Decenas de marines de EEUU contraen coronavirus en Japón
MARI YAMAGUCHI
TOKIO (AP) — Decenas de marines estadounidenses en dos bases militares en la isla japonesa de Okinawa contrajeron el coronavirus en lo que se teme que haya sido un brote masivo, informó el sábado el gobernador de Okinawa, quien exigió una explicación adecuada del ejército norteamericano. Según medios locales, que citaron fuentes no identificadas, unas 60 personas habían sido infectadas.
El gobernador Denny Tamaki dijo que se detectaron recientemente unas “decenas” de casos y que el ejército de Estados Unidos pidió que no se revelara la cifra exacta. Los brotes ocurrieron en la Base Aérea Futenma de la Infantería de Marina de Estados Unidos, que está en el centro de una disputa de reubicación, y en el Campamento Hansen, dijo Tamaki.
“Los okinawenses están conmocionados por lo que nos dijeron”, dijo Tamaki en una conferencia de prensa en alusión al ejército estadounidense. “Ahora tenemos fuertes dudas de que el ejército de Estados Unidos haya tomado medidas adecuadas de prevención de enfermedades”.
Tamaki exigió transparencia sobre el brote y dijo que planeaba solicitar conversaciones entre el ejército estadounidense y los funcionarios de Okinawa. Dijo que los funcionarios de Okinawa también le pidieron al gobierno japonés que exija que Estados Unidos proporcione detalles, incluido el número de casos, que selle ambas bases, y que intensifique las medidas preventivas.
Los marines dijeron el viernes en un comunicado que estaban tomando medidas de protección adicionales para limitar la propagación de COVID-19 y que estaban restringiendo las actividades fuera de base. La declaración dice que las medidas son “para proteger nuestras fuerzas, nuestras familias y la comunidad local”, sin proporcionar detalles sobre las infecciones.
Los marines no respondieron de momento el sábado a una consulta de The Associated Press sobre el último brote.
En Okinawa reside más de la mitad de aproximadamente 50.000 soldados estadounidenses asentados en Japón bajo un pacto de seguridad bilateral, y muchos residentes se han quejado desde hace mucho tiempo por los problemas relacionados con las bases estadounidenses, como la contaminación, el ruido y casos de delincuencia.
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Mari Yamaguchi está en://www.twitter.com/mariyamaguchi
Varios meses antes de que se desatara a nivel mundial la actual crisis provocada por el COVID-19, ya un grupo considerable de tiendas de ropa de mucha popularidad se aprestaban a disminuir sus operaciones e incluso a cerrar completamente.
El cierre de las ciudades y la detención de la actividad económica, generados por el brote de coronavirus, no han hecho sino empeorar la situación de estas tiendas que en su momento fueron visitadas por miles y hasta millones de compradores.
El otro factor de peso ha sido el auge del comercio electrónico y de las compras online, de acuerdo con un reporte de Business Insider que detalla los ejemplos más notables de estos cierres parciales o totales.
El de JCPenney es uno de los casos más llamativos.
De acuerdo con CNN Business, JCPenney dejó de cumplir sus pagos y tiene una deuda de casi 4.000 millones de dólares.
“El cierre de nuestras tiendas debido a la pandemia requirió una revisión más completa para incluir la eliminación de la deuda pendiente”, declaró en un comunicado Jill Soltau, el CEO de la marca.
Entre este año fiscal y el próximo, JCPenney planea cerrar un total de 242 tiendas; 154 de estas pasarán el cierre este mismo verano.
En lo que va de año, la marca ya había cerrado seis tiendas en Montana, Carolina del Norte, Nueva York, Ohio, Oklahoma y Carolina del Sur.
En mayo, Victoria's Secret anunció que planea cerrar hasta 250 tiendas en los Estados Unidos y Canadá, sin embargo, su declive ya se había manifestado mucho antes de la pandemia.
Según Forbes, las ventas netas de Victoria's Secret cayeron un 46% en el primer trimestre fiscal de 2020.
A principios de este año, como parte de un plan para cerrar 230 tiendas en el transcurso de dos años, Gap cerró 40 establecimientos en todo el planeta. Veintinueve de estos cierres se produjeron en Estados Unidos.
“Estamos comprometidos a intervenir de manera rápida, reflexiva y decisiva en las tiendas que tienen un rendimiento inferior o que no se ajustan a nuestra visión para el futuro”, se lee en una declaración publicada en la página web de la compañía.
Sin embargo, ha trascendido que la empresa planea abrir más tiendas bajo otras marcas, incluidas Old Navy y Athleta.
A principios de 2019, la cadena Chico's anunció que cerraría 250 tiendas en los próximos tres años. Hasta ahora ha cerrado 49 de ellas.
Según se ha conocido, la empresa planea cerrar 100 establecimientos Chico’s, 90 White House Black Market y 60 de Soma.
El pasado mes de marzo, Modell se declaró en bancarrota y anunció que cerraría sus 153 tiendas.
Según el New York Post, “la cadena, que vendía marcas de ropa deportiva de precio medio, enfrentó una competencia cada vez mayor de parte de Dick's Sporting Goods, la única cadena nacional de artículos deportivos que quedaba. Dick's recientemente se retiró de una caída de las ventas al centrarse en el servicio en las tiendas y en más productos dirigidos a las mujeres”.
En los próximos tres años, la cadena Macy's debería cerrar 125 tiendas, según anunció en febrero pasado.
Estos cierres representarían aproximadamente una quinta parte del número total de establecimientos abiertos por la compañía. El minorista también dijo que estaba recortando 2,000 empleos corporativos y cerrando varias oficinas.
“Estamos llevando a la organización a un cambio estructural significativo para reducir los costos, acercar a los equipos y reducir el trabajo duplicado”, aseguró el CEO de Macy's, Jeff Gennette, en un comunicado.
Otra de las marcas que planea reducciones de espacios y de personal es Guess. Se ha sabido que su proyecto es cerrar 100 establecimientos en todo el mundo durante los próximos 18 meses.
“El reciente desempeño de las acciones y la demanda esperada bajo nuestro nuevo modelo normal dejaron muy en claro que nuestras carteras de tiendas en todo el mundo podrían optimizarse para aumentar la rentabilidad”, le comentó su presidente ejecutivo, Carlos Alberini, a analistas de Bloomberg.
Por su parte, Sears anunció en noviembre de 2019 que cerraría 51 tiendas.
Transform Holdco, la empresa matriz de Sears y Kmart, anunció que cerraría 51 tiendas Sears y 45 tiendas Kmart. Otros 182 establecimientos de ambas marcas permanecerán abiertos tras este plan de cierre.
En enero de este año, Express declaró que planea cerrar 91 de sus tiendas para 2022.
Ya en 2019, Express cerró nueve tiendas, al tiempo que otras 31 pasaban el pestillo en 22 estados del país. Para enero de 2021, se espera que 35 espacios comerciales cierren sus puertas y que otras 25 lo hagan antes de finales de 2022.
“Mi expectativa es que volveremos a un margen operativo de medio dígito a través de una combinación de crecimiento de ventas de compensación de un solo dígito bajo, expansión de margen y reducciones de costos. Esto tomará su tiempo, pero tenemos un camino claro”, declaró en un comunicado Tim Baxter, su CEO.
En marzo de este año, Neiman Marcus anunció que cerraría 22 de sus tiendas Last Call. Dos meses después se declaraba en bancarrota.
“Como la mayoría de las empresas de hoy, enfrentamos una interrupción sin precedentes causada por la pandemia de COVID-19, que ha ejercido una presión inexorable sobre nuestro negocio”, afirmó en un comunicado el CEO de la empresa, Geoffroy van Raemdonck.
También en mayo pasado, Nordstrom anunció el cierre permanente de 19 de sus establecimientos en Arizona, California, Colorado, Florida, Nueva Jersey, Maryland, Oregón, Virginia, Texas y Puerto Rico.
Unas semanas más tarde, la compañía anunciaba la clausura de otras en Atlanta, Nueva York y Palo Alto.
Hace apenas unas semanas, The Children's Place anunciaba que cerraría para siempre 300 de sus tiendas. 200 de ellas echarán el cierre en lo que va de año, mientras que las otras 100 lo harán el próximo año.
“En un esfuerzo por posicionar estructuralmente a la compañía para el éxito continuo, estamos acelerando significativamente nuestra iniciativa de optimización de flota y enfocando nuestros recursos en acelerar nuestras ventas digitales, ambos elementos clave de nuestra larga trayectoria estrategia de transformación”, dijo su CEO, Jane Elfers, en un comunicado de prensa.
En octubre de 2019, Destination Maternity se declaró en bancarrota y anunció que cerraría 183 tiendas.
La compañía habría culpado a la agitación de la industria minorista, a la disminución de las tasas de natalidad, a las altas rentas y a la rotación de liderazgo, del descenso en sus cifras.
Sin embargo, llama la atención en que en los últimos cinco años la compañía haya tenido cinco CEO diferentes.
Por su parte, G-III Apparel Group, también propietario de marcas como DKNY, Donna Karan, Calvin Klein y Tommy Hilfiger, anunció en junio que planea cerrar todas sus tiendas Wilsons Leather y G.H. Bass.
“Con el enfoque de mejorar el valor para los accionistas, hemos tomado la difícil decisión de cerrar todas las tiendas Wilsons Leather y GH Bass y hemos llegado a acuerdos para la terminación anticipada del arrendamiento de una mayoría significativa de estas tiendas”, expresó en un comunicado su presidente y director ejecutivo, Morris Goldfarb.
Hace dos años, Christopher & Banks anunció que planeaba cerrar hasta 40 tiendas para finales de 2020.
La compañía habría perdido 8.8 millones de dólares en un trimestre de 2018, si bien las ventas a través de internet aumentaron un 10.7%.
En abril de 2019, la prensa informó que Christopher & Banks había sido retirada de la Bolsa de Nueva York luego de que dejara de cumplir con un límite de mercado mínimo de 15 millones de dólares.
Estas clausuras se producirán paulatinamente en los próximos dos años, ya que la compañía planea cambiar su enfoque a las ventas on line.
La compañía fundada por el millonario Amancio Ortega no ha anunciado qué establecimientos en específico bajarán la cortina de hierro, pero sí aseguró en un comunicado que serán aquellas que estén “al final de su vida útil”.
Pablo Isla, su CEO, escribió en un informe que “el objetivo primordial entre este momento y 2022 es acelerar la implementación completa de nuestro concepto de tienda integrada, impulsado por la noción de poder ofrecer a nuestros clientes un servicio ininterrumpido sin importar dónde se encuentren, en cualquier dispositivo y en cualquier momento del día”.
Tras declararse en bancarrota, Lucky Brand acaba de anunciar que cerraría al menos 13 de sus establecimientos.
Con alrededor de 200 espacios en Estados Unidos, el cierre tendrá lugar en Arkansas, California, Connecticut, Florida, Illinois, Michigan, Mississippi, Nevada y Puerto Rico.
“Si bien somos optimistas sobre la reapertura de las tiendas y el retorno de nuestros clientes, el negocio aún no se ha recuperado por completo”, aclaró Matthew Kaness, su CEO interino, en un comunicado.
Un portavoz del minorista contó que en 2019 la junta directiva, el equipo de liderazgo y los asesores financieros y legales habían estado evaluando varias opciones estratégicas para posicionar a la compañía para el éxito futuro, incluida una posible venta del negocio.
La irrupción del COVID-19 y la crisis aparejada habrían causado “estragos en nuestro negocio”, según declaraciones de este vocero.
Para inicios de junio, Brooks Brothers habría cerrado permanentemente ocho tiendas en Connecticut, Nueva York, Arizona, Washington, DC, Florida y Massachusetts.
Salud
EEUU: Aumentan muertes por coronavirus como se preveía
MIKE STOBBE y NICKY FORSTER
NUEVA YORK (AP) — Ha comenzado un aumento largamente previsto de las muertes por coronavirus en Estados Unidos, principalmente en estados del sur y el oeste, de acuerdo con datos sobre la pandemia.
La cifra diaria de muertes había bajado durante meses incluso en estados como Florida y Texas, donde se registraron aumentos bruscos de casos y hospitalizaciones, y las cifras diarias de contagio en el país batieron récords varias veces últimamente.
Los científicos habían advertido que esta situación no duraría. La muerte de coronavirus, cuando sucede, suele producirse varias semanas después del contagios. Los expertos pronosticaron que al aumentar los casos y las hospitalizaciones, lo mismo sucedería en algún momento con los decesos. El pronóstico se está cumpliendo.
“Está aumentando de manera consecuente. Y está aumentando cuando se había previsto”, dijo William Hanage, investigador de enfermedades infecciosas en la Universidad de Harvard.
De acuerdo con un análisis de Associated Press de los datos de la Universidad Johns Hopkins, el promedio móvil semanal de muertes diarias reportadas en Estados Unidos ha aumentado de 578 hace dos semanas a 664 el 10 de julio, aún muy por debajo de los picos de abril. Las muertes diarias reportadas aumentaron en 27 estados en ese lapso, pero en la mayoría de esos estados el promedio es inferior a las 15 muertes por día. Un grupo más pequeño de estados es el que impulsa el aumento nacional de muertes.
California reporta en promedio 91 muertes diarias, seguida por Texas con 66 y aumentos significativos en Florida, Arizona, Illinois, Nueva Jersey y Carolina del Sur. Se cree que el aumento en Nueva Jersey se debe en parte a que sus informes de muertes probables son menos frecuentes.
Florida estableció un récord de 496 muertes en una semana, un promedio de 71 decesos diarios, se informó el sábado. El promedio semanal de Florida hace tres semanas era de 30 por día.
El impacto ya lo sienten las familias que perdieron seres queridos y también los trabajadores de la salud que trataron de salvarlos.
Rublas Ruiz, un enfermero de cuidados intensivos en Miami, estalló en llanto durante una cena de cumpleaños reciente con su esposa y su hija. Dijo que estaba abrumado por la cantidad de enfermos que han muerto en su unidad.
“Conté 10 en menos de cuatro días en nuestra UCI y dejé de contar porque eran tantos”, dijo el enfermero del Centro Médico Regional Kendall.
El virus ha matado a más de 130.000 personas en Estados Unidos y más de medio millón en el mundo, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, aunque se cree que las cifras reales son mucho más altas.
Los investigadores prevén que las cifras de muertes seguirán aumentando durante varias semanas, aunque no de manera tan dramática como en marzo y abril, por varias razones.
Primero, el testeo era sumamente limitado a inicios de la pandemia y ahora resulta claro que las infecciones no reconocidas se propagaban en el transporte público, las residencias para ancianos y otros lugares antes de que se supiera qué sucedía. Ahora ha aumentado el testeo y se comprende mejor la magnitud de los focos.
Segundo, mucha gente ha modificado su conducta, y el uso de la mascarilla se ha vuelto mucho más común en algunos lugares. Y aunque aún no hay vacuna, mejora el tratamiento de los enfermos en los hospitales.
Otro factor, trágico, es que los virus nuevos fatales suelen atacar en primer término a poblaciones vulnerables como los ancianos o las personas debilitadas por otros trastornos. Eso significa, al menos en el noreste, que “muchas de las personas vulnerables ya han muerto”, dijo Perry Halkitis, decano de la facultad de salud pública de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey.