lunes, 1 de abril de 2013
LA POBREZA SEGUN LA UCA Y LA OPO POR ARTEMIO LOPEZ
Pasión de Multitudes
Mezcladito
Piedra libre al OSO - Observatorio social de la opo
Por Artemio López
Los datos sobre la pobreza, publicados en distintos momentos en varios medios de circulación nacional, son arbitrarios y contradictorios. Un recorrido por la divulgación de esas cifras, firmadas siempre por instituciones ligadas a la Iglesia, muestra la incongruencia en datos tan sensibles.
Me tienes en el sube y baja
me vuelvo loco ya no sé qué hacer
Lalo Fransen
La utilización del discurso opositor bajo el formato estadístico es otro fetichismo de estos días sin oposición político-partidaria sólida. Una de las más prolíficas en visibilidad en medios opositores advierte sobre la evolución de la pobreza reciente y puebla habitualmente diarios y revistas que adversan al gobierno nacional.
Es “la Iglesia” la que divulga cifras de pobreza generadas en la universidad privada UCA, aprovechando el imaginario que supone a la institución católica “comprometida con los que menos tienen” y el impulso adicional que, según suponen, se sucede tras la asunción del papa Francisco.
Marketing celestial, pero arbitrario y contradictorio, veamos. En noviembre de 2011, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA le hacía decir al diario opositor La Nación: “Un cóctel preocupante de pobreza, inseguridad, riesgo alimentario, empleo precario y déficit de viviendas envuelve a gran parte de los 12,8 millones de personas que viven en el área metropolitana de Buenos Aires, formada por la Capital Federal y treinta municipios aledaños”.
Así lo refleja un informe de Cáritas, brazo social de la Iglesia, y el Observatorio de la Deuda Social, que dice que el 34,9% de la población, unos 4,4 millones de personas en esa área metropolitana, vive bajo la línea de pobreza.
Señalábamos en 2011 al respecto: Se conoció recientemente en la tapa de un importante matutino nacional un estudio sobre pobreza realizado en el área metropolitana de Buenos Aires, formada por la Capital Federal y treinta municipios aledaños, donde residen 12,8 millones de personas. Fue presentado por Cáritas, el brazo social de la Iglesia, y realizado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina. El estudio afirma que actualmente, en esa región metropolitana, el 34,9 por ciento de la población residente es pobre por ingresos.
El brazo social de la Iglesia se equivoca. Erraba en 2009 cuando insistía en que la pobreza era del 30,9%, y sigue equivocándose hoy que supone ha trepado cinco puntos adicionales tras descenso en el desempleo y fuerte crecimiento del lapso 2009-2011.
Dejemos de lado la discusión sobre valorización de canasta básica, que para el estudio eclesial es de 2150 pesos para un hogar tipo metropolitano.
Hay inconsistencias tan notables en el nivel de incidencia de la pobreza metropolitana que informa el estudio que hasta pareciera increíble que Cáritas las propale sin medir las consecuencias políticas que supone que una institución de connotación religiosa distorsione datos sobre cuestiones tan sensibles a la comunidad como los niveles de pobreza. Veamos las pifias más de cerca.
Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, una consultora opositora, vinculada con la universidad privada UCA, existe hoy el 34,9 por ciento de pobres en la región metropolitana. Esto es un nivel similar de pobreza que el de 2004, más precisamente la existente en el segundo semestre de aquel año, cuando la pobreza, según el impoluto INDEC de entonces, ascendía a 37,7 por ciento en el Gran Buenos Aires.
En ese momento concurrían tres factores que, analizados en conjunto, desbaratan de raíz el cálculo falaz del Observatorio de la Deuda Social.
1. El 7,3 por ciento de desocupación de hoy en el GBA era del 15.3 en 2004.
2. El trabajo informal, hoy del 34,5 por ciento, en 2004 llegaba al 47,7.
3. Hoy existe la Asignación Universal por Hijo, que transfiere 440 pesos por hogar beneficiario, de alto impacto en ciudadanos bajo la línea de pobreza, cuando en 2004 no existía.
Según Cáritas, apoyada en las cifras de la universidad privada UCA, tendríamos a fines del año 2011 los mismos niveles de pobreza que en el segundo semestre de 2004, cuando se observaba el doble de desempleo abierto, el 30 por ciento más de trabajo informal que en la actualidad y aún no existía la Asignación Universal por Hijo. Un disparate por donde se lo mire.
Seis meses después, el mismo Observatorio Católico privado le hacía publicar al mismo matutino opositor: “Contra lo que dice el INDEC y pese al crecimiento a ‘tasas chinas’ de los últimos años, casi el 22% de la población vive aún bajo la línea de pobreza, con un ‘núcleo duro’ de indigencia del 5,4%”.
Sostuvimos entonces que, al contrario del informe anterior del Observatorio Católico privado que mostraba un nivel de pobreza delirante del 34,9%, no existía ningún ejemplo planetario de reducción tan drástica de la pobreza en tan corto lapso como el que señalan ahora los informes de la UCA que la ubicaban en el 22%: ¡Una baja en la pobreza del 34,9% al 22% de la población en un semestre!
Trece puntos de pobreza menos en seis meses. Según el Observatorio privado en aquel semestre abandonaron la pobreza 5,2 millones de personas. A razón de 860 mil pobres menos por mes, 28.600 por día, 1.192 por hora, casi veinte por minuto. Medalla de Oro Olímpico en baja de la pobreza. Si fuera cierto, pero !ay! Tampoco lo fue.
Ahora, nos enteramos que según la misma entidad vinculada a la UCA, ¡la pobreza volvió a trepar a lo pavo!
Se lee el domingo pasado en el opositor matutino Clarín, que le asigna su tapa catastrófica al informe: Según un relevamiento de la Universidad Católica, a finales de 2012 la pobreza alcanzaba a unos 11 millones de personas, el 26,9% de la población.
Esto supone que en seis meses nuevamente la pobreza ha crecido, esta vez cinco puntos, cifra módica respecto a los barquinazos que nos tiene acostumbrado el Observatorio de la UCA. Se trata ahora de dos millones de personas adicionales respecto al último valor informado por el mismo Observatorio privado a mediados del año 2012, donde decían que había caído 13 puntos respecto a la medición del mismo Observatorio Católico de un semestre anterior.
Para colmo de males, con igual excentricidad lógica que la mostrada en informes anteriores, para el Observatorio católico privado la pobreza habría crecido ahora en el mismo lapso en que el desempleo bajó desde el 7,2% al 5,9%, las convenciones colectivas se pactan en torno al 22% sosteniendo el poder adquisitivo del salario formal privado.
En el mismo período en que las jubilaciones y pensiones treparon un 30,1% y el aumento de la AUH fue del 25,9%, lo que supone una transferencia por hogar beneficiario de $680 promedio, la mayor transferencia de ingresos y el mayor poder adquisitivo del beneficio desde que la Asignación Universal existe.
Desde su primera actualización la AUH acumula ya un 72% de aumento, incremento que se ubica por sobre el nivel inflacionario observado en los últimos tres años, medido por índices oficiales o privados.
Nada de esto parece tener impacto en la evolución desconcertante de los niveles de pobreza que ofrece sistemáticamente el observatorio católico privado:
31% 2009, 25,6% 2010, 34,9 2001, 22 1ER SEM 2012,26,9 2DO SEM 2012.
los saltarines datos de pobreza del Observatorio católico privado, inconsistentes por donde se los mire, constituyen un módico dispositivo retórico a fin de asignarle pretensión de “robustez estadística” al habitual relato opositor. ¡Qué pillos!
En fin, y para darle una salida bien setentista a esta columna, según el Observatorio Social de la Opo (OSO), la pobreza está en un sube y baja que haría empalidecer de envidia a los mismísimos compañeros de ¡¡¡Katungaaaaa!!!!
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