martes, 3 de mayo de 2022

 

Cenital

POPULISTAS SOMOS TODOS

María Esperanza Casullo
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Algunos pensamientos sobre la política argentina, con un principio orientador: funciona mejor de lo que parece.
01/05/2022
“Sospecho que la emoción por las historias, por las narrativas, es una disposición humana universal que acompaña nuestros poderes de lenguaje, nuestra autoconciencia, y nuestra memoria biográfica”.
–Oliver Sacks, On The Move (traducción propia)

Al gobierno encabezado por Alberto Fernández le falta relato. Esta es una frase que puede escucharse con cierta frecuencia; es más, yo misma la he pronunciado en el pasado. Sin ir más lejos, en mi última newsletter en Cenital iba más allá de la palabra “relato” y mencionaba la idea platónica de la “mentira noble”. Algo muy similar pide Maquiavelo en El Príncipe: la política debe persuadir nombrando como alcanzable lo que no existe y, por ese mismo hecho, hacerlo posible. Uno podría utilizar también el término “parábola”, tan caro a la pedagogía cristiana, como la capacidad de traducir ideas complejas en narraciones más simples y personalizadas en protagonistas humanos. O, si estuviéramos en la mitad del Siglo XX, podríamos usar la palabra “ideología”, que nos refiere a una visión de mundo organizada alrededor de ciertas explicaciones de por qué no funciona lo que está mal y qué deberíamos hacer para solucionarlo.

Pero hace falta profundizar en qué quiere decirse con la palabra “relato”, porque la pobrecita tiene muy mala prensa. Pareciera que construir un relato, en ese caso, un relato de gobierno, equivale a dos cosas. En el peor de los casos, podría equivaler a mentir en el sentido más ramplón del término, es decir, en la repetición compulsiva de un mensaje positivo en la cara del desastre. “Relato” en este caso sería equivalente al “¡Vamos Ganando!” de la dictadura militar en la guerra de Malvinas, una pobre frase de papel pegada con engrudo sobre la más clara y evidente verdad que era que íbamos perdiendo. Esto no es un “relato”, es simplemente una mentira. Mentir no sirve: la gente percibe, entiende y razona por sí misma, y sería imposible convencerla de que todo está bien cuando el changuito de supermercado está cada vez más caro y las familias tienen que enterrar proyectos módicos como cambiar el auto o pagar un viaje de egresados. Tratar a la gente de imbécil nunca es buena idea y nunca sale bien. Si no, hay que preguntarle a Galtieri.

Pero decir “relato no es mentir” es la parte sencilla. Lo que es más complicado de entender es que construir relato tampoco equivale a “repetir todo el tiempo las buenas noticias”, que es un reclamo que se ha escuchado en estos días. Ayer mismo escuché por la radio decir: “Los ministros tienen que salir a decir las buenas noticias”. Pero tampoco funciona así. No es que las buenas noticias no existan o que no sea importante darlas a conocer. Hay dos problemas. El primero es que las buenas noticias necesariamente coexisten con las malas noticias, que también son innegables. El desempleo es bajo y la inflación es alta; medio que ambas cosas se cancelan entre sí. Cuando las cosas “van mejorando” para todo el mundo no hay necesidad de salir a contar las buenas noticias: se notan en el aire.

La mente humana funciona de tal manera que las “buenas noticias”, aunque fueran repetidas muchas veces, no generan sentido “espontáneamente” por la misma repetición. “Hicimos cien escuelas”, “doscientas escuelas”, “mil escuelas” genera un mensaje: hay más escuelas disponibles. Eso está muy bien, pero la sociedad no vota ni se moviliza “sólo” en función de metas cuantitativas. Además, las personas no saben de quién dependen las “cosas”: quién hizo qué, si la escuela de la esquina la hizo el intendente, el gobernador o una cooperadora.

¿Por qué hablar de narrativas, entonces? No porque una narrativa tenga el poder mágico de convencer a las mayorías de que las cosas están bien, sino porque los relatos organizan la acción y le dan foco.

La palabra relato, decía, tiene mala prensa. Eso, aunque sabemos desde hace décadas que la mente humana (si me dedicara a las neurociencias diría “el cerebro humano” pero no me animo a tanto) necesita, busca, construye relatos todo el tiempo. Un relato es una totalidad de sentido estructurada, no una sucesión de hechos aislados uno del otro que simplemente “se” suceden, en impersonal. Un relato tiene un inicio, un medio y una meta. Tiene un héroe, que lleva adelante las acciones en función de esa meta e intenta superar los obstáculos para llegar a ella. Ese héroe tiene una visión de sí mismo y del mundo, unos principios diríamos hoy, una voz personal, un estilo de ser, un “ser en el mundo”. Ningún ser humano se representa a sí mismo y a su vida como la sucesión mecánica de actos o gestos que simplemente se interrumpe con la muerte. Apropiarnos de nuestra propia vida implica poder dar cuenta de quiénes somos, a qué aspiramos, que amamos y qué rechazamos. Oliver Sacks, uno de los fundadores de lo que hoy conocemos como neurociencias, describió con maestría en El hombre que confundió a su mujer con un sombrero como los pacientes neurológicos necesitaban para “curarse” (entre comillas) no sólo recuperar funciones cognitivas sino poder volver a ponerse en un lugar de sujeto de su propia vida, reescribir su relato vital, descubrir qué podía hacer y qué no con su enfermedad, construir maneras de acomodarse.

A nivel social también necesitamos historias para funcionar. La antropología lo sabe desde siempre: no hay comunidad sin mito fundante. Tan importante son los relatos que Jean-François Lyotard justamente creó el término “metarrelato” para hablar de las ideologías modernas del socialismo y el liberalismo. Sí, eran un conjunto de ideas, pero también eran un cuento: con un héroe (el proletariado o el individuo racional), un villano (la burguesía o el estado) y una meta (la revolución o la paz perpetua). Estos relatos organizaban la acción política: nosotros somos los que estamos de este lado, opuestos a aquellos, y queremos llegar a eso. Puedo sonar exagerada, pero estoy convencida de que sin relato, sin mito, sin narrativa, no hay política posible.

La ultraderecha “libertaria” (comillas) tiene su relato: el malo es el estado y las feministas. El antipopulismo tiene su relato: el malo es el populismo, que altera las jerarquías naturales de la sociedad. El Frente de Todos hoy no tiene un relato claro, o tiene varios que coexisten y se meten ruido entre sí.

No está solo en esto. Los gobiernos socialdemócratas o de centro tienen problemas similares. Durante el COVID han hecho muchas cosas: se han creado subsidios, se han tomado medidas, se han movido estructuras. Se hicieron y se hacen “cosas”, pero esas cosas no llegan a construir una visión de mundo coherente. Los gobiernos aumentaron el estado pero con culpa, mientras siguen sosteniendo que el estado es menos eficiente que el mercado. Se dicen demócratas pero no llaman a la movilización de las bases. Dicen escuchar demandas sociales pero no tienen claro cuál es su sujeto, su base.

Si no me creen a mí, tal vez puedan hacerlo con el filósofo Byung-Chul Han (traducción propia):

“La verdad, que nos provee sentido y orientación, es también una narrativa. Estamos muy informados, pero no podemos orientarnos a nosotros mismos. La informatización de la realidad nos lleva a la atomización: esferas separadas de lo que pensamos es verdad. Pero la verdad no es información. La verdad tiene una fuerza centrífuga que mantiene a la sociedad unida (…) Fragmentos de información no nos podrán dar nunca ni sentido ni orientación. Por ellos solos no conforman una narrativa. Son puramente aditivos”.

Así como una vida es más que la sucesión de momentos aislados, un relato político es más que la sucesión de datos. Implica una toma de posición, la elección de un adversario y, sobre todo, la construcción de un nosotros.

Construir un relato implica tomar una posición, trazar una línea en la arena. Circula la anécdota que, en el 2002, Eduardo Duhalde estaba reunido con varios asesores económicos para ver qué hacer con los préstamos en dólares. Después de romperse la cabeza, llegaron a la conclusión de que o perdían los bancos acreedores o perdían los deudores. Era imposible contentar a todos. Dice la leyenda (probablemente apócrifa) que luego de horas de debate Duhalde dijo: “Bueno, basta, ¿quiénes son los nuestros ahí? Los deudores. Vamos con ellos”.

La gestión sola no construye relato, sino que el relato (saber dónde están “los nuestros”, adónde “hay que ir” y con quién pelearse) organiza la gestión. El liderazgo político se manifiesta en la capacidad de nombrar esos tres elementos, y así darle una dirección a la acción.

(Gracias a mi amigo Abelardo Vitale por la nota de Han.)

María Esperanza

 

Cenital

PRIMERA MAÑANA

Tomás Aguerre
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Las noticias que importan.
02/05/2022

La soja HB4 desarrollada por la empresa argentina Bioceres fue aprobada en China luego de seis años. Catamarca, Misiones, Mendoza y Santa Fe abrieron el año legislativo. Comienza en Diputados el tratamiento de proyectos de consenso para llevar al recinto. Vuelven hoy a la presencialidad plena los trabajadores de toda la administración pública nacional. Rechazan en la justicia el planteo del PRO por el Consejo de la Magistratura. Las notas del fin de semana. Evacúan a los primeros civiles de la planta de Azovstal en Ucrania.

Leer este correo te va a llevar 6 minutos aproximadamente.

1. Soja HB4

La soja HB4, el evento tolerante a sequía que desarrolló la empresa argentina Bioceres, fue aprobada en China. El trámite había sido presentado en 2016 y fue aprobado por el país en una resolución que autoriza su cultivo el pasado viernes.

La soja tolerante a sequía fue aprobada en 2015 en Argentina y luego en Estados Unidos, Brasil y Paraguay en 2019. La resolución publicada por China, el principal importador de soja en el mundo, permite la importación y comercialización de soja HB4 y derivados.

Según informó el grupo Bioceres, es la primera vez que China aprueba un desarrollo transgénico argentino.

2. Apertura de sesiones

Catamarca, Mendoza, Misiones y Santa Fe abrieron sus sesiones legislativas este fin de semana. Realizaron balances de sus gestiones tras dos años y anunciaron proyectos parlamentarios para este año.

En Santa Fe, el gobernador Perotti anunció la creación del Centro Unificado de Operaciones para el Gran Rosario.

En Mendoza, el gobernador Suárez pidió a la legislatura que trate el proyecto de reforma constitucional que implica la eliminación de las elecciones de medio término y la reducción en el número de legisladores, entre otras cosas.

Catamarca anunció la regularización de los trabajadores de la administración pública con más de seis meses de antigüedad.

3. Diputados

Con las comisiones conformadas, comienza el tratamiento de una serie de proyectos para llevar al recinto de Diputados. Se busca tratar la nueva ley de HIV, Cannabis medicinal, un régimen de incentivos para la adquisición de taxis y una ley con beneficios para el sector de la construcción.

El martes se reúnen las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Acción y Salud Pública, Agricultura y Ganadería y Legislación General.

En caso de conseguir dictamen en alguno de los proyectos de consenso, no se descarta un llamado a sesión el próximo miércoles.

Juntos por el Cambio pidió una sesión especial para el jueves para debatir boleta única de papel y la situación de los créditos UVA.

4. Presencialidad plena

Vuelven hoy a la presencialidad plena los trabajadores de toda la administración pública nacional. El gobierno nacional había puesto el 1° de mayo como la fecha límite de trabajo remoto, luego de haberse superado la etapa crítica de la pandemia de COVID-19.

A mediados de agosto, los trabajadores del sector público habían comenzado a retornar a sus puestos de trabajo en una modalidad mixta. El gobierno dispuso que sigan exceptuadas del trabajo presencial las personas que acrediten documentación médica por pertenecer a grupos de riesgo.

Cada jurisdicción, organismo y entidad de la administración pública nacional deberá disponer el retorno a la modalidad presencial.

5. Consejo de la Magistratura

La justicia rechazó el amparo presentado por el senador Luis Juez para intentar evitar que asuma Martín Doñate como representante del Senado en el organismo. La medida había sido solicitada por Juez y el jefe de bloque del PRO en el Senado, Humberto Schiavoni.

El juez de la causa sostuvo que en una causa similar la justicia entendió que “la cuestión sometida a decisión del Tribunal resulta ajena a la esencia de la jurisdicción que el Poder Judicial se encuentra facultado a ejercer: resolver colisiones efectivas de derechos, y no emitir opinión en abstracto acerca de la validez -como en el caso- de actos llevados a cabo por otros poderes del Estado”. Se refería al amparo presentado por el Frente Para la Victoria contra la asunción de Pablo Tonelli (PRO) en 2016 en el Consejo de la Magistratura.

De esa manera, el senador Martín Doñate quedaría en condiciones de asumir cuando la Corte Suprema de Justicia disponga la fecha para la jura.

Aquí la resolución completa.

6. Notas del fin de semana

  • La historia del Día de los Trabajadores, por Eric Hobsbawm.
  • Esta entrevista a Juan Martínez d’Aubuisson, investigador del fenómeno de las pandillas centroamericanas, sobre la guerra con Bukele.
  • Esta nota de Facu Cruz sobre la valoración de los latinoamericanos sobre sus partidos políticos.
  • De todo lo que se ha escrito sobre la compra de Twitter por Elon Musk me ha gustado esta nota.
  • Esta nota de Martín Balza sobre la guerra de Malvinas.
  • El auge de Tucker Carlson acompaña la transformación de Fox y el conservadurismo en Estados Unidos, sostiene una investigación del New York Times con entrevistas a decenas de colegas y el análisis de 1100 episodios de su programa.
  • Jason Furman sostiene que el crecimiento de la inflación mundial es por demanda y que por lo tanto va a persistir un tiempo más.
  • Esta entrevista a Herzog.
  • Las clases de Piglia sobre Borges se van a publicar en un libro que edita Eterna Cadencia.

7. Azovstal

Cientos de civiles fueron evacuados de la central siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol, Ucrania, tras un acuerdo con Rusia a través de la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja. La ONU confirmó la operación.

Según Ucrania, en la acería permanecen al menos 500 civiles y miles de combatientes. Es el último espacio de resistencia ucraniano en Mariúpol. Las autoridades de ambos países mantienen negociaciones para la liberación de quienes aún permanecen atrapados en el lugar, tras el sitio ruso. Rusia bloqueó la zona desde la semana pasada para que nadie pueda ingresar ni salir, incluidos suministros.

La operación está suspendida hasta hoy al mediodía cuando se espera que se retomen nuevos intentos por evacuar civiles.

Mariúpol y el Donbass son hoy los escenarios principales del conflicto entre Rusia y Ucrania.

Siendo que los trabajadores del mundo, unidos, deberían haber pasado el feriado para hoy te propongo tomarte unas breves vacaciones mentales viajando por el espacio en esta paginita. Creo que no estamos para nada más por hoy.

Nos encontramos mañana.

Tomás

 


Cenital

OFF THE RECORD

Iván Schargrodsky
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Información, ideas y apuntes sobre política y justicia.
03/05/2022

Hola, ¿cómo estás? Espero que bien.

Las participaciones en el Foro Llao Llao reflejaron un estado de ánimo que, tras las elecciones, da por descontada una mayor fortaleza relativa de la oposición pero, por sobre todo, un espacio mucho mayor que el que había hace unos años para ideas como la desregulación económica, la reducción de la carga impositiva y del gasto público y la liberalización comercial. Un conjunto de propuestas a esta altura ya probadas, pero que no por ello dejan de entusiasmar a los hombres y mujeres de negocios de Argentina.

La invitación a Javier Milei obedece tanto a su auge político como a este estado de ánimo. Milei es hoy, según Poliarquía, el segundo político mejor evaluado a nivel nacional y el segundo político favorito mencionado de forma espontánea por los argentinos con el 12%. La primera es Cristina. Hace ocho meses, el economista ni figuraba en ese top of mind. En Bariloche dejó pasar una chance. Su presentación, casi una clase sobre la escuela austríaca, dejó una sensación paradójica. Quienes escuchaban al economista, por los aprendizajes de sus propias experiencias, se llevaron la sensación de que entendían mejor que él a la economía local. Milei mostró poca preparación para enfrentar problemas concretos y una aproximación dogmática que aparecía lejos de las cuestiones mundanas inmediatas que deberá enfrentar si llegara a Presidente, una situación hoy lejana pero en modo alguno inverosímil.

La mirada empresaria ubicó en el extremo opuesto del espectro ideológico presente al ministro de Economía, Martín Guzmán. El esquema en que un extremo posible está ocupado por Javier Milei y otro por Martín Guzmán es elocuente. El ministro esquivó la interna oficialista, aunque centró su presentación en la energía como la cuestión central a la hora de enfrentar la coyuntura, al tiempo que confrontó con las ideas que proponen shocks anti inflacionarios y descartó la necesidad de una reforma laboral. Los cuestionamientos llovieron para el anunciado impuesto a la renta inesperada. Un intercambio con un empresario resultó ilustrativo, cuando cuestionó respecto del rol del Estado ante eventuales “pérdidas inesperadas”. El ministro le recordó que, ante la crisis causada por el COVID, el Estado movilizó de manera masiva recursos para sostener la supervivencia de las empresas. Los programas como el Repro y la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) son un testimonio concreto ante una situación de dificultad económica generada por una situación tan compleja como impredecible para la planificación empresarial.

El contrapunto más interesante, tanto por las coincidencias como por las diferencias, se dio entre dos de los principales dirigentes de Juntos por el Cambio. El ex presidente Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, que aparece decidido a disputar en cualquier escenario para ser el próximo, tuvieron su espacio para exponer en el bello contexto patagónico.

Sin asumirse como tal expresamente, la presentación de Macri fue la de un candidato en campaña al que los asistentes miraron con aceptación, pero recriminaron por lo bajo la ausencia de autocrítica. Prometió a la vez bajar impuestos y reducir el déficit fiscal, para lo cual sostuvo que su espacio bajaría el gasto público entre cinco y ocho puntos. No parece haber tomado nota de la experiencia internacional. Los países del sur de Europa se encuentran hoy, después de haber adoptado planes de austeridad agresivos, casi invariablemente por debajo del PIB que poseían en 2007. Y las crisis de endeudamiento solo fueron dejadas atrás luego de una intervención y auxilio masivo del Banco Central Europeo.

El balance sobre el “rescate” a Grecia de las propias autoridades que lo impusieron, entre las que se encuentra el Fondo Monetario Internacional, reconoce que se sobreestiman sistemáticamente los efectos de “confianza” generados por la austeridad, mientras se subestiman los efectos recesivos de los recortes del monto real del gasto público. El programa de Macri, de funcionar, sería una excepción a la experiencia histórica. En un pasaje de su alocución, Macri deslizó que ganaría su interna con facilidad y que “los que pierdan pueden ser jefe de Gabinete o hacerse cargo de algún ministerio”. Un exocet con la proverbial delicadeza del Calabrés dirigido al jefe de Gobierno porteño.

El ex presidente reafirmó su actual ubicación ideológica y calificó al norteamericano Joseph Biden de “populista” orientado a repartir dinero y desincentivar el trabajo. Coincide con la mirada del Partido Republicano que balizó la retirada por el Congreso estadounidense, del Child Tax Credit. Una política similar a la AUH adoptada en la pandemia, que permitió reducir dramática pero temporalmente la pobreza.

En lo que parecería ser una reivindicación del proceso de endeudamiento inédito tanto por su velocidad como por su intensidad que encabezó como Presidente, Macri calificó la falta de acceso de Argentina al crédito internacional como una ventaja. Una mirada con la que coincidió Larreta. La idea es que dicha situación nos obliga a encarar rápidamente las reformas necesarias.

El alcalde porteño defendió un programa basado en grandes acuerdos. Si bien presentó a Hernán Lacunza como el coordinador de su equipo económico, Rodríguez Larreta no dio precisiones sobre las medidas que implementaría en caso de ser electo, pero señaló que el próximo gobierno “tiene cien horas, no cien días”. En su mirada, el escenario actual ofrece demasiada incertidumbre y no hay un programa de medidas que sirva del mismo modo si el desempleo es 5 o 10 por ciento, si la pobreza es de 30 o 50 por ciento o si la inflación es del 50, 100 o 150 por ciento. De ser electo, planteó la necesidad de un esquema de reformas amplio y un programa de estabilización económica que, para ser viable, defendió que debería contar con una base amplia de apoyo social que incluirá forzosamente la incorporación de sectores del peronismo.

Hubo un episodio poco comentado, pero que es muy gráfico para entender la dinámica interna de Juntos por el Cambio.

-”¿Qué pasa si Macri te pide que te bajes?”, consultó uno de los presentes.-”Yo le pido que se baje él”, respondió el jefe de Gobierno.

Un detalle de la presentación de Macri que pasó casi desapercibido en los relatos del encuentro debería llamar la atención. El ex presidente reprochó a los empresarios que, pese a haber tomado medidas de liberalización y eliminado regulaciones, ellos no invirtieron. Formulado como una crítica, debería dar cuenta de algo que en una democracia capitalista es una comprobación empírica. Los empresarios no valen por lo que votan más ni menos que ningún otro elector. Su responsabilidad e influencia en la sociedad se desprenden de sus decisiones de inversión y estas son invariablemente más matizadas que los programas de política pública que las acompañan. Consultado por #OffTheRecord sobre este intercambio de ideas, uno de los hombres de negocios dijo: “Lo que hizo Mauricio fue condición necesaria, pero no suficiente”.

Un enfoque más prudente y casuístico posiblemente encuentre soluciones más viables. Si bien es cierto que son numerosos los ejemplos de regulaciones legales, administrativas o judiciales que impiden o entorpecen el desarrollo económico -con ejemplos recientes como la medida cautelar que retrasó la exploración petrolera en el Mar Argentino o decisiones como la prohibición temporal de exportaciones de carne vacuna-, no lo es menos que las regulaciones son necesarias para garantizar derechos y resultados sociales deseables. Garantizar el ambiente, la salud, umbrales de bienestar social y de los trabajadores no son solo fines en sí mismos sino requisitos para el desarrollo sostenible de la sociedad. El ejemplo de la energía a nivel mundial -donde la combinación de políticas de penalidades a los desarrollos más contaminantes y políticas de promoción de las fuentes limpias dio lugar a un proceso inversor sostenido que viene permitiendo bajar dramáticamente los costos de la descarbonización del transporte y la generación de electricidad- es quizás el más obvio, pero dista de ser el único. No hay mercados sin regulación y hasta los derechos más básicos de la sociedad capitalista, como el de propiedad, requieren de estados fuertes y funcionales.

El reclamo de desregulación debería dar lugar a un diálogo que persiga mejores regulaciones. Aumentar la competencia donde sea posible, incrementar el nivel y la calidad del empleo, favorecer la producción nacional, desarrollar nuevos sectores. Toda la sociedad, y el sector empresario primero que nadie, tienen mucho por ganar si se deja de lado la mirada dogmática y se discute cuánto de protección, cuánto de regulación, cuánto de incentivos y cuánto de liberalización necesitan esos objetivos.

La idea de un ágora donde las cabezas y dueños de las mayores compañías de la Argentina se encuentran, se toman el tiempo para reflexionar colectivamente en forma privada respecto de la situación del país, sus caminos, y se acercan también a la dirigencia política para un intercambio franco parece haber echado raíces. Para un sector que suele tener coincidencias intuitivas, el espacio de escucha y reflexión franca es bienvenido, y puede contribuir a mejorar el debate público y sumar a un actor tan poderoso y necesario como, muchas veces, reticente al diálogo abierto.

Una de las iniciativas del sector privado que tiene coincidencias con la oposición en su conjunto y algunos sectores del oficialismo tiene que ver con la implementación de la boleta única como sistema de votación y esa demanda estuvo presente también en la muy ecuménica cena en la que CIPPEC reunió a las personalidades más influyentes de la política, las empresas, el sindicalismo, la justicia y la sociedad civil.

La propuesta de una reforma institucional de un sistema que no ha generado conflictos por su funcionamiento requiere una documentación seria de las presuntas anomalías que se espera resolver. Es importante que el tratamiento legislativo de las iniciativas de reforma no de por ciertos presuntos fenómenos que no están documentados oficialmente ni tratados judicialmente ni analizados en los estudios especializados. Por ejemplo: no hay pruebas de que el robo sistemático de boletas sea un problema del régimen electoral argentino. Tampoco de que la falta sistemática de boletas en los cuartos oscuros haya comprometido el derecho a la representación de ninguna agrupación o individuo. No se registra que exista el llamado “voto cadena” u otros sistemas de control de los votantes y violación del secreto del sufragio. Tampoco es evidente que el sistema de boleta única sea inmune a deformaciones de este tipo.

El tratamiento legislativo no debe dar por cierto que algún tipo de comportamiento electoral es más acorde con la ley o mejor desde el punto de vista ético. Un régimen electoral en una sociedad plural debe reconocer y proteger el derecho a que cada ciudadana o ciudadano vote como le parece mejor. Votar por lista completa no es más ni menos legítimo, ni mejor ni peor que cortar boleta. Concentrarse en el nombre de los candidatos no es más ni menos legítimo, no es mejor ni peor, que prestar más atención al nombre de los partidos. Distintos sistemas en los que se imprime toda la oferta electoral en un solo papel -las llamadas “boletas únicas”- pueden facilitar o dificultar distintos comportamientos de acuerdo con cómo se los diseñe. No es deseable reemplazar un instrumento de votación para inducir algún tipo de comportamiento electoral.

Es evidente para cualquiera que tenga alguna experiencia en escrutinios, o quiera proponer una reforma seria para nuestros procedimientos electorales, que el uso de boletas únicas requiere una fiscalización más y no menos atenta y un cuerpo de fiscales por lo menos tan numeroso como el voto con boletas partidarias. No es más fácil verificar las marcas en una boleta única que los nombres y las imágenes en una boleta partidaria. Es más difícil. Por otro lado, la protección del secreto del voto es la reforma política más importante y sinónimo de democratización en Argentina. El principal efecto de la valiosísima Ley Saenz Peña es exactamente ese. Cualquier amenaza al secreto del voto -léase la eliminación del cuarto oscuro, permitir que más de una o un votante lo haga simultáneamente- debe evitarse. Ese riesgo es especialmente nocivo cuando no produce ningún bien valioso.

Last but not least. En términos estrictamente políticos es importante reconocer que la propuesta de reforma está inspirada en la extendida creencia de que el peronismo tiende a ser competitivo electoralmente porque explota alguna trampa o defecto institucional, apunta a mostrar que la oposición está comprometida con la transparencia y el progreso institucional y el gobierno quiere defender un statu quo que lo beneficia. El oficialismo debería estar atento: avenirse a discutir propuestas solo porque tienen aprobación en la sociedad y el sistema político-empresarial implicaría conceder estos dos puntos.

Mientras tanto, la situación en el Frente de Todos atraviesa un momento muy particular. El kirchnerismo sostiene que está esperando el llamado del Presidente para suturar las diferencias. “No lo voy a hacer, para que los llame tienen que estar dos meses sin pegarle a mis ministros”, repite Alberto en privado. La respuesta llega rápido. “Se adulteró el contrato electoral”, acusó Andrés Larroque esta mañana. El aumento de tarifas promete ser la próxima estación de este conflicto. Para el Presidente y su ministro, discutir una suba de tarifas por debajo de la inflación para quienes pueden pagarlo es una pérdida de tiempo. Para el kirchnerismo no hace sentido materializar un incremento que igualmente va a quedar muy lejos del necesario y va a impactar en el humor social. ¿Cómo van a actuar Federico Basualdo y Soledad Manin ante la propuesta oficial?

Basualdo ya anticipó su rechazo en un informe que fue agenda de esta entrega. El Presidente anticipa que si Basualdo es un obstáculo a la estrategia oficial será desplazado. Basualdo es un hombre de extrema confianza de Máximo y Cristina. La estrategia del Presidente, hasta ahora, es aguantar los embates y sostenerse en los números de una reactivación que se siente en todos los sectores excepto en el bolsillo de la gente. El kirchnerismo responde que es un crecimiento en base a salarios bajos y que ni así el BCRA logra acumular reservas. Si Fernández corre a Basualdo sería la primera señal de conflicto abierto con la socia mayoritaria de la coalición. Un dato interesante: Alberto hace una diferenciación entre los Federicos: su consideración sobre Bernal, el titular del ENARGAS, es muy positiva.

Tal vez ahora sí haya que remontarse a la decisión de CFK de hace quince días. La jugada, de una astucia política ya comentada, materializó un daño colateral -¿o un beneficio?- que fue la ruptura del bloque. De hecho, Oscar Parrilli quiso en un primer momento correr el eje del debate y explicó que se habían dividido por el acuerdo con el FMI. Una mirada rápida mostraba que cada tribu había dejado “rehenes” -según la definición de un senador- en el otro espacio. ¿Parrilli quiso distraer la atención de una maniobra que jugó con el reglamento o repitió algo que escuchó en privado? Es una incógnita.

La interna oficialista perforó las fronteras de la Argentina. Luis Inacio Lula da Silva le mandó un mensaje al Presidente argentino a través de Max Arvelaiz, coequiper del productor todoterreno Fernando Sulichin, figuras clave y próximamente exploradas. “No voy a ganar para gobernar con Macri”, fue la demanda del pernambucano.

Ojalá hayas disfrutado de este correo tanto como yo. Estoy muy agradecido por tu amistad que, aunque sea espectral, para mí no tiene precio.

Iván