lunes, 30 de enero de 2012

EL MODELO SEGUN LOS LIBERALES

En tapa del suplemento del monopolio, iEco, del día 29 de enero, nos enteramos que en relación a las franquicias en nuestro país: "Este año habrá mas de 60 marcas operando, con 28.000 locales y con un crecimiento estimado del 10,5% respecto de 2011
Se avanzara en el interior y en países limítrofes.
Los empresarios vinculados afirman que: "El sector viene acompañando el crecimiento de la economía y 2011 no fue la excepción."
Ademas el 25% de las franquicias argentinas tiene presencia en el exterior.
Y todas las marcas porteñas están concentrando su plan de expansión en el interior.

En El Cronista leemos que un rubro digamos que de características suntuarias avanzo comparativamente con el año anterior un 40%
Es el de al venta de ...piletas de lona, y plástico reforzado con fibra de vidrio.
La productora nacional de la tradicional marca Pelopincho exporta a Chile y EE.UU.

En Mar del Plata solamente entre diciembre y enero, temporadas definidas como record, veranearon 2.400.000 personas.
Solo en esta ciudad.

Y tanto este diario como Ambito Financiero destacan con sutiles criticas, lo cual no es poco, el control sobre petroleras (recordar que con su política de venta diferencial con respecto a las estaciones de servicio se "alzaron" indebidamente a espaldas del Estado, 3.500 millones de pesos) y bancos extranjeros para que vendan mas barato a los transportistas el combustible y no giren el total de sus ganancias a un mundo central en crisis que pretende pagarla a costa y con los costos de nuestro Pueblo.

GB

domingo, 29 de enero de 2012

HISTORIA DE LAS ISLAS MALVINAS PARTE 8.

Hacia una conciencia nacional

Después de cierto período de negligencia pública, aunque el gobierno jamás cejó en la reclamación de sus derechos en los congresos internacionales, actualizóse el movimiento reivindicatorio en la tercera década del presente siglo.

En 1933 el historiador argentino Antonio Gómez Langenheim publica su libro “La tercera invasión”. Al año siguiente el doctor Alfredo L. Palacios presenta un patriótico alegato en el Senado Nacional y da a la imprenta su trabajo “Las Islas Malvinas, archipiélago argentino”.

En 1936 la asociación El Ceibo solicita al Ministro de Justicia e Instrucción Pública se establezca el 10 de junio como “Día Nacional de las Malvinas”. En esa fecha se recuerdan dos episodios históricos: la expulsión de los ingleses de Puerto Egmont, en 1770, y la designación de Luis Vernet como comandante político y militar de las Islas Malvinas, en 1829.

En 1938 la Alianza de la Juventud Nacionalista realiza un gran acto público en el teatro Marconi, donde varios oradores reclaman la devolución de las islas a sus legítimos dueños.

El 23 de septiembre del mismo año, el presidente de la República, Roberto M. Ortiz, al promulgar la ley que ratifica las convenciones del Congreso de la Unión Postal de El Cairo, donde Gran Bretaña incluía a las islas como propiedad suya, salva el error del Parlamento que por descuido las había aprobado, y reafirma la soberanía sobre las Malvinas, "que pertenecen a la Nación Argentina por derecho irrenunciable".

El 9 de julio de 1939 se funda la Junta de Recuperación de las Malvinas, con la presidencia del senador Alfredo L. Palacios. A la renuncia de éste, el año siguiente, asume el doctor Antonio Gómez Langenheim, quien lleva adelante una efectiva campaña formadora de una conciencia nacional, por medio de conferencias públicas, confección de un mapa de las Malvinas con la toponimia argentina, edición de la “Marcha de las Malvinas”, con letra del poeta Carlos Obligado y música del maestro José Tieri, rectificación de datos históricos equivocados en varias publicaciones y gestiones para designar con el nombre del archipiélago a escuelas, calles y paseos públicos. Poco después del fallecimiento del doctor Gómez Langenheim, es designado presidente de la Junta el embajador Alberto M. Candioti.

El 2 de septiembre de 1946 el presidente de la República, Juan D. Perón, fija por decreto las normas a que deben ajustarse los mapas argentinos, por ser "necesario arbitrar todos los medios para que la cartografía que se divulgue en nuestro país y, con mayor razón en el extranjero, no adolezca de fallas que, producidas voluntaria o involuntariamente, puedan lesionar la soberanía nacional, dando lugar a un erróneo conocimiento de nuestro patrimonio territorial".

Por otro decreto, el 8 de agosto de 1948 el Poder Ejecutivo, en homenaje al general San Martín, dispone llevar la "llama de la argentinidad", encendida en la lámpara que arde en el peristilo de la Catedral, a todos los territorios nacionales, custodiada por docentes y estudiantes. La comisión organizadora, presidida por el doctor Oscar Ivanissevich e integrada por representantes de las fuerzas armadas, "continuará en sus funciones hasta tanto dé cumplimiento a su cometido de trasladar la lámpara votiva a las Islas Malvinas".

El 11 de abril de 1949, el rector de la Universidad de La Plata, doctor Carlos I. Rivas, inaugura un monumento alegórico de las Islas Malvinas, obra del escultor César Sforza, en el patio principal de aquella casa de altos estudios.

El 30 de agosto del mismo año, el juez en lo civil, doctor Roberto Palmieri, resuelve favorablemente el pedido del súbdito británico John Howard Poynor, quien solicitaba la inscripción en el Registro Civil de dos hijos suyos nacidos en el archipiélago, en 1942 y 1943, declarando "bajo juramento, que considera que sus hijos Miguel y Valeria, nacidos ambos en las Malvinas, son argentinos, por ser éstas parte integrante del territorio argentino".

El 4 de mayo de 1955, el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Jerónimo Remorino, refuta la nota del Foreign Office que proponía llevar el asunto de las "dependencias de las Islas Malvinas" a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, rechazando el arbitraje y los presuntos derechos británicos en los territorios australes pertenecientes a la Argentina.

El 3 de enero de 1966, al cumplirse el 133° aniversario de la usurpación del archipiélago, el presidente Arturo Illia decreta la fundación del Instituto Nacional de las Islas Malvinas y Adyacencias, que presidió el doctor Ernesto J. Fitte. Al año siguiente, por controversias surgidas en la asociación acerca del carácter que debía darse a la sublevación del gaucho Rivero, el doctor Fitte renuncia y el ministro de Relaciones Exteriores, Nicanor Costa Méndez, disuelve el Instituto por decreto del 14 de febrero de 1967.

Los miembros subsistentes constituyen entonces, a título privado, el Instituto de las Islas Malvinas y Tierras Australes Argentinas, con la presidencia del historiador Alfredo Díaz de Molina, quien fue reemplazado, en 1973, después de cumplir dos mandatos, por el escritor Carlos Barreiro Ortiz. Esta asociación, integrada por historiadores, diplomáticos y miembros del clero y de las Fuerzas Armadas, sigue cumpliendo una labor encomiable.

Entre otras obras realizadas, destacamos la edición de la partitura y disco de la “Marcha de las Malvinas”; gestión para el otorgamiento de una condecoración al jurista norteamericano Julius Goebel, hijo, por su libro “La pugna por las Islas Malvinas”; auspicio al poema folklórico “El gaucho Rivero”, de Juan de los Santos Amores; respaldo al trabajo de investigación del ingeniero Nicanor Alurralde sobre el descubrimiento de las Malvinas por Vespucio; conferencias en salas públicas y por televisión y radiofonía, y conexión con la dirección general de Antártida y Malvinas y varias entidades patrióticas similares. Como contribución importante preparó un programa de estudio sobre historia y geografía de las Malvinas, que fue aprobado por el Ministerio de Cultura y Educación.

Es menester destacar dos hechos importantes que en su tiempo conmovieron a la opinión nacional e internacional. El primero es el audaz vuelo del aviador argentino Miguel Fitzgerald en un pequeño avión Cessna el 8 de septiembre de 1964, fiesta de la Natividad de la Virgen, el mismo día en que se iniciaba en las Naciones Unidas el debate sobre las Islas Malvinas, con aterrizaje en la cancha de carreras, enarbolamiento de la bandera argentina y entrega de un mensaje reivindicatorio al gobernador Thompson. Dos años después, el 28 de septiembre de 1966, es desviado un avión de Aerolíneas Argentinas y obligado a aterrizar en Stanley por el comando nacionalista "Cóndor", que constituyó una advertencia al país ocupante de que subsiste una demanda argentina que debe satisfacerse pronto y con justicia.


(Presidencia de la Nación, Secretaría de Prensa y Difusión, República Argentina; "LAS MALVINAS SON ARGENTINAS". PRIMERA PARTE: LA SOBERANÍA ARGENTINA. Codex. Bs. As., 1974, págs. 15 a 35. NOTA: Este trabajo ha sido encomendado expresamente al historiador y redactor de esta Secretaría de Prensa y Difusión, profesor Juan Carlos Moreno. Arch. Fundación "Dr. RAMÓN CARRILLO")

Prof GB

HISTORIA DE LAS ISLAS MALVINAS PARTE 7

Las reclamaciones diplomáticas
El día de su arribo a Buenos Aires, el capitán José María Pinedo informó a su gobierno de la usurpación de las Malvinas por fuerzas británicas. El gobernador Juan Ramón Balcarce, por medio de su ministro Maza, protestó inmediatamente ante el encargado de negocios de Gran Bretaña, Philip G. Gore, y comunicó el hecho a la Legislatura y a todas las naciones con las cuales mantenía relaciones amistosas. Sólo Brasil y Bolivia se solidarizaron con nuestra protesta.

El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, don Mariano Enrique Calvo, manifestaba el 19 de junio de 1833, entre otros conceptos expresivos:

"La ocupación de la isla Soledad sin previo reclamo, sin alegar título alguno y sin otro apoyo que el abuso de la prepotencia, ha sido en extremo sensible al gobierno de Bolivia, que respetando sobremanera los derechos de toda nación, quisiera que de todas ellas se desterrasen las vías de puro hecho, tan contrarias a la razón y a las luces del siglo. En violación tan manifiesta del derecho de gentes hay que considerar no sólo el ultraje hecho a la República Argentina, sino también el desprecio que envuelve hacia las demás naciones americanas".

El embajador argentino en Londres, Manuel Moreno, presentó el 17 de junio de 1833 ante el Foreign Office, una extensa protesta donde exponía circunstanciadamente los derechos de soberanía, basados en la propiedad y ocupación por España de las islas, reconocida explícitamente por Francia, cuando le devolvió el archipiélago en 1767, e implícitamente por Gran Bretaña, con el desalojo de Puerto Egmont, en 1774, después del conflicto angloespañol.

El canciller inglés Lord Palmerston contestó desentendiéndose del aspecto histórico y justificando la actitud del capitán John James Onslow, y aun tuvo la osadía de afirmar que la Argentina había hecho abandono de las islas, argumento especioso que deseaba sentar como precedente utilizable en el futuro, pues nunca hasta entonces los ingleses habían ocupado la Malvina Oriental ni la Occidental sino sólo Puerto Egmont, en la pequeña isla Saunders (de la Cruzada), la que, por otra parte, ya había sido enteramente abandonada en 1774.

El embajador Moreno presentó un segundo alegato el 24 de diciembre de 1834, historiando los descubrimientos y refutando la presunta prioridad de Inglaterra. Juan Manuel de Rosas, que retomó el poder el 13 de abril de 1835, persistió durante su gobierno en las reclamaciones ante Washington por el atropello de 1831, y ante Gran Bretaña, por la usurpación de 1833, sosteniendo la legitimidad de la soberanía argentina.

Otra tercera protesta del 18 de diciembre de 1841 mereció un frío acuse de recibo inglés. Y la cuarta, del 19 de febrero de 1842, fue contestada por el canciller lord Aberdeen con este arrogante sofisma: "El gobierno británico no puede reconocer a las Provincias Unidas el derecho de alterar un acuerdo concluido cuarenta años antes de la emancipación de éstas entre Gran Bretaña y España. En lo concerniente a su derecho de soberanía sobre las Malvinas o Falkland, la Gran Bretaña considera este arreglo como definitivo: en ejercicio de este derecho acaba de ser inaugurado en estas islas un sistema permanente de colonización. El gobierno de S. M. B. comunica esta medida al señor Moreno al mismo tiempo que su determinación de no permitir ninguna infracción a los derechos incontestables de Gran Bretaña sobre las Islas Falkland".

Como ha sido suficientemente demostrado por juristas e historiadores imparciales, la declaración de Aberdeen carece de todo valor legal. Aparte de no expresar la verdad, pues no se había concertado acuerdo alguno con España antes de la emancipación argentina, sino en el sentido de que España conservaba la soberanía en las Malvinas después del conflicto por el desalojo de Puerto Egmont, ni el descubrimiento ni la ocupación podían otorgar derecho alguno a Gran Bretaña.

La Argentina, como sucesora legítima de España, había adquirido un título legal inalienable, como sostiene el jurista norteamericano Julius Goebel, hijo, en su ya citada obra: "Si aplicamos este principio al caso de las Malvinas, resulta evidente que la tesis inglesa de que la Confederación Argentina no podía ser parte interesada en una causa arreglada entre España e Inglaterra, carece totalmente de fundamentos legales. El derecho de la Nación Argentina a ocupar el lugar de España respecto de la soberanía sobre las Malvinas quedó establecido por la revolución victoriosa y por la afirmación del mantenimiento de la soberanía sobre las Malvinas, incluso frente a España. Cuando Gran Bretaña ocupó las islas en 1833, las consecuencias legales fueron las mismas que si las islas no hubieran dejado nunca de pertenecer a España".

Al replicar Manuel Moreno la nota de lord Aberdeen el 10 de marzo de 1842 reiteró las anteriores reclamaciones, y renovó las protestas, ratificando "todo el valor que actualmente y en cualquier otra época pudieren tener".

Dice el historiador norteamericano Julius Goebel, hijo: "Después del regreso de Bayles a Wáshington, llegó a conocimiento del gobierno de los Estados Unidos la expedición de Onslow y la ocupación de las Malvinas. No se dijo, sin embargo, ni una palabra de la violación de la doctrina de Monroe".

Pero Gran Bretaña, con la orgullosa manifestación de lord Aberdeen, había cerrado el debate que no quiso reabrir. En notas posteriores, contestando a subsiguientes reclamaciones, se atuvo a aquella arbitraria respuesta. De este modo mantiene injustamente en su poder, desde hace más de un siglo, aquel fragmento reivindicado de nuestra patria.

Y sólo ahora, después que, en 1964, el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas la obligó a inclinar la cerviz y a someterse a negociaciones, la solución total del litigio se halla en vías de resolverse en términos satisfactorios.


Prof GB
Fuente La Gazeta Federal.

sábado, 28 de enero de 2012

Columnas, La Nación, Novedades|enero 27, 2012 Malvinas: nuestro mandato y la sintonía fina

De todos los oficios que tengo, hoy vengo a hablar del único que no elegí pero del cual no puedo ni quiero abjurar. Hace casi 11.000 días que a muchos de nosotros nos dieron un legado… al tener que volver, en el momento exacto de dejar las Islas, derrotados, todos nosotros, los sobrevivientes, escuchamos el mismo mandato.

Por Carlos Giordano (*) /

Se nos metió bajo la piel, se nos grabó como un tatuaje inmanente, nos pobló con un nuevo brillo la mirada, rasgó la joven conciencia que aún nos ocupaba los sueños, los años, la vida que volvíamos a tener entre nuestras manos… hablen, cuenten, digan, canten, escriban, graben, esculpan, filmen, pinten, griten, susurren, transmitan, publiquen… lo que pasó, lo que hicieron, lo que nos hicieron, lo que nos torturaron, lo que nos robaron, lo que nos secuestraron, lo que nos desaparecieron, los sueños que nos impidieron, las historias que queríamos y que no vamos a vivir, losmédicosabogadosartistaspolíticosjugadoresmecánicossacerdotespadresnovioshijoscientíficoscazadorescriadoresmedierostranseúntesbandidosatorrantespatronesescaladoreszafrerospetrolerosminerosempleadoscomerciantessueñerossoñadoresmartillerostécnicosinspectorescocinerosbarrenderosestudiantesantropólogosdentistaseconomistaslibrerosdespachantesviajantesbolserosjangaderoschoferescamionerospasajerosmaestrosprofesoresvagabundospanaderosmetalúrgicos que no seremos…

Tengo 49 años y el 2 de abril de 1982 desembarqué en Malvinas como “colimba”… y hoy, fundamentalmente hoy, siento que empieza a ser posible pasar el “testigo”, cumplir aquel “mandato”, deshacer la paradoja que creo más profunda en nuestra historia como Nación, como Destino: Malvinas sigue siendo, al tiempo que una referencia ineludible, lo más estentóreo de lo no dicho, de lo ocultado, de lo silenciado forzadamente, de lo acallado con premeditación y alevosía, de lo censurado con fruición y detalle… sin embargo, si cualquiera de nosotros revisa los periódicos de los 10910 días que transcurrieron desde el final de la Batalla de Malvinas hasta hoy, va a encontrar que no pasó uno solo que no haya una noticia que nos nombren de algunas manera a las Islas… desde temas de soberanía, episodios de violencia donde participó algún ex combatiente, una licencia pesquera mal o bien dada, un acto reivindicatorio, una estampilla, un discurso neocolonialista, una reparación histórica… el 15 de junio de 1982 Malvinas, anteayer Malvinas, ayer Malvinas, hoy Malvinas… todos los días Malvinas.

Y es que es en la idea de Malvinas donde se aloja la oportunidad para sintonizar finamente el futuro… claro que no hablo de los 11718 km cuadrados de roca y turba que componen casi exclusivamente la topografía de las islas… hablo de lo que su sola mención representa:

■Malvinas significa la soberanía territorial que aún está incompleta sin la bandera argentina en todos nuestros mástiles;
■significa la imposibilidad de ejercer la soberanía alimentaria, extractiva, cultivadora, mientras los buques, plataformas y redes extranjeros hagan uso de las licencias dadas por Inglaterra o cualquiera de sus aliados y nosotros no tengamos poder de policía sobre ellos;

■significa la absoluta falta de libertad para circular por el territorio nacional marítimo, aéreo, insular y continental en su integralidad;
■significa el regocijo unánime cuando después de 10910 días nos damos permiso para publicar el archifamoso informe Rattenbach, aquel informe que las propias Fuerzas Armadas responsables del genocidio, la traición y la entrega hicieron aplicando la “letra” de los códigos militares de justicia, mas no los accionaron;

■significa el estruendoso bochorno que todos sentimos cuando aún repetimos la letanía de que “las Malvinas son argentinas” mientras que ellos las siguen “haciendo suyas” en el peor de los sentidos posibles;
■significa el desconsuelo por el próximo suicidio de algún ex combatiente que no logró resucitar del recuerdo, hacerlo memoria y darse la oportunidad de ser parte de este presente esperanzador;

■significa la única vergüenza que hizo que los Jerarcas militares aceptaran el oprobio del desmantelamiento del aparato de privilegios que compartían con sus colegas civiles, eclesiásticos, empresariales y culturosos;
■significa el desconcierto cuando hay que preparar un acto escolar para hablar de ellas… “¿de qué hablar? ¿de la guerra? ¿de los caídos? ¿de los milicos? ¿de la paz? ¿de la soberanía? ¿del colonialismo? ¿de los enemigos históricos? ¿de los aliados? ¿de gesta, de aventura, de los combates, de los desplantes, de los silencios, de las bravuconadas, de los autohomenajes, de los heroísmos, de las cobardías?…”


Por todo esto, hoy, cuando escuchamos que la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, retomó su función pública reivindicando su historia de compromiso y lucha por la memoria y la justicia sobre lo que pasó en Malvinas, haciendo cargo al Estado nacional así como lo hizo el Presidente Néstor Kirchner cuando en la ESMA pidió perdón por los crímenes a los ciudadanos durante la última Dictadura, empezamos a sentir que el dial puede incluir también un relato que sintonice finamente aquel mandato que nos parió a la Historia.

(*) El Dr. Carlos Giordano es Profesor Titular e Investigador de la UNLPMiembro del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) – La Platagiordano@perio.unlp.edu.ar

Prof GB

Fuente apegeba.

viernes, 27 de enero de 2012

GREENPEACE



Por Leandro Fernández I "Greenpeace, como organización internacional multinacional, con fuerte preponderancia política, organizacional y financiera del mundo desarrollado", asegura el autor.
Exclusivo PACO URONDO I


La presidenta reapareció públicamente después de la licencia médica, y con su discurso dejó una potente reflexión sobre el tema ambiental “No he escuchado a ninguna ONG ambientalista hacer críticas al Reino Unido por lo que están haciendo en Malvinas, ni de las nacionales ni de las internacionales. La verdad me gustaría que con la misma fuerza, con el mismo sentimiento que defienden tantas causas nobles, defendieran también de la explotación petrolera sin control y la depredación pesquera. Me encanta que defiendan las ballenas porque son divinas, pero sería bueno que también defendieran todos los calamares y todas las cosas que se están llevando de allí que están realmente depredando.”

La organización ambientalista salió a replicar a la presidenta en un tono irónico, en una nota en su página web titulada “Greenpeace celebra la preocupación ambiental de la presidenta”, y manifestándose públicamente a través de su coordinadora política, Eugenia Testa, que dijo en radio Mitre: "Greenpeace ha estado manifestándose en contra de esta actividad en todos los mares del mundo. Entre los casos proyectados y denunciados por Greenpeace en ese año se encuentra el de las islas Malvinas". "No nos sentimos aludidos porque Greenpeace ha sido una de las ONG que habló sobre explotación petrolera".

Los argumentos brindados por la organización tienen varias inconsistencias, comenzando por la contradicción de decir no sentirse aludidos y salir a replicar instantáneamente en forma directa a la presidenta de la nación. Más aún, considerando que la ultima y única mención directa de Greenpeace Argentina al tema Malvinas tiene fecha del año 82, en plena guerra, donde manifestaban preocupación por posibles armas nucleares en las naves Británicas.
El comunicado de la página web menciona dos documentos más, como prueba de que la organización internacional ha sido activa en el tema: un reclamo por las negociaciones internacionales sobre pesca ilegal y un informe en ingles sobre la industria petrolera y el cambio climatico.

Estos dos informes no mencionan y abordan de ninguna manera el tema de la soberanía o la cuestión de la legalidad de la explotación de los recursos naturales, en un área marina reclamada desde hace más de 150 años por nuestro país. Solamente abordan el tema de manera colateral, ya que se vinculan al problema de manera solamente temática, es decir la pesca ilegal y la explotación petrolera como problemas en el mundo. Una tibieza notoria que contrasta con otras agresivas y costosas campañas de la organización.

Greenpeace, como organización internacional multinacional, con fuerte preponderancia política, organizacional y financiera del mundo desarrollado, debe hacerse una dura autocritica por la contradicción interna que no les permite abordar como corresponde las cuestiones ambientales vinculadas a los desequilibrios históricos y deudas ambientales, que existen entre países desarrollados y los países en desarrollo. Por sobre todas las cosas, la organización debería tener el más absoluto respeto y consideración en las cuestiones de los reclamos por la soberanía, cuando la zona marítima de la que se esta hablando representa una de las áreas marinas más ricas en recursos naturales del mundo y contiene bases militares estratégicas.

Prof GB

Fidel: "Perón fue capaz de diseñar una política independiente y de raíz obrera"



En Cuba Debate l La genialidad de Chávez


El presidente Chávez presentó ante el Parlamento de Venezuela su informe sobre la actividad realizada en 2011 y el programa a ejecutar en el año actual. Después de cumplir rigurosamente las formalidades que demanda esa importante actividad, habló en la Asamblea a las autoridades oficiales del Estado, a los parlamentarios de todos los partidos, y a los simpatizantes y adversarios que el país reúne en su acto más solemne.

El líder bolivariano fue amable y respetuoso con todos los presentes como es habitual en él. Si alguno le solicitaba el uso de la palabra para alguna aclaración, le concedía de inmediato esa posibilidad. Cuando una parlamentaria, que lo había saludado amablemente igual que otros adversarios, solicitó hablar, interrumpió su informe y le cedió la palabra, en un gesto de gran altura política. Llamó mi atención la dureza extrema con que el Presidente fue increpado con frases que pusieron a prueba su caballerosidad y sangre fría. Aquello constituía una incuestionable ofensa, aunque no fuese la intención de la parlamentaria. Sólo él fue capaz de responder con serenidad al insultante calificativo de “ladrón” que ella utilizó para juzgar la conducta del Presidente por las leyes y medidas adoptadas.

Después de cerciorarse sobre el término exacto empleado, respondió a la solicitud individual de un debate con una frase elegante y sosegada “Águila no caza moscas”, y sin añadir una palabra, prosiguió serenamente su exposición.
Fue una prueba insuperable de mente ágil y autocontrol. Otra mujer, de incuestionable estirpe humilde, con emotivas y profundas palabras expresó el asombro por lo que había visto e hizo estallar el aplauso de la inmensa mayoría allí presente, que por el estampido de los mismos, parecía proceder de todos los amigos y muchos de los adversarios del Presidente.

Más de nueve horas invirtió Chávez en su discurso de rendición de cuentas sin que disminuyera el interés suscitado por sus palabras y, tal vez debido al incidente, fue escuchado por incalculable número de personas. Para mí, que muchas veces abordé arduos problemas en extensos discursos haciendo siempre el máximo esfuerzo para que las ideas que deseaba trasmitir se comprendieran, no alcanzo a explicarme cómo aquel soldado de modesto origen era capaz de mantener con su mente ágil y su inigualable talento tal despliegue oratorio sin perder su voz ni disminuir su fuerza.

La política para mí es el combate amplio y resuelto de las ideas. La publicidad es tarea de los publicistas, que tal vez conocen las técnicas para hacer que los oyentes, espectadores y lectores hagan lo que se les dice. Si tal ciencia, arte o como le llamen, se empleara para el bien de los seres humanos, merecerían algún respeto; el mismo que merecen quienes enseñan a las personas el hábito de pensar.

En el escenario de Venezuela se libra hoy un gran combate. Los enemigos internos y externos de la revolución prefieren el caos, como afirma Chávez, antes que el desarrollo justo, ordenado y pacífico del país. Acostumbrado a analizar los hechos ocurridos durante más de medio siglo, y de observar cada vez con mayores elementos de juicio la azarosa historia de nuestro tiempo y el comportamiento humano, uno aprende casi a predecir el desarrollo futuro de los acontecimientos.
Promover una Revolución profunda no era tarea fácil en Venezuela, un país de gloriosa historia, pero inmensamente rico en recursos de vital necesidad para las potencias imperialistas que han trazado y aún trazan pautas en el mundo.

Líderes políticos al estilo de Rómulo Betancourt y Carlos Andrés Pérez, carecían de cualidades personales mínimas para realizar esa tarea. El primero era además, excesivamente vanidoso e hipócrita. Oportunidades tuvo de sobra para conocer la realidad venezolana. En su juventud había sido miembro del Buró Político del Partido Comunista de Costa Rica. Conocía muy bien la historia de América Latina y el papel del imperialismo, los índices de pobreza y el saqueo despiadado de los recursos naturales del continente. No podía ignorar que en un país inmensamente rico como Venezuela, la mayoría del pueblo vivía en extrema pobreza. Los materiales fílmicos están en los archivos y constituyen pruebas irrebatibles de aquellas realidades.

Como tantas veces ha explicado Chávez, Venezuela durante más de medio siglo fue el mayor exportador de petróleo en el mundo; buques de guerra europeos y yankis a principios del siglo XX intervinieron para apoyar un gobierno ilegal y tiránico que entregó el país a los monopolios extranjeros. Es bien conocido que incalculables fondos salieron para engrosar el patrimonio de los monopolios y de la propia oligarquía venezolana.
A mí me basta recordar que cuando visité por primera vez a Venezuela, después del triunfo de la Revolución, para agradecer su simpatía y apoyo a nuestra lucha, el petróleo valía apenas dos dólares el barril.

Cuando viajé después para asistir a la toma de posesión de Chávez, el día que juró sobre la “moribunda Constitución” que sostenía Calderas, el petróleo valía 7 dólares el barril, a pesar de los 40 años transcurridos desde la primera visita y casi 30 desde que el “benemérito” Richard Nixon había declarado que el canje metálico del dólar dejaba de existir y Estados Unidos comenzó a comprar el mundo con papeles. Durante un siglo la nación fue suministradora de combustible barato a la economía del imperio y exportadora neta de capital a los países desarrollados y ricos.
¿Por qué predominaron durante más de un siglo estas repugnantes realidades?

Los oficiales de las Fuerzas Armadas de América Latina tenían sus escuelas privilegiadas en Estados Unidos, donde los campeones olímpicos de las democracias los educaban en cursos especiales destinados a preservar el orden imperialista y burgués. Los golpes de Estado serían bienvenidos siempre que estuvieran destinados a “defender las democracias”, preservar y garantizar tan repugnante orden, en alianza con las oligarquías; si los electores sabían o no leer y escribir, si tenían o no viviendas, empleo, servicios médicos y educación, eso carecía de importancia siempre que el sagrado derecho a la propiedad fuese sostenido. Chávez explica esas realidades magistralmente. Nadie conoce como él lo que ocurría en nuestros países.


Lo que era todavía peor, el carácter sofisticado de las armas, la complejidad en la explotación y el uso del armamento moderno que requiere años de aprendizaje, y la formación de especialistas altamente calificados, el precio casi inaccesible de las mismas para las economías débiles del continente, creaba un mecanismo superior de subordinación y dependencia. El Gobierno de Estados Unidos a través de mecanismos que ni siquiera consultan a los gobiernos, traza pautas y determina políticas para los militares. Las técnicas más sofisticadas de torturas se trasmitían a los llamados cuerpos de seguridad para interrogar a los que se rebelaban contra el inmundo y repugnante sistema de hambre y explotación.

A pesar de eso, no pocos oficiales honestos, hastiados por tantas desvergüenzas, intentaron valientemente erradicar aquella bochornosa traición a la historia de nuestras luchas por la independencia.

En Argentina, Juan Domingo Perón, oficial del Ejército, fue capaz de diseñar una política independiente y de raíz obrera en su país. Un sangriento golpe militar lo derrocó, lo expulsó de su país, y lo mantuvo exiliado desde 1955 hasta 1973.


Años más tarde, bajo la égida de los yankis, asaltaron de nuevo el poder, asesinaron, torturaron y desaparecieron a decenas de miles de argentinos, y no fueron siquiera capaces de defender el país en la guerra colonial contra Argentina que Inglaterra llevó a cabo con el apoyo cómplice de Estados Unidos y el esbirro Augusto Pinochet, con su cohorte de oficiales fascistas formados en la Escuela de las Américas.

En Santo Domingo, el Coronel Francisco Caamaño Deñó; en Perú, el General Velazco Alvarado; en Panamá, el General Omar Torrijos; y en otros países capitanes y oficiales que sacrificaron sus vidas anónimamente, fueron las antítesis de las conductas traidoras personificadas en Somoza, Trujillo, Stroessner y las sanguinarias tiranías de Uruguay, El Salvador y otros países de Centro y Sur América. Los militares revolucionarios no expresaban puntos de vista teóricamente elaborados en detalles, y nadie tenía derecho a exigírselos, porque no eran académicos educados en política, sino hombres con sentido del honor que amaban su país.

Sin embargo, hay que ver hasta donde son capaces de llegar por los senderos de la revolución hombres de tendencia honesta, que repudian la injusticia y el crimen.
Venezuela constituye un brillante ejemplo del rol teórico y práctico que los militares revolucionarios pueden desempeñar en la lucha por la independencia de nuestros pueblos, como ya lo hicieron hace dos siglos bajo la genial dirección de Simón Bolívar.

Chávez, un militar venezolano de humilde origen, irrumpe en la vida política de Venezuela inspirado en las ideas del libertador de América. Sobre Bolívar, fuente inagotable de inspiración, Martí escribió: “ganó batallas sublimes con soldados descalzos y medio desnudos [...] jamás se peleó tanto, ni se peleó mejor, en el mundo por la libertad…”
“… de Bolívar -dijo- se puede hablar con una montaña por tribuna [...] o con un manojo de pueblos libres en el puño…”
“… lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy; porque Bolívar tiene que hacer en América todavía.”
Más de medio siglo después el insigne y laureado poeta Pablo Neruda escribió sobre Bolívar un poema que Chávez repite con frecuencia. En su estrofa final expresa:
“Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?

Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
‘Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo’.”
Pero el líder bolivariano no se limita a la elaboración teórica. Sus medidas concretas no se hacen esperar. Los países caribeños de habla inglesa, a los que modernos y lujosos buques cruceros yankis le disputaban el derecho a recibir turistas en sus hoteles, restaurantes y centros de recreación, no pocas veces de propiedad extranjera pero que al menos generaban empleo, agradecerán siempre a Venezuela el combustible suministrado por ese país con facilidades especiales de pago, cuando el barril alcanzó precios que a veces superaban los 100 dólares.

El pequeño Estado de Nicaragua, patria de Sandino, “General de Hombres Libres”, donde la Agencia Central de Inteligencia a través de Luis Posada Carriles, después de ser rescatado de una prisión venezolana, organizó el intercambio de armas por drogas que costó miles de vidas y mutilados a ese heroico pueblo, también ha recibido el apoyo solidario de Venezuela. Son ejemplos sin precedentes en la historia de este hemisferio.
El ruinoso Acuerdo de Libre Comercio que los yankis pretenden imponer a la América Latina, como hizo con México, convertiría los países latinoamericanos y caribeños no solo en la región del mundo donde peor está distribuida la riqueza, que ya lo es, sino también en un gigantesco mercado donde hasta el maíz y otros alimentos que son fuentes históricas de proteína vegetal y animal serían desplazados por los cultivos subsidiados de Estados Unidos, como ya está ocurriendo en territorio mexicano.

Los automóviles de uso y otros bienes desplazan a los de la industria mexicana; tanto las ciudades como los campos pierden su capacidad de empleo, el comercio de drogas y armas crece, jóvenes casi adolescentes con apenas 14 ó 15 años, en número creciente, son convertidos en temibles delincuentes. Jamás se vio que ómnibus u otros vehículos repletos de personas, que incluso pagaron para ser transportados al otro lado de la frontera en busca de empleo, fuesen secuestrados y eliminados masivamente. Las cifras conocidas crecen de año en año. Más de 10 mil personas están perdiendo ya la vida cada año.

No es posible analizar la Revolución Bolivariana sin tomar en cuenta estas realidades.
Las fuerzas armadas, en tales circunstancias sociales, se ven forzadas a interminables y desgastadoras guerras.
Honduras no es un país industrializado, financiero o comercial, ni siquiera gran productor de drogas, sin embargo algunas de sus ciudades rompen el record de muertos por violencia a causa de las drogas. Allí se yergue en cambio el estandarte de una importante base de las fuerzas estratégicas del Comando Sur de Estados Unidos.


Lo que allí ocurre y está ocurriendo ya en más de un país latinoamericano es el dantesco cuadro señalado, de los cuales algunos países, han comenzado a salir. Entre ellos, y en primer lugar Venezuela, pero no solo porque posee cuantiosos recursos naturales, sino porque los rescató de la avaricia insaciable de las transnacionales extranjeras y ha desatado considerables fuerzas políticas y sociales capaces de alcanzar grandes logros. La Venezuela de hoy es otra muy distinta a la que conocí hace solo 12 años, y ya entonces me impresionó profundamente, al ver que como ave Fénix resurgía de sus históricas cenizas.

Aludiendo a la misteriosa computadora de Raúl Reyes, en manos de Estados Unidos y la CIA, a partir del ataque organizado y suministrado por ellos en pleno territorio ecuatoriano, que asesinó al sustituto de Marulanda y a varios jóvenes latinoamericanos desarmados, han lanzado la versión de que Chávez apoyaba la “organización narco-terrorista de las FARC”. Los verdaderos terroristas y narcotraficantes en Colombia han sido los paramilitares que le suministraban a los traficantes norteamericanos las drogas, que se venden en el mayor mercado de estupefacientes del mundo: Estados Unidos.

Nunca hablé con Marulanda, pero sí con escritores e intelectuales honrados que llegaron a conocerlo bien. Analicé sus pensamientos e historia. Era sin dudas un hombre valiente y revolucionario, lo cual no vacilo en afirmar. Expliqué que no coincidía con él en su concepción táctica. A mi juicio, dos o tres mil hombres habrían sido más que suficientes para derrotar en el territorio de Colombia a un ejército regular convencional. Su error era concebir un ejército revolucionario armado con casi tantos soldados como el adversario. Eso era sumamente costoso y virtualmente imposible de manejar.

Hoy la tecnología ha cambiado muchos aspectos de la guerra; las formas de lucha también cambian. De hecho el enfrentamiento de las fuerzas convencionales, entre potencias que poseen el arma nuclear, se ha tornado imposible. No hay que poseer los conocimientos de Albert Einstein, Stephen Hawking y miles de otros científicos para comprenderlo. Es un peligro latente y el resultado se conoce o se debiera conocer. Los seres pensantes podrían tardar millones de años en volver a poblar el planeta.

A pesar de todo, sostengo el deber de luchar, que es algo de por sí innato en el hombre, buscar soluciones que le permitan una existencia más razonada y digna.
Desde que conocí a Chávez, ya en la presidencia de Venezuela, desde la etapa final del gobierno de Pastrana, siempre lo vi interesado por la paz en Colombia, y facilitó las reuniones entre el gobierno y los revolucionarios colombianos que tuvieron por sede a Cuba, entiéndase bien, para un acuerdo verdadero de paz y no una rendición.
No recuerdo haber escuchado nunca a Chávez promover en Colombia otra cosa que no fuera la paz, ni tampoco mencionar a Raúl Reyes. Siempre abordábamos otros temas. Él aprecia particularmente a los colombianos; millones de ellos viven en Venezuela y todos se benefician con las medidas sociales adoptadas por la Revolución, y el pueblo de Colombia lo aprecia casi tanto como el de Venezuela.

Deseo expresar mi solidaridad y estima al General Henry Rangel Silva, Jefe del Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas, y recién designado Ministro para la Defensa de la República Bolivariana. Tuve el honor de conocerlo cuando en meses ya distantes visitó a Chávez en Cuba. Pude apreciar en él un hombre inteligente y sano, capaz y a la vez modesto.


Escuché su discurso sereno, valiente y claro, que inspiraba confianza.
Dirigió la organización del desfile militar más perfecto que he visto de una fuerza militar latinoamericana, que esperamos sirva de aliento y ejemplo a otros ejércitos hermanos.
Los yankis nada tienen que ver con ese desfile y no serían capaces de hacerlo mejor.
Es sumamente injusto criticar a Chávez por los recursos invertidos en las excelentes armas que allí se exhibieron. Estoy seguro de que jamás se utilizarán para agredir a un país hermano. Las armas, los recursos y los conocimientos deberán marchar por los senderos de la unidad para formar en América, como soñó El Libertador, “…la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria”.
Todo nos une más que a Europa o a los propios Estados Unidos, excepto la falta de independencia que nos han impuesto durante 200 años.


GB

Fuente Agencia PACO URONDO

Chapadmalal, es peronismo.

Crónicas del verano: hace 60 años terminaban de construir las colonias de Chapadmalal
La reciente estada de la presidenta en Chapadmalal, localidad situada a casi 30 kilómetros de esta ciudad -camino a Miramar-, hizo que el lugar pasara a ser un atractivo para inquietos y curiosos.El complejo turístico fue construido en 1947, sobre 24.600 hectáreas.
Por José Luís Ponsico (desde Mar del Plata)

Frente al mar -como la canción- se levantan los edificios donde se alojó, en reposo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Pintoresca edificación turística con más de 6 décadas. Construida como parte del Primer Plan Quinquenal, gobierno de Juan Perón 1947/1952.
El primer pabellón quedó habilitado parcialmente en febrero del ´47 y llamó la atención por su construcción moderna, estilo europeo en tiempos del arquitecto Alejandro Bustillo y el impacto del edificio Rambla Casino levantado varios años antes. En 1946 se construía aquí el Hotel Provincial.
Chapadmalal significa “entre arroyos” en idioma indíegen de comienzos del siglo XIX, cuando el ferrocarril produjo su ingreso a la región oceánica. La empresa Ferrocarril Sud emplazó la estación en 1910, medio siglo antes de la impactante obra del primer peronismo.

Cada dos semanas, desde el área de la Acción Social y la Fundación “Eva Perón” contingentes de 4.000 personas, mayoría niños y jóvenes, poblaban las flamantes instalaciones pensadas para los hijos de los obreros. Según la prédica del primer gobierno peronista.
Algunos datos fueron tomados de varios historiadores marplatenses: la profesora Elisa Pastoriza y el ensayista y escritor Fernando Fagnani, uno de los apellidos célebres de la ciudad Feliz; así bautizada por el periodista Enrique De Thomas en el verano de 1960.

“En 1951, la actividad y complejidad del campamento era asombrosa -escribió Fagnani en el libro “Mar de Plata, la ciudad más querida”, editado hace una década-, donde por día se elaboraban 2.700 kilos de pan de panadería propia”. Y agrega: “Se faenaban 18 vacas y extraían 3.200 litros de leche”.
“Entre el ´47 y 1952 se inauguraron a razón de uno por año distintos edificios con salones y todos los juegos, entretenimientos cerrados y al aire libre, junto al mar”, explicó la profesora Pastoriza en su compilación “La conquista de las vacaciones”.

La Fundación “Eva Perón” y la CGT “tenían la llave mágica” en relación a los sindicatos y los miles de trabajadores anotados para veranear en la Costa Atlántica, a escasos kilómetros de Mar del Plata y también de Miramar. A pleno confort y en condiciones privilegiadas: llevando a sus hijos a conocer el mar con alojamiento pago.

Los diarios de la época recuerdan palabras del presidente de la Nación en inauguración de la primera parte del complejo turístico Chapadmalal. Allí, Juan Perón insistía en “la necesidad de una verdadera justicia social a partir del turismo social”.

Recordó que en enero del ´45 – a instancias suya y de su equipo- con firma del presidente Edelmiro J. Farrell, “se promulgó el derecho de las vacaciones anuales, 15 días, pagas y el aguinaldo para todos los obreros y empleados de la República Argentina”.
“No debe ser un privilegio de los pudientes -al referirse a las vacaciones y veraneos en la costa- cuando se trata de oxigenar el cuerpo de todos aquéllos que han trabajado durante el año y por lo tanto necesitan descanso”, decían entonces Perón.
“Ese verano del ´51, el complejo de Chapadmalal batía su propio récord al albergar a unas 30 mil personas entre padres e hijos; además de funcionarios y legisladores, en “llamativa alianza social o de clase”, puntualizó Fagnani en su libro; “propia del justicialismo nacido en el ´49″, concluye.

Fuente apegeba.

GB