sábado, 8 de abril de 2017

08 de abril de 2017 | Contratapa El peligro del arte mexicano



En 1934 John Rockefeller había intentado convencer a un artista comunista, Pablo Picasso, para que inmortalizara el gran muro del Centro Rockefeller y la idea de “la inteligencia humana dominando las fuerzas de la naturaleza”. Picasso no aceptó, por lo cual el poderoso empresario contactó al muralista mexicano Diego Rivera, otro gran artista y conocido marxista de la época, quien antes había trabajado en Estados Unidos pintando otros muros.
Diego Rivera aceptó y viajó a Nueva York con su compañera, la no menos célebre pintora Frida Kahlo. Pero Rivera hizo algunos cambios al boceto original. Asumiendo que la primera enmienda de la constitución de Estados Unidos era válida en cualquier caso, no tuvo reparos en expresar sus opiniones políticas en su mural mezclando a Lincoln con Lenin. En una escena de la película Frida (Julie Taymor 2002), se recuerda el momento en que Nelson, el hijo de John Rockefeller, le pide a Diego Rivera borrar las connotaciones políticas del mural que estaba pintando en el Rockefeller Center. Para peor, Rivera había agregado algunos personajes reales de la época como sospechosa crítica política, como lo hiciera Miguel Ángel en la capilla Sixtina o Dante en su Divina Comedia. De hecho, no podía existir la escuela ni obra alguna del muralismo mexicano sin temas políticos. La idea de que cosas como la crucifixión de Jesús puedan ser algo depurado de su pesado peso político sólo podía ser producto de la cosmovisión de una iglesia que había estado mil años en el poder político, no de un mexicano o de alguien nacido en países periféricos, más bien impotentes, que se había formado en la conciencia de la permanente humillación social y nacional.
Pero aquel muro, el muro de John y Nelson Rockefeller, era un muro privado. Diego argumentó que aquella pintura era suya (“It’s my painting”) y el señor Nelson Rockefeller, cediendo a las presiones de sus amigos, agregó: “on my wall” (“en mi muro”). Consecuentemente, el mural de 18 pies de alto fue destruido.
Desde entonces el inigualable arte muralista mexicano nunca tuvo otra gran oportunidad de que un millonario estadounidense le ofreciera generosamente un gran muro de cinco metros de alto para decir todo lo que el poder político y económico no quiere que se diga.
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Hasta hoy.
Otro millonario, devenido presidente de Estados Unidos por los avatares ciegos de la historia, se ha empeñado en dale a los nuevos muralistas mexicanos la oportunidad de sus vidas construyendo un muro de tres mil kilómetros de largo por diez metros de alto.
La ironía es que una de las condiciones que ha puesto el mecenas Donald Trump en sus pliegues de licitación es que el muro debe verse atractivo e impecable (“beautiful”) desde el norte, sin importar cómo se vea desde el sur. Esta idea revela una escala infantil del universo, ya que asume que los estadounidenses van a poder apreciar semejante obra desde Nueva York o desde Los Angeles, o que por lo menos van a peregrinar y fotografiar el perfecto e insípido Muro de los lamentos II. Irónicamente, la única perspectiva que tendrán los estadounidenses de su muro es la perspectiva sur desde el confort de sus hogares y a través de los medios, de las redes sociales y los libros de arte.
Sólo esta declaración es una muestra de ignorancia y extrema ingenuidad que debería hacer naufragar semejante obra faraónica con un propósito quijotesco. El Muro Trump no será lo suficientemente alto para detener los aviones por donde ingresa la mitad de los inmigrantes ilegales al país, ni lo suficientemente grande para el ingenio de gente desesperada. De concretarse, el muro lucirá impecable y perfecto desde el norte, pero todo el arte, el dolor y la intensidad de la vida se verán desde el sur. Sin la menor duda, el mundo y la historia registrarán esta última perspectiva, la del supuesto perdedor, no la otra, y obviamente estará llena de connotaciones políticas, aparte de existenciales, como todo gran arte.
Se diría que no sólo el arte mexicano sino el país entero deberían sentirse afortunados de semejante expresión surrealista que ni siquiera la compañera de Diego Rivera, Frida Kahlo (ni Siqueiros ni Orozco), hubiese soñado: un muro de más de tres mil kilómetros de largo y diez metros de alto, a un costo de veinte mil millones de dólares, totalmente inútil para impedir la inmigración ilegal pero ideal para el celebérrimo arte muralista mexicano –e ideal para la humillación del exitoso y arrogante hombre de negocios.

08 de abril de 2017 | Economía HALAGOS DEL FMI A LA POLÍTICA ECONÓMICA DEL GOBIERNO, PERO CON LA RECETA DEL AJUSTE DE SIEMPRE

El cargo de David Lipton en el Fondo Monetario Internacional es el de Primer Subdirector Gerente. Ocupa el segundo lugar en el organigrama del organismo multilateral pero su rol es más importante: representa a Estados Unidos. El vínculo con la directora del FMI, la francesa Christine Lagarde, es importante pero las discusiones determinantes para países como Argentina pasan primero por las oficinas de Lipton. Con él negociaron desde antes de asumir los emisarios del Gobierno de Mauricio Macri cómo sería la restauración del tensionado vínculo bilateral. No es sorprendente entonces que ayer, al finalizar su participación en el Foro Económico Mundial organizado en Puerto Madero, haya descrito la política económica implementada desde diciembre de 2015 como “una manera exitosa de evitar el desastre”. Pero, las autoridades del organismo no están convencidas que alcance para impulsar la economía. Los documentos oficiales del organismo para Argentina recomiendan profundizar el ajuste. Recortar el gasto público, reformar el sistema jubilatorio y la flexibilización laboral, forman parte de las sugerencias presentes en su primera revisión de la economía argentina desde 2006. .
 “El país está en el camino adecuado y la estrategia general es la correcta. La relación del FMI con la Argentina está normalizada; entendemos la herencia y fue exitosa la manera de evitar el desastre”, fue la evaluación de Lipton que incluyó un guiño adicional al referirse a la “herencia”. El pago a los fondos buitre, la reinserción en los mercados internacionales de deuda externa y la desregulación del mercado cambiario fueron el punto de partida para las transformaciones que celebra el Fondo. Sin embargo, las proyecciones del organismo para el país no acompañan el optimismo discursivo de sus autoridades. En enero, el organismo rebajó hasta 2,2 por ciento sus estimaciones de crecimiento para 2017. Fue la segunda vez que el Fondo modificó hacia abajo sus proyecciones para el país. En octubre del año pasado anunciaba una recuperación de 2,7 por ciento y en julio preveía un 2,8 por ciento, guarismos alejados del 3,5 presupuestado por el Gobierno. 
Por primera vez en más de quince años, Argentina y el FMI coinciden en las prioridades que debe asumir la política económica para ingresar en un sendero de crecimiento: bajar la inflación y reducir el déficit fiscal. “La continuidad del ajuste macroeconómico y los avances en el fortalecimiento del marco institucional ayudarán a apuntalar la confianza de los inversionistas en las metas fiscal y monetaria y a propiciar un repunte de la inversión privada”, consideró a comienzos de año el Fondo en uno de sus informes. A contramano de lo que indica la evidencia histórica, el nivel de actividad, la creación de empleo, la mejora en el poder adquisitivo y el consumo serían un subproducto automático de esas metas mientras que elementos como la distribución del ingreso ni siquiera figuran en la agenda. 
Pero aunque coincide en el rumbo elegido, el FMI no cree que se cumplan los objetivos. “El funcionamiento del Banco Central es bueno, pero hasta que no baje la inflación en forma importante no habrá un crecimiento económico sólido”, explicó ayer Lipton. Por eso, normalizada la relación bilateral, el Fondo sugiere cada vez con más intensidad profundizar los cambios. El diagnóstico y recomendaciones formuladas en su primera revisión de la economía argentina desde 2006 contemplan el recorte del gasto público, flexibilización laboral, la reforma del sistema jubilatorio, la quita de subsidios y la minimización del empleo público. Transformaciones que el Gobierno ya comenzó a implementar. 

Durante una breve conversación que mantuvo con periodistas al finalizar su intervención en el Foro Económico Mundial organizado en Puerto Madero, el subdirector gerente del FMI descartó que el incremento en la deuda externa registrado desde el año pasado represente un problema. “No hay una preocupación con los niveles de deuda; si se cumplen nuestros pronósticos, se mantendrá en un nivel sostenible”, expresó Lipton en sintonía con la política oficial y la propia historia del FMI que fue un protagonista en el estallido económico de 2001-2002. Dentro de la lógica del BCRA, el endeudamiento externo y el ingreso de capitales especulativos no sólo financian la fuga sino que le permiten acumular reservas y planchar el dólar. Funcional a la estrategia de corto plazo del Gobierno para disciplinar la inflación con apreciación del tipo de cambio –programa que también se vale de la apertura importadora e incremento del desempleo–, esa dinámica no sólo no impulsa el desarrollo, la ampliación de la capacidad productiva o mejoras sostenidas en la infraestructura del país, sino que engrosa los compromisos por pago de intereses, expone la economía a los vaivenes del mercado financiero y agudiza las dificultades comerciales.

MICAELA

Micaela, en una marcha por la memoria y los desaparecidos.

LAS VOCACIONES DE MICAELA GARCÍA
La educación física y la militancia
La joven asesinada en Gualeguay, tenía 21 años y estudiaba para ser profesora de gimnasia. Sus inquietudes la llevaron a la militancia y halló su lugar en el Movimiento Evita en la provincia.

 la joven asesinada el Gualeguay, combinaba sus estudios en el profesorado de Educación Física con la militancia en el Movimiento Evita de Entre Ríos. Tras el hallazgo de su cuerpo, en las redes sociales muchos eligieron fotos de su militancia para recordarla y remarcar su compromiso.
En las pocas declaraciones que brindó en la puerta de la Jefatura de Policía de Gualeguay, Néstor García dejó una frase que aludió a la condición militante de su hija. "Vamos a vivir para tratar de lograr una sociedad más justa, como pretendía Micaela", dijo.
Jorge Taiana, ex canciller y referente del Movimiento Evita, se mostró dolido por el crimen de Micaela. En Twitter publicó una foto en la que se lo ve junto a la joven de 21 años y otra compañera de militancia. “Profunda tristeza por Micaela Garcia. No olvidaremos su alegría y compromiso. Exigimos Justicia, basta de feticidios”, fue el mensaje del ex ministro de Néstor y Cristina Kirchner.
En otra imagen que circula en las redes, se ve a la joven marchando junto a Evita portando un cartel que dice “Fueron 30 mil”, en respuesta al negacionismo sobre los crímenes de la dictadura. Y hay una más en la que posa, orgullosa, con la camiseta de Ni Una Menos, una imagen que hoy sirve para la convocatoria a las plazas exigiendo justicia.

MEMORIA RECIENTE

La orden la dio el ministro de Educación, Esteban Bullrich. Se retiraron los retratos de Isauro Arancibia, Marina Vilte y Graciela Lotufo.
Terrible, honestidad brutal del neoliberalismo.
Esteban Bullrich dijo que el objetivo del Gobierno es “terminar con la pobreza”, pero “esto no se va a cambiar con planes sociales. A ese pibe le podés…
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