sábado, 18 de julio de 2015

EL BLOQUE REGIONAL APROBO AYER EL INGRESO DE BOLIVIA COMO SU SEXTO MIEMBRO PLENO Contra los que pronostican el fin del Mercosur

Dilma Rousseff entregó ayer a Cristina Kirchner la Orden Nacional de la Cruz del Sur.

Quedó aprobado en la cumbre de ayer en Brasilia. Resta el paso formal de la aprobación de los Parlamentos. Cristina Kirchner aseguró que la región mantendrá el crecimiento económico y se solidarizó con los gobiernos a los que buscan desestabilizar.

Por Victoria Ginzberg

Desde Brasilia

Dilma Rousseff saluda a Cristina Kirchner y a Axel Kicillof antes del inicio de la Cumbre del Mercosur, en Brasilia.

El presidente Evo Morales se puso de pie. El resto de los mandatarios que integran el Mercosur lo aplaudió. Fue la forma de celebrar el ingreso del Estado Plurinacional de Bolivia como miembro pleno del bloque. “Es un fracaso para quienes pronosticaron con profecías que el Mercosur no iba a servir. Estoy convencida de que la unidad de América del Sur va a poder sostener estos años de crecimiento económico y de inclusión social sin precedentes que ha tenido la región”, dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante su discurso en la 48ª cumbre del bloque, que se realizó ayer en Brasilia. Durante el encuentro, los presidentes firmaron un documento en el que respaldaron a Argentina en sus principales reclamos internacionales: la soberanía de las islas Malvinas, el rechazo al accionar de los fondos buitre y la necesidad de contar con una herramienta global que regule el pago y la reestructuración de las deudas soberanas, sobre la que se está trabajando en Naciones Unidas por impulso del gobierno argentino.

La Presidenta habló en la sala Portinari del Palacio de Itamaraty, donde se reunieron los jefes de Estado del Mercosur, los representantes de las naciones asociadas y organismos internacionales invitados. En el recinto que rinde homenaje al pintor brasileño hay dos grandes cuadros suyos, pero también otras obras de arte, como dos grandes ángeles tallados en madera que cuelgan del techo.

Al lado de la Presidenta estaban el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el vicecanciller, Eduardo Zuain. CFK recordó que hace ocho años, cuando asumió la presidencia del país, los miembros del bloque eran Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Y se alegró por la ampliación lograda durante este tiempo, con Venezuela y Bolivia. En esa línea, dejó un mensaje para sus compañeros miembros del Mercosur: “En el mundo los conflictos siguen siendo profundamente políticos, tienen que ver con el poder. La economía es un capítulo importante, pero la política sigue siendo fundamental”. Poco antes había recordado que se cumplen 40 años de la Operación Cóndor, el plan de coordinación de la represión de las dictaduras del Cono Sur durante la década del ’70, que contó con la colaboración de la CIA. “Tal vez se esté pergeñando en algún lugar un nuevo plan, que no tenga intervención de las Fuerzas Armadas, sino más sutil. A lo mejor son buitres y no cóndores. Son siempre aves de rapiña. Tenemos que fortalecer más que nunca la democracia”, dijo. Y ofreció su solidaridad con los estados y pueblos que intentan ser “desestabilizados”.

Sus palabras iban dirigidas a los integrantes del bloque que en los días previos al encuentro de presidentes habían hecho declaraciones con hincapié en el fortalecimiento del comercio intrarregional como principal función del Mercosur, en especial los representantes de Uruguay y Paraguay, que propusieron discutir los mecanismos arancelarios y paraarancelarios de los países miembro, cuestión sobre la que hablaron los presidentes en la sesión cerrada que realizaron antes del plenario.

CFK no rechazó ni se opuso a la idea. De hecho, mencionó la “necesidad de profundizar la integración en momentos en los que en el mundo se intenta una vez más volver a cambiar los términos de intercambio comercial que durante décadas favorecieron a los países del centro y perjudicaron las economías emergentes y también de profundizar la integración en términos reales. Se advierte el potencial como mercado de consumo, como mercado comercial que tenemos y que todavía no hemos explotado suficientemente”. Pero luego hizo la advertencia acerca de darle prioridad a la política por sobre la economía.

Para el gobierno argentino, tanto el Mercosur como la Unasur y la Celac deben servir para profundizar la unidad de la región, poder negociar en mejores términos con países más poderosos y fortalecerse ante posibles ataques o intentos de desestabilización. Por eso, la Presidenta mencionó como un logro del Mercosur y de la Unasur la inclusión de la cláusula democrática, que implica que cualquier país cuyo gobierno no sea producto de elecciones libres y democráticas pierde su condición de Estado miembro. “Esto debe ser sostenido no sólo desde lo jurídico sino desde lo político y social, con la solidaridad a los Estados y pueblos que intenten ser desestabilizados y atacados en su democracia”. A los presentes no les pasaba desapercibido que se trata de días complicados para la presidenta brasileña, ya que la oposición viene amenazando con iniciar un juicio político.

CFK habló también del conflicto entre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el de Guyana, David Granger, que motivó que se acordara un encuentro extraordinario de la Unasur y el Mercosur para agosto (ver aparte). Esta pelea le sirvió para recordar que en estos bloques regionales todos los países tienen un voto sin importar su tamaño ni su peso económico y que las decisiones se toman por consenso y unanimidad y diferenciarlos del mecanismo que rige en Naciones Unidas, en el que los miembros del Consejo de Seguridad tienen poder de veto.

En el objetivo de profundizar en la densidad política del Mercosur, Argentina cuenta al presidente Morales como un aliado y, por lo tanto, su inclusión como miembro pleno es un avance en ese rumbo. El vicecanciller Zuain aseguró que esperaba que “el Mercosur consolide la idea de ser un sujeto político más que un sujeto económico-comercial, que ayude a consolidar las democracias, pero también los procesos de crecimientos con inclusión social y que contribuya, por ejemplo, a la lucha por una arquitectura financiera internacional más justa”.

Para que la entrada de Bolivia esté formalmente completa, los Parlamentos de Paraguay y Brasil deben ratificar el nuevo protocolo aprobado en la cumbre. Argentina, Uruguay y Venezuela ya votaron un instrumento anterior, pero el gobierno de Cartes no quería votarlo porque había alusiones a la expulsión de su país del bloque en 2012. A pesar de que aún falta ese paso, ayer, en Brasilia, se festejó y se presentó a Bolivia como un nuevo integrante pleno.

Morales agradeció a los presidentes y los equipos técnicos y afirmó que tenía confianza en que el Mercosur colaborara para continuar con el desarrollo. “En corto tiempo –señaló– hemos dado una nueva imagen a nuestra querida Bolivia. Antes era vista como el último país de Sudamérica. Gracias a la lucha de los movimientos sociales y de los movimientos originarios nos reunimos para decir que tenemos derechos políticos y nosotros mismos nos gobernamos. No perdemos la esperanza de integrar organismos siempre que estén al servicio de nuestros pueblos”.


CRISTINA KIRCHNER MANTUVO UN EXTENSO ENCUENTRO CON DILMA ROUSSEFF

“Aquí tendrás a una amiga”
Luego de la cumbre, la Presidenta se trasladó con su comitiva al Palacio de la Alborada, donde mantuvo una larga reunión bilateral con la anfitriona. Fue el cierre de un día donde intercambiaron varias señales de sintonía.

Por Victoria Ginzberg

Desde Brasilia

La 48ª Cumbre del Mercosur empezó a las diez de la mañana, a medida que los presidentes iban entrando al Palacio de Itamaraty. El primero fue el venezolano, Nicolás Maduro, que sonrió a los periodistas y levantó el puño. La anfitriona, Dilma Rousseff, no pudo recibirlo porque estaba reunida con el presidente de Guayana, David Granger, pero llegó poco después a la puerta, justo para saludar al boliviano Evo Morales. Luego fue el turno del uruguayo Tabaré Vázquez y del paraguayo, Horacio Cartes. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner caminó por la explanada, donde se había ubicado la guardia presidencial y, apenas cruzó la entrada, ella y la presidenta brasileña se dieron un afectuoso abrazo. Fue el inicio de un día que tendría una serie de gestos de cariño entre ambas mandatarias y que terminó con una larga reunión bilateral en la residencia de la Alborada.

Durante su discurso y antes de darle la bienvenida a Bolivia al bloque, Dilma mencionó que en Argentina hay elecciones en octubre, lo que significaba que esta podía ser la última cumbre de Cristina Kirchner en calidad de primera mandataria. “En estos ocho años –afirmó– hemos sido testigos de cómo mi querida amiga y presidenta ha conducido de manera firme y democrática su país, hemos visto la fuerza con la que ha asumido la causa de la integración sudamericana desde el punto de vista personal y político”. Luego la miró y le dijo, emocionada: “Me gustaría decirte, Cristina, que aquí tendrás una amiga siempre lista para recibirte y para juntas compartir nuestros sueños y esperanzas”. CFK agradeció, también emocionada. Los otros presidentes se pusieron de pie y aplaudieron.

CFK correspondió a Dilma sus muestras de cariño, pero dijo que no creía que esta fuera su última cumbre. En principio, los presidentes acordaron ayer realizar un encuentro extraordinario en agosto en Asunción (junto con uno de la Unasur) para tratar el conflicto entre Venezuela y Guyana. Pero además, el encuentro semestral del Mercosur, que debe organizar Paraguay, que ahora tiene la presidencia pro témpore, será en diciembre a fecha a confirmar, es decir que CFK todavía podría estar en ejercicio.

Durante el almuerzo de los presidentes del bloque, Dilma sorprendió a su compañera con un regalo, un enorme collar dorado con estrellas blancas y ramas verdes. En realidad, se trataba de la Orden Nacional de la Cruz del Sur, la principal condecoración que entregan los jefes de Estado de Brasil a altas personalidades extranjeras. Este reconocimiento fue creado por el emperador Don Pedro I en 1822 y reinstaurado por el presidente Getúlio Vargas, en 1932. Ernesto “Che” Guevara, el astronauta ruso Yuri Gagarin, el presidente norteamericano Dwight D. Eisenhower y la reina Isabel II de Inglaterra fueron algunos otros personajes internacionales en recibirlo. La condecoración se instrumenta por decreto presidencial y tiene distintos grados. El más alto es el “gran collar”, que está destinado exclusivamente a Jefes de Estado. Además, tiene un broche con un fondo de rayos en metal dorado y sobre ellos, una estrella de puntas dentadas.

Luego del almuerzo, CFK se trasladó al Palacio de la Alborada, la residencia oficial del presidente de Brasil. Las presidentas estuvieron más de una hora conversando en soledad y luego ampliaron la reunión a algunos colaboradores. Por el lado argentino participaron el ministro de Economía, Axel Kicillof, el vicecanciller Eduardo Zuain, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Carlos Bianco, el embajador argentino en Brasil, Luis María Kreckler y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro. Se supo poco y nada de lo que ocurrió durante ese tiempo dentro de esa gran caja de vidrio con columnas externas que lleva el sello indiscutido del arquitecto Oscar Niemeyer. Los periodistas argentinos y brasileños que esperaron en el lugar sólo consiguieron ver algunos emús que corrían por el parque. Al terminar el encuentro, la Presidenta y la comitiva se fueron al aeropuerto para iniciar el viaje de regreso.

Desde la Cancillería brasileña se informó que ambas presidentas pasarían revista a los temas “de la amplia agenda bilateral y tratarían asuntos regionales e internacionales”. Entre otros temas seguro estaría el acuerdo que se negocia entre el Mercosur y la Unión Europea.

De todas formas, la reunión en sí misma ya fue otra señal que de la buena relación que mantienen las mandatarias. Dilma estuvo un rato más que largo con CFK en un día complicado para su gobierno, ya que ayer mismo el presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, anunció su ruptura con el gobierno. Cunha está siendo investigado por el escándalo de Petrobras, es dirigente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) –que ahora podría salir de la coalición de gobierno– y sugirió que podría iniciar un juicio político a la presidenta brasileña. Similares insinuaciones vienen haciendo desde hace un tiempo dirigentes de la oposición. “No caeré, no esperan que me ponga nerviosa, no me atemorizan”, dijo Dilma recientemente. Por eso, y aunque por el momento en Brasil sólo parece haber amenazas, no pasó desapercibida la mención que CFK hizo durante su discurso a la cláusula que existe en Unasur y Mercosur, que implica que no pueden ser parte de los bloques los estados cuyos gobiernos no fueron electos democráticamente.


Apostillas
- Ilustre. El Mercosur sumó ayer otro ciudadano ilustre. Se trata del ex presidente brasileño Joao Goulart, derrocado por un golpe de Estado militar en 1964. Goulart murió en 1976 en Argentina, donde estaba exiliado, y su familia sospecha que fue envenenado en un hecho vinculado a la Operación Cóndor. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, señaló, al anunciar la noticia, que se trataba de un símbolo del “esfuerzo de reconciliación de la memoria y de la historia”, y destacó que Goulart, conocido en Brasil como Jango, dedicó su vida “al fortalecimiento de la democracia” como presidente de Brasil entre 1961 y 1964 y como exiliado en Uruguay y Argentina. Goulart se suma a otros ex presidentes declarados ciudadanos ilustres del Mercosur, como el venezolano Hugo Chávez, el argentino Néstor Kirchner y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

- Conflictos. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su vecino de Guyana, David Granger, se sacaron chispas en la Cumbre del Mercosur. Tal es el conflicto, que los presidentes que integran el bloque acordaron realizar una cumbre extraordinaria en agosto para tratar ese tema. El hecho es que Maduro anunció recientemente la reducción del personal de su embajada en Georgetown y dijo que revisará las relaciones con su vecino porque la petrolera estadounidense Exxon Mobil y Guyana firmaron un contrato de explotación petrolera en una zona marítima que Venezuela considera en disputa. Incluso, Maduro firmó un decreto que establece como venezolanas las aguas frente a la costa del Esequibo, foco del conflicto. Granger consiguió una reunión con la presidenta brasileña antes de la cumbre y acusó a Maduro de violar sus fronteras. Maduro lo acusó de ser agente de la Exxon. Durante la reunión de presidentes, varios abogaron por la solución pacífica de la controversia. Habrá que ver cómo sigue el tema en agosto.

- Empleo. Durante la cumbre, los presidentes del Mercosur firmaron la nueva Declaración Sociolaboral del bloque regional. Se trata de un acuerdo que amplía y actualiza uno anterior de 1994 y se propone fortalecer la “perspectiva de consolidar el empleo y el trabajo decente como elemento direccionador de un proceso de integración regional con equidad y justicia social”, afirmando los “derechos laborales y sociales”. La nueva declaración señala que se revalida este compromiso “con la continuidad del diálogo social y del tripartismo como mecanismo indispensable para generar los consensos necesarios al ejercicio de la gobernabilidad democrática”. El documento incorpora la idea de igualdad de trato entre hombres y mujeres, y el compromiso de los Estados de “eliminar el trabajo forzoso y prevenir y erradicar el trabajo infantil”.

18/07/15 Página|12



 

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