domingo, 21 de julio de 2019


La visita de Mike Pompeo, la política exterior argentina y su impacto en derechos humanos

Este viernes llegó al país el secretario de Estado norteamericano, ¿quién es y a qué vino?
Gastón Chillier 
20 de julio de 2019 09:07 hs 
 
Desde su asunción, Donald Trump se ha caracterizado por una política de hostilidad hacia los derechos humanos y todos los espacios multilaterales de protección de estos derechos. El gobierno de Estados Unidos no tiene ninguna intención de promover a nivel global el respeto por los derechos humanos, sino más bien todo lo contrario.
La gestión de esta política encontró en el Secretario de Estado Michael Pompeo a su mejor ejecutor. Desde la amenaza contra jueces y fiscales de la Corte Penal Internacional (revocó la visa al Jefe de los fiscales de la CPI y amenazó con aplicar sanciones contra su personal), pasando por su destrato a expertos independientes, favorecer relaciones con líderes autoritarios como Mohamed bin Salman y avanzar políticas xenófobas que desafían tratados internacionales. 
Además, Pompeo promovió una nueva política por medio de la cual se les niega la ciudadanía estadounidense a hijos de parejas del mismo sexo nacidas en el exterior. En octubre del año pasado, el Departamento de Estado anunció que les negaría la visa para entrar a Estados Unidos a las parejas del mismo sexo de diplomáticos destinados en Estados Unidos. Pompeo también expandió la regla global de mordaza (conocida en inglés como Global Gag Rule), por la cual es aún más difícil para organizaciones de base extranjeras proveer servicios especializados de salud a mujeres y niñas vulnerables y a personas trans y no binaries que reciban fondos del gobierno de Estados Unidos.
Esto se inscribe en la violación de derechos dentro de Estados Unidos que está llevando adelante el gobierno de Trump con la detención y separación de familias, la prohibición de entrada a musulmanes, las vidas afectadas por la derogación del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), el resurgimiento de la racista "guerra contra las drogas", numerosos intentos por revocar avances por la igualdad de los derechos LGBTQ, y restricciones ilegales a los derechos de los que buscan asilo.
El último episodio contra los derechos humanos del secretario Pompeo se produjo hace una semana. El Departamento de Estados anunció la creación de la "Comisión sobre Derechos Inalienables" para reexaminar la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, para diferencias los derechos "inalienables" de aquellos "ad hoc" y para revisar el rol de los derechos humanos en la política exterior estadounidense. Esta Comisión sienta un terrible precedente y envía un peligroso mensaje al mundo al cuestionar la legitimidad del sistema universal de derechos humanos mientras que envalentona a los actuales gobiernos que violan derechos.
Desde la transición a la democracia, Argentina es reconocida en el mundo casi exclusivamente, más allá de los gobiernos, por su política de derechos humanos y, en particular, por el logro de la sociedad de juzgar los crímenes graves cometidos por el terrorismo de estado. Este esfuerzo le ha permitido ganarse un lugar en la comunidad internacional. Sin embargo, durante la gestión del gobierno de Cambiemos, la política de derechos humanos a nivel nacional ha desandando políticas de protección de derechos en distintos campos. En temas de seguridad, ha promovido y aplicado políticas que respaldan el uso abusivo de la fuerza y el uso letal de las armas de fuego en casos de huidas de sospechosos (como el caso Chocobar) y contra amenazas no proporcionales (como el caso de Rafael Nahuel en Bariloche). También se ha caracterizado por la represión de protestas sociales y la criminalización y persecución de líderes sociales y manifestantes, políticas regresivas en materia de migrantes promovidas por decreto y por el uso arbitrario de la ley anti terrorismo para detener ciudadanos argentinxs o de otros países, entre otras. 
En términos de política exterior, si bien han denunciado las violaciones en Venezuela, no lo han hecho con otras situaciones preocupantes como las políticas xenófobas, racistas y anti derechos del presidente brasileño, Jair Bolsonaro; las violaciones gravísimas de derechos humanos que ocurrieron como consecuencia de la "guerra contra el narcotráfico" declarada por el expresidente mexicano Enrique Peña Nieto y los retrocesos en los acuerdos de paz colombianos desde la asunción de Iván Duque. En este contexto, es un gran retroceso que la política exterior de nuestro país profundice la subordinación a los intereses de Estados Unidos en lo que Juan Gabriel Tokatlian ha denominado "unilateralismo periférico concesivo hacia Estados Unidos" y el impacto para los derechos humanos sólo podrá empeorar.
* Gastón Chillier. Es director ejecutivo del CELS y Co presidente de la INCLO-International Network of Civil Liberties Organizations.

CENITAL.COM

Irán y Estados Unidos: entre la tensión y la negociación

Las versiones sobre un derribo de un dron del país árabe en el Estrecho de Ormuz, un día después de la captura de un buque, elevaron las tensiones en Medio Oriente. La discusión por el futuro del acuerdo nuclear persiste.

19 de julio de 2019 11:07 hs 
Las tensiones en el estrecho de Ormuz, donde circulan una gran cantidad de buques petroleros, se intensificaron en las últimas horas, en un nuevo capítulo de la disputa abierta que mantienen Estados Unidos e Irán.
Ayer, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el derribo de un dron iraní en el estrecho con la justificación de que volaba cerca de uno de sus buques. "Esta es la última de muchas acciones provocativas y hostiles de Irán contra los buques. . . En aguas internacionales ", tuiteó el jueves. Según Trump, el dron volaba en un rango de 1000 yardas (poco más de 900 metros) e ignoró varios pedidos para salir del área. La medida llegó el mismo día en el que Irán capturó un buque extranjero de proporciones pequeñas, según explicaron desde el país árabe, por presunto contrabando de petróleo. Hace unas semanas la zona había sido testigo de una escalada militar entre ambos países, cuando Irán atacó un dron estadounidense y estos, pese a tener lista una respuesta mayor, respondieron con un ciberataque.
Este viernes, el vicecanciller iraní, Seyed Abbas Araghchi, desmintió que Estados Unidos haya derribado el dron. "No hemos perdido ningún avión no tripulado en el Estrecho de Ormuz ni en ningún otro lugar. ¡Me preocupa que el USS Boxer [el buque estadounidense] haya derribado sus propios UAS [dron] por error! ", tuiteó.
El jueves, un día antes de la desmentida, Irán, mediante su canciller Mohammad Javad Zarif, manifestó que el régimen esta dispuesto a ratificar el "protocolo adicional" del Acuerdo Nuclear, que permite al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) llevar a cabo inspecciones más exhaustivas antes del 2023, la fecha prevista para las inspecciones, si Estados Unidos levanta las sanciones que siguieron a la retirada del país del Norte del acuerdo, en lo que parecía ser un guiño orientado a negociar una distensión. Los reclamos de la administración Trump, no obstante, exceden a la letra chica del acuerdo e incluyen las actividades de grupos que financia Irán en Medio Oriente, como Hezbollah, y el resto de su equipamiento militar, entre otras cosas.
La disputa entre ambos países, por ahora, amenaza con seguir escalando. En las últimas horas, mientras tanto, la justicia de Gibraltar decidió prolongar por un mes la retención de un buque iraní capturado en julio que supuestamente se dirigía a Siria. Irán lo calificó como "piratería". La decisión de continuar con la retención es apenas un episodio en una saga de roces que alejan cada vez más al país árabe de Occidente

Una primicia de Wiñaski que Página/12 publicó hace 10 años

El aporte de los servicios a la causa AMIA
Una primicia de Wiñaski que Página/12 publicó hace 10 años
Clarín presenta en tapa este domingo una "Investigación exclusiva" cuya principal novedad fue publicada en este diario en mayo de 2009. La "primicia" está en línea con las actuales necesidades de Donald Trump para arrinconar a Irán y las de Mauricio Macri para complacerlo.
Las caras de Salman El Reda distribuidas por los servicios de inteligencia.
Las caras de Salman El Reda distribuidas por los servicios de inteligencia. 
Sería gracioso si no estuviera relacionado con la muerte de 85 personas. La nota que, con la firma de Nicolás Wiñaski, se publica hoy en Clarín como una “Investigación exclusiva” que revela “El cruce de llamadas que apunta a El Reda como jefe operativo del atentado a la AMIA” , solo repite información sobre ese tema ya publicada por Página/12 hace más de diez años.
Clarín se vanagloria de haber accedido “a los llamados del terrorista entre el 21 de abril y el 18 de julio de 1994, día del atentado”. No parece tanto mérito ya que lo mismo pueden decir todos los lectores de Página/12 del jueves 21 de mayo de 2009.
En ese diario, bajo el título “La pieza clave en la teoría del fiscal” , una exhaustiva nota de Raúl Kollmann, que se reproduce completa a continuación, incluía el listado de llamadas telefónicas. Aunque en ese momento era novedoso, este diario reconoce que tampoco fue tanto el mérito de conseguirlo: la información figuraba en el documento mediante el cual el entonces fiscal Natalio Alberto Nisman pedía la detención de Samuel Salman El Reda, a quién le adjudicó el papel de “coordinador de la llegada al país, la estadía y partida del grupo operativo que cometió el atentado”. El elemento clave de la acusación eran justamente esos llamados telefónicos.
El problema de la acusación de Nisman, que diez años después sigue irresuelto en la nota que Wiñaski reconoce como basada en informes de los servicios de inteligencia , era que carecía de pruebas judiciales que corroboren los interesados memos aportados a la Side por sus colegas norteamericanos e israelíes. De acuerdo a los objetivos estratégicos de esos países, todos estaban dirigidos a afirmar la culpabilidad de Irán y Hezbollah en los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA en Buenos Aires.
A diferencia de Wiñaski, en 2009 Kollmann no se limitaba a reproducir los informes de inteligencia copiados por Nisman como verdad revelada, sino que ponía la acusación del fiscal en su contexto, mostraba sus limitaciones y desnudaba los problemas que la debilidad probatoria del pedido de detención tendría sobre el futuro de la investigación.
Diez años después, los gobiernos de Argentina y Estados Unidos buscan que la justicia deje de lado tanto prurito y condene definitivamente a Irán. Para ello impulsan la legalización del llamado “juicio en ausencia”, no contemplado en la legislación argentina, que permitiría una condena sin que los acusados puedan ejercer su derecho a la defensa. En otras palabras, sin pruebas o con pruebas inventadas o no confrontadas. Si lo consiguen, el camino a la verdad sobre lo ocurrido en la AMIA quedaría definitivamente clausurado, ya que nunca se establecería la culpabilidad o inocencia real de los actuales acusados.
Este objetivo es lo que explica el apuro por que Argentina abandone su tradicional respeto a la lista de la ONU sobre organizaciones terroristas para sumarse a los pocos países, todos ellos subordinados incondicionales de Washington, que consideran como tal a la organización libanesa Hezbollah. Y también los siete millones de dólares que Estados Unidos puso como recompensa para los que aporten a la detención de El Reda, eso que Nisman pidió el ya lejano 20 de mayo de 2009.
Tanto movimiento no tiene nada que ver con la investigación del atentado a la AMIA. Para el gobierno de Donald Trump se trata de acumular todas las municiones propagandísticas posibles destinadas a respaldar su actual ofensiva sobre Irán. Para el gobierno de Mauricio Macri se trata de quedar bien de todas las maneras posibles con el de Trump, a quien considera el verdadero gestor del crédito del FMI que evita otra corrida bancaria antes de las elecciones.

Texto completo de la nota de Página/12 del 21 de mayo de 2009:


EN LA CAUSA POR EL ATAQUE A LA AMIA, LA FISCALIA PIDIO LA DETENCION DE UN COLOMBIANO

La pieza clave en la teoría del fiscal


Por Raúl Kollmann
El fiscal federal abocado al caso AMIA, Alberto Nisman, pidió la detención del ciudadano colombiano Samuel Salman El Reda, en su momento convertido al Islam, a quien considera una pieza clave de la conexión local del ataque contra la mutual judía. En investigaciones anteriores, Nisman concluyó que el atentado se coordinó desde la Triple Frontera, más concretamente la localidad brasileña de Foz de Iguazú, a través de un celular comprado a nombre de un tal André Marques. Este sujeto nunca pudo ser identificado. Lo más llamativo del celular de Foz de Iguazú es que recibió la primera llamada desde el aeropuerto de Ezeiza el 1º de julio de 1994 y la última comunicación se estableció el 18 de julio, una hora antes del atentado. Ni antes ni después se usó ese celular. Ahora, Nisman afirma que quien hizo estas llamadas y otras que el fiscal vincula con la organización libanesa pro iraní Hezbolá fue El Reda –que figura desde hace años en la causa judicial– y le adjudica el papel de “coordinador de la llegada al país, la estadía y partida del grupo operativo que cometió el atentado”.
Los hermanos El Reda, Salomón y José, se casaron con las dos hermanas Saín, Silvina y Karina, ambas argentinas, y esta última colaboradora del agregado cultural de Irán en la Argentina, Mohsen Rabbani. Lo que afirma Nisman es que todo el grupo, con Rabbani a la cabeza, se volcó a un islamismo fundamentalista y, por orden de las máximas autoridades del gobierno de Teherán, concretaron el atentado contra la AMIA para vengarse de Carlos Menem por haber incumplido acuerdos de asistencia nuclear. Nisman sostiene que en agosto de 1993 hubo una reunión de los líderes iraníes en la ciudad de Mashad y allí se decidió el atentado. Por eso Nisman viene pidiendo desde hace años la detención –entre otros– del que fuera el presidente de Irán en ese momento, Alí Rafsanjani, hoy una de las cabezas de la oposición moderada de Irán. Las débiles evidencias sobre aquella reunión y decisión provienen de arrepentidos y opositores al régimen de Teherán, ninguno de ellos asistente al encuentro.
En cualquier caso, Nisman resolvió trabajar ahora más directamente sobre la conexión local, o sea los que actuaron en la Argentina para organizar y concretar el atentado. Como se ha visto en casi todos los ataques terroristas del mundo, las organizaciones que cometen ese tipo de atentados recurren a su propia gente, no a desconocidos. En este terreno es que entraría El Reda: un hombre convertido al Islam, que estuvo en la Argentina y la Triple Frontera casi todo el tiempo desde 1987 hasta 1994, y estrechamente ligado al grupo que Nisman considera el más radical, nucleado en la mezquita de Al Tauid, de Floresta. Allí, Rabbani era el líder espiritual y fue quien casó a las dos parejas El Reda-Saín. Aunque no lo dice taxativamente, para el fiscal también es un indicio que El Reda viva en el Líbano desde la época del atentado y lo mismo ocurre con su esposa –que se fue un mes antes del ataque– y su cuñada, que partió de la Argentina más tarde, en 1995. Tal vez, el colombiano –que sigue usando pasaporte de ese país– ahora resuelva comunicarse desde allí para ejercer su defensa.
El vértice de toda la pesquisa del fiscal está en el celular de André Marques. De ese celular, que sólo funcionó del 1º al 18 de julio de 1994, se hicieron llamadas a lo que Nisman, la SIDE y la CIA sostienen que es una central de Hezbolá en el Líbano y a dirigentes vinculados con esa organización en la Triple Frontera, San Pablo y Nueva York. Nunca estuvieron claras las dos puntas más importantes de las llamadas: nadie sabe quién es André Marques porque el celular fue comprado con el sistema de tarjeta y nadie conocía tampoco la identidad de quien se comunicaba desde Buenos Aires, porque siempre lo hizo desde locutorios ubicados cerca de la AMIA o cerca de la mezquita de Floresta.
El nuevo paso que da ahora Nisman es señalar a El Reda como la persona que llamó desde Buenos Aires a André Marques. Al comunicarse por primera vez desde Ezeiza y por última desde Aeroparque, Nisman concluye que verificó la llegada y la salida del grupo operativo. Además, como El Reda hizo muchas llamadas desde los locutorios cercanos a la AMIA y a la mezquita, el fiscal también la atribuye a El Reda el papel de apoyo logístico del atentado.
¿Cómo sabe Nisman que quien llamaba a Marques era El Reda? Esencialmente porque estudió las llamadas inmediatamente anteriores y posteriores que se hicieron en cada uno de los locutorios utilizados por el misterioso personaje.
La enumeración es la siguiente:
* Después de la primera llamada, a las 10.53 del 1º de julio de 1994, desde Ezeiza, hubo una comunicación con un teléfono de Hezbolá en el Líbano. A continuación, se cursó una llamada con un familiar de El Reda que vive en Alemania.
* El día 3 de julio de 1994, tras llamar a Marques a Foz de Iguazú, se comunicó –siempre desde el locutorio– con su esposa Silvina Saín en el Líbano. Apenas segundos después de cortar, llamó a uno de los teléfonos que el fiscal le adjudica a Hezbolá.
* Desde los mismos locutorios de los que llamaba a Marques, en los días siguientes también intercaló llamadas a su esposa y a sus padres. Eso ocurrió los días 8, 9 y 15 de julio.
* Como ya determinó el fiscal anteriormente, Mohsen Rabbani, desde su celular, realizó una llamada originada en el barrio de Once el viernes 15 de julio a las 18.10. La hipótesis del fiscal es que Rabbani estaba controlando el estacionamiento de la Trafic en una playa ubicada al lado del Hospital de Clínicas. Rabbani llamó en ese momento a la mezquita y Nisman afirma –algo que es difícil de probar– que quien atendió fue El Reda. El fiscal lo fundamenta en que minutos después, desde un locutorio cercano a la mezquita, hubo una llamada a Marques y luego a un dirigente de Hezbolá en la Triple Frontera, Khodor Barakat. Según consignó el Tribunal Oral que durante tres años llevó adelante el juicio por el atentado, la Trafic quedó en aquella playa de estacionamiento durante todo el fin de semana, la retiraron en algún momento del domingo 17 y la hicieron estallar el 18.
* El último llamado al celular de Marques se hizo el 18 de julio a las 7.41, desde un locutorio en Aeroparque. Nisman afirma que en ese momento ya estaba todo arreglado para el ataque, el suicida en la camioneta, los explosivos en la parte de atrás y el gerente del atentado, El Reda, tomó un vuelo hacia Iguazú a las 8.20. La lista de pasajeros de aquel vuelo de Austral no está disponible, porque los datos no se conservan, de manera que eso es incomprobable. Lo cierto es que de acuerdo con esta hipótesis, El Reda no se quedó a verificar nada, sino que dejó el país antes de la explosión porque seguramente iban a prohibir las salidas de los aviones y se iban a cerrar las fronteras.
Nisman agrega entre las pruebas que El Reda se movía con documentos falsos porque tiene totalmente probado que estuvo en la Argentina el 21 y 22 de abril de 1994 –hizo trámites en la Policía Federal y en la embajada del Líbano– y esas entradas y salidas no figuran en los registros de Migraciones. Lo mismo ocurre con algunos movimientos que hizo en Colombia: las autoridades de ese país lo tienen ubicado dentro de su territorio en épocas en las que está probado que ya se había ido.
Como es obvio, resulta más que difícil encontrar evidencia quince años después de cometido el atentado. El centro de la imputación de Nisman se basa en la siguiente secuencia:
* Irán ordenó el atentado.
* La organización libanesa pro iraní Hezbolá lo concretó.
* El Reda tenía vinculaciones con el agregado cultural iraní y con Hezbolá e hizo llamadas a un celular de la Triple Frontera también vinculado con Hezbolá.
* Ese celular sólo funcionó en la época del atentado.
* El Reda y su esposa se fueron al Líbano y no volvieron.
* El Reda es sospechoso.
El próximo paso es que el juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral, evalúe el pedido de captura contra El Reda. Todo indica que le dará curso. Habrá que ver si el colombiano se hace escuchar desde el Líbano e, incluso, si este país lo extradita a la Argentina.

La hoja de ruta del FMI

Extender el acuerdo a 10 años y ayudar a reestructurar la deuda con el mercado a cambio de las reformas laboral, previsional y tributaria  
La hoja de ruta del FMI
El gobierno 2020 estará muy condicionado por la auditoria del acreedor privilegiado Fondo Monetario Internacional. El caso de Ucrania. El gobierno de Macri exacerba la grieta como parte de su combate a “la pasión igualitaria” asociada al populismo. 
La economía a partir del 2020 estará muy condicionada por la herencia macrista. El stock de deuda equivalente a casi el 90 por ciento del Producto Interno Bruto es una carga muy pesada. Si a este ya potente limitante se le agrega que el Fondo Monetario Internacional es auditor de la gestión de gobierno y uno de los principales acreedores, la capacidad de desplegar una política económica con cierto margen de autonomía se reduce considerablemente. Es una restricción fundamental para las perspectivas de un gobierno diferente al actual, incluso también para un escenario de Mauricio Macri reelecto. Lo que sucede es que no hay misterios acerca de qué pasará en un segundo mandato macrista. No habrá una estrategia para tratar de administrar esa restricción, sino que el sendero anunciado es hacer lo mismo pero más rápido, lo que tendrá como consecuencia la profundización de la actual crisis socioeconómica. Cada una de las variables congeladas a presión (dólar y tarifas ) tiene destino de estallido, el cual sería más intenso que los desbordes padecidos en estos años de macrismo. En ese panorama crítico, el Fondo estará omnipresente en la vida cotidiana indicando la hoja de ruta que pretende para la economía argentina.

Exigencias

El gobierno de Macri convocó nuevamente al país al FMI, con todo lo que eso significa, no sólo como proveedor de dólares -además acreedor privilegiado-, sino como auditor dominante de la política económica. No son secretas las exigencias que planteará la tecnoburocracia de Washington para el gobierno 2020. El camino que han trazado es el siguiente:

1. Como el programa financiero definido con el gobierno de Macri es un desastre , al concentrar el 90 por ciento del crédito entre junio de 2018 y diciembre de 2019, y que ha sido diseñado para financiar la campaña electoral del oficialismo, a mediados del año próximo será necesaria la redefinición de los vencimientos, concentrados en 2021 y 2022.
2. El Fondo está predispuesto a refinanciar los vencimientos, convirtiendo el stand by en un programa denominado Extended Fund Facility, de hasta 10 años.
3. El paso previo que propondrá es colaborar en el “reperfilamiento” de la deuda con el sector privado. Como lo ha dejado escrito en el memorándum de entendimiento del stand by y en cada una de sus revisiones, la deuda argentina es “insustentable con elevada probabilidad”.
4. Todo este esquema de colaboración del FMI viene con una exigencia: instrumentar las reformas laboral, previsional y tributaria, además de continuar con el ajuste fiscal.
Es una hoja de ruta que muestra disposición a ayudar a administrar la carga pesada de la deuda, pero con un condicionamiento fulminante para cualquier política que aspire a mejorar el bienestar general.

Deuda

El reporte de la cuarta revisión del acuerdo stand by, aprobado por el directorio del FMI y que significó el giro de unos 5400 millones de dólares para engordar las reservas del Banco Central, vuelve a afirmar que “existen riesgos significativos para la sostenibilidad de la deuda”. Los riesgos más evidentes a corto plazo que menciona son los siguientes:
· El monto elevado de las necesidades de financiamiento bruto en un escenario estresado para la economía argentina.
· La posibilidad de la irrupción de perturbaciones en el mercado cambiario en el período preelectoral, que podría traducirse en un aumento del riesgo país y en una mayor devaluación.
· Gran parte de la deuda está nominada en moneda extranjera, lo que hace que la dinámica de la deuda sea sensible a los movimientos del tipo de cambio real.
· Las grandes necesidades de financiamiento externo de la economía, que en pasadas crisis de mercados emergentes ha demostrado ser un fuerte predictor de una crisis de deuda.
· El hecho de que el ajuste fiscal es ambicioso en relación con situaciones similares en otros países, al ubicarse entre el 5 por ciento de los programas más exigentes.
· El acuerdo stand by cubre sólo la deuda del gobierno nacional y, por lo tanto, se subestima la sostenibilidad del total de deuda externa del país, que incluye a la de las provincias emitida en dólares.
· El gobierno nacional enfrenta pasivos contingentes por la necesidad de recapitalizar el Banco Central y cubrir el déficit del sistema de pensiones.
El factor que actúa parcialmente como compensador es que gran parte de los acreedores –evalúan los técnicos del FMI- va a renovar al momento del vencimiento.

Fondo

El actual stock de deuda pública es insustentable en una economía con el freno de mano del FMI. La cuestión paradójica es que el Fondo comparte la primera parte de esta sentencia, pero su receta es la de profundizar el ajuste fiscal, lo que terminará hundiendo a la economía y, por lo tanto, reafirmando la insustentabilidad de la deuda.
La estrategia del Fondo es conocida porque ya la aplicó en Ucrania en 2015. Los técnicos que se ocupan de la economía argentina no tienen duda de que la deuda es impagable con su actual horizonte de vencimientos y por estar gran parte nominada en dólares. También consideran que es muy difícil cumplir con el plazo de reembolso del crédito stand by entregado para la campaña electoral de Macri.
La propuesta 2020 del Fondo será entonces convertir el programa stand by en un Extended Fund Facility, a un plazo de hasta 10 años, con una tasa un poco más baja y hasta con la posibilidad de recibir una ampliación del monto del préstamo de 10.000 a 15.000 millones de dólares.
A cambio de esta flexibilización para el repago de la deuda pedirá la instrumentación de reformas estructurales y la continuación del ajuste fiscal y monetario. Es el combo de la ortodoxia para evitar el estrangulamiento externo por la imposibilidad de cumplir con los vencimientos de la deuda, que implica consolidar una pauta de distribución regresiva del ingreso con pérdida de derechos laborales y sociales.
Con los acreedores privados, el FMI se ofrece para colaborar en la reestructuración de la deuda, que la presenta como “reperfilamiento” de los vencimientos. Pero para convencer a los fondos de inversión que acumulan más bonos de deuda, la condición que ponen es que el gobierno acepte primero transformar el stand by en un programa EFF. Como se explicó, el EFF viene a cambio de las reformas estructurales.
El recorrido para crear el condicionamiento a la economía es sencillo de comprender: entregar un préstamo millonario, el más abultado de la historia del Fondo a un país, en este caso para salvar del default al gobierno de Macri, con un esquema financiero desastroso que hace casi imposible su repago; el paso siguiente es ofrecer reconvertir ese programa en otro de largo plazo sólo si se acepta avanzar en las reformas laboral, previsional y tributaria; para finalmente determinar que se concretará ese nuevo acuerdo siempre y cuando se consiga la reestructuración de deuda con los acreedores privados.

Ucrania

La descripción de esta hoja de ruta del FMI no es ni teoría ni especulación. Es la misma que tuvo Ucrania y que ha comenzado a transitar la economía macrista. Cuando la deuda ucraniana había superado el 80 por ciento en relación al Producto Interno Bruto y con un stand by en vigencia, el FMI ofreció cambiarlo a un Extended Fund Facility y encarar el “reperfilamiento” de los vencimientos de la deuda externa con acreedores privados. La promesa fue que de ese modo la deuda pasaba a ser “sustentable”.
El Fondo intervino como uno de los principales acreedores del gobierno de Kiev y como operador privilegiado ante los grandes fondos de inversión internacional. El fantasma del default fue el argumento central para convencerlos. Después de cuatro meses de negociaciones, los cuatro grandes fondos con deuda ucraniana (Templeton, BlackRock, Pimco y Fidelity), los mismos que acumulan gran cantidad de deuda argentina, sellaron la reestructuración con una quita del 20 por ciento del capital, extensión de los plazos (en cuatro años), un leve aumento de la tasa de interés (medio punto más) y un cupón PIB.
El involucramiento del FMI para resolver el frente de la deuda ucraniana tuvo también un motivo geopolítico para las potencias europeas (Alemania y Francia) y Estados Unidos: fortalecer al gobierno de Kiev ante las tensiones políticas y militares con Rusia.

Alianza

Las experiencias de gobiernos anteriores enseñan que las relaciones de poder, internas e internacionales, juegan un papel relevante en la administración de una crisis, como la que existe hoy con el FMI como acreedor privilegiado.
La economía macrista está sumergida en una crisis de proporciones, que en estos meses hasta diciembre seguirá acumulando tensiones. Intervenir sobre ella para que no sea pagada por los sectores vulnerados (trabajadores, jubilados y pymes) requerirá, por lo tanto, de la conformación de una amplia alianza política, económica (sindicatos y empresas) y social. Incluso con ese activo la tarea puede ser fallida.
Como se mencionó, la presión sobre la política económica de un stock de deuda tan abultado, con la economía estancada y el FMI exigiendo ajuste y reformas estructurales, resulta un fuerte condicionamiento. Si bien las condiciones históricas y de contexto político eran diferentes a las actuales, el primer gobierno de la recuperación democrática liderado por Raúl Alfonsín tuvo que lidiar con la pesada herencia de la deuda de la dictadura militar. Después de intentar sin éxito la renegociación de la deuda y encarar una dura negociación con el FMI, sucumbió en el frente económico. Con la deuda como condicionante y el FMI como gendarme, el Plan Austral fue el puente de la agonía hacia la hiperinflación que acabó con el ciclo alfonsinista.
Ese colapso es ilustrativo de que el simple voluntarismo no servirá para emprender el camino de la reconstrucción. Ni tampoco servirá la visión tecnocrática que piensa que por conocer las leyes del mercado financiero internacional la negociación con el Fondo Monetario y acreedores privados será más fácil.

Pasión igualitaria

La obsesión enfermiza de frenar el populismo que tienen empresarios del grupo de WhatsApp "Nuestra voz" y una red de periodistas y medios conservadores está siendo otro factor importante para mantener a la economía en una de sus peores crisis. El inmenso blindaje mediático y la protección de Estados Unidos-FMI articulan el mecanismo de distracción de la sociedad, con la aceitada política de la mentira planificada liderada por la Jefatura de Gabinete, con el exclusivo objetivo de que Macri pueda competir con chances en las elecciones PASO (agosto) y de primera vuelta (octubre).
Pero los costos económicos para cumplir con ese objetivo son inmensos; también lo son en el ámbito social de convivencia democrática con un oficialismo fomentando el odio, la estigmatización y la persecución del adversario. La estrategia electoral del macrismo acentúa la grieta del enfrentamiento social, con la desesperada misión de acercarse a un triunfo en las urnas, sin importar las consecuencias que tiene en la reconstrucción del tejido social y la confianza para la inversión. La falsa ilusión de las corporaciones de enterrar al populismo se ha convertido en una maquinaria lubricada para destruir capacidades económicas y lazos sociales.
La deuda y el FMI son la principal restricción económica inmediata, que está montada en una estructural resumida en el concepto de "la grieta", alentada hasta el extremo por el poder económico. En estos días de mención vulgar del marxismo, los grupos más reaccionarios son los que se han arrojado a liderar una implacable lucha de clases, pero no es el trabajador el sujeto activo de esa puja para alcanzar la revolución, sino que el capital concentrado se ha puesto el objetivo de barrer con derechos de trabajadores y jubilados, para moldear una sociedad sometida y sin “la pasión igualitaria”.
En estos casi cuatro años de macrismo, esa lucha de clase está reflejada en la destrucción de empleo registrado, aumento del empleo precario y fuerte caída de la participación de los trabajadores en el ingreso.
La pasión igualitaria es considerada por los intelectuales del régimen como el pecado original de la decadencia argentina, que consiste en que las familias argentinas consideran la equidad como un valor político relevante. Afirman, a contramano de la evidencia empírica de otros países, que esa búsqueda de la equidad limita la posibilidad de desarrollo. Combaten entonces el crecimiento e inclusión de la industrialización, la protección social y los altos salarios.
El macrismo viene a cumplir entonces la tarea de derrotar en política (en las urnas) y culturalmente (en el sentido común) al populismo, que está asociado a la pasión igualitaria de los argentinos. Y para vencerlo apela a herramientas del marketing electoral hasta niveles de exacerbar el enfrentamiento social con el despliegue de un fulminante aparato de la mentira sociopolítica.

El raid mediático de Vidal mostró menos eficacia La repregunta hiere el coucheo amarillo

La gobernadora bonaerense recorrió los sets y dejó expuesta la inconsistencia del discurso armado ante los datos de la realidad.
Con Alejandro Fantino, la gobernadora Vidal compartió una charla televisada.
Con Alejandro Fantino, la gobernadora Vidal compartió una charla televisada. 
El “Plan V” se hizo realidad en los medios. En los últimos días, María Eugenia Vidal, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires se subió a un raid mediático que la ubicó como la principal vocera de campaña del oficialismo. Provista de una imagen positiva que supera a la de cualquiera de sus compañeros de coalición, sonriente y compungida según la ocasión, dueña de una indisimulable expresividad, la gobernadora concedió una serie de entrevistas televisivas que expuso la estrategia de Cambiemos en el inicio de la campaña, pero que también dejó en claro la debilidad de un discurso que pierde sustento ante la magnitud de la crisis económica y social. Con un pasado de casi cuatro años en la gestión, Cambiemos ya no puede prometer tan livianamente un futuro venturoso ni negar su responsabilidad sobre la actual realidad. Vidal sufrió en carne propia la fragilidad de un relato de laboratorio que, por contraste con los índices económicos y por el hastío de la repetición autómata, carece de consistencia. 
El “Plan V” por los medios comenzó en la madrugada del jueves 11, cuando Vidal inauguró la sección “Staff de candidatos” en el ciclo Staff de noticias (lunes a viernes a las 0.30), de Telefe. En una entrevista a cargo de Gisela Busaniche, Nacho Girón y Jonathan Viale, la gobernadora afirmó por primera vez su particular respuesta sobre la pobreza. “La pobreza que hoy tenemos es similar a la que el kirchnerismo había dejado y no la había reconocido. En todo caso hemos fallado en reducirla. Pero también creo que hay muchas maneras de mirar la pobreza. No es solamente un tema de ingresos; si fuera un tema de ingresos sería más fácil de resolver. Es un problema de hábitat, de acceso al agua, a las cloacas, al asfalto, de tener un espacio público de calidad, de acceder una escuela pública que te enseñe lo que necesitás para salir adelante, de tener que una salita que funcione y te de un turno para no tener que ir a una guardia a las 2 de la mañana”, afirmó Vidal, con su habitual gestualidad, antes de confesar su amor incondicional por Cristian Castro.
La segunda escala del tour mediático fue en Animales sueltos (América), donde casualmente también inauguró una sección de entrevistas a políticos: “Animales en la calle”. Promocionada en pantalla durante días, la nota de Alejandro Fantino en la base aérea de Morón estuvo marcada por la fascinación del conductor con la gobernadora. “Más que nota es una charla con vos”, le confesó Fantino, de entrada. La primera pregunta del conductor lo corroboró: le consultó por qué se había dedicado a la política, teniendo cuarenta y picos de años y siendo madre. “Porque siento que vale la pena y es mi vocación: servir”, le respondió, grandilocuente, la gobernadora. Vestida con un poncho de los que se compran en un local de moda más que en el taller de un artesano de pueblo bonaerense, Vidal tuvo tiempo –y un camino libre de cuestionamientos sobre la gestión– para victimizarse. “No soy libre”, se lamentó.
La de Fantino puede considerarse una entrevista histórica: fueron 47 minutos en los que no hubo ninguna pregunta sobre su gestión como gobernadora. Ni una. Ni lo pobres ni el desempleo ni la situación de la salud y de la educación pública fueron abordados. Ni siquiera fueron nombrados. En la “charla” de “entrecasa” en Animales sueltos, Vidal desplegó la versión que más cómoda le queda: no la de la dirigente política que gobierna un distrito empobrecido, sino la de una mujer sacrificada, que sufre el poder y que le duele la provincia por la que, sin embargo, va por su reelección. “Cuando me preguntan cuántos hijos tengo, desde 2015 digo que tengo tres hijos y la provincia”, exageró, provocando la carcajada de Fantino.
Cuarenta y ocho horas después, Vidal volvió a la pantalla de América, a Debo decir. En el mano a mano de una hora con Luis Novaresio, la gobernadora volvió a calzarse el traje de política para ceñirse al libreto para justificar la desocupación. “Desde el primer semestre de 2015 hasta hoy se generaron, netos, 500 mil puestos de trabajo. ¿Hay más desocupación? ¿Por qué? Porque hay más crecimiento de la población y porque más gente busca trabajo”, afirmó, sin esperar que Novaresio le retrucara que es evidente “el parate en la economía”. “Cuando uno discute no hay que discutir títulos sino con profundidad”, le respondió al periodista, luego de que Novaresio le enumerara las cifras de recesión, de cierre de fábricas, desocupación y de pobreza. “Nuestro modelo es un modelo de creación de empleo sustentable y de infraestructura”, afirmó Vidal. Novaresio tampoco se la dejó pasar y le dijo que la actividad en la construcción había bajado. La gobernadora retrucó con un caso puntual. Un recurso habitual: hablar de la excepcionalidad para contrarrestar lo general. 
El ajustado plan de medios que protagonizó Vidal terminó, tal vez, por exponer la pasteurización de un discurso que, ante el menor cuestionamiento, hace agua. Ni siquiera la gobernadora pudo sortear la cada vez más amplia brecha entre el libreto de campaña y la realidad. El martes, en Corea del Centro, el ciclo de María   O’Donnell y Ernesto Tenembaum, nuevamente quedaron en evidencia los riesgos de ser rehén de un relato que prescinde de la realidad. “La pobreza es similar a la que tenía el kirchnerismo”, atinó a decir, sin considerar que los periodistas iban a repreguntar con datos, mostrándole que el modelo económico de Cambiemos había empeorado la situación de los bonaerenses. “Qué es peor. Si le preguntás a alguien que vive en San Miguel o Tres de Febrero si está peor, después de que le pusieron el asfalto en su casa y espero 40 años, y ahora se pudo poner zapatillas de color blanco, tal vez no te dice que está peor”, afirmó la gobernadora, en una respuesta que tanto en su difusa construcción gramática como en la caída de sus ojos, mostró su poca credibilidad. Algo similar le sucedió un día después, cuando en A dos voces, en plena pantalla de TN, Marcelo Bonelli y Edgardo Alfano también le cuestionaron una y otra vez su discurso desfasado de la realidad.  
El raid mediático de Vidal vuelve pertinente preguntar, entonces, si  en los últimos años Cambiemos construyó una sólida comunicación gubernamental, como muchos sostienen, o si en realidad lo que faltaron  fueron más preguntas y repreguntas con información para cuestionar un relato al que ya no hay intérpretes que lo puedan sostener.  
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