sábado, 11 de junio de 2022

EFEMERIDES NACIONAL Y POPULAR EL 4 DE JUNIO DE 1946

 https://www.jdperon.gov.ar/2012/06/4-de-junio-de-1946/

El triunfo electoral del 24 de febrero de 1946 llevaba al coronel Juan Domingo Perón a la más alta magistratura del país.
El 24 de mayo, terminado el recuento de votos, la Asamblea Legislativa designó Presidente y Vicepresidente por el período que comprendía el 4 de junio de 1946 y el 4 de junio de 1951 a Juan Domingo Perón y a J. Hortensio Quijano.
Seis días después, el 29 de mayo, un decreto firmado por Farell y Sosa Molina, restituyó a Perón a la actividad militar y al ascenso que le hubiera correspondido desde el 31 de diciembre del año anterior por lo que pasaba de ser “Coronel” a ser “General de Brigada”.
El general Juan Domingo Perón se convirtió así en el primer presidente de la Nación que había surgido de elecciones libres y sin proscripciones desde 1937. Al asumir como Presidente de la Nación, el 4 de junio de 1946,  su grandeza se hizo más visible que nunca al lanzar una amplia convocatoria, sin rencores, como lo fue siempre, guiado por su idea de unidad nacional,  abriendo los brazos a  que lo acompañaran en una gesta histórica que nacía ese día:
“Me siento el presidente de todos los argentinos, de mis amigos   y de mis adversarios, de quienes me han acompañado y de quienes me han combatido”. 
Hoy, ante un nuevo aniversario de ese día histórico, recordamos orgullosos que el 4 de junio de 1946, bajo las banderas de justicia socialindependencia económica y soberanía política, se iniciaba una revolución en paz en la Argentina.

LORENZO PEPE
Diputado de la Nación (m.c.)
Secretario General

https://www.elhistoriador.com.ar/el-golpe-de-junio-de-1943/

 


El golpe de junio de 1943


Alguna vez, Perón explicó que toda revolución tiene cuatro etapas: la filosófico-doctrinaria, la toma del poder, la dogmática y la institucional. Durante los años de la Década Infame, no fueron pocos los grupos de militares y civiles que iban preparando las bases programáticas que después se reflejarían con toda fuerza durante el peronismo. Entre estos, el grupo de ex yrigoyenistas reunidos en FORJA; pero también los oficiales que pronto formarían el Grupo de Oficiales Unidos (GOU), una sociedad militar secreta constituida el 10 de marzo de 1943.

Estando más o menos perfiladas las bases programáticas, la toma del poder no tardó en venir. Aunque no había pasado mucho tiempo del golpe militar de 1930 contra Hipólito Yrigoyen, el nuevo cambio de comando en el país tenía nuevos elementos. El 4 de junio de 1943, aprovechando la apatía del pueblo hacia un gobierno corrupto, conservador y fraudulento, los militares, encabezados por los generales Arturo Rawson, Pedro Ramírez y Edelmiro J. Farrell (que fueron reemplazándose uno a otro) asumieron el poder. La Segunda Guerra Mundial y una clase obrera largamente postergada en sus demandas formaron parte del trasfondo de los reacomodos.

En medio de la inicial confusión, sólo el GOU tenía un plan para llevar adelante. Con algunas de las principales secretarías en sus manos, fue Juan Domingo Perón el que ganó un extraordinario protagonismo, al hacerse cargo de un relegado pero potencialmente muy aprovechable Departamento de Trabajo.

Por entonces, el nuevo gobierno, influido por ideas nacionalistas de derecha, ultracatólico, antiliberal y autoritario, dio elementos a la oposición que se conformó de inmediato para que pudiera acusarlo de fascismo. Sin embargo, ante el mismo proceso, grupos como FORJA y numerosos fragmentos de la población, mayormente postergados, apoyaron el golpe o, cuanto menos, se llamaron a cautela. Creían entonces que podía iniciarse un proceso de recuperación de soberanía nacional, de industrialización y empleo y de conquista de derechos laborales y sociales.

Para recordar sin homenaje este nuevo quiebre de la constitucionalidad en el país, reproducimos un fragmento del diario La Vanguardia, órgano de prensa del Partido Socialista en la Argentina, publicadas tras el golpe, donde se critica duramente al gobierno de Ramón S. Castillo, a un día de su derrocamiento.

Fuente: Diario La Vanguardia, 5 de junio de 1943, en Felipe Pigna, Los mitos de la historia argentina 3, Buenos Aires, Planeta, 2006, págs. 305-306.

«El gobierno del doctor Castillo fue el gobierno de la burla y el sarcasmo. Su gestión administrativa se desenvolvió en el fango de la arbitrariedad, el privilegio, la coima y el peculado. Toleró ministros y funcionarios ladrones y firmó, displicentemente, medidas que importaban negociados. (…) Eligió su sucesor a pesar del clamor de la opinión pública y de la repugnancia de algunos miembros del partido oficial. La fórmula de los grandes deudores de los bancos oficiales contaba con la impunidad oficial.»

 

La Vanguardia, 5 de junio de 1943

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

EFEMERIDES NACIONAL Y POPULAR: EL 4 DE JUNIO

 

En 1930, un golpe militar puso fin al gobierno democrático de Hipólito Yrigoyen y dio comienzo a una etapa de la vida argentina que se conoce como Década Infame. Fue una época caracterizada por el fraude electoral, la represión y la persecución a los opositores, la proscripción de los partidos políticos, la corrupción política y la sumisión de la economía al Reino Unido. Los distintos gobiernos que se sucedieron durante la década representaban a los terratenientes y a la burguesía porteña, asociada al capital extranjero. Su último gobernante fue Ramón Castillo, quien fue derrocado por la Revolución Nacionalista de 1943.
Un grupo de cuadros medios del Ejército, integrados en el GOU (Grupo de Oficiales Unidos) comenzaron a reunirse bajo la iniciativa de los tenientes coroneles Miguel A. Montes y Urbano de la Vega, para frenar las aspiraciones presidenciales de Patrón Costas, candidato del presidente Ramón Castillo. La candidatura de este empresario azucarero significaba la continuidad de ese gobierno conservador, fraudulento y entreguista, tan alejado de los intereses del pueblo argentino.
Una vez depuesto Ramón Castillo, pretendió asumir el gobierno el general Rawson, que traicionó la iniciativa del GOU, negociando la composición de su gabinete con la oligarquía que había apoyado al antiguo régimen. Por la presión ejercida por el resto de los integrantes del GOU, debió dejarle su lugar al general Pedro Pablo Ramírez, que era el elegido para ocupar la Presidencia por los militares revolucionarios.
De las listas del GOU sobresale un oficial del Estado Mayor General, el coronel Juan Domingo Perón, autor de la proclama revolucionaria, que pronto se destacará por su capacidad para llevar a la Argentina por el camino de un nacionalismo comprometido con el pueblo.
Uno de los objetivos fundamentales del GOU era establecer una alianza entre el Ejército y los trabajadores. Desde su cargo en el Departamento Nacional del Trabajo –luego traducido a Secretaría de Trabajo y Previsión-, el coronel Juan Domingo Perón organizará a los trabajadores en un movimiento sindical novedoso para que puedan discutir con el gobierno los intereses de la clase trabajadora, hasta entonces relegada. Su carrera política se ve impulsada por el apoyo de los trabajadores, que ven en el nuevo funcionario un verdadero compromiso, pues interviene en los conflictos entre las patronales y los sindicatos, promulga nuevas leyes sociales y crea nuevos gremios, logrando organizarlos de manera tal que se constituirán en “la columna vertebral” del movimiento justicialista, que en ese momento estaba naciendo.
Los militares responsables de la revolución de 1943 tuvieron una serie de desencuentros y el general Ramírez fue depuesto, siendo nombrado el general Edelmiro Farrell, que designó a Juan Perón en los cargos de Ministro de Guerra y Vicepresidente de la Nación, que se sumaron al cargo de Secretario de Trabajo y Previsión, que ya ostentaba.
Es conocida por todos la cantidad de enfrentamientos que hubo en el Ejército, que pretendía limitar el poder que el coronel Perón iba acumulando, provocando su detención en la isla Martín García y la posterior movilización de los trabajadores para liberarlo, aquel 17 de octubre de 1945, cuando se legitimó el nacimiento del peronismo.
La revolución del 4 de junio de 1943 terminó con la Década Infame y con su finalización, tres años más tarde, dio paso al gobierno democrático y popular del general Juan Domingo Perón, quien hizo felices a los argentinos durante una década, después de la cual, nuevamente, las fuerzas armadas derrocaron al gobierno constitucional, en septiembre de 1955.
Recordamos con emoción la jornada del 4 de junio de 1943 porque ésta traía en su seno al Hombre del Destino que cambió –para siempre- la historia de los argentinos.

 

 

LORENZO A. PEPE
Diputado de la Nación (m.c)
Secretario General 
Ad-Honorem

 

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