martes, 6 de octubre de 2020

 EL PAÍS

Derechas y pandemia en la guerra política

Imagen: AFP

Las derechas empujan y atropellan todos los límites democráticos. Es su nuevo sello, el Neoliberalismo no encuentra fácilmente modos democraticos de legitimación. El mundo de las mediaciones se le ha vuelto totalmente ajeno. Para las derechas el primer mandato es estigmatizar al otro como dictador autoritario, sellar al gobierno democrático como un nuevo tipo de comunismo generador de un caos social y económico. Todo esto en una política de guerra donde lo que es progresista o popular nunca es un adversario, es un enemigo a abatir. Incluso horadando las razonables medidas que se toman con respecto a la pandemia.

Lo hacen, cuando se trata de gobiernos progresistas o populares, para obligarlos a existir de un modo defensivo en la propia agenda de las derechas y para también provocar que los gobiernos progresistas o populares, llegado el caso, tomen medidas contundentes que luego no encuentren los verdaderos recursos para sostenerlas. 

La terrible paradoja de esta situación es que las derechas están esperando que esas medidas contundentes se lleven a cabo para así confirmar definitivamente que los gobiernos progresistas o populares son dictaduras totalitarias.

Las izquierdas que apoyan críticamente a estos gobiernos, y que habitan espontáneamente en el mantra de avanzar y radicalizar, ya que si no actúan así entonces los gobiernos caerán por su debilidad. Ciertas izquierdas tienen siempre el hábito de pensar que sólo se avanza en línea recta. Y por ello exigen avanzar sin dilaciones con respecto a lo que se supone que habría que hacerse sin concesiones.

Sin embargo deberían admitir las nuevas paradojas de la situación pandémica en su peligroso devenir. A veces avanzar es quedar expuestos a un fuego internacional donde tarde o temprano se perderá todo. Se olvida de qué se trata siempre de avanzar para intentar la difícil tarea de ganarle al enorme poder neoliberal. Es cierto que hay instantes de la historia en donde el imperativo exige luchar, independientemente de si se gana o se pierde. Son aquellos instantes históricos donde está en juego el honor y la ética más allá de todo cálculo y previsión. Aquellos instantes donde no se puede retroceder aunque cueste la propia vida. Las señas de la historia así lo indican. Y podría ser, nunca se sabe de antemano, que un momento histórico de semejante gravedad al fin suceda. No se sabe pero no es imposible.

Sin embargo esta vez la derecha espera la radicalización para ahogar a los proyectos democráticos. No se trata para los poderes si los gobiernos son moderados o no, el problema es que existan. Porque la dominación mundial ya no sólo no soporta ni un mínimo de soberanía, sino que no sabe si cuando los movimientos sociales recuperen la calle aparecerán medidas exigidas por las propias demandas sociales absolutamente insoportables para la derecha neoliberal. 

La conformación heterogénea de los frentes y coaliciones progresistas aumenta la hipótesis cínico -conspirativa de las derechas. Dificil situación, porque a veces fingir que se está quieto puede tal vez ser la única forma de resistencia posible. Ese fingir no es un no hacer, no es una claudicación pasiva, es intentar sortear el éxtasis acelerado y paranoico de la derecha neoliberal para darle el tiempo pertinente a una agenda de trabajo y a la política en medio de un quiebre civilizatorio desconocido aún en sus consecuencias.


https://www.pagina12.com.ar/296919-memorandum-ronald-noble-contra-la-mordaza-de-interpol

 EL PAÍS

El exsecretario general de la agencia repite que la denuncia de Nisman es falsa

Memorándum: Ronald Noble contra la mordaza de Interpol

El testigo clave en la causa del Memorándum con Irán emitió una catarata de tuits insistiendo en su voluntad de declarar en la Argentina y cuestionando las limitaciones que le impone la central de policías. Adelantó que va a apelar para que le permitan testimoniar libremente.
Imagen: Télam

El ex secretario general de Interpol Ronald Noble difundió este lunes una serie de tuits  para repetir que quiere declarar ante la Justicia argentina en la causa del Memorándum con Irán y, en un tono de enojo, discrepó con las limitaciones que parece querer imponerle la central internacional de policías. En sus 25 mensajes, el norteamericano dice que la misma Interpol puede responder pero siempre que respete lo que para él constituye una verdad inamovible: que ningún integrante del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y menos todavía el fallecido canciller Héctor Timerman, intentaron nunca levantar las órdenes de captura con alertas rojas contra los sospechosos iraníes de haber perpetrado el atentado a la AMIA. Un testimonio de esa naturaleza demolerá la delirante denuncia de la causa del Memorándum que consistió en considerar delito un tratado, votado por el Congreso, porque supuestamente beneficiaba a los iraníes ententaba levantar las órdenes de captura. El tratado nunca entró en vigencia y las alertas rojas siguen vigentes hasta hoy.


WAINFELD OPINION

 EL PAÍS

Tareas y aliados para una nueva etapa

FMI, Presupuesto y reactivación económica: el Gobierno se relanza

 El encuentro con sindicalistas y líderes empresarios, la llegada de la misión del Fondo Monetario y las señales que marcan el presupuesto y las nuevas medidas económicas anunciadas muestran el nuevo escenario con que el Gobierno piensa enfrentar su nueva etapa.

El encuentro de ayer en la Casa Rosada, la presentación del Presupuesto 2021, la misión de cuerpo presente y en “modo escucha” del Fondo Monetario Internacional (FMI), la convocatoria al Consejo del Salario… la simultaneidad expresa el momento y las necesidades. El Gobierno debe relanzarse, recalcular objetivos e instrumentos, concebir un esquema de gestión para los próximos meses, seguramente renovar parcialmente el Gabinete.

El presidente Alberto Fernández afronta el peor momento de la pandemia y el más difícil de su mandato. Cuando asumió parecía imposible agravar los indicadores socio económicos legados por el ex presidente Mauricio Macri y la expresión covid-19 era ajena a cualquier vocabulario. La catástrofe económica sanitaria mundial castigó también a la Argentina, acentuó su catástrofe.

Los primeros tiempos de pandemia fueron, asimismo, los mejores del presidente. Por la cuarentena temprana, por la conducción nacional (al uso nostro y dentro de lo disponible) de la política de salud. También por decisiones inteligentes como los ATP y el Ingreso Familiar de Emergencia.

La prolongación de la pandemia, su nueva expansión a las provincias que parecían haber zafado (o ir zafando) a mediados de mayo estaba fuera de cualquier radar. No la vieron venir ni el oficialismo ni la oposición, ni siquiera los gobernadores o intendentes (oficialistas u opositores) de los distritos afectados.

Fernández ignoraba, como cualquier otro mandatario del planeta, qué sucedería en este año. En mayo avizoraba un ciclo pandémico local más breve, menguante, centrado en el Área Metropolitana y un par de provincias. Los pronósticos fallaron, la crisis económica tocó fondo en abril. El repunte es lento, heterogéneo.

Más como dato que como consuelo vale la pena señalar que a principios de octubre quizás (ni más ni menos que quizás) se tenga un horizonte para los meses venideros. En el mejor de los casos, vacuna mediante, hasta fin del verano la Argentina convivirá con el virus. El regreso a fase uno, el mítico “botón rojo” solo son imaginables para lapsos breves, acuciantes. Perdieron anuencia social, “la gente” ansía trabajar, retomar la calle y el esparcimiento. Los más prudentes y solidarios (una mayoría amplia intuye este cronista) con cuidados, distanciamiento, barbijos y todo el equipamiento que aprendimos a usar o a nombrar. Pero sin vuelta atrás.

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Ayer confluyeron representaciones amplias de los trabajadores, la CGT, las CTA, las organizaciones sociales. El universo patronal, más acotado. Una imagen de aliados estratégicos (los laburantes) y potenciales (fracción del empresariado) para imaginar un porvenir compartido. También, acaso, un mensaje de unidad nacional para los veedores del FMI.

Las mediciones públicas sobre pobreza, pérdida de puestos de trabajo, desempleo y merma de actividad corroboran que casi todos los argentinos se empobrecieron durante este año aciago. En proporciones distintas, a menudo determinadas por el punto de partida.

La normativa que protege el trabajo y el vasto sistema de protección social atenuaron caídas, en el variado conjunto de trabajadores. Los formalizados conservaron puestos en proporción muy superior a los no registrados. Decisiones directas del Gobierno ayudaron a restringir despidos.

Con un sistema previsional cuasi universal que el macrismo no tuvo tiempo para destruir, los jubilados conservan ingresos regulares. He ahí una diferencias clave respecto del 2001.

El IFE y las mediciones corroboran que los más damnificados son las mujeres y los jóvenes desempleados o changuistas. Sin entrada fija, con necesidad de trabajar, en la etapa de formar familia, con el imperativo de hacer rancho aparte, a menudo en sentido literal.

El IFE relevó la caída de sectores medios, “nuevos pobres”. En general cuentapropistas que se rebuscaban para ganarse la vida: remando a diario, sin ahorros para sobrellevar la nueva anormalidad. El ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo pinta como prioritario “sacar de la pobreza” a ese colectivo disímil. Lejos de ser una regla ética o un privilegio, se trata de una opción pragmática. Si se recupera el mercado interno, podrán parar la olla. En la economía argentina los sectores medios son grandes promotores de trabajo, tercerizan parte de sus actividades, “derraman” cuando pueden. Contratan servicios tales como plomería, jardinería, empleadas particulares, gimnasios, psicólogos, hasta paseadores de perros. Enumeración random e incompleta ésta, para nada falsa. El mercado interno, que se mueve en pesos debe ser parte de la solución, tan small cuan beautiful.

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El Gobierno procura la recuperación de la capacidad industrial instalada, lo bien que hace. Los sectores dominantes atisban la perspectiva de restringir conquistas de los trabajadores, como siempre. El FMI suele tener en carpeta la reforma laboral (a la baja, se entiende) y la jubilatoria. Sin esas redes, los sectores populares la pasarían peor.

Las iniciativas oficiales apuntan mejor: generar trabajo social que ocupe y vaya resolviendo necesidades perentorias. Construcción de viviendas, urbanización paso a paso de los miles de barrios populares. Refacciones atendiendo a las necesidades más rotundas; baños, cocinas, una piecita más para aliviar el hacinamiento.

Los movimientos populares que cumplen un rol notable en la organización de la subsistencia y la protección de la salud, están llamados a un papel fundamental. Los puestos de trabajo en actividades mano de obra intensiva recaerán, en alta proporción, en los beneficiarios de las obras.

El trabajo social no colisiona con el registrado o con el empleo público. Configura con ellos parte del modelo de salida.

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La ayuda social en el pico de la malaria, entendemos, debe sostenerse e incrementarse. El proyecto de presupuesto la contempla de modo desparejo. Se prevé sostener la ayuda alimentaria para once millones de personas. En cambio, no existen partidas asignadas para el IFE ni un programa análogo que lo sustituya. Las penurias, empero, perdurarán. En el diseño de la ley de leyes tal vez el afán de equilibrar las cuentas resiente la certera visión social que orientó las iniciativas oficialistas. Habrá tiempo para reformularlo, reasignar partidas, en línea con las prioridades de un gobierno nacional popular.

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Parafraseamos al presidente Alfonsín: con el pueblo trabajador se educa, se come, se cura, se vive. Ya existen normas legales, censos, saberes acumulados. El Estado, la red principal contra la peste, tiene que ser el motor del camino hacia la ignota nueva normalidad. La laboriosidad de la gente común, el afán de educar a les hijes, de preservar su salud descollaron en la desdicha, tanto como su pacifismo.

Advertencia acaso superflua al cierre. Esta líneas simplificadoras no desconocen que las divisas son imprescindibles, que las exportaciones deben crecer. Solo coloca entre paréntesis esa temática, por razones de enfoque y de espacio.
Embarrado en discusiones superfluas o accesorias (que con frecuencia provoca) el Gobierno está condenado a gestionar, a lidiar con una realidad adversa. A privilegiar en su agenda el trabajo, la economía y la salud. 

En sociedades complejas, siempre es tiempo de todo escribió este cronista “n” veces. Reformula el dicho: en tiempo de peste, hay prioridades marcadas de las que el Estado debe ocuparse, sí o sí.

mwainfeld@pagina12.com.ar

RUCCI-KIRCHNERISMO.

 DEBATES //// 05.10.2020

Rucci, la izquierda y el kirchnerismo: una respuesta a La Izquierda Diario

El historiador Horacio Bustingorry responde al artículo de Facundo Aguirre "¿El kirchnerismo abandonó la "batalla cultural"?" en La Izquierda Diario.


DEBATES //// 05.10.2020
Rucci, la izquierda y el kirchnerismo: una respuesta a La Izquierda Diario

El historiador Horacio Bustingorry responde al artículo de Facundo Aguirre "¿El kirchnerismo abandonó la "batalla cultural"?" en La Izquierda Diario.

    Por Horacio Bustingorry*

    En una nota de la Izquierda Diario, Facundo Aguirre plantea que el kirchnerismo abandonó la “batalla cultural” reivindicativa de los derechos humanos y las conquistas democráticas y populares para iniciar una verborrea de carácter derechista. La nota es una mescolanza de cuestiones diversas con ilaciones forzadas que ni siquiera distingue al kirchnerismo como actor y apoyatura específica del gobierno de Alberto Fernández. Aguirre ejemplifica su postura haciendo referencia al planteo de Alberto sobre repensar el rol las Fuerzas Armadas, la prédica derechista de Sergio Berni y la reivindicación de José Ignacio Rucci. Las tres cuestiones tienen sus particularidades, por lo cual la presente nota contempla solo el debate alrededor de la figura de Rucci. 

    La aparente reivindicación kirchnerista de Rucci es una exageración. Si algo quedó claro estos días es que no existe un balance saldado sobre su figura y que los intentos de sumarlo al panteón K genera fuertes resistencias al interior del espacio. Esto es así ahora y también lo era a inicios del kirchnerismo. Es en este marco que Andrés Larroque escribió un tuit reivindicando la figura de Rucci. Solo un despistado puede haber pasado por alto el contexto polémico en que se dio dicha intervención. 

    Por lo tanto, carece de toda seriedad y fundamento el vínculo que Aguirre establece entre la reivindicación de Larroque y una supuesta metodología macartista que sería aplicada en la toma de Guernica. Por el contrario, el ministro de Desarrollo de la Comunidad intenta por todos los medios llegar a una salida política y negociada a contramano de la vía represiva reclamada por algunos medios de comunicación y sectores de la oposición. De trasfondo, un problema estructural pendiente de resolución que el gobierno de Axel Kicillof parece comenzar a abordar con su flamante Plan Bonaerense de Suelo, Vivienda y Hábitat.  

    El Rucci histórico y programático

    El por qué es posible la reivindicación de Rucci remite a razones históricas que tal vez el PTS prefiera olvidar. La participación de Rucci en la heroica huelga metalúrgica de 1956 seguramente sea recordada por los veteranos del partido. La corriente trotskista antecesora del PTS, una vez superada su timorata posición inicial, decidió involucrarse en el conflicto con el puñado de militantes que tenían en algunas fábricas de Avellaneda. Con el mismo criterio acompañaron la línea de Rucci en el Congreso Normalizador de la CGT del año siguiente, que hizo trizas con el intento de la Fusiladora por constituir una central adicta. Y ya cuando practicaban el entrismo en las 62 Organizaciones participaron del acto del Luna Park de diciembre de 1957, que terminaría disuelto por la policía, con Rucci preso y el gremio metalúrgico intervenido. Seguramente esos vínculos construidos ahora los avergüencen. 

    Sobre el rol de Rucci en los ‘70 hay mucha tela para cortar. No existen pruebas concluyentes sobre su involucramiento con los hechos de Ezeiza y, con toda seguridad, no tuvo vínculos con la Triple A, simplemente porque esta organización no existía al momento de su asesinato.  Esto no implica negar su enfoque y práctica macartista, pero sí contextualizarla.  El 9 de junio de 1973, pocos días antes de Ezeiza —y en el marco del recuerdo de la masacre de José León Suárez— caía asesinado el sindicalista textil de San Martín, Aldo Romano.  Y, meses antes, previo a las elecciones de ese año, el propio secretario de Rucci, Luis Bianculli, perdía su vida en un tiroteo suscitado en la localidad de Chivilcoy.  

    Lo que sí puede asegurarse es que Rucci fue pieza clave del Pacto Social, programa que inauguró Cámpora y continuó Perón. Reducir ese programa a una política contrainsurgente y contrarrevolucionaria es una vieja idea ya planteada contemporáneamente por sectores de la izquierda peronista y marxista, que oculta el enorme plan de reformas estructurales impulsado por el FreJuLi.  Parte de ese programa incluía reformas laborales elaboradas por la CGT como la Ley de Contrato de Trabajo, una de las medidas más repudiadas por el empresariado, al punto de usarse como justificativo del lock out golpista de febrero de 1976.  

    Es difícil que Aguirre desconozca el asunto.  En el libro “Insurgencia Obrera en la Argentina”, que escribió junto a Ruth Werner, retrata un conflicto en la fábrica metalúrgica Santa Rosa de La Matanza en reclamo del cumplimiento de la paga correspondiente a los “turnos americanos” según lo fijado por la LCT. El hecho demuestra que la ley lejos de ser un engranaje contrarrevolucionario contenía un potencial movilizador y un fortalecimiento de la conciencia obrera. Sin embargo, Aguirre y Werner no sacan las conclusiones políticas adecuadas del caso. 

    En la reivindicación de Rucci hay todo un planteo programático. Es poner en agenda el capitalismo nacional de liberación que Rucci suscribió en el debate con Agustín Tosco, que se corporizó en el Pacto Social y que Cristina reivindicó al momento de presentar su libro. Un programa que Alberto cada tanto tímidamente discursea y que, de retomar realmente algunos de sus lineamientos, pondría a la Argentina en las sendas de la Soberanía Política, la Independencia Económica y la Justicia Social

    Es lícito no coincidir con este programa y criticarlo duramente. Lo que no es legítimo es ficcionar las posiciones del criticado y las razones por las que se levanta una figura histórica. Desvariar o inventar programas es una variante del chamullo posmoderno que poco honor le hace al marxismo. Como decía el General, la única verdad es la realidad. 

    *Historiador. Autor de "Oscar Bidegain. La fugaz experiencia del Pacto Social en la Provincia de Buenos Aires"

     DDHH //// 05.10.2020

    Sante Fe: organismos de DD.HH. manifestaron "preocupación" por la directora de una escuela que reivindicó a Videla

    Diversas organizaciones nucleadas en el Encuentro Provincial de Derechos Humanos de Santa Fe repudiaron una imagen posteada en las redes sociales que hizo la directora de la escuela N° 124 de Villa Gobernador Gálvez, María Teresa Vecchia, y solicitaron la intervención urgente de las autoridades competentes para sancionar esta acción.

    DDHH //// 05.10.2020
    Sante Fe: organismos de DD.HH. manifestaron "preocupación" por la directora de una escuela que reivindicó a Videla

    Diversas organizaciones nucleadas en el Encuentro Provincial de Derechos Humanos de Santa Fe repudiaron una imagen posteada en las redes sociales que hizo la directora de la escuela N° 124 de Villa Gobernador Gálvez, María Teresa Vecchia, y solicitaron la intervención urgente de las autoridades competentes para sancionar esta acción.

      Por Daniel Dussex

      El Foro Contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe junto a organizaciones que integran el Encuentro Provincial de Derechos Humanos emitió un comunicado de repudio por apología del terrorismo de Estado que hizo una directora de escuela.

      A través de un posteo en las redes sociales, la directora de la Escuela N° 124 de Villa Gobernador Gálvez, María Teresa Vecchia, difundió la imagen de un auto Falcon de color verde, emblema de los autos que utilizaban los grupos de tarea de la dictadura genocida para secuestrar y desaparecer personas. En la foto publicada aparecen en un montaje fotográfico funcionarios del actual gobierno en el baúl del auto y la foto del dictador Videla al frente.

      Esta actitud de quien está al frente de un establecimiento educativo recibió el repudio de la comunidad docente y también de buena parte del arco político provincial. El documento difundido por el Encuentro Provincial de Derechos Humanos señala que "no podemos admitir que una persona a cargo de la conducción de una institución educativa -que debería propiciar el compromiso y el fortalecimiento de nuestra democracia- tenga este posicionamiento político y lo exprese con total impunidad".

      Este episodio que repudian las Organizaciones de Derechos Humanos en la Provincia, se suma a hechos anteriores que también merecieron otro documento público del Foro Contra la Impunidad y por la Justicia alertando sobre "una serie de ataques que se vienen ejecutando contra la democracia y los derechos humanos a la salud y a la vida".

      En esa oportunidad, bajo el título "Defender la Democracia y los derechos Humanos", el Foro Contra la Impunidad denunciaba que "en nombre de la 'libertad individual' promueven la violación de todas las normas sanitarias contra el COVID para multiplicar los contagios y las muertes, y así generar el caos social. En Santa Fe están encabezados por un ex intendente anticuarentena que miente en una 'clase pública' sobre la vuelta a las escuelas". Esto último, en clara alusión al ex intendente Mario Barletta quien realizó un acto en la explanada de la Escuela Normal General San Martín adoptando la misma estrategia opositora de Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires.

      El documento en defensa de la Democracia también menciona otros dos hechos: el homenaje a muertos militares y la reivindicación de la "doctrina del enemigo interno" que hizo el Jefe del Estado Mayor del Ejército; y la "actitud de desafío por parte de la Corte Suprema de Justicia que decide abocarse por un excepcional 'per saltum' al reclamo de tres jueces que habían sido ascendidos por un decreto ilegal de Macri".

      Documento completo de las organizaciones de Derechos Humanos:

      REPUDIO A LA APOLOGÍA DEL TERRORISMO DE ESTADO

      Organizaciones de derechos humanos de la provincia de Santa Fe repudian enérgicamente la apología al terrorismo de estado realizada por la directora de la escuela N° 124 de Villa Gobernador Gálvez, María Teresa Vecchia, a través de un posteo en las redes. Difundir la imágen de un Falcon Verde con funcionarios del gobierno actual en su baúl y la foto del dictador Videla al frente, representa un nivel de odio, incitación a la violencia y promoción de la ideología fascista, que nuestra sociedad no puede permitir.

      No podemos admitir que una persona a cargo de la conducción de una institución educativa -que debería propiciar el compromiso y el fortalecimiento de nuestra democracia- tenga este posicionamiento político y lo exprese con total impunidad.

      Necesitamos más que nunca en estos difíciles momentos que estamos atravesando, una mirada capaz de aportar al crecimiento y desarrollo de una sociedad inclusiva, justa y solidaria que destierre definitivamente las prácticas violentas y que especialmente condene el genocidio que nuestro pueblo ha sufrido en el pasado reciente.

      Pedimos la intervención urgente de las autoridades competentes, para realizar las acciones necesarias frente a esta grave situación: Ministerio de Educación, Secretaría de Derechos Humanos y Ministerio Público de la Acusación.

      4 de octubre de 2020

      ENCUENTRO PROVINCIAL DE DERECHOS HUMANOS

      Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe

      Espacio Juicio y Castigo de Rosario

      Norte Amplio por los Derechos Humanos de Reonquista

      Espacio de la Memoria de Rafaela

      Espacio por la Memoria la Verdad y la Justicia del Cordón Industrial

      Instituto Venadense por la Memoria, Verdad y Justicia

      Documenta Baigorria