miércoles, 21 de febrero de 2018

ENVAR “CACHO” EL KADRI Y LA CRÍTICA A LAS ARMAS 20 febrero, 2018 0 Pensamiento crítico, Por Juan Godoy (Sociólogo, UBA)

“La derrota de un proyecto de país liberado, con justicia social, con soberanía política y con independencia económica se va a ir revirtiendo en la medida que seamos capaces de construir desde nosotros mismos ese mundo solidario, más justo, más fraterno, más igualitario que soñamos y por el cual luchamos”. Envar El Kadri
El 1º de Mayo de 1941 se conmemoraba el día del trabajador, nuestro país transitaba lo que serían los últimos años de la década infame, ese día en la provincia de Córdoba que al menos los primeros años había quedado en cierto sentido distanciada de la infamia de esa época, en Río Cuarto nace Envar El Kadri que va a dedicar toda su vida a la lucha por la liberación nacional, los trabajadores, los humildes de la Patria.
El Kadri tiene una profunda formación política e intelectual (Ana Lorenzo comenta que era un ávido lector, pero que no hacía alarde de ello), lo que le permite articular virtuosamente la teoría y la praxis, en tanto lo entiende John William Cooke cuando afirma que “la teoría es necesaria (…) los burócratas creen que la política es puro pragmatismo, y como ellos son los empíricos por excelencia, también se creen los más altos políticos; la teoría es extraña o exótica, como dicen repitiendo las consignas oligárquicas. No ven que la acción y la práctica no son categorías independientes sino partes indivisibles de la lucha revolucionaria. No ven que la acción es conocimiento revolucionario que se sustenta a sí mismo, separado de la acción. La lucha revolucionaria es acción enriquecida por el conocimiento; compenetración de la realidad”. (Cooke, 2009: 72) En esa formación tiene relación con pensadores nacionales, militantes políticos y gremiales centrales de nuestra historia reciente de los cuales se nutre. Entre otros podemos nombrar a José María “Pepe” Rosa, Fermín Chávez, el mismo “Bebe” Cooke, Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortíz, a los sindicalistas Jorge Di Pascuale, Alfredo Ferraresi de Farmacia o a Sebastián Borro del gremio de la carne con quien participa de la histórica toma del Frigorífico Lisandro de la Torre en el barrio de Mataderos.

También tiene una formación en el ejército, lo cual le permite, a partir de una frase de su padre en el ingreso: “hijo, quiero que vos seas como San Martín, tomá ese ejemplo”, conocer la tradición sanmartiniana, las diferentes vertientes de las Fuerzas Armadas y no “caer” en el anti-militarismo abstracto. Recibido de Cadete, ingresa al Liceo Militar, donde se niega a quemar los libros peronistas. Allí también observa como son expulsados los peronistas de la fuerza. Su padre había sido funcionario de la revolución del 43, y más aún sus abuelos y tíos eran peronistas, en fin la tradición familiar lo lleva a adscribir tempranamente al peronismo. Recordemos que también participa del levantamiento, fracasado, del General Iñíguez en 1960. Hasta ahí, cuenta, se pensaba que si Perón había sido derrocado por un golpe de estado, volvería por la misma vía.
Apenas producido el golpe de estado del 55 que deja inconclusa la revolución nacional, El Kadri rápidamente pasa a las filas de la resistencia peronista. Tiempos de tiza y carbón, flores de no me olvides, sabotaje, gritos peronistas en la madrugada, huelgas, cocinas, bombas caseras, y demás formas de enfrentar a la restauración oligárquica. Es de los primeros que comienzan a pensar formas de combatir al gobierno ilegal y luchar por los derechos del pueblo argentino, y el regreso de Juan Perón. Reparte el periódico Palabra Argentina, más tarde edita mimeografiado Trinchera que tiraba 500 ejemplares y mayormente lo distribuían en los sindicatos. Esos primeros años son desordenados, pero con el correr del tiempo se va dando organicidad a la resistencia para ser más efectivos e implacables.
Como sabemos, ni bien asume Frondizi va virando su programa de gobierno hacia un plan de ajuste (pactado con el FMI), sobre los trabajadores y represión. En esta última se encuentra el Plan CONINTES para afianzar la persecución y el encarcelamiento. Se cuentan por miles los trabajadores, militantes, sindicalistas, etc. que pagan con la cárcel su patriotismo, entre ellos está El Kadri, que va a pasar tres años tras las rejas (1960-63). No será la última vez.
En 1968 forma las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), y al poco tiempo se instalan en Taco Ralo, en la Provincia de Tucumán para entrenarse. El Kadri junto a otros compañeros piensan en ese momento que están agotadas las posibilidades de la vía legal para el regreso de Perón. El análisis de las condiciones lo lleva a justificar el accionar, la idea no es la toma del poder (aunque afirma que en momentos creían que la lucha armada era un fin y no un medio para arrinconar a la dictadura), sino forzar a la dictadura a negociar. En estas dos cuestiones, entre otras, El Kadri diferencia ese momento concreto de la lucha armada, y el que sigue posteriormente con los gobiernos democráticos de Cámpora y Perón, con la recuperación de la soberanía el contexto cambia radicalmente, “el depositario de la soberanía era el pueblo, no una vanguardia, un grupo mesiánico, un grupo elegido”. (El Kadri. Entrevista de Mona Moncalvillo, 1984. Rep. en Cersósimo, 2012: 34) En los diálogos con Jorge Rulli hace referencia nuevamente a esta distinción de los momentos: “habría que comenzar por distinguir dos grandes etapas: una que va, a grosso modo, de 1955 a 1973, cuando el pueblo utilizó todas las formas de lucha para reconquistar sus derechos; y otra, que va de 1973 en adelante, cuando en nombre del pueblo esa violencia fue consumada”. (El Kadri-Rulli, 1984: 16)
La experiencia Taco Ralo de todas formas fracasa antes de arrancar, pues son detenidos en el campamento de entrenamiento los 14 integrantes. Hasta mayo del 73 El Kadri va de una cárcel a otra, sufriendo fuertes tormentos y torturas. No obstante, en esas cárceles comienza un momento de revisión de lo realizado hasta el momento, y también en torno a las organizaciones político-militares y lucha armada que por esos años va creciendo, “la cárcel fue una gran escuela para mí; la cárcel sirvió para muchos de nosotros como la escuela política que no habíamos hecho”. (El Kadri. Entrevista de Mona Moncalvillo, 1984. Rep. En Op. Cit.: 31) Estas ideas y (auto)crítica se van a profundizar luego de la amnistía del gobierno de Cámpora, muy ligada al contexto político en que se avanza. Así afirma que “comprendimos que con esa concepción no íbamos a ninguna parte, que habíamos caído en un vanguardismo alejado de nuestro pueblo, que en definitiva la lucha era política y que había que desarrollar la organización popular, la lucha de masas, porque a las fuerzas armadas del régimen no las íbamos a vencer enfrentándolas en su terreno el de la violencia, sino políticamente”. (Entrevista Carlos Aznares. 1984. Rep. En Cersósimo, 2012: 53)
En 1972 un grupo de Montoneros que estaba preso da a conocer el Documento Verde, una crítica a la conducción de la agrupación, la idealización de la lucha armada, el foquismo, la visión sobre el peronismo, etc. “se sostiene que las reflexiones de Cacho e Ignacio Velez fueron determinantes para la autocrítica del Documento Verde” (Tarruela, 2015: 200), afirma Alejandro Tarruela.
La extracción social de clase media de la mayoría de los sectores juveniles que se suman al movimiento nacional que en sus orígenes tenía un claro componente popular, y los sectores medios estaban más bien en la “vereda de enfrente”, es problematizado por El Kadri que sostiene que “cuando el peronismo recibió ese inmenso caudal de clases medias, que llegaron con ciertas ideas empresariales, que traían la visión de los “señores”, la soberbia de considerar que nada ni nadie podía estar por encima de ellos”. (El Kadri. Entrevista de Carlos Aznares. 1984. Rep. En Op. Cit.: 54) Profundizando las diferencias con los sectores medios cuenta que en “la frescura de los primeros años en los cuales éramos receptores de esas historias se contrapuso la época en que quisimos transmitirlas y nos encontramos con que los activistas las escuchaban y nos decían: “Bueno, pero ustedes no tenían ideología… ustedes carecían de un programa revolucionario, ustedes no expresaban la lucha de clases…”. O te decían: “Claro, el peronismo es tachín, tachán, la marchita, el Perón Perón, el 17 de octubre y nada más…”. Hubo un momento en que nos sentimos hasta acomplejados por esas formulaciones que menoscababan nuestro peronismo”. (El Kadri-Rulli, 1984: )
El triunfo del gobierno popular primero con Cámpora, y luego con Perón abre una nueva etapa en el país y en la lucha revolucionaria. Cambia fuertemente el contexto. Piensa el Kadri que ahora es absolutamente necesario hacer a un lado las armas y ponerse a trabajar codo a codo por la recuperación del país y la revolución nacional. Forma las FAP 17 de Octubre y se pone a disposición del gobierno. Otro de los grupos importantes que sigue un camino similar, ya en febrero-marzo de 1974, en este caso escindiéndose de Montoneros, es el grupo Lealtad. (Duzdevich et. al, 2015) Otros sectores no lo entienden así y “ahí está la gran diferencia con aquellos que después del triunfo popular de 1973 usaron la violencia para imponer su voluntad de secta. Sectas que podrían tener un aparato más grande o más chico, ser de derecha o izquierda, pero finalmente no eran más que eso”. (El Kadri. Entrevista de Carlos Aznares. 1984. Rep. Op. Cit.: 54)
La forma de “construcción política” también es analizada por el fundador de las FAP: “ellos decían: no, acá la única fuerza es la que nace de la boca del fusil, entonces lo que hay que hacer es tener fusiles, lo que hay que hacer es acumular poder. Todo esto se vio favorecido también con la incorporación al peronismo de vastos sectores de la clase media, del estudiantado, trayendo un montón de deformaciones (…) Cada uno se creía un “peroncito” (…) Venían con el esquema leninista del partido”. (El Kadri. Entrevista de Mona Moncalvillo, 1984. Rep. Op. Cit.: 36) El Kadri considera al peronismo como un movimiento nacional vertebrado en un gran frente nacional, en la mejor tradición de los movimientos revolucionarios de Nuestra América. Asimismo como un movimiento policlasista pero que su contenido ideológico y político se centra en los trabajadores. Nos interesa destacar que Facundo Cersósimo sostiene que El Kadri considera que la revolución no es un punto de llegada “un estado ideal al cual hay que llegar por cualquier medio, sino más bien un proceso de permanente construcción, de pequeñas acciones cotidianas, donde se buscan no sólo reformas económicas estructurales sino transformar de raíz las relaciones humanas de las sociedad en la que se vive”. (Cersósimo, 2012: 18-19)
El poder no lo traen las armas, sino la organización de los sectores populares de la patria. Siguiendo la crítica en tanto la política de la muerte lleva a la muerte de la política, argumenta que “terminaban suplantando las palabras por las pistolas. No había discusión, no había diálogo ni respeto por la mayoría, ni consulta a las bases. No se trataba de organizar al pueblo para que tomara las decisiones e hiciera lo que tenía que hacer, sino de suplantarlo por este grupo”. (El Kadri-Rulli, 1984: 24) Romper con la idea de la “vanguardia iluminada”. La construcción debe ser conjuntamente con las mayorías populares, “no somos los protagonistas irremplazables, únicos, de la Historia, porque el protagonismo está en el pueblo, en los trabajadores, en los miles de jóvenes que participan en los sindicatos, los partidos, las comunidades de base, los organismos de derechos humanos, los festivales, etc. Que hay valores como la ética, la honestidad, la coherencia entre lo que se dice y se hace, que son permanentes y no pueden ser sacrificados a ningún fin”. (Ibídem: 53) Asimismo también está “el poder del elitismo, es decir, el poder de ese pequeño grupo que se va salvando de las razzias policiales o que por las bajas sucesivas que van teniendo los compañeros al frente de las organizaciones, van quedando como número 1, 2, 3, etc., y que forman una casta, una élite que va a crear sus propias necesidades, la necesidad de mantener relaciones internacionales, de habitar con prestigio, de vivir con ostentación para “impresionar”, etc. El poder del catastrofismo, o sea la política del “todo o nada”, el poder de decir “hacemos la revolución ya mismo o no la hacemos nunca más”; “es preferible que los militares den el golpe y enfrentemos a un ejército contra otro”. (Ibídem: 225)
Con la experiencia de los años de lucha y la humildad de quien trabaja por el bien de la nación, hace esfuerzos por evitar fracturas en el frente nacional, y por el abandono de las armas en pos del trabajo por la revolución nacional, pero con el paso del tiempo esas diferencias son cada vez mayores y hacen que las rupturas sean inevitables, así “El Kadri entró así en un limbo insondable: cuestionaba a Montoneros (que lo condenó a muerte por no irse de la Plaza de Mayo el 1º de mayo de 1974), y la Triple A, que lo puso en una lista de condenados a muerte”. (Tarruela, 2015: 230)
La situación es cada vez más complicada para El Kadri, más aún luego de la muerte de Perón. Muchos compañeros le recomiendan abandonar el país. Así, finalmente en el año 1975 se tiene que exiliar. Termina en Francia, desde donde lucha denunciando a la dictadura genocida, y comienza a abrir una nueva arista para la militancia, la ligada a la revalorización, creación y difusión de la cultura nacional. Asimismo afianza desde el otro lado del océano su latinoamericanismo considerando que “hay que difundir la idea de que esta unidad latinoamericana no se dará oficialmente, ni por acuerdos entre gobiernos o a nivel de embajadas. Esta unidad hay que forjarla desde abajo, a través del acercamiento de sindicatos, partidos, artistas, intelectuales, que sientan esta necesidad de unión como algo vital”. (El Kadri-Rulli, 1984: 190)
Bibliografía
Cersósimo, Facundo. (2012). Envar El Kadri. Historias del peronismo revolucionario. Buenos Aires: Colihue.
Cooke, John William. (2009). Duhalde, E. L. (Comp.). Obras Completas. Artículos periodísticos, reportajes, cartas y documentos. Tomo III. Buenos Aires: Colihue,
Duzdevich, Aldo, Raffoul, Norberto y Beltramini, Rodolfo. (2015). La Lealtad. Los Montoneros que se quedaron con Perón. Buenos Aires: Sudamericana.
El Kadri, Envar y Rulli, Jorge. (1984). Diálogos en el exilio. Buenos Aires: Foro Sur.
Tarruela, Alejandro. (2015). Envar “Cacho” El Kadri. El guerrillero que dejó las armas. Buenos Aires: Sudamericana.

LOS REGÍMENES DE EXCEPCIÓN 21 febrero, 2018 0 Pensamiento crítico, Por Emir Sader

Michel Temer, Mauricio Macri y Lenín Moreno
Los regímenes de excepción son el tipo de sistema político que corresponde a los gobiernos de restauración liberal. En Argentina, en Brasil, en Ecuador, se revelan como el modelo político compatible con gobiernos que reaccionan en contra de los gobiernos populares, antineoliberales.
Son sistemas basados en la judicialización de la política, como forma de criminalizar a los líderes populares, así como a los movimientos sociales y a las formas alternativas de medios de comunicación. Una alianza entre los medios monopólicos de comunicación, los partidos de derecha, sectores del Poder Judicial y de la policía son el bloque político que implementa los regímenes de excepción.
Un rasgo típico de esos regímenes de excepción es la persecución a los líderes populares, por lo que representan como defensa de los programas antineoliberales, de extensión de los derechos sociales y políticos, de soberanía nacional, de crecimiento económico y de expansión del mercado interno de consumo de masas.
Típicos de la coyuntura política actual son los intentos de excluir a los líderes más populares que esos países han tenido en este siglo de la posibilidad de que puedan volver a ser candidatos a presidentes. Lo que ha pasado recién en Ecuador es una expresión más de que regímenes que adhieren a proyectos antipopulares y antidemocráticos tienen como obsesión excluir la posibilidad de enfrentarse a candidaturas que representan exactamente lo que ellos tratan de contradecir.
Lo que confirma que el gobierno de Moreno traiciona el mandato que ha recibido es que nada de lo que hace –incluso el referendo– estaba en su programa electoral y deja de defender lo que sí estaba en ese programa. Pone la responsabilidad de la situación económica en los supuestos gastos excesivos del gobierno de Rafael Correa, precisamente como dice la derecha ecuatoriana. Y como hacen las derechas de Argentina y de Brasil.
Para defender ese tipo de posición, no puede enfrentarse a Correa, que representa exactamente lo opuesto. Entonces tiene como objetivo central su exclusión como posible candidato que proponga el retorno del programa más exitoso de la historia de Ecuador.
Así como también la derecha boliviana se empecina en intentar que Evo Morales pueda ser candidato de nuevo. Sabe que no puede enfrentarlo en una campaña democrática, por eso le gustaría excluirlo. A la vez que desarrolla la campaña mediática –en la prensa tradicional y en internet– más sucia que Bolivia ha conocido, similar a la que hizo para el referendo con la absurda invención de una supuesta amante e hijo clandestino de Evo.
Trata de rebelar a sectores de clase media que se sienten incomodados por la afirmación de los derechos de la masa indígena del pueblo boliviano, por eso desarrolla campañas racistas, de discriminación, con mentiras y acusaciones falsas. Sabe que es la única manera de conquistar apoyos para disputar con Evo Morales, responsable del gobierno que ha transformado de la manera más extraordinaria a Bolivia.
De la misma manera, en Argentina se busca criminalizar a Cristina Kirchner, para intentar excluirla, vía judicialización de la política, de la posibilidad de que vuelva a disputar la presidencia del país y ejercer plenamente su liderazgo popular, sin las absurdas acusaciones con que intentan ensuciar su prestigio y su apoyo popular. Conforme el gobierno de Macri va perdiendo apoyo, resultado sobre todo de su política económica antipopular favorable a los bancos, necesita intensificar los ataques a Cristina, para buscar que no se imponga la comparación central en el país, entre el gobierno antineoliberal de ella y el gobierno neoliberal de Macri.
Lula es objeto de la más monstruosa campaña de persecución política, paralela al apoyo popular expresado en todas las encuestas, que lo convierte en el único líder brasileño en condiciones de pacificar el país y retomar un proyecto que ha hecho crecer la economía con una distribución de renta como Brasil nunca había conocido. Se suceden los procesos, al mismo tiempo que explotan los escándalos en torno a los mismos jueces que lo acusan, por recibir sobrepagos para vivienda –aun teniendo fastuosas casas propias–, como forma de superar el techo salarial que podrían recibir. Moro lo justifica como forma de aumentar los sueldos millonarios que ya tienen.
Se suman así las persecuciones a Lula, a Evo Morales, a Rafael Correa, a Cristina, como formas de intentar excluirlos de la disputa política via judicial e intentos de destrucción de imagen pública. Es otro rasgo de los regímenes de excepción que se han instalado en Argentina, en Brasil y que ahora surge en Ecuador y que es el proyecto de la derecha en Bolivia.
La izquierda, el movimiento popular, todos los que defienden la democracia en nuestros países, tienen que empeñarse a fondo en la resistencia en contra de los regímenes de excepción, en la denuncia de su carácter antidemocrático, en su objetivo de restauración neoliberal. De ese enfrentamiento depende el futuro del continente por mucho tiempo.
21/02/18 P/12

Alfredo Zitarrosa - Adagio en mi país

martes, 20 de febrero de 2018

NOFLY BONDI

A menos de un mes de su debut en el país, la empresa low cost sufrió otro traspié: un vuelo que, por lo general, demora dos horas y media terminó tardando 36…
MINUTOUNO.COM

Hugo Moyano es, sin duda, el hombre que ha dominado la escena de la demanda laboral durante las últimas dos décadas. Enfrentó a Menem y a sus políticas neoliberales. Fue central en la recomposición de la crisis que dejó la Alianza…
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SIN PATRICIA NO SE PUEDE, PERO CON PATRICIA SOLA NO ALCANZA 16 febrero, 2018 0 Humor, Por Emanuel Rodríguez*





La cadena de vinerías Winery despidió a 50 trabajadores. Los dueños explicaron que sin Patricia Bullrich, no se puede, pero con Patricia sola no alcanza. En enero hubo más de 6 mil despidos, pero esto no es una ola de despidos sino una “onda de relevos funcionales sobre un fino colchón de angustias particulares”.
Siguen los despidos en Anses, con la excusa de que el Gobierno anterior usaba la plata de los jubilados para montar todo un sistema dedicado a pagarles a los jubilados.


En enero hubo más de 6 mil despidos, pero esto no es una ola de despidos sino una “onda de relevos funcionales sobre un fino colchón de angustias particulares”.

Científicos y docentes hicieron una Feria de Ciencias contra el Ajuste. Desde el Gobierno explicaron que las Ferias son el pasado y que deberían haber hecho un Outlet de Ciencias, que tiene más punch.
María Eugenia Vidal discontinuó el programa “Envión” porque el Gobierno ya empuja a los chicos a la indigencia, a la marginalidad y a la delincuencia. ¿Cuánto más envión necesitan?
La Gobernadora de Buenos Aires también cerró Ferrobaires y dejó sin trabajo a más de 1500 personas. Según Vidal, los de Envión eran todos vagos, y los de Ferrobaires, todos vagones.
La cadena de vinerías Winery despidió a 50 trabajadores. Los dueños explicaron que sin Patricia Bullrich, no se puede, pero con Patricia sola no alcanza.
El Gobierno entró en conflicto con Hugo Moyano, que parece que no fue lo suficientemente anti kirchnerista como para que Clarín se lo quede ni lo suficientemente antikirchnerista como para que el kirchnerismo no se lo quiera quedar de nuevo.
Cambiemos no quiere que nada en Argentina sea difícil. Promueve la importación fácil, la exportación fácil, el despido fácil y el gatillo fácil.
El policía Luis Chocobar es el nuevo ídolo de Cambiemos. Macri lo quiere condecorar. Elisa Carrió se lo quiere comer: Chocobar suena a chocolate, sumale gatillo fácil… ¡es un bombón asesino!
Según Patricia Bullrich, Chocobar “actuó como debía”. Se refiere a que hizo lo necesario para que los medios dejaran de prestarle atención al fracaso del plan económico del Gobierno.
En Jujuy silbaron a Macri y el obispo de Humahuaca le pidió que deje de gobernar para los ricos y no persiga a los pobres. Durán Barba estuvo rápido para levantar la imagen presidencial: mandó a Macri a Córdoba.
Se cumplieron 4 años del incendio de Iron Mountain y desde el PRO explicaron que fue todo culpa del kirchnerismo, ya que si ellos hubieran sido Gobierno Nacional en ese momento, no hubieran tenido ninguna necesidad de quemar evidencias.
Por otro lado, la nafta está tan cara que si los Macri tuvieran que volver a incendiar Iron Mountain, usarían gasoil.
Macri puso una recompensa de 4 millones de dólares para quien encuentre al submarino Ara San Juan. Para Piter Robledo esto demuestra que en Argentina es pobre el que quiere ser pobre. Si no querés ser pobre, ¡encontrá el submarino!
El Gobierno propuso un aumento salarial de apenas el 9 por ciento para los bancarios. Es que ¿quién usa bancos en Argentina? La gente de bien deposita en Panamá.
El Gobierno cerró la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Azul. “Si queremos que algo explote, mandamos a Lanata”, explicaron.
En menos de una semana FlyBondi ya mandó equipajes en camión, un día suspendió su único vuelo, al otro, demoró más de 8 horas, al otro día dejó pasajeros varados… ¡no es una low cost, es una línea de asistencia al suicida… te ayudan a suicidarte¡
Franco Macri se quebró la cadera y, como cada vez que algo de un Macri quiebra, el Estado se hará cargo de su deuda.
Casi 3 mil pesos cuesta equipar a tu hijo para el comienzo de clases con segundas marcas. 4200 pesos si querés hacerlo con primeras marcas. Te conviene no mandarlo a la escuela y que Durán Barba después lo haga presidente.
Leopoldo Moreau dijo que el Gobierno busca despertar al enano fascista. Eduardo Feinmann le respodió que él ya estaba despierto mucho antes.
Por último… Los tintoreros aceptaron el aumento salarial del 15% que propone el Gobierno. Y… No se podían negar a que el Gobierno planche las paritarias.

No te pierdas Peroncho en vivo, el show de humor y amor político más kirchnerista que ser comunista y poner los dedos en V.
Sábado en Córdoba capital.
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* Periodista y comediante político. Reconocido por su show de stand up Peroncho, con el que recorre todo el país. Tiene una columna semanal de humor político en este portal. Además, fue redactor de la Revista Ñ y del suplemento cultural de La Voz del Interior. Creó la revista de humor La piedra en el Zapato y fue director de las revistas culturales La Intemperie y Diccionario. Revista de letras.



LA NUEVA DERECHA AUTORITARIA 17 febrero, 2018 0 Panorama político, Por Sandra Russo

Muchas veces al día uno siente que fuimos bastante ingenuos. Cuando se ve que lo que parecía una construcción colectiva sólida es extirpado en dos años, se siente una sensación de impotencia y de desgarro muy fuerte. No sé si “ingenuos” es la palabra. Porque en todo caso, el proceso urgente de demolición que esta desconcertante nueva derecha autoritaria lleva a cabo en muchos países al mismo tiempo, es la reacción a los que fueron –con sus contradicciones y sus erratas– los mejores gobiernos que ha tenido en muchas décadas América Latina. Lo de “mejores” está dicho bajo el parámetro de que quien escribe, igual que millones de latinoamericanos, cree firmemente y más allá de cualquier encuadramiento partidario que lo mejor es que la riqueza se redistribuya. Es claro de entender. Es estar política y culturalmente a favor, como decía una célebre cumbia colombiana, de que llegue el momento “en que lo negro sea bello”.
La nueva derecha autoritaria tiene visos extremos. Siempre se ha asociado esa noción de extrema derecha con, bueno, los neonazis que después de todo el gobierno de Macri cobija con mucha más afinidad que al pueblo trabajador. O se ha asociado a persecuciones, censura, detenciones ilegales, prohibición de manifestaciones, disolución de los sindicatos, condena sucinta a muerte por portación de identidad o filiación política, de etnia o de clase. En fin, cada uno de esos desvíos son los que vivenciamos diariamente, pero esta caracterización se esfuma en los eufemismos, los ocultamientos, la pantalla infantilizada en la que se convirtió la televisión. La policía tirando y acribillando a su criterio, por un lado, y Dietrich dando de baja el servicio de transporte de ARbus para que una empresa amiga no tenga competencia, pero a su vez prestándole los servicios de la empresa dada de baja a Flybondi, otro chanchullo, que hasta ahora no ha hecho más que mostrar incompetencia. Y las vacas no dicen ni mu.

Estamos en un siglo nuevo y en una nueva fase de un capitalismo que no guarda un ápice de apego por lo que hasta diciembre de 1015 identificábamos con la democracia. En el último recambio presidencial, y en las elecciones de medio término también, el electorado, aunque muy lejos de una clara mayoría, decidió seguir confiando en Macri. Ese es precisamente un rasgo de esta nueva derecha autoritaria a la que le podríamos agregar “financiera” para completar una categoría provisoria. Accede al poder gracias a un nuevo tipo de sujeto político, alimentado de radio y televisión, que son socios del poder y ya no intermediarios, y con la manipulación abierta al Poder Judicial. Véanlo a Garavano intentando expulsar a Zaffaroni de la CIDH. Vean cómo la opinión ahora es un delito.
Pero si miramos el mundo, incluso si miramos el ombligo de este mundo en el que Macri nos clavó, que es Estados Unidos, veríamos que no faltan las represiones y los ajustes que arrasan con las necesidades básicas, como en Europa del sur, pero las persecuciones no llegan a ser planteadas contra la población norteamericana. Aquí, los más trumpistas que Trump entrenan a las fuerzas de seguridad para combatir a un nuevo enemigo interno y compran armas a destajo para arrasar contra cualquier rebeldía popular. Si esperan esa rebeldía, no es porque nadie esté planeando derrocarlos. Derrocar a un gobierno elegido en las urnas no forma parte de la cultura política que se cultivó en los últimos doce años, lo que no borra los mecanismos constitucionales para enjuiciar políticamente a un funcionario público si hubiera motivos. Pero si esperan y se arman contra un alzamiento popular es porque saben perfectamente que están tomando una batería de medidas y decretando cuestiones que la Constitución les prohíbe, y que los que pisan y patean no son felpudos ni trapos de piso sino hombres y mujeres que no se rinden tan fácilmente a creer que lo que pasa es inevitable.
La nueva derecha autoritaria financiera no es un invento argentino. En mi muro de Facebook comparto noticias de todo el país con otras noticias de otros países de la región y de países europeos que parecen reflejar un mismo tipo de opresión. Las noticias de Africa, sin embargo, están encriptadas en los medios: por eso recién vemos a sus poblaciones cuando intentar huir y son rechazadas. Los medios nunca explican de qué huyen. Y huyen en una gran mayoría de los desastres que las fuerzas de la OTAN hicieron en sus países. Pero en la parte del mundo a la que tenemos acceso informativo, aunque sea en las redes, lo que se ve es lo mismo. El remate de lo público para pasarlo a manos privadas. La nueva derecha autoritaria financiera suele no tener postulados ideológicos, porque es verdad que ideológicamente recurre a un collage de lo ya inventado y se vende a sí misma como una compañía se seguros o una cajita feliz. Pero tiene un culto, el culto al dinero concentrado. Y eso es todo. Lo demás (el hambre, la sangre, el dolor, la impiedad, la sed, el exterminio, el desprecio compulsivo) viene por añadidura. “Lo inevitable” para estos personajes que irrumpieron sincrónicamente en el poder es la destrucción, la extracción y el robo televisado del patrimonio colectivo, y su apropiación inmediata.
Hasta los burdos manuales de Ciencias Sociales de Macri repitiendo que “Sí se puede” están destinados a instalar en las nuevas generaciones la sensación profunda e inculcada de que esos niños pertenecen a países en los que es imposible crecer en paz. Los violentos quieren enseñar en las escuelas –la reforma educativa es un eje del Cóndor II y en todos los países los maestros son blanco de persecución– que los que están arriba tienen derecho a eso, y que los que se niegan a ser precarizados son “los violentos”.
La persecución tiene un solo objetivo, que es extirpar el yuyo de la esperanza, abortar la idea de que no tenemos por qué ser tan infelices, no tenemos por qué soportar tanto dolor, no tenemos por qué pelear hasta el hartazgo, día tras día, por cosas que eran nuestras y nos fueron robadas.
La nueva derecha autoritaria financiera necesita pueblos anestesiados como audiencias de prime time. Necesita mucha distracción. La violencia es usada como distracción. La verdadera razón de ser de estas nuevas fuerzas políticas que detestan la política es precisamente reemplazarla por una idea-estribillo que, incrustada en los cerebros como una neurona implantada, haga desistir a millones de pelear por otro mundo. Mientras tanto, ellos llevan a cabo la tarea que los hechiza, los excita o los psicotiza, según el caso: juntar todo el dinero posible, hacer todos los negocios propios posibles, concentrar la torta a un grado como no se conocía desde hace décadas y hasta un punto que no tiene techo: sacarán para ellos mismos todo lo que puedan como nunca antes nadie se animó ni se interesó. Como dice el Papa, no tienen Dios pero tienen un fetiche execrable por el que son capaces de cometer crímenes de todas las especies. Son adoradores de sus ganancias. Nunca la humanidad presenció este espectáculo dantesco del poder sin límites de los adoradores de sus ganancias. Por eso no hablan y cuando hablan no dicen nada. Porque en su credo no hay lenguaje. Hay números de cuentas bancarias en los únicos paraísos que conocen y conocerán.
17/02/18