lunes, 22 de julio de 2019

Noticias Otro ataque de Donald Trump contra las mujeres del Congreso: "Son débiles e inseguras"

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Otro ataque de Donald Trump contra las mujeres del Congreso: "Son débiles e inseguras"

 LA NACION,lanacion.com dom., 21 jul. 11:13 AM GMT-3 

Adiós a un gran poeta y ensayista

La muerte de Roberto Fernández Retamar
Adiós a un gran poeta y ensayista
El escritor cubano fue uno de los intelectuales más destacados de la literatura latinoamericana. Presidió la Casa de las Américas desde 1986.
Fernández Retamar fue un notable promotor cultural.
Fernández Retamar fue un notable promotor cultural. 
Imagen: AFP
El acento de Roberto Fernández Retamar suaviza “no sé qué pena del alma”, se podría decir parafraseando unos versos incluidos en Una salva de porvenir, una antología esencial de su poesía que publicó Colihue en 2012. El joven Retamar escribió “El otro”, fechado nada menos que el 1º de enero de 1959, el día del triunfo de la Revolución Cubana. “Nosotros, los sobrevivientes,/¿A quiénes le debemos la sobrevida?/ ¿Quién se murió en la ergástula,/ Quién recibió la bala mía/ La para mí, en su corazón?/ ¿Sobre qué muerto estoy yo vivo,/ Sus huesos quedando en los míos,/ Los ojos que le arrancaron, viendo/ Por la mirada de mi cara,/ y la mano que no es su mano,/ Que no es ya tampoco la mía,/ Escribiendo palabras rotas/ Donde él no está, en la sobrevida?”. Cuando presentó el libro en Buenos Aires, reconstruyó cómo vivió ese momento histórico. “Yo salí y me monté en lo que aquí llaman colectivo y allá guagua, para consternación de los argentinos, que cuando oyen decir que vamos a coger una guagua les produce un verdadero pavor –bromeaba el poeta–. Y en el ómnibus sentí llegar el poema. Yo no puedo sentarme a escribir: los poemas llegan o no llegan. Llevaba un papel en el bolsillo y escribí ‘El otro’. Pensaba en la enorme alegría que estábamos viviendo la casi totalidad de los cubanos y en aquellos que habían hecho posible el triunfo y ya no estaban con nosotros.”
   Retamar, que murió el sábado en La Habana a los 89 años, fue uno de los intelectuales más destacados de la literatura latinoamericana por el libro de ensayos Calibán. Apuntes sobre la cultura de nuestra América (1971). Dirigió la Casa de las Américas desde 1986 y la revista de la misma institución cultural (desde 1965), era miembro de la Academia Cubana de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española. En su modesta casa en El Vedado, tenía un jardín con muchas plantas y flores a la entrada; dos perros, Dolly y Homero; y en el living varios cuadros. Los libros estaban desparramados en estanterías, en mesas y alguna que otra silla. 
   El autor de Elegía como un himno –el primer libro de poesía que publicó en 1950–, Vuelta de la antigua esperanza (1959), Con las mismas manos (1962), Historia antigua (1964), Que veremos arder (1970)  y Juana y otros poemas personales (1981), entre otros poemarios, conoció a Borges en Buenos Aires, en 1985, cuando le ofreció publicar una antología en Cuba. “En aquel momento lo invité a venir a Cuba. ‘Si voy a Cuba me van a dar una distinción y yo no quiero hablar bien de Cuba porque estoy contra los comunistas imparcialmente, sean chinos, rusos, cubanos, de cualquier lado’, me dijo. Yo le dije: ‘Borges, he escrito cosas duras sobre usted, pero no más duras que las que usted escribió sobre Darío y sobre Lugones’”, recordó el autor de libros de Lectura de Martí y Para una teoría de la literatura hispanoamericana, que recibió el Premio Nacional de Literatura (1989), el galardón más importante de su género en la isla; el Premio Nacional de Ciencias Sociales (2012) y el Premio José Martí de la Unesco (2019), entre otras distinciones.

Mi futuro me condena (Tiemposmodernos)

Me acabo de enterar de que los griegos tienen por lo menos tres palabras diferentes para acercarse al concepto de tiempo:
Kairos (se pronuncia "kero"), que es el tiempo, la era, la época
Etos, que es el año calendario (2019, si lee esto antes del 31/12)
Jronia (de ahí, "Cronos”), que son “los años que uno tiene”, y también “el tiempo”. Los “cronopios”, por ejemplo, son “hacedores del tiempo”.
En cambio, los ingleses, siempre pragmáticos, usan “time” incluso para saber la hora, y para referirse a la época (the times of...), pero también piensan que es “lo más valioso” --ya que “time is money”-- o, al menos, que “su” tiempo vale... Del nuestro, mejor no digo nada.
Los hispanoparlantes, en cambio, tenemos tiempo, mucho tiempo, y no lo valoramos. Parafraseando un chiste de Miguel Gila, hoy en día la relación “castellano/inglés”, es parecida a la “peso/dólar”: “Por cada cuarenta y tres palabras en castellano, a la cotización de hoy, nos dan una en inglés”, diría Gila, y seguiría: “Entrás en la Casa de Cambio con una novela y salís con un refrán”.
Como con un solo sentido no se llega a fin de mes, “tiempo” suele trabajar también de “clima”, y así decimos “Tiempo húmedo, tiempo cálido", etc. Y hasta hay "pronóstico del tiempo”, expresión mentirosa si las hay, porque el único pronóstico válido “del tiempo” para mañana, es que va a durar 24 horas, como cualquier otro día, comenzando a la “0.00” y finalizando a las "23.59”.
¿Por qué tanto discurrir del tiempo? Le daré una respuesta algo deudora: porque hay un tiempo que me tiene, como mínimo, levemente confundidísimo, extraviadérrimo, kiloperdido.
Porque estos no son tiempos griegos ni ingleses ni castellanos, sino tiempos neoliberales. Que comenzaron prometiendo, a nivel gobernadora, que iban a llevar el pasado al futuro, allá en 2015 a.C. (antes de la Catástrofe). Y durante cuatro años fuimos cada vez más esclavos (deuda, recesión, más deuda, inflación, muuucha más deuda), mientras nos decíamos que éramos cada vez más libres (de comprar dólares, manejar drones o crear cerveza artesanal: para libertades, suena a poco).
Y ahora nos amenazan con que ese pasado puede volver, aunque sea imposible --podrán volver algunos de sus protagonistas a cargos de gobierno, pero el tiempo, el clima, la coyuntura nacional e internacional, sin duda será otra. No puede no ser otra, porque el tiempo pasa, y nos vamos poniendo viejos (Milanés dixit).
Pero ellos, ellas y elles insisten. ¿Por qué insisten tanto con el pasado y el futuro, y no hablan del presente? Porque saben que los miedos de las personas tienen que ver con el pasado (algo traumático, por ejemplo, que no queremos que se repita) o con el futuro (algo que tenemos y no queremos perder) y se encargan de extirparlos. ¿Cómo? Haciéndonos perder hoy lo que tenemos, de manera de no tener miedo de perderlo mañana, y asustándonos: “Si vuelve el populismo, vas a tener casa, trabajo y comida otra vez, y vas a correr el riesgo de perderlos”.
Como saben que el futuro nos inquieta, nos inventan (ya no desde el gobierno, pero sí desde el poder) uno, verosímil, aunque no real, llamado “face-app”, una aplicación que permite, a partir de tu foto, ver “cómo vas a ser dentro de un tiempo”, suponiendo que “ser” sea “tu cara”. Y no importa si es cierto, o no, que te vas a ver como muestra la face-app.
Es como si a uno le dijeran que se va a morir dentro de cien años. Uno paga con gusto por la predicción, y, si se muere antes, no regresa para protestar ni para reclamar su dinero, pues para eso necesitaría estar vivo.
Los economistas neoliberales no tienen esa suerte. La gente (aunque no toda) suele sobrevivir a sus fallidas predicciones de bienestar aperturista, pobreza cero y dólares para todes, y... se queja.
"El problema --explica Mme Lagarde-- es que la gente vive demasiado”, y Mme Mariú le suma: “El problema con la pobreza es que nace mucha gente”. Tercia, entonces, Mme Lapatricia Es el Otro: “¿Nacen demasiadas personas y se mueren demasiado pocas? ¡Déjenmelo a mí!".
Vivimos tiempos en los que la gente vota contra sus intereses y a favor de los capitales. Es que, parafraseando a Marx, "un fantasma sobrevuela el mundo: el del sinsentido común". 
@humoristarudy

Los recordatorios se reciben en medios@pagina12.com.ar 

RECORDATORIOS 22 de julio de 2019 · Actualizado hace 15 hs Los recordatorios de hoy lunes 22 de julio

Raúl Alfredo Carlevaro, Mónica E. Delgado y Eduardo B. F. Corvalán, Alejandro Ferrari, Pedro Paulón, Rut González
Desde hace 30 años, Página/12 publica a diario los recordatorios de los desaparecidos y las desaparecidas que sus familias y amigos acercan a nuestra redacción en cada aniversario. Con el mismo compromiso que hemos asumido en todos estos años, ahora también tienen un lugar en nuestra web

Individualismo y meritocracia en las políticas macristas

Entrevista con la antropóloga social Estela Grassi
Individualismo y meritocracia en las políticas macristas
Grassi analiza cómo, con el gobierno de Macri, las políticas sociales pasaron de un enfoque colectivo a otro individualista, aplicando el ideario neoliberal sobre el rol del Estado y la noción de ciudadanía.
Imagen: Jorge Larrosa
El Ministerio de Educación publicó en su página de Facebook la foto de un chico de seis años, de la provincia de Misiones, que debía caminar tres kilómetros y atravesar dos arroyos para ir a la escuela. El posteo, fechado en agosto pasado, presentó la situación como ejemplar, subrayando méritos del niño (“un pequeño héroe sin capa”) donde había ausencia del Estado, incumplimientos del propio Gobierno. La antropóloga social Estela Grassi recuerda aquel acto de honestidad brutal del macrismo en el libro Tramas de la desigualdad, una investigación que indaga sobre la producción sociopolítica de los conceptos de autovalía y legítima dependencia, en tanto derecho a recibir la protección del Estado. La investigación —realizada por dos equipos del Instituto Gino Germani (UBA) y la Universidad de General Sarmiento, dirigidos por Grassi y por la socióloga Susana Hintze— analiza de qué modo operan la ideología neoliberal y sus argumentos sobre el merecimiento, que atraviesan todas las políticas macristas vinculadas a la protección social, desde los criterios jubilatorios a los planes de empleo.
-¿Por qué parten de los conceptos de autovalía y dependencia? ¿Qué significan?
- Nos interesó subrayar que la autovalía, lo que socialmente se entiende como “vivir del propio trabajo”, se da siempre en una interdependencia; sin embargo, las condiciones que la hacen posible pueden quedar invisibles para el propio sujeto. No se puede llegar a ser autoválido sin las redes e instituciones que forman la trama sobre la que se desenvuelve la vida de cada uno, pero pese a esto la autovalía puede ser presentada como un puro “mérito individual”.
-¿Y lo que llaman "legítima dependencia" cómo se define?
- Lo fija la política social, que no es sólo el trámite de establecer unos planes y programas, sino que define el sujeto al que se dirige. Así, crea un sujeto social: dice quién es el que puede recibir y además bajo qué condiciones.
- La ex presidenta Cristina Kirchner plantea que el gobierno de Cambiemos terminó otorgando más planes sociales que su gestión. ¿Qué vieron sobre las condiciones de acceso?
- Lo que vemos es que de una política que, mal que bien, interpelaba a los beneficiarios de planes como trabajadores a los que el sistema había dejado afuera, se pasó después de diciembre de 2015 a otra política cuyo sujeto es un otro, al que se separa del conjunto social. Un otro que debe cumplir las reglas de cada plan, aquello que cada plan exige, es decir al que se impone cumplir con ciertas condiciones para merecer.
-¿Qué efectos tiene ese enfoque?
- Sustituyó la idea de derecho y ciudadanía, que entiende al sujeto, por su sola condición, como parte de la comunidad. Esto no anulaba las desigualdades, desde ya, pero tendía a conformar pertenencia. En cambio, hoy las políticas sociales son presentadas como una ayuda siempre acompañada de alguna exigencia.
Bajo el argumento del merecimiento se legitimó el recorte de derechos. Algunos de los casos citados en el libro son la creación de una comisión nacional para revisar el otorgamiento de las pensiones por discapacidad, que suspendió cerca de la mitad de sus beneficiarios (“Les aseguro que las familias que merezcan y necesiten la pensión la van a tener”, declaró en esos días la ministra Carolina Stanley) y las becas del Plan Progresar, destinado a jóvenes que se anotaran para terminar sus estudios (“Lo hacemos por vos, que cumplís”, fue el slogan lanzado por Cambiemos en los años de mayor reducción de las becas). En los dos casos, las quitas de estos ingresos fueron presentadas como resultado de controles, para que “la ayuda” llegara “a los que verdaderamente necesitan”.
En Tramas de la desigualdad, los investigadores plantean que Cambiemos expresa un momento de desbloqueo de la sociedad neoliberal, que es parte de una disputa “no sólo por acceder al gobierno, sino por el sentido común social acerca de cómo y entre quienes vivir juntos y qué debe hacer (o no) el Estado por la vida en común”. Es en este camino que la orientación y el discurso de las políticas sociales pasaron de lo colectivo a lo individual, y de presentarse como reparación de injusticias sociales a autorresponsabilizar a quienes las reciben.
-¿En qué áreas encontraron este enfoque?
- En las jubilaciones hay un ejemplo claro. La moratoria previsional (abierta en 2014) partía de reconocer que había habido empleadores que no habían cumplido con hacer los aportes a los trabajadores, que tenían derecho a jubilarse. O que había y sigue habiendo un sector de trabajadores informales muy grande. El problema estaba puesto en el sistema que no cumplía. En cambio, ahora se habla de “los que no cumplieron con aportar” al sistema previsional para los que se creó la PUAN (Pensión Universal para el Adulto Mayor). La PUAN es al revés que la moratoria, pone la culpa en el que supuestamente no cumplió con aportar. No son jubilados, son pensionados.
- De paso, les pagan un poco menos.
-Es menos que una jubilación. Y es una política que tiende a distinguir, a separar a “los que no cumplieron los requisitos”.
- Ustedes plantean que la pobreza ya no puede pensarse como la consecuencia indeseada de un mal gobierno, sino que es un rasgo que estructura nuestra sociedad, y que el capitalismo del siglo XXI no puede generar pleno empleo. ¿Esto está siendo reconocido desde el campo de lo político? No digamos por el macrismo, sino de manera más amplia.
-Es una cuestión difícil de aprehender para todos. Hay un reconocimiento de que las condiciones de producción son diferentes… el avance tecnológico hace que desaparezcan profesiones, que se pueda producir lo mismo con mucha menos gente y, por lo tanto, la expectativa del pleno empleo, que era la expectativa clásica, parece difícil de asumir. El tema es qué se hace entonces, cuáles son las maneras para que ciertas condiciones que deberían ser beneficiosas para todos no operen al revés, dejando afuera a un montón de gente. En el período kirchnerista hubo una tensión en ese sentido, porque se mantuvo la expectativa del pleno empleo o por lo menos del crecimiento del empleo clásico, pero en términos prácticos también se asumió la dificultad. La creación de la AUH fue un modo de reconocerlo indirectamente, de incorporar a la seguridad social a población que el mercado de trabajo dejaba afuera, a través de la economía social, que también tuvo su apoyo, mal que bien.
-¿Cuáles han sido los discursos de los organismos internacionales respecto de quiénes debían ser sujetos de la política social?
-En los '90 hubo una presencia muy fuerte del Banco Mundial y sus programas de focalización, que trataban de elegir la población más necesitada para "eficientizar el gasto". El discurso hablaba de asistir a las "víctimas del ajuste", es decir que la idea era también ajustar, eran políticas destinadas a acompañar el recorte de los gastos del Estado. Hoy el FMI ha incorporado el pedido de que atiendan a los más vulnerables. Es un discurso hipócrita, porque son políticas que reproducen la pobreza. El neoliberalismo de los ‘90 generó condiciones sociales de las que el país nunca se recuperó, aún en el mejor momento del ciclo de la primera década de este siglo. La recuperación de una sociedad es de largo plazo y requiere inversiones sociales enormes, que no se hicieron.

La ausencia de lo colectivo

Tramas de la desigualdad. Las políticas y el bienestar en disputa, publicado por Prometeo, analiza los modos en que, a lo largo del período 2003-2017, se construyeron social y culturalmente la idea de autovalía de las personas (contrapuesta a la dependencia) y la legitimidad del derecho a contar con protecciones sociales. Los textos reunidos por Grassi y Hintze examinan cómo entre 2003 y 2015 diferentes cuestionamientos comenzaron a socavar la legitimidad de las políticas sociales, a partir de “ideologías individualizantes y meritocráticas”; esas mismas críticas se fueron instalando en el “sentido común” y luego fueron recogidas por la oposición política que llegaría al poder en 2015 y presentadas “en términos de exceso y descontrol social y del gasto del Estado”. Desde esa perspectiva, el libro recorre “los soportes socioinstitucionales de la vida social”; las transformaciones del trabajo y las políticas sociales; los cambios en la seguridad social para adultos mayores, niños y adolescentes; el acceso a los servicios de salud; y la inseguridad, entre otros. “Puede advertirse –señalan Grassi y Hintze– el retraimiento de los derechos que corresponden a todos los ciudadanos, junto con un vertiginoso deterioro económico del país, hay que sumar a ello el deterioro político cultural que conlleva un discurso político empobrecido y vacío de un sentido de lo colectivo y la sociedad.”

Curas en la Opción por los Pobres "Está en juego la vida del pueblo"

Para el grupo de Curas en la Opción por los Pobres (COPP) lo que está en juego "en el próximo proceso eleccionario es la vida del pueblo, y especialmente la de los pobres". Así lo afirman los sacerdotes católicos en un documento emitido a propósito de las próximas elecciones primarias, en el que también demandan "un proyecto de país" y sostienen que "la soberanía política, la independencia económica y la justicia social, son banderas vigentes también hoy".
Tras reafirmar que "el sufragio electoral es un hecho importantísimo en el camino de la construcción democrática" los curas puntualizan que no se trata simplemente de "elegir rostros o slogans de campaña", sino que "es necesario respaldar candidatos que garanticen un proyecto de país donde todos y todas estén incluidos e incluidas", poniendo la prioridad en los sectores más pobres y postergados.
En lo que es, sin duda, una alusión al mensaje de campaña del oficialismo los sacerdotes que trabajan en medios pobres señalan que no se puede plantear "una simple expectativa de futuro", sino que hay que garantizar hoy la "vida digna de los más vulnerados y vulnerables", dado que "no es posible seguir pidiendo esfuerzos al pueblo mientras una minoría se enriquece de manera inescrupulosa" y porque "mientras hay hermanos que mueren de frío en nuestras calles, los bancos declaran ganancias escandalosas en el primer semestre de 2019".
Retomando una advertencia hecha por el papa Francisco el documento hace mención al mecanismo denominado "lawfare” o “guerra jurídica” que "además de poner en serio riesgo la democracia de los países, generalmente es utilizado para minar los procesos políticos emergentes y propender a la violación sistemática de los derechos sociales" todo lo cual "afecta directamente la posibilidad de una vida democrática". En el mismo sentido los curas reiteran su preocupación por "la injusta prisión de Milagro Sala y de otros militantes políticos y sociales" porque en "un un proceso democrático es un escándalo la existencia de detenidos por causas políticas o por expresar su protesta". Piden también la reforma del sistema penitenciario y carcelario dado el hacimiento y la falta de acompañamiento legal de quienes se encuentran privados de su libertad.
En lo que respecta a los temas sociales el documento recuerda que "la coalición gobernante desde 2015 ha militado sin descanso por la precarización del sistema jubilatorio y la búsqueda de la flexibilización laboral", piden actuar para detener el deterioro de los haberes de jubilados y jubiladas, y señalan que "tampoco podemos permitir la pérdida de derechos laborales y niveles salariales que, como sociedad, hemos sabido conquistar a través de tantas luchas legítimas en favor del pueblo trabajador", advirtiendo además sobre "la campaña de difamación" dirigida contra los dirigentes sindicales.
En otro párrafo, bajo el subtítulo "La tentación de la militarización", se alude a la decisión gubernamental de crear un Servicio Cívico Voluntario administrado por la Gendarmería Nacional e impulsado por la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. "Nos espanta" la iniciativa, dicen los curas, y recuerdan que "todavía la muerte de Santiago Maldonado pide ser esclarecida". Para el grupo sacerdotal el hecho es "una nueva provocación de la Ministra de Seguridad y no deja ser una nueva propuesta en la línea de preferir mano dura, cárcel, gatillo fácil, cuarteles y armas a una patria que precisa de más espacios educativos y deportivos para nuestros jóvenes, de expectativas laborales reales, en lugar de salidas laborales rápidas que lo único que promueven es la represión de los pobres por los mismos pobres". Y sobre el punto los curas vuelven a plantear sus diferencias con el pensamiento del obispo castrense, Santiago Olivera, quien había manifestado su "alegría" por la iniciativa afirmando que se trata "de una respuesta concreta a las necesidades de nuestro pueblo, de nuestras familias" y "una herramienta que servirá para imprimir valores fundamentales de conceptos cívicos".
Recordando el lema “Tierra, techo y trabajo” trazado por el papa Francisco en su encuentro con las organizaciones sociales los curas afirman que se trata de un horizonte programático para los próximos años en la Patria y sostienen que "el acceso a la tierra para todas y todos, el techo digno para todas nuestras familias y el trabajo que asegure la vida digna de nuestro pueblo" debe ser tenido en cuenta como parte de los lineamientos del próximo gobierno.
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