domingo, 31 de marzo de 2019

ECONOMÍA 31 de marzo de 2019 Tres tristes tragedias

El 2 de abril se cumplirán 43 años de la asunción de Martínez de Hoz como ministro de Economía de la dictadura y protagonista de la primera catástrofe producida por una política neoliberal. Radiografía de una misma filosofía que impulsó también los desastres de Cavallo y Dujovne P/2/3
Después de seis meses de la más rústica política monetaria que la ultraortodoxia podía aplicar, el resultado es estar en el mismo punto de partida, y peor. La tasa de interés de las Leliq se ubica nuevamente en casi el 70 por ciento anual, el tipo de cambio cotiza un par de pesos por encima de la línea de largada de este nuevo experimento y la tasa de inflación se acelera para trepar por arriba del 50 por ciento anual. Falta saber cuándo y cómo será el desenlace de la estrategia del doble cero (déficit fiscal primario y emisión monetaria), puesto que ya se sabe que las principales variables económicas en cuatro años de la Alianza Cambiemos terminarán con saldo muy negativo, por debajo del nivel recibido del gobierno de CFK. El fracaso macrista no habrá sido por la herencia K, como sigue insistiendo la inmensa red de propaganda y confusión pública y privada, sino por la propia esencia de un proyecto político inviable en términos de bienestar social. La economía argentina anotará entonces el tercer gran fiasco del neoliberalismo en poco más de cuarenta años. La economía macrista se ha incorporado al podio de los fracasos de la ortodoxia en gestión de gobierno junto a los ciclos de la dictadura militar y de la convertibilidad. Cómo será el cierre traumático de esta experiencia es el único interrogante abierto de este neoliberalismo siglo XXI.
REP

MdH

En las semanas previas al balotaje y en las primeras del nuevo gobierno, al conocerse los lineamientos de la política económica de Cambiemos, empezó a circular un video que facilitaba la comprensión, para quienes el odio al “populismo” no los estuviera cegando, de que se estaba iniciando un nuevo ciclo         neoliberal (https://www.youtube.com/watch?v=4sRDwfbOXOY). El plan económico presentado por cadena nacional el 2 de abril de 1976 por el ministro José Alfredo Martínez de Hoz decía lo siguiente:
“Destacar los puntos fundamentales a partir de los cuales se pueden medir la profundidad de la transformación que llevamos a cabo: 
  • La libertad de precios con la eliminación de los controles de precios; 
  • la libertad de las transacciones cambiarias con la eliminación de los controles de cambio; 
  • la libertad del comercio exterior; 
  • la libertad de las exportaciones y la eliminación de las prohibiciones y de los impuestos a las exportaciones; 
  • la libertad de importar; 
  • la libertad de las tasas de interés y la aplicación de la reforma financiera; 
  • la eliminación de las tarifas políticas de los servicios públicos; 
  • la eliminación de los subsidios y de las protecciones excesivas para ciertos sectores privilegiados de la economía que distorsionaban la misma; 
  • la reducción del déficit del presupuesto nacional y su financiamiento no inflacionario; 
  • la reducción y racionalización del gasto público; y 
  • un programa de privatización de las empresas estatales”. 
Para luego Martínez de Hoz enfatizar que “Hemos dado vuelta una hoja del intervencionismo estatizante y agobiante de la actividad económica para dar paso a la liberación de las fuerzas productivas”.
Los lineamientos de ese plan económico fueron aplicados en los noventa durante el menemismo y retornado en estos años por el macrismo. El saldo es el mismo: una inmensa crisis económica con elevados costos sociolaborales. 
Cada uno de los puntos detallados por Martínez de Hoz en ese discurso constituyeron, cuarenta años después, el programa económico desplegado por el gobierno de Cambiemos (precios, retenciones, mercado cambiario, tarifas, comercio exterior, subsidios, finanzas, ajuste fiscal). Sólo se requiere honestidad intelectual para asociarlos. Esa identidad incomoda a quienes definieron al macrismo como una fuerza política de centro o participaron del engañoso debate acerca del carácter gradual de las iniciativas aplicadas en la primera mitad del mandato presidencial.

Comunicado

Sin admitir que el camino neoliberal desemboca en el derrumbe económico, el establishment lo reafirma con una estrategia de confusión asombrosa, al culpar del fracaso a factores ajenos –a políticos, a la oposición o a shocks externos– y no a su propia esencia. El fiasco entonces no tiene origen en esas medidas, sino en quienes no supieron implementarlas o en quienes se resistieron a aceptarlas.
Cargar la responsabilidad en otros es el mecanismo de negación a aceptar el fracaso del tercer ciclo neoliberal liderado por la alianza macrismo-radicalismo. Representantes de pymes, sectores sindicales, organizaciones sociales de grupos vulnerados y agrupaciones que canalizan la protesta de clases medias cuestionan la política económica por sus consecuencias, pero sin identificar o enfatizar que se trata de la aplicación de otro experimento neoliberal. A la vez, las entidades empresarias y una parte de la CGT solo cuestionan algunas medidas y aspectos periféricos sin apuntar a las bases de un modelo de exclusión. 
Un párrafo del último comunicado de la UIA es un documento revelador de esa carencia en la comprensión del proceso económico que se está viviendo en general y en la actividad manufacturera en particular. El textual dice: 
“Los representantes de la Unión Industrial Argentina abordaron hoy (26 de marzo) los siguientes temas en la reunión de Junta Directiva: 
-Situación de los sectores y regiones: los representantes sectoriales y regionales manifestaron las crecientes dificultades para acceder al capital de trabajo y la presión sobre los costos que se generan con el actual esquema financiero. Se coincidió en el carácter prioritario de que se reduzca rápidamente la tasa de interés en función de evitar que se profundice la recesión. Entre enero de 2018 y enero de 2019, el crédito PyME cayó en términos reales 21%.” 
Después fijaron posición sobre el “proyecto de Ley de Financiamiento de los partidos políticos” e informaron sobre “propuestas para el desarrollo regional” y “régimen de promoción de la Economía del Conocimiento”, para finalmente difundir el “acuerdo Pyme entre la UIA y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales”.
No apareció en ese comunicado ni un mínimo cuestionamiento a las bases de un proyecto político que derrumbó a la industria a trabajar con la mitad de su capacidad instalada. Ni una observación acerca de los cierres y achicamiento de las plantas que implicaron la destrucción de 129 mil puestos de trabajo desde que Mauricio Macri pasó a habitar la Casa Rosada. En pocos meses se ha avanzado en la devastación del entramado industrial, del mismo que sucedió en los traumáticos ciclos de Martínez de Hoz y Cavallo. La única queja de la UIA fue por el nivel de la tasa de interés. No queda claro si este silencio cómplice ante el industricidio es por el temor a la amenaza latente del gobierno de ordenar persecución judicial a opositores o porque la ideología neoliberal es más fuerte que la defensa de los propios negocios.

Cuenta corriente

La maquinaria del poder, que por ahora tiene como representante al macrismo, apuesta a mantener sus privilegios a pesar de la actual crisis económica. Pretende confirmar en las urnas la continuación del tercer ciclo de neoliberalismo. El fracaso es tan estrepitoso que la vieja guardia de economistas del establishment, liderada por Miguel Ángel Broda y acompañado, entre otros, por Ricardo López Murphy y Domingo Cavallo, salió al rescate elaborando un programa económico y de reformas institucionales, para ser entregado al presidente electo en octubre próximo. 
Si una, dos y tres veces se hace lo mismo, y una, dos y tres veces culmina en derrumbe económico, ¿qué puede salir mal? Sus antecesores, Martínez de Hoz y Alsogaray, ellos mismos y sus herederos, Sturzenegger y Dujovne, son responsables de los fiascos económicos más estrepitosos durante estas tres etapas del neoliberalismo en Argentina. Como si fueran técnicos neutrales e inocentes se presentan como “salvadores”. En cada uno de estos experimentos, el talón de Aquiles ha sido el sector externo y, como si no hubieran aprendido de esos traumas, continúan ofreciendo las mismas recetas que orientan a la economía hacia el desfiladero. 
El último informe del Observatorio de Política Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda ofrece un ilustrativo análisis para identificar el frente por donde se desmoronó la economía macrista. Señala que “las cuentas externas de la economía argentina transitan por años de vulnerabilidad extrema, que hicieron eclosión el año pasado con una crisis tradicional en la balanza de pagos”. Explica que el agotamiento del sector externo encuentra origen en la apreciación cambiaria, que califica de “espuria”, gestada durante 2017, como parte de la estrategia del gobierno para propiciar un “efecto veranito” con vista a la elección de medio término. Destaca que la acumulación de desequilibrios externos, producto de una inflación creciente y un crecimiento menor, “fue determinante de la profunda crisis financiera del año pasado”.
Esos investigadores de la UNdAv indican que la profundidad del problema del sector externo tienen que ver con un déficit de cuenta corriente, consolidado de más de 28.000 millones de dólares el año pasado, lo que representó un aumento de 58,9 por ciento en relación a 2015. Apuntan que cuando se considera el desbalance de cuenta corriente en relación al tamaño de la economía, la coyuntura es aún más acuciante: en 2018 el déficit creció en 0,1 puntos del PIB, a pesar de la megadevaluación. En términos nominales bajó unos pocos miles de millones de dólares. Este saldo enciende potentes luces de alerta porque si con una suba del ciento por ciento del tipo de cambio el año pasado, el saldo negativo de la cuenta corriente apenas se alteró, para alcanzar un equilibrio relativo de esa variable clave exigiría un ajuste aún más pronunciado.
El profundo desequilibrio se explica por una multiplicidad de factores, remarcan los expertos de la UNdAv, para indicar en particular el rubro que se mantuvo indemne al efecto cambiario: las rentas pagadas al resto del mundo. Los egresos netos por intereses, utilidades y dividendos sumaron 18.700 millones de dólares el año pasado, superando en 15 por ciento a los de 2017 y más de 54 por ciento por encima del cierre 2015. La erogación creciente de intereses se explica por el explosivo proceso de endeudamiento del gobierno de Macri.
La situación crítica del frente externo difundido en estos días en un informe del Indec provocó que el economista Martín Trombetta publicara el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter: “A los amigos no economistas les digo: bienvenidos a la previa de una crisis de balance de pagos. Nadie sabe cuándo ocurrirá. Nadie sabe cuánto valdrá el dólar. Ningún pronóstico es confiable y ninguno se puede descartar. Esto es así. A disfrutarlo. Lo que viene es peor”.

CFK

Sin mostrar capacidad de gestión ni espacios de voluntad política para revertir el proceso de descomposición en el cual está inmerso la administración Cambiemos, el manejo de la política económica se ha definido como una fuga hacia adelante con la única expectativa de llegar primero a las PASO y luego a las elecciones de octubre evitando la explosión de la bomba macrista. Como parte de ese plan se entiende las medidas desesperadas de autorizar a los bancos para que puedan comprar más Leliq y el envío al Congreso del proyecto de reforma de Carta Orgánica del Banco Central sabiendo que no será aprobada este año.
Sin la certeza de que el gobierno pueda alcanzar el objetivo de evitar el estallido, como la mayoría de los analistas oficialistas estaba segura hasta hace un par de meses, el escenario de incertidumbre se ha generalizado. El movimiento ascendente de la paridad cambiaria es el síntoma de ese deterioro, que el dispositivo oficial quiere convencer y convencerse de que se debe a la competitividad electoral de CFK. Esto es solamente la gran excusa para encubrir el fracaso de otra experiencia política y económica del neoliberalismo. 
La crisis tiene una dinámica que a esta altura tiene poco que ver con quien será el presidente 2020-2023. Puede haber grados de velocidad e intensidad según quien sea el elegido, pero la crisis ya está en marcha y la duda es cuándo y cómo será el estallido. Es inevitable porque el macrismo ha lanzado a la economía a un nivel de fragilidad extrema, ha debilitado y desprestigiado herramientas de política económica defensivas, condicionando la administración de los próximos años al abrazarse en forma desesperada al FMI para postergar el default o, en el mejor escenario, la reestructuración de la deuda, y también ha desarticula el tejido productivo y social. 
¿Qué tiene que ver las posibilidades de CFK de regresar a la Casa Rosada con semejante desastre económico de la alianza PRO-UCR? No tiene nada que ver. Es necesaria dar esta obvia respuesta a una pregunta retórica para neutralizar la intervención en el debate público de la estructura del engaño y mentira planificada con base en la Jefatura de Gabinete. Es más, la presencia de CFK le permite al gobierno mantenerse en pie pese a la horrible situación económica: por un lado, los sectores vulnerados están contenidos porque se atan a la expectativa de regresar de la mano de la figura de CFK a las mejores condiciones de vida que tuvieron en el período 2003-2015; y, por otro, el oficialismo se reafirma en su núcleo duro electoral al que persistentemente castiga (clases medias urbanas mayores de 50 años y jubilados) polarizando con el kirchnerismo. 
La actual crisis y la incertidumbre generalizada no se debe entonces a la centralidad política que mantiene CFK; por el contrario, el juego de CFK en la escena política-electoral está postergando el estallido de la crisis social y económica del fiasco del tercer ciclo neoliberal.

sábado, 30 de marzo de 2019

ESPECIALES DE P12 24 de marzo de 2019 Los textos de los recordatorios acompañaron los cambios del contexto social y político de los últimos 30 años

Luchas de ayer y de hoy
Al principio, las referencias en los textos eran biográficas, luego se agregó la reivindicación de la militancia. Menciones sobre los indultos, juicios y la crisis del 2001.
El movimiento de Derechos Humanos ha encontrado distintas formas de mantener viva la memoria. Las iniciativas que ha impulsado son diversas y todavía hoy siguen apareciendo nuevas propuestas. Los recordatorios publicados por PáginaI12 desde 1988 son una de las formas más emblemáticas que ha asumido la lucha por la memoria en nuestro país. A lo largo de los años, los familiares, amigxs y compañerxs de militancia que los publican se han ido apropiando del espacio y ensayando diferentes variaciones de contenidos y formas. 
Prácticamente la totalidad de los recordatorios incluyen, generalmente como encabezado, el nombre y la fecha de desaparición o asesinato de la persona que homenajean. Algunos consignan más información sobre el hecho como el lugar de detención, las personas o las fuerzas represivas implicadas en el secuestro, los centros clandestinos de detención donde fueron vistos. Pero también es muy común que hagan referencia a otros datos de la biografía de la persona desaparecida: una breve reseña de su vida en la que se resaltan algunos aspectos específicos como su lugar de estudio, su espacio de trabajo, características de su personalidad, su condición de hijo, hermano, tío, madre o padre.
Ana Paoletti, trabajadora de PáginaI12, comenta una transformación interesante que se dio en la información biográfica que se incluye. Indica que en los primeros años “no había una reivindicación de la militancia, era más general, decían algo así como “querían cambiar el mundo”, “lucharon por un mundo diferente”“. Posteriormente, comenzaron a aparecer menciones explícitas de sus militancias: “con los años empezaron a asumir la militancia de su hijo o de su padre o de su hermano, entonces los reivindican como militantes políticos con su identidad polìtica”. Un histórico del diario, Carlos González o “Gandhi”, describe este cambio como un paso de un plano más personal y afectivo a una reivindicación de su lucha, aunque es cierto que muchos de los textos combinan ambos registros.
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En el prólogo del libro Poesía Diaria. Porque el silencio es mortal firmado por Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, las madres refieren a los recordatorios como “el testimonio de la vida y la militancia de nuestros hijos”. Se refieren al rol de estas publicaciones marcando que “se encargan de “decirle” a la sociedad que “ellos son y están”, todos tienen nombre y apellido”. Y agregan: “y los unimos a la exigencia de ‘Juicio y Castigo’”. Así, las referencias biográficas sobre los desaparecidos, destinadas a contar y homenajear sus historias de vida y su militancia, se unen al reclamo de verdad y justicia. El recuerdo de la lucha de los desaparecidos en el pasado se une a la lucha de sus familiares en el presente.
Virginia Giannoni, quien realizó una muestra en el Centro Cultural San Martín de una selección de recordatorios en el año 2005 —muestra a partir de la cual se conforma el libro prologado por Madres— resume desde otra perspectiva cómo se da esta transición en el contenido. Al referirse a los cambios que pudo percibir mientras realizaba el trabajo de curaduría para la muestra, sostiene que “al principio eran más angustiosos, eran más de duelo y después empezó a cambiar, se hicieron más de lucha y también apareció esto de: ‘Te encuentro en las luchas de hoy’”. Lo cierto es que esta conexión se hace presente en algunos de los primeros recordatorios, incluso desde 1988. El recordatorio dedicado a Patricia Dixon, publicado el 6 de septiembre, sólo dos semanas después del primero que apareció, finaliza diciendo: “Igual que vos lo hacías, nosotros exigimos justicia”. Esta idea de la relación entre las luchas de ayer y de hoy atraviesa la historia de los recordatorios, apareciendo desde los primeros hasta la actualidad.
Producto y parte de la lucha de los familiares y organismos, los recordatorios acompañan y dejan testimonio del devenir del proceso de verdad y justicia. Nacidos en tiempos de impunidad, los recordatorios contemporáneos a esa etapa permanentemente exigen la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y, a partir del momento mismo en que son decretados, rechazan los indultos. En 1991, la abuela fundadora Clara Jurado de Roggerone publica un recordatorio en el que se dirige a su hijo Carlos María y se pregunta: “¿Podemos seguir creyendo en la justicia?” y responde: “Yo no lo sé. Si sé que como país, como pueblo, no podemos aceptar el infame indulto a los asesinos de nuestros hijos y expropiadores de nuestros nietos. (…) Por eso, por el resto de mi vida, junto a tantos otros, y hasta el último aliento, seguiré reclamando día tras día”. La denuncia de la impunidad suele estar acompañada por la afirmación de lo inclaudicable de la lucha, como una forma de sostener que la búsqueda de justicia no se termina hasta encontrarla.
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Hacia finales de la década del noventa, vemos aparecer menciones que celebran las distintas iniciativas judiciales como los Juicios por la Verdad o los procesos llevados a cabo en el exterior. Así, por ejemplo, el recordatorio de José Nicasio Fernández Álvarez publicado el 11 de noviembre de 1997, reza hacia el final: “¡Apoyamos al juez Garzón, en el juicio que está llevando a cabo contra LA IMPUNIDAD!”. En muchos casos, el reclamo por justicia y la reivindicación de la lucha de los desaparecidos se entremezclan con otros aspectos del contexto en el que se publica. En este sentido, Gandhi señala que “se fue incorporando mucho la actualidad del momento”.
Hacia el 2001 y 2002, la crisis económica, política y social en la que estaba sumido el país es referida constantemente por los recordatorios, muchas veces relacionada con la impunidad. El texto dedicado a Ana María Woichejosky en 2001 identifica a los responsables de la crisis con los responsables de la impunidad, a la vez que marca la relación entre las políticas económicas de la dictadura y las del presente: “hace 25 años te secuestraba un comando de las ‘fuerzas conjuntas’, que fueron perdonados e indultados por los mismos que continúan aplicando el plan de expoliación de nuestro pueblo, ese que hace que un niño muera cada 45 minutos, ese que no ha dejado conquista obrera en pie, el que aleja al pueblo cada día más de sus representantes”.
Casi un año después, el 29 de agosto de 2002, el recordatorio de Fernando Hallgarten relaciona la situación vivida en ese momento con los crímenes de la dictadura: “Porque la justicia no cumplida es justicia desaparecida. Porque cada desocupado es un desaparecido. Porque cada jubilado es un desaparecido. Porque cada niño hambriento es un desaparecido. Porque cada hospital sin presupuesto es un desaparecido. Porque la educación sin presupuesto es desaparecida”. Ana Paoletti también resalta esta característica y sostiene que “empezó a convertirse en un espacio de reclamo”, “vos ves un recordatorio, y en base a la consigna que tenga, te das cuenta en qué época fue publicado”.
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El 25 de agosto de 2003, a solo cuatro días de que el Senado hiciera ley la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, Estela de Carlotto se dirige a su hija Laura en el texto de su recordatorio para informarle que “Un viento de esperanza despierta en nuestra tierra para dar paso a tus ideales. Un nuevo sol alumbra a los que sobrevivieron para no olvidar las palabras VERDAD y JUSTICIA”. Estela, al evocar cómo fue su experiencia publicando, explica que cada año cambia el texto: “estos recordatorios los fui haciendo año tras año, todos los años con un mensaje distinto, siempre acorde a la situación de nuestro país”.
Con la anulación de las leyes y el comienzo de los juicios, los recordatorios se van a llenar de referencias a los procesos de justicia, de formas muy variadas. Algunos incorporan información sobre los responsables, quiénes fueron condenados y a quiénes falta aún juzgar.  Los familiares de Ernesto Eduardo Berner, secuestrado en enero de 1977, expresan su experiencia en el recordatorio publicado en el 2014: “Compartimos este recordatorio como todos los años, pero nunca es igual. Tu presencia se agranda, este año con la satisfacción de haber declarado en la Causa ESMA”. Un año antes, Aníbal y Mirta, amigos de Adrián Claudio Bogliano y Susana Leiva de Bogliano publican un texto en el que aparecen las sensaciones suscitadas por los juicios y la mención, también muy común, al trabajo del Equipo de Antropología Forense y la identificación de los restos. “(…) en este agosto número ‘36’ desde la trágica noche de la desaparición de ustedes… y número ‘3’ desde que, gracias al trabajo del EAAF para los “Juicios por la verdad y la memoria”, nos entregaron los restos de sus cuerpos… en este agosto nos retroalimentamos en fuerzas y esperanzas de encontrar a los culpables… porque este año asistiremos al “juicio” por ustedes, en el que LAURITA y VERÓNICA, sus hijas amadas, serán las querellantes ante la misma justicia (…)”.
Con la reapertura de los juicios van a ir a emergiendo nuevas reivindicaciones. Se mantiene el pedido de “juicio y castigo” —que se amplía a veces a los cómplices civiles— y aparece la necesidad de “cárcel común” ante las concesiones de prisión domiciliaria para algunos de los condenados.
Es interesante, en este sentido, el pedido que en 2013 realizan los familiares de Juan Carlos Arroyo en cuyo recordatorio exigen, entre otras cosas, “que los crímenes contra la integridad sexual sean considerados como crímenes de lesa humanidad”. En los recordatorios se hará sentir con fuerza la conmoción generada por la desaparición del testigo Jorge Julio López en septiembre de 2006. Las primeras menciones exigiendo su aparición con vida son de los primeros días de noviembre de ese mismo año.  En el 2017, a partir de la desaparición de Santiago Maldonado, se volverá a ver el nombre de una víctima de la democracia acompañando el nombre de desaparecidos en dictadura. Ese mismo año, unos meses antes, los recordatorios se llenaron de pronunciamientos en contra del fallo de la Corte Suprema que habilitaba la aplicación del 2x1 en las penas de los genocidas condenados. Nuevamente, el masivo rechazo que suscitó entre los organismos de Derechos Humanos -así como en la sociedad en su conjunto- se vio plasmado en los textos de los recordatorios, provocando una catarata de publicaciones. Este hecho reforzó una línea que ya venía teniendo presencia dentro de los recordatorios basada en la crítica a las políticas en materia de Derechos Humanos del nuevo gobierno y haciendo alusión al discurso negacionista proclamado por algunos funcionarios. Indudablemente, el conjunto de los recordatorios y el devenir de sus contenidos en el transcurso del tiempo constituyen un singular testimonio de la historia reciente de nuestro país, principalmente en lo relativo al proceso de memoria, verdad y justicia, pero también al contexto político y económico social en general. En algunos casos, también, pueden reconstituir historias familiares. Son muchas las familias que incluyen en el texto, generalmente dirigido a modo de carta a la persona que se quiere recordar, novedades de la familia, como el nacimiento de nuevos miembros o la partida de los más grandes que “van a su encuentro”.
 Gandhi  advierte que no todo en los recordatorios son reivindicaciones políticas: “hay poesías propias de los familiares o tomaban poesías de poetas más conocidos y se ha plasmado en los recordatorios. Así que tienen arte y poesía por todos lados”.
A través de esta combinación en la que la poesía y la literatura se vuelven parte de la lucha y los reclamos y consignas de siempre se resignifican y se vuelven poesía, el espacio de los recordatorios con sus distintas formas y expresiones se fue transformando en una herramienta icónica de los familiares y organismos de Derechos Humanos en Argentina. La entrañable Pepa Noia, madre de Plaza de Mayo, dijo en la inauguración de la muestra montada por Giannoni refiriendo a los recordatorios allí mostrados, “eso es resistencia”. Porque, como nos han enseñado los organismos de derechos humanos, recordar es resistir.

La investigación completa se encuentra en www.recordatorios.com.ar