo, Cristina mantiene su intención de voto


La presidenta aventaja a Binner por casi 40 puntos. El 70% de los encuestados no ve un proyecto alternativo en la oposición.





Si las elecciones a presidente de la Nación fueran hoy, Cristina Fernández lograría una victoria por mayor diferencia que la conseguida en 2011 y su inmediato perseguidor quedaría a 42,3 puntos. Esa es una de las conclusiones que se desprende de un estudio realizado por la consultora Equis, del que también se deduce que del 32,3% de las personas que adhiere al cacerolazo del 8 de noviembre  (aunque no haya participado), solamente el 1,6% votó a la actual mandataria.

A pesar de la multitudinaria protesta que se desarrolló en las calles de la Ciudad de Buenos Aires y que replicó en varios puntos del país Cristina Fernández parece haber mantenido intacta su intención de voto. En octubre de 2011, la presidenta fue reelecta con el 54,11% de los sufragios, una cifra similar al 53,4% de personas que aseguró que la apoyaría si tuviera que pasar nuevamente por las urnas. 

Siempre según la encuesta, Hermes Binner habría perdido casi 6 puntos y se ubica detrás de la ex senadora con un 11,1%, con una leve ventaja por sobre Mauricio Macri, quien acumula el 10,8 por ciento. Ricardo Alfonsín, candidato radical a presidente en 2011 encabeza un segundo pelotón y conquista un 7% de los apoyos, duplicando al gobernador cordobés José Manuel de la Sota. El sondeo se realizó mediante entrevistas personales entre el 10 y el 14 de noviembre pasado entre 1200 consultados residentes en los principales conglomerados urbanos argentinos y tiene un error del 2,83 por ciento.

De las personas consultadas solamente un 1,7% asegura haber participado del 8N, aunque un 32,3% dice adherir a la protesta. De ese número, y contrariamente a la hipótesis que se había echado a rodar luego de la masiva marcha, tan sólo el 1,6% afirma haber votado a Cristina Fernández.

"Nadie me representa", fue una de las frases más escuchadas en las cercanías del Obelisco porteño y la encuesta de Equis parece ratificar la premisa. Siete de cada diez de los entrevistados no percibe en la oposición "un proyecto alternativo para gobernar al país", al tiempo que el 11,8% encuentra fuera de las filas del oficialismo un modelo político. Tal vez eso explique que una tercera parte de los encuestados haya interpretado que el cacerolazo estuvo dirigido a la oposición y algo menos de la mitad lo interpretara como una manifestación contraria al oficialismo. Un 15,9% cree que la protesta fue contra todo el arco político.

Respecto de la situación socioeconómica de los hogares, más de la mitad de los encuestados la evalúa como positiva, un 22,1% negativamente y el 20,1% percibe que es regular. Más de seis de cada diez de los entrevistados consideró que su situación se mantuvo igual que el año pasado, el 16,4% creen que mejoró y un 14,2% piensa que empeoró. 

En ese contexto, la imagen positiva del gobierno nacional trepa al 60,1%, la negativa al 24,3 y la regular al 13,7 por ciento. Cuando debieron manifestarse a favor o en contra de "la continuidad del modelo", que encarna el kirchnerismo, un 55% se expresó a favor y un 33,4% lo hizo en contra.

A la hora de evaluar la imagen de los principales dirigentes argentinos, la presidenta encabeza la lista, seguida por el intendente de Tigre Sergio Massa y por el gobernador bonaerense Daniel Scioli. Un antecesor del motonauta se encuentra en el extremo opuesto: Eduardo Duhalde encabeza la tabla a donde nadie quisiera figurar y De la Sota, Alfonsín, Mauricio Macri y Amado Boudou se alinean detrás del presidente interino. «
GB

LOPEZ MURPHY, EL NEOLIBERALISMO DE FIESTA, CON LA ALIANZA.

11/18/2012

el día que sturzenegger se la vió venir....

Atento, atento Escriba, paso ya más de una década del plan económico de salvación nacional que liderara Ricardo López Murphy en épocas de La Alianza  progresista Frepaso UCR  y ya en ese hoy muy remoto pasado se recortaba la figura del nuevo alfil mediático PRO Federico Sturzenegger, que se las sabe todas y tiene claro cómo, cuando y dónde, desde ya.

Click en la imagen que abre este post que rememora el histórico momento de su presentación en la Bolsa de Comercio , ante la exaltación ya libidinosa de empresarios, accionistas y timberos varios, que se quedaron sin dedos de tanto clap!clap! clap! 

Las caras son ejemplares: Richard, con onda "hoy desembarco en Normandía" o mejor "Uy uy uy que mal me cayó el guiso de lentejas de anoche...dónde esta el biorsi..." . 

Daniel Artana con visión de "Alta en el cielo un águila guerrera" , y por último el menos producido y entonces jóven, fresco y desprevenido Federico Sturzenegger, perspicaz y con caripela de "como no va andar esto"  

Y claro, al final, no andó porque , como se rumoreaba en aquellos días de plomo neoliberal: Con López no hay Morphi, la gente está Artana y el gobierno se queda Solanet. No andó
 
ramble tamble, ARTEMIO lÓPEZ

17 DE NOVIEMBRE POR HERNAN BRIENZA.

Y vuelve
Por Hernán Brienza. Escritor y politólogo
contacto@miradasalsur.com

Al pie de la escalera lo estaban esperando Rucci y Abal Medina, por lo que no se hizo necesario aplicar el plan que Perón le había comentado a Pietragalla. Allí cruzaron unas breves palabras entre los tres y se acomodaron en los automóviles para dirigirse al hotel. Tras la escena histórica del paraguas, el General fue saludando a los manifestantes dentro del vehículo con la ventanilla baja. Hasta que llegó al Hotel Internacional. De riguroso traje oscuro, Perón bajó del coche, se acomodó el traje e ingresó. Detrás de él iban Rucci y Abal Medina. El General se dio vuelta y le hizo una seña al secretario del Movimiento para que hiciera público un mensaje por radio.

Abal Medina se acercó a un periodista, entonces, y le solicitó que transmitiera sus palabras: que el General había llegado bien, que se encontraba en perfecto estado, en tierra firme y en libertad. Y les pidió a todos los peronistas que evitaran los enfrentamientos porque lo que más quería el General era una jornada en paz.

Ansiosos, conscientes de que estaban protagonizando un día histórico, los periodistas preguntaron si habría una conferencia por parte de Perón. A las 13.30, Cámpora y Abal Medina hablaron con la prensa e informaron que el General no haría declaraciones por el momento. La idea de un encuentro con los medios de comunicación era más que apresurada: el General estaba cansado, apenas había almorzado frugalmente a las 12.30 y se había retirado a su habitación. Estaba visiblemente emocionado por el reencuentro con su pueblo. Había pedido que lo dejaran descansar hasta las 5 de la tarde, cuando comenzarían las reuniones con los distintos sectores políticos y sociales.

Minutos antes de las 17, Frondizi ingresó a la sala de reuniones donde el General estaba reunido con sus hombres políticos más cercanos. En la larga mesa estaban sentados Jorge Abelardo Ramos, Marcelo Sánchez Sorondo, Mario Amadeo, Vicente Solano Lima, Rogelio Frigerio, Rucci y Abal Medina, entre otros.

Mientras se producía esa reunión de bienvenida, Lanusse intentó una última operación para no perder absolutamente todo. Mientras Perón, contento, celebraba con sus visitantes en el vestíbulo la noticia de que no había habido violencia en ese día tan difícil, en otro rincón del hotel, Cámpora y Abal Medina mantenían en secreto una reunión con Ezequiel Martínez. El secretario general de la Junta los recibió y les dijo en todo firme:

–Lanusse quiere verse con Perón.
–Bueno, vamos a transmitirle su pedido...
–No entienden –intentó decir Martínez, cuando Abal Medina lo interrumpió:
–Mire, no le genere falsas expectativas a Lanusse, porque lo más probable es que el General quiera verse primero con su pueblo y luego decida. O sea, cuando pueda, libremente, verse con la gente, tomará la determinación. Habilítennos la salida...
–No –lo cortó Martínez–; la salida en estas condiciones es sumamente riesgosa. Demos por terminada la reunión, caballeros.

Media hora después, Martínez, acompañado por el secretario de Prensa Edgardo Sajón, convocó a una nueva reunión a Cámpora y Abal Medina. El joven secretario del Movimiento le aconsejó al delegado personal de Perón que el Petiso Rucci, que sabía hacer el papel de malo, fuera de la partida. El encuentro comenzó álgido:

–Señores, mientras no se arreglen los pasos a seguir, sería una irresponsabilidad del Estado permitir la salida, con lo cual no se va a permitir la salida de Perón de Ezeiza.

Ofuscado, el joven abogado Abal Medina lo increpó:

–¿Esto es formal? ¿El General está detenido?
–No, no está detenido –replicó Sajón.
–¿Está secuestrado? –inquirió Abal Medina.

Sereno, con una sonrisa ladeada, Rucci lo miró a Sajón y le dijo, tranquilamente:

–Vea, Sajón, el país se puede parar en cualquier momento y por tiempo indeterminado... usted decide...

Apenas concluyó la reunión, ya entrada la tarde noche, Perón fue informado del contenido de las charlas. Visiblemente molesto, el General, al que sí le daba el cuero, dijo con autoridad:

–Bueno, vamos a ver si podemos ir a la casa, entonces.

A las 22 horas, la Fuerza Aérea apostó frente a la puerta del hotel dos ametralladoras pesadas apuntando a la entrada. De inmediato, el hotel se convirtió en un caos. Y Perón, en un acto de verdadero coraje personal, dispuso la salida. La comitiva bajó con sus maletas. Cuando estaban por salir de la habitación, un comisario de la Federal, alto, canoso, grandote, se interpuso, metralleta en mano, y ordenó que se detuvieran. Raudo, Lorenzo Miguel se abalanzó contra el jefe policial y lo increpó a los empujones, mientras Abal Medina gritaba: “Esto es formalmente un secuestro, no puede salir. ¿Usted dice que no puede abandonar este lugar? ¿Usted lo va a impedir por la fuerza?”.

–No, yo no, es la fuerza –dudó el oficial.
–¡Déjenos pasar! –gritó Abal Medina, mientras Perón observaba la situación imperturbable–. ¿Entonces, el General está detenido?
–Bueno, no, pero no puede abandonar el hotel.
–Y bueno, eso es estar detenido –concluyó Abal Medina.

Perón regresó a la habitación y tuvo una reunión a puerta cerrada con los suyos. López Rega propuso desesperado y nervioso que el General debía irse a Asunción. “¡Vámonos! ¡Vámonos!” decía. “Tenemos que irnos, ¡tenemos que irnos ya a Asunción!” La situación se calmó con el paso de los minutos y López Rega comenzó a callarse. El líder se mantuvo silencioso, taciturno, reflexivo. Y muy cansado.

Minutos después de las 23.30, Martínez volvió a Ezeiza en helicóptero. Sostuvo una breve reunión con Cámpora y Abal Medina, y les pidió un par de horas para resolver la situación política. Lanusse había viajado en el día a Bahía Blanca y hacia la noche ya había regresado a Buenos Aires. Dos horas después, ya en la madrugada del día 18, el secretario de la Junta los convocó a las dependencias de la Base y les anunció: “Bueno, si ustedes toman la responsabilidad, se hacen cargo de la seguridad del General... Esta situación es muy delicada, pero ante la insistencia del señor Perón y de ustedes... Sólo nos oponemos a que salgan de noche, les pedimos que esperen”.

Rápidamente, Cámpora respondió: “Entonces, saldremos seis y media, ¿le parece bien?”. Martínez resopló ante la chicana y contestó, cansino: “Les pido que sea a las siete y media”. Acordaron, así, que la salida del hotel se realizaría a la hora señalada y se dio por finalizada la reunión.

Las horas pasaron lentas. Perón se informaba, comentaba las noticias, analizaba la situación, intentaba proyectar los próximos pasos. A las 6 en punto de la mañana, antes de lo pactado, Perón salió con su traje oscuro del hotel. Cincuenta minutos después, arribó con la caravana de Ford Fairlanes a la casa blanca de Gaspar Campos y Meló, en Vicente López.

Perón estaba visiblemente cansado cuando entró en la casa y la recorrió junto con su pequeña comitiva: “Uh, ojalá pudiera descansar un día” dijo el General mientras revisaba los placards y comenzaba a acomodar su ropa, conversaba con Isabel, con López Rega, con Cámpora y Abal Medina. De lejos, a pesar de que el barrio todavía estaba rodeado de policías, empezó a escucharse el murmullo de cientos de personas que se iban acercando.

A las 7.10, Abal Medina salió de la casa y anunció a los periodistas que hacían guardia que “el General está muy contento aunque un tanto sorprendido por la actitud del gobierno de tenerlo detenido anoche”. Dos horas y media después, los trabajadores de prensa comenzaron a gritar: “Perón al balcón, Perón al balcón”. Cámpora salió al cruce y explicó: “El señor General está reunido en este momento. No va a salir a recibirlos pero pide que lo disculpen”. A los pocos minutos, se presentó un menos amable Osinde y sentenció: “No va a ser posible hablar con el General”. Los periodistas insistieron. Y Perón se asomó por una ventana. Un periodista le gritó:
“Queremos hablar con usted, General, hace tres días que no dormimos”. Y Perón le respondió sonriente: “Perdónenme, muchachos, pero hace tres días que no me puedo sacar ni los botines”.

La calle Gaspar Campos se convirtió en un río de manifestantes que se apretujaban para ver al General. Superaban el millar. Eran jóvenes menores de 30 años, que no paraban de gritar consignas y cantar. A las 13.16, exactamente, Perón salió al balcón y saludó ante el griterío de la muchachada. Estaba de regreso. Había cruzado el océano, había vencido al exilio. El peronismo había regresado. Había vencido a esos sectores dominantes que lo habían querido condenar al olvido. El General se reencontraba con su pueblo, con sus trabajadores y con los hijos de aquellos viejos trabajadores de los años cuarenta. Levantó los brazos y dijo: “Muchas gracias por haber venido”. No hacía falta decir nada más.

Fragmento del libro El otro 17. De la Resistencia a la Victoria. La historia del regreso de Perón.
Editorial Capital Intelectual.

18/11/12 Miradas al Sur


Prof GB

LOS CLARINISTAS SON ASI

Carreras
Por Horacio Verbitsky

El camarista federal en lo civil y comercial de la Capital Francisco Horacio De las Carreras fue condenado al pago de 2400 pesos de multa por manejar 23 veces a excesiva velocidad su auto con patente EVR-447. Lo más interesante fue el descargo que De las Carreras intentó ante su colega porteño, Norberto Luis Circo. Como atiende su despacho en la Capital pero vive en San Isidro, utiliza la Autopista Arturo Illia y la Avenida Lugones, donde la circulación “resulta altamente peligrosa por la proliferación de hechos delictivos realizados por los ocupantes de los terrenos del ferrocarril (denominada villa de emergencia nº 31). En virtud de ello, consideró que no es posible circular libremente sin temor de ser víctima de algún hecho de violencia o robo con agresión física”. Circo sostuvo que esos argumentos “no resisten el menor análisis” y señaló que como juez debía respetar las normas “con mayor apego que el resto de la ciudadanía”. De las Carreras es el camarista imputado por el fiscal federal Eduardo Taiano por haber asistido a un encuentro de Medios de Comunicación en Miami, auspiciado por Cablevisión, mientras tenía a resolución una causa que interesa al Grupo Clarín.


GB

ASI ERAN LOS 8N

Carteles
Camarista Fernández en la marcha: 45.000 pesos de jubilación

Por Horacio Verbitsky

Envuelto en la bandera argentina, el camarista federal de Bahía Blanca Augusto Enrique Fernández exhibió un cartel casero muy al tono en la marcha del jueves 8. Fernández se jubiló en abril, con un haber mensual de 45.000 pesos, pero antes excarceló a 36 represores procesados por crímenes de lesa humanidad. Culminó así una carrera iniciada en 1990, cuando su designación para disciplinar a la única Cámara del país que había declarado la inconstitucionalidad de la ley de obediencia debida fue impulsada por el entonces vicepresidente Eduardo Duhalde, padrino de su casamiento y de uno de sus hijos. Como secretaria, designó a Stella Maris Suppicich Speroni de Ramos, hija de uno de los máximos jefes de la ESMA. Ese año apartó al fiscal Hugo Cañón de las causas contra media docena de oficiales de la Armada y aceptó en su reemplazo al fiscal designado ad hoc por el gobierno, Norberto Quintín, quien apoyó la constitucionalidad del indulto presidencial. La jubilación de Fernández se produjo cuando el consejo de la magistratura lo convocó en un expediente por persecución a empleados, por denuncia del Sindicato de Judiciales.

18/11/12 Página|12

EL IMPERIO ISRAELI?

Los verdaderos blancos de Benjamín Netanyahu
Por Walter Goobar
wgoobar@miradasalsur.com

El miércoles, un misil israelí impactó en un coche en una calle de Gaza y mató a dos personas: uno de ellos era Ahmed Yabari, el líder militar de Hamás, el otro era su hijo. El hombre asesinado por Israel era el jefe del ala militar de Hamás. Numerosos medios de comunicación lo presentaron como un “terrorista” y responsable de todos los ataques contra Israel. Una imagen que no tiene nada que ver con la realidad. El periodista israelí Aluf Benn, en el diario Haaretz, de este jueves, explica que “Ahmed Yabari era un subcontratista, responsable del mantenimiento de la seguridad de Israel en la Franja de Gaza”.

Haaretz revela que Yabari no fue eliminado por su supuesta peligrosidad, sino porque estaba buscando la paz. Ésta no es una afirmación retórica ni obra de una maniobra de victimización de Hamás, sino que quien lo afirma es nada menos que Gershon Baskin, un mediador israelí que llevaba y traía propuestas entre Yabari y altos cargos israelíes. Se negociaba una tregua permanente, con acuerdos que habrían evitado la terrible espiral de provocaciones y represalias. En el lado israelí estaban alargando el proceso, pero el miércoles, Baskin le hizo llegar a Yabari el último borrador. Horas más tarde, un misil lo mató.

Es cierto que en los últimos meses, los lanzamientos de misiles no habían cesado, pero incluso en la última semana de octubre, cuando desde Gaza salió un centenar de disparos, no hubo daños ni afectados en Israel: siempre caían en terreno baldío.

Basta con observar los gráficos publicados por el propio Ministerio de Asuntos Exteriores israelí sobre los disparos de cohetes del 14 de noviembre de 2012, para darse cuenta de que, en general, la tregua fue real del lado palestino. Sólo fue rota por los ataques del ejército israelí los días 7, 8 y 13 y 14 de octubre.

Por otra parte, el balance de víctimas desde la tregua de enero de 2009 que siguió a la operación Plomo Fundido, lo confirma. El informe de la organización israelí de defensa de los derechos humanos B’Tselem sobre los palestinos e israelíes muertos en Gaza desde el 19 de enero de 2009 hasta el 30 de septiembre de 2012 es claro: 271 palestinos (de ellos 30 menores) contra 4 israelíes. Las cifras hablan por sí solas...

Aunque cada víctima –por ambos bandos–, encierra un crimen y una tragedia, el escaso número de muertos israelíes no era casual: era una orden del ahora asesinado Ahmet Yabari, el todopoderoso dirigente de Hamás que estaba negociando un acuerdo con los israelíes. Tras su muerte, se volvió a la política del ojo por ojo: el jueves murieron tres civiles israelíes por un cohete lanzado desde Gaza y el viernes sonaron –por primera vez desde 1991– las alarmas antimisil en la populosa Tel Aviv, ubicada a 47 kilómetros de Gaza, ese territorio que el lingüista estadounidense Noam Chomsky ha definido como “la cárcel a cielo abierto más grande del mundo”.

Si Yabari no era el verdadero destinatario del misil que acabó con su vida, ¿a quién iba dirigido? No es descabellado pensar que el blanco simbólico del misil era el reelegido presidente de los Estados Unidos, Barack Hussein Obama, que desde que llegó a la Casa Blanca sueña con pasar a la Historia como el hombre que selló la paz entre israelíes y palestinos.

Recién llegado al Despacho Oval en enero de 2009, un ingenuo Obama se encontró con una sorpresa israelí: donde estaba antes Gaza había un inmenso campo de escombros. La operación Plomo Fundido, lanzada hace casi exactamente cuatro años –a finales de diciembre de 2008–, concluyó con un saldo de cien palestinos muertos por cada víctima israelí. Esa campaña de bombardeos era el regalo de bienvenida de Israel. Obama se tragó el enojo y aplazó sus esperanzas para el segundo mandato, que empieza en enero.

Ahora como en 2008, el enemigo de Israel no es Hamás. Tampoco es Mahmud Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina, que el día 29 de noviembre pedirá a la Asamblea General de Naciones Unidas que se reconozca a Palestina como Estado observador. La propuesta se aprobará, pero tiene más valor simbólico que efectos legales o políticos.

La reelección de Obama amenazó de manera similar a su primer período: el jefe de la CIA, el general David Petraeus debió renunciar, aparentemente por una relación extramatrimonial. Ése no fue su verdadero error, sino haber testificado en marzo de 2012 ante el Congreso de Estados Unidos que “Israel era un lastre estratégico en Medio Oriente para la política que pretendía implementar Obama”.

Sin embargo, Obama nombró a Petraeus director de la CIA después de ese polémico testimonio ante el Senado que causó mucho revuelo en Israel y en el Mossad. Es probable que aquella declaración sellara la suerte de Petraeus, pero su segundo error grave fue dejarse seducir por una Mata Harir que trabaja precisamente para el lobby y la industria armamentista israelí, por lo que hizo todo lo posible para que el escándalo saltara a la luz pública.

Sólo una profesional del espionaje –que incluso ha trabajado como modelo en publicidad de ametralladoras–, logra una sincronización tan perfecta para que el escándalo detone al día siguiente del triunfo de Obama. Lo de Petraeus sólo fue una advertencia. Dentro de unas semanas, Gaza estará de nuevo en escombros, el mando de Hamás pasará a los más combativos; el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, tendrá que hacer malabarismos entre el respaldo moral a Hamás y el mantenimiento de las relaciones con Israel, los israelíes repetirán el viejo eslogan que la paz con los palestinos es imposible y en enero votarán a Netanyahu o a cualquier otro candidato que prometa lo mismo, porque en la guerra no se hacen preguntas.

Lo cierto es que el complejo militar industrial hebreo necesita un enemigo, porque sólo un enemigo crea miedo. Y el miedo es lo único que mantiene con vida no sólo a los consecutivos gobiernos israelíes, sino a todo el sistema político de un país con crecientes abismos sociales, que separan a laicos y religiosos, ricos y pobres. La verdad es que los precarios morteros de Hamás no bastan para justificar la perpetua amenaza existencial con la que se aterroriza a los israelíes. Para Netanyahu, la verdadera amenaza existencial para los gobiernos militaristas y expansionistas es la paz con Palestina.

18/11/12 Miradas al Sur

ALEJO LACLAU, OPINA....

La gloria de don Alejo
Por Mario Wainfeld

Alejo Laclau es primo segundo de Ernesto Laclau. Este es un académico reconocido a nivel internacional, autor de interesantes trabajos sobre el populismo desde hace décadas. El primo Ernesto ha manifestado pública adhesión al kirchnerismo. Se le asigna ser su “ideólogo”, expresión errada dado que el kirchnerismo, como todo populismo, armó su praxis andando el camino. Y luego fue explicado por los estudiosos.

Pero volvamos a Alejo Laclau, quien retó públicamente a su reconocido pariente, en una carta de lectores publicada y resaltada por el diario Clarín. Alejo le reprochó su alineamiento con un gobierno espantoso. Escribió, en un breve y no memorable texto, una nueva versión de la clásica diatriba de la gente común que sabe de qué se trata versus los intelectuales que navegan en nubes de Ubeda.

El corresponsal de Clarín tuvo sus minutos de fama. Fue ensalzado por los grandes medios y por sus voceros, fue reporteado, hasta ganó imitadores. Otro lector, sin familiares ilustres para mostrar, manifestó un noble deseo: que los filósofos Ricardo Forster y José Pablo Feinmann tengan, a su vez, parientes sensatos que los disuadan de su apoyo al kirchnerismo. Es factible que sus plegarias sean atendidas: ¿quién no tiene, en la aldea global, algún pariente que lo envidie o lo deteste o lo llame al orden?

El rebusque es divertido e ilustrativo de cómo se construye, desde la mera nada, un discurso mediático. De un lado “la gente”, del otro los malsanos intelectuales regiminosos. De un lado la familia, con su sabiduría conservadora. Del otro, el ideologismo disolvente de algunos desventurados. Y la consecuencia: la división de quienes deben estar unidos.

Ese discurso berreta tiene sus tifosi en tribunas y plateas de doctrina. Todo un síntoma.

mwainfeld@pagina12.com.ar

18/11/12 Página|12


GB