miércoles, 8 de julio de 2015

Ratifican la condena a un jefe naval por amenazar a una Abuela de Plaza de Mayo

La Cámara Federal de Casación Penal rechazó un recurso presentado por la defensa del Hugo Dionisio Kesler contra la sentencia del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata que determinó que, en 2007 , intimidó a Carmen Ledda Barreiro, presidenta de la filial de esa ciudad,  con motivo del testimonio que debía prestar en juicios a represores por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura civico-militar.
Carmen ledda barreiro
Carmen Ledda Barreiro, titular de la filial de Abuelas de Plaza de Mayo Mar del Plata
La Sala IV de la máxima instancia del fuero penal del país  ratificó la condena a tres años de prisión al jefe naval acusado de amenazar, mediante llamados telefónicos, a la presidenta de la filial de Mar del Plata de Abuelas de Plaza de Mayo para “amedrentarla y limitarla en su libertad de acción a fin de prestar testimonio y llevar a cabo diligencias procesales en varios juicios por delitos de lesa humanidad”.
En una resolución de 23 carillas los camaristas Mariano Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos explicaron que “la conducta típica del delito de coacción consiste en hacer uso de amenazas para obligar a otra persona a hacer, no hacer, tolerar algo en contra de su voluntad y el bien jurídico tutelado es la libertad de determinación del individuo, la cual se ve afectada por el miedo infundido por las amenazas. Puede emplearse cualquier medio, no solo una frase amenazante sino hasta un gesto o símbolo puede turbar el ánimo”.
“En el caso, la circunstancia de que el imputado, Capitán de la Armada en la actividad, y prestando servicio en la Base Naval de Mar del Plata, efectuara varios llamados a la víctima en los que preguntara por sí mismo, a la vez que ésta se hallaba imposibilitada de utilizar la línea telefónica con excepción de esas comunicaciones, y sobre todo aquella comunicación en el que el imputado se refirió al ‘problema’ que los unía y que la citara a la Base Naval, fueron suficientes para generar temor en la víctima”, dictaminaron los jueces.
Según se dice en el fallo ahora ratificado por la Cámara de Casación, esas intimidaciones eran para “limitarla para llevar a cabo diligencias procesales relacionadas en violaciones a los derechos humanos, que en esa época debió hacer. La idoneidad de las amenaza está íntimamente ligada a las condiciones de la víctima que, en este caso, es ex detenida en centros clandestinos de detención, y que preside la filial de Mar del Plata de Abuelas de Plaza de Mayo”, apuntaron los magistrados.
De acuerdo a las constancias del expediente, “ha quedado plenamente acreditado que entre los días 13 y 17 de julio de 2007, Kesler, ostentando el carácter de Jefe de Contrainteligencia de la Armada Argentina con destino en la Base Naval de Mar del Plata, coaccionó alarmando y amedrentando mediante llamados telefónicos a Carmen Ledda Barreiro, pretendiendo de esta forma obstruir su testimonio y otras diligencias procesales en los distintos juicios seguidos por delito de lesa
humanidad”.

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