sábado, 23 de abril de 2016

ECONOMIA › EL NUEVO ESCENARIO DE REINSERCION EN LOS MERCADOS Los riesgos de volver

Por Javier Lewkowicz
En el negocio del endeudamiento tiene a JP Morgan como uno de los principales colocadores.
Imagen: EFE.
El festejo del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, ante la emisión de 16.500 millones de dólares de deuda externa para pagar a los buitres y solventar gastos corrientes y el elogio del magnate Paul Singer al presidente Mauricio Macri resumen el reingreso de la Argentina al circuito de las finanzas. Esta “vuelta al mundo” es presentada por el Gobierno como un paso lógico, ante la supuesta cerrazón ideológica de la administración anterior. Sin embargo, la historia reciente de la región muestra que los flujos de capital tienen casi nulo efecto sobre la inversión productiva, es decir, sobre el empleo, y en cambio generan fragilidad macroeconómica. Desde 2008, el crecimiento de la deuda externa de las empresas registra en algunos países un crecimiento alarmante.
El primer paso en la vuelta al endeudamiento fue la eliminación de los controles a los capitales golondrina, al borrar el encaje del 30 por ciento y reducir límite mínimo para la estadía a 120 días, cuando antes era de un año. El segundo punto es la política de tasas de interés por las nubes, que en un contexto de estabilidad cambiaria ofrece a los inversores una rentabilidad extraordinaria en dólares. Por último, el pago a los buitres. ¿En qué mundo financiero se reinserta la Argentina? ¿qué consecuencias trajo para la región el ciclo de deuda del que el país hasta ahora estuvo al margen?
De la mano de los commodities, la deuda externa pública en América latina bajó en términos del PIB desde comienzos de los 2000, aunque la crisis mundial en 2008/09 marcó un quiebre: según la Cepal bajó del 38 por ciento del PIB en 2003 a un 17,1 en 2008 para subir al 22 en 2014.
Esos datos no registran la evolución de la deuda externa que toma el sector privado, que tiene un rol central en los mercados emergentes. Según el Banco Mundial, ese tipo de deuda externa se triplicó desde de los 2000. Es una variable que las cuentas públicas no logran captar plenamente pero que tiene estrecha relación con la estabilidad nacional, porque es el Banco Central el proveedor de los dólares para el repago.
Según el economista Gabriel Palma, de la Universidad de Cambridge, Chile está tercero entre las economías emergentes según crecimiento de la deuda del sector privado en relación al PBI, seguido de Brasil (número 4), Perú (6), México (8) y Colombia (12). Agrega que en los países emergentes la relación deuda y patrimonio de las firmas pasó del 70 al 110 por ciento desde 2007. En la Argentina, según el BCRA, a fines de 2015 la deuda externa del sector privado totalizaba 71.799 millones de dólares. Ese número ha permanecido relativamente estable desde 2011 aunque por encima del piso de los 50 mil millones que registró en 2005/06.
Más allá de las emisiones de deuda que encabece el gobierno nacional y las provincias, el seguimiento de la deuda emitida por empresas será relevante para evaluar la fragilidad financiera. La diferencia con Brasil es abismal: allí la deuda externa privada se duplicó desde 2009. Según la ONG Jubileo, los países que presentan mayor fragilidad y corren riesgos ante un shock adverso son Brasil, Guatemala, Nicaragua, Paraguay y Perú.
En el negocio del endeudamiento los agentes colocadores juegan un papel central. Goldman Sachs, Morgan Stanley, JP Morgan, Citigroup y el Bank of America Merrill Lynch tienen en su poder el 45 por ciento del negocio global. No son actores desconocidos para la Argentina y menos para el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, y su secretario de Finanzas, Luis Caputo, ambos ex ejecutivos de la JP Morgan. Los europeos Deutsche Bank y el Barclays son jugadores a nivel regional y no global porque la regulación en Europa es estricta para evitar la sobreexpansión de esas entidades, que por la naturaleza de su actividad pone en riesgo la propia estabilidad económica de las naciones. La reciente emisión de 16.500 millones dejó al Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Citigroup y UBS comisiones por 29,7 millones de dólares pero además una ganancia financiera de capital estimada en 350 millones de dólares.
Para Palma, la región vive su tercer ciclo de deuda desde mediados de los `70. Primero, los petrodólares terminaron en la profunda crisis regional durante los `80, con dos episodios de hiperinflación a nivel local. El segundo ciclo comenzó a fines de los `80 con el Plan Brady y luego de las crisis de México (1994) y Brasil (1999) la Argentina enfrentó la peor debacle de su historia, en 2001. La lógica del ciclo es la misma: la apertura externa y la alta rentabilidad financiera en dólares generan crecientes obligaciones en moneda dura (repago de intereses, remisión de utilidades y pago de importaciones) que sólo se cubren con más deuda hasta que la bola de nieve explota ante un cambio de las condiciones externas. La Argentina ahora se sube a la tercera ola de endeudamiento y los riesgos marcados a fuego en la propia historia no asoman en el discurso oficial.

Y SI NO PARA?

El presidente recorrió la localidad santafesina de Rafaela, donde aseguró que el dolor de los inundados es "su dolor" y prometió obras.
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CFK

se reunió esta semana con el grupo de curas Opción por los Pobres, en la iglesia Nuestra Señora de Fátima en la Isla Maciel. Uno de los sacerdotes presentes reveló detalles del encuentro a través de un audio que rápidamente se viralizó a través de las redes sociales y el programa de mensajería instantánea WhatsApp.

En la grabación, el párroco describió la charla que mantuvieron –por más de una hora– con la ex presidente. La realidad social, un cataclismo económico, el "discurso hegemónico" del nuevo gobierno y la misión que le encomendó el Papa Francisco fueron parte del diálogo que mantuvieron los curas con Cristina Kirchner.

La desgrabación completa del audio:


"La reunión fue esta tarde, en la Isla Maciel, en la parroquia de Paco 
(el padre Francisco Olivera), un compañero amigo. La Isla Maciel queda en Avellaneda, en Dock Sud, al lado del Riachuelo. Fue una iniciativa nuestra, de los curas de Opción por los Pobres, de pedirle una entrevista a Cristina para que nos dijera desde dónde podíamos aportar en el frente ciudadano que convoca".

"Estuvimos una hora compartiendo y conversando, escuchándola maravillados por la capacidad que tiene para ver la realidad chiquita, mediana y grande, global, y la rapidez. Es una mujer muy impactante, mucho carisma y don de gente, conversadora, y muy creyente también. Dio un gran testimonio de su fe".

"Cristina nos dijo que ya aportamos con lo que estamos haciendo, lo que podemos ayudar es a que la gente abra su cabeza, tenga conciencia crítica y que no se quede con el discurso hegemónico, el único que tenemos ahora, sino que la gente pueda apreciar lo que son sus derechos, los que ella desde la administración del Estado intentó garantizar para todos y todas y que hoy están en riesgo".

"Cristina está afligida porque los pobres no van a tener dinero para gastar y la clase media no va a tener para ahorrar y la clase media alta va a tener menos para ahorrar".

"Nos dijo que ella percibe que el deterioro económico va a ser muy grande y que las más afectadas van a ser las municipalidades que es donde primero va a ir la gente a pedir ayuda".

"Nos dijo también que ella lo que quería y se daba cuenta, no es un liderazgo personal ni para nadie, que es una de las fallas que ha habido, (sino) un liderazgo de una organización o de un frente que cuide la vida de todos y que nos agradecía mucho que como grupo de curas nos sumemos a buscar el bien para todos".

"Nos habló de Francisco, de las cosas que la había alentado para que viera su misión y que era una gran bendición para la Argentina tener una persona como Francisco en Roma y con un liderazgo de mucho peso".

"Estuvimos una hora con ella, se tomó un yerbeado y fue muy impactante el cariño de la gente. Ahí funcionaba un jardín de infantes, los nenes se le colgaban y gritaban su nombre, fue una pueblada muy emotiva y que nos motiva a nosotros y ustedes a tener esperanza".

"Hay alguien que sigue convocando, seguimos pensando lo mejor para el otro. Nosotros sabemos que Jesús es el ser para los demás y ella que la patria es el otro. Ahí se juntan las dos vertientes que hacen que nosotros como curas en Opción por los Pobres aportemos y apoyemos políticas que van en beneficios de ellos. Nosotros como curas no queremos nada para nosotros, queremos la felicidad de nuestro pueblo".

"Nos dijo Cristina que a la igualdad hay que sumar la libertad, que fue lo que dijo al salir de tribunales porque se dio cuenta que la igualdad no fue suficiente sin el discurso de la libertad. Uno puede ser libre si tiene trabajo, educación y posibilidad de proyecto y puede elegir como quiere vivir, y que mientras no tenga esos elementos clave, la persona no es libre. Y que trabajamos por eso, por la libertad y la igualdad para que todos podamos ser felices y elegir la vida que queremos vivir".

EL PAIS › PANORAMA POLITICO Autoayuda

Por Luis Bruschtein
“Es el neoliberalismo, estúpido”, diría Bill Clinton a los que hablan de pesada herencia. Medido de año a año, pero en especial a partir de diciembre del año pasado y considerando la devaluación, el tarifazo y las paritarias, los sectores de menos ingresos perdieron un 25 por ciento de su capacidad adquisitiva. En la otra punta, los bancos ganaron un 65 por ciento más que el año pasado, en especial por la devaluación y el aumento de las tasas de interés, medidas que tomó el nuevo gobierno. Los cincuenta mil millones de pesos que hasta el año pasado pagaban las mineras, los exportadores de granos y la industria por retenciones a la exportación, ahora los pagan los hogares por consumo eléctrico sin subsidios. Lo que han ganado los bancos y los exportadores, lo perdieron los trabajadores por la carestía de la vida. El 10 de diciembre se dio vuelta la taba. Eso se llama transferencia de riqueza de los que menos tienen a los que más tienen. Es la ruta del dinero M hacia las off shore de los ricos entre los cuales figuran el presidente y varios de sus ministros y colaboradores.
Los sacrificados en el altar del libremercadismo son los pobres y las capas medias, o sea, la mayoría. Los ricos han engrosado sus billeteras en estos meses. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), se han perdido más de 142 mil puestos de trabajo, más de la mitad de ellos en la actividad privada, sobre todo en la construcción, y gran parte en la industria. Y entre los empresarios se ha instalado la modalidad de despedir sin causa. Van a juicio y a pagar cuando sea, total la indemnización se la come el tiempo con la inflación.
En cuatro meses, el país ha tomado 20 mil millones de dólares de deuda para pagar deuda. Es plata que sale por la misma puerta que entró y lo único que deja son vencimientos altísimos (se agregan cerca de dos mil millones de dólares anuales a los pagos preexistentes) que serán usados como excusa para los ajustes. Más ajustes en el futuro próximo además de los recientes. Lo que se festeja es ajuste más ajuste. Gran éxito del ministro Prat-Gay que logró un record para la Argentina: en la historia de las deudas externas, es la economía emergente que más se endeudó de un solo saque. Se festeja que la demanda para comprar deuda argentina haya sido mucho mayor que la oferta. Si con los fondos buitre el gobierno demostró que está dispuesto a pagarles más del 1600 por ciento de ganancia, todo el mundo se pelea para negociar con el pagador bobo, o “el campeón”, según calificó Paul Singer a Macri como si se tratara de su Hereford en la Rural. El argumento que el gobierno usa como “esperanzador” es que se endeudaron para poder endeudarse más. De toda la que entró, no vieron un peso y van por más. Lo más desopilante es que después de la sangría y el esfuerzo que implica pagar cifras usurarias a los fondos buitre, se aplaude que las tasa de interés promedio del 7,14 de la nueva deuda sean más bajas que el 8,75 que logró el gobierno anterior, pero se oculta que son tasas de interés más altas que las de cualquiera de los países vecinos, incluyendo a Brasil con su furiosa recesión.
Ni siquiera los golpes militares, que desde 1955 se plantearon metas similares, pudieron avanzar a la velocidad con que lo hizo el macrismo. Es probable que la diferencia sea que, por primera vez, la derecha y sus programas tomaron el gobierno por la vía democrática y no gracias a proscripciones, al fraude “patriótico”, a los golpes militares o a disfrazarse de peronistas o radicales. Es la primera vez que tienen legitimidad abierta como derecha. Esa novedad, sumada al blindaje mediático, les ha dado una libertad de acción que no tuvieron las dictaduras por lo que el proceso de transformacióndestrucción, que tuvieron tiempos más prolongados con los militares, tomó ahora un ritmo vertiginoso.
En menos de cuatro meses ya se empieza a visualizar otra vez un país fundido con muchos desocupados y más pobres. Eso sí, con el propósito de combatir la pobreza, el presidente se reunió con sus ministros y los del gabinete bonaerense para una charla motivacional en el CCK. Les hablaron Margarita Barrientos, y dos ex pobres, Toty Flores –el piquetero reformado de Carrió– y el “ex gerente de felicidad” Daniel Cerezo. Con el conurbano al borde del incendio, los tres ex pobres les contaron a los funcionarios cómo son los pobres. “Todos somos pobres en lo que nos falta –se dijo ante una platea de funcionarios millonarios, empresarios y ceos de grandes empresas– y todos somos ricos en lo que podemos dar.” No tienen la más mínima idea. Esa combinación entre ricos, pícaros que combaten la pobreza con autoayuda y la crisis socioeconómica, es altamente inflamable.
La reunión en el Centro Cultural Kirchner, que sigue cerrado al público para ser usado como palacio del presidente en eventos sociales, surgió de la intranquilidad del macrismo en la provincia de Buenos Aires. Es un territorio donde el blindaje de la corporación mediática que protege al oficialismo tiene menos efecto que en el ámbito porteño. Las encuestas muestran una caída en picada del gobierno. Después de muchos años, miles de ciudadanos han vuelto a caer por debajo de la línea de pobreza, a miles no les alcanza para llegar a fin de mes y arrastran a sectores de las capas medias que vivían del consumo que se perdió. Como señala Washington Uranga, han vuelto a surgir y multiplicarse los comedores populares. Es un escenario que no se puede tapar. No hay blindaje mentiroso que resista esa realidad.
El gobierno provincial no tiene respuestas para esa catástrofe. Los intendentes le piden plata y la gobernadora se la pide al gobierno nacional. Macri no se la da, pero en cambio sí le da una estimulante charla motivacional para que su gabinete no pierda la esperanza. Aunque suene absurdo, Macri confía en esas charlas, como las que se estilan en las grandes corporaciones norteamericanas y japonesas.
La oposición es pragmática y no cree en los gurúes de autoayuda. Los movimientos que produjo ratifican que también registran el panorama social difícil que han creado en estos pocos meses las medidas del gobierno. El massismo, los disidentes justicialistas, y el seudoprogresismo, que apostaban a una primera etapa de alianza con el oficialismo para quebrar al FpV como mayor fuerza de oposición, se vieron obligados a consensuar entre ellos y con el FpV una ley que frene los despidos. Macri mintió y dijo que esa ley había fracasado cuando se aplicó en 2002 porque lo cierto es que a partir de ese año y el siguiente comenzaron a disminuir los despidos. El acuerdo para este proyecto de ley produjo un cambio de frente y por primera vez estas fuerzas se pusieron en sintonía y no acompañaron al oficialismo. Es un síntoma.
Como también lo fue el retorno de Cristina Kirchner con una propuesta como la del Frente Ciudadano, que trata de englobar una estrategia muy amplia e inorgánica de alianzas que puede tener expresiones circunstanciales como la que se produjo a nivel parlamentario para la ley antidespidos o formas a nivel territorial entre movimientos sociales y vecinales que ocupan la primera trinchera contra la crisis. Lo que está diciendo con una propuesta tan abierta es que en este momento hay que impulsar todo tipo de alianzas o acuerdos contra la pobreza en cualquier nivel y con el grado de organicidad que sea.
Síntoma de este proceso que se desarrolla en forma tan vertiginosa también fue la reunión de la ex presidenta con los intendentes bonaerenses que constituyen el corazón territorial del peronismo. De los 55 asistieron 52. Fue casi asistencia completa. Gabriel Katopodis había avisado que no asistiría. Los otros dos son disidentes hace bastante tiempo. Y el participante especial fue Fernando Espinoza, titular del PJ bonaerense y referente de La Matanza, el distrito electoral más grande del país, donde el FPV ganó con más del 60 por ciento de los votos. La ex presidenta se limitó a escucharlos. No hubo bajada de línea, como dijo Clarín, pero en el peronismo se entienden esas señales: la convocatoria fue muy alta. Lo que implica también que la situación en el conurbano es difícil y que no se vislumbra que a Vidal le dé el piné.
En el encuentro con los senadores hubo más faltazos, pero la señal más importante tenía que provenir desde el territorio bonaerense, donde la permanencia o la recuperación es esencial para el macrismo y el peronismo. Los demás gobernadores toman nota del devenir bonaerense.
El gobierno sabe que no puede aspirar a una mejora de la situación social, porque piensa que lo de los años que pasaron fue derroche, que se vivió una ilusión. Y apuesta a la naturalización de lo precario en complicidad con sus aliados de la corporación mediática que desde diciembre abusan con artículos sobre los beneficios para la salud de los ventiladores frente a los acondicionadores de aire, sobre la importancia que tiene un “changuito inteligente” en los supermercados (hay que saber comprar), en las virtudes de las caminatas para ir al trabajo o en la excelencia del “gourmet austero”. Son formas de engatusar a una clase media que perderá muchos de los beneficios a los que accedió en los últimos años. Es más difícil engatusar al hambre. Pero para contener a los sectores más humildes está el miedo al desempleo.

ECONOMIA › PANORAMA ECONOMICO Distribución del ingreso

Por David Cufré
El ajuste recesivo que provocó el Gobierno con la devaluación, la quita de retenciones, el aumento de tarifas y los despidos no es un efecto no deseado de la política económica, es el punto de partida de un programa orientado a modificar estructuralmente la distribución del ingreso. Mientras más tarden en asumirlo los sectores afectados, que son las mayorías populares, más a fondo avanzará el macrismo en la configuración de un nuevo escenario social. La respuesta del Presidente al proyecto de ley que busca poner freno a las cesantías es el ejemplo de esta semana. Si realmente estuviera preocupado por la ola de despidos acompañaría esa iniciativa, que en 2002 y 2003 resultó efectiva como dique de contención a la sangría laboral, en lugar de amenazar con vetarla. Pero lo cierto es que fue el Gobierno quien empezó a agitar las aguas de la desocupación con la expulsión de miles de trabajadores del sector público. Tras ello se montaron empresas del sector privado, en parte como respuesta defensiva a la contracción del consumo que dañó sus negocios. Otra muestra en la misma dirección de la política oficial son las trabas que está poniendo el Ministerio de Trabajo para continuar con los Repro, el plan de sostenimiento del empleo que arrancó en 2009 luego del estallido de la crisis financiera internacional. En aquel momento el Estado llegó a destinar recursos hasta para defender puestos de trabajo en una multinacional como General Motors. Ahora se crean cada vez más obstáculos y, en lugar de los Repro, el Gobierno proyecta un aumento en el monto del subsidio por desempleo. Es decir, se pasó de proteger al trabajador a facilitar su salida. Un tercer ejemplo es el anuncio de 2500 despidos por parte de YPF, que achicó para este año sus proyectos de inversión.
En un contexto internacional difícil, con Brasil hundido en la depresión económica luego de devaluar y profundizar el ajuste fiscal desde enero del año pasado –en un plan comprado por Dilma Rousseff al banquero que puso como ministro de Hacienda, Joaquim Levy–, el Gobierno lanzó una batería de medidas que pegaron en el principal sostén que tenía la economía nacional: el mercado interno. No fue un error. Fue un acto deliberado, cuyo objetivo es el disciplinamiento social. A nadie escapaba que soltar el tipo de cambio provocaría una estampida inflacionaria, lo mismo que bajar retenciones y subir tarifas. Eliminar las estructuras creadas en el Estado para controlar la formación de precios tampoco podía redundar en una baja de la inflación. Subir a 38 por ciento las tasas de interés de referencia del Banco Central no podía favorecer nunca a los sectores industriales ni promover el consumo. Quitar la obligación a bancos y compañías de seguros de destinar una parte de sus carteras al financiamiento de proyectos productivos y de infraestructura no se condice con ningún plan de desarrollo. Liberar a los bancos de la obligación de ajustar las tasas de interés para los ahorristas en línea con las subas de las tasas para los créditos solo puede satisfacer al sector financiero. Paralizar obras públicas, proyectos como Atucha III y el satélite Arsat III, evidencia el desinterés del Gobierno en áreas estratégicas del desarrollo nacional y el desprecio por sus trabajadores.
Frente a todo ello, la mayor capacidad que demostró Cambiemos desde la campaña electoral hasta el presente es el manejo político. Seguramente le hubiera resultado más difícil sin el acompañamiento del aparato mediático, que hasta logró disimular la decena de sociedades offshore que tiene el Presidente y su familia en guaridas fiscales, lo mismo que otros destacados representantes de la alianza de gobierno. Pero el macrismo consiguió un apoyo social decisivo para avanzar hasta donde llegó. Primero la promesa fue que ninguna de las medidas que tomaría desde el poder afectaría las conquistas del kirchnerismo. El punto de partida de esa estrategia fue la noche del triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en el ballotage porteño, cuando Macri se disfrazó de peronista y dijo que su fuerza venía a construir sobre lo construido. Ya en el poder, el Presidente cambió ese discurso por el de la pesada herencia para justificar las medidas antipopulares. Es un recurso que aún le rinde frutos, por más que el Indec lo desmintió reconociendo que en 2015 la economía creció 2,1 por ciento y los registros de la AFIP dieron cuenta de la generación de cerca de 150 mil empleos privados el año pasado. De todos modos, la imposibilidad de tapar el sol con la mano está obligando al Gobierno a hacer un tercer giro, que tomará cada vez más forma, hacia la gastada teoría del derrame. El argumento es que los sectores populares deben aceptar un sacrificio inicial para permitir un aumento de la rentabilidad empresaria, que supuestamente luego redundará en una economía pujante que incluirá a todos. La experiencia nacional e internacional demuestra que el derrame nunca se produce, mientras que los sacrificios requeridos y la pérdida de derechos sociales son cada vez mayores.
El principal elemento de seducción que presenta ahora el Gobierno para convencer a la sociedad de seguir creyendo en la teoría del derrame es el plan deuda. La emisión de bonos por 16.500 millones de dólares esta semana, después de recibir ofertas de inversores internacionales por 68.000 millones, fue presentada por el equipo económico como la comprobación del éxito de su gestión, dedicada casi en exclusividad durante cuatro meses a arreglar con los fondos buitre y volver a los mercados. La reinserción de la Argentina en la lógica del capitalismo financiero es funcional al objetivo de producir un cambio profundo en la orientación del ingreso, a favor de sectores concentrados y en contra de los trabajadores. En ese proceso, la vuelta del Fondo Monetario Internacional es un elemento clave.
Una vez instalada la muletilla de que sin financiamiento en los mercados el país no tiene destino, lo que seguirá será una sucesión interminable de medidas para demostrar a los inversores que pueden seguir dando crédito. El arreglo con los buitres fue la primera muestra de cómo opera esa matriz de ceder primero para tener como recompensa el acceso a moneda dura. La apertura de la cuenta capital se inscribe en la misma línea. La libre entrada y salida de divisas es una concesión primaria a los mercados, lo que a su vez agilizará la fuga de recursos generados en el país a plazas extranjeras. Si la fuga de capitales era uno de los mayores problemas de la economía nacional, el Gobierno lo agigantó con esa decisión, y para compensarlo lo que ofrece es aceptar las condiciones que impongan los financistas para comprar títulos de deuda a tasas generosas.
El ajuste de las cuentas públicas, reformas en leyes laborales, previsionales y del sistema educativo, privatizaciones, corrimiento del Estado como regulador del poder económico irán apareciendo en la agenda del Gobierno de aquí en más. No es una predicción arriesgada. Es lo que pasó en los ‘90, una etapa de la que el macrismo es heredero. El FMI y los mercados ocuparán el mismo rol que entonces, funcionando como escudo del oficialismo frente a la sociedad para que vaya aceptando cada pérdida de derechos como un mandato inevitable. Por eso la actual recesión y la angustia de trabajadores y empresarios que dependen del mercado interno no es una falla del sinceramiento económico, es el inicio del plan.

DURANTE UNA REUNIÓN DEL PJ BONAERENSE, SU TITULAR, FERNANDO ESPINOZA, LLAMÓ A "PONERLE UN FRENO" A LAS MEDIDAS ANTIPOPULARES DEL GOBIERNO

"Hay que ganar las calles"

EL JEFE DE LA CGT AZOPARDO ADVIRTIÓ QUE "LOS TRABAJADORES NO VAN A ACEPTAR DE NINGUNA MANERA" UN REVÉS DEL PODER EJECUTIVO AL PROYECTO DE EMERGENCIA LABORAL

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LA PRESIDENTA DE BRASIL VOLVIÓ A DENUNCIAR EL GOLPE EN SU CONTRA Y SOSTUVO QUE LA REGIÓN PODRÍA APLICAR LA CLÁUSULA DEMOCRÁTICA

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viernes, 22 de abril de 2016

ESCRACHE


Agencia Paco Urondo compartió un enlace.
10 h
Al escritor y director designado en la Biblioteca Nacional, Alberto Manguel, se le reclamó por los más de 200 despidos en la entidad.
AGENCIAPACOURONDO.COM.AR|DE REDACCIÓN A.P.U.