Fallaron las protecciones y cayó el sistema eléctrico de todo el país. “Jamás sucedió un salto y una reacción en cadena así”, explicó el especialista Andrés Repar.
Gustavo Lopetegui, que llegó al Gobierno para trabajar como “los ojos y oídos del Presidente”, quedará en los libros como el secretario de Energía del día en que la ceguera eléctrica afectó a 50 millones de sudamericanos. Un apagón sin precedentes dejó sin luz a todo el país y a parte de Uruguay y Brasil. “Jamás en la Argentina antes sucedió que saltara totalmente una línea, provocara una reacción en cadena y no funcionaran las protecciones”, dijo a PáginaI12 Andrés Repar, miembro del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz y del Observatorio de Tarifas de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo.
Lopetegui reemplazó a Javier Iguacel, que a su vez había reemplazado a Juan José Aranguren. Comenzó en el Gobierno el 10 de diciembre de 2015 como funcionario de la Jefatura de Gabinete de Marcos Peña. El otro par de ojos y oídos de Mauricio Macri era Mario Quintana. Los dos vicejefes de Gabinete controlaban todo el gabinete para Macri y Peña. Hasta septiembre de 2018, cuando la crisis hasta entonces más fuerte de la administración los expulsó del centro del poder. Quintana llegó al Estado desde Farmacity. Lopetegui desde su empresa Eki y desde su puesto de Ceo de Lan, la firma del presidente chileno Sebastián Piñera. Se hizo famoso entre los ministros porque con un Excel controlaba la marcha del gabinete. Ayer el Excel fue reemplazado por un gráfico que circuló desde las 7 de la mañana, hora del comienzo del corte absoluto de electricidad en la Argentina y vecindades. Mostraba la línea roja de la energía mientras caía a pique hasta llegar a cero. Cerebro del plan que acumuló los aumentos de tarifas de gas y electricidad en los primeros meses del año para que no incidiera tanto en las elecciones, Lopetegui continuó la línea de fondo de Macri, Peña, Aranguren e Iguacel de dolarizar las tarifas y dispararlas.
Repar, que es ingeniero y especialista en energía, explicó a este diario que “ninguna tormenta, ninguna lluvia, provocó jamás un apagón así”.
Contó que en la jerga hay varias palabras claves. Una expresión clave es “arco eléctrico”. Es un accidente. Un cortocircuito. “Aunque no es probable que suceda, puede juntarse un cable con otro, como el negativo y el positivo de una casa”, dijo Repar. “También puede caer una rama. O una cadena. O un pájaro que defecó en un aislador. O mucha agua donde no debía estar. O neblina ácida.”
Repar pidió “ser serios” en la investigación de la causa pero no tuvo dudas sobre su diagnóstico: “Falló la redundancia”, dijo. “Redundancia” es otra palabra habitual en la jerga de los ingenieros. Alude a la secuencia de mecanismos de protección que deberían ir superponiéndose para que el peor inconveniente no se convierta en una catástrofe como la que dejó sin luz a la Argentina entera.
“Claramente las protecciones no actuaron, y eso es responsabilidad de Transener y Cammesa”, afirmó Repar.
Cammesa es la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico. Está integrada por representantes del Estado y de las empresas privadas de transporte de electricidad, generación, distribución y grandes usuarios.
La Compañía de Transporte de Energía Eléctrica en Alta Tensión Transener se presenta a sí misma como “la empresa líder en el servicio público de transporte de energía eléctrica en extra alta tensión en la República Argentina”.
Transener es de Pampa Energía, la empresa del amigo presidencial Marcos Marcelo Mindlin. Es el mismo empresario que hace dos años le compró la constructora IECSA a Angelo Calcaterra, primo presidencial. Ahora la firma se llama SACDE. Se benefició de una parte de las obras del Paseo del Bajo y su sueño es soterrar el Ferrocarril Sarmiento.
Transener buscó desligarse del apagón. “Es un colapso del SADI, el Sistema Argentino de Interconexión Eléctrica, responsabilidad del Estado nacional”, opinó la empresa buscando deslindar culpas.
“Como en las tareas de mantenimiento, Transener divide sus tareas operativas entre las que se vinculan directamente a sus líneas y estaciones de Alta Tensión y las que pertenecen a terceros”, dice la página oficial de la empresa.
“La situación fue tan grave que hasta falló el recierre”, dijo Repar. Y explicó: “Recierre es la reconexión de una línea después de un salto. O no funcionó la reconexión o no fue suficientemente eficaz. La línea directamente quedó afuera del sistema y sin tensión”.
La línea que tuvo el problema, según Repar, fue la que está a la salida de Yacyretá y el tramo que enlaza Colonia Elía y San Javier (una del lado entrerriano, otra del lado uruguayo) con General Rodríguez, en la provincia de Buenos Aires.
“Esto es lo que ocurre cuando las empresas no trabajan en función de la seguridad de la población sino basados solo en el espíritu de lucro de los grupos que están detrás de la inversión, y encima el Estado no hace el control adecuado”, dijo Repar. “Lopetegui dijo que el hecho era grave, que es lo menos que podía decir, pero no explicó nada. Nadie sabe qué pasó después del corte. Si fue sobrefrecuencia o subfrecuencia, si las centrales que quedaron en el sistema para reemplazar a Yacyretá y Salto Grande bajaron la frecuencia y se desconectaron… Y además, ¿por qué se desconectaron todas las líneas si Uruguay repuso el servicio en menos de tres horas con sus máquinas de Salto Grande?”
“Se tendría que haber aislado la falla y las máquinas del sistema deberían haber subido de manera automática para compensar”, señaló un delegado que pidió reserva de su identidad.