miércoles, 23 de octubre de 2019

EL MUNDO 23 de octubre de 2019 Desafiando el toque de queda crece la protesta popular organizada El orgullo de resistir copó las calles de Chile

Con las calles tomadas y las universidades cerradas, las centrales obreras declararon un paro general de 48 horas para sumar fuerza a la protesta, que desafía a la represión.
Un manifestante desafía a la represión olicial ayer en el centro de Santiago.
Un manifestante desafía a la represión olicial ayer en el centro de Santiago. 
Imagen: AFP
Desde Santiago
 La cordillera se tiñe de atardecer como si se sonrojora cuando los minutos empiezan a descontar hacia el toque de queda. Parece inclinada de vergüenza sobre La Alameda, parece que buscara el abrazo de los miles de manifestantes que desbordan esa avenida central de Santiago de Chile, radiantes de orgullo por resistir en la calle frente a los carros de asalto, las fuerzas policiales y militares que exhiben las armas largas, las gafas que les borran la cara y los gases lacrimógenos para amedrentar a quienes no se amedrentan porque se organizan. Todo el día hubo asambleas en universidades, en la puerta de los ministerios, en la calle, en los centros de estudiantes, en los sindicatos. Se discute al mismo tiempo que se toma la calle, se organizan cuidados colectivos al mismo tiempo que se desafía al miedo. Se declara una huelga general de 48 horas al mismo tiempo que la huelga se desenvuelve de muchas maneras, al mismo tiempo, siempre en la calle.


Las escuelas públicas cerradas, las privadas libradas a su arbitrio. Las universidades cerradas por decisión de sus autoridades, para evitar que se conviertan en ratoneras ahora que el “Estado de Emergencia” permite a las fuerzas armadas entrar a sus claustros para reprimir o apresar, docentes, no docentes y estudiantes. Las calles tomadas desde el mediodía desde hace cinco días. En Concepción, una de las ciudades más golpeadas por la represión, ayer a la tarde se agitó una fiesta electrónica contra el toque de queda. En los barrios populares del sur de Santiago se bailó la cueca. En todos lados sonaron cacerolas y las bicicletas jaquearon el transporte público.
Aunque algunos gremios ya realizaron jornadas de paro -los portuarios de Valparaiso, por ejemplo-, la Central Única de Trabajadores y Trabajadoras (CUT) junto a la articulación Unidad Social en la que participan otras organizaciones sociales declaró una huelga de 48 horas que comienza hoy y que prepara una movilización masiva desde Plaza Italia hasta la estación Los Héroes a partir de las 10.30 de la mañana. La revuelta agita a Chile que no puede terminar de contar a sus muertos y muertas. La Fiscalía Nacional ha entregado la identificación de 7 de los 15 que reconoce, 8 cuerpos más fueron encontrados calcinados en una fábrica y un supermercado. En la región metropolitana, además, hay tres denuncias formales de abuso sexual por parte de uniformados a detenidas. La desnudez forzada parece ser una práctica recurrente de las fuerzas represivas.
No sólo Santiago está ensangrentada y sin embargo, la calle no se abandona. El miedo cambió de bando, dicen las paredes y eso es una vibración que sacude más que los terremotos y una demanda más clara que el agua de deshielo que baja de las altas cumbres: bajen las armas.
Camilo Piñeros, estudiante de medicina de 6to año, es parte de la auto organización de profesionales y estudiantes de la salud para atender personas heridas que saben que van a llegar porque ya se contaron por centenas desde el viernes pasado. “Nos dividimos en en macro regiones: oriente, poniente, norte y sur, ubicamos lugares de acopio de materiales de primeros auxilios y estamos conectades -con e, sí, que aquí es regla entre estudiantes- por whatsapp”. Ahora que se acerca la hora en que las armas tienen permiso gubernamental para disparar esperan con calma porque saben cómo responder en caso de emergencia.
En la Plaza Italia, centro neurálgico de Santiago, hay jóvenes y viejas, trabajadoras formales y trabajadores informales, dirigentes sindicales, amas de casa, docentes de todos los niveles, estudiantes, artistas, padres, hijes. Una incontable cantidad de pañuelos verdes feministas y otro tanto de los amarillos, los que dicen “No + AFP” -denunciando el saqueo de la jubilación privada. Hay, sobre todo, una rebeldía que no se calma ni con las balas, ni las muertes que se lloran colectivamente, ni con los gases que nunca dejan de picar en la garganta. La decisión es certera y fue tomada en asambleas y en la propia calle sin ningún planteo orgánico: esto no se va a detener hasta que los milicos y “los pacos” (carabineros) no se vayan de la calle. Está pintado en cada pared de esta inmensa ciudad y anda de boca en boca. Con las armas en la calle no hay nada que hablar con las instituciones y mucho que movilizar para sacudirlas.
“Me vine con mi hija de 9 porque ella estaba asustada. Asustada de los milicos, asustada de los gases, con pesadillas. Van cinco días de movilización y la traje para que no tenga miedo. Porque pueblo que lucha no teme, y ahí está, contenta con su silbato”, dice Camila que es enfermera y ayer participó de la asamblea frente al ministerio de Salud que siguió con la movilización de profesionales y estudiantes del sector hacia Plaza Italia. A su lado, cuatro estudiantes del último año de obstetricia con los delantales blancos que usan en sus prácticas, ninguna tiene más de 24; todas están endeudadas, calculan, hasta el 2040. Pero ahora quieren hablar de otra cosa, quieren hablar del colapso del sistema de salud. “El 80 por ciento de la población usa la salud pública pero la inversión no alcanza ni para cubrir al 30 por ciento. Los hospitales no pueden colapsar ahora con les herides porque los hospitales están colapsados hace tiempo. Tenemos que hospitalizar en pasillos, no hay especialistas; donde debería haber 20 profesionales hay 10... Eso es violencia estructural, no se trata de los famosos 30 pesos, se trata de 45 años de políticas económicas neoliberales que se llevan nuestro dinero al sector privado para después fugarlo”. Esa es la descripción de Iara, Camila, Paula y Evelyn del funcionamiento de las Administradoras de Fondos de Pensión, un lento saqueo a toda la población “para después cobrar una jubilación ínfima”, insiste Iara.

Evasión popular

Faltan 17 minutos para el toque de queda y desde los barrios altos, esos que aquí se llaman “pijos” porque es donde las casas son amplias y los autos también -como las deudas-, centenares de bicicletas bajan por la avenida Providencia. “Evade”, dicen los carteles que llevan pegados en los manubrios. Es una palabra clave que también se pinta sobre las paredes y en lo que queda de los vidrios de las paradas de los colectivos –“las micros”- sobre La Alameda. Fue lo que empezaron a hacer hace más de una semana les estudiantes de escuelas secundarias, evadir el aumento del metro saltando por encima de los molinetes. Una acción directa que detonó este “¡Chile despertó!” que no deja de corearse.
Y es que evadir es la primera acción de libertad que imaginan quienes entran en la manga de vacas hacia la expropiación de su tiempo y sus saberes por más de la mitad de la vida que significa estudiar en este país. Hay que tener mucho dinero para hacer desde una tecnicatura, terciaria o carrera profesional sin contraer un Crédito con Aval del Estado que pague los estudios y que se devolverá cuando se empiecen a cobrar los primeros sueldos. “Yo soy profesor de Educación Física, me recibí en 2014, tuve que pedir 6 millones para estudiar, voy a terminar pagando 20, al paso que voy, será en 2036”. Porque aunque Álvaro Barrientos quisiera adelantar cuotas de su CAE, apenas si puede sostener la vida cotidiana sin contraer otras deudas. Está sentado en una plaza en la comuna de Providencia, aunque se aproxima la militarización de la ciudad que viene sucediendo desde hace cinco noches, hay un micrófono abierto y una banda tocando, centenares de personas en el pasto, niñes que juegan con las cacerolas de las protestas y una sensación que no se parece en nada a la furia sino más bien a otra palabra que también anda de cartel en grafiti: dignidad.
Vonni Basualdo, joven estudiante de pedagogía en matemática, sentada en la misma plaza que se ocupó porque “les vecines” también se organizaron por whatsapp después de encontrarse en la calle para recuperarla, asiente. “Es contra la precariedad de la vida y a favor de la dignidad. Esto no se termina. Que saquen los milicos y después igual va a estar difícil, porque el pueblo cada vez está más informado, saben que hay problemas estructurales: la educación, la salud, las AFP y ya no queremos más parches.”

Asambleas instituyentes

Javiera Manzi es vocera de la Coordinadora Feminista 8M, parte de la organización del paro transnacional que modificó los 8 de marzo desde 2017. Ayer, fue protagonista de dos asambleas, la primera, de la Coordinadora. La segunda, en la Federación de Estudiantes de Chile, convocó a más de 60 organizaciones sociales, sindicatos, mapuche, feministas, territoriales. Ahí, como en cada asamblea de las que se vienen organizando por sectores o por territorios, se pusieron en común las evaluaciones de lo actuado y la imaginación de lo por venir. “La violencia se expresa de manera diferenciada sobre nuestros cuerpos de mujeres y disidencias, nuestra lucha es anticapitalista y antipatriarcal y queremos que nuestras demandas estén en primera línea. Nosotras hicimos la primera huelga feminista este año y fue la movilización más masiva desde la dictadura. Juntarnos con otras organizaciones es una necesidad ahora porque no es momento de cerrarse sino de abrirse. Las asambleas son instituyentes de una autoridad que fundamos juntes y por ese camino es que queremos seguir transitando”, dice agitada entre el final de una actividad, el sonido de las cacerolas de fondo y otra asamblea en su barrio que también la espera.
¿Qué sigue después de estas movilizaciones, de esta insurrección que no parece poder calmarse con medidas o con “parches”, como le dicen los estudiantes al resultado de las movilizaciones de 2011 por la reforma educativa? “Necesitamos una Asamblea Constituyente porque la Constitución actual es una trampa neoliberal, un entramado jurídico que obstaculiza las reformas que necesitamos en Chile”, dice Benjamín Núñez, estudiante de Derecho, apenas terminada la asamblea tripartita de la Universidad de Chile donde participaron funcionarios/as, estudiantes, no docentes y trabajadores y trabajadoras a honorarios -un equivalente a monotributistas- que en la UdeCH son más de 10 mil. “Pero no puede ser una asamblea con representantes de partidos políticos, tiene que ser una gran discusión política abierta, un cabildo abierto para que todos y todas podamos diseñar el territorio que queremos”
El movimiento en la calle es autoconvocado pero no está acéfalo, hace sonar cacerolas pero no le faltan palabras; es urgente pero tiene el tiempo que precisa para detener la vida cotidiana y poner ahí la cuña de la desobediencia. Los plazos que pone la calle están expresados en las paredes y con esa poesía propia de la revuelta dice: “Hasta que valga la pena vivir”.

EL MUNDO 23 de octubre de 2019 En medio del toque de queda "Te recuerdo Amanda", la canción que sonó desde un balcón en Chile


En la tercera noche de toque de queda ordenado por el presidente chileno Sebastián Piñera, con los militares en la calle para evitar las manifestaciones contra el gobierno, el descontento y la resistencia de los chilenos se pudo escuchar desde los balcones. Entre los chiflidos hacia los militares y los cacerolazos constantes, desde uno de los edificios de Santiago se vivió una conmovedora escena. Una mujer entonó una emotiva versión de “Te recuerdo Amanda”, la canción de Víctor Jara que se volvió símbolo de la lucha de clases. Los vecinos estallaron en un aplauso.
LEER MÁSCarta de intelectuales Frente a la grave situación en Chile



En medio de la conmoción que vive Chile, la canción escrita en 1969 por Víctor Jara sonó más que como una simple melodía. La famosa canción, que narra la historia de amor de una pareja de obreros, se convirtió en un símbolo de la lucha de clases y apeló a la unidad del pueblo chileno en medio del toque de queda.
“Es una canción que habla del amor de dos obreros, de cualquier fabrica, en cualquier lugar, de lo que existe dentro del alma”, fueron las palabras que usó el propio Jara antes de interpretar la canción en 1973.
Por el contenido social de sus letras, Víctor Jara se convirtió en un referente de la canción de protesta. Luego del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, fue detenido, torturado y asesinado por la dictadura chilena. 

“Te recuerdo Amanda, la calle mojada, corriendo a la fábrica, donde trabajaba Manuel”, se escucha entonar desde uno de los balcones de la cuadra a una mujer en medio de un silencio rotundo. La estrofa termina y la ovación invade todos los rincones

EL MUNDO 23 de octubre de 2019 Excandidato presidencial de Chile Marco Enríquez-Ominami: "No son 30 pesos de suba, son 30 años de abuso"

El político chileno critica que la autoridad y el orden, representadas en la figura del presidente Piñera, "se levantan contra los que piden justicia social".
"Son horas decisivas para Chile, y quiero creer que los militares van a jugar un rol del lado de la Constitución".
"Son horas decisivas para Chile, y quiero creer que los militares van a jugar un rol del lado de la Constitución". 
La situación se vuelve cada vez más compleja en Chile. Se replican las movilizaciones en distintos puntos del país, mientras se multiplican las cifras de muertos, heridos y detenidos. Para el excandidato presidencial por el Partido Progresista, Marco Enríquez- Ominami, el presidente Sebastián Piñera privilegia la autoridad y el orden ante el pedido de justicia social. En diálogo con PáginaI12, quien también forma parte del Grupo de Puebla advierte que en realidad el desencadenante del conflicto "no son 30 pesos de suba, son 30 años de abuso" en la historia de Chile.
-¿Qué balance hace de la crisis desatada en el país tras el anuncio del aumento en la tarifa de subte?
En primer lugar quiero aclarar que la suba de 30 pesos impacta no sólo en estudiantes, impacta sobre todo el universo de adultos. Como lo he visto escrito en otras partes, esos no son 30 pesos, son 30 años de abuso de una democracia agotada que en algún momento podía provocar una reacción como la que estamos viendo. Nuestro continente es el más desigual del mundo, y Chile uno de los países más desiguales de Latinoamérica. Es un país con un desarrollo industrial bajo, que principalmente se dedica al extractivismo, con una deuda pública razonable pero una gran deuda privada. Este conflicto puntual originó un gran plebiscito entre la justicia social y el orden, pero lamentablemente, el árbitro de este plebiscito (Piñera) se transformó en un jugador improductivo.
-El presidente Piñera dijo: "Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie". ¿Qué impacto tuvieron esas declaraciones?
Lo que dice Piñera es un problema por varias razones. Como decía antes, estamos viendo cómo la autoridad y el orden, representadas en la figura del presidente, se levantan contra los que piden justicia social. Es lo que llamo un encantamiento político de tipo improductivo. Lo que el gobierno chileno también demuestra es una profunda falta de empatía, evidenciada por ejemplo cuando el ministro (de Trabajo Nicolás Monckeberg) llamó a la ciudadanía a despertarse más temprano.
-Se conocieron encuestas que muestran que la imagen del actual presidente es la más baja de su segundo mandato. ¿Percibe un desgaste de su figura?
Piñera está sacrificando la legítima elección democrática que obtuvo. Se comprometió a terminar su mandato con una prioridad: la paz social. Eso debe garantizarlo. Ahora también agita los fantasmas de una supuesta injerencia externa en el conflicto. Son voces propias de alguien que ya se olvidó de la presidencia de Chile. Creo que se convirtió en alguien que corre solo y siempre llega segundo. Ahora tendrá por delante el desafío de gobernar sin decepcionar.
-Quien salió a responderle rápidamente a Piñera fue el jefe de Defensa Nacional, el general Javier Iturriaga. Dijo exactamente: "Soy un hombre feliz, no estoy en guerra con nadie". ¿Qué lectura hace de sus palabras?
Gran parte de la historia de Chile se entiende por el comportamiento de los militares. Quiero interpretar estas declaraciones de Iturriaga como una muestra de sensatez militar. Son horas decisivas para Chile, y quiero creer que van a jugar un rol del lado de la Constitución. Quisiera creer que los militares entienden aquello a lo que honran.
-Las imágenes difundidas por medios alternativos revelan el violento accionar de los carabineros en el conflicto.
Lo que revelan esas imágenes es la incapacidad de la fuerza. Son policías que no están bien formados. Deberían lograr aplicar la fuerza prudente y justa, y no lo están haciendo. Manejan un nivel de audacia pocas veces visto, con gente que protesta ante el abuso del Estado.
Entrevista: Guido Vassallo.

domingo, 20 de octubre de 2019

UN PUEBLO QUE NO TRAICIONA Los presos de la Túpac Amaru son los más complicados, además de investigados son escarmentados.


Las clases dominantes cuya representación asume en nuestros días el Presidente Mauricio Macri no han olvidado jamás lo que sucedió aquel 17 de octubre de 1945. Siguen colocándolo en la génesis de las desgracias de la República. La referencia histórica importa, no sólo para comparar situaciones sino para iluminar el funcionamiento de la memoria colectiva de los pueblos. Esa histórica jornada de origen proletario protagonizó el parto de la historia moderna de la Argentina, gestada en los sindicatos y en los lugares de trabajo, construida en los emergentes cordones industriales fruto de la sustitución de importaciones que había encontrado en el secretario de Trabajo y Previsión el programa reivindicativo de sus derechos capturados a la historia de luchas anarquistas socialistas y comunistas, y no estaba dispuesta en su condición de clase a resignar conquistas en manos de la oligarquía y la reacción. Entender a la Argentina sin reivindicar aquel 17 de Octubre es resignarse a no comprender el comportamiento político de las mayorías populares en las urnas y en la resistencia político-sindical desde ese entonces. Un pacto de sangre entre la clase trabajadora y un líder consagrado en la mismísima Plaza de Mayo, que aun perdura en la ilusión transformadora.




Eran los primeros momentos de la posguerra. Se abría un proceso mundial de luchas contra el colonialismo y por la liberación nacional. La razón estaba en la periferia y el sentido de la historia marcaba ese camino. En nuestro país se debatía una izquierda tradicional para la época, que veía en Perón al nazifascismo y una nueva vanguardia obrera que reconocía al líder que reivindicaba sus derechos. Eterno debate, aún no saldado. La misma o parecida izquierda disputa con el movimiento popular la voluntad de la nueva vanguardia surgida de la resistencia al macrismo. Los lugares de trabajo siguen siendo la cuna donde se gesta la resistencia. El escarmiento colectivo es la obsesión de la derecha, que ve cómo una vez más la memoria colectiva se alimenta desde la historia para defender sus derechos. Los últimos días del naufragio macrista serán pródigos en estrategias del mal.
Esta contradicción y su superación es la clave para entender lo que viene. La unidad es un imperativo de la nueva etapa histórica. La legitimidad de sus representantes es ineludible. Muchos sindicalistas que se borraron en lugar de resistir, algunos de ellos colaboradores del gobierno, aparecen ahora imponiéndole reglas a la unidad. La verdad está siempre en los trabajadores y su reconocimiento. Durante los cuatro años de Macri lució muy fuerte la fragmentación sindical. Sin embargo, lo que se profundizó fue la movilización obrera y popular, que superó con creces a cualquier otra etapa de la historia. La movilización constante, los piquetes, los cortes de rutas, las concentraciones en la Plaza de Mayo, en el Congreso y en la Avenida 9 de Julio, constituyeron el telón de fondo de la protesta ininterrumpida.
Hugo Yasky, referente de la CTA de los Trabajadores, traduce la sensación del camino emprendido diciendo que “la decisión de esta Central generó un impacto político muy positivo en sectores de la CGT como el Frente Sindical para el Modelo Nacional, la Corriente Federal y sobre todo en las delegaciones del interior de la vieja central única, y también preocupación en otros sectores que en la antigua relación de fuerzas se veían ungidos en la conducción de la misma y rechazo en los que apostaban, cómodos en su posición, a un nuevo mandato del actual Presidente”.
El hoy diputado nacional forma parte de la comisión política del PJ. Se muestra convencido de que “la actual etapa política exige recomponer la unidad del movimiento obrero a pesar de lo que ello pueda incomodar a las conducciones actuales”. Cuando decisiones políticas colectivas son el resultado de consignas repetidas a lo largo del tiempo y son apropiadas por la autoría colectiva, ganan legitimidad histórica. Esa especie de grito de guerra que signó todas las batallas de resistencia al macrismo fueron acompañadas por una letanía repetida hasta el cansancio: “Unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode”. Nada será igual en el mundo sindical después del mandato del congreso realizado el 3 de octubre en el microestadio de Lanús.

Yasky, Sergio Palazzo y Pablo Moyano, un eje.

Entre los presos políticos los hay del gobierno macrista y los hay de los grupos económicos. Milagro Sala es rehén de los Blaquier. En una provincia donde la mitad del empleo es estatal, un tercio lo explica el complejo azucarero de la familia Blaquier y la otra parte representa el conjunto de cooperativas sumadas a la Túpac Amaru. Podemos analizar las causas profundas del desequilibrio que generó la autogestión cooperativa en esa provincia históricamente empobrecida pese a sus riquezas naturales. Como lo explica la antropóloga Ana González, el ingenio azucarero reprodujo en las provincias del Norte la estructura feudal, y la explotación de la mano de obra se mantiene semiesclava. El salario social del sistema cooperativo que venía desarrollando el proyecto de Milagro en la provincia superaba claramente las míseras remuneraciones que pagan los Blaquier. La combinación de trabajo social con formación profesional, marcó un desequilibrio muy fuerte para la tradicional explotación de la mano de obra jujeña. Amén de perjudicar a la patria contratista local por competir con precios menores en las licitaciones y producir los propios insumos para las viviendas como las aberturas y otras instalaciones, la cantidad impresionante de unidades superó el mejor récord histórico en la capital jujeña.


Gerardo Morales, histórico entenado del grupo Blaquier, armó una verdadera cruzada para abortar esa experiencia y descargó sobre los dirigentes tupaqueros la persecución y la cárcel. Manipuló el Poder Judicial, armó una Suprema Corte express y armó causas, plantó testigos falsos y arrancó condenas. La situación de Milagro Sala y sus compañeros no se agotará con la retirada del macrismo. Blaquier sigue mandando en Jujuy y goza de la impunidad suficiente como para no dar explicaciones de sus actos. Desde la Noche del Apagón hasta el encarcelamiento de los dirigentes de la Túpac Amaru, su comportamiento permanece inalterable
La derrota del macrismo hará caer la manipulación judicial para perseguir opositores, los cuadernos se volverán en contra de sus autores. La venganza de los poderosos que fueron implicados (algunos encarcelados) no tardará en llegar. En los últimos días fueron liberados varios rehenes del relato oficial. Otros saldrán en las próximas semanas. Los presos de la Túpac Amaru son los más complicados, porque además de investigados son escarmentados. “Nunca más los pobres deben autogestionar colectivamente su salida de la pobreza”, suponen los liberales. Por izquierda, por el centro y por derecha se creó un coro de condenas que reemplazó la disculpa por el silencio.
Los cinco trabajadores de la línea 60 que fueron condenados a dos años y medio de prisión en suspenso marcan un hito para la etapa que viene. Luego de 42 días de lucha, ganaron el conflicto ante una patronal de las más brutales del transporte urbano. Cedió la empresa y contraatacó por la vía judicial. Paisaje anticipado de lo que se viene. ¿Pacto social? Puede ser, “pero de mis trabajadores me ocupo yo”, suponen los dueños de DOTA.


Para exigir la inmediata reapertura de la planta que la multinacional Kimberly-Clark posee en la localidad bonaerense de Bernal y que fue cerrada a finales de septiembre con 200 despidos, los trabajadores cortaron este miércoles el Puente Pueyrredón, para denunciar además un vaciamiento de la empresa por parte de sus autoridades con el objetivo de maximizar su rentabilidad a costa de los empleados. Diego Altamirano, delegado de los trabajadores de Kimberly-Clark, precisó en Radio Gráfica que “hace 20 días ocupamos pacíficamente la planta, ayer tuvimos audiencia en la que la empresa insiste con el cierre de planta y solo mejoró la oferta de retiro voluntario, pero nosotros seguimos firmes en defensa de los puestos de trabajo, con el acompañamiento de la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos”.
Luego de que el SBASE reconociera que tenía conocimiento de la presencia de asbesto en las formaciones al momento de su compra, el titular de los Metrodelegados Roberto Pianelli cargó contra la gestión porteña. “El responsable político de la compra de trenes con material cancerígeno fue Mauricio Macri”, sentenció, refiriéndose al informe de la CNN en el que el gobierno porteño reconoce que los manuales de los trenes comprados a Madrid por la gestión macrista advertían que contienen amianto. “El nivel de curro que hubo en la compra de los subtes con amianto a Madrid fue tal que ni siquiera leyeron los manuales”, aseguró .


En diálogo con El Destape Radio, el dirigente señaló: “Yo sé que hay material cancerígeno en el subte, pero no me imaginaba que eran capaces de decirlo ellos”. La batalla por la salud de los trabajadores no ceja, y aparecen fisuras en el funcionariato.
La destrucción de puestos de trabajo y el cierre de empresas no decrece y la angustia entre los trabajadores que sufren la amenaza del despido es moneda corriente. Falta apenas una semana para que se vote. La economía está librada a su suerte, Macri grita cada vez más fuerte ante sus seguidores. El debate presidencial resultó una triste imagen de la dirigencia política actual. En ese pobre escenario Alberto Fernández convocó al diálogo social para sacar a nuestro país del fondo del abismo. En una polarización tan pronunciada no hay alternativa posible La discusión es entre Macri y Fernández y en la polémica de esta noche se reiterará. Los dueños de la Argentina se prepararon para reprimir saqueos, para confrontar con Cristina, y se encontraron con un pueblo hambreado pero contenido por las organizaciones sociales como la CTEP, que claman su ingreso a la estructura de una CGT que los mantiene alejados por razones de estatuto y mayorías. La ex Presidenta hizo una finta de capa y espada y el toro embravecido estampó sus cuernos contra el paredón.

INFORME DE LA MINORÍA La presunción de inocencia es incompatible con el Escuadrón de Pre Sentencias


Me encanta la ciencia ficción. Creo que la culpa es de Blade Runner, película que vi de chica y que me llevó a buscar el libro que le había dado origen al argumento. Supongo que debo haber atormentado a mis padres hasta que conseguí que averiguaran el nombre de ese autor; los pobres deben haber enloquecido un poco en épocas previas a la internet. Pero como mis padres siempre fueron unos super héroes atentos a ese tipo de inquietudes, no sé cómo pero dieron con el nombre. Así descubrí a un señor que se llama Philip K. Dick.
Dick fue un escritor prolífico y maravilloso. Y escribo esta frase conteniendo la tentación de ponerme a hablar de cada libro o historia escrita por él, contarle los geniales argumentos y que hay detrás de cada uno de ellos. Algún día debería hacerlo. Porque es un autor deslumbrante y creativo de forma superlativa. Y porque se hacía preguntas sobre temas que me fascinan desde siempre como Dios, la locura, la paranoia y la muerte. Y el destino y la justicia y el amor. Es tremendo Dick, habla de aquello que uno suele hablar básicamente con uno mismo. Porque le tememos o lo deseamos de modo irracional. Y nos cuesta hablar con otros. O al menos a mí me cuesta.
Blade Runner está basada en una novela corta llamada ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Y la adaptación al cine la hicieron de forma libre Hampton Fancher y David Webb Peoples.
La película comienza contando: “A principios del siglo XXI, la Tyrell Corporation desarrolló un nuevo tipo de robot llamado Nexus. Un ser virtualmente idéntico al hombre y conocido como Replicante».
«Los Replicantes Nexus-6 eran superiores en fuerza y agilidad y, al menos, iguales en inteligencia a los ingenieros de genética que los crearon. En el espacio exterior, los Replicantes fueron usados como trabajadores esclavos en la arriesgada exploración y colonización de otros planetas».
«Después de la sangrienta rebelión de un equipo de combate de Nexus-6 en una colonia sideral, los Replicantes fueron declarados proscritos en La Tierra bajo pena de muerte. Brigadas de policías especiales con el nombre de unidades de Blade Runners tenían órdenes de tirar a matar al ver a cualquier Replicante invasor».
«A esto no se le llamó ejecución. Se le llamó retiro”.
Y luego viene una de las escenas mas geniales que he visto en mi vida. Un replicante es entrevistado por una suerte de psicólogo de la corporación Tyrell y claramente no logran empatizar. En un momento del dialogo el psicólogo, llamado Holden, le dice a León, el replicante:
Holden: Es un test hecho para provocar una respuesta emocional… ¿Quiere que sigamos? Descríbame, con palabras sencillas, solo las cosas buenas que le vienen a la mente… acerca de su madre.
León: -¿Mi madre?
Holden: Sí.
León: Déjeme contarle de mi madre.
Y entonces León saca un arma y acribilla al psicólogo.
He usado esa secuencia en infinidad de conversaciones. Mi madre es psiquiatra y de alguna forma me pareció una cita de lo más atinente, hasta por motivos autobiográficos. Incluso la he usado con ella, para decirle un poco en chiste y un poco en verdad, la posible respuesta de una futura Graciana en terapia, frente las consecuencias traumáticas, siempre hipotéticas y exageradas, por cierto, de lo que estuviese discutiendo con mamá en el momento que usaba la cita.
(Mamá: ¡feliz día! Has sido una madre fantástica. Amo y agradezco tu biblioteca, tu inteligencia descomunal y tu memoria precisa y deslumbrante. Jamás acribillaría a nadie que me pidiese que hablara de vos. Me gustaría estar en San Juan hoy, darte un abrazo. Te quiero, mami. Gracias por todo… y por la libertad.)
Uno de los motivos por los que no estoy en San Juan es porque estoy tapada de trabajo. Son días feroces. Estos días he escrito hasta tarde varias noches. Una de esas noches, pillé en la televisión que dejo de fondo mientras escribo, una película también basada en una historia de Philip K. Dick. La película se llama Minority Report: Sentencia Previa y el cuento que le sirve de base se tradujo al castellano como Informe de la Minoría.



La historia describe un mundo futuro, donde se usan las habilidades de tres telépatas conectados a una computadora para predecir el futuro. No cualquier futuro: los crímenes futuros. Ello ha dado lugar a que en esa sociedad se cree un escuadrón de Precrimen, que detiene a los potenciales delincuentes antes que comentan los crímenes que predicen los télepatas. Como lo explica uno de los personajes: “Así, la comisión del crimen por sí mismo es absolutamente una cuestión metafísica. Nosotros afirmamos que son culpables. Y ellos, a su vez, afirman constantemente que son inocentes. Y en cierto sentido, son inocentes. (…) En nuestra sociedad no tenemos grandes crímenes —continuó Anderton—, pero tenemos todo un campo de detención lleno de criminales en potencia, criminales que lo serían efectivamente”.
El problema surge ante la posibilidad de error de los telépatas. Es el informe de la minoría. Si no hay crimen, ¿cómo se prueba la posibilidad? Y más aún, ¿cómo se prueba la culpa? La historia es magnífica, aun cuando señalo que Dick planteó una forma de resolución del conflicto y Hollywood otra. Ambas están muy bien y responden casi perfectamente a las concepciones ideológicas, tanto del autor en un caso, como a la de la industria hollywoodense en el otro. Acá. el cuento de Dick.


La noche que volví a ver Minority Report en la televisión escribía un recurso cuyo destino es aún incierto. Uno de esos casos donde la sentencia está escrita de antemano. En lugar de telépatas, la dictaron periodistas y medios de comunicación. Y la instalaron en las conciencias de miles de ciudadanos. Y frente a eso, es poco lo que podemos hacer los abogados. De poco sirven las pruebas en estos casos, y además el primer obstáculo es lograr que el tribunal que juzga, autorice las pruebas.
Porque eso es lo que ha pasado estos años. Las sentencias de muchos casos estaban tan pre escritas, que los jueces no admitían –ni admiten aun hoy— la producción de pruebas que pudieran contradecir esas sentencias que están definidas ante de llegar a juicio.
Pienso en la absurda negativa del tribunal que juzga el caso de “Obra Pública” a que las defensas, entre ellas la de Cristina Fernández de Kirchner, produzcan la prueba. Y pienso el pequeño gran escándalo que sucedió, con cacerolazos incluidos, cuando la Corte Suprema intento siquiera intervenir para que esa prueba se produzca. ¡Imagínense el desatino! La Corte Suprema animándose a contradecir una sentencia que se escribió antes del juicio, y en otro lado que no son los tribunales, o bien osando permitir que se produzcan las pruebas que pueden contradecir esa sentencia pre escrita. ¡Una barbaridad!
Claramente al escuadrón de Pre Sentencia –hermano del escuadrón de Pre Crimen que escribió Dick— dicha osadía del Poder Judicial le resulta inadmisible. Así se lo hicieron saber al órgano máximo del Poder Judicial Argentino.
También se lo hicieron saber a los afectados directos, cuando impulsaron y validaron el uso y abuso de las prisiones preventivas, o las violaciones al debido proceso, la prueba, el juez natural y de todas esas garantías que hacen a un juicio justo y que en infinitos casos fueron vulneradas con barbarie y en muchos casos sin humanidad. Por eso tenemos sentencias injustas. Y por eso estamos viendo juicios injustos.
El escuadrón de Pre Sentencia sigue operativo, dando lucha contra cualquier intento de  probar aquello que ya se ha decidido que no debe ser probado. Esta semana vi al Escuadrón de Pre Sentencia sumamente activo con el caso D’Alessio. En particular con la defensa de uno de sus miembros, el periodista Daniel Santoro.
Otro de los miembros del escuadrón de Pre Sentencia cuestionó fuertemente al candidato a Presidente Alberto Fernández. Fue Joaquín Morales Sola, quien dijo en La Nación: “Además de leer los escritos del juez, ¿no debió Alberto Fernández consultar con ADEPA, que tiene como socios a 180 propietarios de medios periodísticos del país, o con FOPEA, que agrupa a centenares de periodistas de todas las provincias? Ambas organizaciones se pronunciaron contra el procesamiento de Santoro y contra la injerencia de la Comisión Provincial de la Memoria”.
Este ilustre miembro de Pre Sentencia olvida que Alberto Fernández es abogado, penalista, además. Y que en general a los abogados la Facultad de Derecho nos dio los elementos para leer y comprender los fallos por nosotros mismos. Alberto Fernández es además profesor de una Facultad de Derecho. De Derecho Penal. Le enseña a generaciones de estudiantes a leer y entender los fallos.
Pero más aun, los abogados no sólo leemos los fallos de los jueces, que son quienes tienen, según la Constitución Nacional, la autoridad para juzgar a las personas. También tenemos el molesto hábito de leer la documentación que las partes adjuntan al expediente e inclusive la documentación que prueba o deja de probar ciertas cosas. De hecho tenemos un dicho que dice que “lo que no esta en el expediente, no existe en el mundo”, señalando que sólo aquello que es conocido por todas las partes de un juicio tiene validez procesal.
Pero resulta que ni FOPEA ni ADEPA son partes en el expediente de la causa D’Alessio. Tampoco hay una norma que nos obligue como abogados a consultar a FOPEA o a ADEPA antes de emitir una opinión.
Entonces, ¿por qué Joaquín Morales Solá le exige a Alberto Fernández que consulte a ADEPA o a FOPEA o a ambos? Nótese especialmente que nunca FOPEA o ADEPA le han reclamado a un periodista que los consulte antes de escribir algo, decir u opinar algo.
La respuesta es compleja y sencilla a la vez. Muchos medios de comunicación y muchos periodistas son parte del Escuadrón de Pre Sentencias. Y les resulta inadmisible que haya opiniones que no se ajusten a sus Pre Sentencias.
A los miembros del escuadrón de Pre Sentencias tengo que informarles, sin la menor intención de ofenderlos pero con toda claridad, que nuestra Constitución establece algo que se llama presunción de inocencia. Y que la presunción de inocencia prohíbe la existencia del Escuadrón de Pre Sentencias.
También debo informarles que la Constitución Nacional acuerda a todos –no sólo a los periodistas— la libertad de expresión. Y no la subordina a consulta previa a entidad alguna.
Pero más allá de eso, quiero plantear algo que me preocupa de cara al futuro. Porque una característica del Escuadrón de Pre Sentencias es cierta vocación acomodaticia a los tiempos políticos. Y lo que es peor, muchos jueces tienen parecida vocación. Y eso está mal.
Creo fuertemente que entre escuadrón de Pre Sentencias y presunción de inocencia, claramente el escuadrón es ilegal y la presunción un mandato constitucional, al que deben ajustar su conducta los funcionarios de este país.
Me preocupa lo que estoy viendo estos días, donde arrecian novedades judiciales para los funcionarios de Cambiemos. Como no soy jueza no me corresponde decir si son culpables. Y como soy abogada, asumo que aun cuando me cueste en ciertos casos, por la antipatía que puedo tenerle al personaje involucrado, ante la ley es inocente hasta que una sentencia firme diga lo contrario. Por eso me espanta cuando escucho a compañeros y colegas que fundamentan y reclaman que se prohíba la salida del país de funcionarios de Cambiemos sobre los que aún no pesa siquiera un procesamiento.
Si existen motivos para investigar las conductas de los funcionarios de Cambiemos, estoy muy de acuerdo con que se investigue. (Y sé que deberá investigarse, esté yo de acuerdo o no.) Pero no estoy dispuesta a admitir que se cree un nuevo Escuadrón de Pre Sentencias, para restringir los derechos de personas que ante la ley aún son inocentes.
Estoy harta de juicios injustos. Estoy cansada de procesos arbitrarios. Estoy cansada y mucho, de los malos jueces y de los pésimos fiscales y de los pocos defensores que no honran su tarea. De los miembros de la AFI y los entenados de la AFI dando vuelta por tribunales. De los operadores judiciales de todo color y tamaño. De los funcionarios de un gobierno – el que sea— haciendo política en base a persecuciones judiciales por motivos políticos.
Y estoy hasta la coronilla de que el Poder Judicial sea, en muchos casos, un atado de señores acomodaticios que se olvidaron hace años del valor justicia. Por suerte conozco muchos abogados que piensan parecido. Y no estamos dispuestos a consentir que sigan pasando esas cosas. Aun cuando de pronto empiece a pasarle a otras personas y no a quienes defendemos. Incluso aun cuando ahora empiece a pasarle a las personas que hicieron esas cosas.
A veces pienso que algunos miembros del Poder Judicial van a hostigar ahora a quienes fueron hostigadores estos casi cuatro años de infierno. Para que nos olvidemos de lo que hicieron, no a solo a nosotros, sino a la sociedad. Para que aceptemos confundir Justicia con Venganza.
Felices y hasta eficientes, van a entregar la cabeza de viejos cómplices de tropelías, para que olvidemos que no solo fueron, por ejemplo, los funcionarios de Cambiemos o los miembros del Escuadrón de Pre Sentencias quienes llevaron delante el Lawfare de estas pampas. Muchos miembros del Poder Judicial fueron parte de eso que pasó y que fue injusticia y arbitrariedad. Y también deben responder por ello. Tanto como debe reconocérsele a cada funcionario judicial que resistió la tentación de desconocer sus obligaciones legalmente establecidas para congraciarse con el poder.
Todos tenemos una obligación. No olvidarnos de lo que pasamos estos años. No conformarnos con esas migajas de Venganza que nos van a ofrecer para seguir privándonos a todos de Justicia. No podemos resignar también nosotros, los ciudadanos, el valor Justicia.
Porque ha llegado el momento de decir: ¡Basta!. Basta de complicidades. Basta de Pre Sentencias. Basta de memorias frágiles y venganzas fáciles. Basta de arbitrariedades. Basta de todo esto que hemos vivido y nos espanta y nos duele.
Hace mas de dos décadas, cuando comenzaba la carrera de abogacía, mi profesor de Introducción al Derecho nos enseñaba una definición hermosa de Justicia que había escrito un señor llamado Ulpiano y decía: “La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho”.
Olvidemos las venganzas. No nos conformemos con ellas. No nos distraigamos con ellas. No permitamos que, por descuido o egoísmo, en un par de años todo este espanto vuelva a repetirse.